no habían pasado mucho más de cinco minutos desde que el pelinegro lo había dejado solo, pero al parecer esos minutos habían sido suficiente tiempo para que el rubio hiciera de las suyas en el closet de hyperion y jiyong, y erebos no pudo no sonreír al verlo – a pesar de que sabía perfectamente bien que iba a ser él quien tuviera que ordenar todo antes de que los humanos regresaran. ❝ bueno, veo que encontraste una manera de entretenerte en mi ausencia. ❞ dijo, acercándose a él con el plato de galletas en una mano y un vaso de leche en la otra. ╱ @jeontrol
10 notes
·
View notes