—No me molestó en absoluto. Hey, no te pongas nerviosa. —Dijo bajándose del vehículo. — ¿A dónde vas? Te acompaño... sí tu quieres, por supuesto.
—¿Qué? ¡No, no, no!— comenzó a negar de una manera nerviosa al escuchar tal cosa —No, es sólo que tienes una linda moto y estaba como que en otro mundo y lo siento si mi mirada te molestó, yo solo iré por… No sé, pero iré—.
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—No me sorprende tener fans por todos lados. —Bromeó. — Nah, no soy como un actor exageradamente guapo, pero tengo lo mío, ¿no?
La morocha se encontraba tomando un poco de aire fresco mientras se reposaba en las afueras del hotel dónde se hospedaba. El gran estruendo de una motocicleta llamó su atención y no pudo evitar sentirte curiosa y fijarse quién iba arriba de ésta. — No, nunca. De hecho estaba justo por tomarte una foto. No podría dejar pasar semejante belleza — le respondió al chico con obvio sarcasmo.
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—Pues lo siento, señorita orgullo. —Le sonrió burlonamente. — Ah, ¿osea que soy tan feo que estorbo en tu campo visual? Eh, no tenías que ser tan cruel.
Se encontraba ensimismada en sus pensamientos y, no se percató de la presciencia del chico, hasta que este se dirigió a ella—. No eres gran cosa, cariño—bufó ante la arrogancia del desconocido—. Además, no me encontraba observándote, tú te has atravesaste en la dirección de mi mirada.
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—Recuérdame no volver a hablar contigo en la siguiente ocasión. —Bromeó. — Hey, te ayudé a pasar, ¿no es lo que importa? Quise darle algo de realismo, es todo.
...
—Bueno, no es mi culpa que tu parezcas un anciano, amigo— rodeo lo ojos pasando al casino— Tus palabras lo convencieron, pero hubiera bastado solo un; Si, tiene veintiuno.—
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—¿En serio? Juro que estabas mirando. —Insistió con una sonrisa burlona. — Dalo por hecho, vamos, súbete.
No te he visto manejar, para ser sincera. —Confesó la ojiverde, con su vista clavada en sus uñas como si aquello fuera mucho más importante que el muchacho en frente, el cual sí, era realmente atractivo—. Excepto que me quieras llevar a dar una vuelta, y si me convence, daré por hecho lo que has dicho.
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—Sí tanto presumes, ¿entonces para qué miras de todas formas?
—No es para bajarte de tu nube, pero soy más atractivo y soy increíble manejando las motocicletas— se encogió de hombros, mirando al chico divertido.
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—Niñito, no es por ofenderte pero, de seguro manejo mejor que tú. Podría apostarlo. —Alzó los hombros. — De todas maneras no eres ni siquiera un estorbo. No voy a quemar mi moto por tu comentario, es simplemente inútil. No me interesa. —Expresó abiertamente.
—Al escuchar la grosera oración de parte del chico elevó una ceja y luego estalló en carcajadas estruendosas, dejando claro que se burlaba de el motociclista.— Oh, querido, lo guapo no te lo quito pero, por favor, manejaría la moto cien veces mejor que tú. Se parece a la mía. —Agregó, explicando así por que fijaba su mirada en ella.—
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—Vamos, no te pongas nerviosa. —Dijo conteniendo una risa al notar su timidez. — No te había visto antes por acá, ¿cómo te llamas?
Al llegar el chico en moto se quedó observándolo, intentando averiguar de quien se trataba, además, la moto le había llamado la atención. Sus mejillas se tornaron de un intenso color rojizo al escucharlo, dándose cuenta de que la había descubierto observándolo. —Más o menos, algo como eso…—respondió con una risita, sin poder controlar su nerviosismo.
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—Oh, bueno, rayos. —Se carcajeó, dándole un vistazo a la joven, y al oír su pregunta de nuevo a la motocicleta. — Una Suzuki GS500. —Aclaró.
— En realidad observaba desde antes que te quitaras el casco, por lo que la teoría del atractivo estaría destrozada —respondió con simpleza, señalando la moto para agregar después: — ¿Es una Honda, Harley o…?
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—Sí, es creo que lo único que me traje de Canadá. —Comentó, mirando el vehículo, antes de darle un vistazo a la chica. — ¿Alguna vez te has montado en una?
—Recién llegaba al hotel después de una larga caminata, se encontraba en la puerta del mismo, dispuesta a entrar cuando su vista fue atraída por el ruido de una motocicleta, observando luego a ésta con cierta admiración. No obstante, fue sacada de sus pensamientos por una voz masculina—. ¿Uh? Oh, no, en realidad veía a la moto… lo siento —ironizó, esbozando una ligera sonrisa—.
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—Qué te digo yo, mujer cruel. —Bromeó. — Bueno, pero en persona. ¿No vale?
—Contestaría con un sí, pero después de ver a Brad Pitt manejar igual de bien en moto, aunque hubiese sido en vídeos, me parece que va a tener que ser un… ¿No? —rió, alzando sus hombros con gracia.
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—¿Quieres apostar? Vamos, móntate.
En sus salidas no solía caminar siempre por las mismas calles. Estaba por cruzar cuando una moto la pasó casi rozando y quedó atónita por semejante negligencia al volante— Nunca había visto alguien tan atractivo manejar tan mal en moto— Replicó imitando la frase antes dicha por el mismo joven.
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Trató de que no se tropezara tanto, dado a la prisa que llevaba la cual realmente no comprendía. — Mera cortesía, ya es rutina, lo siento. —Dijo entre risas. — Bien, estimada titiritera. Uhm, me dijiste que te querías colar en un casino así que soy el príncipe que te va a escoltar a un lugar lleno de fracasados que quieren perder su dinero por un juego estúpido. Pero, hey, yo no juzgo tus decisiones. —Agregó entre risas. — No queda muy lejos, podemos caminar, o si quieres puedo llevarte en moto, lo que gustes. —Comentó, animándola a que la acompañara hacia la salida del hotel. — Por cierto, luces hermosa. —Había optado simplemente por una camiseta y un saco, que no era mucho considerando la forma en que estaba vestida, pero no solía vestir cosas elegantes a menos que fueran esas muy pero muy sofisticadas cenas de una vez en cuando.
got d y n a m i t e \\ arlandria&trevor
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got d y n a m i t e \\ arlandria&trevor
—Las cosas que tengo que hacer por participar en éste reality... —Murmuró entre dientes, caminando a la habitación que desde ahora compartía con Arlandria, la chica de la otra vez, la hiperactiva y eso. Otra vez revisó el mensaje que había respondido, sin respuesta alguna. Tocó unas cuantas veces la puerta. — ¡Arlandria! —Gritó, con una cara de pocos amigos. *Ésta noche va a ser larga* pensó inmediatamente, aunque no creía que ella tuviera una actitud infantil, quizás solo era su condición. Tendría que verlo. Mientras tanto, seguiría ahí parado frente a la puerta, aguardando por ella.
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SMS: QUE DE LOS DOS TU SIEMPRE FUISTE EL MÁS VELOZZZZZZZ, (aunque lo dudo, soy rápida). Seh.
SMS: Ya, voy en camino.
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SMS: Yo sé que estas saltando por dentro. Corre, corre, corre, corre.
sms: CORRE CORRE CORRE CORAZÓOOOON
sms: Nah.
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