thed1rtyhands

[thed1rtyhands]

Puso los ojos en blanco al escucharla, negando con la cabeza. Ambos sabían que él tenía muchas virtudes pero aprender idiomas no era precisamente uno de ellos. No, para eso estaba Jyena. Era ella quien los manejaba a la perfección y Degon también, por algún motivo. Así que lo menos que tenía que hacer el Dreg era preocuparse por aprender idiomas por lo que no tenia la más pálida idea que era lo que había dicho pero imaginaba que: « te quiero mucho, Orys. » no era.

“ Ya, ya. ” chasqueó la lengua, encogiendo con suavidad los hombros. Su mirada había abandonado el rostro ajeno para mirad por la ventana. El sol estaba comenzando a ponerse, la gente comenzaba a retirarse de las calles para dejar a la gentuza y las ratas hacer de las suyas. Su momento preferido, claramente.

Lo que le hacía pensar que claramente esa no era la vida que la pequeña se merecía. No podía mantenerla viviendo debajo de ese techo, la taberna no era un lugar para una niña y menos cuando había gente que lo odiaba. Iba a tener que decidir como iba a solucionar el tema de tener a su hija y como cuidarla. Por el momento ella durmiendo en su cuarto estaba bien.

Cuando le confirmo que estaba bien, cansada pero bien, su alma le regresó al cuerpo. Pudo volver a respirar. Quería abrazarla, quería confirmar que estaba todo bien pero sabía que lo mejor que podía hacer ahora mismo era dejarla y que sea ella quien le diera el permiso de demostrarle todo lo que estaba sintiendo en ese momento. “ve, Lys. Ya hiciste demasiado.”

Estiro la mano con cuidado para mover un mechón de su cabello y dejarlo detrás de su oreja. “Lo sé. Quiero decir, nos enteramos de la explosión. Estoy muy orgulloso de ti. ” Y lo decía de verdad. Estaba orgulloso de todo lo que Lysaria había hecho, aunque realmente quería saber con detalle que es lo que había pasado.

Se separó de la ventana, para ir hasta la bebe y alzarla. “Tengo que acostarla. Ve a descansar tu también Lys.” La pequeña acomodo la cabeza en el hombro ajeno, aferrándose a la muñeca que en ningún momento había soltado.

@elespectrodedreg;

“ Creo que debemos hablar.” fue lo primero que logro decir tras ver cómo la mirada de la chica iba entre la bebé a él. “ porque aunque no lo creas todo esto tiene una explicación.”

O quizás no. Quizás no había explicación, quizás todo era mucho más complejo de lo que realmente era.

[thed1rtyhands]

@elespectrodedreg;

No le estaba pidiendo algo difícil. O quizás si. Porque a Orys le costaba muchísimo poner en palabras lo mucho que esa mujer que tenía entre sus manos significaba para él. Lo mucho que había deseado ser caos de hacer exactamente lo que estaba haciendo en esos momentos con ella e incluso más pero que por culpa de su propia incapacidad no había podido.

También consideraba que Lysaria merecía más que la vida que Orys podía darle y no podía evitar sentirse un poco egoísta por tomarse libertades para con ella. Por eso le dejaba tantas veces en claro que si ella quería y así lo sentía podía irse, que era libre de hacer lo que quisiese por más que el corazón se le rompería en mil pedazos porque ella era, sin duda alguna, la mujer de su vida.

“Eres, Lysaria, la persona más importante de mi vida.” Susurro, tratando de hacerlo íntimo, de abrirse genuinamente a ella. “Te deseo como probablemente no he deseado a nadie de la misma forma que te amo.” Sabia que era demasiado pero si la chica se lo estaba pidiendo, él iba a darle exactamente lo que ella quería escuchar.

En todo momento sus ojos miraban los contrarios. Cuando sintió sus manos sobre los botones de la camisa, el chico sonrió. Quería que se la sacara lo más pronto posible, empezaba a considerar que habían demasiadas cosas que los estaban separando y no quería eso. No quería esa separación. “¿Puedo?” Preguntó haciendo referencia al pantalón. “No quiero que te mojes.” Quería agregar « no así » pero decidió que iba a tomarse las cosas con un poco más de calma.

@thed1rtyhands ;

"No me tienes que agradecer"

Había alcanzado a escuchar sus palabras desde el interior del aseo, rodando los ojos en consecuencia. En ocasiones realmente deseaba golpearlo. Se lo buscaba él solito.

