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unelephante · 5 years
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Abril 2019
Desde hace tiempo surge la necesidad de escribir, siempre ha sido un medio de catarsis, y en ocasiones esa sed de expresar tiene que calmarse un poco, para poder definir pensamientos y sentimientos y ponerlos en palabras. Lucián nació hace una semana, me siento muy agradecida con la vida por esta oportunidad, puedo decir que mi embarazo fue bonito en el sentido de que no tuve muchos achaques hasta el final, ya no aguantaba los pies por la retención de líquidos y tuve un pequeño susto en mi semana 34 que me llevó al hospital, afortunadamente Lucián nació a su tiempo, sano, tranquilo, y eso último, la paz que veo en él me hace sentir tan plena, porque a pesar de que el embarazo no fue muy achacoso, me topé con una serie de situaciones y emociones que sé que no nos hacían bien. Lucián fue una sopresa, desde el primer momento en que supe de su existencia y lo vi, lo amé, no hubo dudas para mi, creo que en el fondo era algo que yo siempre había soñado en mi vida, me pregunté muchas cosas después, pero siempre llegaron a mí respuestas precisas y, como escribo mucho, fue en mis cuadernos del pasado donde encontré mucha sabiduría, mucha intuición, cada paso que damos es hacia las personas y lugares que nos esperan desde siempre, hasta el encuentro más casual está predestinado, y Lucián llegó en el momento justo, su alma eligió cómo y cuándo y no hay nada más que la razón pueda buscarle a eso. Hubieron muchas lagrimas, mucho sentimiento, cuando ves que las personas que más quieres te hacen sentir mal, te juzgan, te cierran la puerta, sinceramente nunca olvidaré eso, por primera vez puedo sincerarme y decirles el gran resentimiento que tuve hacia ciertas personas y situaciones que preferí sacar de mi vida, espero no volver a verlas y creo que es algo muy humano también aceptar esta oscuridad en la que nos vemos envueltos, gracias a eso llegaron muchas cosas buenas y por cada mal momento se multiplicaron personas hermosas que fueron apareciendo en mi vida para hacerme sentir que todo valía la pena. Decidí tener un parto humanizado, recomiendo mucho a mis amistades que deseen tener un bebé, lean acerca de este proceso, Lucián nació por parto, el dolor que sentí, indescriptible pero lo vale en toda su extensión e intensidad, en cuanto nació lo pusieron en mi pecho y estuvo ahí una hora junto a mí, lo recuerdo y se me salen las lágrimas del amor que sentí al verlo, él solito reptó por mi vientre para buscar leche y lo pude amamantar, quien conoce a mi familia sabrá que mi mamá tuvo muchas complicaciones en sus embarazos (cuando yo iba a nacer y con mi hermano Andrés), mi mamá estuvo en mi parto y sé que sanó, sanó su miedo, sus pre concepciones y prejuicios sobre el nacer y eso nos ha unido. Se me acabaría el espacio para agradecer a las muchas personas que me ayudaron en este proceso, con su amistad, sus mensajes, sus palabras, apoyo con mis cuentos, con cositas para Lucián, todos están en mi corazón que se engrandece y nunca olvidaré y espero en algún momento poder agradecer como es debido, más que un Gracias o ser recíprocos, con esta cadena de amor y favores para quien lo necesita en un futuro, gracias a mis amigos en Juárez, a mis amigos en México, a mis tías, gracias a mi Doula Molly Porth Cabrera por ayudarme a dar vida y por ser una de esas personas bellas que aparecieron en este momento para quedarse por siempre. Me siento muy feliz, con algunos miedos pero más amor que nada para irlos superando, a todos aquellos a quienes he conocido en la vida me he llevado algo y espero sembrar algo, esos son los hilos rojos de los que hablo y que de alguna manera reaparecieron en este proceso y se han convertido en el motor de mi existencia, gracias infinitamente a Dios y universo por esta bonita vida que me ha dado ❤️
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unelephante · 6 years
