toxicaleveldios

[toxicaleveldios]

De la chica que sigue en tu portal esperando que vuelvas a buscarla

De la que se rompía cada sábado al ver que no volvias

La que soñaba con olvidar el pasado y ser futuro

La suspensa

De la que dibujaba hilos rojos del destino y se los ataba al cuello para que tú tiraras

La que se quedó allí, pensando. Esperando decir las palabras mágicas y aprobar tu exámen

La amordazada

No supiste mirar dentro, no supe exteriorizarlo

No quisiste, no creíste. No entendí

Algo aquí dentro se rompió ese día y desde entonces sigo arrastrando sentimientos y cosas por decir. Obligada a no sentir, a olvidar lo inolvidable

Sigo siendo incapaz de mirar tus fotos, jamás he revisado tus redes. Aún dueles

Muerta por dentro viendo pasar trenes sin subir a ninguno, una vez más me demuestro y te demuestro que nada es lo que parece. Que nadie sabe lo que pasa tras la puerta en la vida de de los demás. Que nadie me ha vuelto a erizar la piel, nadie me ha movido nada. Que nadie eres tú y nadie huele a ti, que ningunos besos son los tuyos. Que me vacié contigo y quedé insensible

Que me cansé de apagar la luz e imaginarte, de esperar sentir algo parecido, de ilusionar y romper a personas sin culpa. Me cansé de ser como tú

De la que busca algo tuyo en cada cosa, la que aún se gira si oye una moto

La que sigue de luto por dentro

De la olvidada:

Que hoy te pase de todo y todo sea bonito

Feliz cumpleaños

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Si fué de verdad, no se supera, se soporta. #siempremastodavia

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24 horas al día

7 días a la semana

365 días al año

Más todavía.

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Hoy La Isla de las Tentaciones me ha puesto un espejo delante. Puede sonar absurdo e incluso frívolo, pero la vida da lecciones todo el rato de mil maneras que no vemos desde dentro.

En un lado tenemos a Rosario, una chica que ya entró cansada de quemar etapas en su relación. Las carencias afectivas y la falta de empatía y autocrítica de su pareja la hicieron darse cuenta dentro de esa casa de que no la estaban queriendo bien. Conoció a Suso, todo lo opuesto a su novio, atento, amable, tranquilo... Cayó.

Enfrente tenemos a Álvaro, su ya expareja. Entró reconociendo que tenía un problema para expresar y demostrar sus sentimientos, añadido a otro bastante grande de egoísmo que ha conocido después... También cayó.

Hoy nos han dado una lección a todos. Un Álvaro derrumbado, roto, vomitando las pocas palabras que le salen entre lágrimas. Suplicando perdón delante de una Rosario crecida, altiva, fuerte, hablando muy segura de sí misma con la autoestima que un día perdió y ha recuperado por los dos: "Ahora voy a pensar en mí".

Todo normal hasta que Álvaro se ha abierto el pecho en directo haciendo llorar a España con ello. Se rompe él, se rompe ella. Dos personas abrazadas llorando en medio de un plató, os juro que era tan real que traspasaba la pantalla, que había tanto amor en esas lágrimas que era imposible no emocionarse con ellos. Todo daba igual, las infidelidades, las discusiones, el dolor, TODO. Nunca he visto a dos personas mirarse con tantos sentimientos encontrados, tarde.

No han vuelto, no hay más intentos, pero se quieren. Porque el amor a veces lo puede todo, pero no puede con todo, porque también es bonito aprender a querer queriendo y equivocándose, fallando, porque eso también es crecer.

Mi lección de vida no es ni Rosario ni Álvaro, es su amor. Ese amor que no ha dejado que ella lo vea llorar sin derrumbarse por y con él, ese amor que lo ha dejado a él sin ganas de vivir por perderla, por perderse sin ella, que lo ha hecho suplicar gritando "no puedo más". Ese amor que sólo entiende el que lo ha vivido, el que lo ha sufrido, el que ha preferido morir realmente a vivir sin la persona que ama.