Incluso llevando años a su servicio, había tantas cosas que Lysaria le ofrecía tan solo por su propia apetencia... y él, tan ciego, parecía incapaz de comprender que el Espectro se movía según el anhelo egoísta de obtener un ápice de su atención.

Había descubierto que los mares en tormenta que tenía por ojos podían brindarle las mejores caricias. Ignoraba cuando había empezado a buscar, a anhelar desesperadamente, tal contacto... a rondar su despacho y a tomar silente asiento en su ventana con la excusa de ofrecer las sobras de pan rancio a los pájaros... pero los sentimientos que despertaba se había aferrado a ella con la firmeza de una enredadera, penetrando todas y cada una de sus grietas.

No era como si pudiese simplemente deshacerse de él.

"Te vas a enfermar".

De nuevo frente a frente, separados por la mesa que, cargada de papeles, era testigo y muestra de las horas que debía llevar allí encerrado, detuvo el movimiento de la toalla en sus manos con burlona incredulidad. ¿Acaso estaba tan sumido en sus pensamientos que siquiera se había percatado de la intensidad con la que estaba tronando la lluvia contra los cristales?

— No es necesario...

Intentó interponerse entre él y la puerta. Si hubiese tenido alguna premura por cambiarse habría acudido directa a su dormitorio; no obstante, no le importaba tanto la humedad como para no atender lo que fuera que estuviese rondando por la mente del bastardo primero. Además, ¿qué pensaba hacer? ¿Revolver los cajones hasta encontrar algo que traerle?

Para fortuna o desgracia, Lysaria se recreó en la imagen del Dreg en su dormitorio y el choque entre ambos tuvo lugar: en realidad apenas se había tratado de un roce entre sus cuerpos, pero uno cuyos rescoldos habían sido suficientes para hacerla estremecer.

Su impulso natural, la costumbre, la invitó a retroceder. Sin embargo, si el muchacho no se había movido... ¿iba a rechazarle ella?

Muy al contrario, la obsequiaba con un tipo de contacto diferente al que la tenía acostumbrada: el de su respiración contra su piel. La myriense había sentido muchas, demasiadas, a lo largo de su corta vida... pero ninguna había despertado en ella ardor semejante.

Suspiró. Orys era todo lo que adoraba, todo lo que la desquiciaba, todo lo que no podía sacrificar. El anhelo, la necesidad y la súplica yacían plasmados en su expresión, en la mirada de adoración que le dedicaba sólo a él

— ...quédate conmigo.

La diestra le tembló, titubeante, en lo que ascendía cerca, demasiado cerca, sin rozar siquiera la tela de la camisa ajena. Sus ojos recorrieron el camino hasta su boca, quizá con demasiada obviedad, antes de tragar saliva.

Una confidencia entre ambos. Un recordatorio de la situación en la que se encontraban. Una advertencia.

La caricia fue sellada sobre una de sus manos: al principio como un roce de las yemas sobre sus nudillos... lento y delicado, embriagándose de la sensación. El contraste de temperaturas entre su piel helada y la calidez ajena supuso un nuevo fogonazo para su cordura, que se había sumido en lo exquisito que habrían de sentirse sobre su cintura, recorriéndole la espalda o perfilando sus caderas.

Era el primero, el único, al que había deseado.

— Orys... quédate conmigo.

Inclinando su rostro hacia él, acarició su mentón con la punta de la nariz... un gesto íntimo, más que suficiente para deleitarse en su perfume.

La lluvia seguía cayendo con fuerza más allá de aquellas paredes.

— ...aunque temo que te vas a mojar.

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 LOVE ITSELF: IN THE LETTER BOX — HÉLÈNE CIXOUS (POLITY PRESS, 2008)

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“Y de haber venido hubiésemos los dos resultado en esta situación y no me lo hubiera perdonado” obviamente la muchacha era una experta en usar cuchillos pero incluso habiendo sido varios —— no había viajado él solo, se había llevado a algún que otro dragón. —— habían sido sorprendidos y malheridos. “No te tortures.” añadió porque lo decía con toda la sinceridad del mundo. Había sido su error no estar más preparado.

