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5 cuidados a tener después de un tratamiento de conducto

Un tratamiento de conducto o endodoncia es un procedimiento que suele generar gran preocupación en los pacientes, pues además de temer al dolor del tratamiento como tal, la recuperación posterior también es motivo de angustia. 

Te contamos todo lo que necesitas saber sobre los cuidados posteriores a la endodoncia para mantener tu salud oral en óptimas condiciones y evitar incomodidades o complicaciones luego del tratamiento. 

¿Qué es una endodoncia?

Este procedimiento, también conocido como tratamiento de conducto, consiste en la extracción total o parcial de la pulpa del diente. La pulpa es la parte interior del diente, y se compone de nervios y vasos sanguíneos. 

Cuando esta parte del diente presenta una afección, ya sea debido a caries, traumatismos o erosión, es necesario realizar una endodoncia para evitar extraer el diente completo y tener que recurrir a un implante. 

Luego de extraer el tejido pulpar, el especialista debe rellenar la raíz del diente con un material específico y sellarlo de manera temporal, para luego proceder a poner un relleno que se ajuste a la forma y color del diente, pues de esta manera, permitirá que siga cumpliendo su función a pesar de no tener vitalidad. 

Existen tres tipos de endodoncia según el número de raíces que tenga la pieza dental a tratar: la endodoncia monoradicular se realiza en los incisivos centrales, laterales, caninos y premolares inferiores; la endodoncia biradicular está indicada para los premolares superiores, y por último, la endodoncia polirradicular es realizada en los molares, pues estos tienen tres o más conductos.

¿Cuándo se realiza una endodoncia?

Este tratamiento es indicado cuando la pulpa del diente presenta una infección causada por diversos factores: caries, traumatismos o erosión. Si esta infección provoca una necrosis del nervio, es en ese momento cuando se debe realizar un tratamiento de conducto.

Cuidados posteriores a la endodoncia

Luego del tratamiento, que se realiza bajo anestesia local, es necesario tener ciertos cuidados básicos para garantizar el éxito de este: 

Debes mantener una higiene oral óptima, cepillando tus dientes y usando hilo dental tres veces al día. Es importante que tengas precaución con el hilo para evitar ‘’mover’’ la pieza temporal. 

Debes llevar una alimentación en la que se evite todo tipo de comidas pegajosas (como chicles o caramelos), duras o que requieran morder con fuerza. 

Evita el consumo de alcohol y cigarrillo para evitar infecciones. 

Mastica con el lado opuesto a donde se realizó la endodoncia. 

Sigue las recomendaciones de tu endodoncista y toma los analgésicos o antibióticos que te haya recetado de forma puntual. 

Siguiendo estos consejos vas a recuperarte de tu endodoncia de la manera más rápida y saludable, y lograrás volver a sonreír con la seguridad de tener una excelente salud oral.

fuente: https://www.dentisalud.com.co/blog/cuidados-posteriores-a-una-endodoncia

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LOS QUE NO SABIAN LA HISTORIA DE COLGATE

William Colgate, la fe en Dios lo llevó a crear “Colgate”: William Colgate fue un empresario inglés que nació el 25 de enero de 1783 en la localidad de Hollingbourn, en Kent, Reino Unido. Hijo de Robert Colgate y Sarah Bowles. Siendo muy joven, emigró a Nueva York, pues se vio obligado a abandonar su hogar, ya que sus padres no podían sostenerlo, debido a la gran escasez económica en la que vivían. Con tan sólo 16 años de edad, se ganaba la vida recorriendo las calles vendiendo jabones con una caja de madera colgada al cuello. Con sus ventas, ayudaba a su mamá quien ya había enviudado, además de colaborar para la educación de su hermanita. Siendo él un joven de campo, se encontró con lo duro de conseguir trabajo en la gran ciudad, sin embargo, su fe en Dios lo ayudó a continuar en la búsqueda por superarse y prosperar.

