cd-romero
cd-romero
Cartas Perdidas
46 posts
Mis escritos sobre mis vivencias, canciones que rescato, y mi mente difusa que se expresa en letras.
Don't wanna be here? Send us removal request.
cd-romero · 8 years ago
Text
Deja...
Deja Que las caricias Despierten tus Instintos salvajes Deja tatuó Mi nombre En tu espalda... H.
Tumblr media
1 note · View note
cd-romero · 8 years ago
Text
Desencuentros
Ah desdichados padres Cuánto desengaño trajo a su noble vejez el hijo menor el más inteligente En vez de abogado respetable marihuano conocido En vez del esposo amante un solterón precavido En vez de hijos unos menesterosos poemas ¿Qué pecado tremendo está purgando ese honrado par de viejos? ¿Innombrable?... Raúl Gómez Jattin
Tumblr media
1 note · View note
cd-romero · 8 years ago
Text
SOL Y LUNA
Hace mucho tiempo, dormitaba tranquilamente un joven llamado Zipa esperando la llegada de Bochica entre las montañas para saludarle, sin embargo, esa mañana tuvo un sueño profundo, incluso pudo ser una pesadilla profética que lo abrumó, quiso avisar en su aldea que malos aires soplarían.  
Pasaron dos días. Zipa siguió angustiado por su sueño y en aquella noche la luna, Chía, se presentó inmaculada y sonriente, se sabía que durante creciente, ella obnubila si no se sabe sentir con el corazón; pese a los designios que se rumoran de Chía, Zipa siente una punzada en su pecho, la angustia se apodera de su cuerpo, sus fuertes movimientos preocupan y alteran a la comunidad. Él no se detuvo a dudar de la fortaleza que le brindo Chía. Su sombra fue agrandándose, mientras la aldea no salía del júbilo asombroso, se escucharon los quiebres de la hojarasca y un fuego que se traga todo a su paso. Una algarabía seguida de unos gritos, sacudieron a Zipa, quien salió de su estado de trance y alertado del peligro que representan los venideros, lideró la guardia baja de su aldea.
Esa extraña gente vestía unas ropas con encajes hermosos, unas rimbombantes herramientas metálicas en sus manos que al usarlas, causan pánico; montaban unas bestias hermosas, que los hacían ver poderosos. El cacique también se alertó de aquella violenta y portentosa presencia. El capitán de aquella caballería, rodeó al cacique y vislumbró todo, hasta el furor de los ojos de Zipa, entre tanta tensión, los güechas esperan su señal para defender. Apenas el capitán ejecutó la orden de ataque, Zipa realizó un grito de batalla y los güechas sacaron sus macanas y lanzas; uno de ellos realizó un disparo hacia el cacique y Zipa no pudo llegar a auxiliarlo.  
Zipa furibundo, se abalanzó sobre un jinete y aferrándose de las correas del caballo, le aventó su macana y derribó al caballero, Zipa salta del caballo y esté se va corriendo sin destino más seguro que la soledad en tierras ajenas.  Conmocionado, se lanzó al suelo para auxiliar a su padre, su madre lloraba huyendo de aquella batalla, toda la aldea comenzó a arder mientras los güechas también caían. Zipa con su fuerza encomendada, se detuvo un instante para observar el estado de la guerra, al dar cuenta de la superioridad de los colonos, Zipa dio orden de huir a los pocos hombres en lucha.  
Zipa corrió hacia su madre, la escondió tras un monte y volvió a la aldea a auxiliar a los güechas aprisionados. En su regreso contó diez de sus hombres que quedaron libres enviándoles a aquel monte.  Al regresó, se ocultó tras una gran roca, se acercó sigiloso y observó sus robos y torturas a las mujeres que no se salvaron, a los güechas mal heridos. Un par de esos hombres estaban cuestionando a un guerrero.
-¡Digan! ¿Por dónde está el dorado?
Los naturales no comprendieron lo que ellos preguntaban, pero ello no impedía que se sintiese la tensión. Mientras un español se regodeaba con el oro de la aldea, Zipa analizó impotente las consecuencias de lo evidente, se dio cuenta que el impulso que su corazón siguió por aquel sueño, se volvió real. Zipa regresó a la colina y guio a su madre y ejercito en pie, caminaron hasta el amanecer, sorteando suerte con su comunidad aliada.
