ultraviolevta

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unfortunately for everybody i will keep doing whatever i want

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“¿a quién se le habrá ocurrido que los llaveros son un buen regalo?” es una pregunta que no busca respuesta realmente. “hey, fui a parís y te traje este pedazo de hojalata que costó lo mismo que quince pares de calcetines en target— al menos los calcetines son útiles”

“¿realmente están regateando unos llaveros? es plástico mal pintado” pensamiento que suelta en voz alta, prestándole más atención a los compradores de suvenires que a la torre eiffel.

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parece que palabras ajenas la toman por sorpresa, a pesar de estar consciente de su presencia. se había ensimismado en pensamientos al grado de apagar los sonidos a su alrededor. dígitos tocan con torpeza su propio rostro en puntos al azar, en busca de la espinilla que menciona. “te tomó cinco segundos decirme estorbo y grasosa— te debe ir muy bien con las mujeres últimamente”

❛ ¡anda, quítate de en medio! ❜ frunce suavemente el ceño mientras con cámara en mano, la diestra hace ademán de ahuyentar a acompañante cuando baja la mirada a visor electrónico y suspira. ❛ a la mierda la arquitectura gótica ¿no? ❜ suspira ligeramente antes de encoger los hombros. ❛ al menos se te ve bien la espinilla… ❜   

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“no, luces como estúpida. perdón, no tengo un ojo” y sin interés de hacer un intento menos mediocre por contraria, le devuelve el teléfono.

   ‘¿sale bien? ¿parece que la estoy sosteniendo?’

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“no, ¿ahora eres sordo? dije que te ves horrible” 

“ ¿qué decías? ” indaga como forma de distracción, dígitos inquietos de mano izquierda se deslizan incógnitos por una de las repisas hasta acaparar un souvenir bajo la manga de su chaqueta. “ oh, sí. muy bonito. ¿quieres una foto o qué? ”

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“calles bohemias,” repite, y si pones suficiente atención, puede que lo percibas como una burla. no parece entusiasmada con la idea ( pero, honestamente, ¿habrá algo que realmente la entusiasme? ), y pareciera que su mirada busca un pretexto por los alrededores, pero se nota que nada se le viene a la mente, así que termina diciendo: “¿cuál es la recompensa? ¿vas a pagar el taxi de vuelta cuando terminemos perdidas?”

❛ ¿qué te parece si nos perdemos un rato por estas calles tan… bohemias? ❜ distraída dispara interrogante a anatomía que se presenta a su lado. ❛ creo que hay bares cerca, no sé pero, no quiero quedarme sola paseando por aquí. por favor ven conmigo, te recompensaré. ❜ 

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miranda:

“¿qué? es sólo un pequeño desvío, la plaza vendôme está muy cerca.” menciona, girándose a observar de reojo a su acompañante. “¿vamos o me dejarás ir sola?”

pretende meditarlo un poco, pero realmente no le importa si miranda quiere arrastrarla antes de tiempo al país vecino incluso. “supongo que no puedo permitir el riesgo de que te roben la cartera en el camino,” dramatiza en tono monótono ( porque, a estas alturas, no posee otro ) y comisuras comienzan a elevarse. “no puedo esperar a ver relojes a precios exorbitantes” 

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barnababy​:

sus ojos brillan con la imagen que se forma en su mente. él en un club parisino, el parche de tea tapando parte de su rostro y al menos cinco francesas al rededor suyo. su corazón se acelera de pensar todas las historias que subiría al instagram para que vea su ex pareja y piense sobre sus acciones “no tengo que perder un ojo para poder usar uno de tus parches. lo único que necesito es actitud y eso me sobra” atrás quedan sus expresiones de niño caprichoso. ahora está con el ego por las nubes, tal y como ocurría durante sus años en el internado. por unos momentos se siente invencible de nuevo “¿lo dices en serio?” ignora las bromas y la mira fijamente, emocionado de ver su ojo falso “claro que quiero verla. ahora eres como robocop. esto es increíble. eres increíble” 

sus labios se estiran en una sonrisa breve y agraciada, porque alcanza a percibir rastros del muchacho que conoció años atrás, y le agrada. siempre le tuvo mucho cariño a barnaby, recuerda conversar con allison sobre lo dulce y divertido que era; probablemente uno de los chicos que verdadera y enteramente les agradaba, sin pero alguno. “cállate, leonardo dicaprio” se anima a darle un suave empujoncito con el hombro, recobrando de a poco pero con facilidad aquella actitud relajada que tenía a su alrededor. su cabeza se mueve un poco, gira en ambas direcciones para asegurarse de que nadie más esté mirando. “esto es como si le pidieras a una chica que te muestre las bragas, ¿sabes?” pero aún así accede, levantando el parche y mostrando el ojo que, sorprendentemente, era prácticamente idéntico al real. a veces le preguntaban por qué rayos llevaba el parche, si la diferencia era casi imperceptible. “¿qué tan mal está?” lo anima a parlotear, porque sabe que le entusiasma. lo que en días normales es una inseguridad que no pronuncia en voz alta, con barnaby parece ser un juego entre dos niños.