Pero lo malo de morir de amor, es que no te mueres, que tienes que seguir sin ese trozo que te falta.

Hoy soy Álvaro, pero también Rosario. Hoy no hablo para nadie, hablo para mi. Porque quiero seguir creyendo que el amor mueve el mundo, porque no quiero cambiar mi forma de vivirlo y sentirlo aunque muriera mil veces por la misma persona. Porque no existe un amor sin compasión, porque nadie que te ame te verá romperte desde la pasividad y porque no me imagino a Rosario diciéndole a Álvaro las cosas que, en situaciones similares, me han dicho a mi . Porque quien te ama no duda de tus sentimientos y mucho menos te condiciona y porque cuando decides perdonar, no estás apostando por esa persona, sino por la relación, y no puedes poner a remar al otro con cuatro remos para ver cómo lo hace o esperando el fallo.

Porque hoy este mensaje me lo dedico a mí, para saber como no quiero que me quieran más, porque hoy me quiero tanto como ella y me ha costado tanto como a él.

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Creo firmemente que, de todas las personas que pasan por nuestra vida, podemos aprender algo. Hoy no tengo fuerzas para escribir, pero me quiero quedar con la frase de una compañera:

"Yo no quiero a quien no me quiere a mí".

Parece una tonteria, pero tiene mucho sentido. Si tú no me quieres, si a ti no te quito el sueño, por qué lo hago yo? Por qué sufro? Si tú me sacaste de tu vida, si me has hecho daño y no te duele, qué hago pensando en ti? Por qué me duele lo que a ti no? Por qué me sigue partiendo algo por lo que sólo yo luché? Que yo alargué? Que se sostuvo un poco más porque yo sujeté la cuerda y la culpa.

Esto no es despecho, es un punto de inflexión.

NI UNA PALABRA MÁS POR TI

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Personas que escriben con alma.

El que hace lo que siente gana.

Aunque pierda.

Aunque caiga al vacío.

Efecto maravilla🖤

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Me he comprado un escritorio para mi despacho que se llama Micke, Ikea y mis emociones están en sintonía. Ha sido el primero que he visto y no creo en las casualidades, de alguna forma necesitaba hacerlo formar parte del proyecto en el que él nunca creyó, MI proyecto.

Necesito que mi mente y mi corazón dejen de estar en conflicto y no sé cómo se hace, no soy capaz de mantener una conversación de más de diez minutos con ningún hombre porque con ninguno tengo esa sensación de conexión, una unión que sólo he sentido dos veces en mi vida y las dos con la misma persona. Sigo pensando que los sentimientos no los borra el tiempo, que nunca podré sacarlo de aquí dentro por más ruinas que haya dejado y sigo sintiendo que me falta un trozo, que las alegrías nunca son completas porque no puedo contárselas, que jamás va a ser capaz de entender qué es esto que yo siento y nunca pude canalizar.

Pero es real, lo más real que he experimentado después del sentimiento de ser madre.

A sufrir, a caer, a llorar, a dar pasos hacia atrás. Qué más da?

Debí de ir aquella noche y no lo hice, fui, por primera vez, tan cobarde como él.

Y eso me está consumiendo por dentro.

🖤

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Y entendí que no volvías por mí, volvías porque no sabías dónde estar.

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Miro dentro y está casi tan oscuro como como el cielo de hoy. Sin vida, frío, gris.

Un sentimiento que taladra desde el pecho hasta el estómago, que congela como el hielo a la par que quema, algo imposible de explicar sin ganar una camisa de fuerza como premio de consolación.

He vuelto a soñar contigo, todo era blanco, luminoso y bonito. Me esperabas en un sofá con los brazos abiertos y esa sonrisa de los buenos tiempos. Te abrazaba, te miraba, lloraba sin consuelo. "No pasa nada, estoy bien tonta", decías. No había nada más, sólo luz, tú y yo. Para jodida la parte final, la de abrir los ojos y volver al mundo, al de tú allí y yo aquí... Día de Navidad, tú solo y yo sufriendo porque lo sé, echando en falta algo que nunca tuve, sintiendo "de mi" a alguien que sólo es suyo. A alguien que se califica a si mismo como "el único real" por encima de los demás mortales, el que nunca falla y te larga de su vida cuando fallas tú cual humano.

