Las horas, ese paso de tu tiempo sobre el mundo que te esclaviza... Quise evitar que corrieran, pero no pude, pues no eran mías
Don't wanna be here? Send us removal request.
Quote
Tus palabras no salen de tu garganta, pero se escapan de tu mirada. Yo me enamoro una vez más de ti, en esta Venecia que nos ha visto amarnos, que nos ha enamorado, que nos ha tenido en su seno durante días que se han convertido en eternidad... Te tengo en mis manos y en mi alma. Eres mía y yo soy tuyo.- Y te quiero. -Digo tirando de tus manos hacia mí para envolverte entre mis brazos con fuerza. Una vez, me tuviste miedo... Pero el amor logró que todo eso acabara. Hoy, eres mi razón para existir y lo serás por siempre. En esta vida y en la siguiente, hasta que el mundo se olvide de que jamás podrá separarnos.
Stuart Carrington
2 notes
·
View notes
Quote
Cruzo la plaza San Marcos corriendo contigo de la mano, entre la gente. Desde que nos conocemos, he corrido por ti muchas veces. Sobre todo, para no perderte, aunque te quería encerrar para siempre en mi laberinto. Venecia se queda sorda con el sonido de nuestros zapatos y, cuando llegamos a la torre del reloj, te miro, entrando en ella.- Cuenta la leyenda que tras finalizar el bello reloj azul y dorado, el duque mandó arrancar a los artesanos los ojos, para que no pudiesen nunca jamás realizar una copia similar en otro lugar. -Te explico antes de seguir mi carrera contigo de mi mano, por el interior de la torre del reloj, hasta subir contigo a lo alto de la torre, desde donde podemos ver la hermosa plaza y parte de la gran Venecia. Es allí, donde te llevo hasta la barandilla. Te tomo de las dos manos, mirándote a los ojos mientras extiendo mis brazos para separarte de mí y hacer que gires al caminar yo hacia un lado, girando.- El duque no sabía que, un día, llegaría aquí una obra magna mucho más hermosa que este reloj donde se detienen las horas, tocan las campanas, están las fases lunares y los signos del zodiaco. -Te sonrío.- Pero yo sí. Y quería que tuvieras la oportunidad de tener algo único en el mundo, de esta Venecia que ya es nuestra. Porque tú también eres única.
Stuart Carrington
3 notes
·
View notes
Quote
Te miro porque me dices que te encanta este sitio. Y a mí este sitio me encanta contigo.
Stuart Carrington
5 notes
·
View notes
Quote
Recuerdo que, cuando me enamoré de ti, busqué con desespero un anillo en tu mano, una señal que me dijera que ya eras de alguien y no podías ser mía, aunque hubiera removido cielo y tierra hasta conseguirlo... Yo era quien iba a poner ese anillo en tu mano. Y no lo sabía.
Stuart Carrington
3 notes
·
View notes
Quote
Abrazo tu lengua con la mía, en el interior de tu boca, notando tus labios cálidos contra los míos y la suavidad de tu beso contrastando con la aspereza de mi barba en tu piel tan delicada. Escucho las campanas. Lo oigo lejano, porque tu respiración resuena más alto. Porque tengo en la cabeza todas las voces que son tuyas en todos tus tiempos pasados, presentes y futuros y hasta en las vidas que sé que he vivido contigo antes de vivir esta. Y entonces me aparto con delicadeza de tus labios, cuando las campanas dejan de sonar.- “Me detuve en Venecia, en el Puente de los Suspiros. Un palacio y una prisión en cada mano.” -Recito a Lord Byron, por cuya culpa fue que llamaron Puente de los Suspiros a este lugar por el que pasaban los presos para ir del tribunal a la cárcel después de escuchar su sentencia. Aunque luego cobró un sentido mucho más romántico y hermoso. Te miro a los ojos sonriendo.- Sempiterna... -Te digo a ti, que eres para "siempre" y "eterna", como nuestro amor sentenciado en muchos lugares. Me llevo tu mano a los labios para darte un beso en ella, mientras el gondolero continúa su camino.
Stuart Carrington
4 notes
·
View notes
Quote
Veo el puente de los suspiros, muy cerca de nosotros, y miro a lo alto. Ya estuvimos aquí, pero había algo que no sabía entonces, y tú tampoco. Pero comienzan a sonar las campanas del Campanile de San Marco, por eso, te tomo de la mano.- No lo sabía antes, pero dicen que, si dos amantes se besan al atardecer en una góndola cuando pasan por debajo del puente al son de las campanas del Campanile di San Marco serán bendecidos con el amor eterno... -Me alzo de hombros.- No necesito más garantías de la eternidad de nuestro amor. -Digo sintiendo que la góndola avanza más rápido porque el conductor sabe que ese es el momento justo para pasar bajo el puente o las campanas dejarán de sonar.- Pero nunca está de más...