Una vez llegaron, Zipa relató airadamente lo acontecido, el poblado reaccionó con preocupación y el cacique accedió a brindar ayuda. Ofreció el cuido de su madre, la recuperación de su ejército y veinte güechas más, además de la siguiente palabra:
-Joven, toma este amuleto, con esté, los animales del bosque sentirán que los necesitas, creando un vínculo íntimo con la tierra, sentirás cuando muere un animal, se quema un árbol o sufre una persona, úsalo para llegar a Bacatá, ve libera nuestra palabra, defiende nuestra dignidad, Llega hasta el templo de los dioses en Tequendama, una vez en el gran salto de agua, escucha la voz de Chía y sueña con la libertad que proclama Bochica, recata el volar muy alto, puede que quedes chamuscado por el poder de la sabiduría cósmica.
Zipa preparó camino, sintiendo que debe organizar a la ampliada tropa. El cacique pidió esperar hasta que Chía este en su fulgor; pasan dos días en los que Zipa despide a su madre, llora a su padre, prepara a su ejército y se une a los ritos de la aldea anfitriona.  
Zipa se despidió y salió con sus treinta y cinco hombres. Salió en el ocaso, y Chía llena, le espera en el camino para rebosarlo de energía. Aquel crepúsculo desolado fue motivo de festividad en los guerreros, pero Zipa estaba muy sensible ante los movimientos del bosque. Chía se ocultó tras unas pesadas nubes, las estrellas no están para guiar el camino, Zipa propuso asentarse esa noche en aquel bosque, poniendo a trabajar a los güechas. Siendo de madrugada, Zipa se levantó acercándose al riachuelo cercano, se lavó esperando la salida  de Bochica, en eso que observó el caballo extraviado en aquella confrontación. Zipa se acercó al equino, mientras esté bebía agua, agitó su cola y a relinchó, Zipa cauteloso lo tomó por su retaguardia y ganó de a poco su confianza, sintiendo por medio de su talismán, primero el miedo del animal, luego la calma.
De vuelta en el asentamiento montando al caballo, los güechas se preparan para continuar con el camino, la lluvia ha vuelto pesado el terreno, Zipa, ahora dominando la bestia, se convierte en el impulso de los guerreros, ellos acelerando su ritmo, abren la maleza para avanzar hacia el templo de los dioses, que se encuentra a unos tres días de viaje.
Avanzan ese día sin preocupaciones y ya de noche se van acercando a otra aldea. Zipa planea pedir resguardo, pero a medida que se adentran, dan cuenta de la soledad y la destrucción que atañen aquella aldea. Zipa entristecido decide continuar con el camino, haciendo caminar por horas a los güechas. Justo cuando Chía estaba encima suyo, Zipa decidió descansar en ese lugar, también se preocupó por los terrenos que estuvieran siendo devastados por los ajenos, sintió que si no apresuraba el ritmo, más naturales sufrirían lo que ellos.
Al iniciar el otro día, Zipa montó el caballo y levanta su tropa. Las lluvias se han detenido y Bochica arde con templanza. De pronto ven en la distancia un grupo de los extranjeros, realizando guardia por esos terrenos. Zipa se angustia, el caballo se levanta en dos patas arrojando a Zipa al suelo, el caballo corrió hacia los otros caballos, delatando la avanzada Chibcha.  Tantas horas de camino, para ahora enfrentarse a una batalla inesperada. Zipa agarró su macana y arrojó su grito de batalla, los españoles los rodean con sus caballos, los treinta y seis hombres armados y acorralados esperan el momento de defenderse.
La caballería comenzó el ataque y los hombres se dispersaron por el terreno, algunos güechas fueron embestidos por los caballos, Zipa se deslizaba por el terreno y luchaba con gran destreza, recibiendo los golpes que los caballeros acertaban en su pecho; Zipa sentía mucho dolor, más por sus tropas, los caballos heridos, hasta por los españoles, debido a que el talismán le brindaba la sensibilidad que todo ser viviente a su alrededor estuviera experimentando, el desespero casi causa que Zipa arrojé el talismán y huya. Se retuvo, pero como pudo escapó del lugar, abandonando su tropa, corrió y corrió por horas, a medida que se alejaba más, el dolor en su pecho mermaba, hasta que el cielo se atenúo rojizo Zipa no detuvo su carrera de unas cuatro horas.  
