Mi nombre es Jorge Herrera pero en el mundo me conocen como Chauri, soy diseñador gráfico fundador de Sentinel Studio. Me gusta aprender y averiguar cosas nuevas, soy docente y me gusta ayudar. ¿En qué puedo ayudarte?
Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
Día 21: Analogía sintética
No tengo la suficiente elocuencia, para decirte lo que me dice mi corazón, en clave morse escribe una poesía, que fácilmente podría volverse canción.
Ya no se si me estoy volviendo loco, pero hasta en mis sueños estas presente, podría decirte que solo te quiero un poco, pero no te puedo mentir, sinceramente.
Podrías decir que esto solo es una analogía sintética, pero hasta las flores ya no son de verdad, prefiero dejarte esta poesía fonética, que morirme en el intento por la ansiedad.
Tu perfume me persigue constantemente, te siento hasta en mi habitación, ya no se si soy un verdadero amante, o solo te volviste mi más loca obsesión.
No importa si solo son cinco minutos, el tiempo termina siendo algo relativo, se puede decir que el amor es subjetivo, pero se que lo nuestro es algo mutuo y bonito.
Podrías decir que esto solo es una analogía sintética, pero hasta las flores ya no son de verdad, prefiero decirte mi realidad sincrética, formada por cada recuerdo contigo a forjar.
6 notes
·
View notes
Text
Día 21: Analogía sintética
No tengo la suficiente elocuencia, para decirte lo que me dice mi corazón, en clave morse escribe una poesía, que fácilmente podría volverse canción.
Ya no se si me estoy volviendo loco, pero hasta en mis sueños estas presente, podría decirte que solo te quiero un poco, pero no te puedo mentir, sinceramente.
Podrías decir que esto solo es una analogía sintética, pero hasta las flores ya no son de verdad, prefiero dejarte esta poesía fonética, que morirme en el intento por la ansiedad.
Tu perfume me persigue constantemente, te siento hasta en mi habitación, ya no se si soy un verdadero amante, o solo te volviste mi más loca obsesión.
No importa si solo son cinco minutos, el tiempo termina siendo algo relativo, se puede decir que el amor es subjetivo, pero se que lo nuestro es algo mutuo y bonito.
Podrías decir que esto solo es una analogía sintética, pero hasta las flores ya no son de verdad, prefiero decirte mi realidad sincrética, formada por cada recuerdo contigo a forjar.
6 notes
·
View notes
Text
Día 20: Confía en mí
Estoy hablando con la luna, esperando tu gitana fortuna, que venga y me hechice con un beso, esa es la plegaria que se escucha en mi rezo.
Encontremos el cielo, es todo lo que quiero, todo tiene un comienzo, pero... tomao mi mano y vámonos de aquí, creamos un mundo nuevo, tú confía en mí.
Tu tan bonita, que las flores te saludan, la luna se pone celosa de tu sonrisa sin duda, tu sola presencia deja mi elocuencia tartamuda, para todos mis males tú eres la mejor cura.
Ven deja que cure todos tus complejos, dale una oportunidad al tiempo y vámonos lejos, que cada palabra y beso sea solo el reflejo, de querer ser eternos y juntos volvernos viejos.
Tu belleza es única, no cubras tu cicatriz, eliminemos los miedos y quitémonos la armadura, voy a llevarte hasta la luna y que conozcas el cielo y seas feliz, dejémonos llevar al paraíso en el mundo de la locura.
Sin darte cuenta le diste libertar a un preso, amante a la antigua y con un cora travieso, toma mi mano, vámonos de aquí, dejemos el pasado y permitámonos ser feliz.
1 note
·
View note
Text
Día 19: ¿Cómo es ella?
Si algún día conoces a alguien como ella date por jodido, ella es como esa canción que cantas a todas horas del día, una y otra vez, cómo esa película que quisieras volver a ver mil veces más, sin importar que te la sabes de memoria, cómo ese libro que no quieres que se termine para poder seguir leyendo sus páginas, como esa puesta de sol, que amas ver cada día en el horizonte...
Porque cuando la escuchas reír, sientes que jamás quieres dejar de oírla, porque cuando la vez cantando a tu lado, sientes que eres la persona más afortunada del mundo, porque cuando la ves despedirse al final de la calle, sientes que una parte de ti se queda con ella y porque cuando está abrazada a ti, sientes que no necesitas nada más...
Cuando conozcas a alguien como ella te darás cuenta de que ahora vive y jamás se irá de tu cabeza...
Porque así es ella y no necesitarás nada más en tu vida, otra vez.
34 notes
·
View notes
Text
Día 18: Rosas y Girasoles
El lienzo en blanco intimida entre pausas, El vaivén de la vida a veces sin causas, Coherentes, vacantes, aparentes, Razones de suspiros están ausentes.
