"En TU propio pecho llevas tu cielo, tu tierra y todo lo que tus ojos contemplan; y si parece que no hay nada, es porque está dentro" (William Blake)
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"Puedo llegar a ser lo que veo en mí mismo. Puedo hacer todo cuanto me sugiere el pensamiento; puedo llegar a ser todo cuanto el pensamiento me revela. Esta debiera ser la fe inquebrantable del hombre en sí mismo, porque Dios mora en él" - Sri Aurobindo
Imagen: Angel of the Revelation, 1805 — William Blake
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The Grave... “La Tumba”; Robert Blair (1699-1746)

Mientras algunos sufren el sol, otros la sombra, Unos huyen a la ciudad, otros a la eremita; Sus objetivos son tantos como los caminos que toman En la jornada de la vida; y esta tarea es la mía: Pintar los sombríos horrores de la tumba; El lugar designado para la cita, Donde todos estos peregrinos se encuentran. ¡Tu socorro imploro, Rey Eterno! cuyo brazo Fuerte sostiene las llaves del infierno y la muerte, De aquella cosa temible, La Tumba.
Los hombres tiemblan cuando Tú los convocas: La Naturaleza horrorizada se despoja de su firmeza ¡Ah, Cuán oscuros son tus extensos reinos, Creciendo largo tiempo en deshechos pesarosos! Donde sólo reina el silencio y la noche, la oscura noche, Oscura como lo era el caos antes de que el sol Comenzara a rodar, o de que sus rayos intentaran Azotar la penumbra de tu profundidad. La vela enferma, resplandeciendo tenuemente A través de las bajas y brumosas bóvedas, (Acariciando el lodo y la humedad mohosa) Deja escapar un horror inabarcable, Y sólo sirve para hacer tu noche más funesta. Bien te conozco en la forma del Tejo, ¡Árbol triste y maligno! Que adora habitar Entre los cráneos y ataúdes, epitafios y gusanos: Donde rápidos fantasmas y sombras visionarias, Bajo la pálida, fría luna (como es bien sabido) Encapuchados realizan sus siniestras rondas, ¡Ninguna otra alegría tienes, árbol embotado!
Observad aquel santo templo, la piadosa labor De nombres una vez célebres, ahora dudosos u olvidados, Enterrados en la ruina de las cosas que fueron; Allí yace sepultado el muerto más ilustre. ¡Escuchad, el viento se alza! ¡Escuchad cómo aulla! Creo que nunca escuché un sonido tan triste: Puertas que crujen, ventanas agitadas, Y el pájaro hediondo de la noche, Estafado en las espinas, gritando en los pasos sombríos Su ronda negra y rígida, colgando Con los fragmentos de escudos y armas andrajosas, Enviando atrás sus sonidos, cargando el aire pesado De los nichos bajos, las Mansiones de los muertos. Despertados de sus sueños, las duras y severas filas De espantosos espectros se movilizan, Sonrisa horrible, obstinadamente malhumorados, Pasan y vuelven a pasar, veloces como el paso de la noche. ¡Otra vez los chillidos del búho! ¡Canto sin gracia! No escucharé más, pues hace que la sangre fluya helada.
Alrededor del túmulo, una fila de venerables olmos Enseñan un espectáculo desigual, Azotados por los rudos vientos; algunos Desgarran sus grietas, sus troncos añejos, Otros pierden vigor en sus copas, tanto Que ni dos cuervos pueden habitar el mismo árbol. Cosas extrañas, afirman los vecinos, han pasado aquí; Gritos salvajes han brotado de las fosas huecas; Los muertos han venido, han caminado por aquí; Y la gran campana ha sonado: sorda, intacta. (Tales historias se aclaman en la vigilia, Cuando se acerca la encantada hora de la noche)
A menudo, en la oscuridad, he visto en el camposanto, A través de la luz nocturna que se filtra por los árboles, Al muchacho de la escuela, con sus libros en la mano, Silbando fuerte para mantener el ánimo, Apenas inclinándose sobre las largas piedras planas, (Con el musgo creciendo apretado, con ortigas bordadas) Que hablan de las virtudes de quien yace debajo. Repentinamente él comienza, y escucha, o cree que escucha; El sonido de algo murmurando en sus talones; Rápido huye, sin atreverse a una mirada atrás, Hasta que, sin aliento, alcanza a sus compañeros, Que se reúnen para oír la maravillosa historia De aquella horrible aparición, alta y pavorosa, Que camina en la quietud de la noche, o se alza Sobre alguna nueva tumba abierta; y huye (¡cosa asombrosa!) Con la melodía evanescente del gallo.
También a la nueva viuda, oculto, he vislumbrado, ¡Triste visión! Moviéndose lenta sobre el postrado muerto: Abatida, ella avanza enlutada en su pena negra, Mientras mares de dolor borbotean de sus ojos, Cayendo rápido por las mejillas frágiles, Nutriendo la humilde tumba del hombre amado, Mientras la atribulada memoria se atormenta, En bárbara sucesión, reuniendo las palabras, Las frases suaves de sus horas más cálidas, Tenaces en su recuerdo: Todavía, todavía ella piensa Que lo ve, y en la indulgencia de un pensamiento cariñoso Se aferra aún más al césped insensato, Sin observar a los caminantes que por allí pasan.
¡Tumba injusta! ¿cómo puedes separar, desgarrar A quienes se han amado, a quienes el amor hizo uno? Un lazo más obstinado que las cadenas de la Naturaleza. ¡Amistad! el cemento misterioso del alma, Endulzador de la vida, unificador de la sociedad, Grande es mi deuda. Tu me has otorgado Mucho más de lo que puedo pagar. A menudo he transitado los trabajos del amor, Y los cálidos esfuerzos de un corazón apacible, Ansioso por complacer. ¡Oh, cuándo mi amigo y yo, Sobre alguna gruesa madera vaguemos desatentos, Ocultos al ojo vulgar, sentados sobre el banco Inclinado cubierto de prímulas, Dónde la corriente límpida corre a lo largo De aquella grata marea bajo los árboles, Susurrando suave, se oye la voz aguda del tordo, Reparando su canción de amor; el delicado mirlo Endulza su flauta, ablandando cada nota: El escaramujo olía más dulce, y la rosa Asumía un tinte más profundo; mientras cada flor Competía con su vecina por la lujuria de sus ropas; ¡Ah, entonces el día más largo del verano Parece demasiado apresurado, y todavía el corazón pleno No había impartido su mitad: era aquella una felicidad Demasiado exquisita como para perdurar! ¡De las alegrías perdidas, aquellas que no volverán, Cuán doloroso es su recuerdo!
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Lengua; órgano sexual que algunos depravados usan para hablar.
Isis de Abaton...
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LA ROSA:
Algo de historia…