Zipa lloró la pérdida de sus hombres, sintiendo el peso de aquella difícil petición de los dioses, se arropó con lluvia y soledad acompañó su miedo. Las estrellas le pedían caminar, sus fuerzas no eran las mismas que al iniciar la marcha, entonces el hambre también se comenzó a presentar. Zipa analizó las estrellas y dio cuenta que tan lejos estaba del templo de los dioses, dos días más, calculó.
Adentrándose en sus sueños, Zipa divisa el acercamiento a Bacatá, se ve en un gran edificio, ve rostros vacíos, el cielo no tiene astro y su cuerpo no proyecta sombra. Atemorizado, Zipa se levantó y cazó una liebre y continuó su periplo.
Escuchó en las lejanías el tumbar fuerte del agua. Ha llegado al Tequendama, al templo Bachué. Rodeó la gran cascada hasta posarse sobre la corriente del rio, observó a Chía menguando, entonces cierra sus ojos para escuchar sus consejos y saber los pasos a seguir. Zipa despejó su mente y al mismo tiempo cayó una ligera lluvia sobre el rio. Zipa resistió el frio de la sabana, olvidó su misión, se entregó a su corazón y se perdió hasta el amanecer en fugaces visiones de mundos inexplorados. Abrió los ojos y la lluvia siguió su tenue ritmo. Salió del agua y dio la vuelta para quedar de frente a la puerta de Bachué. Mientras se adentra en el rio se aferró contra la corriente, saltando sobre las rocas húmedas, pronto se dio cuenta que la distancia entre rocas se hacía más extensa, por lo cual decide arrojarse a nadar. La lluvia incrementó drásticamente, la cascada comenzó a rugir más fuerte.
La corriente acrecentada hizo retroceder a Zipa, intentó nadar hasta la orilla, pero un remolino de agua lo empujó hacia el fondo del rio. Zipa asustado, intentó subir con brazadas desesperadas, al notar su esfuerzo en vano, ve en el fondo del rio lo que parece ser una rama rígida. Zipa se dejó llevar por la corriente del remolino y cuando está cerca de la rama, saca su brazo y la toma, en ese instante una fuerza descomunal lo lanzó de nuevo hacia la superficie. Zipa sorprendido, apreció lo  sostenido en sus brazos, un bastón rudimentario de poco peso, pero gran resistencia. Salió muy cerca a la caída de agua, Había menos nivel de subsuelo entre más se acercará a la zona de impacto del agua. La lluvia mermo y Zipa usó el bastón encontrado para aferrarse al suelo resistiendo el advenimiento de la cascada.
De pronto, Zipa se ha ensordecido estando frente la afluente, después de varios intentos para intentar cruzar la caída, tapa su rostro con su brazo izquierdo y con el derecho, donde tiene el bastón, lo envió al frente para atravesar su cuerpo por el agua. Sin darse cuenta ya ha pasado el muro de agua y volvió a escuchar, abre los ojos y al ver una gran pared de piedra, salta apresurado a ella. Observó desde el otro lado la cascada y su vehemencia, luego detalló la pared y en el centro encontró una ranura, él intentó meter la mano, pero no sucedió nada, más allá de llenarse de lodo el brazo; entonces pensó en el bastón.
Se asustó tras el movimiento de la tierra, la pared se agrieta y las fisuras se unen dibujando un astro dividido en la mitad. Cuando se detuvo el temblor, Zipa se acercó y tocó la pared, un montículo de piedras cayó, abriendo una puerta. Zipa entró asustado, no veía más que negro por todo lado. Zipa avanzó tanteando siempre una pared, pero al cabo de unos doscientos metros, se acabaron las paredes de roca, solo sentía el agua que le llegaba a sus pantorrillas; aún estaba a ciegas y decidió continuar hacia adelante.