Un día para protegerse de la lluvia, se refugió en una iglesia y escuchó cuando el predicador narraba la historia de Jacob: “E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. Génesis 28:20-22”

William, al escuchar esto, al salir se arrodilló con su cajita de jabón y oró diciendo: “¡Oh Dios!, Si me sacas de esta pobreza en que me encuentro, te prometo que durante toda mi vida daré para ti la décima parte de todo lo que gane”.

Durante la noche tuvo un sueño, en el cual escuchó una voz que le decía: “Aprende a fabricar jabones”. Tuvo fe y obedeció, ya que al día siguiente consiguió un empleo en una fábrica de almidón, jabones y velas. Llegó como mensajero, pero, por su buena conducta, fue ascendiendo hasta que aprendió a fabricar jabones.

Pronto, llegó a ser socio en el negocio del jabón; pero pocos años más tarde, se convirtió en el único propietario debido al fallecimiento de su socio. El negocio creció prósperamente, gracias a su esfuerzo y por supuesto, porque él continuó honrando a Dios con sus diezmos.

Para 1806 William Colgate descubrió la fórmula de la crema dental e introdujo los tubos de pasta de dientes, que hasta esa fecha, se comercializaban en polvo o en tarro. Por la calidad de sus productos, ya se encontraba produciendo una línea de jabones para el lavado de ropa.

Su fidelidad y dedicación a Dios le hizo prosperar y triunfar como empresario, ya que después de comenzar con el 10% de su diezmo, continuó con el 20%, el 30%, el 40%, el 50%, así, hasta llegar a dar el 90% de todas sus ganancias. Sus ventas aumentaron rápidamente con el paso del tiempo, por lo que su jabón comenzó a ser una marca reconocida en muchos hogares a través del mundo.

Colgate fue considerado el hombre más rico, sobreviviendo con apenas el 10% de sus ganancias. Fue alguien que apoyó a hombres de Dios para que se pudiera llevar el mensaje de salvación a muchas naciones.

La Universidad Colgate lleva su apellido en reconocimiento a su labor como benefactor de la institución. Además ayudó a organizar varias sociedades Bíblicas, inclusive la American Bible Society (1816).

Después de su muerte el 25 de marzo de 1857, sus hijos continuaron siendo fieles a Dios, por lo que años más tarde en 1928 y, debido a su creciente internacionalización, la compañía decide fusionarse con Palmolive-Peet, para luego terminar siendo Colgate-Palmolive.

Sin duda, esto ha dejado una tremenda enseñanza sobre lo importante que es honrar a Dios con nuestros diezmos, la fidelidad de Él hacia nosotros, y por consiguiente, poner en práctica nuestra fe, disciplina y esfuerzo. William Colgate le creyó a Dios y a sus promesas y fue PROSPERADO.

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¿Cuánta pasta dental debo usar en el cepillo?

Muchas personas tienden a poner pasta dental en toda la superficie del cepillo, influenciados por los anuncios de dentífricos

Al usar mayor cantidad de pasta dental se genera más espuma, dando sensación de una mayor eficacia del cepillado, lo cual no es cierto. Y esto es válido tanto para niños como para adultos.

La cantidad de pasta dental necesaria para que sus componentes actúen es aproximadamente una tercera parte de las cerdas del cepillo y lo que nos garantiza una buena higiene es el correcto movimiento del cepillo y del hilo dental.

Lo importante para una buena prevención e higiene bucal es el uso del cepillo y el hilo u otro elemento de limpieza interdental.

Lo que hay que tener en cuenta es que, si tenemos una meticulosa higiene con hilo y cepillo, si visitamos con regularidad a nuestro dentista de confianza, y mantenemos una dieta adecuada, casi no sería necesario ni usar pasta dental, pero si es recomendable su uso ya que llevan compuestos beneficiosos para el esmalte.

Los beneficios de las pastas dentales son:

Incorporar flúor al esmalte.