Stuart Carrington
2 notes
·
View notes
Quote
¿Para qué te pido que sonrías si ya lo estás haciendo? Hace tiempo que sé que no debería pedirte cosas que te pido pero, tal vez, sea mi miedo a dejar de verlas lo que me lleva a pedirte que las hagas. Te tomo una foto, con el contraste hermoso de la luz del atardecer... El sol comienza a irse y crea una preciosa estampa. Tu pelo negro, movido por el aire, se detiene en la pantalla de la cámara, junto a tu sonrisa, junto al agua. Dicen que Venecia es la reina del Adriático... Pero es mentira, eres tú.
Stuart Carrington
2 notes
·
View notes
Quote
Me acomodo en la cama, contigo sobre mí. Con los ojos cerrados me dejo llevar por lo que me pide tu cuerpo y levanto las caderas para que me quites los calzoncillos que tanto me aprietan. Es entonces cuando me separo de ti para, sin poder controlar mi jadeante respiración, separar las piernas para dejarte espacio entre ellas y así poder quitarte esas bonitas bragas que llevas puestas hoy. Solo nuestros anillos en nuestros dedos y tu corona en tu cabeza. Eso es lo único nuevo en nosotros, lo único que no quiero que nos quitemos porque hoy es diferente a todo. Y por eso precisamente, cuando te desnudo y todo mi cuerpo me pide a ti, te cojo por la cintura alzándote sobre mí y te libero cuando te acomodo, sonriéndote al mirarte a los ojos.- Te quiero, reina...
Stuart Carrington
3 notes
·
View notes
Quote
Te beso con los ojos cerrados, oscureciendo todo como si acabaran de apagar la luz del día. Hoy vamos al revés del mundo... Mientras algunos duermen porque han estado de celebración, otros comienzan su día y nosotros nos amamos celebrando nuestra "mañana de bodas", porque la noche se nos quedó pequeña.
Stuart Carrington
3 notes
·
View notes
Quote
En el amor también hay lugar para la curiosidad, para dejarse llevar y sentir por lo que vemos. A mí me gusta ver cómo tus manos me desnudan. Siento presión en mi sexo por culpa de ese pantalón de traje que ya empieza a sobrarme. Es como si nos estuviéramos quitando juntos piel que ya no hemos de llevar por más tiempo. Me falla la respiración, mis latidos se aceleran todavía más y cierro los ojos echando la cabeza hacia atrás cuando el placer me recorre el cuerpo al besarme de esa manera el muslo, consiguiendo erizar toda mi piel. Escucho mi propia respiración y el sonido de tus besos y entonces decido que es el momento de mirarte, tomar tu rostro con mi mano y dejarte a ti todo.
Stuart Carrington
3 notes
·
View notes
Quote
Hace mucho que somos nuestros...
Stuart Carrington
4 notes
·
View notes
Quote
Río mirándote a los ojos. No sé cuántas veces te lo he dicho ya hoy, o ayer, pero sé que te lo diré todas las que haga falta y, también mañana.- Estás preciosa. -Digo caminando contigo por esta casa nuestra que antes era solo tuya y de nuestro hijo. Pero me colé como un intruso en tu vida, en tu casa, en tu cama, en tu corazón, en tu miedo, tu oscuridad y tu luz. Y ahí sigo, con mi lugar asegurado dentro de ti.
Stuart Carrington
6 notes
·
View notes
Photo

El “handfasting” o “rito de unión de manos”: el método que Stuart y yo, usamos para unirnos en matrimonio
44 notes
·
View notes
Photo




“En los lugares sagrados y en los momentos propicios, nuestros antepasados se cogieron de la mano al casarse, y tales uniones de manos, atestiguados por los dioses y por la comunidad, eran legales, verdaderas y comprometedoras tal como el amor ate un corazón a otro. Ariadna, Stuart, ¿estáis preparados para declarar vuestros juramentos el uno al otro, juramentos que os juntarán, alma a alma, corazón a corazón, juntando las líneas sanguíneas de vuestros antepasados, y las de vuestra descendencia, atestiguados por los que se han reunido aquí el día de hoy, en espíritu y en cuerpo, en este círculo sagrado?”
