#relatosdearagonz

[aragonz-escritora]

⚠️ Adelanto exclusivo.

⚠️⚠️ +21

«El señor de hielo atravesó los muros erigidos por Morfeo y llegó hasta ella; la contempló desde lejos y se acercó. Se aventuró a levantar la mano y acariciar su tersa y morena piel. Casi gimió ante aquel contacto y esos instintos desconocidos que surgieron en su interior lo impulsaron a invadir su boca con el pulgar derecho.

Ella cerró los labios.

Ella lo miró a los ojos.

Ella chupó con fuerza.

Y él tuvo una erección».

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[aragonz-escritora]

Me soñé en miles de cuentos,

disfruté infinidad de aventuras.

Abrí las alas

y volé hacia el infinito.

Entonces, cuando el corazón entró en calma

Y el alma halló su equilibrio,

Regresé a la vida

Y cerré aquel libro.

[aragonz-escritora]

Prohibido

Así te sueño, mojado y anhelante. Gotas de sudor y agua de lluvia que se deslizan en tu piel y se transforman en un raro compuesto de seducción y tentación.

Piel bronceada y cálida que grita que me atreva a tocarla. Un deseo prohibido que no puedo permitirme y, sin embargo, pulula en mis sueños y me atormenta.

No puedo seguir así, fantaseando contigo; deseando lamer cada centímetro de tu piel mientras mis manos ansiosas se deslizan por esos surcos profundos de tu espalda.

Ni puedo pensarte, desearte ni tenerte. No, cuando pertenezco a otro. No, cuando el sol jamás se funde con la luna y el aceite no logra amigarse con el agua.

Solo silencio y secreto. Una mirada robada y roces de dedos "al azar" cuando nadie nos ve.

Entonces, cuando llega la noche, vuelvo a soñar contigo y siento que soy libre.

[aragonz-escritora]

En un mundo rodeado de licántropos, un demonio podría sobresalir, mas ese no era su caso pues estaba lejos de reinar en el Inframundo.

El problema se presenta cuando eres tú la heredera de los infiernos y te encuentras, cara a cara, con ese ser mitológico al que han llamado 𝔢𝔩 𝔞́𝔫𝔤𝔢𝔩 𝔫𝔢𝔤𝔯𝔬.

¿Cómo mantenerte lejos de aquel que ha movido tu suelo con tan solo una mirada? ¿Cómo alejarte del señor de las alas negras cuando tú ni siquiera entiendes lo que es llevarlas?

¿Cómo escapar de su encanto cuando deseas una oportunidad para sentir que estás viva?

Pues... No se puede. Nada funciona cuando el deseo bulle por tus venas y explota en tu pelvis.

Nada funciona cuando la pasión te atrapa y te hace dudar hasta de tus propios orígenes porque, si él me lo pidiera, renunciaría a mi casta y aceptaría sus alas... Aunque ambos terminemos ardiendo en los fuegos del pecado.

[aragonz-escritora]

"Bienvenida a mi lugar en el mundo'', susurró cerca de mí oído. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Aquel hombre tenía la voz grave más caliente que jamás hubiera escuchado. ¿Y qué decir del perfume que llevaba? ¡Dios mío! Era puro elixir de testosterona.

"¿Vamos?" Preguntó, colocando su mano en mi espalda y, en ese instante, supe que estaba perdida. Su mano era tan grande que podía cubrir media espalda con ella. Alcé la mirada, encontrándome con esos faros turquesas que analizaban en silencio mis expresiones.

¿Estaría mal si me lanzaba y le comía la boca?

Extracto de Cuentos para Valentin.

[aragonz-escritora]

Él dijo que leyera sin detenerme por nada del mundo y así lo hice.

Un viejo fragmento de "Madame Bovary" fue el elegido.

Poco a poco, las palabras iban calando en mi pecho y me removí incómoda, sintiendo cómo el calor se expandía por mi cuerpo y mi sexo comenzaba a humedecerse.

Desee parar, salir corriendo y calmar mi malestar mas él no lo permitiría. Inspiré profundo y continué.

