menguanta
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hija de la luna
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a la curva de la dama plateada / gibosa, se redondea / deslumbra las aguas / brilla en el cristal / elegante anciana / desaparece
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menguanta · 11 months ago
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Preguntas a la luna
¿Cuántos miles de años has estado ahí? ¿Por qué a veces esbelta y otras empachada?
¿Cuál es la edad del Conejo Blanco? ¿Cuántos niños has tenido?
¿Por qué merodeas en la soledad púrpura de la noche y apenas te sonrojas cuando viene el sol?
Cansada, a medianoche, ¿a quién buscas? ¿Estás enamorada de estos ríos y montañas?
de Hồ Xuân Hương
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menguanta · 2 years ago
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Al claro de luna
La luna es pálida y triste, la luna es exangüe y yerta. La media luna figúraseme un suave perfil de muerta… Yo que prefiero a la insigne palidez encarecida De todas las perlas árabes, la rosa recién abierta,
En un rincón del terruño con el color de la vida, Adoro esa luna pálida, adoro esa faz de muerta ! Y en el altar de las noches, como una flor encendida Y ebria de extraños perfumes, mi alma la inciensa rendida. Yo sé de labios marchitos en la blasfemia y el vino, Que besan tras de la orgía sus huellas en el camino; Locos que mueren besando su imagen en lagos yertos… Porque ella es luz de inocencia, porque a esa luz misteriosa Alumbran las cosas blancas, se ponen blancas las cosas, Y hasta las almas más negras toman clarores inciertos !
en El libro blanco (frágil) de Delmira Agustini (1907)
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menguanta · 2 years ago
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Capítulo XXXII [fragmento]
La luna, en sus primeras horas de menguante, suspendida en un cielo sin nubes, derramaba su plateada luz, que si no da calor ni hiere la pupila como los rayos solares, empapa la Naturaleza de una melancolía dulce y serena, y brinda atmósfera tibia y olorosa en esas noches de diciembre, credas para los coloquios de amor.
Aves sin nido (1889) de Clorinda Matto de Turner
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menguanta · 2 years ago
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Luna llena
Oh llamas, llamas… Campanillas de oro suena tu lengua y en las manos llevas la miel que no he gustado y en tus ojos se carcajea, alegre, Primavera. Ya voy… ya voy… aguárdame, que aún tengo que poner rosas frescas en las sienes y soltar los cabellos y ceñirme un cinturón de plata; dulcemente caeré a tus pies bajo la luna llena. Oh, quítame las rosas de las sienes, anúdame el cabello y dame mieles.
Ay, tornaré bajo la fronda oscura, silenciosa y temblante, con la cabeza desprovista de flores, y en la boca el zumo gris que exprime la Tristeza.
Oh nunca más sobre mi frente rosas, Oh nunca más la voz que sabe a tierra y hace sonar las campanillas de oro a cuyos toques danza Primavera.
Cómo estará de triste aquella fronda, cómo estará de pálida la luna cuando regrese sola, cuando te deje y huya! (Y en tanto estoy ungiendo mis cabellos). Ya la noche se acerca... Tu voz suena distante y en el cielo, miedo me da mirar la luna llena.
Alfonsina Storni (1918) en El dulce daño
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menguanta · 2 years ago
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Using the moon for a bed. Earthology. 1901.