Es una locura y lo sé, pero es mía. Pienso que no eres buena persona, que no tienes sentimientos y que jamás me quisiste como no quieres a nadie, pero es eso, PIENSO. Sentir es otra cosa y siento que te quiero por encima de toda esa carcasa de frustración y "yo contra el mundo", que te quiero desde aquí, desde mis navidades con los míos a los que no siento tan míos como tú, desde mi vacío existencial hasta tu oscuridad y falta de empatía.

Tú has querido esto, tú has elegido el camino fácil, el de la soledad. El de los juicios de valor y la culpa ajena, el de la prepotencia y el narcisismo, el de la comprensión sin sensación.

Yo me quedo en mi lado, en el de la luz con momentos oscuros, el tropiezo y aprendizaje. El de la culpa desde dentro hacia fuera y no al revés. El de la comprensión desde el corazón.

Hágase tu voluntad.

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Soy yo. Me recuerdas? De la que te “enamoraste” por las mismas cosas que acabaste odiando. La impulsiva, la caótica, la tóxica.

La que huyó reventándolo todo y firmando así su sentencia interna, a la que nadie preguntó por qué ni cómo se sentía, la que suplicó perdón sin saber a veces qué había hecho mal.

Soy yo, la que te lleva dentro, la ilusa que tenía preparados tus próximos cíen cumpleaños con la certeza de vivirlos contigo. La destrozada, a la que veías llorar y no sentías nada, la que arañó la superficie de un corazón blindado.

Soy yo, la censurada. La que se equivocaba de momento para decir lo que sentía, la que escuchaba con admiración cada cosa que contabas, la que caminaba pisando minas para llegar a ti, a la que castigabas al rincón de pensar cuando no actuaba como tú esperabas. La que hubiera ido al fin del mundo contigo y la que iría ahora por ti, la que saltó de terapia en terapia buscando un loquero que le dijera lo mala que era, la incomprendida. La que se conformaba con verte de lejos sentada en el suelo de la cocina, la que lo hacía mal si se iba y también si quería quedarse, la que daba por hecho que tenías las mismas ganas que yo. La que no te tenía en cuenta a la hora de hacer planes y no por hacerlos sola, si no por hacerlos contigo sin pedir permiso.

Soy yo, la desubicada, la desquiciada. La que siempre habló desde el corazón, la que te escribía cartas de madrugada que desvalorabas cuando recibías, la humana que dudó mil veces de si la querías o no y te lo decía, te dejaba, la cagaba. A la que tocabas por obligación y se lo decías, a la que echabas en cara los momentos que le dedicabas. La que sigue temblando en sueños cada noche y despierta llorando porque no estás, la que fué juzgada por necesitar salir a despejarse y perdió toda credibilidad por ello. La que te hablaba de las cosas que nadie ve, de sus miedos, frustraciones y sentimientos ocultos, la misma a la que luego reprochabas que no te contaba nada. La que no quería vivir, la que hizo mil tonterías en contra de si misma que fueron usadas para hacerle daño. La que esperaba en el coche después de irse por si volvías por ella, la que siguió esperando que el amor hiciera que vinieras a buscarla.

Soy la que quería tenerte y no se tiene desde que te fuiste, la que no fue tenida en cuenta realmente, la que vivi�� contigo y dejaste en visto. Soy una más que dejó de interesarte, la que te complicaba la vida, de la que huiste cuando más te necesitaba. La que nunca vendió el humo que decías, la que te quiere más que a ella misma pero nunca va a dejar de ser eso, ella misma, la que no te engañaba cuando decía que tu falta de sensibilidad dolía más que un golpe. La que intentó que por una vez vieras el error cosa de dos y no sólo de uno, a la que nunca pediste perdón porque tú no fallas.