En mi mente, la escena se iba formando con claridad y el deseo aumentaba con violencia.

Sentí su mano sobre mi hombro y no me detuve.

Acarició mi piel desnuda, tampoco me detuve.

Cuando su mano se desplazó hacia mi pecho, volví a inspirar para no detenerme.

Ese sádico maldito sabía cómo controlar mi deseo, llevarme a niveles impensables y así lo hizo.

Con la yema de sus dedos, deslizó el pequeño bretel de mi vestido, dejando mi pecho expuesto.

Sus dedos fueron perversos al jugar con mi pezón pero no me detuve.

Y, entre letras y letras, él fue haciéndome caer en un pozo de lujuria que no deseaba salir.

Seguí leyendo.

Línea tras línea, página tras página, la locura se acumulaba entre mis piernas.

Y cuando se arrodilló frente a mí, colocó sus garras sobre mi piel enfrecida, abriendo mis muslos para devorar mi sexo, fue más de lo que pude soportar.

Dejé caer el libro, miré hacia abajo, apresé sus cabellos entre mis dedos mientras él comía con gula.

Tiré de su melena, grité extasiada y caí en sus garras.

Sin desearlo, él se había adueñado de mi orgasmo.

Temblé contra su cuerpo, dándole todo lo que había exigido, sabiendo que jamás volveríamos a vernos. Porque yo, ya había organizado mi huída.

Ara Gonz

[aragonz-escritora]

Después de la locura que armaron en WhatsApp...

Aquí tienen un adelanto...

[aragonz-escritora]

12 mil Euros. Ese era el caché que cobraría por la nueva campaña.

Las últimas semanas habían sido una puta locura. Los exámenes finales me habían absorbido como nunca y las deudas comenzaban a quitarme el sueño. Era consciente de que tenía dos opciones: o conseguía una nueva beca para continuar estudiando en París o encontraba un buen trabajo pues, de lo contrario, no habría otra alternativa más que regresar a Rusia.

Por primera vez en mi vida, tuve miedo. Volver a Rusia implicaba retornar a esa realidad que tanto me había lastimado y no estaba dispuesta a ceder.

La propuesta era tan tentadora como arriesgada: Una campaña para una firma de alta costura que apostaba a "modelos reales" para sus dos nuevas líneas: zapatos para mujer y joyería masculina.

Lo arriesgado eran dos cosas: tener que estar semidesnuda y no saber quién sería mi modelo pareja.

"Es solo una semana y llevarás ropa interior de color piel, no es que vayas a estar en pelotas, además, serán unos pocos días por un buen caché", dijo mi colega cuando me ofreció esa posibilidad.

12 mil y mi suerte habría cambiado. Pensé en que, si lo hacía, mis problemas se habrían solucionado. Entonces acepté sin pensar en los contra que danzaban en mi mente.

El lugar estaba lleno de personas que iban y venían, ubicando luces y mobiliario que utilizaríamos. Alguien me sentó frente a un gran espejo y la magia comenzó. Después de varias horas, estaba lista.

Ropa interior diminuta, zapatos increíblemente altos en color nude, mi melena con rizos inmensos y mi piel cubierta de un óleo con aroma a fresas que me daba un brillo exquisito en la piel.

Salí del lugar donde me habían preparado y entré al estudio, observando que todo era en negro y blanco. Frente a mi, un hombre alto estaba de espaldas, portando un cuerpo tan brilloso como el mío, marcando esos músculos que eran una absoluta tentación.

Según habían comentado los de maquillaje, al fotógrafo no le gustaba trabajar con mas personas aparte de sus modelos pues lo desconcentraban y alejaban de su inspiración y creatividad, por ende, sólo estaríamos los tres.

Nuestro artista genio sonrió al verme, se acercó hasta mí, diciendo mi nombre y presentándome a quién sería mi acompañante.

Entonces, él se giró. Todo se detuvo a mí alrededor y creí que moría en ese momento.

Thiago estaba allí, casi tan desnudo y desconcertado como yo.

Y, aunque quisiera salir corriendo, sabía que no podía hacerlo pues había firmado un contrato y debía cumplir.