La tensión que se vuelve inerte, Del saber que quieres pero no quieres querer, Ese latido que baja hasta el vientre, Delatando las mariposas que quieren nacer.
La luna canta su melodía de sirena, Iluminando y observando sin decir nada, Viendo como sus ojos delatan el dilema, De lo que realmente añora su alma.
Con solo simples y pequeños detalles, Escapando de la sombra del eclipse solar, Como los pétalos en tus costas y tus valles, Con luz plateada observar los girasoles brillar.
El viento viaja gritando lo que se quiere callar, Cien kilómetros desde donde empezó a transmitir, Esas curvas peligrosas de su tímido sonreír, Un sutil mensaje que describe su felicidad.
Entre rosas y girasoles se oculta el mensaje, El poeta no se distingue por su calidad de traje, Los lunares de la musa se vuelve su paraje, Más bello que cualquier otro paisaje.
6 notes
·
View notes
Text
Día 17: Mordidas (Parte 1)
Esto lo escribo más que nada para calmar mi mente que está hiperactiva, todavía no logro aterrizar lo que acaba de suceder. Estoy sentado en mi cama con las piernas recogidas y escribiendo esto con el celular, me estoy equivocando demasiado a la hora de escribir, mis manos están temblando como si tuviera párkinson. Todavía no pasa de medio día.
Ya no sé en que día de la cuarentena estamos, la única fecha que tengo muy en mi mente fue mi cumpleaños, a mediados de marzo, fue la última vez que salí de mi casa. Mi cabeza ya está empezando a imaginar cosas por estar encerrado entre las mismas paredes y tener que convivir con las mismas personas una y otra vez.
Desde hace más de una semana he estado viendo gente sobras recorrer los pasillos y la escalera de mi casa, el primero que vi fue en la sala y fue por una de las paredes que dan a la calle, caminando tranquilamente hasta perderse en donde iniciaba la ventana exterior. Todavía recuerdo como se me erizó la piel en ese momento.
Las cosas han seguido empeorando desde entonces y no sé cómo va a parar todo esto. Ayer que me fui a dormir parecía que hoy iba a ser un día como cualquier otro, sin contratiempos, tener que levantarme temprano para ponerme a trabajar frente la computadora, como todos los días. Pero no estaba nada más que equivocado.
No había pasado mucho después de las seis de la mañana y entre sueños sentí como alguien se sentó en el borde de mi cama, a la altura donde mis pantorrillas estaban. Sentí como me acariciaba la pierna con su mano, yo seguía dormido soñando con no sé qué. De un momento a otro sentí una presión sobre mi muslo, como si me estuvieran mordiendo con fuerza. Desperté bruscamente.
Al abrir los ojos confundido por la sensación de la mordida vi correr una figura humana desde mi cuarto hasta el final del pasillo, me paré como pude y la perseguí hasta la escalera donde la perdí de vista y desapareció. Después de retomar el aire me miré la pierna y tenía marcada una perfecta mordida de una dentadura completa. Lo primero que pensé es que había sido mi hermana intentando jugarme una mala broma. E intenté volver ir a dormir las dos horas restantes antes que mi despertador sonara como siempre. Más que nada para intentar calmarme y no pensar de más.
Más tarde le pregunté a mi hermana que por qué había hecho eso, lo cual ella lo negó rotundamente, por su expresión tuve que creerle, estaba tan confundida o más que yo. No me creía hasta que le mostré la mordida en mi pierna. Ya no sé que hacer, esto ha evolucionado al grado de materializarme y hacer daño físico. Viene por mí...
#microrelato#cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Misterio#Terror#Mordida#Gente Sombra#Chauri#Jorge Herrera
3 notes
·
View notes
Text
Catarsis
¿Alguna vez te has puesto a pensar sobre lo que las otras personas piensan de ti? No soy nadie para decirte que está bien o que está mal, tal vez ni siquiera siga aquí cuando se lea esto. La vida se maneja al igual que el lenguaje, tiene sus pausas, sus comas, sus puntos y seguido y sus puntos finales.
A veces no entendemos lo que nos pasa, pero muchas veces tampoco entendemos el porqué hacemos lo que hacemos. Se cree que la vida es un instante y hay que disfrutarla al máximo, como si fuera una lista de compras y debieras marcar las casillas que hiciste, y seguir un itinerario o si no sonará la campana que marca el tiempo límite.
Y eso nos enmarca en un camino o andar que inconscientemente seguimos, y si no se hace inmediatamente te tachan con mil y un adjetivos. Debes terminar esto porque es tradición, debes terminar tus estudios antes de tal edad, debes de tener novia por lo menos tantos años, debes casarte a una edad específica, deberías ser papá a tal edad, debes, debes, debes…
Si cada uno escribiera un libro con todas las historias que le han contado que debería cumplir, les aseguro que más de alguno sería Best Seller en varios países.
