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Propósito
"Es la vida que nos tocó vivir"
Una vida tejida con fragmentos de ilusiones, esperanzas, sueños. Una vida guiada por el deseo de supervivencia que se manifiesta en momentos de idealización efímera, en destellos fugaces de felicidad que se inmiscuyen en el sufrimiento cotidiano y la incertidumbre del mañana.
Nos ciega la eterna persecución de nuestra libertad, la constante disonancia en nuestras cabezas causada por el ruido ensordecedor de la opresión de lideres que priorizan sus intereses sobre nuestras vidas y nos llevan a un conformismo enfermizo. Hemos aprendido a vivir al margen, cuidando nuestras espaldas, adaptándonos al sistema a expensas de nuestra humanidad.
Nadie hace nada porque a nadie le interesa; se nos ha dicho que tenemos que creer en un presente difuso, sin ver los errores del pasado, sin buscar ese futuro que se desvanece en espejismos. Ellos disfrutan lo que su privilegio le ha quitado al pueblo, y mientras tanto, hay sangre de inocentes en las calles y en los campos, hay miles de fantasmas que anhelan ser rescatados, hay millones de voces gritando por ayuda. Pero no hay respuesta, no hay justicia, no hay paz.
Y sin embargo es nuestro sacrificio lo que los mantiene en el poder, nuestra sangre, sudor y lágrimas sobre los cuales han construido su imperio. Cada gota derramada es un recordatorio del precio de nuestra libertad y nuestras vidas, de la lucha que, aunque amarga, es inherente a nuestro destino.
¿Es acaso justo? No, no lo es.
Somos aquellos que, en medio de la adversidad, caminan con una fuerza inquebrantable. Y seguimos sobreviviendo, creando mundos paralelos donde nada duele jamás, donde cada herida puede cicatrizar y cada lucha se transforma en un canto a la vida. Porque esa es la vida que nos tocó vivir, una vida de esclavitud consensuada, donde nuestro único escape son nuestras ilusiones, esperanzas y sueños. Ilusiones que se diluyen en la violencia cotidiana, esperanzas que se ven truncadas por balas perdidas, sueños que sabemos, jamás se harán realidad.
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Apolo y Dafne
Te he buscado en el eco del tiempo, en la memoria de los ríos, en la brisa que roza mi piel como una caricia que nunca termina. Tal vez fuimos Apolo y Dafne en otra vida, en algún rincón olvidado de la eternidad, donde tus pasos fueron hojas y mis manos, sol incandescente. Corriste, no por miedo, sino porque así estaba escrito, el castigo divino que nos fue impuesto. Me llamaste sin voz, te miré sin luz, y aún así, te encontré en cada árbol que susurraba tu nombre.
Pero ahora no hay constelaciones ni dioses que nos condenen a la distancia. Ahora somos sólo luces errantes, sombras entrelazadas en una marea de lo que podría ser. ¿Recuerdas? Rozamos nuestra existencia en los pliegues del destino, siempre al borde, siempre al límite de una verdad que no se nos permite tocar. Y sin embargo, te siento en cada vida, en cada cielo que he cruzado, en cada luz que ha iluminado mi camino.
¿Es esto amor, si no buscas poseer mi alma? ¿Es esto deseo, si no arde en llamas sino en pétalos de jacarandas que se acumulan a nuestro alrededor? Tal vez en esta existencia hemos elegido no saber el final. Tal vez el milagro no fue encontrarte, sino reconocerte en cada estrella, en cada palabra que nunca digo pero que llevo en la piel como una historia secreta. Si alguna vez supimos el desenlace, he decidido olvidarlo. Porque si en otra vida fui fuego y tú raíz, en esta quiero ser sombra y tú viento. Quiero amarte como las constelaciones aman la noche: desde la distancia, pero sin dejar jamás de iluminarte.
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La resistencia
En medio de la destrucción, desafiando una ciudad asolada por la plaga que llevaba en su aire, el sonido de la herrumbre al filo de la espada de la sororidad, aguacero de balas de gas lacrimógeno sobre la morada sin techo de despiadadas guerreras, amortiguando el inquieto clamor de la justicia, tan inminente como un trueno.
¿Dónde estabas?
¿Que hacías cuando los falsos profetas bajaron de las fisuras del cielo y te hicieron creer que la culpa era de los que resistían?
¿Dónde estabas cuando miles de inocentes murieron a diario por querer ser libres y ser escuchados en este mundo?
¿Dónde estabas cuando el hambre y la peste azotaban a esos niños que tus ideologías obligaron a nacer y a parir?
