El Presidente de Estados Unidos Donald Trump, no tuvo ninguna guerra durante su mandato, y hay quiénes le critican por asuntos privados que no tienen ninguna relación con su presidencia, porque en sus algaradas solo hacen un falso ruido demostrando que nunca serán empresarios de éxito como es él.
Los actos institucionales dan cuenta de la triple corrupción de la clase política (económica, política y moral) que se hace eterna en el poder. Se desviven por vivir el instante del corto plazo, no siendo responsables y son sus propios actos los que les delatan en el ejercicio de la tiranía con sus mamandurrias, cargos políticos, la colocación de sus novias y un largo etcétera que les acorralan en asuntos turbios, que pueden ser interpretados por sus mandamientos situándoles muy lejos de aquél verdadero estadista llamado Pericles.