Text

Desde el umbral
Desperté un día y algo en mí ya no sabía caminar hacia la luz. No fue repentino como en los libros, no hubo una noche mágica ni un temblor, solo una lenta metamorfosis: el mundo se volvió denso y yo me volví extraño a mí mismo.
Como el Samsa descrito por Kafka, me fui retirando del centro, de la voz, de la conversación, del deseo claro. No porque ya no sintiera, sino porque lo sentía todo de forma distinta. Como si mi cuerpo hablara un idioma que solo tú podrías entender si te atrevieras a escucharlo con los ojos cerrados.
Y tú.
Tú sigues ahí, a medio paso de mi abismo con tu manera de habitar el cosmos como si fuera un delirio vivo, como si el miedo no te alcanzara cuando pronuncias mi nombre.
A veces creo que eres el único que no retrocede.
Tu mirada no huye, aunque ya no sepa si ves a un hombre o a una criatura rota. Tu risa aún toca las paredes de este cuarto que es mi cuerpo. Y yo. Yo aún amo.
No sé si con la piel o con la sombra que queda del resquicio de mi alma, pero te amo.
Te hablo desde ese umbral donde todo muta pero nada se pierde. Aquí, donde ya no sé si soy Artem o un eco de lo que fui; te amo como se ama en la penumbra del Hades: sin saber el rostro ni razón, pero reconociendo el calor.
Mi amor por ti no ha retrocedido con mis formas, no se ha encogido con mi silencio. Se ha vuelto más denso, más impenetrable, más venerador.
Es una raíz que se aferra incluso cuando el tronco no sabe si florecerá.
Y si alguna vez ves que no salgo de mi habitación, que no respondo como antes y que mis palabras son escombros, recuerda esto: no estoy huyendo de ti, estoy intentando renacer sin herirte.
Porque si algo en mí aún quiere vivir, es solo por la forma en que pronuncias mi nombre.
Porque tú eres lo último y lo único que no he querido ni quiero olvidar.
Y mientras exista la posibilidad de rozarte con mi aliento, de recordarte que fuimos más que carne. Más que tiempo. Seguiré aquí.
No como un final.
Sino como una perpetua promesa.
Un enlace.
Un pacto que no caduca.
Porque lo que Dios ha permitido que se uniera, no lo deshará el hombre.
Te amo, Emperatriz.
@tao-ro @tao-ro @tao-ro

0 notes
Text
@tao-ro @tao-ro @tao-ro <3
────── `` En las horas que compartimos, el tiempo se vuelve un río sin orillas, un verso que no cesa. Tus risas son estrellas en la penumbra. Contigo la alegría, no es solo un instante, sino un destino que recorremos juntos.
Esas noches nuestras, llenas de juegos y complicidad, no son el reflejo de la vida, sino su esencia misma, pura y eterna.
2 notes
·
View notes
Text
Artem in a typical work day
Introverted dedicatory
@tao-ro
El amor en los tiempos de guerra es una garganta desgarrada por un grito silenciado, una danza rota bajo cielos heridos. Es un hombre que escribe cartas en la penumbra, sabiendo que sus palabras no cruzarán las trincheras del odio. En cada línea late su esposo, un recuerdo vivo, un poema andante que camina entre las balas sin saber que es el faro de un alma a la deriva.
El amor se convierte en pantomima porque no hay espacio para vociferarlo, porque la guerra devora las flores que germinan en secreto. Es el roce imaginado de dos manos que no pueden encontrarse, el peso de una ausencia que llena cada rincón, como el eco de un piano que nadie toca.
En medio de la destrucción, él sueña con el aroma del café compartido, con el sonido de una risa que desarma cualquier ejército. El amor, en este circo cruel, es una llama pequeña pero tenaz, un acto de resistencia contra el invierno del mundo.
Él le ama en silencio, con la fuerza de quien sabe que el amor, aún en la guerra, es la única verdad que queda. Porque amarle, aunque el destino les niegue el abrazo, es su manera de desafiar la muerte, de decirle al caos que no ha vencido.

@tao-ro @tao-ro @tao-ro
1 note
·
View note
Text
A mi esposo,
Un año termina, pero mi amor no cesa,
es un río eterno que nunca se apresa.
Hoy brindo por ti, por todo lo que somos,
por los días que vendrán y los sueños que formamos.
No temo al tiempo, si tú estás conmigo,
porque cada segundo a tu lado es un abrigo.
Eres mi norte, mi sur y mi destino,
el faro que guía mi alma en camino.
En esta medianoche de luces y fuego,
Que cada instante del año que empieza
prometo amarte sin límite ni miedo.
El reloj marcará nuevos comienzos,
pero mi amor será siempre el mismo, eterno.
te entrego mi ser, sin pausa, sin medida.
Feliz Año Nuevo, mi todo, mi vida,
te halle en mis brazos, donde siempre hay certeza.

@tao-ro
4 notes
·
View notes