Al final del camino, otro muro se antepone, creyó entonces que solo atravesó la montaña y se llegó a desesperanzar. Se tiró al suelo y comienzó a gritar, se desesperó, se calmó y hasta lloró. En medio de su sollozante desconsuelo, el talismán se iluminó con una lucecita roja, Zipa se sorprendió y apreció frente a si, la belleza oculta de la montaña. Zipa revisó el muro, encontrando una figura como la que se formó en la entrada, corrió hacia ella y la empezó a tocar por todas partes, al ver que no sucedió nada, comenzó a dar golpecitos por la figura y se dio pronto cuenta que cuando se acercaba al centro, se escuchaba más fuerte el impacto. Entonces agarró otra roca y comenzó a golpear en el centro con mucho ímpetu. Luego de cinco minutos de estar penetrando, se filtra una luz por la caverna, Zipa se emocionó hasta abrir un espacio suficiente, por cual pudiera salir.
Se vio entonces frente a una ciudad, caminó con las fuerzas que le quedaron y allí lo recibieron los españoles.
-Señor virrey, hemos encontrado este indio merodeando Santa fe. Esperamos sus órdenes para  ejecutarlo.
El virrey rodeó a Zipa y lo miró de arriba abajo, Zipa lo observó desconcertado y habló.  
-Virrey- Dice Zipa.
-Silencio,- Grita el virrey- ¿Cómo os atrevéis a  hablar igual que vosotros?
-Este es un talismán ofrecido por el cacique de una aldea aliada, yo se lo regalo y con él podrá entender a todos los seres vivos, también sentirá el dolor y el placer de todo lo vivo que lo rodea. Ahora es suyo.
El virrey aprueba y un soldado le acerca el talismán.
-¿Y qué queréis?
-Que sientas el dolor de mi pueblo cuando ustedes llegan a matarnos, que si su dios es tan grande, sienta el poder de nuestros dioses. Que si su dios es bueno, sepa entender la razón de mi muerte.
El virrey enfurecido por sus palabras, ordenó la ejecución de Zipa de inmediato. Un soldado tomó un fusil y disparó. Zipa cayó en el suelo y el virrey sintió un vacío y colapso.
 H.
4 notes · View notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Este poema no tiene fin (Bis X)
El día que muera la risa, no estarán sus ojos gritando desde la cornisa, el cruel chiste de la vida, de quien no escucha sus ironías; ni sus ironías de ironías... envuelto en jugos gástricos que se ceban en la prisa. Por eso canto a este poema que no tiene fin... (bis x) Busco lo que no tengo en lo que nunca ha sido, aún así siento de todo. Busco lo que puedo en lo que existe, aún así es efímero. Busco lo que esta en frente mio, aún así no lo miro. Por eso canto a este poema que no tiene fin... (bis x) Me tengo en mi locura benévola para compadecerme de lo fútil, ignoro el fantasma que reclama su momento de verdad. ¡La loca y la música! eso es lo que nos parcha, un vinilo y vino tinto, un toque de angustia y pimienta, los elementales en euforia, todo por ocurrir... pero el disco vuelve a empezar. RAYAR. RAYADO. RAYUELADO. Por eso canto a este poema que no tiene fin... (bis x) ¿Qué es una cama impía en medio de la repugnancia de mis entrañas esparcidas por todo ese cuarto? ¿Qué es un chiste bueno -bufón de lo perverso- sí todo ha sido en vano? ¿Qué es el amor? si no me lo como, no me lo unto, no me huelo, no me lo lamo. Por eso canto a este poema que no tiene fin... (bis x) Mientras sigas aquí cantando verás que algún día te querrás ir... Paraíso o infierno, los dos serán un fin ¿Mi fin? (Bis X) ¿Y ahora que sigue? ...a quien le importa.
Tumblr media
H.
1 note · View note
cd-romero · 8 years ago
Text
Nada.