Soy yo, la despistada. De la que sólo te acuerdas porque te debe dinero, para la que no tenías ni dos buenas palabras con las que contestar su mensaje. La que no sabe ser pareja como si existiera un modelo de la misma con personalidades exactamente iguales, tu novia soltera. La que aún estándolo sólo piensa en ti y tiembla de sentimientos que tú inventaste, la que te era fiel hasta con el pensamiento, la de las bromas que atentaban contra tu ego. La intensa, la del tatuaje que despreciaste, a la que repudiaste. La que revienta cuando cierra la puerta y se pinta la sonrisa para salir a la calle, la que nadie conoce de verdad. A la que nunca esperaste con una sonrisa para felicitarla por los logros que cuestionabas, la misma que celebraba los tuyos más que los propios, la que conducía sin poder para ir a verte y nunca diste importancia. Eso es, la que no tiene importancia.

Soy yo, todas esas de ahí arriba son yo. La que nunca aprobaba tu exámen, la que no sabía explicar lo que sentía, la misma que ha entendido que eso, si lo sientes, no necesita ser explicado, si no vivido. A la que nunca quisiste y ni tú te diste cuenta, la que no te culpa por ello y justifica todo lo anterior con tu falta de sentimientos. La que tiene libretas llenas de cosas que nunca podrá decirte, la que se empeñó en que sintieras lo mismo que ella. La que nunca podrá odiarte por más que lo dudes, a la que le importa una mierda si la crees o no.

Soy yo, la que este año no puede felicitarte, la del pecho hueco desde que no estás, la que daría la vida por ti sin pedir nada más que tu felicidad, la que no te olvida.

Feliz cumpleaños y feliz vida, amor de la mía.

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Cómo se sale de este puto infierno? Cuánto dura? Cómo lo saco de dentro? Esta noche tengo una puta boda a la que él estaba invitado, a la que dijo que no quería ir porque “él no se relaciona con esa gente”. ESA GENTE ¿? Como si lo que cada uno haga con su vida le afectase al pedazo de subnormal, juzgando por juzgar, sin conocer para variar. Todos van con su pareja menos yo, que íbamos a ser tres pero vamos dos, mi hija y yo, porque todas las parejas son normales menos la que yo tenía, porque es mejor quedarse solo follando con cuatro pavas que luchar por una familia. Por cierto, la boda es en su puto pueblo.

Bailemos.

Poner buena cara y reventar por dentro, hasta el coño estoy.

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Voy a tener que darte la razón en eso de “el día que te des cuenta, vas a flipar”. Si, estoy flipando, flipando conmigo misma y con lo que he aguantado, flipando con lo ciega que he estado y las ruinas que has dejado aquí dentro.

Me he dado cuenta de que, al final, aquí la “real” he sido yo, que no puedo contar las veces que he llorado por ti, por tus machaques y tu crueldad sin sentido. Que me he partido por la mitad yéndote a buscar mil veces para acabar llorando abrazada al volante del coche en la puerta de tu casa, que me has destrozado la mente con tus manipulaciones y tus castigos psicológicos, que has visto cómo me consumía suplicando y no has movido un dedo y te voy a decir por qué:

Nunca me has querido y eso, aunque duela, es la única verdad y el tiempo será tu mejor maestro, porque quiero creer que la vida es justa y un día te van a hacer lo mismo. He sido muy imbécil al pensar que por mi darías lo que no das ni por tu sangre, que le ibas a poner las mismas ganas, el mismo amor y al final lo único que he conseguido es contagiarme de tu apatía y esa negatividad que te caracteriza.