una foto de wero que se me atravesó:

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laurie​:

    se queda congelada en su lugar, observándola inexpresiva mientras su mente va a a toda velocidad intentando descifrar si le habla en serio o solo está jugando con ella, igual que en la secundaria. ‘¿en serio?’ «claro que habla en serio, estúpida» replica la vocecita en su interior. ‘lo siento mucho, tea’ y está a punto de presionar su brazo como para reconfortarla pero en cuanto se da cuenta de lo que está por hacer, aborta misión. lo último que quiere es que quiebren la muñeca. ‘si necesitas ayuda con lo que sea, puedes decírmelo, eh’

ahora sí que quiere largar una carcajada, pero consigue reprimirla y a la par, sus brazos se cruzan sobre su pecho— parece que adopta postura para burlarse con discreción. “¿como qué? ¿me vas a ayudar a cruzar la calle?” y lo pronuncia con una naturalidad que, posiblemente, orille a contraria a tener que responder en serio. entonces mete freno, porque es cruel, pero tampoco para tanto. es la primera noche además. “estoy bien, laurie. lo aprecio,” mentira. “pero han pasado casi tres años. me he acostumbrado ya— hasta conduzco” encoge los hombros y suspira. “hay cosas peores que perder un ojo”

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remus:

se arrepiente casi tan pronto como aquel comentario ha escapado de entre los labios, ¿había sido en serio? probablemente lo absurdo de todo aquello había incrementado con el hecho de que tampoco se esperaba volver a verle tan pronto, o a decir verdad, tampoco es que esperaba que, de manera poco cotidiana fuesen a volverse los grandes amigos con reencuentros esporádicos tras la graduación. se habían besado ( múltiples ocasiones ) y ahí se suponía que terminaba todo, ¿cierto?  suspira despacio, pretende engullir cerveza en silencio mientras espera que algún comentario filoso provenga de la boca de tea. ❛ ¿ya están de nuevo compitiendo a quien será la próxima blair waldorf también? ❜ siempre le ha resultado absurdo, nunca ha sido de meterse en cotilleos, pero prefiere continuar con la conversación antes del evidente marche de la muchacha y del hecho de que no ha sabido ni siquiera preguntar que es lo que ha sucedido, porque está completamente seguro de que eso, definitivamente no estaba ahí antes ( o estaba, pero con otra forma ). ❛ ¿qué? ¿estás segura de eso? ❜ y sí, porque claramente se lee aquello en el mensaje y solamente puede largar un suspiro cuando da otro trago a la cerveza ¿el embriagarse lo vuelve mucho más tolerable? ❛ ¿no es tan malo o sí? es decir… nos conocemos ¿no? ❜ titubea cuando pasa una mano por cabellera alborotada. ❛ y pues… si necesitas sacarte el parche en la noche todo bien ¿no? es… no sé tea, joder, voy… me he fumado un porro antes, lo siento. ❜

su cabeza se mece de lado a lado, pareciera que está juzgando al muchacho, y una parte de sí quisiera alzar la mano y detenerlo, pero la realidad es que comportamiento ajeno le está haciendo gracia. “remus,” pronuncia con firmeza, pero comisuras del han elevado ligeramente. “no tengo un agujero negro en la cara— tengo una prótesis, y si vas tan fumigado como dices, seguro ni lo notarías,” decide explicarlo solo porque asume que, como a la mayoría, quizás le dé algo de curiosidad, saciarla podría eliminar rastros de incomodidad a la hora de interactuar. se besaban tras las gradas de la escuela y en una que otra fiesta, al menos algo de confianza debía haber si hacían memoria. hace silencio un momento y suspira. no parece molesta, a diferencia de cuando recién había llegado. “podría perdonarte si nos fumamos uno más tarde— escuché que las habitaciones tienen una buena vista” hombro sube y baja, busca distender ambiente y por primera vez, regala una sonrisa genuina.

