Tumgik
yuvinorvix · 5 months
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Mira abajo y veras oro
Basado en la canción Lower One's Eyes
Miro hacia abajo y veo oro, miro arriba y veo el cielo cubierto en humo y las grises nubes, miro al frente y te veo crucificada, ardiendo... Justo como lo hicimos antes.
Es de día, he estado haciendo mis deberes durante este soleado día, tengo un buen trabajo como sirvienta, no me gusta realmente, ya que siempre me quedó atrás... Olvidada por las demás sirvientas del castillo, honestamente la importancia fue decayendo lentamente, ya no me interesa.
- ¿Eleanor? ¿Otra vez sola querida?
Me pregunta una agraciada mujer, Madame Lilith, ella es a quien sirvo diligentemente. Ella es una dama alta, con un plateado cabello y unos profundos ojos rosa... Ella siempre ha sido más encantadora que yo.
- Lo siento Madame Lilith...
Miró abajo avergonzada, ya que soy la última en terminar su trabajo... Nunca progreso.
- No te preocupes querida, ven.
Madame Lilith noblemente mueve su mano para invitarme a un Carol, ella me sonríe...
Le sonrió de vuelta, y tomo su mano.
- Por supuesto, Madame.
Bailó con ella, se siente como si mi alma fuera purificada, ¿pero por qué siento este pinchazo en mi corazón? No importa, solo sé que estoy con mi señora, y eso es lo que importa, solo hay que bailar en el oscuro y vacío pasillo, hasta que nuestras identidades se pierdan.
- Dime Eleanor, ¿Crees que dios realmente nos amó alguna vez a nosotras las mujeres?
Me quedé callada, simplemente le sonreía, yo no puedo opinar, sería algo blasfemo y no apropiado.
La madame se me quedó mirándome en silencio, y no dice ni una palabra más.
Madame Lilith siempre ha sido una mujer muy inteligente... Ella es diferente, no hago más que admirarla.
Eleanor, ella siempre la he visto ser excluida por los demás, ella se ve como si estuviera en luto, tal vez sea por su tan intensa mirada, o por sus ojos amarillos, los cuales cazan fríamente sin cesar. Y su pelo negro como el abismo. Es un misterio la razón, pero ella siempre me va a interesar.
- Eleanor, ven aquí. Necesito tu ayuda.
Le digo a la mujer que barre una de las muchas habitaciones lentamente.
- Si, Madame Lilith.
Eleanor deja la escoba de paja por ahí, y aparece en frente mío. Ella todavía tiene mucho que aprender, pero por lo menos es muy obediente.
Siempre me he preguntado por qué Eleanor se distancia de los demás, excepto de mi, ella me mira con una administración extraña, y aunque ella no lo sepa, yo reconozco su presencia cuando me mira de lejos.
- Querida, tengo una pregunta... ¿Tienes padres? Ya que siempre te veo sola aquí y en la ciudad... ¿Viven lejos quizás?
Eleanor se queda callada, está pensando si debería hablar o no... La veo respirar profundo y habla.
- No. No tengo Madame. Cuando era joven mi villa fue atacada, milagrosamente sobreviví y escape... Fue una masacre, y yo estoy aquí gracias a su benevolencia, mándame Lilith.
Veo a Eleanor con tristeza y culpabilidad, no debería haber preguntado algo tan sensible para ella... Pero, no se la razón, pero Eleanor me recuerda a una niña que vi años atrás, a alguien que perdoné cuando era la "La Flama Blanca."
- Sabe Madame... Cuando era una adolescente yo la vi caminar hacia el castillo del Duque, usted se veía como un lirio... Era como si toda la pureza de dios, usted la estuviera vistiendo.
¡Ah... Cierto! esta chica es tan linda que su inocencia me forzó a contratarla... No podía dejarla tirada en la calle.
[DÍAS DESPUÉS...]
El Gran Sacerdote ha llegado, no sé por qué llegó tal hombre aquí, pero verlo me da asco, un violador y manipulador. Le gustan los hombres y niños por igual, y finge inocencia mientras usa a dios como excusa... Es repugnante.
Ahora que recuerdo... Madame Lilith me dijo el nombre de la danza que hicimos hace un tiempo... Creo que era Vals, no sé de dónde la señora saca estas locas ideas... Pero ella siempre me dice que lo mantenga en secreto de la iglesia, Me alegra ser de confianza para ella...