En todas las tradiciones antiguas el símbolo de las flores se encuentra muy difundido, vinculadas mutuamente por ciertas correspondencias, uno de sus sentidos principales es el que se refiere al principio femenino o pasivo de la manifestación, es decir a Prakrti, la sustancia universal, y a este respecto la flor equivale a cierto número de otros símbolos, entre los cuales uno de los más importantes es la copa.
Como ésta, en efecto, la flor evoca por su forma misma la idea de receptáculo, y también se habla corrientemente del cáliz de una flor. Por otra parte, el abrirse de la flor representa a la vez el desarrollo de la manifestación misma.
La Rosa era un símbolo sagrado perteneciente a Afrodita en la antigua Grecia, símbolo que conservó Venus al pasar a la mitología romana, ha sido siempre símbolo de belleza, al igual que de Sabiduría y de Virtud, como lo prueba el Asno de Oro de Apuleyo, en el que el protagonista recobra su humanidad comiendo de sus pétalos.
La Rosa fue un símbolo sacro de vitalidad en la cultura Tracia, especialmente en los ritos dedicados a Sabasius, dios de los placeres. Precisamente uno de los principales festivales tracianos a favor de Dionisio (Baco para los romanos), se denominaba Rosalía.
Según la leyenda, Midas, Rey de Frigia, tenía un Jardín de las Rosas mágico, en el que cultivaba rosas de 60 pétalos, ya que sólo estas rosas eran capaces de operar ciertos prodigios.
Entre druidas y curanderos del centro de Europa, la rosa era considerada como una flor afrodisíaca, tanto por su perfume como por su esencia en forma de tisana. Pero eso no era todo, la rosa era una flor sagrada porque era un eficaz remedio contra las intoxicaciones en general y contra las alergias respiratorias.
Pero la rosa también ha sido símbolo funerario y una representación de lo efímero de la vida y la belleza.
Uno de los jardines brahmánicos de los cielos contenía una Rosa de Oro relacionada con el Lirio del Aureo Florecer, o chakra superior de la conciencia en los hombres elevados.
En el antiguo Egipto la rosa era un símbolo de regeneración, pero esta no era la rosa que conocemos en Occidente, sino la Rosa de Jericó, una flor que tiene la curiosa cualidad de “revivir”, después de seca si se la introduce en agua. La flor, de hecho, no revive, pero se hidrata lo suficiente como para ofrecer una apariencia lozana cuando esta sumergida en agua.
Plinio el Viejo recoge algunos significados de las rosas según sus colores en los distintos pueblos que visitó para realizar sus catálogos.
En este sentido encontramos que la rosa blanca representa el silencio, el secreto y la discreción. Ponerse una rosa blanca en los labios indicaba guardar silencio, y ponérsela sobre la oreja indicaba no hacer caso de las palabras escuchadas.
La rosa amarilla significaba tristeza, duelo, nostalgia o pérdida, y a menudo se utilizaba para romper una relación o para iniciar una disputa.
La rosa roja generalmente estaba relacionada con el amor, pero también era tomada como un símbolo de guerra, amenaza o advertencia.
La rosa azul, inexistente como tal, era una flor legendaria relacionada con los fantasmas, los muertos, el más allá y toda surte de maravillas y sortilegios.
En la mitología griega podemos encontrar una explicación de los colores de la rosa, que según ellos era solo blanca en un principio y simbolizaba el secreto sacralizado por Cupido para contener los amores de Afrodita. Pero Adonis se atrevió con la Diosa y al buscarla entre las rosas blancas se pinchó con sus espinas y su sangre convirtió a algunas rosas en rojas flores cómplices del amor.
Para las culturas semíticas entre ellas la hebrea, la rosa simboliza la apertura de mente o los cuestionamientos. En este sentido los pétalos de las flores han servido desde hace milenios para contar preguntas, proponer enigmas, y llevar la cuenta de cualquier serie de oraciones. En este sentido el rosario católico es una herencia de las flores de antaño.
Las alfombras de pétalos de rosas en algunos Templos se utilizaban para sacralizar el suelo y preservarlo de los malos espíritus.
En el norte de África y en el Cantar de los Cantares, la rosa representa el acto sexual, especialmente el que se desarrolla entre un monarca y una mujer, es decir, que la rosa representa a la pasión.
La rosa, en la tradición Cabalística, también representa a Malkuth calmada y satisfecha por su unión con el Kether inferior.
La rosa de pétalos abiertos, tan frecuente en muchas catedrales, representa a la Virgen dando a luz a Cristo. La rosa también representa a Cristo como fruto del vientre de la Virgen tras la unión con el Espíritu Santo.
Un poco de simbolismo alquimico…
La antigua Sabiduría pudo muy bien conservarse y trasmitirse Sub-rosa, es decir, en secreto y debajo de la hermosura; aqui tenemos el carácter verdadero del Renacimiento, expresando y ocultando in recesu la idea humanista, o sea, la del universalismo y del eclecticismo filosófico.
Esta idea herméticamente encerrada desde un principio, pudo enseguida aparecer mas libre, clara y evidente según nos es fácil de observar cuando estudiamos el desarrollo ulterior del movimiento, cuando los DIOSES, adquieren un dominio siempre más pleno del arte y de la literatura.
La Rosa era precisamente el símbolo más apropiado y universalmente conocido de esa sustancia primera, en la cual se hallan inherentes la vida y la inteligencia Divina, y de la misma piedra filosofal, resultando de la mística labor alquímica, que la manifiesta en su grado más profundo, sublime y elevado de perfección.
Se trata de una verdadera Rosa Mística, que podría identificarse con la Virgen y Madre Divina, a la cual había de buscarse y se encontraba en la misma perfección de la sustancia y de la inteligencia, también representada por la Piedra Cúbica.
En estos tiempos en los cuales la Humanidad ve sus esperanzas menguadas, la Luz que se desvanece y se siente por momentos entre tinieblas, es prioritario que abandonando ese estado de letargo al cual la han sometido, salga a la búsqueda del reencuentro de una serie de ideales y de “valores espirituales” a fin de ingresar a una nueva, mas elevada y más profunda percepción, visión y conciencia de la realidad, todo esto simbolizado precisamente por la Rosa.
Se trata de subir, elevarnos sobre nuestra personalidad ilusoria, sobre el actual reflejo de nuestro Yo, en una mejor realización operativa de nuestro ser verdadero, utilizando cada piedra con la que hemos tropezado, como grada para ascender más arriba.