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Me siento a las 5:00 am a escribir, movida por la nostalgia, la nostalgia que luego nos sabe un poco a traición, nos hace darnos cuenta de golpe que el tiempo pasa, que está pasando y no hemos saboreado aún todo lo que vivimos. Es curioso como los ciclos lunares, las vueltas al sol nos hacen sentir nostalgia y reivindicarnos de cierta manera ante el tiempo que consideramos perdido o malgastado. No hay tiempo perdido, pero lo sentimos así cuando nos arrepentimos de las cosas que hacemos sin ser conscientes que el tiempo pasa, y bueno, aquí estoy, casi terminando este año, queriendo hacer un recuento de las muchas cosas que han sucedido y que me hicieron cambiar como constantemente, tal vez sólo para entender y seguir adelante. He vuelto a mi casa, como la temporalidad lo marca y la necesidad también, volver a dormir con mi mamá y ver todas esas cosas que hemos dejado atrás, que no nos llevamos porque no consideramos importantes en el camino y sin embargo cada vez que volvemos tienen más valor que antes. He estado recordando los años y las emociones y la risa y también la tristeza. Se dice que el proceso de dar vida inherentemente nos va generando una regresión a la infancia para poder entender con mayor empatía lo que nace. Y sí, me he recordado y vislumbro aún ahora en mi vida adulta lo risueña que he sido siempre, la simpleza de las cosas que me dan risa, que el leer y el ver el mundo con ojos de aprendiz también me han hecho complicar el humor que antes era simple y ahora se llena de sarcasmos, en fin, mi mamá me dijo hace un par de días “siempre has sido una ocurrente, provocadora de risa” y me estremeció un poco porque sentí que por algún golpe duro este año no he reído lo suficiente o no se me ha ocurrido lo suficiente para reír.
Sobra decir que este año me cambió de más la vida, que en este momento llevo un ser creciente dentro y se mueve constantemente recordándome la magia de existir. Doy gracias por estos 29 años, por las risas, por la bella infancia, por mi madre, por mi hermano, por las experiencias que dejan sinsabores también porque no sería lo que soy ahora sin ellas. Doy gracias por la lejanía y distancia de los corazones que no aman como yo, por los que nos hemos tocado y guardan en su memoria el cálido suspiro de lo que una vez fue. Gracias por la música y por los momentos de baile interminable en casa los fines de semana, por la elocuencia y la locura de vivir, gracias por cada persona que se ha cruzado en mi camino amorosamente y me han brindado satisfacciones inigualables y por aquellos que me han dado algo muy importante, coraje para no ser como ellos.
Gracias por lo que tengo ahora, relativamente para pocos mucho, para muchos poco, por la sabiduría de afirmar que lo que tenemos va y viene y nos transforma. Gracias por un lugar que me impulsa a sonreír cada mañana, que me hace observar el transcurso de la noche al día y ver amanecer con la convicción del retorno. Gracias por la fortaleza de sentirme sola muchas veces sin que este pensamiento me de miedo, tan sólo nostalgia de lo que sería estar en otra parte, con alguna otra persona, una cosa tan ambivalente y efímera, a veces hasta sin sentido. Gracias por la oportunidad de crear ilusiones ópticas en mi cabeza que puedo convertir en realidades.
Gracias por Quijote porque fue un deseo cumplido y que comparte conmigo el mayor de los tiempos, crecer juntos, el sueño y la soledad.
Gracias por Lucián por el trabajo, la admiración y la valentía, por la agallas que me ha dado, por la sed de vivir, por el impulso de moverme a diario y hacer cosas que hagan sonreír. Gracias por la vida grande y plena que se anuncia en mi interior y por esta oportunidad de dar vida.
He reído mucho estos días, se me ha ocurrido acordarme de reír de lo que me pone triste también porque todo se va, todo pasa y para saborear con papilas de niño hay que recordar que las lágrimas que uno va soltando saben a sal y después de eso se pide algo dulce que nos reconforta el espíritu, además estoy en engorda.
Feliz tiempo que viene.
