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Ja. Tiempo sin vernos. Un poco más maduro, con deseos de vivir al parecer, aún amante de escribir tonterías. ¿Algo por agregar? No creo.

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Desborde narrativo #1.

Cae la lluvia, la noche corre apresurada, ella más que nadie sabe lo que se avecina, el clímax de la violencia llama, el fragor de las armas sacude, la ansiosa necesidad de sangre, lágrimas y dolor masturba las mentes y nubla los pensamientos, se está al borde de la guerra.

Pero, ¿la guerra contra qué?

¿Todos?

¿Es el mundo el enemigo?

¿O, solo se está en medio del baile del universo, las apuestas de los dioses y la paranoia de quien los creo a ellos?

No se puede responder eso, las tropas avanzan, los hombres marchan, la niebla se disipa, los cuerpos posados en el suelo, casi bellos, atravesados por balas, espadas, palabras, o simplemente derribados por su emoción.

Queda ahora el palacio, su majestad mira con desdén como el mundo muere, y ríe. Ríe salvajemente. Ríe con todo lo que sus pulmones le pueden dar. Ríe con vehemencia. Ríe con su corazón abierto. Ríe sabiendo lo que provoco. Ríe por que sus palabras envenenaron la fuente en que animales y hombres bebían.

El cielo, oscuro, cierran los dioses el velo, para “sorprenderse” de todo lo que son capaces de hacer sus juguetes. Las madres lloran, los padres hacen de su pecho un nudo. En tiempos de paz, un hijo entierra a sus padres, en la guerra, los padres entierran a sus hijos.

La potencia bélica, más grande que nunca ahora, ostentosa, desfila en la pasarela que es el campo de batalla. Muestra sus curvas. Se desnuda y permite que le violen. Da su espectáculo a los impávidos ojos de los demás mortales. Algunos disfrutan, elevan su cabeza y torturan a los prisioneros que tocaron sus puertas. Alimentan las sacas de muerte y desesperación de su señora.

El campo. La ciudad. La villa. El viñedo. Todo está derribado. Todo ha caído. El ultimo bastión de esperanza se convirtió en el lugar donde unos y otros se pelean para sobrevivir. Se acabó. Se terminó la matanza. No hay nadie. No hay nada.

¿Se puede considerar como el reinicio forzoso del mundo?

¿Existirá alguna vez un registro de ello?

¿Habrá orgullo después de ello?

Las mentes se ven asaltadas con dudas. Pero pensar se deja para luego. Solo importa sobrevivir. Solo importa sobrevivir.

“Solo importa sobrevivir.”

En letras de sangre se leen esas palabras. En los rescoldos de la magia el viento las susurra. Fueron las últimas palabras del último hombre cuerdo que jamás existió.

Solo importa sobrevivir.

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Estupideces en WhatsApp.

"Día 176.

Estar en este lugar a veces es bueno, las tres comidas del día, cama, techo, libertad para pensar, solo necesito eso, no me gusta tener Prozac en mi cuerpo, no me gusta que me lleven a que el doctor tome muestras de mi sangre, no me gusta que me aten a las mesas, no me siento comodo, siento un aura pesada, por qué el doctor siempre llega de noche? Por qué el doctor intimida tanto a la gente? Por qué el doctor no cambia? Llevo acá años, y lo veo igual de esbelto, por qué el doctor tiene esa mirada pérdida pero sensual? Por qué todos acá desean charlar con el doctor por horas? No entiendo, y me da miedo, quiza el lea esto, por favor, tenga piedad de mi y de todos, regalenos su presencia un poco más, regalenos su aura, parece que no queremos salir de acá por qué nos haría extrema falta su presencia."

-Lectura de la bitácora de un paciente del Psiquiátrico a cargo de Ludwik Thorton, analizada por Catherine Tramel, quien luego empezó a sentir algo similar a lo descrito en esos libros, que tanto pudo influenciar el doctor? Me pregunte mientras fumaba mi pipa.

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Atípico

Tiempo sin vernos, espero no me extrañaran, o al menos no mucho, estuve al borde de volarme la cabeza varias veces, paso a saludar, y a recordarles que los odio a todos, por ser parte de la sociedad, y los amo por ser humanos, pueden seguir durmiendo en paz.

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Estacionario.

Sigo aquí, sentado en la banca, con frío, la lluvia golpea fuerte, me dijiste espera, y acá sigo, tengo miedo, tengo hambre, tengo tanto que decirte, acá sigo, vendrás pronto, no? Te espero, eso me pediste.

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Texto 39.

Soy un cuchillo sin filo que atraviesa las inocentes mentes de los que se atreven a acercarse lo suficiente como para verme con sus regodientos ojos, con sus despectivas miradas, soy el vacío que sienten en el estómago cuando algo no va bien, soy ese silencio que anuncia la muerte o la caída, soy el ángel que tiene el ala rota y la mirada perdida, soy el caos de la noche y el calor pernicioso de los días, soy sombra, soy dolor, soy penas, soy un hombre que ya no es hombre, soy un muerto que corre por la tierra de los vivos anhelando volver a casa.

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hola, ¿cómo estás?, quería preguntarte algo, tu has sido infiel? si tienes ahora a alguien, ¿lo eres? saludos

Hola querido anónimo, tengo pareja actualmente, y no, no le he sido infiel, y en mis planes está seguir así, mientras estemos juntos.

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Texto 38.