Camino sobre un lago de aguas bajas, las nubes se cargan sobre mi lomo y la lluvia parece que me hará compañía, aunque la luna se esfuerce por hacerme brillar será vano su tenue amor amarillo; yo me sostengo de mi bastón quebrado mientras busco en el cielo algo de consuelo. Enciendo mi lámpara y se ilumina mi sombra, no se reflejan las memorias y el bosque me seduce a perderme en su colosal negrura. Mis pies se empapan y odio que estén húmedos, esa indeseable sensación me acompaña... pero corro hacía el crepitar arbóreo para secar mi calma. Me siento en una gran roca, que quisiera algún día regalar; pero pintada en un oleo de rosas, para que no te la puedas colgar en tu cuello perfumado. Veo cuervos que se rehúsan a cantar, el silencio es tanto que hasta los camaleones se ocultan en su velo blanco, y no se notan en la oscuridad. ¿Para qué he venido al bosque? Si los hongos que busco crecen en potreros llenos de mierda. Sólo soy un payaso en busca de su ecuanimidad, camino hacia el norte y no sé a dónde voy a llegar; ni un ángel caído del cielo comprenderá este extraño ritual. La ascesis parece encontrarme cuando lo simbólico une las fuerzas del bien y del mal. Aún no encuentro salida de esta inmensa espesura; un tambor resuena y me pierdo en la fuerza de su armonía. Mi monstruo se afana en rugir, y un aguacate será capaz de sosegar la amargura. Pero no hay nada, ni hongos, ni aguacates, ni nada; sólo un sopor que me hace desistir; una partida que no encuentra su fin; no hay razones para soñar con existir, sólo un imbécil que se esforzó por encontrar el infinito y se perdió cuando cruzo las fronteras que despedían a narciso con su diabólico plan de dividir todo placer que no fuere el suyo. Veo la luz que no es de un amanecer precoz; ni de la luna que me trajo de nuevo a este inefable comienzo lleno de fantasmas; ni las canciones de mi pecho que me llenan de invisibilidad; ni las cenizas del incendio de palabras que no quemarán nunca más; ni la brizna que ofuscan mis lágrimas cansadas de llorar; ni la irremediable razón para vivir. Nada.
H.
El hombre de la luna, 1903-1904 por alfred kubin
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Sueño con despertar.
¿Estoy aquí? ¡Sí! En mi habitación noctambula y fría volando entre el humo de mis cobijas, navegando en los ojos del búho que cuida mi ventana blanco y negro son las líneas que transitan su pecho, una bocanada de miedo descansa en mi aliento. ¿Estás ahí? ¡No! Me grita el silencio, que es más grande su eco y suaviza mi latir. No respiro tan fuerte para dejarme persuadir del susurro del tiempo que se escapa del conticinio desmesurado de mi navío en el olvido del mar. Ya no estoy aquí, me he extraviado en mi soñar, mi red de pesadillas agota su voluntad, mi cama comienza a volar, custodiada por las plumas del búho blanco y el cuervo negro quienes se aventuran conmigo en busca de mi verdad. Me veo sufriendo por amores ciegos, el cuervo ha hablado y el miedo se ha reído, el búho me recuerda que debo aprender de los besos intranquilos que he sentido tantas veces en el mundo de lo infinito. Me persigue, mientras voy en mi bicicleta amarilla de vuelta a la casa de los deseos, allí me sorprenden dos niños que se adueñan de su sexo. El cuervo con ojos turbios se esconde bajo mi egoísmo, que es irregular. Me acompaña en mi caminar elevado por manantiales celestes, por montañas purpuras y cimas áridas, él, el búho blanco que habita en mi soledad; testigo de la verdad que me niego en el alba y cómplice del vacío que llena mi calma. Despierto muerto en medio de la lluvia que no cesa. Mi cuerpo es tan viejo que se ahoga en la cama; naufragio del navío que a sus aves no percata. La basura de mi suelo ha germinado en arrecifes, en vilo, los tesoros que cuelgan del asedio del olvido. H.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Viaje al infinito.
El infinito es esa sensación que vuelve y se va en cuanto no me doy cuenta; es la certeza de creer en lo que digo, desde el momento que cometo la imprudencia al contradecirme cuando escribo. Leer sentado desde la orilla del mundo ha resultado confuso, sobre todo para quien lo ha atravesado en tan corto tiempo. Las fronteras marcan los cruces en los caminos que se desdibujan en las sombras. Los designios son temores que se juegan en cada piedra, papel o tijera; la intuición de perdida me juega un mal rato y cuan niño chiquito, me apretujo y gruño. Los caprichos son remordimientos por huir de mi terruño. El infinito son dos conjuntos con una intersección pequeña, pequeño soy yo, grandes son dos conflictos; el olvido no es solución, solución no es una traba para la locura y locura es la pericia del funámbulo que, al borde del vacío, se sortea el morir; que, por amor a la vida, se arriesga a sentir. La sonrisa de ruta produce un saludo, los cariños del instante generan un inminente despido precedido de un beso, un abrazo y un olvido; me voy cambiando la máscara para recibir el próximo suspiro. En el fondo sólo queda un gran vacío, soledad es un arma de doble filo; libertad es crear, como en el juego del niño; Miedo es poder reventar sin dejar ningún herido. Infinito es el efecto doppler cuando te alejas, es sentir que, en la distancia, no puedo confiar ni en mí, mientras la frecuencia de tu energía inacabable va invocando otros sentires en cuerpos cada vez más extraños. Tu parpadeo inconsciente antes de dormir me indica que vas al país de lo infinito; yo ondeo mi frio en tus pechos añorando que tus labios descansen en los míos. Pero tengo miedo de descubrirme solo, de poseer tus recuerdos y volverlos añicos, de arrancarme los ojos y caminar a mi ritmo de olvidar que tu cuerpo es el infinito. H.