Iba a decirle que no hacía falta. Que seguramente tenía que descansar y ¡vaya idiota! Había ocupado toda la conversación hablando de él y de sus problemas pero no habían tocado lo que la muchacha había tenido que sufrir. ( vaya idiota, vaya idiota ) murmuro para si llevando una mano a la melena negra de la bebe para despeinarla. Había descubierto que eso le hacía mucha gracia a la criatura, la cual seguía muy ocupada mirando por la ventana. “Chismosa.” bromeó, negando con la cabeza.

Cuando la joven regresó por la puerta y le tendió el plato de comida Orys le sonrió. ‪❛ Gracias. . .quema, quema. ❜‬ y sin dudarlo, le tendió el plato al mayor, esperando que este le soplara ——incluso si no estaba tan caliente era más psicológico que otra cosa. —— Bien podría decirle que debía ser paciente pero sería ser un poco hipócrita considerando que él era el rey de la impaciencia. Así que llevo el plato hasta sus labios para soplar, tomó un huevo y se lo tendió para que viera que estaba bien.

“No usa tenedor. Quiero decir come sola y habla bastante para tener dos dias del nombre o eso me aclararon.” levantó y bajo los hombros desviando la mirada para la pequeña que se encargaba de degustar contenga su huevo. Apoyó el tenedor en la mesa levantándose para acercarse a la muchacha. “Lys…solo…solo quiero saber si estas bien, si te paso algo si te hicieron algo.” Con cuidado estiró las mano para rozar con sus dedos la mano ajena. “Lo siento.” Sus ojos estaban clavados en el rostro ajeno, buscando algo que le dijera como estaba. Él ya había tenido su turno de tener un breakdown acerca de todo lo que le estaba pasando, si la muchacha necesitaba tener su momento quería estar para ella de la misma forma que ella había estado.

@elespectrodedreg;

“ Creo que debemos hablar.” fue lo primero que logro decir tras ver cómo la mirada de la chica iba entre la bebé a él. “ porque aunque no lo creas todo esto tiene una explicación.”

O quizás no. Quizás no había explicación, quizás todo era mucho más complejo de lo que realmente era.

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im full of an untamable rage that constantly seethes beneath my skin but im a real laid back dude dont worry about that

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@elespectrodedreg;

Se quedó helado. Podía ser comparado con el norte porque estaba completamente helado pero lentamente y probablemente por el calor que emanaba del contacto físico producido por la muchacha, Orys empezó a reaccionar.

La forma en la que lo miraba, la cercanía de sus cuerpos…había renunciado a los guantes ya que los mismos le habían dado un cachetazo en la cara. Bueno, no ellos pero si no la realidad que no importaba nada, si tenía que enfermarse lo haría de todos modos. ¿Por qué no entregarse por completo a esas fantasías que lo atacaban en cada momento? Porque ya ni siquiera eran sueños, si no que con cada roce accidental o mirada se anhelo por parte de los dos, el corazón dejaba de funcionarle y lo único que quería era entregarse por completo a ella.

Pero le aterraba la noción de hacer algo malo. Algo que a ella pudiera llegar a recordarle momentos duros de un pasado desgarrador para cualquiera. Era ella quien se lo estaba pidiendo y aun así había una parte de él que le aterraba la posibilidad de dañarla.

El corazón le iba demasiado fuerte cuando decidió colocar sus manos en las caderas ajenas acercándola hacia él aun más, rompiendo por completo el espacio que los separaba. “ Hmm.” murmuro, tragando en seco a la par que acercaba sus labios hasta la piel de su cuello, rozando con suavidad esa zona. “Pues, eso se puede solucionar.”

Dejo besos sobre la piel de su cuello mientras que sus manos abandonaban si cintura para ir hasta el comienzo de su pantalón. Quedándose allí. Esperando a que la muchacha le diera el visto bueno para poder bajarlos. Era consiente que hasta hace unas lunas atrás él no hubiera sido capaz de algo así pero ya no había nada que lo detenga pues si fobia había quedado olvidada.

@thed1rtyhands ;

"No me tienes que agradecer"

Había alcanzado a escuchar sus palabras desde el interior del aseo, rodando los ojos en consecuencia. En ocasiones realmente deseaba golpearlo. Se lo buscaba él solito.

Incluso llevando años a su servicio, había tantas cosas que Lysaria le ofrecía tan solo por su propia apetencia... y él, tan ciego, parecía incapaz de comprender que el Espectro se movía según el anhelo egoísta de obtener un ápice de su atención.

