undiciembrenublado - Tumblr blog

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Creo en la suerte. La suerte de tener oportunidades de darlo todo. La suerte de conocer a gente increíble y que deja marca allá donde va. La suerte que siento cada vez que estoy contigo.

La suerte de despertarme con ganas de comerme el mundo, de tener expectativas, de tener mil y un planes que no quiero dejar de cumplir.

La suerte de no dejarnos hundir por los problemas. La suerte de enfrentarnos a ellos de la mano. No quiero dejar de despertarme y sentirme afortunada.

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Mis in and outs de 2023

Empecé el 2023 con mucho miedo: por trabajo, relaciones, futuro...

Y puedo decir que lo he acabado FELIZ. Este año me ha aportado mucho y tengo demasiadas cosas por las que dar gracias. Tenía ganas de dejar por escrito algunos de mis ins and mis outs de este año, así que allá voy.

In: este año creo que he aprendido a disfrutar al 100% del deporte, dejar de verlo como una obligación o algo que tengo que cumplir y usarlo más como un tiempo para mi, para mi salud, y para disfrutar. Tambien he tenido la suerte de poder hacer mucho deporte acompañada, he encontrado a mi compañero de workouts favorito, y me he lanzado a levantar pesos pesados, o a ir al gym por la noche (algo que nunca me hubiese planteado).

Out: he dejado de fumar!! No puedo estar más orgullosa de esto:)

In: me he lanzado a probar cosas nuevas, a salir de mi zona de confort... ir a clases de pintura, de baile, conocer a gente nueva, aprender a jugar al tennis, completar un hyrox, y muchas cosas más que no solo me han aportado skills pero también mental strength!

Out: he aprendido a no sentirme forzada a beber en ocasiones sociales, y a saber que me lo puedo pasar igual de bien sin alcohol. Pero también a apreciar mis copitas de vino, que me encantan.

In: mi gente!!! 2023 me ha ayudado a conocerme más, y eso ha hecho que conozca a gente increíble, sobre todo pensando en una personita que ha cambiado mi mundo y me hace muy feliz cada día que pasa. Pero también pienso en todas las personas que me acompañan año tras año, y que tienen un lugar muy especial en mi vida.

Out: over-obsess con mi rutina. Empecé el año con unos hábitos muy marcados - si no iba al gym antes de trabajar ya no iba ese día, si planeaba una cosa tenía que seguirla paso por paso, las comidas las planeaba para organizarme perfectamente... Y he acabado el año con mucho más "flow". Que no quita que organizarse la vida sea bueno, de hecho me vendría bien un poco más de organización; pero me ha venido muy bien saber que si un día no sale como lo tenías escrito, it's perfectly ok! Y que salir de trabajar e ir al gym puede ser un plan muy guay:)

In: viajes! Este año he tenido la suerte de visitar muchos lugares nuevos, y volver a otros muchos. Empezando por Chamonix y Nueva York, siguiendo por Santa Lucia, Menorca, Fuerteventura, Zahara, Santander, Marbella y Denia, y terminando el año con Bergen, Berlin y Paris! Y solo decir que 2024 parece que va a ser aun mejor...

Out: overthink about what others think of me. Siempre me he preocupado demasiado por lo que la gente pueda pensar, o me he intentado camuflar entre los demás para no destacar negativamente. Pero poco a poco he ido dejando algunas de estas preocupaciones atrás, y me he dedicado a ser feliz yo, tal y como soy sin dejar que lo que pueda pensar la gente que no me importa me afecte. Y he acabado el año comiéndome un pollo asado en mitad de unas copas!

In: me he cuidado mucho, y he dejado que me cuiden. Porque hay veces que no estás bien, y tú solo no puedes con todo. Y si te abres y dejas que quien te quiere te de un abrazo, hay veces que tan solo con eso ya las penas son menos penas.

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Estoy tan contenta!

Este fin de semana ha sido muy guay, y me siento muy afortunada. Entre celebrar cumples de amigos con mucha comida y muy buena compañía, volver a Winter Wonderland con Juan, y salir con dos peluches (uno de ellos gigante) y completar un carrerón sin que se me diese demasiado mal, empiezo la semana con muy buen sabor de boca.