- Señorita, ¿me permite hablar con usted en privado?
Subo la mirada y miro al Gran Sacerdote.
- ¡Oh, su santidad! disculpé mi rudeza, pero... ¿para qué necesita hablar conmigo?
- Necesito tener una charla con usted, ¿La molesto?
Sacudo mi cabeza, en negación, no puedo permitirme insultar al gran sacerdote.
- No... Por supuesto que no, lo llevaré a una habitación para que hablemos en privado...
Habitación en donde podamos hablar más en privado.
Llevo al gran sacerdote a una de las muchas habitaciones del castillo. Sinceramente, me resulta asqueroso, ¿por qué tengo que guiar a un hombre como él? A alguien tan perverso y desagradable.
Las ratas se meten entre las paredes mientras guío al gran sacerdote dentro del castillo.
- Diga… ¿por qué está con la Madame Lilith?
Él me pregunta de la nada. Me quedo parada en medio de las viejas escaleras de roca, mientras sostengo una vela, miro atrás y lo miro a los ojos.
- … Porque ella me paga bien… por ninguna otra razón…
Mentiría si esa fuera la razón por la que estoy aquí, me pagan bien, si, pero yo estoy aquí por Madame Lilith, solamente tengo ojos para ella.
- Ya veo…
Abro la puerta de una habitación rústica, es un poco fea pero muy buena para que nadie nos escuche.
Me siento en una silla y el gran sacerdote también lo hace, él me mira con una mirada seria.
- Señorita… Esto puede sonar duro e incluso cruel, pero estoy sospechando que Madame Lilith es una bruja. Usted sabe que yo, aunque tenga mis sospechas, tocar o meterse con esa mujer no es algo que pueda hacer sin pensarlo dos veces.
Me quedé desconcertada, confundida, ¿Madame Lilith es una bruja…? No…Me niego a creer tal cosa, tal… pero puede ser verdad. Madame Lilith siempre ha sido alguien extraño, nadie sabe de dónde vino, pero ella es una noble de una familia importante, pero nadie sabe el nombre de su familia.
- Así que mi petición es… ¿podría usted espiar a Madame Lilith?
Me quedé estupefacta, ¿no sería esto lo mismo que traicionar a mi señora? No… Sólo sería traición si ella realmente es una bruja, confío en mi señora.
- Entiendo… Lo haré para probar su inocencia.
Entonces veo al gran sacerdote sacar un libro de su ropa mientras él sonríe malévolamente.
- Tome, es un libro de anti brujas, me enteré que usted sabe leer gracias a Madame Lilith así que esto le podría servir, señorita.
Veo el libro con remordimiento y culpa, ¿por qué existen las brujas?... Sólo espero que no pase lo que me sucedió a mi…
- Muchas gracias, su señoría.
Y así, Eleanor empezó a ser aún más discreta cada vez que seguía y miraba de lejos a Madame Lilith. Hasta que Eleanor entró en la habitación de su señora.
Eleanor miró entre las cosas de Lilith hasta que encontró algo que ella pensó nunca volver a ver.
- ¿Por qué está esto aquí…?
Eleanor dice mientras sostiene un sombrero de bruja de color blanco con decoraciones rosadas.
- No… ¡No!
Eleanor tira el sombrero y sale corriendo. Llega al pasillo principal, Eleanor ve a Madame Lilith reunida con unas cuantas sirvientas cercanas a ella, Lilith se ve triste pero también decepcionada.
- “Eleanor” …
Lilith dice levemente mientras ve algo en las manos de Eleanor.
- ¿Por qué llevas eso?
Eleanor ve sus manos y ve el libro de anti brujas, la chica no recuerda nunca haberlo traído aquí..
- Ma…Madame… no es lo que usted cree. Yo…yo no la traicioné.
Lilith sólo mira a Eleanor con una triste decepción.
- ¿Por qué, Eleanor? ¿Por qué lo hiciste?
Lilith dice, pero el libro de anti brujas empieza a arder en las manos de Eleanor, una flama rosada…
Eleanor sale corriendo al bosque, la flama carcomiéndola entera hasta quemar su ser.
Eleanor entonces llega a la iglesia. Entra y camina hasta la oficina del gran sacerdote.
