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Reconocimiento a la embajadora con quien El Salvador hizo “clic”

Esta semana, el presidente Obama confirmó la designación de Mari Carmen Aponte como embajadora de Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), después de tres años y medio acumulados como embajadora en El Salvador, donde se desempeñó exitosamente en un complejo período de nuestra historia.

Por su trabajo, compromiso y empatía logró el respeto y cariño de un amplio espectro político, social y ciudadano de nuestro país. Hoy reconocemos y agradecemos a quien muchos consideramos una de los mejores embajadores de Estados Unidos y del mundo en El Salvador desde los Acuerdos de Paz, la embajadora con quien El Salvador hizo “clic”.

En el momento en que Chávez estaba más fuerte en Venezuela y Latinoamérica, cuando el ALBA avanzaba fortaleciendo su presencia con Ortega en Nicaragua, Zelaya en Honduras y el FMLN en El Salvador, en su discurso inaugural el presidente Funes identificó como referentes de su gobierno a Lula de Brasil y a Obama de Estados Unidos, no a Chávez y a Castro, principales referentes del partido que lo llevó al poder. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, que solo asistía a la toma de posesión de los presidentes de los grandes países de Latinoamérica, se hizo presente en el Pulgarcito de América. Desde entonces, lo que defino como la política del involucramiento activo y constructivo del presidente Obama, probablemente comenzó a concebirse en el Departamento de Estado, pero solo se desarrolló plena y creativamente con quien mejor lo encarnaría y desarrollaría a partir de 2010 en El Salvador, y –estoy seguro– en los próximos años en la OEA.

Mari Carmen Aponte, boricua puertorriqueña, educada en el establishment de la Costa Este de Estados Unidos, abogada de profesión, de gran compromiso histórico con los derechos civiles, humanos y democráticos, liberal-demócrata de verdad, nada de wishy-washy (ni fu ni fa en su traducción latinoamericana), forma parte del grupo de mujeres hispanoamericanas que al igual que su gran amiga, la jueza Sonia Sotomayor de la Corte Suprema de Justicia, abrieron espacio para las mujeres de origen latino en el servicio público en Estados Unidos. Ella fue la designada por el presidente Obama como embajadora en El Salvador el 19 de agosto de 2010. Después de meses de espera para su confirmación que no llegó, Obama aprovechó el receso del Senado para nominarla, recurriendo a una prerrogativa presidencial, intentándolo de nuevo meses después.

En sus cortos seis meses como embajadora interina, Aponte tuvo algo que ver en la decisión del presidente Obama de escoger a El Salvador en su primera visita a Latinoamérica, después de Brasil y Chile considerados entonces los más exitosos de Latinoamérica, y en proponer un importante y original Asocio para el Crecimiento, el primero en Latinoamérica y cuarto en el mundo. Este se enfocó en la comprensión y superación de los dos principales problemas estratégicos que confronta El Salvador: la inseguridad y la escasa rentabilidad de los bienes y servicios transables, que explica los bajos niveles de inversión y crecimiento. En este marco de cooperación en construcción, la embajadora Aponte impulsó un segundo Fomilenio para El Salvador que excepcionalmente su gobierno consideró. Después de un corto e intenso trabajo en que dejó las bases de una nueva e innovadora estrategia y programa de cooperación, se le venció el plazo como embajadora interina, debiendo ir a la batalla de su confirmación en el Senado dominado por los republicanos.

Con el respeto, la credibilidad y el apoyo de los principales referentes políticos y empresariales de El Salvador con importantes conexiones históricas con sus contrapartes estadounidenses, y con su considerable capacidad política y “charm” personal, Aponte facilitó a Obama lograr su confirmación con una contundente e histórica victoria en el Senado 62-37. “La embajadora Mari Carmen Aponte ha sido una representante sumamente efectiva de Estados Unidos en El Salvador, ganándose el respeto del espectro político completo, de los líderes civiles y militares, y de los funcionarios públicos y privados”, dijo el presidente Obama después de su confirmación.

Y así regresó la embajadora a su segundo y decisivo período en El Salvador, impulsando con el gobierno y el Consejo para el Crecimiento las reformas en El Salvador para vencer la oposición y lograr la aprobación en Washington de un segundo Fomilenio con una donación de $277 millones, y otros $88 millones de contrapartida salvadoreña, para un total de $365 millones a ser ejecutados en cinco años.