(Stuart asiente con la cabeza, y después ambos pronuncian sus votos matrimoniales a la vez)
“Norte, Sur, Este, Oeste, Padre, Hijo, Y espíritu santo. Soy suyo y ella es mía desde este día y hasta el fin de mis días”.
“Norte, Sur, Este, Oeste, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Soy suya y él es mío, desde este día y hasta el fin de mis días”.
“Todas las cosas de la naturaleza son circulares. La noche se hace día, el día conduce de vuelta a la noche que, una vez más, se convierte en día. La luna crece y mengua, y vuelve a crecer. Hay la primavera, el verano, el otoño y el invierno, luego vuelve de nuevo la primavera Éstas son las florecientes ritmos del Ciclo de la Existencia, pero en el Centro del Círculo hay la quietud de la Fuente, eterna y brillante”.
5 notes
·
View notes
Photo



“¿Stuart y Ariadna acudís a este lugar por voluntad propia, libremente?”
“Sí, acudimos libremente”.
“Honremos ahora las cuatro direcciones cardinales de nuestro mundo, para que sus bendiciones sean traídas a esta pareja. Espíritus del este, espíritus del aire, dejadnos sentir vuestro aliento! A través de tiempos de incertidumbre, a través de los vientos del cambio, ¿todavía os amarais y os honrarais?”
“Sí, lo haré”.
“¡Entonces sed bendecidos por los poderes del este! Que juntos encontrar la libertad del vuelo por el aire claro de las montañas, que vuestro matrimonio renazca con cada nuevo amanecer. ¡Espíritus del sur, espíritus del fuego, dejadnos sentir vuestro poder! A través de las llamas de la pasión, y cuando los llamas se disminuyan, ¿Todavía os amarais y os honrarais?”
“Sí, lo haré”.
“¡Entonces sed bendecidos por los poderes del sur! Que juntos bailáis a lo largo del camino del coraje y de la vitalidad. Que vuestra casa se llene de calor. ¡Espíritus del oeste, espíritus del agua, dejadnos sentir vuestra energía que fluye a través de las corrientes del agua blanca y los pozos profundos y serenos de emoción. ¿Todavía os amareis y os honrareis?”
“Sí, lo haré”.
“Entonces sed bendecidos por los poderes del oeste. Que juntos tejáis y mezcláis vuestros deseos, fluyendo con la belleza de las mareas del océano. Que vuestra vida compartida se llene de amor. -Les acompaño al punto cardinal más frío, al Norte.- ¡Espíritus del norte, dejadnos sentir vuestra certeza y seguridad A través de tiempos de frías restricciones, cuando los problemas parecen inamovibles, Todavía os amarais y os honrarais?”
“Sí, lo haré”.
“Entonces sed bendecidos por los poderes de la tierra. Que juntos echáis raíces por tierra dulce y fértil, para que vuestra unión crezca fuerte. Que vuestras vidas juntos sean ricas con esa fertilidad y su estado de perfecta fruición”.
5 notes
·
View notes
Quote
No puedo apartar mis ojos de ella. Tan bella como siempre, tan hermosa como nunca... Con esa corona de reina, plateada y reluciente, su pelo oscuro recogido y su vestido, tan único, tan ella, tan delicado... Amo a una mujer que hice reina de mi vida en todo, desde el primer instante en que la vi. Mi corona, mi trono, mi mujer, mi vida...
Stuart Carrington
4 notes
·
View notes
Quote
El violín me hace sentir un escalofrío... Uno que crece más y más cuando veo a mi preciosa Ariadna, con ese vestido beige, caminando del brazo de Dan, con su hermosa corona de reina brillando bajo las luces que iluminan la noche. Conocí a mi amada de noche, me enamoré de noche, le pedí que se quedara conmigo en este laberinto y que jamás soltara el hilo, de noche. Le pedí matrimonio de noche... No podíamos casarnos de día... La oscuridad siempre fue una bendición para Ariadna porque no podía amarme a la luz... Y, en cambio, su miedo sanó. Ahora tenía que haber luces iluminando la noche de los dos... Por eso, mientras ella pisa los pétalos que las niñas dejan caer a sus pies, yo me siento tan afortunado. Le miro a los ojos pero llevo la mirada a Dan cuando se para ante mí con ella guiñándome un ojo poco después de que Claudia me diga que mi vida viene, pues el camino es corto. Le devuelvo el guiño a mi querido hermano y tomo la mano de Ariadna Evasen con delicadeza, volviéndome a Iain después, y haciendo que ella haga lo mismo.
Stuart Carrington
4 notes
·
View notes