Tal vez en la comodidad de tu privilegio, ignorando en completo silencio el ruido de la injusticia afuera. Asintiendo con cada palabra del "padre" como si sus versos nunca catalizaran el discurso de odio fuera de las paredes de su pequeña morada.
¿Dónde estabas cuando el mundo necesitaba una espada cubierta de fuego para quemar las iglesias y las ideologías impuestas? Tal vez mudo, diminuto como una brasa moribunda; la misma ceniza que avivó la guerra, el mismo silencio que instigó la caída de la libertad de aquellos a los que llamaste desobedientes y reprendiste para que se quedaran callados.
Pero no más.
Ya no.
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1.36
Una idea tras otra ronda mi cabeza
Sin darme tiempo de digerir la primera la segunda se quiere imponer.
¿Es que soy un loco que pretende ser poeta?
¿O un poeta que loco pretende ser?
¿Será que el sentido de la vida es crear?
¿Y hacer poesía es mi forma de darle sentido a la vida?
Quizás sea una escapatoria de la realidad
De este laberinto de deudas y dudas
A veces no recuerdo bien quien soy,
Y dudo muchas veces de en quien me he convertido
A veces solo quiero vivir el presente y el hoy,
Abrir mis alas y volar tan lejos de aquí.
A veces es más sencillo dejarme consumir
Por las fauces de su luz y su hambriento brillo,
No luchar contra la corriente, dejarme ir
Y ser un recuerdo más plasmado en el olvido.
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Día 7: Reacción Quimica
4 años tarde... El primer haiku con el que termino oficialmente Escapril 2020
~•~
Almas se funden,
en un crisol de pasión,
amor eterno.
~•~
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Humanidad
Los humanos son criaturas extrañas. Se atreven a proclamarse como guardianes de la paz, y con ese mismo aliento clavan las uñas en la carne de sus semejantes. Sus corazones fueron hechos para latir al ritmo del amor, sí, pero como un péndulo, oscilan entre la ternura y la brutalidad. Construyen y destruyen en una misma danza; siembran la paz y la guerra en un mismo suelo, como si sus manos no supieran distinguir entre lo sagrado y lo prohibido.
Un simple vaiven de su voluntad es capaz de encender luz en la más recondita oscuridad. Sin embargo, esa misma luz que les enseñó a crear, los ha encendido con una llama insaciable, capaz de consumir todo cuanto tocan. Los impulsa hacia adelante, pero también los arrastra al abismo, un ciclo interminable que convierte el dolor en su lenguaje común, y donde siempre, siempre, se levantan sombras a su alrededor. La corrupción es una mancha tenaz que se adhiere a sus sueños, desdibujando la pureza de sus intenciones y dejando tras de sí un rastro de cenizas.
La justicia, ese ideal noble que alzan como bandera, se transforma en un arma en sus manos. La ambición los ciega, y pronto convierten la ley en un instrumento de poder y control, mientras la verdad se convierte en un eco que se desvanece, cada vez más lejano, hasta volverse inaudible. Lo buscan todo, pero no encuentran nada. Sus valores, en principio tan sólidos, se diluyen, dejando poco más que promesas incumplidas.
Así son ellos: una contradicción andante, crearon ángeles y demonios que reflejan tal disonancia en su alma, desafiando toda lógica, toda esperanza. Caminan por la tierra como en una marcha sin fin, sin dirección clara, sin comprender que en su misma esencia llevan las semillas de su redención y su perdición. Tal vez, en algún rincón de su caótico ser, aún exista un destello que los libere de sí mismos.
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XXX. Mañana
Mañana, al adentrarme en la entropia de la vida
A las 6:00 AM
Notar�� cómo el sol se cuela entre las montañas lejanas
Pintando de oro los callejones y las aceras
Mientras las sombras desaparecen bajo mis pies.
Mañana, al detenerme frente al bullicio en el tren
A las 7:30 AM
Observaré a los niños corriendo a la escuela
A sus madres, sonriendo en el espacio que comparten,
Como destellos de luz en medio de la algarabía urbana.
Mañana, al adentrarme en el laberinto de pasillos
A las 12:00 PM
Me sorprenderá el arte plasmado en cada rincón
Los rostros que cuentan historias de vida y sueños
Transformando lo cotidiano en algo extraordinario.
Mañana, al cruzar por el parque adornado de flores
A las 18:00 PM
Percibiré el aroma fresco que el viento trae consigo
Acariciando mis sentidos con su suave brisa
Y despertando en el alma la alegría del atardecer.