Animados por un motivo ideal, impersonal y superior, haciendo el bien, como mejor podemos, según nuestro propio discernimiento y capacidad, trabajando desinteresadamente por el bien de los demás; alli, precisamente allí es cuando palpita la Rosa cual corazón radiante impulsando los estados superiores de conciencia e inundando de armonía y paz a nosotros y nuestro entorno, somos uno con la esencia, somos esa Rosa palpitante, sudamos sangre, portamos la vívida esencia de la ARMONIA y el SERVICIO, compartimos el pan de la Sabiduría y el vino de la vida, alimentamos y somos alimentados, vemos y somos vistos, alcanzamos y somos alcanzados por el estado de Gracia y avanzamos en el camino de la Luz del cual somos inundados.
Esa realización satvica, que llena la conciencia de Paz y Felicidad, es el Verbo encarnado, la Rosa Mística, el hombre que se encuentra a si mismo en su propia, divina realidad, que se reconoce en la Imagen Eterna e Incorruptible de su propia perfección inherente, que no puede ser afectado, herido o limitado por ninguna circunstancia exterior, es el Botón de la Rosa, el pimpollo cuyo florecimiento manifiesta plenamente esta verdad en nuestro mundo causativo interno y en el mundo exterior de los efectos.
Entonces la Perfección y la Plenitud Eterna de la Realidad trascendente reflejase naturalmente en aquella Rosa de la Vida, que es el Alma que se halla en el centro de toda manifestación individual, asi dicha Rosa se transforma en la Rosa Filosófica, por medio de la cual la Gran Obra ha llegado al deseado objetivo.
El satva impuro de la vida vegetativa se ha purificado, pasando al estado tamásico de putrefacción y el rajásico de destilación, convirtiéndose en el satva superior que es la propia virtud trsmutadora del “lapis philosophorum”.
Es pues suficiente una partícula mínima de esa Piedra o Rosa Filosófica, proyectandose sobre cualquier metal que se halle en estado de fusión, o sea, este suficientemente calculado por la Fe, a la cual acompaña su hermana la Esperanza, cuyas presencias hace posible la resurrección de la Caridad, para que esa proyección en que se hace manifiesto el Amor Divino, la convierta en el Oro de su pura y eterna Perfección Espiritual, elevándola de esta manera por encima del plan de lo corruptible, entonces el Corazón, la Rosa Filosófica, aquella que no se marchita ni se corrompe, por expresar la Perfeccion Infinita, rebosa de gozo, y nace la espontánea aclamación que saluda a esa Divina Presencia Salvadora, derramando el Perfume Inmortal de lo Eterno y toda la vida se hace consciente proyección redentora de la Luz y del Poder que de ella emana.
Esta es la alquimia verdadera que realmente merece ser nombrada ARS REGIA sinónimo de Raja Yoga, su propio cuerpo es el athanor y la materia prima, y en sus aspiraciones el fuego natural que obra sobre aquellos consigue finalmente reducir dicha “materia” al estado de áurea pureza espiritual, ennobleciendo íntegramente la manifestación individual, acercándola mas a la imagen y Semejanza de Dios, que constituye la verdadera e intima naturaleza del Ser.
Vitriolvm
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El AMOR y la HUMILDAD dos lámparas maravillosas
Hace unos días hablando con una gran amiga, que sobre estos temas destila sabiduría con una humildad que trasciende por completo este plano, me decía: Vitri, “el AMOR”, “el AMOR” es fundamental en el proceso de transmutación del ser humano, gracias a él la semilla que se nos ha confiado es capaz de morir a si misma y en el seno de la tierra dar paso a una nueva vida, una vida que se elevara de forma rauda y bella.
Y reflexionando con calma sobre dichas palabras, con gran alegría confirmábamos una vez más como la Sabiduría preside la construcción de nuestro propio Templo Interior, de echo hasta el mismísimo Salomón fue sometido a prueba: “Pide lo que quieras y yo te lo daré” (1 Reyes 3-5), le dice Dios, a lo cual Salomón triunfa de la tentación.
No pide nada para él (Salmo 115-1), desea la Sabiduría (1 Reyes 3-8) para distinguir el Bien del mal. Nada más que esto!.
Y es que, es ante esta actitud que suele abrirse el “Umbral” y el espíritu del Creador con su Amor colma el corazón, es “el Éxtasis” al cual algunos místicos y Maestros llaman “el rapto divino”, todo esto se puede alcanzar a través de la HUMILDAD, rompiendo los hábitos del ego para contraer así una alianza sagrada.
Como los cautivos de la subterránea caverna descrita en “La República”, percibimos únicamente, con la espalda vuelta a la luz, las sombras de los objetos, y creemos que son realidades actuales. Si en esta vida material nos esforzamos por evitar entregarnos absolutamente a los sentidos, estas ilusiones despertaran en nosotros la reminiscencia del mundo superior “en el que ya hemos vivido”.
Como me decía esta gran amiga, que aparte de amiga es una Gran Maestra: nos decía “debemos RECORDAR aquel mundo en el cual ya hemos estado”.
Una frase de apariencia sencilla pero que encierra todo un Universo en si misma, la posibilidad de alcanzar nuestros orígenes, de retornar a nuestra fuente. Allí estaba ella irradiando esa paz tan especial y exhortándonos a que tomemos con firmeza nuestro bastón de peregrino y afirmemos sin miedos nuestra presencia de hombres y mujeres de acción en la solidaridad humana, y de pensamiento en el Amor a la Humanidad, para ir en todos los términos: “a dar de beber a los que tienen sed”…
Compartir esa copa de vino, ese alimento que viene de los Dioses, preparado por el esfuerzo de los hombres, con los demás es Comunicarse, es asociarse al Todo, es entrar en la Unidad, es hacer un acto de Amor, el banquete del Amor.
Es asi que desde la miseria profana del amor, a través de las fases de nuestra propia iniciación interior a lo largo de nuestra vida, de nuestra búsqueda, pasamos de lo secular a lo espiritual, de lo vulgar a lo sagrado, este es el hilo de Ariadna que nos guiara en este sinuoso sendero, para llegar a pasar a través de la muerte partiendo Felices, pues hemos bebido el vino de la Vida hasta las últimas gotitas… compartiéndolo con Amor con quienes tenían sed….
Con el cariño de siempre,
Vitriolvm.
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Vuela...
Fluir por el Sendero... arrojando esa cosa... efímera, que llaman "yo"
En el bosque invernal... un buho despierta abre sus alas, vuela...
Vitriolvm

