theimaginaryghost13

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La verdad revelada.

Realmente no entiendo cómo llegué hasta aquí, ¿ Hice lo correcto ?

Era lo único que se me cruzaba por la cabeza aquella noche de enero de 2007.

Mi nombre es Saúl y vivo en un pequeño pueblo a las afueras de Córdoba - Argentina, en este momento es 3 de diciembre del 2007, tengo 15 años y relativamente me va bien en todo lo que me propongo, tengo un grupo de amigos muy mezclados y digo mezclados porque algunos de mis amigos están en pareja con algunas de mis amigas.

Soy realmente extrovertido, me gusta mucho socializar y ser la mano amiga que ayuda a todos, pero últimamente no me vengo sintiendo cómodo con una situación, Beka, una de mis mejores amigas le está siendo infiel a mi amigo Gato, para mí mala suerte adivinen quien la descubrió infraganti? Si, yo! De esto paso 2 meses y nunca toque el tema, creo que realmente no es un tema que deba importarme pero hay algo que me inquieta y es que desde hace bastante tiempo siento otro tipo de cariño por mi amigo Gato. Ya se lo que piensan y créanme que yo estaba más movilizado por todo eso.

Hace unas semanas Gato me viene escribiendo mensajes hasta dormirse, se despide con un " te quiero " y creo que es un poco raro ya que no es muy común que los amigos " heterosexuales " se traten de esa manera... La semana pasada me llamo llorando, eran las 2 AM y me pidió ir a su casa, lo que pasó me dejó helado.

Yo: perdón la demora amigo pero me pillaste en la cama y la verdad que muerto de sueño, decime qué te tiene tan mal.

Gato: Saúl le revise hace unas horas el celular a Beka, ella me engaña!

Debo admitir que en ese momento me quedé de piedra, es esa sensación de que el suelo se abre mientras un escalofrío te recorre el cuerpo.

Yo: debes estar equivocado, ella te ama, creo que te lo demuestra a diario... Solo debe haber prestado su celular y alguien envió mensajes desde ahí.

Gato: No! Eran mensajes de ella para otro chico, no tiene agendado el número, llame y da apagado, es claro que usan ese número solo para ciertos mensajes.

Yo: a todo esto yo que tengo que ver? Entiendo que soy tu amigo y también de ella pero te aseguro que no se nada...

Me duele verlo en esa situación, sus ojos verdes están casi rojos de tanto llorar y tiene esa respiración como si la vida se le estuviese terminando.

Gato: ayúdame a saber quién es, necesito ponerle una cara, un nombre, algo a esa persona para poder terminar con todo esto.

No puedo creer la manera en la que me está abrazando, su perfume me está sacando de eje pero no puedo decirle nada, no puedo ponerle rostro o nombre a esa persona que yo se que existe, porque realmente no lo ví.

Yo: cálmate por favor que no me gusta verte así, sabes que me juego todo ayudándote? Beka es mi amiga y la voy a perder, no se qué pensar en esta posición.

Gato: pensa que mi felicidad está en tus manos y se que realmente sos especial, se que vos me vas a devolver la felicidad y prometo no dejarte pegado en todo esto.

Yo: me tengo que ir, mañana hablo con Beka y te prometo que te doy una solución, solo espero que vos estés mejor.

Realmente no pude dormir esa noche, su perfume, su abrazo, sus ojos brillando, en unos pocos minutos me había convertido en el dueño de la felicidad del chico que a mis 15 años me quitaba hasta el aliento, con esa intensidad lo sentía.

Paso una semana desde mi conversación con Gato, creo que me voy a animar, hoy 3 de diciembre acabo de entrar al curso y escucho a Beka hablando con Melva, ella lo va a hacer de nuevo, otra vez le va a romper el corazón a Gato... No hay justificación para lo que voy a hacer, pero la rabia que estoy sintiendo no tiene explicación.

Estoy escribiendo un papel para pasarle a Beka. " Hola Bek, puedo preguntarte algo? "

Beka: Obvio, sabes que si, que es?

Yo: seguís engañandolo a Gato? La verdad nunca me animé a preguntarte pero no me puedo olvidar de lo que ví.

Beka: es verdad, nunca hablamos de esa noche pero no todo es lo que parece, el realmente me hace sentir bien y se preocupa por mi, Gato hace tiempo no es el mismo y siento que todo se terminó.

Yo: pero te escuché decir que vas a ver a ese chico hoy, no lo tendrías que decir en vos alta que cualquiera podría escuchar, si te hace bien estoy feliz por vos. Ya sabes en dónde te vas a juntar?

Beka: Tenés razón! Si, atrás del hospital nuevo, a las 23, queda más cerca de mi casa y es un lugar más discreto.

Yo: espero que disfrutes la noche, parece que será muy linda.

Ese día salí del colegio con ese papel que iba y venía durante la clase de química, tenía una confesión escrita, que más podía necesitar? Ese día no camine hacia mi casa pero hoy desearía haberlo hecho.

CONTINUARA...