❤️
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unelephante · 6 years
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Tal vez esto sea después de mucho tiempo lo que hay que decir, y tal vez también llenará por mucho tiempo este espacio y resonará en mi vida, ojalá nunca me olvide de este momento. Suelo hablar de memoria y de la vida, son palabras muy recurrentes, creo en la vida y sus procesos, creo que el poder más grande que tenemos es vivir, no necesitamos nada más, un chispazo de esta física y materia que nos permite convertir todo lo que nos rodea en algo bello, siempre existe esa posibilidad en nosotros, con todo y nuestras diferencias, con todo y nuestras carencias. La memoria por su parte tan sólo es un pedacito de existencia, es un dispositivo que va con nosotros a lo largo de nuestra vida y nos permite reconocernos, reencontrarnos y crecer. En este proceso de dar vida que paulatinamente me envuelve y me transforma en todos sentidos quisiera guardar en mi memoria todas estas sensaciones y sentimientos que vivo a diario como si fueran un puñito de tierra fértil en un desierto, ha dolido por que la memoria también nos trae los más oscuros sentimientos, todo es parte de aprender y en esta trascendencia te das cuenta de la magia que hay dentro de ti, de lo mucho que se puede dar pero sobre todo de lo mucho que se puede amar. 
Esta vida me ha hecho muy fuerte a través de golpes duros, todos los tienen a su ritmo y nadie se lleva la misma lección, por otro lado buscamos razones por las cuales atravesamos ciertos mares y tormentas pero las respuestas no llegan nunca en el momento en el que nos las preguntamos, llegan en el sentir de la calma y la dicha que nos da haber vivido algo así y tener algo que contar y que enseñar, como si por fin después de habernos desvanecido en una noche, el sol nos acariciara por la mañana y nos meciera en una lancha en mar abierto, secara todas nuestras lágrimas y curara todas nuestras heridas, contar una cicatriz más, como cuando niños presumíamos los raspones que el juego y la libertad iban coleccionando y que aún nos hacen contar esas historias de golpes y caídas ahora con una sonrisa en nuestra cara. 
De algo estoy completamente segura, no sabemos porqué nos topamos con tal o cuál persona, porqué hemos dejado de sentir lo que tanto sentíamos por alguien, porqué nos han hecho sentir en abandono, porqué las personas mueren jóvenes o sufren enfermedades cuando han sido las mejores, porque todo se transforma tan inesperadamente cuando nos sentimos más seguros, en el fondo tengo la certeza de que el universo y dios son enormes e infinitamente incomprensibles para nuestra capacidad de entendimiento y todo lo que sucede tiene una conexión que supera la razón que las palabras otorgan. 
Agradezco por esto, estoy intentando hacer lo mejor posible porque esta vida que llevo en mis entrañas sea feliz y encuentre dentro de la tristeza motivos para seguir viviendo, para seguir amando, para transformar, hacer de toda nuestra existencia un acto poético. 
Dos corazones laten dentro de mí y sólo eso explica la magnitud del amor que siento.  
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unelephante · 6 years
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Una vez hace tiempo conocí a alguien que me dijo: "Muy pronto vas a sentir la soledad", me dio miedo. Estando en esta ciudad, lejos de los brazos de mi madre, recordé esas palabras que me parecían lejanas. Al principio fue algo duro, me corrían lagrimas por las mejillas casi a diario, me tomé el tiempo de escribir y fotografiar momentos que me hicieran sentir viva, a veces pensé que sería algo eterno, había noches en las que me salía a la azotea a mirar las estrellas y respirar hondo sólo para reconocer la magnitud de este universo y mi pequeñez, descubrí que la medida de la soledad afrontada con miedo y tristeza se traduce también a nuestro ego y nuestra falta de amor, cuando nos sentimos solos y tristes estamos aburridos de nosotros. Aprendí a descubrirme, sentarme en una sala de cine sola, ir por una nieve sola, observar, caminar a mi ritmo, ponerme bonita sólo para estar conmigo, instantes deliciosos en donde el silencio te embarga y sonríes por eso, Son tan pocos los momentos en los que el silencio puede hacerse presente en nuestras vidas que agradezco ahora esos momentos, aprendí a abrazar la soledad bien fuerte y darle gracias también por haberme encontrado para entender, para crecer.