Tenía muchas ganas de que llegase este finde, porque he podido disfrutar de todas las cosas que más me gustan: amigos, comida, planes guays con Juan, deporte, y un poco de esfuerzo mental. Y no ha decepcionado. Cada día ha sido un día de 10, y quiero dar gracias.

Gracias por tener unos amigos que son como familia, con los que me siento como en casa aquí en Londres. Gracias por haber encontrado a mi persona, que es capaz de aguantarme y entregarse conmigo al challenge de conseguir un premio de los gigantes. No solo eso, sino que se cruzó medio Londres (o Londres entero) conmigo el domingo solo para cheer me up. Gracias por darme a una persona capaz de aguantarme cuando me pongo pesada, y con la que puedo estar "en silencio" y cada uno a lo suyo sin que sea incómodo. Que aun estando de bajón, viene a darme un beso cuando estoy callada.

Gracias también por haber sido capaz de acabar la carrera, y hacerla con buen tiempo. Gracias por el plato de pasta de después. Gracias por un finde muy bonito que me guardo con mucho cariño<3

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Hay personas que son casa. Que te sacan una sonrisa demasiado fácilmente. Que con un abrazo, curan.

Si tienes la suerte de contar con alguien así, reconocerás la sensación de olvidarte de todo cuando estás entre sus brazos. O admitirás que cuando las cosas van un poco peor, te viene esta persona a la cabeza porque sabes que estando juntos los problemas son menos problema.

Si tienes la suerte de contar con alguien así, cuídalo. Siéntete afortunado. Que estas personas se cuentan con los dedos de una mano, y son probablemente de lo más valioso que tengas.

Xx

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Hay días en los que te despiertas y sientes que sorprendentemente las cosas que normalmente te apetecen, no te apetecen tanto. Hoy me he despertado así.

Con lo que me gustan los martes, hoy no me veía con ganas de salir de la cama. Cosas como la clase de tennis, o mi gym time, no me apetecían demasiado. Y que no me apetezca entrenar 🍑 es raro.

Pero soy consciente que de vez en cuando tengo uno de esos días, o que vienen en racha. Y que no es malo, sino normal. No puedo pretender estar siempre al 100%. Así que tengo ya mi mental routine para cuando me siento regular - no pararme.

Que mi plan era ir al gym? Pues sigo adelante. Que no me sale la sonrisa? Pues no me obceco. Ya saldrá cuando quiera. Y sorpresa, aunque he empezado el día sin ganas, he tenido mis momentos de felicidad. He rocked mi workout y he vuelto de tennis super orgullosa de haber ido.

He normalizado el hecho de estar al 70% y no he dejado que mi día haya sido un 7 simplemente porque yo no me sentía de 10. He valorado los momentos en los que mi mood mejoraba y no me he centrado solo en los que mi mood caía un poco.

Que por mucho que me guste ser una persona feliz, es imposible que todos los días sean un 100% de felicidad!

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Mid week check-in!

(I'm going to be brave and write it in English - I know I know)

I can't believe how many mood swings I've had in the past 24 hours. From being super happy and super excited about life, to crawling in my bed only wanting to cry, and back to my usual happy | optimistic self.

One thing I know for sure is that there is some stuff going on in my life that will deeply affect my emotions during the future few months, but I need to accept it and try to deal with these emotions as good as I can. And the good part of it is that I have people with me that help me.

Last night, I went into bed anxious, feeling like I was losing myself and with no desire for anything or anyone. I was determined to sleep and not think about these things anymore, because I know sometimes we are just in a bad mood and things get better after a good night sleep. But I lied on my bed feeling how my heart was beating up faster and faster, as I was getting more and more anxious.

So I decided to confront these feelings, and got out of my bed and went outside to talk to my best friend. The second I opened my mouth to answer the 'how was your day' I started crying. And I let everything go. We talked about how I felt and how it was normal to feel that way, until I started to feel better and was able to breath normally again.