Tumblr media
1 note · View note
cd-romero · 8 years ago
Text
Demasiado viejo.
Tu & yo no somos más que dos soledades que se acompañan en virtud de un narcisismo recurrente, tal vez más en mí, pues mi ego brilla más que mis ojos y yo a vos te quiero y no quiero que seas polvo. Tu & yo es una mezcla de clamor y sexo, el tiempo se burla del olvido, la resaca apunta al cielo y la sobredosis es lo divino. Auto-destrucción es lo que manejo estando sobrio, y fama es la carne que pones en vitrinas etéreas. Tu & yo es un puñal en el alma, no querer caminar más solo por el conticinio, el vacío que se traga nuestros sueños se vuelve incluso paraíso. Tu & yo es mirar al cielo y contar las estrellas, sabernos efímeros y estar dispuestos a seguir cada uno su camino. Yo soy mis traumas de infancia incurridos en tus labios, tu eres la mentira inocente que muere entre mis brazos.
Tumblr media
H. BoJack Horseman. Eso es demasiado viejo. Season 3 Cap 11.
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Clasificado de vacaciones:
Ofrezco mis servicios de, amigo que escucha o acompaña, poeta que regaña, compañero de juegos que engaña, viajero que se amaña, chirri que no ve un mañana... Interesados inbox.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Pacto de libertad
¿Pero si captas señor Adalberto García? ¿Logró entender cómo lo salvé y ahora está conmigo? Comprendo, su silencio me llena de certidumbre, pero es por mi costumbre de estar huyendo de esos gatos que quieren conquistar el mundo. ¿Has escuchado de ellos? Dicen estar en guerra con las ratas, pero sólo trabajan en equipo para adueñarse de a poquito de todos nosotros. Por eso le hesalvado Beto, para que juntos nos aliemos y podamos salvar a los humanos de la falsa ternura de los gatos. Creo que el golpe ha sacudido tus recuerdos, por eso ya no sueltas palabras, ¿No es cierto?... Cierto, es por la amnesia que no sabes quien eres, pero para que veas que soy buen amigo, yo mismito le digo: Eres mi perro Adalberto García, te he encontrado hace dos días tirado en aquella esquina sangrando, ya no gritabas y me pareció que entonces aprendiste a superar el dolor. Te levanté y puse un pedazo de mi camisa en tu patica izquierda, dejaste de sangrar y hablamos por horas de la conspiración de los gatos. De hecho, no puedes olvidar que ayer quedaste en acompañarme hasta la Plaza de Bolívar para poner trampas para ratones, por eso se tiene que aliviar amigo Beto. ¿Me escuchas? De pronto le haga falta agua y comida; espérame acá y ya te traigo al menos un pan. Pobre Adalberto García, él no sabía que estaba muerto y sin embargo me pidió comida con su mirada infinita… ¡Ay! ¡Comida! ¡Adalberto ya no sigue con vida! Ahora nadie me escucha, nadie me mira, ¿Será que Adalberto no está muerto? Vamos, para arriba Adalberto, acompáñeme al cerro para verte morir contento. Tranquilo que yo me encargaré de los gatos, recordé que también fui un insensato y estar solo me curo del olvido. Siempre me escuchaste Beto, no te volviste a quejar en el camino, ahora cojeas conmigo y somos libres. No te prometo cordura Adalberto, si acompañas mi sombra nos guiará la locura. Me pides que te hablé de mí, en realidad no hay mucho que decir señor García; me diagnosticaron esquizofrenia por revelar el secreto de los gatos. Yo les dije que no era rebeldía, que mi delirio era causa de sus alegatos. Solo me sedaron, nunca me creyeron. Por eso me caes bien, por qué me sigues y no me tienes miedo. En la mañana descubrirás la magia del sol que nace en el cerro, nos llenará el alma y ayunaremos sin ruegos. Los días que me acompañaras señor García, estarán también llenos de poesía; parte de mi cerebro se hizo añicos con las drogas, por eso lo que digo será entendido solamente por nosotros, los idiotas. Nos bañaremos con la lluvia y me veras vestido de gamuza, nos cuidará la luna y comeremos basura. ¿Ya está todo claro señor García? Por favor no me haga replicar como fue que llegamos a firmar este tratado para ser libres, porque si sigo explicando, nos escucharan de nuevo los gatos; ellos están en los tejados, los basureros, mejor dicho, en todo lado; toca es avanzar callado, por eso no te musito mucho y sin embargo sabes todo de mí. Nuestras pulgas ya son parientes y de ahora en adelante nos comunicaremos bailando. H.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
No dejes de bailar Penélope.