Hoy escribo en esta página, hoy van tres cuadernos y una memoria llena de experiencias. 16 de Octubre 2016
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unelephante · 6 years
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Una vez hace tiempo conocí a alguien que me dijo: "Muy pronto vas a sentir la soledad", me dio miedo. Estando en esta ciudad, lejos de los brazos de mi madre, recordé esas palabras que me parecían lejanas. Al principio fue algo duro, me corrían lagrimas por las mejillas casi a diario, me tomé el tiempo de escribir y fotografiar momentos que me hicieran sentir viva, a veces pensé que sería algo eterno, había noches en las que me salía a la azotea a mirar las estrellas y respirar hondo sólo para reconocer la magnitud de este universo y mi pequeñez, descubrí que la medida de la soledad afrontada con miedo y tristeza se traduce también a nuestro ego y nuestra falta de amor, cuando nos sentimos solos y tristes estamos aburridos de nosotros. Aprendí a descubrirme, sentarme en una sala de cine sola, ir por una nieve sola, observar, caminar a mi ritmo, ponerme bonita sólo para estar conmigo, instantes deliciosos en donde el silencio te embarga y sonríes por eso, Son tan pocos los momentos en los que el silencio puede hacerse presente en nuestras vidas que agradezco ahora esos momentos, aprendí a abrazar la soledad bien fuerte y darle gracias también por haberme encontrado para entender, para crecer.
Hoy escribo en esta página, hoy van tres cuadernos y una memoria llena de experiencias.
16 de Octubre de 2016 
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unelephante · 6 years
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Hace muchos días que no extraño, hace muchas noches que respiro en la quietud de mi letargo, a veces no me reconozco. Pero cuando me desprendo de tus brazos con un beso, esa añoranza rara que sucede en mi cabeza al salir del espacio donde compartimos, me gusta reír y verte reír y es en esos instantes de balbucearnos uno al otro, entrecerrar los ojos y ver hacia adentro y sentir que somos y que estamos siendo, es ahí donde puedo reconocerme por completo y decir que no importan los días, ni las noches, los cuerpos, los rostros, solo me importa reconocerme en ti y un segundo sentir esa sacudida turbulenta en mi organismo que presiona la sangre y me hace sentir viva. A eso amigos es a lo que yo sencillamente y tal vez con indulgencia o inocencia, le llamo amor.
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unelephante · 6 years
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Noctuidae
Anoche mientras la narcosis ganaba batalla a mi estado de vigilia sentí la presencia de un extraño en la oscuridad, no tuve miedo, era un extraño pero hace tiempo ya me había visitado y en vez de producirme ansiedad, su presencia me ayudó a conciliar a los contendientes, cayendo en un profundo sueño, no tuve fuerzas para buscarlo u oponerme, creo que hasta sonreí al reconocerlo.
No sé cuanto tiempo pasó ni cuantas escenas transitaron por mis ojos, no sé cuantos sueños se te atravesaron, luego puedo comenzar a contar donde empieza: soñé que te encontraba en algún lugar, la pintura se desmoronaba, ya no te recordaba y es por eso que no esperaba verte ahí, fue una sorpresa que estuvieses, pude ver tus pecas, las conté reconocí su simetría, supe que eras tú, me tomaste de la mano y salimos corriendo, preguntaste porqué corría y yo no lo sabía pero ahora lo sé. Trataba de adelantar el tiempo, podríamos correr en él y que siguieras a mi lado, me sentí segura y así quería que fuera siempre. A veces lo que uno desea en sueños no se parece nada a lo que desea al despertar, algunos deseamos no despertar, deseamos no haber soñado, a veces solo deseamos. Seguí corriendo sin rumbo alguno, sosteniendo y apretando tu mano para no escaparnos el uno del otro, me hubiera gustado observarme dormida, ver si mi aprehensión se reflejaba en mi mano realmente, de repente cuando volví mi mirada a tí, ya no eras tú, me pareció mejor la idea, me alegró saber quién me acompañaba, pensé en tí, te había confundido o te había perdido en un no sé.