Soy un producto de tu imaginación, y de la imaginación de muchos otros, existo debido a que soy pensado, soy una entidad que vive en los corazones de esas personas y absorbe sus males, me manifiesto bajo su pensamiento o necesidad, estoy para satisfacer sus deseos, no es el mejor oficio, ni el más fácil, pero para esto me crearon, me expongo ante mis creadores para cumplir sus órdenes y pedidos, solo existo cuando soy requerido, necesitado o invocado, soy ese sello que reprime su dolor, soy el dolor encarnado en una fácil salida, como una corbata que puedes quitar y tirar a la basura para comprar otra nueva, soy el vacío.

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Texto 37.

Mi tristeza es progresiva, cada minuto crece, exponencialmente, masiva, imponente, pero no es regresiva, el tiempo no se la lleva consigo, tiene conservantes, estimulantes artificiales y un poco de drogas alternantes con ella para no irse, creo que soy un hostal cómodo para ella, le gusta estar en mi, mi piel se torna seca, mis ojos se cierran lentamente y mis pupilas se hacen más oscuras, me encorvó y en silencio grito mi pena, contengo mis lágrimas, hago lo posible para no estallar en público, y en casa, en mi cuarto, no puedo dejarlo salir, no quiero que la soledad me acose en medio de mi tristeza, mi soledad que me mira, desnudo, enfermo y cansado, siente placer de verme así, soy un fetiche para su placer y una página más para su libro, la noche llega, y con ella mi alma se quiebra en pedazos, se oscurece mi aura y la gente que me ve se extraña, me ignoran, voltean y se van, se alejan de mi, soy una peste más para la decadencia de esta sociedad, deberia al menos poder finjir, controlarme, pero no puedo, no tengo capacidad de controlarme a mi mismo.

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Texto 36.

Miró mi pasado, miró los momentos que me pudieron llegar a hacer feliz, miró quien era, y me miró con odio, por qué ahora me considero más natural, finjir que hago parte de la sociedad, de esta forma en la que se me ve es doloroso, odio, pero no odio al humano, me odio a mi, por ser tan despreciable para mi mismo, hay cosas en las que he mentido, otras no, se oír, se escuchar, puedo escuchar a la gente que necesita hablar, pero odio tener que hacerlo para sentirme en una sociedad, odio necesitar sentir que soy parte de algo, en pocas palabras, me odio, y deseo mi muerte espiritual, quiero renacer como quien en realidad soy, con mi naturaleza y mis deseos reales.

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¿Por qué te alejaste? Yo te quiero mucho 💔

Es difícil responder. O mejor dicho, no hay una respuesta

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Título.

Estoy tan dispuesto a oir a quien me desee hablar que oigo hasta lo que no desearía oir en silencio, el silencio define mi vida, el silencio define quién soy, mi silencio perturba, mi silencio ayuda, mi silencio otorga, mi silencio me evita discusiones y me las trae a la misma vez, soy quien causa el silencio incómodo de tanta gente, soy quién llega sin sonar, soy quien se va sin ser notado, oigo a todos, cuando me desean hablar, pero quien puede oírme a mi, quien puede saber que siento, que no siento, que deje de sentir, que me duele, que me afecta, que me llevo a decidir ser un silencio, que me obliga a no hablar, que me hago para no hablar, como me torturó diciendome a mi mismo al oído todo lo que querría decir, como me duele tener tanto guardado, mi silencio grita por ser oído.

Mi silencio me matara, moriré en silencio, viviré en silencio.

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Que puedo decir al respecto?

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Me gustas... Bueno me gusta tu mente

Ocupado, lo siento.

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¿Sus últimos textos son para alguien en específico? Saludos

Nunca escribo para alguien

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Texto 35.

En medio de una calma asociable al efecto de las drogas en mi cuerpo me acomodo la ropa, la siento pesada, quiero desnudarme, pero hacerlo del todo, soltar mi alma de sus ataduras corporales, quiero hacer un viaje solo, sin cuerpo ni preocupaciones, ansío sanar mi alma enferma, y que mejor modo de hacerlo que usar mis sentidos, llevo mi cuerpo al éxtasis para dormirlo del todo y dejar que mi alma fluya libre en este río místico que veo en cada corriente del aire, la madrugada me sorprende, más me encanta, ver como el sol sale de la oscuridad, me inspira, me motiva y me hace sentir cálido, más vivo, extrañaba esas sensaciones, al sentirme abrumado de esfuerzos, de obligaciones y de mi mismo, necesitaba liberar este cuerpo mortal de si mismo, hoy, ahora, un nuevo comienzo o una nueva ruta, con un alma descansada, puedo atreverme a decirte lo que siento, o describirte cuanto siento por ti y por todos, soy un ser sensible, y siento tu dolor y el de todos, lo absorbo para mi, y así lentamente hago mi parte para un mejor mundo.

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Texto 34.

Dulce princesa de mi eterna noche, torturó mi mente deseando conocer cada rincón de ti, tu fisionomía, tu escultural figura y belleza me traen ansiosamente trastocado, pasando mis noches en vela suponiendo posibilidades de un encuentro, más no uno de carácter sensual, bien sabes ya que tu figura me enloquece, pero no es mi principal atracción por ti, deseo, ansio y quiero penetrar tu mente, embriagarme en tus ideas, absorber algo de tu carácter, hundir mi cabeza en la tuya y encallar en tu conocimiento, en pocas palabras y sin tantos adornos, quiero conocer a la mujer dentro de ese cuerpo, quiero conocer ese cuerpo, quiero poder decir que conozco algo que no sean partes de mi mismo, ni suposiciones de otros, conocer de verdad, perder mi pureza o aumentar mi perversión, lo que suceda primero. No quiero sonar acosante, atollante o algo disonante, solo busco complacer tu voraz apetito de lectura, satisfacer y cruzar los límites que se me proponen y llevar tu mente al clímax y mi escritura a su mejor nivel.