Es muy fácil criticar a las demás personas por lo que se muestra en redes sociales, pero realmente, ¿crees que es totalmente auténtica la personalidad de alguien en sus redes sociales? ¿O solo es un personaje que se inventaron para vivir la vida que ellos quisieran vivir? ¿Tus redes sociales son tuyas o de un personaje similar a ti?
Dicen que el pedir disculpas siempre es bueno, y el perdonar también. Pero por más que lo intentes, las cosas no se borran así de fácil, no funciona así la mente, incluso, mientras más intentas olvidarlo, más fácil te es recordar. Dicen que el agradecer siempre es bueno.
¿Alguna vez te has puesto a pensar sobre lo que las otras personas piensan de ti? Que te importe un carajo, jamás cumplirás los requisitos de los demás, siempre tendrás defectos. Que solo te importe lo que tú piensas de ti mismo.
1 note
·
View note
Text
Día 16: Desde abajo...
Había salido de la universidad, la tarde estaba lluviosa y todo el ambiente me daba ganas de llegar a mí recamara, tirarme en mi cama que siempre me relajaba y ponerme a leer durante el resto del día, sin preocuparme por comer, sin preocuparme de nada. Solo estar acostada y esperar a que mi novio me hiciera cariños y tal vez un buen masaje para relajarme y disfrutar del fin de semana que estaba comenzando.
Meto mi llave a la puerta de entrada y la giré para darme cuenta de que no estaba cerrada con llave, eso era raro, debería de estar José en la casa, siempre llegaba antes que yo. No le di importancia y me metí a la casa arrojando en la sala la mochila hacia el primer sillón que se me atravesara por el camino. Solo pensaba en ponerme cómoda.
La televisión estaba prendida, se escuchaba el canal de documentales sobre animales -no entendía como le gustaban los documentales, pero bueno- le grité que ya había llegado, no recibí respuesta.
Fue hasta ese entonces en que la preocupación se hizo presente en mí, la sensación del lugar empezó a hacerse cada vez más fría. Las ventanas comenzaron a cubrirse de una escarcha que las recorría desde la orilla inferior hacia arriba, una ráfaga de viento corría desde la puerta de entrada que se abrió de un portazo hacia la planta alta.
No quería subir, todo me guiaba hacia allá, el cuerpo me temblaba. Se empezó a escuchar ruidos extraños provenientes de la televisión, no sabía que tipo de programa era, sonaba como si alguien estuviera cambiando los canales uno tras otro a una velocidad que solo sonaban fragmentos de audio de cada uno de los programas. Subí las escaleras con precaución, el aire era tan helado que hacía que la piel se me enchinara y los bellos se erizaran.
La única luz que estaba encendida venía desde la habitación donde dormíamos, la puerta del balcón que daba al patio interior golpeaba contra sí sola. Entre con cautela, me derrumbé al suelo en cuanto salí al balcón. Las lágrimas salían de mis ojos como ríos. Era él. Ahí estaba, frío, rígido, colgando. El desasosiego, el horror, la tristeza profunda que sientes que no puedes respirar, que el corazón se te rompe y ya no palpita más. No podía apartar la mirada de él, no podía parar de llorar.
#Microrelato#Cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Misterio#Terror#Desde Abajo#Suicidio#Chauri#Jorge Herrera
2 notes
·
View notes
Text
Día 15: Mientras me quemo
Tiempo, espacio, lugar nunca han estado a mi favor, Dios, el karma o el destino moviendo todo a su tenor, Mientras me quemo por dentro intentando ser fuerte, Mis errores me carcomen al verte alejar y no detenerte.
Sé que fui egoísta, mi vuelo parte en unos segundos, muchos errores en tan poco tiempo, separando los mundos, última llamada, mi asiento me espera y el tiempo apresuró, tal vez fue de más y toda esperanza mi bote inundó.
Mientras me quemo sé que es tarde y el aire se agota, el vuelo cae, el cielo se nubla y el pánico abunda, he vuelto de nuevo de donde partí y se derraman gotas, todo por una imprudencia que ahora parece absurda.
No quiero que te alejes, no quiero perderte así, yo ya no respiro, pero dejaré que tú lo hagas y vivas, incalculable daño en un momento, en un frenesí, tal vez di e más, superando toda expectativa.