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cove​:

siente que cada vez es más difícil mantener la conversación, no quiere seguir haciendo preguntas y tampoco suena bien seguir hablando de ella. ¿es demasiado pronto como para decir que tiene que estar en otra parte? son personas que no ha visto en tres años, es válido no saber como mantener una conversación con alguna de ellas. “yo— ¿hice algo?” pregunta con clara confusión al ver la manera en la que expresiones contrarias se transforman. con cierta confusión toma el celular contrario, la sonrisa que parecía estar congelada en el rostro de la rubia desaparece por completo. aprieta sus labios formando una linea entre ambos, no sabe como responder. “bueno, es sólo un beso ¿no? te prometo que no me voy a enamorar de ti sólo por besarte una vez.” intenta bromear pero no está segura que le esté saliendo muy bien. “pero no, no tenemos que hacer nada si tu no quieres.” 

[ gif de tea disfrutando más de lo que debería de besar a una mujer que le cae mal pero es demasiado hermosa ]

comienza a negar con la cabeza, como si con esto quisiera callar a contraria, pero no es un gesto evidente, así que termina por poner una sonrisa leve. “no tienes pinta de ser tonta,” busca bromear, porque de todas formas va a ser incómodo, y si puede hacer un pequeño esfuerzo por restarle un poco de peso, lo haría. de todas formas su humor siempre fue nefasto, y sigue siéndolo porque se tienta a mencionar a august, pero se muerde la lengua. “uhm,” menea la cabeza en negación. no quiere arriesgarse. aunque si lo pensaba bien, ¿qué tanto arriesgaba? ¿qué tanto podía saber esa persona sobre su vida, si era tan fantasma? ( allison, papá, su hermano, el taller... ). mejor no se arriesga. “ya, solo...” reprime suspiro exagerado y vuelve a negar. acorta distancias, diestra busca colocarse sobre hombro ajeno como una especie de soporte, y es solo una fracción de segundo la que utiliza como invitación para que salga huyendo, antes de atrapar labios ajenos con cautela.

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tay:

“¿por qué lo haría?” comentario que podría ser argumentado en su contra por más de uno, pero en ese momento no estaba para reprocharse; era un viaje para divertirse, simplemente eso. “¿ya ves? eso significa que sigue funcionando.” genuina sonrisa adorna facciones, impulsada aún más por comentario ajeno. “gracias, me gusta rojo por ahora, aunque no sé cuán rápido va a aburrirme…” vibración de teléfono interrumpe, notificación familiar le roba una carcajada. “¿qué tal te llevas con remus?” cuestiona con cierta burla, enseñándole la lista con los nombres asignados a cada habitación.

“yo creo que el rojo es tu color— magenta no quedaría mal, por si te aburres,” sugiere solo por conversar; que últimamente no era su actividad favorita en general, pero al menos con octavia parecía ir de manera más sencilla. pregunta se asienta en sus oídos y sonrisilla divertida y discreta se instala en rosáceos, meneando la cabeza con gracia. “creo que nos llevábamos bastante bien en la secundaria— lo noto un poco torpe ahora, no sé si habrá fumado demasiado,” bromea, porque no puede culpar la reacción del rizado cuando ella se ha aparecido así. era normal que cualquiera se impresionara. entonces ella muestra su propia notificación, tanteando terreno al añadir: “pero tú y yo nos llevábamos mejor, ¿no?” alza las cejas, rememorando encuentros más que amistosos en las fiestas. “porque parece que nos están pidiendo un throwback” pronuncia burlona, y entonces da un paso en su dirección, intercalando vista entre orbes ajenas y sus labios. “¿puedo?” y en el tono empleado, sumado al acercamiento que empieza a imponer, es evidente que no le molesta en lo absoluto llevar a cabo el juego.

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oh rayos​:

   por lo menos nota que están en la misma página respecto a algo, y es que ella también sospecha de nombre recién pronunciado. igual no lo va a decir en voz alta, como si fuese sagrado respetar aquellas diferencias que todavía las alejan. da un nuevo sorbo a su copa, no sabe qué más decir ni cómo escaparse, así que ruega que se termine cansando y se vaya. “ ¿miranda? ” va a preguntar extrañada, incluso con el puente de la nariz medio arrugado. claro, es lógico que nunca se lo hubiese contado, probablemente castaña le hubiese hecho la cruz. años más tarde puede que esté ya más receptiva. entonces teléfono vibra en su cartera y aunque con miedo por qué podrá tocarle ésta vez, termina sacándolo para poder observar nuevas indicaciones. ya había tenido que besar a amiga mencionada, ésta vez no podía ser tan mala… “ creo que ya no lo está, ” se le escapa entre dientes cuando gira móvil para mostrarle la lista a teagan, pero por sobre todo, la parte donde dice que negarse traerá consecuencias. “ es por el juego, ¿eh? no sé lo que pueda hacer ésta loca sino… ” y no es que le tenga miedo en sí, pero prefiere no arriesgarse. 