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Si estas deprimido, estás viviendo en el pasado. Si estás ansioso, estás viviendo en el futuro. Si estás en paz, estás viviendo en el presente.
Lao Tzu. (via spanish-quotes)
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Y qué?
"Porque estar loco es un don. Y nadie te lo puede quitar".
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Vivo como si el mañana no existiera...
columpiandome en mi propio candelabro...
sin mirar abajo...
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Algun dia recorreremos esos senderos... Una maravilla para el alma.

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Breves reflexiones de un peregrino acerca del Camino a Santiago.
"Peregrino,
Que el cansancio del Camino
nunca te impida pensar:
¿Es lo importante la meta?
¿No sera acaso el reencuentro,
con el monte, con el río,
con el rumbo que has perdido...?
¿Con el mismo Dios quizás?
Breves reflexiones de un peregrino
acerca del Camino a Santiago.
Por Vitriolvm

El Camino de Santiago a través de sus múltiples rutas nos sumerge en una corriente particularmente sagrada, capaz de despertar al peregrino a la vida espiritual.
Hemos comenzado este peregrinaje en Saint Jean Pied de Port, en Francia y en toda esta región en la antigüedad a esa "corriente espiritual" se le denominaba "wóuivré", era el nombre dado hace miles de años tanto a los ríos que "serpentean" la tierra, como a las corrientes de aguas subterraneas que "serpentean" bajo el suelo y que hoy conocemos como corrientes telúricas.
Precisamente a lo largo del Camino el peregrino va pasando etapa tras etapa por lugares en donde el hombre puede impregnarse de esta "corriente espiritual", desarrollándose en él un mayor sentido de lo divino.
En la antigüedad, el hombre no era verdaderamente hombre más que cuando sus facultades espirituales estaban despiertas.
Tales eran los Caminos que conducían a los peregrinos en rutas santas desde tiempos inmemoriales, en nuestros días estos Caminos se tornan aún más vigentes, son como una clarinada a la conciencia del ser humano que le llama a despertar, una voz que como a Lázaro le dice: "Levántate y anda".