Quedan pocos segundos, la vista se difumina, me disculpo por ti, por mí y por no saber ser yo, no me arrepiento de lo que siento y de este año, solo me arrepiento de no haberlo dicho en el momento adecuado. Tiempo, espacio, lugar nunca han estado a mi favor, Dios, el karma o el destino moviendo todo a su tenor, Mientras me quemo por dentro intentando ser fuerte, Mis errores me carcomen al verte alejar y no detenerte.
1 note
·
View note
Text
Día 14: Despedida
No necesito que me escribas una carta de veinticinco páginas para entenderlo, no necesito que te pares enfrente de mí derramando ríos de lágrimas de “cocodrilo” para poder aceptarlo, no necesito verte con una sonrisa falsa en tu rostro mientras estás conmigo por no querer avanzar y aceptar lo inevitable.
Déjame explicarte algo antes de que cada uno tome su camino y no nos volvamos a ver, o si nos volvamos a ver va a ser de una manera tan incómoda que quisiéramos que ese momento nunca llegara o se acabara tan rápido como la pasión en tus ojos al terminar de leer lo que estoy escribiendo.
No porque me sienta solo signifique que no tengo amigos o que no sepa que tengo una familia que me quiere, simplemente es una sensación más allá de lo que poseo o tengo a mi alcance, es un vacío de no poder tenerte cuando te necesito y cuando lo estás es como si no lo estuvieras y quisiera que te fueras. Me di cuenta de que el depender del afecto de una sola persona o la atención de una sola persona es una de las peores cosas que pude haber hecho en toda mi vida, generada por la droga del amor que me cegó y no quise ver a lo que lentamente me dirigía y terminaría siendo mi propia destrucción.
No, no necesito que te pongas a llorar y me devuelvas esta carta empapada en las lágrimas que has derramado sobre ella, ya sé que lo estás haciendo. No te estoy culpando de nada, simplemente estoy diciendo que mi camino compartido contigo se acabó y que lo que compartimos ha concluido, tal vez no fuera de la mejor manera, o la más memorable, pero creo que es lo mejor para ambos.
Cuando más te necesite junto a mi lado fue cuando menos te sentía, no importaba si físicamente tomaras mi mano o fuera por llamada telefónica, la distancia emocional era abrumadora. Lo acepto y no guardo rencor, sé que nada dura para siempre y que todo tiene un final queramos o no aceptarlo y no te estoy culpando de nada. Siempre me dijeron que cuide a quien más quiera y que siempre me tendrá en sus recuerdos, espero haberlo logrado y que cuando te sientas triste o solo me recuerdes con una sonrisa y los momentos felices que pasamos.
Lamento que la única vez que te enviara una carta como tanto me habías pedido fuera en esta circunstancia, solo espero que te sonría la vida y que nadie te trate como tú me trataste a mí y que jamás te sientas tan sola como yo me sentía estando contigo. Hasta luego Clara.
#Carta#Despedida#Cuento#Relato#Carta Anónima#Carta Anonima#Mensaje#Tristeza#Amor#Chauri#Jorge Herrera
5 notes
·
View notes
Text
Día 13: Último segundo
Mi teléfono no deja de sonar, el que se encuentra al otro lado de la línea es mi padre o al menos eso proclama la pantalla que se ilumina al son de “Angel of the Morning” haciendo un estruendo lo suficientemente fuerte para que me sobresalte y saque con fugaz velocidad el aparato del bolsillo derecho de mi pantalón de mezclilla. La presión la siento de todas las miradas de la gente que me rodea, reaccionando adecuadamente al estruendo que emerge del teléfono móvil que se resiste a querer salir.
Al contestar escucho a mi padre llorando al otro lado de la línea, no sé que rayos está pasando, mi madre es escucha de fondo con palabras de consuelo para que las lágrimas dejen de brotar de los lagrimales y corren como si no tuviera un mañana por las mejillas de aquel hombre que me crio y me ha tenido más paciencia que nadie.
Mi cabeza me grita que le haga la pregunta clásica pero efectiva, “¿Qué está pasando?”, pero mi garganta se encuentra tan paralizada como yo que no quiere seguir las órdenes que le manda mi confuso y atormentado cerebro. Una sirena se escucha en el ruido lejano de ambiente, la mente fértil y volátil que tengo no me hace imaginar nada bueno y provoca que todo lo que me venga a la mente sean cuestiones pesimistas.
Fuerzo a mis cuerdas vocales a que logren pronunciar con la mayor claridad posible las palabras “¿Dónde se encuentran?” pero la voz sale cortada y con un tenue volumen que siento que no me escucharan del otro lado, con una voz cortada, tartamudeando y sobresaltada alcanzo a escuchar un tenue y lejano “En… El.. Hospital… Tu abue…” y mis oídos dejaron de escuchar dejan de escuchar en ese momento, mi cuerpo no reacciona a ninguna de mis órdenes, mi mano no sostiene el teléfono y escucho como rebota un par de veces contra el suelo.