La campaña duró más tiempo del que creí posible. Algo siempre faltaba y, día tras día, debí continuar semidesnuda, tocando y acariciando a ese hombre que me había alterado desde antes.

El muy maldito parecía disfrutar de aquella situación y eso sólo aumentaba mi mal humor, por ende, volvíamos a foja cero, día tras día.

Aunque jamás hablamos de lo que había sucedido entre nosotros, tenerlo cerca estaba siendo tan placentero como doloroso. El desgraciado brasilero se deleitaba rozando mi piel, posando sus labios en mi cuello o respirandome al oído mientras yo estaba que me moría. Por supuesto, era imposible esconder las reacciones involuntarias de mi cuerpo ante su tacto y él parecía encantado con eso.

Cuando llegó el último día, el fotógrafo apareció diciendo que necesitaba las mejores fotos de la campaña. Entonces, debíamos simular un encuentro más "efusivo".

Conclusión, Thiago me besó (una y mil veces), provocando que mi cuerpo se volviera gelatina. Aunque nunca lo admitiría, me encantaba como besaba ese deportista del infierno.

Salí corriendo desesperada, al finalizar el trabajo, anhelando volver a mí apartamento y olvidarme de ese brasilero tentador.

Durante mi viaje de regreso, me juré jamás volver a verlo y, quizás, eso hubiera sido posible si él no estuviera recostado en el palier del edificio, esperando mi llegada.

Crucé por su lado, sin siquiera mirarlo, corriendo escaleras arriba para evitarlo. Sentía sus pasos detrás de los míos. Sólo un poco más y se haría el milagro de escapar dentro de mí apartamento.

¡Aguanta Malenka!

Casi, casi lo lograba. La paz se haría conmigo. Claro que, en mi vida, las cosas nunca eran sencillas...

Cuando alcancé el último escalón, lo vi parado frente a mi puerta y el mundo se me vino encima. Giró hacia mí, alzó una ceja y cruzó los brazos.

- Iván... -fue todo lo que pude decir.

-Tanto tiempo, malen'kiy.

Mi descenso al infierno, había comenzado.

Milenka.

[aragonz-escritora]

Ese momento magnánimo dónde todos disfrutan de sus objetivos, dónde observan con orgullo que su labor ha tenido éxito y la presa ha sido cazada, inclinadose ante la corona. Entonces, lo que debía ser... Ahora lo es.

Ese momento exacto dónde debo postrarme ante un Dios que, aún cuando todo consideran que me ha elegido, ha ignorado mis plegarias. Y así, mi alma se muere.

Es en ese instante, que se siente tan infame, entiendo que mi vida deja de ser mía para convertirme en alguien que guía a un reino.

Ya no hay salida. Ellos han jugado a la perfección, estableciendo alianzas y estrategias desde antes de mi nacimiento y, ante ese vendaval de ambiciones y vanidades, he sido ungida como reina salvadora, aunque yo, me considero la reina del alma rota...

La reina del corazón solo.

Ara♥️

[aragonz-escritora]

Doce días. Ese es el tiempo que llevo sin verlo y, aunque no realizó acción alguna para emboscarme en las escaleras del edificio o conseguir mi número telefónico, el maldito brasilero marcaba presencia.

Doce rosas. Eso fue. Una cada día, descansando en la puerta de mi apartamento, esperando ser colocada en agua.

Quizás soy una estúpida pero no pude tirarlas. Cada mañana, corría ansiosa hasta mi puerta y la recogía con ilusión. Las colocaba en un pequeño florero que adquirí el mismo día en que llegó la primera.

¿Que cómo supe que era él? Pues fue toda una jodida locura. En medio de mi enojo, puse la televisión a todo volumen, mientras me preparaba un sándwich vegano, luego de una mañana llena de exámenes.

El traicionero de Azrael, pisó el mando a distancia y ESPN apareció en la pantalla. La periodista estaba más que a gusto con la nueva adquisición del Paris Saint Germain (si fuera WhatsApp, ya hubiera colocado el emoji de la carita con ojitos revoleando hacia arriba). La cuestión es que, siendo un tanto descarada y poco profesional, le preguntó por su vida amorosa.