El Camino nos abre las puertas a un "mundo viviente", en el cual moran fuerzas dinámicas capaces de ser percibidas por el peregrino que vibrando en armonía busque entrar en contacto con las fuentes primordiales de la sabiduría antigua, aquella de antaño en la que "lo sagrado" florecía como una unidad indivisible en el interior de cada ser, tiempos en los cuales el sentido de la vida y el rol del ser humano en el mundo estaban signados por la espiritualidad y la sacralidad.
El corazón del peregrino es elevado, naturalmente trascendido por una fuerza espiritual que integra plenamente el orden del mundo en su triple dimensión: "cósmica, humana y divina".
Una pléyade de símbolos y alegorías elocuentes sobre este despertar, esperan latentes a que la mirada del peregrino se pose sobre ellos, es así que nos encontramos por ejemplo el Cristo de Puente de la Reina en Navarra, donde Jesús aparece crucificado sobre una cruz que adopta la forma de la runa "algiz" (pata de oca), representando el pasaje de la oscuridad a la Luz, o sea la peregrinación en si misma.
O una multitud de "Vírgenes Negras", que simbolizan alegoricamente a la Tierra Madre que gesta a través de la influencia del cielo.
“Vírgenes Negras” que en sus orígenes primogénitos antes de la llegada del cristianismo eran representaciones de la gran diosa Isis
Nos encontramos imágenes de santos pisando dragones, una alegoría alquímica, que muestra como la energía de la materia prima, representada por el dragón se puede trasmutar en espíritu, simbolizado por el santo.
Todo el Camino en si mismo es una parábola sobre la transformación interior del peregrino.

El mensaje de los constructores sigue allí, formando parte de una interminable cadena de trasmisión de una tradición primordial y perenne que espera latente a todo peregrino para manifestarle a través de símbolos presentes en las piedras, esculturas, cruceros, relieves, vitrales, pinturas, etc, verdades trascendentes en las distintas etapas de su peregrinaje.
En este sentido ni bien comenzamos nuestro peregrinaje a través del Camino Francés al llegar a la Real Colegiata de Roncesvalles, una de las primeras construcciones góticas de España y descender a la cripta del siglo XIII nos encontramos con el decorado de su bóveda en la cual 7 líneas bien definidas en dos grupos de 4 y 3 convergen en un mismo punto que es el centro de la cripta. El Septenario presente símbolo de la encarnación, el descenso de la Trinidad divina en el cuaternario material, una vez más vemos la alegoría de la Tierra vivificada por la "corriente divina".
El Universo es un campo vibrante de energía, un "anima mundi" con sutiles correspondencias y afinidades que abarcan toda la extensión de la Naturaleza.
La Naturaleza sublime en todo su esplendor invita al peregrino a la contemplación, quien deslumbrado ante tanta grandiosidad va despertando lentamente de su letargo, comenzando a sentir en su interior la vibración de un sentimiento que no solamente crece, sino que se renueva y amplía, se trata del "Amor"
Dios comparte a través de la magneficencia de la Naturaleza lo que él es: tranquilidad profunda, paz, belleza y amor.

En Roncesvalles conocimos a Freddy quien peinaba canas peregrinamente hablando con sus más de 25 años de peregrino recorriendo a pie y en solitario los caminos sagrados que unen los principales lugares santos del viejo mundo, Roma, Santiago de Compostela, Jerusalen, Estambul, etc; la primera pregunta fue: ¿Que le motivaba durante todos estos años de peregrinaje? La respuesta fue clara y contundente: "El reencuentro con lo sagrado y con el creador, con Dios".
Freddy se sumó así a lo que sería para este humilde peregrino Vitri, un singular grupo de Maestros que a lo largo del Camino fueron apareciendo en el momento justo y perfecto para trasmitirnos valiosas enseñanzas que terminarían constituyéndose en una de las facetas más enriquecedoras del peregrinaje.
Maestros como Raúl Gómez, Freddy Niederkofler, Gina Rojas, Antonio Viayna, Cristina Murria, Jeonghyeon Oh, y otros que como muy bien lo sintetiza Phileas Foggs en su obra Laberintos y Dragones al citar a los Maestros del Camino: “eran gente normal que respondía al significado último que los orientales dan al término upa-guru: “Maestro cercano”. En consonancia con esta idea, René Guénon definía al upa-guru como “todo ser, sea cual sea, cuyo encuentro es para alguien la ocasión o el punto de partida de un cierto desarrollo espiritual; y, de manera general, no es en absoluto necesario que este ser sea consciente del papel que así desempeña”.

