Tumgik
#ooc; se supone que lo iba a postear ayer kdlfka
xavierdupont · 4 years
Text
[ ACTIVIDAD IC. ] MADE-UP MEMORIES
¿Cuándo? Domingo, 10 de mayo de 2020 - Viernes, 17 de octubre de 2008
¿Dónde? París, Francia. Edificio de condominios - El Paso, Texas. 
Notas: No, pos no tienen que leer este testamento no me quería extender tanto *se hace bolita* se supone que era una excusa para usar un gif de lucy liu haha 
Sabía que el lugar donde se encontraba ahora era la suma de las decisiones que había tomado. El hecho de que sus padres estaban a salvo, lejos de Whispers, era algo de lo que nunca se arrepentiría. No eran sensates, no tenían ni el mismo apellido y, bueno, no era como si existiera en algún registro de su antigua vida. Xavier se había encargado de eso. 
Aunque el precio haya sido perderlos, de cierto modo.
Vio a Gray luchar con la cafetera por enésima vez y soltó una risa entre dientes. Tragó en seco cuando dos cosas le vinieron a la mente: hacia unas semanas, Gray le había dicho que se quedaría por cuanto tiempo lo quisiera y si Xavier hubiera sido menos egoísta lo habría alejado del desastre que era su vida. 
La segunda fue que su mamá le habría agradado. 
Tumblr media
--¿Eso... es de verdad?-- preguntó su mamá, observando el broche de oro en sus manos, el cual Dylan le había regalado por sus cumpleaños. 
Negó con la cabeza, mirándola con incredulidad. --No, claro que no. Tal vez algún día cuando sea millonario en vez de trabajar en Starbucks por ocho dólares la hora.-- respondió con gracia, aunque el peso del broche era preocupante. No había forma de que Dylan lo hubiera podido pagar, tenía que ser falso... ¿cierto? 
--El dinero no lo es todo, hijo... pero tal vez puedes empezar por la universidad.-- dijo su mamá, con falsa ligereza. --Yo solo digo.
--Māmā. Solo es un año, estoy viendo mis opciones.-- respondió, guardando el broche en su mochila para acercarse a las ollas que tenía su mamá en la estufa. Ah, estaba haciendo Mu Shu. Su favorito. 
–Ah, ¿y este chico es una de ellas?– comenzó su mamá, en un tono casual que no lo era para nada. –¿Es alguien por quién debería preocuparme? ¿Te tengo que empezar a advertir sobre los hombres? 
–Si me adviertes de los hombres, ¿no me incluye eso también?– preguntó, tratando de desviar el tema porque ya sabía a donde iba. 
–Tú sí te portas bien.– respondió simplemente, siempre tan orgullosa de su hijo. Él solo río, pero su mente regresó al broche... negó con la cabeza para sí mismo. Mañana le preguntaría a Dylan, quizás había estado ahorrando... –Solo quiero que tengas cuidado. No dejes que nadie te convenza de algo que no quieres hacer.
–Por favor, no. Ya pasamos por esto, ¿recuerdas? Me dijiste que no embarazara a nadie o tendría que trabajar para el mecánico de la esquina por el resto de mi vida.-- se quejó, con todo el dramatismo de adolescente. 
Su mamá rió, cortando el jengibre para condimentar el cerdo. –Solo digo que seas responsable y que encuentres a alguien responsable también. A la juventud de ahora le gustan todo eso de las relaciones turbulentas, como esa película que te gusta con el vampiro que brilla en el sol... 
--Māmā, no brilla en el...-- suspiró, negando con la cabeza. Se lavó las manos para ayudar con los otros vegetales. --Como sea. 
--Pero eso no es amor. Alguien que te ama se queda, no se va cuando las cosas son difíciles.-- dijo, ignorando su comentario. --Cuando conocí a tu padre, él estaba a punto de volver a China y yo me quería quedar aquí, para que mis hijos tuvieran mejores oportunidades, ¿y qué hizo tu papá?
Rodó los ojos pero tenía una pequeña sonrisa indulgente. --No sé māmā, ¿qué hizo? 
--Se quedó, aunque fuera la opción más difícil.-- dijo su mamá sonriendo, aunque sus ojos estaban algo húmedos. --El punto es que no quiero que ningún hombre o mujer te haga sentir que mereces que te dejen una y otra y otra vez. 