Había descubierto que los mares en tormenta que tenía por ojos podían brindarle las mejores caricias. Ignoraba cuando había empezado a buscar, a anhelar desesperadamente, tal contacto... a rondar su despacho y a tomar silente asiento en su ventana con la excusa de ofrecer las sobras de pan rancio a los pájaros... pero los sentimientos que despertaba se había aferrado a ella con la firmeza de una enredadera, penetrando todas y cada una de sus grietas.

No era como si pudiese simplemente deshacerse de él.

"Te vas a enfermar".

De nuevo frente a frente, separados por la mesa que, cargada de papeles, era testigo y muestra de las horas que debía llevar allí encerrado, detuvo el movimiento de la toalla en sus manos con burlona incredulidad. ¿Acaso estaba tan sumido en sus pensamientos que siquiera se había percatado de la intensidad con la que estaba tronando la lluvia contra los cristales?

— No es necesario...

Intentó interponerse entre él y la puerta. Si hubiese tenido alguna premura por cambiarse habría acudido directa a su dormitorio; no obstante, no le importaba tanto la humedad como para no atender lo que fuera que estuviese rondando por la mente del bastardo primero. Además, ¿qué pensaba hacer? ¿Revolver los cajones hasta encontrar algo que traerle?

Para fortuna o desgracia, Lysaria se recreó en la imagen del Dreg en su dormitorio y el choque entre ambos tuvo lugar: en realidad apenas se había tratado de un roce entre sus cuerpos, pero uno cuyos rescoldos habían sido suficientes para hacerla estremecer.

Su impulso natural, la costumbre, la invitó a retroceder. Sin embargo, si el muchacho no se había movido... ¿iba a rechazarle ella?

Muy al contrario, la obsequiaba con un tipo de contacto diferente al que la tenía acostumbrada: el de su respiración contra su piel. La myriense había sentido muchas, demasiadas, a lo largo de su corta vida... pero ninguna había despertado en ella ardor semejante.

Suspiró. Orys era todo lo que adoraba, todo lo que la desquiciaba, todo lo que no podía sacrificar. El anhelo, la necesidad y la súplica yacían plasmados en su expresión, en la mirada de adoración que le dedicaba sólo a él

— ...quédate conmigo.

La diestra le tembló, titubeante, en lo que ascendía cerca, demasiado cerca, sin rozar siquiera la tela de la camisa ajena. Sus ojos recorrieron el camino hasta su boca, quizá con demasiada obviedad, antes de tragar saliva.

Una confidencia entre ambos. Un recordatorio de la situación en la que se encontraban. Una advertencia.

La caricia fue sellada sobre una de sus manos: al principio como un roce de las yemas sobre sus nudillos... lento y delicado, embriagándose de la sensación. El contraste de temperaturas entre su piel helada y la calidez ajena supuso un nuevo fogonazo para su cordura, que se había sumido en lo exquisito que habrían de sentirse sobre su cintura, recorriéndole la espalda o perfilando sus caderas.

Era el primero, el único, al que había deseado.

— Orys... quédate conmigo.

Inclinando su rostro hacia él, acarició su mentón con la punta de la nariz... un gesto íntimo, más que suficiente para deleitarse en su perfume.

La lluvia seguía cayendo con fuerza más allá de aquellas paredes.

— ...aunque temo que te vas a mojar.

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“Y hay gente que le bastaría con eso”

Lo sabía. Aquello lo sabía y eso era lo que más le preocupaba. No solo por su familia, después de todo él era el hijo mayor de Robert Baratheon —— bastardo pero después de todo seguía siendo el mayor. —— y Cersei ya había hecho de las suyas contra todos los que tuvieran su sangre y estuvieran en la calle de la seda. La niña no tenía culpa de ser hija de quien era ni cargar con la sangre que cargaba no obstante tenía que vivir con las consecuencias.

Cuando la muchacha le pidió que se sentara, el muchacho obedeció como si de un perro obediente de tratase. La pequeña seguía degustando con alegría lo que le había traído y vaya que eso lo tranquilizaba. No había interactuado con niños en su vida y toda su vida había jurado que jamás los tendría pero ahí estaba. Con su bebé. “Lo siento.” murmuró soltando un suspiro.

“Estoy bien. Aunque se me infectaron, tuve fiebre fue…” se le cuadró la mandíbula, con los ojos llorosos. Esos días fueron un recordatorio de aquella peste, de lo mal que le había hecho en todos los aspectos y también había sido una cachetada de realidad.