- Gran sacerdote…encontré a la bruja.
Eleanor dice con una leve sonrisa, sus ojos sin salvación y su alma quemada hasta que fuera polvo.
El gran sacerdote sonríe con una vil y aterradora sonrisa. El viejo toma una bolsa con monedas de oro y se la da a la chica.
- Toma… es tu recompensa por ayudar a Dios.
Eleanor toma el dinero y se va…
Al día siguiente Eleanor vuelve a la ciudad llevando una capa amarilla, desgarrada y rota.
Eleanor ve a Lilith, quien pronto será quemada viva.
Lilith ahora sólo tiene una mirada pacífica mientras ve a Eleanor.
- Hola, Eleanor ¿cómo estás? Espero que bien.
Eleanor le sonríe a Lilith, por fin están juntas.
- Hola, Madame. Dormí terrible después de todo no estabas.
Eleanor dice con una sonrisa mientras ve a Lilith encerrada en su celda.
- ¿Me permitiría una última danza?
Lilith se ve sorprendida pero no tiene tiempo para reaccionar ya que Eleanor atraviesa las barras de la celda con magia y baila con Lilith.
- E-Eleanor ¡un momento!
Eleanor guía el baile de forma dominante y violenta. Eleanor continúa hasta que mata a Lilith.
Entonces, Eleanor abre los ojos y ve a Lilith perfectamente bien… fue sólo un pensamiento intrusivo.
- Eleanor, te perdono.
Le dice Lilith a Eleanor con una mirada sin resentimiento.
- Yo igual, Madame, también la perdono… y si me disculpa, déjeme decirle que…la amo. La amo tanto que no la odio por quemar y destruir mi vieja aldea. La amo tanto que no la odio por matar a mi familia. Yo la amo, Madame Lilith… La bruja de la flama blanca y la bruja que ha asesinado a miles.
Eleanor dice con una sonrisa, pero Lilith se queda petrificada. Su mirada es una de arrepentimiento y miedo.
- Eleanor… perdóname… Yo-yo no sabía… Eleanor, ¡te imploro que me perdones! Yo quería escapar de mi pasado…
Eleanor sólo le sonríe a Lilith, se acerca a la mujer detrás de las rejas y lentamente le da un beso en sus labios.
- Cuídese en el infierno Madame, así que porfavor, espéreme.
Eleanor dice y después se va rápidamente. Al salir del calabozo, Eleanor le habla a los guardias.
- Empiecen la ejecución.
Eleanor después camina hacia el centro de la ciudad.
Al rato, unos guardias llegan con Lilith en una celda. La gente le tira tomates y piedras mientras le insultan.
Eleanor saca la bolsa con monedas de oro que obtuvo.
Y así, Lilith es lentamente crucificada mientras es odiada y aborrecida por los humanos a los que ayudó y cuidó.
Y finalmente, prendieron fuego y Lilith fue quemada lentamente. Su mirada sin despegarse de Eleanor quien la miraba arder como el innegable pero retorcido amor que ambas comparten.
Días después…
Eleanor va a una casa escondida en el bosque. Entra al lugar y se encuentra con un señor de mediana edad con una forja en su casa, el carbón todavía caliente.
- Disculpe, ¿es usted Sir Ares?
Eleanor le dice mientras lleva una capucha de color amarillo que cubre su cara pero sigue siendo ella.
- ¿Sí? ¿Qué necesita usted, señorita?
Eleanor sonríe y le deja en el mesón dos bolsas con monedas. Sir Ares ve su contenido y ve que en ambas hay varias monedas de oro.
- Hágame una marca de cruz en la garganta.
El hombre lo piensa, después sonríe vilmente y acepta.
- Como usted quiera, señorita. Solamente quiero que sepa que nunca volverá a decir una palabra… ¡Ah!... y dolerá un poco.
Años después…
El papa camina por un antiguo pueblo, destrozado y demacrado.
- Papa, vamos a purificar este pobre lugar infestado por esas malignas brujas.
El papa asiente con una leve sonrisa. Luego, el papa vuelve al carruaje, en donde suspira y toca su cuello, marcado con una cruz con oro fundido. Sus ojos amarillos mirando un antiguo castillo en el que una vivió alguna vez una bruja.
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