“Con todo mi corazón te he buscado” Salmo 119:10
El Camino es como un diamante con múltiples facetas brillantes que le brinda la oportunidad al peregrino de sumergirse en intimo dialogo con el Universo y la Naturaleza, coloca al peregrino bajo la luz de las estrellas, del Sol y de la Luna, hace que la planta de sus pies sientan el crepitar de la hierba húmeda, que sus oídos se deleiten con los murmullos del agua fresca y pura que corre a su paso por ríos y arroyos, que sus poros sientan la sutil presencia del rocío matutino y que despierte con el lenguaje de los pájaros; los cuatro elementos se arremolinan en torno a él reflejando como un espejo lo que el peregrino lleva dentro palpitando en su interior.
Tal como lo expresara el poeta Mahmud Shalistari en su obra El jardín de la rosa mística: "El mundo habita en el corazón de una semilla de mijo. En el ala de un pájaro se halla el océano de la vida, en la pupila de un ojo un cielo"
Comprender esto es alcanzar un punto de inflexión notable, pues a partir de allí nuestro peregrinaje cobra aún una dimensión mayor, un punto en el cual el camino externo deja paso al Camino Interno, a cada paso que damos avanzamos dentro de nuestro propio ser, como expresara elocuentemente el frontispicio del Templo de Delfos: "Nosce Te Ipsum", "Conocete a Ti Mismo", o en palabras de Jesús: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a Dios".

El Camino guía al peregrino sutilmente a unificar lo que se hallaba disperso dentro de su ser, a reunir lo que estaba separado.
El peregrino aprende a caminar con lo indispensable, en todos los sentidos va reduciendo el peso de su mochila, va aquietando su mente, va dejando a un lado el pasado y comienza a transitar en el ahora, en el presente, va abandonando ese vínculo con la materia y a través de todo ese proceso gradualmente entra en comunión con el Universo.
Tal como nos invita a caminar el gran maestro Thich Nhat Hanh: “Camina de manera que tus huellas soporten solo las marcas de alegría pacífica y la libertad completa. Para hacer esto, tienes que aprender a dejar ir, dejar de lado las penas, dejar de lado las preocupaciones. Este es el secreto de la meditación caminando”
El Camino trasmuta al paregrino y le permite que su alma, su espíritu y su cuerpo canten al unísono, que las estrellas de dentro bailen con las de afuera, que el Sol y la Luna se fundan en tierno abrazo y que a través de su ser recupere la armonía original entre el cielo y la tierra.
Paracelso en sus obras era claro al respecto: "Nadie puede trasmutar materia alguna, si no se ha trasmutado a si mismo".

Como expresara la gran Helena P. Blavatsky: "Vivimos en una atmósfera sombría y de desesperación, pero esto es debido a que nuestros ojos están abatidos y clavados en la tierra, con todas sus groseras manifestaciones físicas y materiales. Si en vez de esto, el hombre, "al seguir su viaje por la vida", mirara no hacia el cielo - lo cual es solo una expresión del lenguaje - sino "dentro de sí mismo", y centrara su punto de observación en el hombre "interno", entonces escaparía pronto de los "anillos de la gran serpiente de la ilusión". Su vida desde la cuna, hasta la tumba sería entonces soportable y digna de vivir..." HPB
El Camino de Santiago es un Oasis de Esperanza, pues en su senda claudican todas las diferencias humanas, religiosas, políticas, geográficas, filosóficas, raciales, etc y una energía y atmósfera fraterna une a todos los peregrinos, quienes de forma espontánea y genuina desbordan generosidad, bondad y compasión.
Es una larga y dura prueba para ejercitar nuestra Templanza, Humildad y capacidad de trabajar en ser mejores personas.
Nos enseña que la Humanidad es una sola y todos somos hermanos, que aunque no hablemos el mismo idioma, ni profesemos la misma religión, somos capaces de tomarnos de la mano y apoyándonos colectivamente vencer todos los obstáculos que se nos presenten, compartiendo los logros de cada etapa y alentándonos unos a otros para dar lo mejor de uno mismo.

Es un canto a la Esperanza de que un mundo mejor es posible; sentir esto es verdaderamente alentador.
Nos invita a ver y comprobar que la Paz, la Armonía y la Felicidad, están mucho mas cerca nuestro de lo que comunmente creemos, están allí en las cosas simples y sencillas, como el compartir un bocadillo bajo el pórtico de una pequeña hermita de un pueblo practicamente deshabitado, bajo una granizada y lluvia torrenciales que de imprevisto sorprendió a unos peregrinos que siendo de los lugares mas remotos y sin hablar el mismo idioma, se comunicaban fluidamente en el lenguaje universal que une el corazón de todos los seres humanos.
Como expresara magistralmente Antoine de Saint Exupery en su obra El Principito: "Es con el corazón como vemos correctamente, lo esencial es invisible a los ojos"
Esta preponderancia presente en el corazón de cada peregrino sincero, donde el pensamiento colectivo esta sobre el individual, traduce cierto despertar de la Conciencia del mundo.
Estamos tan absortos en crear, construir y acumular que ignoramos la chispa de la verdad, lo divino que hay dentro de nuestro ser.