El extraño se introdujo en mis mejores pensamientos sobre tí, reconocí su olor fulminante, se habría convertido en mariposa nocturna, habría encontrado la manera de entrar por algún agujero, pienso que por alguno de mis oídos o mientras respiraba atrapando el olor del mismo, lo habría aspirado, ahora estaba dentro merodeando en mi cerebro, descansando en mi encéfalo, apropiándose de mis sentimientos y haciendo un batidero con ellos.
No era él quién me tomaba de la mano, tal vez era una proyección, aquel ladrón de pensamientos, un ser distinto para cada uno, en mayor o menor cantidad, sentido empático y abrumador.
Dominada por mi propia naturaleza intuitiva supe adonde me llevaría el sueño y aquí me tienes escribiendo, describiendo, sintiendo el conflicto psíquico.
Ahora recuerdo el sueño en fragmentos, llegó por la mañana, en el camino busqué una mariposa, retando a la estación a demostrarme que el extraño aparecía también de día, ya había salido de mi cuerpo, recordando mis deseos infantiles de verla y así tener señales, declaraciones vagas que le dan sentido a la vida. 
No la ví y ahí empezó todo lo que ahora termina.      
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unelephante · 6 years
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Illustrations by 中下游
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unelephante · 7 years
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El principio incontinuo
Me gusta sentarme en la cama de sábanas frías, con los rosarios de mi abuela colgados en la cabecera, entre las cortinas de organza blanca por donde se dejan ver sombras de la higuera, oliendo a naftalina. Ver las fotografías de la infancia de mi madre, y fijar mi atención en las cosas que portan las personas. Personas muertas, personas desaparecidas, que ya no existen más que en la memoria, personas que se cruzaron por la vida de mi madre sólo en ese instante rotundo de capturar una fotografía, aparecen ahí, se capturó su existencia, pero no sabemos quienes son ni de dónde salieron.
Así nos fuimos construyendo y deconstruyendo, platicando en la cocina con café caliente y papas cocidas con mantequilla, contando mis historias imaginarias durante la infancia y las historias de mi abuela durante mi juventud.
A la hora de morir vienen a nuestra memoria aquellos sucesos de nuestra vida que nos hubiera gustado cambiar y entre la agonía podemos revivirlos y cambiarlos porque el tiempo ya no existe para entonces. A veces buscamos distorcionar nuestra memoria para ser felices, además nuestra memoria es defectuosa por naturaleza, pero eso es irrelevante, modificarnos para ser felices es lo mejor, revivir las lágrimas nos mantiene en una profunda tristeza que no vale la pena vivir, sin embargo si somos capaces de contar nuestra historia de una forma distinta, podemos ser felices, contar una historia feliz sobre nosotros.
Crear un contexto diferente para el pasado, elegir ser sanados o vivir como heridos ambulantes?
La soledad tal vez es lo que nos avergüenza y nos forza a mentir. Nos preocupamos por las cosas que aún no están pasando cuando todo está constantemente sujeto al cambio, cuando esto es inevitable.
Conforme pasa el tiempo, escribir se convierte en la forma más fácil de comprenderme.
En la casa de mi abuela siempre abundaron las buenas costumbres, los buenos hábitos y modales, se nos crió para ser buenos conforme a la doctrina católica, encomendar nuestra vida a dios y a la virgen, y eso me mantuvo siendo “buena” a costa del miedo a ir al infierno, intentando ganar el cielo tragándome las malas palabras y los gritos de desesperación que a veces sentía en casa.
Soportando insultos, soportando gritos, en un ir y venir de palabras que detonaban culpa entre mi padre y mi madre, pero yo era una niña buena y por algo dios me había enviado esa vida donde sólo las historias de mi abuela me hacían escapar de las reales historias que vivía en casa.
