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Hermes no puedo evitar que se le escapara una carcajada cuando la Diosa de la concordia lo tomó de las mejillas, negó con la cabeza antes de responder. "Crees que esa nubecita me hizo algo. ¿Tanto me subestimas? Tch, tch, te recuerdo que soy el mensajero de los Dioses querida." Entonces el mismísimo Zeus fue quien lo llamó haciendo que las miradas de los doce se posaran sobre él, Hermes sonrió con amabilidad y se acercó a la mesa de los grandes dejando a Apolo con Harmonía. El moreno frunció el ceño viendo a la mujer

— ¡No me escribiste! ¿Donde te habías metido? Te escribí doscientas cuarenta y nueve canciones. Dio un toque al arpa para añadirle dramatismo.

En un evento poco habitual, Harmonía decidió hacerse presente en una de las numerosas festividades que iluminaban el Olimpo. El lugar se encontraba impregnado por el bullicio de risas y el júbilo desenfrenado, mientras las bebidas fluían libremente y el éxtasis de la inmortalidad danzaba de un lado a otro. Era el espectáculo cotidiano que envolvía a los dioses, eternamente entretenidos en su infinito pasar del tiempo, una celebración que resonaba con la majestuosidad y el desenfado propios de los cielos.

Entre la multitud de dioses extravagantes y envueltos en la vanidad de su inmortalidad, para Harmonía resultaba sencillo pasar inadvertida, como una brisa que se desliza sin perturbar. Con una gracia tranquila y sin mayores obstáculos, llegó hasta Hermes. En un gesto casi juguetón, tomó una de las alas que coronaban su cabeza y la jaló con delicadeza, como buscando atraer su atención. @zeus123123

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Apolo había aprovechado la vuelta a casa de Harmonía para esperarla tras la cascada, en ese lugar donde habían compartido lecho unas cuantas veces. Un palacio precioso con jardín, pero Apolo no dudó en inmiscuirse hasta llegar al nido de la mujer, lugar donde se acostó sin previo aviso para esperarla, semidesnudo. @airosoaleteo

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Deméter debería saber lo que pasa en las tierras, lo comprobé una vez cuando... Cuando se la tiró, no continuó y fue una suerte que llegaran las Diosas llamadas, Zeus saludó desde lo más alto. Afrodita. Hestia. Las llamó con el dedo para que se acercaran más antes de comenzar. Una sonrisa ambiciosa plagaba su rostro pero pensaba tomarlo con calma. ¿Qué habéis hecho últimamente? El cielo ha estado demasiado tranquilo, deberíamos volvernos más familiares...

Un sismo destrozó viviendas.

Una enfermedad acabo con el ganado de varias familias.

Animales mueren infartados. @theoldestbrother1 @zeus123123

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Tanathos estaba ajeno de lo que ocurría en el exterior, más allá del aumento de almas que cosechar que sí, se había disparado y mucho aumentando su trabajo exponencialmente. — ¿Pedir disculpas, eh? No se que alma o almas buscas pero el río Estigia es tu única oportunidad. Miró al propio suelo que pisaban, la orilla del río, las almas cruzaban con calma en dirección a los confines del inframundo donde se decidiría su destino final. Tanathos se agachó frente al agua y rozó con el dedo índice el caudal pensativo. — ¿Te sientes responsable de alguna muerte, Diosa de la concordia?

En los últimos días, la muerte había dejado una huella más persistente, como si su sombra se extendiera inexorable sobre la tierra. Harmonía, en un acto poco habitual, se encontraba en el río de las almas que fluía dentro de los vastos y solemnes dominios de Hades. La corriente, cargada con el murmullo de innumerables voces, parecía reflejar una armonía inquietante, mientras la presencia de la diosa irradiaba una mezcla de serenidad y compasión que desafiaba el sombrío entorno que la rodeaba. @zeus123123

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Hermes suspiró aburrido ante la nube de hedor extraño de Eris, agitó con la mano tratando de sacárselo mientras se echaba hacia el otro lado. Aún con eso sus orejas estaban bien abiertas escuchando ese choque de Diosas que en cierto modo era habitual. Ares estaba pendiente de Afrodita y ni siquiera paró su atención en la mesa de ellos en este punto. Zeus bebía entre risas con Poseidón y otros de los Dioses mayores así que estaban completamente alejados de la acción. ¿Qué podría pasar? — Basta las dos. Una voz suave y melodiosa resonó, la nubareda de Eris se disipó por una luz casi radiante, había llegado Apolo.

Con tono sereno quiso hacer de mediador. — ¡Estamos en una fiesta! Disfrutemos de la vida inmortal un poco y evitemos inconvenientes como este, ¿Sí? Susurró señalando al pobre semidiós muerto.