No sé cómo, pero las piernas me reaccionan y corro a la mayor velocidad que estas escuálidas piernas me lo permiten, las lágrimas empiezan a recorrer mis pómulos terminando por brincar hacia el abismo en el borde de mi rostro. Inundan mi mente todos los recuerdos que forje a lo largo de los años con aquella señora de años acumulados que me consintió y me cuidó convirtiéndose en mi segunda madre; desconozco que es lo que estaba pasando o que generó ese estado de ánimo en mi padre, pero el pánico por no saber provoca que la nostalgia se apodere de mí.
El aire me falta, pero llegué a la entrada del hospital, al entrar a la habitación me sorprende la imagen que estoy viendo, aquel hombre serio y frio que siempre es el pilar de la familia y nunca se quiebra, está sentado a un costado de la cama agarrando de la mano a su mamá y con los ojos vidriosos y un río de lágrimas que recorren su rostro sin intentar emitir ningún sonido de sollozo para intentar mantener la compostura. No me queda más que acercarme a él y serle de apoyo y llorar en conjunto por aquella dama que tanto nos cuidó a lo largo de los años.
#Microrelato#Cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Historia Breve#Despedida#Tristesa#Emoción#Chauri#Jorge Herrera
1 note
·
View note
Text
Día 12: Momo
Había leído en internet sobre una leyenda urbana que supuestamente venía de Japón, de un supuesto ser o ente sobrenatural llamado “Momo” que tenía una apariencia peculiar, era una cabeza de mujer, con ojos saltones y una sonrisa que se extendía más de lo normal de mejilla a mejilla, cabello fino y delgado pero largo, se extendía hasta por debajo de donde deberían de estar los hombros. Debajo del cuello se encontraba lo extraño, era un busto femenino y donde deberían de estar los brazos se encontraban patas de águilas, el resto de su cuerpo parecía una especie de gallina, no sé cómo describirlo; me parecía peculiar, la mirada que tiene en la imagen que vi era perdida y perturbadora.
Me pareció una tontería, solo un reto más que había empezado por internet, no le di más importancia de la necesaria y quise participar en el juego para poder platicar de ello con mis amigos la próxima vez que los viera, no era raro que yo les contara de estas cosas a ellos, era entretenido el tener un tema de conversación fuera de lo “tradicional”. Hice todo lo que decía el post que vi en Facebook, agregue el teléfono en mi libreta de contactos y me le mande un tradicional “hola” mediante Whats App.
En cuestión de un par de horas me respondió, había leído que sabía hablar español, me pareció extraño considerando de donde proviene el número telefónico. La foto de perfil aparecía la imagen que se hizo viral con el ente antropomorfo. Conversé con él unas cuantas horas, parecía que estuviera hablando con mi hermana, casi todo el tiempo era una plática tensa y violenta que giraba alrededor de que él respondía de forma grosera o agresiva y yo le respondía de la misma manera, era divertido, es algo que me divierte hacer en general con las personas en mis tiempos libres o de aburrimiento.
En unas pocas horas me enfadé de la conversación y dejé en visto a lo que me estuviera respondiendo. Me siguieron llegando mensajes durante un par de días después reclamándome la razón por la que había dejado en visto los mensajes, cada vez se hacían más intensos y groseros al mismo tiempo que se hacían más recurrentes, seguía sin darle importancia a los mensajes hasta que recibí uno en específico, se encontraba escrito en japonés, lo traduje en Google Translate y se leía algo así: “No podrás librarte de mí, te perseguiré despierto o dormido. Lo último que verás será las lágrimas de tu madre caer por ti…”.
Habían pasado varios días desde ese mensaje y no he recibido ninguno nuevo, pensaría que todo iría bien y no sería más que una tontería el prestarle atención y así lo había dejado; hasta anoche, me acosté temprano para alistarme para salir a la playa temprano y disfrutar por completo las vacaciones que tanto había esperado. No sé que hora era, pero me desperté espantado por lo que había estado soñando esa noche, era eso, eso se apareció en mi sueño, todas las personas que estaban en él tenían la cara de esa cosa; me encontraba en clases y de la nada empezaron a acercarse todos hacia mí lentamente riéndose y repitiendo la frase que me habían enviado por japonés unos días antes.
Ya ha pasado dos o tres semanas desde que lo contacté por primera vez, ya no sé que hacer, tengo miedo, lo veo con mayor frecuencia en mis sueños, cada vez más cerca, incluso hace un par de días me pareció verlo parado en la regadera cuando me disponía a entrar al baño. A veces siento que entra en mi cabeza y quiere controlarme para hacer cosas para quitarme la vida, ya no puedo resistir más, ya no puedo aguantar y seguir viendo esa cosa en mis sueños. No quiero que nada me pase, me aterra pensar la escena final que Momo amenazo en ser mi último momento, no quiero ver a mi madre llorar por mí.