Retrasar la aparición de la placa.

Tratar la hipersensibilidad dental.

Eliminar el mal aliento.

En Clínica Zandoná te ayudamos con todas tus dudas sobre la manera de mantener la mejor salud dental y bucal.

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¿Qué diferencia hay entre respirar por la nariz o por la boca?

La diferencia es abismal, sobre todo en cómo repercute a la salud de todo el cuerpo.

Hoy comparto contigo beneficios de la respiración nasal más allá de la boca:

🔹 Al respirar por la nariz, esta hace una función de filtro para que no entren virus y bacterias, lo cual ayuda a evitar resfriados.

🔹 La respiración nasal nos permite calentar y humedecer el aire que inhalamos. Esto favorece la capacidad pulmonar.

🔹 Respirar por la nariz es fundamental para tener una buena higiene de sueño. Es decir, nos ayuda a que el descanso sea de calidad.

Sin embargo... La respiración bucal:

⚠️Seca la mucosa y baja la hidratación.

⚠️Aumenta la acidez y permite la libre entrada de virus y bacterias.

⚠️La respiración bucal provoca cambios en la postura.

⚠️El sueño no es de calidad y es común que aparezcan ronquidos o apneas.

Como ves, respirar por la nariz o por la boca tiene muchas consecuencias más allá de la boca.

Fuente: 📷 Eider Unamuno Gandiaga

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Historia de la odontología en la Antigua China

En la historia de la odontología en la Antigua China se utilizó la acupuntura para tratar el dolor vinculado a la caries dental, tres siglos después de su inicio en el antiguo Egipto, en China se utilizó la acupuntura para tratar el dolor de dientes vinculado a la caries dental.

La acupuntura se engloba dentro de las denominadas medicinas alternativas. Éstas se basan en la creencia de que en el cuerpo hay una energía que fluye a través de doce canales que pueden obstruirse, esta circunstancia es la responsable de que exista la enfermedad.

Uno de los más antiguos, es el emperador Hwang Ty, quien gracias a su libro “Nuei-King”, se le considera el fundador de la medicina china en el siglo III a. C. En el mismo, se recomendaba para tratar y aliviar el dolor de los dientes, una receta muy particular, la misma consistía en ajo pulverizado, con el cual se hacía una especie de masa que se envolvía en una tela y se introducía en el oído derecho, si el dolor dental era en el lado izquierdo y viceversa.

Otro remedio mencionado, era la mezcla de semillas de rábanos con un diente de ajo y leche para formar una bolita la cual se colocaba en el orificio de la nariz del lado opuesto al dolor.

Las bases de la medicina china, en la cual se engloba también la especialidad de odontología, se establecieron por escrito hace 2500 años. Fue siempre rica, desde de la época de Pen-tsa, primer herbario médico hasta la época de las dinastías tardías en la que el arsenal terapéutico logró reunir 2000 remedios. Estos remedios, se catalogaban en cinco categorías: hierbas, insectos, piedras, árboles y granos; se consideraban más efectivos cuanto peor era su sabor.

En la Antigua China, alrededor del siglo II a.C, ya usaban el arsénico para tratar dientes enfermos, probablemente para matar la pulpa y aliviar así el dolor de dientes, y habían desarrollado una alienación de plata para obturar caries, más de mil años antes que los dentistas de Occidente.

Esta rudimentaria pasta de plata, lo que hoy en la actualidad se llama amalgama, ya tenía su composición: 100 partes de mercurio, 45 partes de plata y 900 partes de zinc. De la trituración de estos ingredientes se obtenía una pasta que resultaba tan sólida como la plata y que utilizaba en restauraciones dentales.

En siglos posteriores, concretamente en el siglo XII ya se fabricaban dentaduras para rehabilitaciones dentales. Cuando Marco Polo viajó a China en el 1270, encontró que tanto hombres como mujeres tenían la costumbre de cubrir sus dientes con finas capas de oro, los cuales adaptaban con gran delicadeza a la forma de los dientes sonde quedaban adheridos.

