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Para la mente racional, la Luna presenta una imagen visible del incesante flujo del tiempo. En cambio, para la mente mítica, la Luna, al medir el tiempo, lo crea y por tanto, en última instancia, es el Tiempo mismo. En muchas culturas antiguas, la Luna, concebida como causa del tiempo en la vida, era también la causa del tiempo concedido para vivir, la medida del destino de las personas, de la longitud y las características de sus días, e incluso de todo el bien y el mal que habría en ellos; en suma, de la calidad de su vida. De forma análoga, se imaginaba que la Luna desovillaba hebras de tiempo de su bola brillante, como una hilandera teje el hilo. Así pues, como hilandera del tiempo que extrae de su interior, es la tejedora de la red del mundo fenoménico y, en consecuencia, la hilandera de los hilos del destino y la tejedora del destino individual. Cuando las tres fases visibles de la Luna (crecimiento, plenitud y mengua) se proyectan sobre la vida humana, dibujan el transcurso de ésta en tres etapas: nacer y crecer; ser plenamente lo que uno es; envejecer y morir. En Grecia, como hemos visto, las tres fases visibles estaban personificadas por tres diosas: la virgen Ártemis y Core/Perséfone para la luna creciente; Deméter, Hera, Atenea, Afrodita y Febe para la luna llena, y Hécate para la luna menguante. Sin embargo, casi imperceptible, detrás -o en el interior- de esas tres diosas espejaban los contornos oscuros de las tres Moiras, los tres Hados, más antiguas que todas las divinidades. Jules Cashford, La luna, simbología de la transformación. #tarot #tarotevolutivo #tarotonline #laluna #arcanoxviii #lalunatarot #tarotpsicologico (en Villa Devoto, Buenos Aires, Argentina) https://www.instagram.com/p/CPbnHNQgKgB/?utm_medium=tumblr

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SEIS DE OROS

El seis de espadas es una llamada al cuidado mental, a traer el equilibrio, la claridad y la lucidez al plano del pensamiento.

Desde el seis de espadas estamos llamados a focalizarnos en nuestras creencias. Ver bien que es que constituye nuestras ideologías, que es aquello que hizo de aquello que aprendimos, nuestra verdad.

¿Si el pensamiento es  semilla de la futura acción, que fue que construyó aquella que hoy es mi realidad?

¿Será que una creencia es un pensamiento fuertemente cargado de emoción? Si así tuviera que ser, podríamos explicar la dificultad de abandonar algo conocido por algo por conocer. También podríamos ver el porque nos cuesta tanto identificar que es de nosotros mismos que solo nos limita. Es que si el pensamiento tuviera que fundirse con la emoción ya pasaría a nuestro cuerpo, y bajo alguna descarga neuro hormonal acabaríamos antes o después esclavos y adictos. Ahí la mente habrá perdido su lucidez. Ahí seremos esclavos de nuestros pensamientos.

Desheredando el pensamiento mismo utilizar su misma energía para el enfoque. Dominar el pensamiento para descubrir de que esta hecho y por consiguiente, de que estamos hechos nosotros mismo. Cuando conozco mis pensamientos puedo descifrar mis actitudes. No seré libre de aquello que me construyó porque cada ideal fue pieza de mis cimientos. Al atender el llamado del seis de espadas enfocaré mis estructuras mentales para traer lo pasado a la experiencia, saber escindir entre aquello que fue y trasmuta por evolución y aquello que es ya que, es, aquello que será.