En un evento poco habitual, Harmonía decidió hacerse presente en una de las numerosas festividades que iluminaban el Olimpo. El lugar se encontraba impregnado por el bullicio de risas y el júbilo desenfrenado, mientras las bebidas fluían libremente y el éxtasis de la inmortalidad danzaba de un lado a otro. Era el espectáculo cotidiano que envolvía a los dioses, eternamente entretenidos en su infinito pasar del tiempo, una celebración que resonaba con la majestuosidad y el desenfado propios de los cielos.

Entre la multitud de dioses extravagantes y envueltos en la vanidad de su inmortalidad, para Harmonía resultaba sencillo pasar inadvertida, como una brisa que se desliza sin perturbar. Con una gracia tranquila y sin mayores obstáculos, llegó hasta Hermes. En un gesto casi juguetón, tomó una de las alas que coronaban su cabeza y la jaló con delicadeza, como buscando atraer su atención. @zeus123123

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Deméter podía ser terca, de temperamento difícil, incluso rencorosa... pero no era una mentirosa. El Dios del Olimpo comenzó a tomar en serio el asunto, quizás alguien estaba haciendo algo contra las cosechas y animales... ¿Pero quién? Vosotras dos, podéis retiraros, os llamaré de nuevo cuando tenga al culpable frente a mí, vosotras escucharéis su testimonio ante el trueno. Y lo siguiente que hizo fue llamar a cada Dios de los grandes a su presencia, lo haría en turnos de dos y los primeros fueron... Hestia y Afrodita.

Un sismo destrozó viviendas.

Una enfermedad acabo con el ganado de varias familias.

Animales mueren infartados. @theoldestbrother1 @zeus123123

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Los ojos dorados del Dios del trueno se pararon sobre la nueva figura curiosos. Una nube se materializó y de ella nació el brazo de Zeus que agarró la cesta apenas con dos dedos y la atrajo hacia sí. Entonces inspeccionó la cosecha, totalmente podrida, nadie podría comer eso. Deméter. ¿No era tu responsabilidad mantener las cosechas saludables? Su voz retumbó en el salón del olimpo como un relámpago, entonces la mano izquierda de Zeus se alzó y les indicó a las dos que se acercaran con el dedo.

Un sismo destrozó viviendas.

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— No realmente, él requiere mi presencia, parece que cada vez hay más almas en el río. El tono del Dios de la muerte era tan sereno que podía dormir a las obejas, con discrección se colocó al lado de la Diosa de la concordia y le señaló el río haciendo ver su punto. — En ese caso, ¿Cuál es el motivo de tu visita?

En los últimos días, la muerte había dejado una huella más persistente, como si su sombra se extendiera inexorable sobre la tierra. Harmonía, en un acto poco habitual, se encontraba en el río de las almas que fluía dentro de los vastos y solemnes dominios de Hades. La corriente, cargada con el murmullo de innumerables voces, parecía reflejar una armonía inquietante, mientras la presencia de la diosa irradiaba una mezcla de serenidad y compasión que desafiaba el sombrío entorno que la rodeaba. @zeus123123

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Los ojos del chico resplandecieron por la luz dorada del sol que se filtró por una de las ventanas. En esa retina se reflejó cada tajo, cada movimiento y sobre todo cada rastro de sangre que Calliope iba dejando. También quedó en la piel del niño cuando su padre murió a apenas centímetros de él, ahora yacía muerto sobre el suelo. "Eh... eh...." Estaba en shock, ni siquiera era capaz de pronunciar una palabra, veía a la mujer que le había ayudado dos minutos antes aterrado, retrocediendo un par de pasos cuando se dirigió a él y haciendo que las monedas tintinearan y cayeran por el suelo desparramadas. Todas las que él había conseguido y su padre le había quitado. No supo responder, lentamente caminó hacia su padre y bajó la vista a él antes de abrazarse a su torso. Aunque fuera el orígen de sus problemas también era su única familia y ahora... no estaba. "P-padre..." Las lágrimas cayeron por sus mejillas hasta el pecho del cuerpo de su papá, él no podía ver a la mujer en este punto, pues era un mar de lágrimas y terror.

Calliope @bloodkingflour caminaba por el pueblo cuando un chico de apenas diez años de edad se le acercó. Su cabello era negro y su piel pálida aunque con ciertas cicatrices, su ropa completamente harapiente y destrozada. "Se-señorita, ¿Me da una moneda? Por favor." @bloodkingflour

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Una sonrisa curiosa se posó en los labios del Dios que ahora comenzaba a tomarla en serio, insistirle tanto a él era... peligroso. Dices que no son depredadores naturales frente al trueno... está bien, lo investigaré. Pero si no encuentro nada tendrás que pagar un precio por esta insolencia, Artemisa. ¿Lo entiendes?