Nos hincabamos a rezar a los pies de la cama, las rodillas dolían y el piso de madera tronaba, todo crujía, y ahí como en el muro de los lamentos repetíamos una y otra vez el padre nuestro y el ave maría, de esa manera aprendí lo que era el sacrificio, y como el dolor nos debía llevar al cielo.  Al cielo se van los que sufren y se lamentan pero ponen todo en Dios, eso pensaba, y nunca decía que no, decir no era ir en contra de la voluntad de Dios y de mi abuela, me ganaría la decepción de ambos y un desenlace infernal.
No descubrí hasta la mayoría de edad que las pequeñeces que mi abuela y yo coleccionábamos dieron la pauta a mi atención a los detalles o tal vez fue al revés pero el orden de los datos en esta historia no alteran su incontinuidad.
En muchas religiones, el alcanzar niveles espirituales más altos se logra a través de ciertos hábitos de meditación, la oración es un medio para alcanzar esos niveles y la oración repetitiva como los mantras en el budismo o los aves maría en el catolicismo se acompañan de cuentas, mi abuela coleccionaba también cuentas; cuentas y hacer cuentas, es curioso como las palabras juegan y nos remiten a distintas cosas que en origen vienen a ser lo mismo. 
Recuerdo las manos de mi abuela sus dedos moviéndose milimétricamente de una cuenta a otra mientras avanzaba su oración y así mismo recuerdo la aguja avanzando milimétricamente detenida por sus dedos entre muchas telas de distintos colores que finalizaban en hermosos vestidos que me puse una y otra vez a lo largo de mi vida. Cada vestido marcaba un suceso importante de mi vida, un cumpleaños, navidad, verano, graduación, una boda.
Siempre llegaba la tarea de enhebrar la aguja, meter el hilo por el pequeño orificio, mi vocabulario fue muy extenso en la infancia gracias a mi abuela, y la tarea principal era ayudarle e enhebrar la aguja, lo cuál era un desafío que  lograba con visión de niña, ojos nuevos y sanos decía mi abuela.
Siempre que pienso en amor se me ocurre imaginarte en la infancia, se me ocurre habernos conocido cuando éramos niños y haber jugado, haber experimentado  la vida desde ojos pequeños por los que la luz atraviesa en multiples formas y colores. Me gusta pensarte jugando entre la tierra, abrazando, llorando por cualquier cosa, demostrando el miedo a la noche o a ir a la escuela después del verano. 
Me gusta imaginar a mi abuela en su soledad, me gusta imaginar cuando tomó por primera vez la aguja y el hilo y comenzó sus clases de bordado porque cuando yo veo a mi abuela bordar veo gran amor puesto en sus ojos y en sus manos y es así que me gustaría saber como nació ese amor, tal vez quería mostrarle a su madre que podía hacer cosas hermosas.
Nunca pensé sentir lo que este año, es algo que nadie puede imaginarse si no lo recuerda, es decir, si no lo ha vivido alguna vez, y bueno uno nunca sabe que va a morirse así de pronto. La muerte puede ser cruel o puede ser compasiva, cuando es compasiva se presenta como enfermedad y te va susurrando cada noche que hay que despedirse o que hay que hacer lo que hace falta hacer, cuando es cruel nos lleva de golpe. Ninguna de las dos maneras de ser de la muerte da consuelo a los que viven, siempre duele.
Fui descubriendo que la introspección requiere de disciplina y rutina, una rutina del pensamiento, repetición, continuidad, y así es como vi a mi abuela pasar de un ojal a otro, con aguja e hilo, dejando pasar las horas, viviendo el tiempo entre costuras, rezando, meditando en esa rutina de transformación de telas, aguja e hilo.
Mi abuelo era agricultor, clasificador de algodón, irónicamente materia que procesada se convierte en tela e hilo.
En una simple libra de fibra de algodón puede haber 100 millones o más de fibras individuales. Cada fibra es el crecimiento hacia afuera de una simple célula que se desarrolla en la capa superficial de la semilla de algodón.