And that was it, the moment I talked about it with her, and I let my thoughts free, I was able to see how it was ok to not be ok. It was ok to not be ok to later be able to be ok:). This allowed me to better think about how I was feeling, write things down, and have a plan of actions if things get worse again. But it also helped me to see that I'm not alone while going through this, and that is something I can't be grateful enough for.

Anyways, I woke up today feeling a lot better, and my mood has only improved during the day, so I wanted to have this in writing in case I need to go back to it during another episode! xx nice rest of the week to you and myself!

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Como duele ver sufrir a alguien a quien quieres. Sobretodo, cuando parece que no puedes hacer nada por ayudar, mas que apartarte. Duele la impotencia de saber que lo está pasando mal, y te tienes que mantener al margen. Cuando lo único que quieres es arreglar aquello que no está funcionando.

Creo que nunca nos acostumbraremos a esa sensación, ni se hará más fácil. Igual que nos duele pasarlo mal nosotros mismos, cuando quieres tanto a alguien que harías lo que fuese por esa persona, parece que lo que le haga sufrir también te hace sufrir a ti.

Eso está claro. Y es algo que viene implícito cuando bajas tus barreras, como creo que escribí en unos posts atrás. Querer estar con alguien significa que quieres estar con esa persona pase lo que pase, en las buenas y en las malas. No solo en los highs, sino que quieres ser quien le abrace fuerte cuando las cosas vayan mal. Quieres ser quien le dé la mano para ayudarle a levantarse. Quieres ser a quien le confíe sus preocupaciones y metas. Quieres ser la persona que no le deje rendirse por mucho que las cosas se pongan feas.

Y eso es algo que yo tengo claro. No voy a querer a alguien solo cuando sea fácil. Eso es lo más bonito de una relación. El saber que te entregas al 100% y no dejas de lado ningún sentimiento por miedo. El saber que si en algún momento te necesita, vas a estar ahí, pase lo que pase.

Pase lo que pase, aunque duela. Porque hay veces que duele, pero siempre merece la pena.

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El otro día me puse tonta. Fue una frase tuya que me llevó a un momento del pasado al que no quería volver. Una frase que me pilló en uno de esos días de lágrima fácil. 

Y sí, al principio me enfadé un poquito porque era una frase con poco tacto. De broma, pero que no cayó bien. Al cabo de un rato recuerdos de ese parte de mi vida en la que mis días estaban pintados de negro volvieron a mi cabeza. 

Me diste un abrazo y dijiste “lo siento”. Esa muestra de cariño fue lo que necesitaba para ponerme a llorar. Porque hay veces que necesitas sacar todo de dentro. Y esa fue una de esas veces.

Ahora vuelvo atrás y no recuerdo el momento con tristeza sino que me siento tranquila. Tranquila porque al verme llorar me abrazaste fuerte. Hasta que empecé a respirar con calma. Me abrazaste y me miraste con cara de pena. Que no querías verme llorar, y menos por algo que hubieses dicho tú. Me pediste perdón de nuevo, y lo hablamos. Me siento tranquila, porque me demostraste que en momentos de caída me ibas a agarrar bien fuerte. Y no me ibas a soltar hasta que estuviese bien.

Estoy tranquila, y estoy feliz. 

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Hoy estaba dando un paseo con mi madre y le he dicho: “jo mamá, creo que debería ir con más cuidado y no lanzarme a la piscina tan rápido”.

Cuando he dicho esto mi madre se ha girado y me ha respondido con un: “no seas tonta, todos vemos que eres feliz y no lo serías tanto si estuvieses preocupada por el qué pasará. Querer a alguien conlleva riesgos, y sí, puede salir mal, pero también puede salir muy bien. No puedes hacer las cosas poniéndote límites a ti misma porque las harías la mitad de bien.”

Y sé que tiene razón. Para “protegerme” tendría que hold back en mi relación, y eso no tendría sentido. Querer a alguien llena tanto porque te lanzas al 100% y no escondes partes de ti por miedo. Llena tanto porque sabes que estás dando todo de ti, y que apuestas todo a que salga bien. Porque estar con esa persona te hace feliz.