En palabras del eximio alquimista Nicolas Flamel: "Nuestra obra es la conversión y la transformación de un ser en otro, de una cosa en otra, de la debilidad en la fuerza, de la corporalidad en la espiritualidad"
Nicolas Flamel a través de sus "Figuras Jeroglíficas", describe el viaje que emprendió para pedir ayuda, Luz y protección al Señor Yago (Santiago) de Galicia, en su viaje a Santiago de Compostela, a lo largo de su peregrinación comprendió el sistema secreto para alcanzar la piedra filosofal (la unión del alma con el espíritu).
Un viaje que nos permite liberarnos de nuestras angustias existenciales, exhortándonos a ir en busca de esa chispa divina que mora en nuestro interior, y que nos llama a transitar por esta vida con firmeza como seres de bondad, caminando con pasos de amor y respeto hacia los valores que dignifican a todo ser humano.
Manly Hall en su obra: La clara virtud del Zen, con gran sensibilidad y maestría expresa al respecto: “Hay una antigua leyenda de una monje santa que solía caminar por el bosque y por donde pisaba, crecían violetas.
Que algo de este misterio nos toque a cada uno. Que nuestros caminos a través de los años estén marcados con la belleza del alma, que no solo es muestra de nuestro logro, sino guía de los pasos de los que vienen detrás.
Vivir en concordia con nuestro vecino, compartir la benévola sabiduría del cielo y de la tierra, estar impulsado a servir lo bueno y y enfrentar todos los cambios con serenidad y esperanza, vivir así, cada día, es morar en el Espíritu del Creador”. MPH

Esta concepción libre de egoismos y de odios, basada en el respeto al semejante es una de las luces que guían al peregrino al igual que el lucero del alba, la estrella matutina que en cada mañana lo orienta al comenzar el día, al levantar la mirada y dar los primeros pasos rumbo a ese horizonte que no esta tan lejano, sino que se encuentra en nuestro propio interior.
Y es que como dice la frase tan popular: “Para pretender mejorar al mundo, debemos primero atrevernos a mejorarnos a nosotros mismos y actuar en nuestro entorno conforme a ello”.
En palabras de Rumi: “Es en Tí, que descubrirás a tu señor”, puesto que para que la obra de la creación se cumpla es necesario que el hombre y la mujer a través de su inteligencia, sus esfuerzos y su deseo de mejorar, participen y asuman su parte.
A lo largo de este peregrinaje, se han manifestado múltiples coincidencias y sincronías, todas ellas causalidades que al ir comprendiendo el valor enorme de vivir en el presente, se hacen cada vez más notorias
Esto sucede cuando vamos desarrollando la capacidad de alejar el ruido del pasado y de aquietar los pensamientos dirigidos hacia el futuro, allí surge en nuestro interior una armonía y una paz que nos colma por completo y nos permiten disfrutar en toda su dimensión del “aquí” y del “ahora” donde florece todo un universo nuevo de sensaciones y emociones que emanan de las cosas más simples que nos rodean y que generalmente son las más bellas.

Nos brindamos la oportunidad de abrir los ojos y comprender que todas estas causalidades, sincronías y coincidencias nos permiten entrar precisamente en un estado de sintonía con toda la creación y sentir como vibramos en su misma frecuencia, “ser uno” con la naturaleza que nos rodea, con el universo entero, en definitiva, “ser uno” con el Creador y fluir a cada paso a través de la contemplación en una excelsa atmósfera donde el amor, la bondad y la compasión como un aliento vivificante nos despierta a una nueva vida, dejando atrás el mundo de lo efímero, de lo transitorio, y gozando así de la eternidad, de la autorealización, de la liberación.
Como expresa Jiddu Krishnamurti en su obra: A los pies del Maestro: “Vosotros entráis al sendero porque habréis aprendido que tan solo en él pueden encontrarse las cosas dignas de ser alcanzadas. Los que no saben esto trabajan para adquirir riquezas y poder, pero esto dura a lo más una vida tan solo y por lo tanto no es real. Hay bienes mayores, reales y perdurables, cuando los hayáis alcanzado, ya no desearéis jamás aquellos otros”.
El Camino continúa, somos eternos aprendices, eternos peregrinos, y haciendo carne en nosotros mismos las enseñanzas adquiridas, permitiendo que las mismas fluyan en nuestro interior, siendo capaces de irradiarlas a cada paso en nuestro día a día en nuestra vida cotidiana, lograremos continuar avanzando y disfrutando de la belleza del Sendero a plenitud, mas allá de las inclemencias que se nos presenten en el mismo, nieve, lluvia, granizo, frío, cansancio, sed, etc, conscientes de que caminamos en el presente, de que vivimos en el “aqui” y el “ahora” y de que somos uno con el Creador y su creación en el amor y la bondad, pues no queda más que decir: Hermano Peregrino, Buen Camino !!!.

“Omnis qui bibit hanc aquam, si fidem addit, salvus erit”.
Vitriolvm
#Peregrino#Transmutacion#Vida#Amor#Compasion#Bondad#Esfuerzo#Templanza#Camino de Santiago#Solidaridad#Espiritualidad#Conciencia
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"Por qué ver por separadas esta vida y la siguiente si una proviene de la anterior" "El tiempo siempre es escaso para quienes lo necesitan, pero para los que aman dura para siempre" "Aún después de la noche más oscura, el sol saldrá de nuevo. Si el corazón es lo bastante fuerte, el alma renacerá con cada nuevo día. Vida tras vida; época tras época, para siempre"
Drácula 2014
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Almas Gemelas

Mas tarde o mas temprano Se encuentran por la vida Las almas gemelas que Nunca se olvidan y aunque A veces tarde para estar Unidas, aun se reconocen cuando ellas se miran
*
Mas tarde o mas temprano E irremediablemente Despiertan esas almas Del sueño subconsciente Entonces se dan cuenta Del tiempo que han perdido Buscando entre otros seres Lo que nunca han tenido
*
Mas tarde o mas temprano Quizás para que aprendan Se encuentran cara a cara Destapando sus vendas Así al descubrir que Son almas iguales Aunque estén separados Siguen siendo leales
*
Y si por el destino que A veces es tan cruel Las dos almas gemelas No se pueden querer Pueden mirar al mundo Con valentía, y decir "Todo valió la pena" "Porque aprendí a vivir"
Autor Anónimo.
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"Viaje Terrible"