Mañana, al llegar finalmente a casa
A las 20:00 PM
Llevaré conmigo el recuerdo de tantas bellezas
Que aunque son la rutina acostumbrada de cada día
Siempre logran despertar en mi un destello de esperanza.
See you next Escapril!
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XXIX. Cómo existir
Estoy convencido de que la mejor manera de vivir esta vida es hacerlo como si vivieras en el mundo Pokémon.
Lo primero y más importante: debes tener un propósito (así sea "inalcanzable"). Por ejemplo: ser un maestro Pokémon, ser un investigador Pokémon, ser cuidador, ser un coordinador de concursos Pokémon. Debes tener un propósito que te motive a aprender y mejorar.
Debes encontrar un equilibrio entre el idealismo y la realidad. Si te dejas enamorar por los ideales, puedes acabar esforzándote mucho sin alcanzar logros. Si te dejas consumir por la realidad, puedes acabar perdiéndote posibilidades inesperadas en tu vida.
En el camino compartirás viajes largos y encuentros con personas que, aunque tengan sueños diferentes, estarán transitando (en ese momento) el mismo camino que tú. Debes aprender a decir adiós. Despedir a esos compañeros (así sean muy importantes y tengan una gran conexión) es parte de aceptar y promover los sueños de cada uno.
Existirán algunos casos donde los sueños y los viajes se conjugan de tal manera que lo más natural es seguir juntos. Sin sacrificios, sin condiciones, sin estrategias.
Sé competitivo. Vas a competir en todos lados, en las artes, los deportes, en las ofertas. Incluso en las relaciones escogemos luego de comparar posibilidades. Encuéntrale la pasión a competir.
Rendirse no es, nunca, una opción. Aunque comiences con dificultades o ventajas, el único camino es entrenar, perseverar, seguir intentando. De hecho: que tu yo de mañana siempre derrote a tu yo de hoy.
Podrás ser (socialmente hablando) introvertido, extrovertido, asocial, caritativo; pero no puedes vivir desconectado del mundo natural o ser egoísta con el ambiente. La relación con la naturaleza no puede depender del altruismo.
El mundo está lleno de opciones y solo puedes escoger algunas de ellas para desarrollarlas. No sufras por quererlo todo, podrás probarlo pero cargar con eso: no. Elegir entre las posibilidades es parte de este mundo.
Hay Pokémon que te llevarán a la victoria, útiles para el viaje, algunos con los cuales creas conexiones, interesantes para solo conocer, especiales que solo verás una vez. No esperes que todos cumplan con tus expectativas, acepta sus diferentes participaciones.
Y existen tantas realidades como posibilidades. Toma decisiones, arriésgate, arrepiéntete; pero siempre actúa. Puedes planear todo en tu cabeza, pero hasta que no estés en medio de la batalla no sabrás que hubiese pasado.

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XXVIII. Cirugia
Hiciste que mi asesinato fuera bastante discreto
No desgarraste mi pecho
Al menos no literalmente, pero tu bisturí
Extirpó de un solo tajo mi corazón.
Dejarme consciente fue más cruel
Muchos prefieren morir antes que sufrir
Pero el mío fue el peor destino de todos
Quedarme esperando después de que te fuiste.
El primer corte debería haberme hecho efecto
Debí desarrollar mi respuesta inmune
Porque el abandono duele más
De los que nos dejan más de una vez.
La herida que dejaste es limpia
Jugaste conmigo así, una y otra vez
Pero me mantuviste intacto
Lo suficientemente entero para volverme a usar.
Morí de mil cortes en mi pecho
No necesitabas mi caja torácica abierta
Cuando podías simplemente romper mi confianza
Metiendo y sacando mi corazón.
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XXVII. Limite absoluto
A veces parecia que tú y yo
Estabamos al límite
Cerca del punto de ruptura.
La cuerda floja que caminamos
Se desgasto al pasar los años
Olvidamos aquellas promesas que hicimos
Cuando aún eramos niños.
Debajo de nosotros se revelaron
Las mentiras y los secretos
Y perdimos nuestro hogar
Tal vez la perdición era parte de nuestro trato
Prometimos vivir, hacer y morir
Pero siempre fuimos demasiado exagerados
Ahora sólo podemos lamentarnos.
Esta desconexión nunca parecia curarse
Nuestras fisuras se agrandaron con el tiempo
Fallamos en nuestros intentos de reparar la cuerda
Hasta que ya no encajamos en absoluto.
