The Journey So Far:
DO:: Self isolate, wash your hands, no rimming, get enough sleep, and help at-risk groups if you are able to do so without compromising them.
DO NOT:: Go out with friends, stand closer than 6′ (1.82 m) from others, touch your face, or hold large gatherings.
Things will be weird for a while, and the news is always scary, but as long as everyone takes care and stays calm, we will all get through this together :) it’s going to be weird the next few months, but just remember to take things one single day at a time.
Deep breath, fix your posture, and take a drink of water. The world will keep on spinning, and the memes will keep on coming.
Stay safe, stay healthy, and stay sane.
~Wuxian-vs-Wangji // Krissy
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─┈ 𝗔𝗨 𝗬𝗢𝗢𝗡𝗞𝗢𝗢𝗞
⤿𝗏𝖺𝗆𝗉𝗂𝗋𝖾 𝗑 𝗇𝖾𝗋𝖽
— ¿De verdad? ¿Se puede saber qué diablos encuentras divertido en eso? —preguntó Jungkook, mientras ladeaba la cabeza y miraba con confusión la cantidad de cómic que reposaban de forma desordenada sobre la cama de humano. Yoongi bufó y le dio un suave golpe en la mano. Jungkook gruñó en respuesta.
— Me gustan los superhéroes y me gustan los cómics. No encuentro por qué deba de importarte. Además, ¿qué haces aquí? Has tomado la costumbre de entrar a mi habitación por la ventana y es realmente molesto. —Yoongi se subió las gafas frunciendo el ceño, mirando con reproche al vampiro el cual soltó una risita, mostrando sus polutos colmillos. A Yoongi siempre le parecieron fascinantes. Bueno, Jungkook en general le parecía fascinante. Sus tatuajes, su piel pálida, su pelo largo y negro, su forma de ser... aunque a veces le sacase de quicio, como era ese caso.
— Lo siento. Pero la vida de un vampiro es realmente aburrida. Tenemos todo el tiempo del mundo en nuestra mano y... buscamos hobbys. Y tú eres uno de ellos. —contestó con calma, encogiéndose de hombros.
— No hables de mí como si fuera un objeto. —con rapidez ordenó sus numerosos comics y se levantó, para dejarlos sobre su peinadora. Jungkook no le sacó la mirada de encima, y luego inspeccionó la habitación. La primera vez que conoció a Yoongi le pareció una birria de humano. Bajito, con gafas, pelo gris, sudaderas holgadas, y un gusto por los videojuegos y los superhéroes. Al principio le parecía rarito, un friki, pero ahora todo eso se le hacía tan lindo y exquisito.
Yoongi se giró luego de guardar sus pertenencias, mirando al vampiro con una ceja alzada.— ¿Y de repente te callas? —cuestionó poniendo sus manos sobre sus propias caderas. El menor de esa sala soltó una carcajada y se levantó, y en un movimiento que Yoongi catalogaría como rápido y hábil, acorraló al humano contra el mueble. Yoongi se sonrojó pero no se inmutó. Desde que en su vida Jungkook había aparecido, todo era más espontáneo. Salir con Jungkook, ser el novio de un vampiro era realmente increíble pero peligroso.
Y Yoongi jamás pensó que amaría tanto la sensación del peligro.
Un suspiro salió de entre sus labios cuando la boca del experto vampiro exploró la superficie del cuello ardiente del humano. Yoongi aferró sus manos a los anchos hombros de Jungkook, curvando suavemente su espalda ante el tacto pálido de la mano del chupa sangre en su espalda. Demonios, la temperatura corporal de ambos era tan diferente...
— Cuando te enfadas eres tan lindo... —murmuró Jungkook sobre el cuello del joven, y Yoongi gimió avergonzado. Estaba apretando su trasero—
— Siempre dices eso... —susurrar en el oído de Jungkook era una de sus estrategias para también excitarle. Y vio que funcionó cuando Jungkook gruñó y relamió sus labios. En un segundo Yoongi acabó sentado en la peinadora, con el pelinegro entre sus piernas. Aquella imagen se le hizo tan erótica que sintió que sería la presa de aquel estúpido pero atractivo vampiro.
— Estoy haciendo... uso de mi auto control para no atacarte, Yoongi... —habló Jungkook, observando con ojos de halcón sus propias manos pasearse por el plano torso del humano, a la vez que levantaba su holgada sudadera con un dibujo de algún personaje de anime— Pero no ayudas.
— ¿Acaso ves que quiera ayudarte? —respondió Yoongi con una sonrisa socarrona, y se mordió el labio inferior. Tener la apariencia de un total friki no le eximía de también tener su lado juguetón. Jungkook rió y poco tardó en besarlo. En lamer sus labios, rozar con extremo cuidado sus colmillos en los belfos del humano. Yoongi gimió sobre la boca del vampiro. Podía notar en su entrepierna cómo la ajena se presionaba. Era un bulto que ansiaba tocar. Así fue. Bajó su mano a la entrepierna de Jungkook y tocó, abrazando a su vez las caderas del mismo con sus propias piernas.