Sonrió. --Lo sé. Me lo has dicho siempre. No tienes de que preocuparte.-- le dijo con toda la sabiduría de alguien de dieciocho años.
Su mamá le dio una sonrisa orgullosa aunque había cierta nostalgia en la forma en la que lo veía. --Sé que no, pero no está de más recordarte.-- le dijo, mientras colocaba todos los vegetales en la olla. --Además, después de la porrista con la que saliste, no me puedes culpar por estar un poco preocupada... 
--Stacy, māmā. Y no fue tan malo...-- dijo, haciendo una mueca. 
--Te encontramos intentando salirte de la casa a mitad de la noche por su culpa...
--Y ya pagué mi deuda con la sociedad por eso.-- respondió antes de cubrir su brazo y dejar salir un ‘ouch’ cuando su mamá le tiró un trapo de cocina. Decidió no mencionar que ya era un adulto y ahora sí podía salir a mitad de la noche. Suponía que no lo iba a tomar bien. 
--No te pases de listo.-- le dijo, tratando de parecer seria pero podía ver que el comentario le había causado gracia. --Algún día me vas a agradecer todos mis consejos, Adam. 
--¿Xavier?-- dijo Gray, sacándolo de sus pensamientos. Tenía el ceño fruncido y una expresión preocupada que no estaba ahí antes. --¿Estás bien?
Xavier parpadeó un par de veces, acostumbrándose al color blanco de las paredes de su apartamento en vez de las rosa pálido de la cocina de su mamá. Por alguna razón, se sentía más frío que de costumbre. Se dio cuenta que tenía los ojos algo húmedos y presionó los labios. --Sí, no te preocupes.-- dijo, pero Gray no parecía convencido. 
--Solo pensaba que mi mamá...-- se detuvo, frunciendo el ceño. --Quisiera que la pudieras conocer. Se habrían llevado bien.
La preocupación de Gray se convirtió en sorpresa. Dejó el café de lado para acercarse a la encimera donde Xavier estaba sentado, como si no tuviera sillas. --Me hubiera gustado conocerla. ¿Qué... le pasó? 
Xavier tragó en seco, sintiendo la mentira en la punta de la lengua pero... --No, ellos está bien... hasta donde sé. Solo... no hablamos mucho.
Gray asintió con una mirada comprensiva y Xavier abrió los ojos al entender a la conclusión que había llegado. 
--Oh no, no. Mis padres no... tuvieron problemas con esto.-- dijo, señalando con un ademán su atuendo en general. Tartamudeó un par de veces, tratando de decidir si decir la verdad o no, pero encontró que quería hacerlo. --Hay ciertos... aspectos de mi trabajo y mi vida en general que no son seguros. Tú lo sabes... quizás mejor que nadie. 
Gray presionó los labios y bajó la mirada. Ambos pensaron en el incidente en el laberinto. Aún así, Gray tomó la mano de Xavier entre la suya. --Y no quiero que nada le pase a nadie que quiero. Por eso he tomado ciertas decisiones. Eso... eso te incluye. 
Gray levantó la vista rápidamente, como si oírlo decir que lo quería fuera la sorpresa del siglo.
--Pero... hay ciertas cosas que no haría. Y eso... eso te pone en peligro. Ahora, en el presente. Solo... quisiera... mierda, Gray ¿lo siento? ¿Siento no haber hecho todo lo posible? Aún puedes irte, quizás no es muy tarde...-- dijo y no se dio cuenta que había empezado a divagar hasta que Gray lo detuvo. 
--Oye, oye. No te voy a dejar solo en todo esto.-- dijo, con una pequeña sonrisa aunque había algo de tristeza en su mirada. --Sé que la otra opción tuvo que ser algo... muy malo. No tienes de que disculparte por eso.  Encontraremos como salir de esto.
Xavier exhaló despacio, relajándose un poco y sonriendo antes de que Gray lo abrazara. Por encima de su hombro, pudo ver el calendario que marcaba el día de las madres. 
Se quedó, aunque fuera la opción más difícil.  Algún día me vas a agradecer todos mis consejos.
Podía imaginar que si su mamá supiera que le daba la razón, nunca se la hubiera acabado. Nunca se arrepentiría de mantenerlos a salvo, pero era en esos momentos en que deseaba más que nada oír un ‘te lo dije’ junto a una sonrisa orgullosa. 
4 notes · View notes