Después de –finalmente– lograrlo, la embajadora se involucró de lleno en enfrentar el drama de los niños migrantes y apoyar que El Salvador con Guatemala y Honduras lograran el respaldo del Gobierno de su país en la Alianza para la Prosperidad. A lo largo de su gestión impulsó con el Gobierno, el sector privado y la sociedad civil cientos de proyectos e iniciativas más. Con frecuencia comenzó sus palabras enviando un fuerte y cariñoso “abrazo boricua”, conectándose tan afectiva y humanamente con nuestra gente.

En su temprana adolescencia, internada en un exclusivo colegio privado en la Costa Este de Estados Unidos, Mari Carmen desarrolló una linda y perdurable amistad con dos salvadoreñas muy apreciadas ahora en nuestro país. Nunca pensó que un día sería embajadora en el país de sus entrañables amigas, el mismo al que se entregó entera, el Pulgarcito de América que con ella hizo “clic”. Gracias, embajadora, y todo lo mejor en la OEA. - See more at: http://www.laprensagrafica.com/2015/08/06/reconocimiento-a-la-embajadora-con-quien-el-salvador-hizo-clic#sthash.BEuSTt8y.dpuf

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La más importante reforma pendiente: la de los partidos políticos (III)

Por afectar los intereses de los ciudadanos y el futuro de la nación, los partidos políticos son demasiado importantes para dejar su comportamiento a su propia voluntad y suerte Los partidos políticos (PP) en El Salvador y Centroamérica son el eslabón más débil del sistema democrático y el origen último de la debilidad de sus instituciones. Un sistema es tan fuerte como es su eslabón más débil. Y nuestro sistema democrático es débil porque débiles son nuestros PP, origen último y catalistas del retraso de todas las instituciones. Consecuentemente, para fortalecer el sistema democrático, la reforma de los PP es prioritaria. En las encuestas de opinión pública confirmamos periódicamente el sentimiento de rechazo y los índices más bajos de popularidad de los PP y de la Asamblea Legislativa donde trabajan sus principales líderes. Los adultos y mayores criticamos cada vez más su lamentable desempeño, mientras los jóvenes expresan cada vez menos interés, ignorando –literalmente– su existencia. Cuando eventualmente les preguntan sobre ellos, “guácala...” responden sin titubeos. El Estado y la sociedad civil no han tenido injerencia alguna sobre las reglas hacia adentro y hacia afuera de su funcionamiento, profundizándose en su seno la ausencia de democracia e institucionalidad interna, la falta de formación y visión de sus líderes, y el desfalco y la impunidad en varias de las instituciones del Estado que han controlado. Así han ido pisoteando el sistema democrático-institucional, ignorando a los ciudadanos. Por afectar los intereses ciudadanos y el futuro de la nación, los PP son demasiado importantes para dejar su comportamiento a su propia voluntad y suerte. ¿Qué hacer entonces para que se reformen, si la alternativa de uno es el otro dentro del nefasto bipartidismo polarizante, si no hay todavía perspectiva sólida de reforma y fortalecimiento de los partidos restantes, ni presión alguna para el cambio de ninguno, ni perspectivas de surgimiento de otros con posibilidades de éxito? Esta es la gran pregunta sin respuesta fácil. ARENA acaba de posponer un año la elección de su liderazgo, al confirmar que la reelección de su presidente y la integración del nuevo COENA no fortalecerían ni su legitimidad ni la unidad partidaria. Su presidente condujo al partido a una importante victoria en las últimas elecciones legislativas y municipales logrando el mayor