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menguanta · 2 years ago
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Moonólogo
LUNA: Cisne redondo en el río, ojo de las catedrales, alba fingida en las hojas soy; ¡no podrán escaparse! ¿Quién se oculta? ¿Quién solloza por la maleza del valle? La luna deja un cuchillo abandonado en el aire, que siendo acecho de plomo quiere ser dolor de sangre. ¡Dejadme entrar! ¡Vengo helada por paredes y cristales! ¡Abrid tejados y pechos donde pueda calentarme! ¡Tengo frío! Mis cenizas de soñolientos metales buscan la cresta del fuego por los montes y las calles. Pero me lleva la nieve sobre su espalda de jaspe, y me anega, dura y fría, el agua de los estanques. Pues esta noche tendrán mis mejillas roja sangre, y los juncos agrupados en los anchos pies del aire. ¡No haya sombra ni emboscada. que no puedan escaparse! ¡Que quiero entrar en un pecho para poder calentarme! ¡Un corazón para mí! ¡Caliente!, que se derrame por los montes de mi pecho; dejadme entrar, ¡ay, dejadme! (A las ramas) No quiero sombras. Mis rayos han de entrar en todas partes, y haya en los troncos oscuros un rumor de claridades, para que esta noche tengan mis mejillas dulce sangre, y los juncos agrupados en los anchos pies del aire. ¿Quién se oculta? ¡Afuera digo! ¡No! ¡No podrán escaparse! Yo haré lucir al caballo una fiebre de diamante.
Bodas de Sangre (1933) de Federico García Lorca
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menguanta · 2 years ago
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A la Luna
Tú, que vestida de luciente plata, Tú, que cercada de húmedos albores. Riges el carro de la noche umbría, ¡Astro de amores!
Si quieres ¡ay! que tus encantos ame, Retira ya tu lámpara importuna; Mientras recuerdo mi perdida gloria, ¡Vélate, luna!
No luzcas, no, como lucir te vía En horas ¡ay! que bendijera el cielo; Hoy que el destino mi existencia amarga Cubre de duelo.
Cual otro tiempo mi ventura viste Ves impasible mi presente pena: ¡Sobre ruinas de la dicha mía Brillas serena!
Y eres la misma a quien aroma y culto Mi alma inocente tributaba un día, Y en holocausto un corazón amante Leda ofrecía.
A tí elevaba mi inspirado canto, Cual puro incienso de sagrada pira… Y hoy en mis labios la doliente queja Trémula espira.
A ti la ley que a nuestro globo rige Y al hombre triste á padecer condena, La ley eterna de mudanza y duda, No te encadena.
Ni ves pasar tu juventud lozana, Ni ves secarse de tu luz la fuente. Ni el desengaño con su mano impía Marca tu frente.
Si parda nube, de tu luz celosa, Por un instante tus encantos vela, Par a lanzarla de tu excelso trono Céfiro vuela.
Y vencedora tu apacible lumbre, Mas pura torna y fúlgida aparece, Mientras la nube que enlutó mi vida Mas se oscurece.
Si de la tierra tu esplendor retiras Y noches hay de oscuridad de duelo, Vuelves cual antes, y apacible y joven, Mírate el suelo.
Mas nunca torna para mi la lumbre, Que ausente gimo, que eclipsada lloro… ¡No tiene el alma, como tú, de vida Rico tesoro!
Siempre serena, inalterable siempre, Tu marcha sigues compasada y lenta, Nunca te agita de pasión insana Ruda tormenta.
Fanal divino el marinero te ama; Lámpara fiel en los sepulcros brillas; Nunca ambicionas superior esfera; ¡Nunca te humillas!
De tu destino complacida gozas; Con tu alba luz al trovador inflamas; Y en las modestas y adormidas flores Perlas derramas.
Al amor place tu destello suave; Tu palidez a la tristeza halaga, Y al que venturas de ambición soñando Plácido vaga.
Mas al dolor que me desgarra el pecho Tu helada calma hiere e importuna; Si quieres ¡ay! que tus encantos ame, iVélate , luna!
(1841) Gertrudis Gómez de Avellaneda
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menguanta · 2 years ago
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QUILLA MAMA
Reina madre luna: el agua que creas, el líquido que das. ¡Ayayay qué llanto! ¡Ayayay cómo corre! Tu criatura tierna como las yerbas, por alimento te llora, por agua te llora.
Literatura Quechua. Canto traducido por Edmundo Bendezú (1978)
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menguanta · 2 years ago
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