No te culpo, ya se alejaron de mi una vez por mi silencio.
Y no sé que duele más si perderte por la ausencia de mis palabras o tratar de gritar en esta ruidosa ciudad que no te vayas, aún sabiendo que jamás me lograrás escuchar...
No te culpo, mi silencio a causado dolores inmensos empezando desde adentro.
No te hablo por qué me rompo, no me expreso por miedo, solo callo sabiendo todo el daño que (me) causo.
Y ojala entendieras mi silencio y no te fueras como lo ha hecho el resto...
Pero no te culpo, al final es mi silencio el responsable de todo esto.
Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y que tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque no estemos destinados a ser.