-¿Alguien en la vida de nuestra estrella favorita?- preguntó recolocando su melena.

Thiago la miró y respondió mirando a la cámara.

-Aún no, sin embargo, espero que las rosas sirvan para conseguir cinco minutos de su tiempo.

Miré la rosa que descansaba en un vaso con agua y me pregunté si, quizás, era él mi admirador. La respuesta llegó demasiado pronto.

-¿Alguien especial?- preguntó la periodista.

-Alguien que me hizo conocer lo que es el miedo a perder sin ser yo responsable de mis desgracias. Alguien con los cabellos tan rojos como las rosas que descansan en su puerta.

-¡Oh, mi Dios! -exclamó la periodista- no sólo eres un buen central sino que, además, eres todo un poeta. Si ella no acepta, tendrás miles de mujeres esperando por tu corazón, Thiago.

-Mais ninguém pode acariciar meu coração como ela.

No entendí lo que dijo, pues habló en su idioma, pero la intensidad de su mirada me decía tantas cosas que me asustaron.

Apagué el televisor y, desde ese día, acepto las rosas pero temo su presencia.

Milenka.

[aragonz-escritora]

¡Hey! ¡Aquí estoy! Si, he tardado un poco en aparecer pero las cosas estuvieron un poco intensas y... Raras.

Charlotte resultó ser una mujer muy interesante. Bueno, mi lado escritor quedó fascinado con ella. Tan expresiva, abierta, con ideas únicas que fue un inesperado placer compartir una extensa charla con ella.

Un diálogo que se extendió hasta altas horas de la madrugada y, entre cafés, comenzó a contar su particular historia.

La cuestión es que ella es una fantástica anfitriona pues sabe cómo agasajar a su invitados, cocina de maravillas y es tan divertida como exótica.

Después de esa noche, me propuse imitar algo de su energía y me obligué a retomar esos viejos escritos que tenía guardados en la computadora. Quería avanzar en alguna novela nueva pero, poco a poco, la frustración volvía y las palabras de Mel se apoderaba de mis emociones. Ella creía que perdía tiempo escribiendo, decía que debía finalizar mis estudios de periodismo y aspirar a más.

¡Qué difícil era conformarte, mi pequeña Mel!

Cómo estúpido, sucumbí a la tentación y regresé a tus diarios. ¡No debí hacerlo! Cada palabra escrita abría las heridas que iban sanando y, sin poder controlarlo más, regresé a cada. Nuestra casa...

No sé por qué estoy en Burdeos. ¡No debí venir! Ya no queda un "nosotros", ya no hay chances y, aún así, anhelo tus palabras.

Caminando por las calles de nuestra ciudad, pensé que hasta era mejor soportar al maldito gato de Milenka porque, de alguna manera, me jodía menos que tu recuerdo.

Quisiera desterrarte de mi vida pero me cuesta demasiado seguir sin ti. Porque, aunque me cueste aceptarlo, el odio también es un motor de vida.

Y yo te odio... Por no me haberme llevado contigo.

Alfonzo.

[aragonz-escritora]

Pequeña cosita perfecta:

Mi niña mujer.

Mi luz, mi paz... Mi todo.

¿Cómo no amarte? Si pones mi mundo a girar con tan sólo una sonrisa.

Te elijo hoy y lo volveré a hacer, día a día, hasta que la muerte venga en mi busca.

Amo vestir trajes, tú andar descalza.

Amo a Bach y Vivaldi; tú adoras a los Rolling Stones.

Disfruto de leer Stephen King... Tú te emocionas con "Piratas del caribe".

Entreno 6 días a a la semana... Tú devoras esas grasas horribles de Mac Donald's.

Y así, entre tantos opuestos. Entre mi perfecta rigidez y tú descarado desenfado... Nos entregamos en cuerpo y alma.

Porque no necesitamos ser iguales, cuando lo que sentimos, lo envuelve todo.

Te amo, mi pequeña Isabella.

Tu ogro favorito....

Ara Gonz-Escritora.