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En el instante que llegó Artemisa Zeus sonrió ¡Por fin algo más que escuchar a esta mujer despechada! Estaba sentado en su trono con aire solemnte, observando a la Diosa de la cacería desde las alturas, pues él era el más grande. ¿Artemisa, la diosa de la cacería, reclamando sobre la muerte de unos simples animales?

Su voz retumbó en el aire como un trueno.

¿Acaso no sabes que todo en este mundo tiene su ciclo? Que incluso la vida y la muerte son parte del equilibrio que nosotros, los dioses, mantenemos.

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Lo más truculento de la escena no era lo que acababa de hacer Zeus como si no fuera la gran cosa y entre risas, no, lo peor era como cada uno de los Dioses parecían aceptarlo como si fuera algo natural. Siguieron bebiendo, riendo, hablando, comiendo. Básicamente siguió la fiesta y el banquete lo que seguramente sería aún más duro para alguien como Harmonía. Hades no había aceptado la invitación y Tanathos no iría por el cuerpo hasta que terminara la fiesta. Ares estaba sentado cerca de Afrodita, pero si que buscó con una mirada a Harmonía, una mirada que parecía decirle: "Ni se te ocurra." Y es que no era el momento de enfrentar a Zeus, nunca lo era pero menos ahí, todos lo sabían. Hermes por su parte agitó la mano tratando de echar a un lado el olor a quemado pues el muerto había caído cerca de ellos, entonces volvió la vista hacia Eris y entendió la situación, como siempre había sido con ellas, se aercó con una sonrisa burlona. "¿Lo de paloma me lo decías a mí? ¡Me siento ofendido!" Hermes se tocó las alas del casco en una victimización fingida, luego posó una mano sobre la cabecita de Harmonía mientras se reía. "Oye, Eris, para ser alguien tan desordenada, parecías estar muy conosciente de que esto iba a pasar. ¿Tratas de robarme mi trabajo?"

En un evento poco habitual, Harmonía decidió hacerse presente en una de las numerosas festividades que iluminaban el Olimpo. El lugar se encontraba impregnado por el bullicio de risas y el júbilo desenfrenado, mientras las bebidas fluían libremente y el éxtasis de la inmortalidad danzaba de un lado a otro. Era el espectáculo cotidiano que envolvía a los dioses, eternamente entretenidos en su infinito pasar del tiempo, una celebración que resonaba con la majestuosidad y el desenfado propios de los cielos.

Entre la multitud de dioses extravagantes y envueltos en la vanidad de su inmortalidad, para Harmonía resultaba sencillo pasar inadvertida, como una brisa que se desliza sin perturbar. Con una gracia tranquila y sin mayores obstáculos, llegó hasta Hermes. En un gesto casi juguetón, tomó una de las alas que coronaban su cabeza y la jaló con delicadeza, como buscando atraer su atención. @zeus123123

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El señor del trueno estaba postrado en su trono, aburrido, con Hera a su lado quejándose de mil cosas como siempre hace, que martirio.

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Una sonrisa cómplice se formó en en los labios del Dios de la mensajería que de nuevo volvió a quedar sin palabras ante su amiga. "Touché." Repitió una vez más y soltó su mano con elegancia, entonces volvió a hablar muy bajito. "Entonces me veré obligado a contarte sobre el Dios que te vigila tch... Acércate, acércarte por que no te lo esperas, se trata de Ze..." Sus palabras fueron interrumpidas casi intenconalmente por el cielo tronando, las nubes se abrieron y cierta figura descendió envuelto en una capa de nubes resplandeciantes. Su cabello blanco ondeaba al viento y sus ojos dorados brillaban con el poder del rayo.

Ya llegué. ¿Me echabáis de menos? Como una exhalación el Dios de los Dioses había aparecido para presidir la mesa de los doce, una gran mesa celestial forjada en oro y mármol, suspendida en el aire. Aún así el silencio imperó en las otras doce mesas que lo miraban con solemnidad y escucharon con nitidez sus palabras sin que el Dios del Olimpo siquiera se esforzara. La mayoría de Dioses se pusieron en pie, no por obligación, sino por la fuerza natural de su presencia. Entonces con paso firme Zeus se acercó a su trono, el más alto y decorado y tomó asiento provocando que justo en ese momento los cielos se serenasen. ¡Dioses inmortales! Veo que la fiesta ha empezado sin mí… como debe ser pero... ¿de qué sirve un banquete si no hay un poco de relámpago al final? Ha-ha-ha. Un relámpago se coló por el lugar e impactó al instante en el cuerpo de uno de los Dioses menores que cayó fulminado contra el suelo, estaba muerto. Las deidades a su alrededor se llevaron las manos a la boca y contuvieron el aliento pero ninguno intentó ayudarle, después de todo ya solo era un cadáver. Creí haber dejado claro que este banquete solo era para Dioses. Pero nuestro querido Tlepólemo ha querido jugar en el campo de los mayores y ahora debe sufrir la justicia divina. Mmm, creo que ya la ha sufrido. Ha-ha-ha. ¡Sigamos bebiendo!