Me hablas tú de respeto? Tú? Tú no eres sentencia para nada ni nadie aunque vivas juzgando a la humanidad por su estilo de vida, aunque te dediques a criticar las acciones de la misma gente a la que después le aceptas la cena que te preparan cuando llegas del trabajo, trabajo que no es tuyo, si no de tus padres y por el que no pagas nada escudándote en unos principios que no son más que mierda y egoísmo puro. La misma gente que te arregla la moto y te llama “hermano” para que tú lo llames conveniencia, la misma a la que vetas por su pareja como si tú tuvieras la integridad suficiente para dar lecciones de cómo debe ser una relación. Estás solo y sabes por qué? Porque para ti nadie es tan valioso como tú mismo para pedir perdón, porque tú nunca te equivocas y tu razón es la única válida sobre todas las cosas y personas independientemente de la situación por la que atraviese el que tienes enfrente, porque nadie es tan importante como para merecer que te “rebajes”, porque estás vacío y eres incapaz de sentir.

Yo siempre he sido la misma, siempre he hecho lo mismo, siempre he subido las mismas fotos y créeme que no siento menos por brindar con mis amigas porque yo si las tengo y me apoyo en ellas , porque la opinión común sobre mí es buena (y eso engloba amigos y ex parejas) y tú no puedes decir lo mismo. Cuántas veces te ha pasado esto? A cuántas mujeres vas a reventar antes de ser consciente de que tienes un problema? Cuántos amigos vas a perder? Que todos pensemos lo mismo no puede ser casualidad y la que no lo hace es porque de ti sólo ha recibido cama y no conoce tus miserias, que no son pocas. En serio todos estamos equivocados y tú no? Exámen de conciencia se llama.

Si, eres un hijo de puta y no puedo decir lo contrario aunque yo haya fallado también contigo y asuma mi parte de culpa, cosa que tú tampoco haces. Eres un hijo de puta por no ver lo que tenías enfrente, por sacar de tu vida a la que es probablemente la única persona del mundo que daría su vida por ti de verdad, por no saber perdonar, por darle importancia a bromas de mierda y tomarlas como algo personal, como faltas de respeto. Sabes lo que es una falta de respeto? Faltar al respeto es que no te acepten tal y como eres e intenten cambiarte, falta de respeto es que te repriman, que coarten tu libertad de expresión, que te impidan ser quien eres. Estás en tu derecho de no quererme, de no querer alguien como yo en tu vida, pero no de machacarme con lo que tú llamas “no ser pareja” y yo lo llamo ser una persona independiente, no una prolongación de ti, pero no estás preparado para esta conversación como no lo estás para una mujer como yo y a los hechos me remito. Quizás no soy un ejemplo de pareja ni quiero, pero soy de verdad y nunca diré nada que no sienta fuera de un enfado. Puede que no te pida permiso para dormir contigo (perdón, pensé que era lo normal entre gente que se quiere), o que no te cuente lo que me pasa nada más pasarme porque tengo la manía de querer verte la cara, puede que me deje llevar por la ilusión y haga planes “sin contar contigo” pensando que te va a hacer la misma que a mi y también puede que no lo entiendas y es normal, es algo que no se entiende, se siente. Puede que sea un desastre, que no me acuerde de las fechas importantes porque para mi cada día contigo ya lo era, que suelte veneno por la boca cuando me enfado y que a veces sea imposible de soportar, pero soy yo. Soy la que te ha escrito mil cartas directamente desde el corazón, la que se veía arrugada contigo, la que te aceptó tal y como eras, con tus vicios y tus traumas pasando por encima de sus principios porque ningún principio compensaba perderte, la que iba a cualquier sitio y siempre te traía alguna tontería porque se acordaba de ti, la que se enfadaba consigo misma cuando iba a sitios nuevos a comer porque no lo disfrutaba contigo. La que te buscó un millón de veces y agotó todas las posibilidades de estar contigo, la que siempre te animò a crecer, a estudiar, la que quería crecer contigo. La que siempre proponía un plan para verte, la que intentó por todos los medios aceptar tu condición de explicar lo que sentía sin conseguirlo porque no era consciente de que, si necesitas que te lo expliquen, es que no lo sientes. La que cayó tan abajo que se metió en mundos que no debía y en lugar de recibir un “ yo estoy aquí y si hay que ir a algún sitio, yo me voy contigo” recibió un “no piensas una mierda en tu hija y por eso lo has hecho”. G R A C I A S. Te equivocabas, yo no quería mandar, yo soy así y sólo intentaba que se me quisiera tal cual, como yo a ti.