La camisa de Jungkook cayó al suelo, la sudadera de Yoongi quedó colgada de su brazo, no se la había quitado del todo. Los pantalones de Yoongi volaron a la cama y seguido de ellos, los de Jungkook. Desnudos, con la habitación fundiéndose junto a ellos en calor, el mueble crujiendo cada vez que Jungkook arremetía contra el interior de Yoongi.
— ¡J-jungkook! —gimió el humano. Su izquierda aferrada al borde del mueble, y su derecha rodeando los hombros del vampiro— ¡Ah! ¡Ugh! —inclinó su cabeza hacia atrás, curvando su espalda y con gotas de sudor resbalando por cada curva de su cuerpo.
El vampiro lo observó cómo si observara la más hermosa obra de arte que jamás haya visto. Yoongi era precioso. Su piel enrojecida, sus piernas temblantes, sus labios entreabiertos, sus ojos aguados de placer, su cabello alborotado, sus manos aferrándose para sostenerse... Jungkook gimió con fuerza, embistiendo con velocidad pero a su vez con una delicadeza que no había reconocido antes. Había tenido muchos amantes, pero Yoongi... Yoongi era especial.
Sus manos se aferraron a las piernas del peligris, y observó el punto de unión de ambas anatomías. Yoongi se percató de eso y entre gemidos sus mejillas se coloraron más. Jungkook se preguntó si de vergüenza o calor.
— No mires ahí... bobo... —gimoteó Yoongi, escondiendo su rostro en el cuello del vampiro—
— Lo siento... —besó su mejilla, e hizo sus movimientos más lentos. Yoongi gimió en su oído, y movió sus caderas en círculos como sabía que a ambos le gustaba. Jungkook tenía gestos tan cálidos y cariñosos, que se olvidaba que era un vampiro y que a veces era un completo idiota. En momentos así, en la mirada que el de tatuajes le mandaba, sabía que no era simplemente sexo casual. Eran novios, eran amantes y eran el todo para el otro.
Ambos gimieron. El mueble chocaba contra la pared con cada embestida, Jugnkook había dejado varios arañazos en los glúteos de Yoongi. La piel de ambos congeniaban en sudor y escalofríos.
Gritaron juntos con la llegada del orgasmo. Yoongi gimiendo el nombre de su novio y Jungkook apretando su mandíbula y dientes, estremeciéndose.
─┈─┈─┈
Terminó de vestirse, colocándose la chaqueta y apartándose de un rápido movimiento de mano los mechones oscuros que obstruían su vista. Miró a Yoongi dormir plácidamente envuelto en sábanas. Su cuerpo estaba adornado de marcas y chupetones. Jungkook sonrió de lado. Ese pequeño friki tenía un lado salvaje que Jungkook jamás se arrepentiría de haber descubierto. Miró la hora y borró su sonrisa. Suspiró con hastío y se inclinó sobre la cama, apoyando una rodilla en la misma y dejó un beso en la mejilla del humano.
— Te amo, friki. —susurró tan bajito que ni él mismo se oyó.
Sin más, se dirigió a la ventana y salió por allí.
─┈─┈─┈─┈
— ¿Por qué sigue vivo? —una voz gruesa habló, inundando ese despacho de colores rojos y oscuros.
— No he tenido tiempo. —mintió Jungkook, con la mirada clavada en el suelo.
No se atrevía a levantar la mirada. No se atrevía a mirar al dueño de esa voz, de ese lugar, de esa mirada que podía sentir, como si le cortara la piel poco a poco. Escuchó un suspiro y un chasquido de lengua.
— No sé por qué me mientes. Sabes que sí has tenido tiempo. —el rechinar de madera contra el suelo se hizo oír, y Jungkook tragó saliva frunciendo el ceño. Sabía que se había levantado de su asiento— Estoy harto de darte más tiempo. Tengo otros chicos que estarían encantados de ese trabajo que TÚ me pediste. ¿Acaso me ves cara de imbécil haciéndome malgastar el tiempo?
— No, señor. —negó Jungkook y levantó por fin su mirada—
— Te doy dos días más, Jeon Jungkook. Si en dos días ese humano no está muerto, lo pagarás muy caro. Mi tiempo es oro, es dinero. Y no permitiré que un vampiro incompetente como tú lo arruine todo ¿Entendido? —el dueño de esa voz enfadada señaló al vampiro. Jungkook apretó su mandíbula y sus puños y asintió sosteniéndole la mirada.
— Entendido, señor Kim Namjoon. Prometo que traeré el cadáver de ese humano y lo dejaré sobre este escritorio. —mintió, pero eso no lo sabía ese rubio de ceño fruncido.
— Eso espero, Jeon. Eso espero.
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