En un evento poco habitual, Harmonía decidió hacerse presente en una de las numerosas festividades que iluminaban el Olimpo. El lugar se encontraba impregnado por el bullicio de risas y el júbilo desenfrenado, mientras las bebidas fluían libremente y el éxtasis de la inmortalidad danzaba de un lado a otro. Era el espectáculo cotidiano que envolvía a los dioses, eternamente entretenidos en su infinito pasar del tiempo, una celebración que resonaba con la majestuosidad y el desenfado propios de los cielos.

Entre la multitud de dioses extravagantes y envueltos en la vanidad de su inmortalidad, para Harmonía resultaba sencillo pasar inadvertida, como una brisa que se desliza sin perturbar. Con una gracia tranquila y sin mayores obstáculos, llegó hasta Hermes. En un gesto casi juguetón, tomó una de las alas que coronaban su cabeza y la jaló con delicadeza, como buscando atraer su atención. @zeus123123

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Síntomas de decepción aparecieron en su rostro pero pronto cambiaron por genuino interés. "Adelante, los guerreros no tememos a nada." Respondió con fiereza enderezándose y sacando pecho, al escuchar la pregunta un escalofrío recorrió su estómago divíno instantáneamente. "Ahh, no sé, no recuerdo mucho de esa época..." Dudaba sobre si llegaron a ser más de sesenta mujeres o no, después de todo el líbido de un guerrero está por encima de la media. Es completamente normal.

ᅠᅠ❛ᅠᅠAres.ᅠᅠ❜

La majestuosa figura de Atenea avanzaba con serenidad por los pasillos que conducían hacia Ares, su tempestuoso hermano. Mientras que era común que los dioses guardaran temor ante aquel dios problemático, en ella no había rastro de inquietud ni de duda, como si una calma inquebrantable protegiera su espíritu de cualquier sombra de intimidación.

ᅠᅠ❛ᅠᅠ¿Que estás planeando?ᅠᅠ❜

@zeus123123

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El inframundo estaba especialmente silencioso ese día, pocas almas habían ido a parar para lo habitual y Thanatos sólo contemplaba el río con solemnidad cuando sintió esa presencia, extrañamente familiar.

— Diosa de la concordia.

Susurró desde la otra orilla, su voz se hacía eco en ese lugar y su tono suave y apagado podía llegar a donde él deseara.

— ¿Una visita a su tío?

Se animó a preguntar, a pesar de que nunca hacía preguntas.

En los últimos días, la muerte había dejado una huella más persistente, como si su sombra se extendiera inexorable sobre la tierra. Harmonía, en un acto poco habitual, se encontraba en el río de las almas que fluía dentro de los vastos y solemnes dominios de Hades. La corriente, cargada con el murmullo de innumerables voces, parecía reflejar una armonía inquietante, mientras la presencia de la diosa irradiaba una mezcla de serenidad y compasión que desafiaba el sombrío entorno que la rodeaba. @zeus123123

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La culpa no es algo que el Dios de la guerra sintiera a menudo, en ese momento estuvo cerca, pero nunca llegará pues el día que lo haga Ares estaría rechazando su propia esencia.

"Exageras." Respondió con simpleza.

Cuando Harmonía se posó en su trono antes que él, el Dios de la guerra dejó escapar una risa orgullosa.

"Ah, ¿Quieres un puesto en mi carro junto a mí? ¿O arrebatarme el mío? Las dos cosas me complacerían más que mil reinos que quemar y saquear."

ᅠᅠ❛ᅠᅠAres.ᅠᅠ❜

La majestuosa figura de Atenea avanzaba con serenidad por los pasillos que conducían hacia Ares, su tempestuoso hermano. Mientras que era común que los dioses guardaran temor ante aquel dios problemático, en ella no había rastro de inquietud ni de duda, como si una calma inquebrantable protegiera su espíritu de cualquier sombra de intimidación.

ᅠᅠ❛ᅠᅠ¿Que estás planeando?ᅠᅠ❜

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