En este boceto inconcluso que he llamado: "Viaje Terrible" La Dama de rojo iluminando el sendero con un faro de Luz en lo alto representa la Conciencia, la unica capaz de permitirnos encontrar la salida del infierno que se desata irremediablemente en nuestro propio interior cuando caemos presa de las bajas pasiones de los vicios, cuando las virtudes se ven menguadas y quedamos a la deriva, desorientados y pedidos. La Dama "Conciencia", con la mano derecha en lo alto porta la Luz que proviene de lo superior de lo divino, mientras que con la mano izquierda simultaneamente descarga dicha energia sobre el cuerpo ya rendido de ese ser que ha disociado lo fisico de lo sublime, lo meramente material de lo sagrado. Es por ello que ese ser yace desfallecido sobre el suelo en el plano horizontal, mientras que la Conciencia atraviesa todos los planos de manifestacion de ese ser y se eleva aun a otros que trascienden completamente ese cuerpo meramente fisico que se halla alli postrado en un lamento que como una letanía llora por la "Esperanza" que ya agoniza. La Dama tiene un pecho desnudo, pues siempre muestra su esencia tal cual es, un pecho que es simbolo de alimento y de desarrollo, pero no se trata de cualquier alimento sino de uno que como un elixir nos permite trasmutar la plomiza, gris y anodina esencia vanal de ese ser que yace a sus pies en el oro de la autorealización, de la comprension de esa chispa divina que yace en su interior y que esta representada por el faro que porta en su mano la Dama. Ambos la Dama de rojo "Conciencia" y el ser que yace rendido en el suelo constituyen parte de un UNICO ser que esta alli luchando contra sus propios Demonios interiores, al igual que como lo manifiesta Dante en su Obra "Inferno"; ese "Angel" que aparece y va guiando a Dante a lo largo de toda su Obra, atravesando mundos infernales, ambos representan las dos grandes dualidades a las que todo ser que pretenda avanzar y evolucionar debe conciliar, equilibrar y armonizar. Si miramos con atencion veremos que la Dama de rojo, lleva sus ropas sostenidas por un cinturon dorado con la forma de una "serpiente" que envuelve toda su cintura; la serpiente es simbolo máximo de la "Sabiduría" desde la antiguedad más remota, o sea en definitiva, esa "Conciencia" esta ataviada de Luz superior "farol", de Sabiduría "serpiente", por lo tanto sus ropajes que la cubren no son de índole material, sino que sus vestiduras representan en todo su conjunto esa Chispa Divina que todos llevamos dentro y que es la que mantiene siempre encendida la Luz de la Esperanza, por ello esa "Conciencia" camina a paso firme, con seguridad y con decision, dirigiendose hacia las virtudes mas elevadas. Como muestra la imagen, el cuerpo por sí solo esta lejos de poder llegar a comprender esto y permanece ajeno a toda esa realidad, no percibe siquiera que levantando su vista del suelo y elevandola minimamente podra lograr percibir los rayo de Luz que irradia ni mas ni menos que su propio interior, pero en la imagen ese ser solo mira hacia el piso, solo mira hacia afuera, se olvido hace mucho tiempo de mirarse a sí mismo, hacia su propio interior; y de alli gran parte de su lamento y de su desesperanza, el no saber como volver a conectarse con ese ser integral y lleno de vida que alguna vez él fué. Esa Dama de rojo en realidad esta dentro de ese ser, pero no puede ser vista y muchos menos escuchada o comprendida si solo tenemos la mirada puesta hacia afuera, hacia lo transitorio, hacia lo vanal. Esto es algo que las civilizaciones antiguas tenian muy claro y es un concepto que se remonta a la noche de los tiempos, representado por la célebre frase hermética: "Como es arriba es abajo", simbolizado en esta imagen por la señal clara de la Dama de rojo con sus manos, la derecha arriba y la izquierda hacia abajo. Este posiblemente sea el infierno mas atroz y desgarrante, mas voraz y destructor, el pasarse toda una vida entera sin poder llegar a conocerse a uno mismo, esta imagen es una clara representacion de ello, como decian los sabios de la antiguedad: " Nosce Te Ipsum", "Conocete a ti mismo" y los Dioses bajaran hacia Ti para colmarte de Sabiduría. Esta frase tan arcana encierra el contenido de este humilde boceto. De forma muy discreta en el angulo superior izquierdo de la imagen aparece una luna nueva simbolizando la oscuridad total que subyace en el interior de ese ser que aparece en el suelo y a su vez el faro que sostiene en la mano la Dama de rojo en el angulo superior derecho representa al Sol, una vez mas la dualidad presente, esa dualidad que siempre se manifiesta en todo ser. Por ultimo la Dama de rojo lleva una corona de laureles, simbolo máximo de la victoria, de voluntad manifestada, que permite cristalizar nuestros anhelos en bellas realidades. El boceto pretende ser una clarina, un susurro al oido para que a través de la instrospección nos reencontremos a nosotros mismos y rescatemos esa esencia divina que todos llevamos dentro y que la pongamos en accion para ser mejores personas. Con el cariño de siempre, Vitri
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