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No me quieras tanto

Hola me llamo Sonia, tengo 39 años y quiero compartir mi experiencia, como mujer divorciada y maltradada.

Hace 2 años y medio, decidí poner fin a una vida que me sentía vacía y triste soñaba en una vida llena y viva y esa no era la vida que soñaba.

Conocí a mi ex marido con tan solo 16 años, no fue un amor a primera vista pero poco a poco, nos hicimos tan amigos que saltaron las alarmas!

Cuando tenia 23 años decidimos casarnos, el un chico tranquilo, poco hablador y yo lo contrario extrovertida y sociable, pero pensaba que eso era lo que nos hacia funcionar.

Al cabo de tres años nació mi primer hijo, el amor más puro que jamás había sentido y fui lo más feliz que podía imaginar, recuerdo esos años y fueron muy buenos la verdad.

Cuando mi hijo tenia 6 años, nació el pequeño de la casa mi alegría!

Pero teniendo dos amores tan grandes, me sentía muy sola ya que el intentaba estar fuera de casa por trabajo y cuando estaba en casa teníamos un distanciamiento importante.

Intenté mil formulas para no se terminará, porque me crié en una familia que el respeto y el amor era lo primero para que un matrimonio funcionara.

Pero entramos en un circulo de poca comunicación y discusiones sin faltas de respeto, pero a el le iba bien esa situación y a mi no.

Siempre le decía que era mejor separarnos y el se negaba, le preguntaba tu crees que nos queremos? y no sabíamos que responder…

Fue pasando el tiempo y cada vez estaba más segura, que no lo quería y que esa vida no me llenaba, ya no era la chica sociable, extrovertida era totalmente lo contrario y sobre todo observada por el.

Llegue a pensar que podía tener alguien en su vida y no la tenia… el problema se llamaba Cocaina.

Ese comportamiento, distante que tenia era todo reflejado por la cocaina y ni siquiera me di cuenta del marrón que tenia en mi casa.

Empece a tomar conciencia de muchas mentiras que me había explicado y la gravedad del tema.

Y decidí separarme sin dejarlo en la estacada, le busque varios centros que el se negó a ingresar.

Lo peor vino después, cuando plante la separación, ya que el no pensaba que lo dejaría nunca. No aceptaba mi decisión y eso conllevo a una verdadera pesadilla que ahora me atrevo a escribir.

Primero, jugo con mis hijos en hablar mal de mi y poner a los niños en situaciones comprometidas, tuve que trabajar duro para que entendieran que por desgracia era la manera de hacerme daño a mi a través de ellos ” Un juego muy sucio por su parte”

Cuando vio que esa arma le dejo de funcionar, probo otra nueva y fue causarme miedo ya que me perseguía.

Hasta que llego el día, que por rabia e impotencia a ser dejado me pegó, si, tal cual me cruzo la cara. Todavía recuerdo el sonido y la humillación que sentí, porque lo miré a los ojos y vi al diablo.

En ese momento, actué como dicen ante la justicia y doy gracias al equipo sanitario y la policía local que me ayudo muchísimo a desprendían mucho cariño.

Lo más duro es estar en el juzgado violencia de genero, y pensar que hago yo aquí? porque? porque?

Y tener una psicóloga conmigo que te prepara para una vista, que tal y como me dijo puedes escuchar que hasta ese tortazo es hasta tu culpa, manda huevos!! Por suerte el reconoció la culpa, pero todo y con esas el miedo lo sentía dentro de mi.

Ya no sabia quien era esa persona ni donde podía llegar.

Por suerte, lo condenaron a 1 año de orden de alejamiento y a mi me facilitaron un localizador gps, para saber donde estaba 24 horas, pero el mismo día que me lo entregaban no podía parar de llorar en ver donde se había llegado.

En ese tiempo cumplió, no se puso en contacto y pensaba que ya había terminado la pesadilla.

Tal cual una pesadilla, que me desvelaba, perdí peso pero a la vez pensaba esto pasará algún día.

Ahora en la actualidad, el sigue intentando hacer daño de alguna manera a través de los niños.

Pero ahora después de varias terapias, entiendes que el tiene el problema a no aceptar nuestro divorcio y es un contigo ni sin tí.

Ahora es cuando yo me encuentro en el momento más fuerte de esta pesadilla y digo basta ya! Nadie tiene derecho ni ha humillar, insultar y pegar a una persona por decidir separase.

Me siento feliz, porque aun pasando esta guerra tengo la vida que quiero tener aunque ha costado pero lo he conseguido!!!!

Nadie, absolutamente nadie tiene el derecho de menospreciar hay que saber respetar y dialogar.

Quiero agradecer a toda mi familia porque ellos fueron los que me levantaban me sacudían el polvo y me decían vamos Sonia!

Agradecer a mis amigos que muchos de ellos/as me dieron su apoyo ya sabéis quien sois.

Con este pequeño post, quiero cerrar un episodio  duro intenso y difícil en el que he llorado mucho pero ahora se terminó!!

Si estas leyendo esto y te encuentras en esta situación piensa que yo he podido tu puedes!

Recuerda dentro de tí siempre hay una fuerza que todo puede hacerlo.

Muchas gracias y cerramos el 2018 con pasado pisado!