observa perpleja los nombres que azabache le muestra, y por poco da un paso hacia atrás como reacción. sus cejas se alzan y quiere pensar que el cincuenta porciento de visión le ha hecho leer mal, pero información acompañada de palabras foráneas le confirman que es una realidad. joder, piensa, de verdad estoy maldita. “¿¡q-qué haces!?” se exalta con facilidad y, ahora sí, se echa hacia atrás, casi como si contraria le hubiese acercado algo asqueroso al rostro, incluso cuando ni siquiera percibió si hubo un acercamiento o no— fue una simple reacción a sus palabras. no tarda en recomponerse, pero aún así guarda distancia. iris baja y sube, su ojo se entorna y la observa con recelo. “¿es en serio?” inquiere, genuinamente desconcertada. ¿de verdad iban a besarse? joder, qué turbio. no que evangelina no fuese atractiva, pero sí que la encontraba insoportable, y eso era demasiado para su orgullo. sus labios se entreabren para objetar, pero la realidad es que las consecuencias la hacen dudar, por lo que guarda silencio un instante. “ah, al carajo,” suspira, oceánica rodando con exasperación. entonces regresa los pasos que había retrocedido, y aunque se nota que titubea en su acercamiento ( frunce ligeramente el ceño, menea la cabeza, como quien se intenta armar de valor ), termina tomándola del rostro para concretar encuentro que, aunque inicia con ligera brusquedad, acaba por templarse con facilidad, como quien busca adaptarse algo que es completamente nuevo. y claro, si ni en su peor pesadilla hubiese besado a eva.

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cove​:

nunca pasó suficiente tiempo con la contraria como para saber si está siendo sarcástica o no. decide ignorarlo, después de todo no está dispuesta a preguntarle si está hablando en serio o no. “¡eso suena bien!” comenta con una sonrisa, quizás un poco más forzada de lo usual. acompañado de su tono de voz sumamente chillón, nada parece ir bien en ese momento. “¿y te gusta lo que estás haciendo?” en el momento que dichas palabras abandonan su boca desearía poder regresarlas. “al parecer mis sueños de niña no terminaron siendo un montón de estupideces y trabajo en broadway desde hace dos años.” 

suena bien a primera instancia, porque nadie sabe que tiene que lidiar con dos hermanos irresponsables y cuidar de una hermana menor que es demasiado buena para este mundo. porque tiene que vivir con el recuerdo de su padre y preguntándose si realmente lo enorgullece. “está bastante bien,” no realmente, pero no ha ido a contar sus problemas. quiere sonreír, pero solo atina a estirar ligeramente sus comisuras y asentir. “wow, eso es fantástico. me alegro por ti,” si bien no era que el pecho se le inflara de la emoción, no era un monstruo envidioso tampoco. se distrae tras la vibración de su teléfono, y la tenue expresión agradable se borra instantáneamente. “me estás jodiendo...” masculla, casi inaudible. intercala vista entre pantalla y rostro ajeno. “¿qué...?” tiene que carraspear, porque no sabe cómo abordar el tema cuando apenas y podían entablar una conversación. termina estirando el móvil para mostrarle la notificación a la platinada. “no tenemos que hacerlo si no quieres, es que...” ¿qué podría ser lo peor que recibieran como castigo por no cumplir? ya habían pasado suficiente estrés años atrás como para saber que no tenía freno.

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atticus​:

achica los ojos, hesita un momento entre hacer caso omiso para evitar incomodidades o soltar la pregunta que cuelga de la punta de su lengua. sabe que peca de imprudente, pero la curiosidad desborda e imposible resulta ignorar el elefante en la habitación. “¿es… tipo, alguna nueva tendencia o… de verdad necesitas el parche?”

cejas se elevan instantáneamente ante pregunta formulada, por poco sintiendo arcadas. ¿tipo? ¿con quién carajos estaba hablando? ¿kim kardashian? “no tengo un ojo” suelta a secas, como si informara que se ha cortado el cabello o se hizo una cirugía estética. “pero por lo que he escuchado, podría volverse una moda de ahora en más”