Hacer esto significa que te juegas acabar con el corazón roto, porque cuando quieres a alguien una parte de ti ya no te pertenece, sino que otra persona la tiene consigo. Y puede que esa parte de ti acabe dolida. Pero probablemente antes de eso haya crecido y haya contribuido a que tú seas feliz.

Querer a alguien sin barreras es bonito, y supera 100000 veces a querer a alguien a medias.

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Y cómo hemos cambiado

Si alguien me hubiese dicho hace un año cómo iba a ser mi vida ahora, no le hubiese creído. Porque llevaba mucho sin ser tan feliz, y no puedo decir que desde el último verano todo haya ido sobre ruedas.

Una etapa que acabó, y que había sido un gran porcentaje de mi vida durante bastantes años, de la que tuve que recuperarme y que me dejó una vida un tanto distinta, a la que tuve que acostumbrarme.

Unas navidades de diez, aprovechando hasta el último segundo y creciendo poco a poco, saliendo de mi zona de confort. Abriendo mi círculo, y no arrepintiéndome de nada.

Y llego Enero, y con este mes un periodo de incertidumbre, nervios, miedo por lo que podría deparar el futuro. De poner los pies en la tierra, y ser consciente de lo que tengo 'for granted' y que no lo es tanto. De saber apreciar la suerte que tengo, y que he tenido. Que no todo el mundo va a trabajar con ganas, ni se despierta los Lunes con buen humor.

Y qué puedo decir de Marzo, un mes que me dio una sorpresa, una de las mejores sorpresas. Un mes que me trajo algo completamente inesperado, responsable en gran medida de mi felicidad.

Porque es verdad eso de que hasta que no te pasa no te lo crees, y hasta que no me pasó no me lo creí. El haber conocido a alguien con quien desde casi minuto uno me sentía como en casa. Alguien que, en tiempo record, ha conseguido convertirse en uno de mis pilares.

Parece mentira que casi medio año atrás, no supiese aún que existía esa persona con la que despertarse pronto no importa, porque me va a saludar con un "hola" de niño pequeño y una sonrisa enorme en la cara. Esa persona que me empuja a dar lo mejor de mi misma, donde sea y como sea.

Que hace que termine mis días de pierna sin poder casi ni andar. Una persona con la que no solo aprendo, sino que también tengo ataques de risa de esos que te dejan agujetas en los abdominales y casi sin respiración. Alguien que me conoce, con quien es super fácil abrirse, y hablar de todo. De la que nunca me canso, aunque ganar siempre al mus puede hacerse aburrido.

Yes, sigo sin creérmelo. Pero va a ser verdad que las mejores cosas pasan cuando no las buscas. Y creo que puedo decir que esta ha sido so far, una de las mejores cosas.

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“Me fio yo del cocinero, le he dado la mano y la tenía sudada”

Juanzzz

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Long time no see!

Vuelvo un poco a lo mío, a escribir de cómo me siento, cómo me van las cosas, eso. Ha sido un año durillo, con subidas y bajadas, pero una cosa tengo clara, de todo se sale, y si lo llevas bien, sales más fuerte. Y creo que por todo lo que hemos pasado nos ha hecho más fuertes. Por lo menos yo me siento así.

Ha sido un año en el que muchos nos habremos sentido más solos, en el que los “buenos momentos” quizás hayan escaseado un poco más de la cuenta, pero ahora que todo parece que va un poco mejor, echas la vista atrás y te das cuenta de que esos momentos en los que parecía que el mundo se te echaba encima, no eran ni tan malos, ni te han venido tan mal.

Ahora una cena en ese restaurante con la terraza tan mona, la copa de las 10:30 con tus amigos sin tener que estar mirando el reloj y atosigando al camarero para que te traiga la cuenta, valen oro.

Los paseitos por la noche, el llegar a casa y quitarte la mascarilla, el café en ese sitio que tanto te gusta, o las videollamadas con esos amigos que llevas tiempo sin ver... los aprecias más que nunca.