número de diputados y alcaldes. No obstante, al liderar la defenestración de la candidatura de su popular alcalde capitalino meses después de que su candidatura presidencial remontó diez puntos perdiendo por una pizca, la derrota en la capital le pasó factura dividiendo al liderazgo. En estas circunstancias, su considerable capacidad de acceso al financiamiento no basta para lograr su legitimidad y capacidad de unificar al partido para la gran batalla de las elecciones de 2018 y 2019. Próximamente, el FMLN confirmará en una elección indirecta a su secretario general que condujo al partido a la victoria en las últimas dos elecciones presidenciales. Sin nadie que dispute su correlación y liderazgo interno, su legitimidad y capacidad unificadora son indiscutibles. El fortalecimiento de su correlación y del respaldo a su línea política podría incidir –tal vez– en la recomposición acotada del gobierno, y en modestas futuras reformas partidarias, previas a la batalla interna entre los 4 aspirantes a la candidatura presidencial. Pero al concluir la presente jornada, ni en ARENA ni en el FMLN se habrán celebrado elecciones democráticas y competitivas, ni se habrán discutido abiertamente –interna y públicamente– la actualidad y pertinencia de su concepción ideológica, ni la consistencia de su proyecto de transformación y futuro de El Salvador, ni las características y consistencia de su democracia e institucionalidad interna, ni el programa de formación partidaria. Ambos son formidables maquinarias electorales, pero débiles instituciones de representación ciudadana, de fortalecimiento del Estado democrático y social de derecho, y de promoción del desarrollo sostenible de la nación salvadoreña. En GANA el tema prioritario es cómo maximizar los beneficios diversos de su apoyo legislativo al FMLN para posibilitarles mayorías simples que les permita gobernar, minimizando los costos políticos que amenazan su rentable representación como tercera fuerza política en las próximas elecciones legislativas. La democracia y la institucionalidad hacia adentro y hacia afuera, la formación partidaria y su proyecto de país no parecieran formar parte de su agenda. Y en el Partido Demócrata Cristiano y en el Partido de Concertación Nacional hay primeras señales de cambios, estimuladas por su limitada representación legislativa y municipal, y por el convencimiento creciente de sus principales líderes que o se reforman y se fortalecen, o desaparecen. El PCN inauguró recientemente su instituto de formación política subrayando la necesidad de reformas, mientras el PDC contempla abrirse a nuevos liderazgos para relanzar un proyecto más acorde a los nuevos tiempos. Y para los desaparecidos y revividos partidos CD y PSD, no será fácil remontar el camino de su organización y desarrollo después de tan limitados resultados electorales y tantas carencias financieras, teniendo que evaluar con realismo la nueva estrategia de acumulación progresiva. Hasta ahora, las resoluciones de la Sala de lo Constitucional sobre reformas a la ley de PP han incidido más sobre el sistema de votación (voto cruzado y por rostros) que sobre su democracia, transparencia, institucionalidad, organización, formación y financiamiento. Pero la gran reforma sigue pendiente, debiendo priorizarse en la agenda política y legislativa desde el inicio de 2016. Indiscutiblemente, la reforma de los partidos políticos es la más importante reforma pendiente. (Continuará) - See more at: http://www.laprensagrafica.com/2015/10/29/la-mas-importante-reforma-pendiente-la-de-los-partidos-politicos-iii#sthash.rBuBW7az.dpuf