Cuántas veces has venido tú a buscarme estos 11 meses? Cuántas te has acordado de mí y lo has dicho? Cuántas me has dicho que me echas de menos? Y que me quieres? Si algo he aprendido de todo esto es que, si lo sientes de verdad, al final sale, tienes que decirlo, necesitas ver a esa persona. Pero no puedo culparte de no saber querer porque creo que ni tú sabes todavía que no me has querido una mierda, sólo has querido quererme y confundiste ilusión con amor, por eso no duró y sabes lo peor de todo esto? Que eres un hijo de puta si, pero yo me enamoré de esto y de esto sigo enamorada. Si, soy idiota, lo sé, pero me queda el consuelo de que, algún día, sentirás tanto por alguien que no podrás ni respirar de pensar que se va y saldrás corriendo a buscarla, pero encontrarás frialdad, chantajes, reproches. Le darás buenas noticias sobre tu persona, laborales o personales y se las cuestionará porque no te dará el valor que tienes. Morirás por un abrazo suyo, por acostarte con ella sólo por sentirla y te dirá que no le apetece, que no tiene ganas de tocarte. Te suena? Te dolerá tanto que nada aliviará el dolor y estés donde estés siempre ocupará tu mente, te reirás con otras personas para paliar el daño, pero querrás llorar porque te gustaría reír con ella. Te romperás y dará igual, le dirás cómo te sientes y te dirá que eso es poner problemas, intentarás de todas las maneras posibles recomponerte y estar bien, saldrás a despejarte, y eso anulará tus sentimientos frente a ella, los desvalorará y no entenderás nada, por lo que estarás inseguro y eso te llevará a hacer tonterías que no harías normalmente, como desconfiar. Te dirá que no a todo y te irás derrumbando sin que a ella le importe, lo intentarás todo: terapia de pareja, un viaje... pero no pondrá de su parte. Cometerás errores sin querer por los que te hará pagar más tarde y pedirás perdón, te dirá que sí pero será mentira, te pondrá normas para expresarte, condiciones, te hará sentir culpable y cuando ya te tenga en las últimas, se irá dejándote mudo, no sin antes hacerte sentir que eres basura y que todo es culpa tuya, entonces la muerte te parecerá un alivio, pero al final te darás cuenta de que esa persona no te quiere y te apoyarás en los que realmente lo hacen, tú de eso, a parte de mi, tienes?

El término psicológico para esto es GASLIGHTING y no lo he inventado yo, son 11 meses de terapia a mis espaldas, tú deberías probarlo y no por nadie, si no por ti.

Me despido, como no, dando las gracias porque agradecer engrandece el alma, gracias por acogernos en tu casa y gracias por hacerme sentir algo tan grande, pero esta vez no voy a pedir perdón por mis actos ya que estos siempre han sido provocados por los tuyos, ya sea indiferencia (cuando me fui), frialdad (siempre) o falta de afecto. Pero sobre todo me despido sintiendo lo mismo, más todavía si (no habrá cover porque yo no soy como tú por suerte y no te voy a borrar de mi existencia), y sabiendo que nunca leerás esto porque no soy lo suficientemente importante como para que quieras saber de mi, pero me da igual. Es más, volvería a vivir todo sabiendo que no saldría bien sabes? Porque creo que hay últimas oportunidades, como la nuestra, que alargan el desastre, pero bailar descalzos, felices, justo al borde del abismo, es un placer que sólo conocemos los condenados y a mi me has juzgado, pero no me has condenado tú, me condené yo sola el día que me enamoré de ti.

[toxicaleveldios]

No puedo más

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Llorar en sueños

Llorar porque despiertas

Otra vez aquí? Sigo aquí?