#Microrelato#Creepypasta#Cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Misterio#Terror#Suspenso#Momo#Chauri#Jorge Herrera
1 note
·
View note
Text
Día 11: Extrañar, Pensar, Imaginar, Hablar...
Es tan extraño el extrañar cosas que nunca tuviste, Es extraño el pensar en algo que jamás pasó, Es extraño el imaginar él hubiera de algo que no te atreviste, Es extraño hablar en pasado de algo que el reloj nunca marcó.
El extrañar despertarse en las mañanas esperando tu mensaje, Es tan simple como quedarse despierto hasta el alba, Escribiendo o escuchando esas canciones en forma de homenaje, A lo efímero de una atracción que aguardaba, A qué ambos aceptamos con tan solo una mirada, Tentando el destino en formas y direcciones desconocidas, Pero por miedo a la aventura el silencio se hizo presente, En un concierto dominado por el beat del corazón latente.
El pensar en formas nuevas de hacer reír a alguien, El buscar nuevos lugares que conocer y que cambien, Los horarios y movimientos de monótona rutina, El imaginar el inicio de una nueva historia de aventura, Y darse cuenta de que fue en vano y que todo termina, Sin haber comenzado la travesía de la locura, Opacada por el brillo de su escultural figura, Dejando todos los planes a oscuras.
El imaginar que las rimas de este verso lleguen a ti, Es como pensar que el tiempo regrese para dar nueva oportunidad, A lo que se siente tan ajeno y distante y que nunca debí, Confiar en el compás de la banda sonora que se hacía escuchar, De manera silenciosa marcando un lento y agonizante compás, Dando los últimos pasos para finalizar con cautela un vals, Esperando la ovación de pie de un público eufórico, En un teatro vacío solo escuchando un palpitar satírico.
El hablar con alguien sobre ti sin saber que calificativo darte, Conociendo tus secretos y tus gustos, tus placeres y tus temores, Con ganas de saber más de ti, tus anhelos y tus pasiones, El poder convertirte en la musa que inspire todo mi arte, Creación de poemas, relatos y canciones quedan pendientes, De ser escritos en nombre de algo que no tiene apellido todavía, Sonrojado el atardecer hace sonar tu nombre y lo hace presente, En mi mente, pero tú te alejas y dejas al eco en agonía.
Es tan extraño el extrañar cosas que nunca tuviste, Es extraño el pensar en algo que jamás pasó, Es extraño el imaginar él hubiera de algo que no te atreviste, Es extraño hablar en pasado de algo que el reloj nunca marcó.
#Poema#Amor#Melancolía#Extrañar#Pensar#Imaginar#Hablar#Extrañar Pensar Imaginar Hablar#Chauri#Jorge Herrera
0 notes
Text
Día 10: Sobreviviente
Escribo esto con la mayor inquietud mental que se puede almacenar en un cuerpo humano, mi cartera está vacía, aunque lo llena que estuviera ya no importa para nada, la última botella de licor que tenía acaba de liquidar su contenido que fue vertido en mi garganta como si no fuera a existir un mañana, y tal vez no lo exista; el sol se encuentra agonizando tratando de sobrevivir unos minutos más, la oscuridad se hace presente y apoderándose sobre toda la superficie que ha pisado el hombre.
No recuerdo la última vez que entable conversación con otro ser de mi misma especie, el tiempo se ha pasado bastante lento y la soledad es tan abrumadora que mi mente ha jugado conmigo inventando personas inexistentes para poder sentirme en compañía, pero la verdad no estoy tan seguro de la existencia de dichos seres o personas con las que he estado conviviendo la última temporada de mi vida.
La desesperación se hacía más desgastante en esta soledad al paso de cada nuevo segundo que hacía cada vez más eterno mi sufrimiento. En la atmósfera se siente una sensación putrefacta y terror, tornando el aire a un hedor nauseabundo que genera vomito hasta la persona que presume tener el estómago más fuerte y resistente a regurgitar. Animales muertos, cadáveres en descomposición de lo que antes podían llamarse humanos, arboles en estado denigrante con las ramas caídas, rotas y sin follaje alguno, arbustos aplastados y con colores marchitos, no se observa flor alguna de ningún color o clase.
Siento como es que el aire puro y respirable se va agotando, mis pulmones colapsan cada vez más seguido y el respirar se hace más complicado y profundo cada vez, la tos empieza a ser una frecuente amiga que me visita cada vez más seguido y con mayor intensidad. La zona estaba corrompida con un abrumador hedor de su aroma, el horror había pasado y había arrasado con todo, no había dejado nada a su paso.