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La más importante reforma pendiente: la de los partidos políticos (IV)

La política: una de las vocaciones y profesiones más complejas y desprestigiadas, pero más importantes para la desgracia o para el progreso de nuestros pueblos. La Carta Democrática Interamericana plantea la necesidad de un régimen plural de partidos y organizaciones políticas. Las democracias de la región requieren de partidos fuertes, competitivos y efectivos en el cumplimiento de sus funciones básicas de agregación de intereses, intermediación y representación política. Para poder hacerlo necesitan modernizarse y fortalecerse. En pocas líneas esbozamos aspectos fundamentales de un programa de reformas de los partidos políticos (PP) y de fortalecimiento de sus liderazgos, de una de las vocaciones y profesiones más complejas y desprestigiadas, pero más importantes para la desgracia o para el progreso de nuestros pueblos.Los elementos focales de trabajo para la reforma y modernización de los PP (Foro Interamericano sobre PP. OEA) comprenden factores o variables externas e internas. Entre las variables externas resaltan la reforma y modernización de los marcos normativos que regulan el funcionamiento de los sistemas de PP: 1. Los sistemas electorales como mecanismos que determinan la calidad y legitimidad de la representación política, así como el grado de apertura o cierre, de fragmentación o institucionalización de los sistemas partidarios. 2. Los sistemas de financiamiento de campañas y PP, para crear condiciones de equidad y competitividad en el sistema. 3. El acceso de los PP a los medios de comunicación, especialmente a la televisión. 4. La fiscalización de la vida interna de los PP en el financiamiento y cumplimiento de las regulaciones generales (ley de partidos políticos) o específicas (estatutos internos). En las variables internas resaltan: 1. Los modelos de organización partidaria. 2. La formación y capacitación de su liderazgo político. 3. La creación de un sistema de gestión política transparente. 4. La construcción de estructuras internas representativas de sus bases. 5. La construcción de procedimientos democráticos para la selección de los cargos internos y para la resolución de conflictos en la organización. 6. La renovación de los marcos ideológicos y programáticos. 7. El mejoramiento de las capacidades y niveles de eficacia para el cumplimiento de sus funciones, especialmente para el ejercicio de gobierno. 8. Su capacidad de gestión como gobierno o como oposición. 9. Su capacidad de negociación, tanto hacia adentro de instancias de gobierno como en el marco de procesos amplios de concertación política y social. 10. Su capacidad para recuperar la preeminencia o centralidad de la política democrática como criterio ordenador de los procesos de toma de decisiones. 11. Su capacidad de mejorar sustancialmente las relaciones entre partidos políticos, sociedad civil organizada y medios de comunicación. El proceso formativo de los liderazgos partidarios es fundamental, teniendo como objetivos: 1. Elevar, actualizar y fortalecer su visión de las profundas transformaciones mundiales y del cambio de época en el siglo XXI, y de sus implicaciones para el desarrollo sostenible y la gobernabilidad democrática. 2. Fortalecer la capacidad de generar mejores programas y cumplir compromisos programáticos con la población. 3. Fortalecer la relación entre los PP y la ciudadanía. 4. Fortalecer la integración entre la dirección y la militancia partidaria. 5. Fortalecer la capacidad transformadora de los partidos en el ámbito municipal/local. 6. Fortalecer el acceso del sistema de partidos y de la sociedad a la información política y de desarrollo, y a las tecnologías de información y comunicaciones aplicadas a la política y a los procesos electorales. 7. Elevar la visión y la capacidad de propuesta de políticas públicas en el ámbito nacional y municipal. 8. Fortalecer el diálogo político entre los partidos de la subregión y entre estos y sus contrapartes internacionales.Los nuevos liderazgos deben desarrollar capacidad de análisis de la realidad nacional e internacional y de los escenarios prospectivos, desarrollando visión de mediano y largo plazo y pensamiento estratégico para poder tomar decisiones acertadas en el presente. Deberán fortalecer las prácticas democráticas, la transparencia y la institucionalidad partidaria y nacional, y adquirir y mejorar las herramientas para la acción política efectiva, resaltando: 1. La prevención, manejo y resolución de conflictos hacia adentro y hacia fuera de los partidos y las capacidades de negociación. 2. La vinculación con diversos sectores de la sociedad y el fortalecimiento de la capacidad de intermediación y representación de intereses de diversos sectores sociales. 3. La organización nacional y local, el desarrollo local y la gestión municipal. 4. El trabajo parlamentario y la relación de los PP con sus representaciones parlamentarias. 5. La inclusión y fortalecimiento en la participación de mujeres y jóvenes, fortaleciendo sus liderazgos y candidaturas en el interior de las estructuras partidarias, y a posiciones de responsabilidad en la administración pública a nivel municipal y nacional. 6. Uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación para la política y los procesos electorales. 7. Estrategia política y electoral, estudios de opinión pública, asesoría electoral especializada, comunicaciones, mensaje e imagen. 8. Presupuesto y financiamiento para el funcionamiento partidario y para campañas electorales, y fortalecimiento de capacidades de gestión de financiamiento. 9. Vigilar celosamente la honestidad, coherencia, legitimidad y credibilidad pública del partido y de sus liderazgos, el capital político mas importante. En esta nueva época de la información y el conocimiento donde la competencia global, los cambios, la incertidumbre, las crisis y los poderes fácticos son la norma, conducir países, municipios y parlamentos requiere partidos y liderazgos políticos de la mayor preparación, capacidad y honestidad. Reformarlos y fortalecerlos y promover el surgimiento de liderazgos superiores es la más importante reforma pendiente. 