Esos guantes a los que se aferraba con la vida, no servían de absolutamente nada. Si tenía que inventarse lo haría con o sin guantes. “Y estos son una pérdida de tiempo.” Se quito los guantes lanzándolos al suelo con rabia. Finalmente, suspiró levantando la mirada para poder clavar los ojos azules que compartía con la beba en los oscuros ajenos. “No quiero llevarla a un orfanato, se lo que son. Me escape de ir a uno.” Hizo una pausa para desviar la mirada y clavarla en la pequeña que se había parado y caminaba hacia él murmurando un pequeño « más » porque obviamente tenía hambre. “ Pero no pueden saber que ella es mia, tampoco se si ella debería saberlo.”

En un rápido movimiento la tomó en brazos y la sentó a su lado para que se distrajera con la ventana, la cual no puso peros que rápidamente empezó a golpearla y enunciar que veía « llitos » “eres la segunda que lo sabe, los demás piensan que estoy haciendo un favor.”

“Rys, (serie inteligible de gibberish) tana?” preguntó la bebe a la espera de una respuesta, que Orys no podía darle porque no tenía la más pálida idea que había dicho y le fue inevitable no soltar una carcajada.

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“ Creo que debemos hablar.” fue lo primero que logro decir tras ver cómo la mirada de la chica iba entre la bebé a él. “ porque aunque no lo creas todo esto tiene una explicación.”

O quizás no. Quizás no había explicación, quizás todo era mucho más complejo de lo que realmente era.

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Peaky Blinders

Season 2 | Episode 2

"And I was going to tell you , that I hadn't spent a day without thinking about you"

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Es tu hermana ¿no?

El muchacho se quedó helado por unos segundos. Primero porque no era una mala idea presentarla como una de sus tantas hermanas bastardas. Alerie tenía dos años, el tiempo daba pero… “Déjame que empiece por el principio.” Y así fue como Orys le contó toda su historia. Desde el viaje de negocios que terminó en él en las garras de los dioses, su llegada y su intento de ir a por ella —— porque le dolía que pudiera llegar a pensar que no se había preocupado por ella. ——

Y finalmente la parte de La Niña. La historia completa incluso entregándole la carta, una carta donde la madre de la criatura explicaba cosas que tenían sentido, claro pero no dejaban de ser chocantes. Anya resultó ser una noble que se escapó de su casa tras su boda con un lord demasiado mayor para su gusto. Quería libertad y Orys ni podía echarle en cara eso tampoco las decisiones tomada, los dos habían sido dos adolescentes.

Anya le explicaba que había hecho todo lo posible por ocultar su identidad pero ambos esposos poseían ojos oscuros y pelo castaño. Las sospechas eran grandes y aún más tras el nacimiento del heredero.

“Así que…quería ir a buscarte pero no sabía con quien dejarla, tampoco tengo idea que demonios hacer.” Hizo una pausa, tragando en seco. “No quiero que le pase nada tampoco.”

Para ese punto el muchacho había apoyado el bastón al lado del escritorio y, con dolor se había agachado para dejarle el cuenco con queso y agua, el cual la pequeña atacó sin soltar a su muñeca.

@elespectrodedreg;

“ Creo que debemos hablar.” fue lo primero que logro decir tras ver cómo la mirada de la chica iba entre la bebé a él. “ porque aunque no lo creas todo esto tiene una explicación.”

O quizás no. Quizás no había explicación, quizás todo era mucho más complejo de lo que realmente era.

[thed1rtyhands]

Peaky Blinders Season 3 | Episode 6

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@elespectrodedreg;

“ Creo que debemos hablar.” fue lo primero que logro decir tras ver cómo la mirada de la chica iba entre la bebé a él. “ porque aunque no lo creas todo esto tiene una explicación.”

O quizás no. Quizás no había explicación, quizás todo era mucho más complejo de lo que realmente era.

[thed1rtyhands]

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𝗕𝗔𝗥𝗔𝗧𝗛𝗘𝗢𝗡’𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗪𝗡 // Orys Dreg.

▊≽ Original character created for the song of ice and fire world.

▊≽ Character is partially based on Kaz Brekker, Thomas Shelby and my own imagination.

▊≽ Character is multi-era.

▊≽ a tragedy by SalveTsarina.

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