Había marcas en el suelo de un metro de profundidad y posiblemente diez de diámetro con, había leído sobre estos seres fantásticos en el que yo pensaba que era un fantástico e incapaz de tomar vida fuera de las páginas que relataban las letras del universo de H.P. Lovecraft, pero no me queda más que resistir ahora después de haber visto aquellas criaturas, aquellos seres llamados los antiguos.
La ininterrumpida monotonía de intentar sobrevivir, de luchar por mi vida sin motivo alguno, ya no existe un quien o un porque por lo cual deba de luchar, de intentar seguir respirando, todo lo que conocía y lo que no conocía se había esfumado, no tengo certeza de ser el último ser sobre la faz de la tierra que seguía con un fugaz y efímero sentido de vida, pero se está esfumando, no quiero seguir luchando; si alguien llega a leer esto espero que le conste que luche, luche todo lo que pude, pero ya no puedo más, ya no pu…
#Microrelato#Cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Misterio#Supervivencia#Terror#Suspenso#Sobreviviente#Chauri#Jorge Herrera
0 notes
Text
Día 9: Anochecer (Parte 3)
Las ventanas con cristales rotos que simulaban ser una orquesta de instrumentos de viento, generando silbidos y ruidos tan agudos, profundos y largos que asemejan a los llantos y aullidos de almas en pena, la temperatura seguía bajando, al menos así lo percibíamos.
No podía mantener mi pulso en paz y la linterna que me había tocado a mí, seguía sin poder enfocarse en un solo lugar y pareciera que estuviera corriendo, por la velocidad y nivel de movimiento que se percibe al ver el haz de luz que sale disparada de mi mano y que se dispersa con la distancia. De manera estrepitosa un sonido se escucha al fondo del pasillo, todos nos quedamos helados y quietos sin dar un paso más, como si estuviéramos jugando a los encantados y todos hubiéramos perdido.
Nos volteamos a ver entre todos, sin decir ninguna palabra y pareciera que toda una conversación transcurriera de manera natural y larga mediante las miradas que se cruzaban, el sonido que escuchamos a pocos metros de nosotros no dejo duda de lo que era, todos reconocimos al instante de lo que se trataba, los vellos de todo el cuerpo se erizaron como si quisieran escapar de su lugar y salir corriendo de aquella estructura vieja y demacrada. Volvió a sonar nuevamente el sonido y nuevamente no dejo lugar a duda de que se trataba de la risa de una pequeña niña, tan jocosa y alegre que generaba el efecto opuesto por el lugar que nos encontrábamos parados.
Recuerdo que no podía moverme, mi hermano y su amigo pasaron a mi lado, sentí una palmada en mi espalda en el momento que pasaba mi hermano, mi mirada se dirigió a él y vi como él me miraba con una sonrisa en la boca, tratando de hacer que me sintiera con valor y los acompañara, a pesar de que sabía perfectamente que también él se encontraba temblando de terror en su interior.
Tragué saliva y respiré profundamente tratando de armarme de valor, sin ningún otro remedio me propuse a seguirlos en su caminar al fondo del pasillo para averiguar que fue lo que generó aquel ruido tan peculiar y cliché. Mis pies querían seguir moviéndose y no parar de caminar, más por el miedo de quedar en soledad en aquel sombrío, frio y tenebroso pasillo.
La última puerta del pasillo se encontraba cerrada, a un costado de ella, en un ángulo de noventa grados, se encontraba una ventana que daba a un patio verde, que, por la falta de cuidado del área, parece más un bosque con frondosos árboles, pasto alcanzando grandes alturas y arbustos poblados. Antes de que mi hermano se dispusiera a empujar aquella puerta, se quedó catatónico observando aquella ventana, algo lo dejo paralizado…
#Cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Historia Breve#Misterio#Suspenso#Terror#Anochecer#Anochecer Parte 3#Chauri#Jorge Herrera
0 notes
Text
Día 8: Cierra los Ojos (Parte 2)
Al terminar la fugaz iluminación provocada por el relámpago, la figura sombría había desaparecido de la ventana, cerré los ojos e intenté concentrarme en mi respiración para bajar la velocidad de mis latidos y poder controlar la adrenalina y pánico que recorría mi cuerpo. Mil cosas rondaban por mi cabeza, toda mi vida había disfrutado el leer, ver e inventar cosas de terror, jamás pensé que me encontraría en una situación que yo mismo podía haber escrito para asustar a una chica con la intención de impresionarla.