Me siento feliz de encontrarme en este momento, disfrutando de las pequeñas cosas y de las no tan pequeñas. De vivir experiencias que hace unos meses ni pensaba que pudiese volver a vivir. De pasar el rato con la gente que quiero. De reírme, de estar sana.

De seguir queriendo a la vida y tener ilusión por lo que viene, ¡que con suerte no va a ser peor de lo que ya se ha ido! Valoro las cosas más, y he conectado conmigo misma más que nunca. Sé lo que quiero, sé que me quiero, y se que tengo a gente a mi lado con la que me iría al fin del mundo. Y más.

Repito, ¡tengo mil millones de ganas de todo lo que está por venir y de seguir disfrutando como disfruto ahora de todo! Soy feliz y no me canso de serlo. Y no me canso de seguir, pasito a pasito, descubriendo esas cosas que me llenan y que no requieren todo eso que quizás antes teníamos como indispensable, y que no es tan necesario.

Anyways, welcome back! 💕

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Feliz Navidad un año que ha sido de todo menos esperado, que nos ha sorprendido con mil cosas, y que ha sido probablemente peor de lo que nos hubiese gustado.

Digo peor, pero mucho hemos aprendido. A valorar esas cosas que dábamos por hechas y, de repente, nos faltaron. Oye, a mi lo de poder llevar gafas de sol sin que se empañen ahora me parece un lujo. O poder abrazar a los que queremos sin que nos de miedo? O un beso sin mascarilla?

Yo creo que todos hemos aprendido mucho este año. Todo lo que nos ha tocado vivir nos ha enseñado, y seguro que empezamos el 2021 con mucha fuerza. Con ganas de darle la vuelta a la tortilla, con ganas de ser mejores, y que todo vaya a mejor.

Con ganas de que todo quede como “el 2020, un año que cambió nuestras vidas” pero que no se alargó demasiado más.

Y visto lo que mucha gente opina, no volveríamos atrás. Porque ha sido duro, pero ha merecido la pena. Hemos pasado por cosas que nos han cambiado. Hemos crecido y queremos seguir así: hacia delante y sin tener que volver al pasado, porque nos hemos hecho fuertes.

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What is the one thing you’ve lost that you miss the most?

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Te frena el miedo?

Miedo. Una palabra súper abstracta y tan presente en nuestras vidas. Esa sensación de incertidumbre. De no saber si caminar hacia delante es malo o es bueno.

Miedo a sentir algo que solo duela. Miedo a no estar bien. O miedo a estar bien ahora, y que esa felicidad desaparezca de pronto. Miedo a que el futuro no sonría. O a que el presente nos engañe. 

Miedo por no saber. Miedo por falta de confianza. Miedo porque sabes lo que duele, y tienes miedo de que te duela. 

Pero, acaso hay algo que nos haga felices, algo que no nos importe, que no conlleve riesgo? Muchas veces ni siquiera somos conscientes de ese riesgo y de ese temor porque no nos entra en la cabeza, pero nada es seguro.

Y podemos quedarnos anclados en el “y si”, “podría pasar...” o “así pasó en el pasado...” sin vivir el presente e ilusionarnos con el futuro. Que bien podemos darnos de bruces contra el suelo, pero también podemos disfrutar. Y si no te arriesgas, no ganas.

Pero también digo, hay que vivir el presente. No vivir del pasado, no vivir en las nubes, no negar cosas obvias o no pensar que nada tiene importancia. Porque normalmente, las cosas que nos dan miedo, las tienen.

Pero no quiero dejar que el miedo sea un muro que no me deje avanzar, porque al final las cosas que más importan son las que más esfuerzo y riesgo conllevan.

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¿Cuál es tu historia?

El otro día me hicieron esta pregunta, y me dio mucha rabia, porque no tenía una respuesta. No pude encontrar una manera de expresar mi vida, o como soy yo, de forma entendible.

¿No os pasa? Que ciertas cosas o ciertos temas se arremolinan en tu cabeza pero no puedes encontrarles principio o final. Que no sabes como hilar una cosa con otra.