Recuerdo a mi abuela intentando desvestirme para meterme a bañar un invierno, yo tenía 4 años y nos reíamos al descubrir una prenda sobra la otra en mi cuerpo. Mi madre me empalmaba suéter con suéter y playera tras playera para no pasar frío, para no enfermarme, fueron alrededor de 7 prendas las que mi abuela tuvo que quitarme y los cuellos de tortuga siempre fueron lo más díficil, siempre he sido una persona muy cabezona.
Durante las primeras etapas de su crecimiento, la fibra  de algodón se alarga hasta su plena longitud como un tubo de pared delgada. A medida que madura, la pared de la fibra es engrosada por depósitos de celulosa dentro del tubo, dejando un área hueca en el centro. Cuando finaliza el período de crecimiento y muere el material viviente, la fibra se pliega y enrolla alrededor de su propio eje.
También temo que me falle la memoria, como todas las memorias que he tenido, el miedo no fue el causante de la pérdida, la pérdida fue la causante del miedo. Es por eso que las cuentas, los dibujos y las letras me permiten y ayudan a registrar mi memoria. 
Y mientras mi madre buscaba que yo fuera diferente a los demás, yo buscaba ser igual a los demás.
Me avergonzaba que me vistieran distinto y no poder disfrutar de las pequeñas cosas que la infancia te provee. Luchando contra esas ideas, luchando contra ese elitismo, a los 15 años decidí que no sería más lo que los demás querían que yo fuese. Todavía me duelen las rodillas. 
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unelephante · 7 years
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En un afán por vaciarme, escribo aquí fragmentos de mis pensamientos que leo con el paso del tiempo en mis cuadernos viejos, el enfoque siempre ha estado en la memoria, la nostalgia y en los años de infancia porque un día me di cuenta que es ahí donde los pensamientos de ahora cobran sentido. 
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unelephante · 7 years
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Hoy me senté en un café a una cuadra de mi casa, a ver los ventanales del edificio de enfrente, un edificio viejo y pintoresco de esos que huelen a libro, a páginas amarillas, a discos de vinyl, me di cuenta que llegué a la ciudad correcta en mi búsqueda, era una intención muy inconsciente de encontrar un lugar que me hiciera crear así como si de mi cabeza salieran burbujas y habría que buscar un espacio en donde el viento corriese en dirección a soplar. 
Las ciudades que inspiran, los caminos que te hacen suponerte nadie, poder perderte entre las masas y observar sin ser observado. Así es esta ciudad y anhelo que la ciudad que me vio nacer me haga sentir algún día lo que aquí siento.  
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unelephante · 7 years
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El tiempo pasaba lento en casa de mi abuela, limpiando frijol, tendiendo la ropa, enhebrando hilo en aguja, cambiando de color, separando botones y rezando el rosario, pienso en eso a veces cuando veo esta vida tan rápida que llevo, pienso en ella, en su cabello, en las oraciones que me hacía repetir antes de dormir, la paciencia que la ha llevado a recorrer todos estos años con tanto amor y ternura, es el único recordatorio de que la vida es simple.
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unelephante · 7 years
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Un pequeño cuento que hice dedicado a todos los niños y niñas que vivieron los sismos los pasados días ♥
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unelephante · 7 years
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No confundas a las mariposas con hojas caídas con plumas de ave con pedazos de papel Todas estás cosas pueden tener poesía pero recuerda.... no tienen vida
No confundas las mariposas con amores pasajeros con caricias por placer con halagos o piropos Todas esas sensaciones son humanas pero recuerda.... no tienen tiempo
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unelephante · 7 years
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unelephante · 7 years
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A veces el único y más grande llanto que uno emite en la vida es el primero, el momento en el que llegamos al mundo, más no nos es suficiente para enseñarnos a expresar el dolor. En la vida nos duelen muchas cosas pero no hay espacio para gritar, los que se atreven son valientes de enfrentarse a que los llamen locos, enfermos, al final todos sentimos dolor por desamor, por injusticia y el no poder gritar tan fuerte como cuando nacimos, nos carcome por dentro.
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unelephante · 7 years
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