Como cuando eres pequeña y tú madre te dice “como vaya yo, vas a llorar con ganas”. Eso le digo yo a la vida:

“Ven, dame más, dame con ganas, esto es poco”

Dame hasta que no pueda seguir, que sufra, que llore, que pague por perra, por egoísta, por mala madre, mala mujer y mala persona. Dame hasta que tenga que huir de ti, dame que me vaya, zorra.

Y ella, la vida, dura como de costumbre, se ensaña, me parte sin tocarme, me escupe, me patea la cabeza pero no mucho, lo justo para que duela pero no mate. Me mira, se ríe y me aprieta, pero no me ahoga la hija de puta.

Sabéis qué tienen en común los pingüinos con las abuelas? Que los dos eligen su pareja para toda la vida, fieles y entregados, viven y mueren junto a la misma persona pase lo que pase.

Mi abuela perdió la cabeza cuando murió mi abuelo, creía que seguía vivo, en el entierro decía que ese no era su marido. Cocinaba para él y se sentaba en la mesa a esperar que llegara de trabajar para comer juntos. Teníamos que hacer que sonara el teléfono y mantener una conversación ficticia con alguien que ya no existía:

-Papá ha llamado (mi madre), dice que comas que se le ha complicado el día y va a llegar tarde. Así un día con otro.

-Cuando venga el abuelo le voy a decir de bajar al bar.

Pobre, se quedó ahí, donde fué feliz. Tuvimos que comprarle un muñeco porque volvió al año 69, el año que nació mi madre, pasaba el día meciendo a “su Fina”. Tenía lapsus de realidad y se volvía loca llorando por él, agresiva, rabiando por su amor.

Un año después dejó de comer, de levantarse a subirse en sus tacones y pintarse los labios para esperar a su hombre, de luchar, se dejó morir.

Mi abuela no es la primera ni la última que murió de pena, hasta los perros lo hacen. Se abandonan a sí mismos y pierden la ilusión por la vida sin su otra mitad.

Me siento abuela, pingüino y perro.

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SILENCIO

Aceptar que no está, que no volverá, es una de las cosas más difíciles que voy a tener que hacer en toda mi vida y de eso estoy segura. Es duro romper lazos sin querer hacerlo y matar los sentimientos para mí es imposible, no hay una pastilla que cure esto.

Claro que he sentido más veces, pero no así. Relaciones “cómodas”, tranquilas, con fecha de caducidad. De no saber cómo salir a no poder entrar hay un corazón de diferencia y un universo entero de sentimientos encerrados.

Romper lazos es tratar de enterrar a alguien que sigue vivo y morir tú en el intento, es llanto que desgarra y luto por dentro. Es sentir que la vida te muerde el cuello cada vez que despiertas y aprieta más sus fauces conforme pasa el día, es un silencio que rompe, una ausencia que araña y te deja muda.

Ahora, con todo perdido y el corazón sobre la mesa, tengo que pedir perdón por todas esas promesas que no cumplí, por cargarte a ti con el peso de todas las cosas que quería decir y no pude, por las que dije y no debía. Por mis idas y venidas, por querer construir un hogar con paredes de papel sin mancharme yo las manos, por no saber quererte y culparte de no hacerlo tú. Por cocinar mierda y servirla con dos cucharas para cenar en las noches idílicas que mi mente inventaba, por pararme en lo que creí que fuimos y no ver lo que podríamos ser, por tus días en blanco pegado a una pantalla sin más aspiraciones que hacerme entender. Por obligarte a sonreír sin ganas, a besar porque tocaba, a abrazarme con las alas rotas.

Juro por Dios que lo intenté, que no lo vi, que intenté mil veces dar forma a mil palabras que pasaban por mi mente y no pude, que mi intención nunca fue dañarte y si, soy una asesina sin intención de matar. Una asesina que ha matado tus sentimientos y ahora no sabe qué hacer con los suyos.