Podría responder con datos sueltos: “estudio blablabla”, “soy de tal sitio”, “me encanta hacer esto y esto”, “mi comida preferida es esto”; pero no con un buen resumen de mí.

Claro, podría decir que con 20 años es muy pronto para tener una historia, pero ciertamente me encantaría poder tenerla.

O quizás la tengo, y simplemente no soy consciente, o tengo que ordenar mi cabeza primero para darme cuenta.

Puede que lo que ha sido “mi historia” hasta ahora tenga que cambiar, o yo cambie. Últimamente he tenido mucho tiempo para pensar en cómo soy yo, lo que me gusta, lo que no, qué es lo que quiero, qué es lo que tengo, por qué me quiero esforzar. Qué cosas de mí no me gustan o querría mejorar, qué cosas quiero seguir mejorando, qué es lo que me llena.

Todavía tengo muchos pensamientos por ordenar, muchos nudos en la cabeza, muchos remolinos que empiezan y acaban en el mismo sitio. Pero poco a poco, quiero esforzarme en seguir conociéndome más, en ordenar un poco este caos de pensamientos.

Sé que todo necesita tiempo, esfuerzo, apoyo. Lo que tengo claro, es que quiero que la próxima vez que me hagan esa pregunta, pueda responder.

Y tú, ¿cuál es tu historia?

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Recuerdos

Hoy me he dado cuenta de que me quedan dos semanas (más una de exámenes, que no se me olvide) para acabar tercero de carrera. Dentro de un año, estaré concentrada en mi trabajo de fin de carrera, y en un año y medio, ya me habré graduado.

Y gracias a un par de cosas que me han pasado esta mañana, me ha dado por ponerme a recordar en mi “pasado”. En mí hace 3 añitos, en cómo era mi vida, en cuánto ha cambiado.

En tonterías como en las clases del cole, hora tras hora sin poder mirar el móvil y ahora... madre mía, no hay lecture en la que no lo saque y me ponga con insta, asos, amazon o lo que sea. En lo raro que se me hizo llegar a la uni y que los profesores no se acordasen de mi nombre, y en lo extrañísimo que me pareció hace un mes, cuando un lecturer sí que me preguntó algo y me llamó por mi nombre.

En las amistades, en cómo han cambiado mis rutinas. De pasar a tener un horario completamente fijo: “hoy toca piscina a las 8, hoy termino a las 2 menos 5, hoy a las 3...” a ser un “tiro porque me toca y decido si voy a clase”. De no pisar una biblioteca en mi vida, a pasar más horas en ella que en casa. De ayudar a gente de mi clase con los exámenes, a estar más perdida que un pulpo en un garaje (menos mal que año tras año todo va a mejor).

Una de las cosas de las que me he acordado es de las risas en segundo de bachillerato. Charlie poniéndome el estuche en la silla cada vez que me iba a sentar. Intentar entrar en Pachá jueves tras jueves, para volver a mi casa completamente pedo porque (obviamente) no había colado. O esas noches en las que sí, y ya el simple hecho de haber conseguido entrar hacía que todo supiese mejor. Los globales, en los que en 5 días éramos capaces de meternos la historia entera de España. Ahora me dan un mes, y sufro cada día de él.

A los primeros meses saliendo con Juan, cuándo aún no me lo creía del todo y se me hacía super raro el hecho de “tener novio”. A salir por malasaña, enseñando un dni de papel a través del plástico de la cartera para que el puerta del bar de chupitos no se diese cuenta.

Los cotilleos del cole, que se multiplicaban después de exámenes. Me he acordado de la graduación, de intentar salir con mis amigas y la tensión esperando en la cola. Las tensiones del último año del cole. Mis ralladas de cabeza. Las decisiones. Todas esas cosas de las que te acuerdas de repente, pero que ya forman parte del pasado.

Y qué pena me da considerar a algunas cosas pasado, pero qué afortunada de seguir conservando otras de ellas en mi presente. 

En fin, odio releer las cosas que escribo así que no sé si tendrá demasiado sentido todo esto. Son simplemente pedacitos de lo que he estado pensando y que me apetecía dejar por aquí. Un besito

B