No sabemos con exactitud en la actualidad si ésta práctica tenía propósitos estéticos o terapéuticos, no obstante, con seguridad, la habilidad y técnica para practicar odontología restauradora ya existía en este siglo.

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Bruxismo: 8 datos que necesita saber sobre el trastorno

Rechinar o bloquear los dientes causa dolor, dificultad para masticar e incluso fracturas dentales, y se volvió aún más común durante la pandemia de Covid-19

El nombre es extraño, pero el problema es común. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 30% de la población padece bruxismo , palabra que proviene del griego y significa “rechinar los dientes”. En la práctica, sin embargo, la condición no es solo lo que sugiere el nombre. El hábito involuntario de cerrar los dientes , como si siempre estuvieras mordiendo algo fuerte, también se considera bruxismo, y los síntomas pueden pasar desapercibidos.

Saber identificar los signos y recibir el diagnóstico correcto son los primeros pasos para afrontar el bruxismo. “Cuanto más tiempo viva una persona con dolor, más dolor tendrá. Y cuanto más tiempo hay una inflamación, mayor es el riesgo de llevar la articulación ”, explica el cirujano oral y maxilofacial Cristian Alexandre Correa, del Hospital Paulista de Otorrinolaringología. Experto en el tratamiento del dolor crónico , afirma haber visto un aumento del bruxismo durante la pandemia de Covid-19 . “Incluso los pacientes que estaban estables volvieron a tener el problema”, informa.

Un estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine , realizado con habitantes de Israel y Polonia, concluyó que los efectos negativos sobre el bienestar mental provocados por la pandemia provocaron un agravamiento de los síntomas del bruxismo. Y los resultados preliminares de un trabajo en curso en la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS) indican que los casos de bruxismo se triplicaron con creces en el período, un salto del 8% al 28%.

En opinión de Correa, cuanta más información tenga la población, mayores serán las posibilidades de buscar un profesional y recibir el tratamiento adecuado. Así que aquí hay algunos datos más que necesita saber sobre el bruxismo.

1. Hay diferentes tipos

Si en el pasado el bruxismo se limitaba al rechinar de dientes durante el sueño , hoy se sabe que va más allá. También puede ser el bloqueo de los músculos de la cara y suceder durante la vigilia, es decir, cuando estamos despiertos. “Es esa persona que se pasa el día frente al ordenador rechinando los dientes”, explica el cirujano.

2. No es una enfermedad

El bruxismo no es una enfermedad, pero puede ser el resultado de alguna patología, especialmente los trastornos del estado de ánimo . Sería una forma inconsciente de que el ser humano libere tensiones. "Cuando una persona está muy estresada, inconscientemente elige un objetivo del cuerpo para descargar este estrés ", justifica el experto. "Podemos decir que es el resultado de este mundo caótico en el que vivimos, por eso la cantidad de pacientes con bruxismo ".

3. La anatomía del bruxismo

El ser humano tiene dos músculos principales encargados de la masticación: el temporal, en el lado de la cabeza, y el masetero, en el ángulo de la mandíbula . Cuando los dientes del arco superior tocan el inferior, significa que los músculos se están contrayendo. El problema es que la naturaleza los diseñó para que se contrataran solo unas pocas horas al día, tres o cuatro como máximo. “¿Imagina a una persona que pasa ocho, nueve horas durmiendo rechinando los dientes, o pasa el día con ellos apretados? Esto genera un exceso de carga en la musculatura ”.

4. La boca abierta es ideal

La posición ideal de la boca , según el especialista, es ligeramente entreabierta, con unos 2 milímetros de espacio entre los dientes. “¿Sabes cuando una persona está viendo algo en la televisión y está tan entretenida que tiene la boca entreabierta, casi babeando? Esta es la posición ideal para relajarse ”, indica Correa.