Ahora tus sonrisas no serán para mi, cuando te enfades no será conmigo y cuando celebres tampoco. Tú te vas y yo me quedo, a oscuras, sin palabras, por no tener ya no tengo ni ruinas, sólo hay desierto aquí.

Quién puede culparte? Si el lobo enseñó los dientes mil veces antes de morder y no me di cuenta, si te empujé a la guerra con pistolas de agua mientras yo sembraba minas, si no he dado otra cosa que luchas sin sentido. Cómo te explico lo que siento? Cómo te digo que este sentimiento es nuevo porque lo inventaste tú? Cómo enseñarte que estás debajo de mi piel? Que no te puedo sacar porque no quiero, que no entiendo por qué dos corazones enlazados tienen que soltarse, que no hay explicación para mi inmadurez sentimental.

Que por ti sería hasta lo que no se ha inventado, qué cambiaría hasta mi nombre porque no te fueras y te juraría que no he imaginado más vidas que a tu lado, que el no haber sabido darte lo que hoy me atraviesa me está consumiendo. Que no fuiste tú, fui yo, que tú seguiste una línea que trazaste desde el principio y yo me torcí, que sólo enseñé la fachada de una mansión en ruinas.

Que quiero que sueñes aunque ya nunca sea conmigo, que un día seas tan feliz que te asustes y recuerdes con asco esta etapa negra, que me odies por haber matado lo que un día te hice sentir y no supe cuidar.

Que entiendas que no existe un baremo que mida cuánto puedo quererte por increíble que parezca ahora, que nunca imaginé un dolor como éste y siento hacerte cómplice de él, pero que uno de los dos ha salido de esto y me alegro de no ser yo, me alegro por ti.

Tranquilo, no me voy a morir de esto aunque quisiera, porque no hay mayor castigo que vivir sin ti y la vida lo sabe, por eso me tortura con recuerdos, con tu voz desde la cocina, tu sonrisa y todo lo que un día fué de los dos. La tóxica muere con esto, se va con todos los cartuchos quemados, todas sus frustraciones y contigo dentro. Se va de todas partes, de todas las redes en las que vivió atrapada y que representan algo que no es.

Espero que, si algún día la vida te trata mal y necesitas de una mano, no dudes ni un segundo en llamarme a la hora que sea y ojalá que no sea así, que seas tan feliz que me llames para decirme que ya no existo para ti.

Siempre serás mi vida, mis ojos, mi voz, mis “dos corazones” 💙🖤

Gracias, mil gracias por lo compartido

Adiós, amor.

#mastodavia

[toxicaleveldios]

Más todavía, mucho más.

Siempre

[toxicaleveldios]

Pues llegó el día.

No había uno peor, tampoco uno mejor. Empiezo mental y sentimentalmente agotada, destruida, vencida, pero empiezo.

Se acabó lo de hacer ricos a otros por un sueldo “en condiciones” que no es más que un bozal. La gente ve el talento de otros y quiere explotarlo en su propio beneficio, pero ya no más, conmigo no. Si soy tan buena (laboralmente), si valgo tanto y todos mis superiores ven ese potencial en mi, quiero verlo yo también y sacarle partido.

Hoy es el primer día de mi camino, después de dos meses probándome “destrangis” y teniendo suerte, hoy me tiro a la piscina de cabeza sabiendo que tiene agua para disfrutar de cada gota, para sacar tajada de mi misma, pagar lo que debo y poder darle a mi hija una vida mejor. Empiezo desde bien abajo con la intención de llegar a lo más alto y, aunque no pueda echarle toda la ilusión que se merece ahora mismo, aunque no he podido compartirlo, es mi sueño y lo estoy cumpliendo.

Va a ser un invierno duro, de pluriempleo para seguir invirtiendo, de formación continua y días de no llegar a todo, pero sé dónde quiero estar en un año y voy a llegar cueste lo que cueste. Deprimida, afligida, triste, incompleta, me da igual, sé que voy a poder con todo y me lo voy a demostrar.