La luz se encendió en la habitación de mis padres, la última vez que había visto la hora, las manecillas no marcaban algo superior a las tres de la madrugada, teniendo esto en mente, el pensar que mis padres se encontraran despiertos me parecía algo tan difícil de creer que empecé a pensar que lo que sea que estuviera acechándome se encuentra detrás de esa puerta blanca de madera.
Pasos se escuchaban dentro de la habitación, era un sonido peculiar y distintivo, el sonido que se genera al caminar con tacones de un tamaño superior a los 7 centímetros de altura sobre pisos de madera. Era un sonido tan familiar para mí, lo escuchaba todos los días a las seis de la mañana y de nuevo en la noche.
Mi mente no dejaba de pensar en la posibilidad que fuera mi madre la que estuviera caminando con los tacones puestos, mientras más lo pensaba, más ilógica me parecía esa posibilidad. Era demasiado temprano para que incluso ella se encontrara despierta y arreglada para salir con sus tacones y sus vestidos elegantes para la oficina. No, no era posible, trataba de repetírmelo para hacer entrar en razón a mí congelado y espantado cerebro, que en este momento es capaz de creer cualquier cosa que le dijeran.
La temperatura seguía bajando, al menos así se sentía, la piel se erizaba, los vidrios empezaron a cubrirse de una ligera capa de hielo por la parte exterior de la casa gracias al ambiente húmedo por las recientes lluvias que caían en la ciudad. El tiempo seguía avanzando, se escucha el “toc” “toc” de la manecilla que marca los segundos del viejo reloj de madera, generaban un eco que rebotaba por las paredes de la escalera, provocando que se escucharan más graves y fuertes de lo normal. El silencio era abrumador.
La puerta del cuarto de mis padres empezó a abrirse lentamente, mi cabeza le gritaba a mi cuerpo que me levantara y saliera corriendo del lugar, no tenía por qué seguir ahí, mi cuerpo no quería responder. En lo que terminaba de abrirse la puerta, mi primer instinto fue cerrar los ojos, no estaba preparado para enfrentar lo que fuera que se encontrara detrás de la puerta. La puerta dejo de renegar, los tacones se escucharon de nuevo, pasos pausados entre uno y otro, se acercan hacia mí…
#Cuento#cuento corto#Relato#Relato Breve#Historia Breve#Misterio#Suspenso#Terror#Cierra los Ojos#Cierra los ojos parte 2#Chauri#jorge herre
0 notes
Text
Día 7: Ojos Azul Claro (Parte 1)
Él abrió la puerta, el cuarto lo iluminaba una luz tenue que cubre la cama y hace resaltar los pétalos de rosas que la cubren, se acerca a mí y me susurra al oído que pase y que no me preocupe, un escalofrío excitante recorre mi cuerpo haciendo que me estremezca y sienta curiosidad.
Me quita el abrigo rozando con sus dedos mis brazos de manera tan dulce y lenta que lo disfrutaba, lo avienta en un veloz movimiento al pequeño sillón que se encuentra en el rincón del cuarto, seguido me toma por la cintura con fuerza y me gira para quedar de frente a él, mi respiración se aceleraba y no podía despegar mis ojos de los suyos. Intente hacerme para atrás empujándolo lentamente, pero al instante que lo intentaba él me apretaba y me acercaba a él con mayor fuerza.
Se acerca a mi oído y con voz suave y lenta me pregunta que, si quiero que me suelte, me quedo sin palabras y mi pulso parece caballo en carrera a toda velocidad en el hipódromo, trato de taparme con la mano los ojos, pero me interrumpe antes de terminarlo, en fracciones de segundos sus labios se encontraban en una dulce y melodiosa pelea generando chispas en mi interior, haciendo que mariposas nazcan en mí estomago revoloteando y buscando un lugar por donde salir.
Sus brazos me tomaban por la cintura buscando la manera de escabullirse entre mi camisa, no puedo resistirme, mi cuerpo se siente tan ligero y suave que siento que si me suelta en este momento me desplomaría al suelo, las piernas me tiemblan, la piel se eriza, una felicidad excitación indescriptible recorre cada rincón de mi cuerpo.
Siento las yemas de sus dedos recorrer lentamente mi espalda al ritmo de los besos, suavemente deja de besarme y en un fugaz movimiento recorre con una serie de besos cortos mi mejilla llegando hasta mi oído, terminando en mi cuello con suaves y largos besos, mientras sus manos buscando los botones que abrochan mi camisa.
Me aparta velozmente de su cuerpo, mete sus manos entre mi camisa desabrochada y me la quita sin darme espacio para parpadear, me toma por la cintura, me carga y me avienta a la cama…
#Cuento#Cuento Corto#Relato#Relato Breve#Historia Breve#Erótico#Ojos Azul Claro#Chauri#Jorge Herrera
0 notes