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XXVI. Modernidad
En cada rincón, un eco de innovación,
donde la tecnología es reina sin corona,
y el progreso es la melodía que entona
el pulso frenético de la civilización.
En la red global, se entrelazan las almas,
donde la información fluye sin fronteras,
explorando los límites de la imaginación,
y las ideas cruzan océanos sin restricciones.
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XXV. Oscuro secreto
Veo el peligro en sus ojos, pero no me importa
Dejo que me destruya en la oscuridad
Con sus ojos desnuda mis debilidades
Mientras yacemos bajo un cielo vacío
Sé que puede saborear la sangre en mi boca
Mientras me hunde sus colmillos con fuerza generosa
La adrenalina corre por nuestras venas
Caemos en picado el uno en el otro
Nadie tiene que saberlo.
Grita mi nombre en silencio
Nadie tiene que saberlo.
Ámame en secreto
Nadie tiene que saberlo.
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XXIV. Transmisión inesperada
¡Sorpresa! otro haiku
~•~
Guarda silencio
Cantan en lenguas muertas
Apaga la TV.
~•~
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XXIII. Simulación
En la frontera donde la luz artificial se desvanece
Y la oscuridad real pinta el paisaje
Él sueña con romper el sistema
Ella viste para pasar desapercibida
En un mundo donde los sueños son códigos
Y las estrellas píxeles
Ella se adorna con tesoros sencillos
Él corre con los huesos más desnudos
En la realidad donde el tiempo se ralentiza
Y los susurros del viento son melodías,
Él camina entre sombras y silencios,
Ella baila en el eco de sus anhelos.
En un universo donde el amor es un algoritmo,
Y el dolor una línea de código,
Él busca la verdad en lo efímero,
Ella anhela la libertad en lo etéreo.
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XXII. Deseo
En el abismo de la noche, donde las estrellas titilan como suspiros olvidados, y la oscuridad se entrelaza en un baile sin fin, yace una criatura de sombras y susurros, cuyos ojos no conocen el brillo de la emoción, ni su pecho alberga la llama ardiente del deseo.
Sin embargo, en lo más profundo de su ser, anida un anhelo silencioso, una búsqueda constante de algo más allá de la oscuridad que lo envuelve. Anhela los sueños que danzan en la periferia de su existencia, los susurros de la imaginación que se deslizan entre los pliegues de la realidad.
¿Qué sería sentir el palpitar de un corazón que late al ritmo de los sueños? ¿Qué sería soñar con la intensidad de mil estrellas ardiendo en el firmamento? Estas preguntas, como luciérnagas fugaces, revolotean en su mente sin encontrar respuesta. Quizás, en algún rincón olvidado del universo, pueda encontrar el eco de sus anhelos. Quizás, en el éter de los sueños, pueda hallar la respuesta a su eterna búsqueda. Y así, en la penumbra de la noche eterna, este ser sin corazón sigue adelante, persiguiendo el elusivo deseo de soñar y sentir.
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XXI. El problema de la muerte
He tenido un mal sueño, me hizo recordar que no te he visto en algún tiempo merodeando por mi cabeza y es que, ¿Cómo puedo ignorar el impacto duradero que dejaste en mí? La manera de preparar el café por las mañanas, tu hábito de hablar con las plantas, la forma en que cantabas por toda la casa mientras divagabas en memorias lejanas e incluso esa costumbre de admirar los atardeceres y agradecer al vacio. Todo esto me recuerda a ti. Hago muchas cosas de la manera que me enseñaste.
Ninguno de estos en particular son malos recuerdos, pero siempre me hacen preguntarme ¿Cuánto me parezco realmente a ti? ¿Estoy destinado a tu destino? ¿Alguna vez te irás por completo de mi?
Si mis dioses estan escuchando, quiero que cuiden de ti hasta el momento en que te vuelva a ver, si aquellas estrellas que vimos alguna vez me escuchan quiero que te digan que lo estoy haciendo bien, que tu pequeño niño busca sus sueños y que, aunque pueda sentirme perdido a veces, todavía lleva tu amor y tus enseñanzas en el corazón, sigues viva a través de mi.
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XX. Polilla
Su cuerpo, un suspiro de seda y sombra,
encierra secretos de la noche estrellada,
sus alas, pinceladas de luna y aurora,
pintan el lienzo del cielo en su danza alada.
Efluvios de misterio y delicadeza,
envuelven su vuelo en un rito de encanto,
como un poema que el viento atraviesa,
un verso en el libro del espanto.
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