5. Los principales síntomas

El dolor en la cara y la cabeza, o en la nuca, es uno de los síntomas más evidentes del bruxismo. En general, esta incomodidad es apretada y constante, como si alguien estuviera tocando un bolígrafo y apretando la región. Dificultad para masticar alimentos duros, agrietarse al abrir y cerrar la boca y bloquear la mandíbula también se encuentran entre ellos.

En pacientes con bruxismo activo es común la presencia de desgaste dentario, con dientes más cuadrados y planos (sin cúspides, las puntas más protuberantes de los dientes), sensibilidad y retracción de las encías. Y en todos ellos puede producirse la rotura de dientes: el masetero es el músculo más fuerte de nuestro cuerpo, capaz de aplicar una fuerza de 150 kg. Tal poder puede conducir a la fractura de dientes y prótesis dentales, que no resisten la presión.

Es de destacar que estos síntomas y consecuencias pueden aparecer solos o juntos. Y el dolor en sí mismo puede variar con el nivel de estrés: cuanto más tenso esté, más probable será el dolor.

6. El tratamiento es integrador y multifactorial

Como resultado del nivel de estrés, no existe un tratamiento para el bruxismo en sí. “Es necesario tratar lo que provoca el endurecimiento y lo que el endurecimiento provoca daños en músculos y articulaciones”, observa el especialista del Hospital Paulista. “A veces, la persona dice 'solo usa una placa para bruxismo', pero eso está mal, porque ¿Cómo va a tratar esta placa la depresión?”.

La comprensión más reciente del tratamiento proviene del área de la medicina llamada integrativa, que asume que se debe adoptar un enfoque multifactorial que varía para cada persona. Por ejemplo, si la causa del bruxismo es un alto nivel de estrés, pero sin ninguna patología asociada (como depresión o trastorno de pánico ), se recomienda adoptar actividades que busquen aliviar la tensión.

El uso de placa puede estar indicado para evitar que el paciente se fracture o desgaste los dientes. Si el dolor es muy agudo, se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios o relajantes musculares. Y hay casos en los que se puede recomendar el uso de toxina botulínica para disminuir la potencia muscular o la inyección de analgésicos directamente en los puntos dolorosos.

“Tenemos que ver el dolor más allá del componente doloroso. Si no vemos al paciente como un todo, no podemos tratar el dolor crónico provocado por el bruxismo ”, defiende Correa. “Es muy importante que la población sepa esto, porque en ocasiones van a urgencias con mucho dolor y reciben antiinflamatorios. Pero si el dolor no es de origen inflamatorio, no desaparecerá ".

7. El dolor puede durar meses

Recibir un tratamiento adecuado es importante para que el dolor no se convierta en neuropático o crónico, es decir, persista por más de tres meses. Cuando el dolor dura mucho tiempo, se producen cambios en el área del cerebro responsable de la percepción de la sensación dolorosa, lo que dificulta el tratamiento. Esto se debe a que es nuestro sistema nervioso central el que percibe el malestar: los receptores de todo el cuerpo reciben el estímulo y lo llevan al cerebro, que interpreta la información como dolor.

Si estamos constantemente expuestos al mismo estímulo doloroso, la región del cerebro que lo percibe se agrandará, fenómeno conocido como neuroplasticidad. La persona puede incluso volverse más sensible, sintiendo dolor con estímulos que no deberían causar tal sufrimiento. Para tratarlo, entonces, es necesario “reeducar” el cerebro, además de bloquear los estímulos que perpetúan el dolor.

8. Sea proactivo

Sin embargo, para deshacerse del bruxismo, es fundamental que la persona tome las riendas del cuidado. “El tratamiento integrador se basa en el principio de que si el paciente no está activo, no podremos reprimir el dolor”, dice Correa. "Pasará de médico en médico, de dentista en dentista, sin resolver el problema".