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karen smith​:

    había decidido ya que simplemente se alejaría por su propio bien, por si siguiente movimiento de teagan venía con mordida incluida, pero nuevas declaraciones no solo llaman su atención sino que sabe traducir malicia que éstas esconden. su primer instinto hubiese sido saltar a su costado para poder ver la pantalla, incluso arrebatarle el teléfono y comprobarlo por su cuenta, pero tiene que morderse labio inferior para controlar impulsos que sólo empeorarían panorama. quiere parecer calmada pero saca su celular con más rapidez de la esperada, habiéndose perdido la notificación y llegando a leer noticia recién ahora, ignorando por un momento comentarios que iba haciendo castaña al respecto: “ ¿te tocó con remus? ” es entre indignada y sorprendida que pronuncia en voz alta, como si fuese pensamiento que no supo retener para sí misma. “ qué bien por ti, ” es que en su cabeza era ilógico que cualquier masculino alguna vez hubiese estado por gusto con ella, así que esto significaba pequeño empujón según eva. “ claro, atticus es buen compañero. lo quiero mucho. ” son datos que seguro a vernon no podrían importarle menos pero intenta mantenerse en eje, dejando teléfono a un lado para dar nuevo sorbo a su copa. “ además así no podrán inventar nada de mí. quién sabe qué tipo de cosas se le ocurren a esta página… ” la mandíbula se le tensa. 

tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano para no largar risotada cuando se percata de lo apresurada que parece a la hora de sacar su teléfono. iris se mueve tras cada movimiento efectuado por contraria, ahora apartando el móvil y comenzando a cruzarse de brazos. resopla divertida ante incógnita, pero ni siquiera un asentimiento de cabeza es otorgado. lo está disfrutando, evidentemente. “es decir, no sé de donde obtuvo esta información la chismosa de laurie, pero... supongo” encoge los hombros y cuando el teléfono vuelve a vibrar, lo observa con ceja enarcada. “pues ya ha empezado a tantear terreno— miranda y tú son muy amigas, ¿cierto?” inquisición sale tan natural, como si genuinamente hiciera memoria de años atrás. observando la pantalla hace una pausa, pero después suelta nuevo aguijón, solo como un recordatorio de que siempre están enrolladas en el mismo sitio: “recuerdo que besaba bien” emplea tono vago, como quien ha lanzado un comentario entre suspiro hasta nostálgico, pero no tarda en volver a mirarla. “—— entonces hasta ahora la suerte está de tu lado, ¿hm?”

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baboso​:

a decir verdad, no sabe que reacción esperaba pero definitivamente no era esa; si acaso reconoce a tea como propensa a vociferar opiniones sin importar aspereza detrás de las mismas, ciertamente no pretendía que aquello fastidiase tanto a contraria, a quien observa con ojos entre-cerrados, como intentando deducir lo que verdaderamente ocurre en conversación donde se encuentra perdido. “ pero ni siquiera me conocías cuando tenía ocho años, ¿quién te contó eso? ” ¿será que rumores ya empezaron a correr entre el grupo? ¿o se trata de una broma? quizás simplemente la confianza esfumo con los años, como es de esperarse. “ es como usar lentes de sol en un sólo ojo, ¿qué importa? ” se encoge de hombros; es su peculiar manera de expresar que no le disgusta como le queda. “ mi opinión no tiene nada que ver con el hecho de que soy hombre, ¿o sí? ”    

no puede evitar que una risa escape de entre sus labios, aunque es un sonido que se asemeja más a un bufido; una simple exhalación a la par de comisuras que se elevan ligeramente y sus brazos se cruzan sobre su pecho. “solo lo deduje” suelta sin más, meneando la cabeza en negación. no tenía ganas de explicar por qué rayos usaba un parche, pero tampoco era como que le avergonzara (no lo hacía, ¿cierto?), y eventualmente tendría que otorgar una explicación. esperaba que no tuviese que ser compartiendo una mesa con todo el grupo y obtener un silencio incómodo hasta que a alguien se le cayera un jodido tenedor al plato. guarda silencio un instante, se limita únicamente a observarlo, pero termina cediendo: “perdí el ojo hace unos años, y no me llevo tan bien con la prótesis” hombro suben y bajan, lo pronuncia como si hablara del clima. un cosquilleo se hace presente en sus mejillas, quiere sonreír casi deseando que la confesión alcance a incomodar al azabache. una parte de sí disfruta un poquito de la posición en que la pone el parche: joder, que la víctima es ella, pero al parecer todo el mundo se sentía mucho más trágico que ella solo por preguntar. “¿viste que reactivaron la cuenta de chismes?” inquiere después, cambiando ligeramente el tema, solo por molestar: “parece que alguien tuvo piedad de ti y te dejará levantar algo”