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12 buenas noticias y la necesidad de superar la mentalidad polarizadora

Para superar la dinámica polarizadora, hay que partir reconociendo los aspectos positivos de la posición contraria y los aspectos negativos de la posición propia, que siempre existen, y las buenas noticias para todos Ayer temprano en que me preparaba para escribir la columna de hoy, leí los periódicos y constaté que en medio de tantas malas noticias había muchas buenas que podrían pasar desapercibidas, decidiendo resaltarlas este día. Para quienes estamos convencidos de que la crisis nacional es histórica, profunda y de carácter estructural, y que, consecuentemente, no se superará con pequeños remedios y remiendos, es importante identificar aquellos logros, resultados y procesos que sean positivos, mejor aún si ayudan a desencadenar procesos de cambio en diferentes ámbitos del quehacer nacional. En el área económica y social, 12 buenas noticias aparecidas ayer capturaron mi atención, fortaleciendo mi convicción de la necesidad que tenemos de superar la mentalidad polarizadora.1. GOES y ARENA se acercan a lograr un acuerdo por crisis fiscal. 2. Listo borrador de ley de responsabilidad fiscal. 3. El acuerdo fiscal debe ser profundo. Presidente de ANEP dice que apoyan diálogo entre el Gobierno y ARENA. 4. Mesa del café busca soluciones para la deuda de los productores. La renovación del parque y el combate a la roya también están en discusión. 5. Proyectan expansión millonaria de parques industriales. 6. Reconocen a empresa por generar empleo inclusivo. La textilera League contrata a personas que son excluidas del mercado laboral debido a la situación de violencia del país. 7. Transformación productiva en la industria textil y confección. 8. TLC con Corea se cerraría este 16 de noviembre. 9. Competencia aérea abarata el precio de los vuelos en Centroamérica. 10. Colombia baja arancel a exportaciones desde El Salvador. 11. País logró $1,263 millones en cooperación en un año. 12. Al menos 185 mil en el TPS según RR. EE.El que los últimos tres presidentes de la república, involucrados en casos de corrupción, sean investigados y procesados es una buena noticia siempre y cuando se siga rigurosamente el debido proceso y no haya parcialidad en la lucha contra la corrupción.Nuestro país es uno de los más divididos y polarizados en Latinoamérica, y consecuentemente, las noticias tienden a ser analizadas en función de si favorece a mi grupo, organización o partido o afecta a mi competencia o adversario, o si encaja con mi ideología o mi manera particular de ver las cosas. En esta profunda cultura histórica de polarización nacional, el triunfo del contrario es percibido como pérdida y su fracaso como triunfo en la eterna guerra politico-ideológica que determina buena parte de la cultura y del comportamiento nacional. Mientras tanto el conflicto se desarrolla y crece en un juego de suma cero en que todos o la mayoría terminamos perdiendo en procesos acumulativos de conflicto, entrampamiento y parálisis crecientes.La polarización política se desarrolla cuando dos bandos encontrados contraponen públicamente proyectos excluyentes, con estrategias y recursos para la conquista del poder político, donde cada lado cree que representa el bien y su enemigo o adversario el mal, comprometidos en diversas batallas hasta su derrota total. Una cosa es construir una identidad diferenciadora y otra instrumentalizar objetivos personales, grupales, corporativos o partidarios por encima del interés nacional que cada lado tiende a identificar como el propio.Desde una perspectiva minimalista podemos afirmar que dicho interés en El Salvador de hoy es todo lo que contribuya a sacarnos del impago, a mantener y crear nuevos empleos y ofrecer oportunidades a los jóvenes, a avanzar contra la violencia, la corrupción y la impunidad y fortalecer la institucionalidad, a mejorar la salud y la educación, y la ampliación de los espacios culturales, y a una visión y acuerdos mínimos de desarrollo de mediano plazo. Las noticias que contribuyan a dichos resultados nos dan esperanzas de salir progresivamente del entrampamiento y de la crisis histórica en que nos debatimos.Al igual que hace un cuarto de siglo cuando ambos lados se convencieron de que no podrían derrotar al otro, y que los costos de la prolongación de la guerra serían desastrosos para ambos lados, y para el país, bajo una creciente presión y cooperación internacional fue finalmente posible la firma de los Acuerdos de Paz.En la víspera de su XXV aniversario, habiéndose agotado la acumulación y buena parte de la arquitectura de la posguerra –gestión económica y fiscal, social y medioambiental– necesitamos acuerdos mínimos de gobernabilidad y desarrollo, esforzándonos por administrar y prepararnos mejor para comenzar a superar la mentalidad polarizadora que determina buena parte del comportamiento nacional.Para superar la dinámica polarizadora, hay que partir reconociendo los aspectos positivos de la posición contraria y los aspectos negativos de la posición propia, que siempre existen, y las buenas noticias para todos. - See more at: http://www.laprensagrafica.com/2016/11/03/12-buenas-noticias-y-la-necesidad-de-superar-la-mentalidad-polarizadora#sthash.0OZz0yk3.dpuf