Hoy día recordé esa vez que caminamos y me grabaste haciendo esto, cuánto me besabas las piernas y yo como fruta de verano me exprimía sobre ti, te acuerdas cómo delirábamos, realmente recuerdas ese sabor y el olor a sol
Hoy día recordé esa vez que caminamos y me grabaste haciendo esto, cuánto me besabas las piernas y yo como fruta de verano me exprimía sobre ti, te acuerdas cómo delirábamos, realmente recuerdas ese sabor y el olor a sol
cuidate y resiste dice el muro de un lugar que hemos habitado más que nunca ahora en la amistad, cuídate y resiste, tres corazones ardiendo en medio de las persecuciones y montajes, que al igual que los gases tóxicos se disparan entre cualquier intento de no obedecer. Cuídate y resiste más que siempre en las calles, cuídate y resiste más que siempre en las letras de cada palabra, cuídate y resiste por eso no vamos a bajar los brazos, por eso las largas conversaciones hasta el amanecer, por eso los llantos, por eso las pesadillas de alguien cercana cayendo o callando que a estas alturas es casi igual, cuídate y resiste, que el miedo es más fácil de extinguir cuando el fuego camina de nuestra mano, cuando a la mañana siguiente nos sanamos las heridas con el recuerdo de tantos años de rabia y angustia, entonces nos abrazamos para volver a atacar, porque silenciosamente tejimos durante el tiempo los estallidos que ahora prenden con el líquido inflamable que corre por nuestras venas, cuídate y resiste, porque la normalidad nunca fue nuestra bandera <3 <3 <3
Cuidado con mayo y junio. Son meses de renuncias, no tanto políticas, sino más bien personales. Mayo y junio son los meses del ultimátum íntimo, inconfesado. A principio de año empezaste clases de actuación o te anotaste en sociología, en percusión, en el gimnasio, en pileta, pensando que este año finalmente ibas a lograrlo, este año iba a ser distinto, todo vos ibas a ser un súper vos, más alto, parado más derecho, más flaco, comiendo menos y mejor, te ibas a poner las pilas, este año ibas a terminar la tesis, o el quincho de atrás, este año ibas a cuidar bien el jardín, a pintar, a pasarte en limpio, a sacar la bici, a encarar el trabajo con más ganas, más organizado, más eficiente. Y el comienzo de año ayudó: los meses nuevos, la compu nueva, las caras renovadas en la clase de yoga, el buen clima del fin del verano… Pero algo se cansó, quizá no vos sino las semanas mismas se cansaron, faltó la chica linda que iba a yoga, faltaron otros, una mañana quedaste sólo vos con la profe resfriada, en el trabajo no te aumentaron y te dio bronca ser más organizado y se acumularon los informes sin hacer, llovió mucho en abril y no pudiste pintar ni sacar la bici que ahora está pinchada, te ganó el yuyal, el quincho quedó en planes porque resultó muy caro, la tesis mejor terminarla en verano cuando puedas leer más, el papel de la dieta quedó crucificado con dos imanes en la heladera porque leíste que el yogur diet es cancerígeno, faltaste a pileta por el frío, el profe de percusión era medio mala onda, la sociología no es lo tuyo, en teatro francamente no te ves. Qué lindo renunciar, coronarse con el aura del derrotado, desertar, no ir más, saber que igual la vida empieza a cada rato
no tengo titulo ni sueños, el desenlace es aburrido y a nadie le interesa, los personajes ya son muy conocidos y estúpidos, los dialogos se volvieron silenciosos de tanto ruido, los teléfonos sonaban constantemente ocupados, no hay nadie que quiera salir a bailar ridículos pasos en una calle solitaria, los nombres de borraron de todos los muros y el río retrocedió hacia la cordillera. Nadie salto al acantilado porque estaban todos acabados.