Yo mordía los metales, mientras jugabas con el infinito; Hermes vino con el agua, se llevó un pedazo de mi alma a cambio de que conserves el optimismo. Me perdí entre los matorrales, allí mis sonrisas fueron diáfanas; pues no importó si las sirenas cantaron. Claudique ante el movimiento de sus caderas; su aliento perforó mis pulmones, estrujó sin aviso a mis entrañas y sus venenosos labios alborotaron mis nauseas. La nave sintió la furia de Poseidón, yo sufrí la seducción de Calipso. Itaca parece inalcanzable... Otros cien baches y no escampa, Penelopé: sé que no existes, pues yo muero y ya no bailas. Dormí en las maderas frías, anocheceres sin estrellas; me arropan las piedras, me asía en los placeres de la desidia. Tormentas me siguen en la huida; corro y el mundo se agita. Terremotos abren las viejas heridas; el camino no es vestigio si te fijas, fueron impulsos caninos de arreboles a blanco y negro. Lancé tan fuerte la piedra en su reflejo sosegado de laguna, que la luna se enrojeció ante la mella; no retrocedí y vociferó su nombre: ¡Cirse! ella corrió tras sus lobos. Aullaron, y sobre mí voló el gran cuervo sin ojos. Penélope: No dejes de creer; recibe a Hermes en tu regazo pues yo en sus ojos te veré. H.
Moonlight, Wolf, C.1909 by Frederic Remington.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Problemas maritales para con la muerte...
No vengas conmigo a buscar tu calma; mejor te invito a mi delirio, y así reorganizamos las teorías en la cama. Ven y descansa en mi paz mientras te vuelves anarquía, destruye lo que quieras, que mi corazón va detrás recogiendo las cenizas. ¿Sabes algo de tus deseos? Pues yo quisiera volarme los sesos, para así olvidar como fue que metí por ti las manos al fuego. Ahora el juego seguirá rodando tras el pretexto: Que tan sólo esperas tenerme de rodillas Disfrutando de tu sexo. Imagínate esto; con aquellos huevones que tras tu risa se regocijan. Lanzas tu anzuelo sin gusano animando a volar a peces Que se ahogan sin salir de su estanque. ¿Nacen esas ganas de gritar tus lamentos? Pues lo siento, porqué nadie te escucha; Todos andan viendo el cemento. ¿Buscas golpear mis ganas de seguir divagando? Pero ya lo ves, tu histeria necesita un poquito de sevicia. Ya voy aprendiendo que tu quieres Lo mismo que yo deseo; Pero lo que no entiendo Es tu lascivia cuando estamos en invierno. Tal vez sólo seas una impostora; al igual que mis ganas de vivir en esta ciudad invasora. ¿Sueñas con libertad? Primero: manda todo al carajo; luego disfruta de la soledad, hasta que aprendas a amar a todos los mal olientes vagos. ¿Añoras vengarte de los malos polvos? Pero tú tienes la culpa por creerte culpable; de disfrutar de los impulsos gozosos. Sé que quieres superar fantasmas pero te quedas sedada tras las vistosas alucinaciones, no se puede superar el vértigo del miedo piloteando esas mentiras que te preguntan: ¿Y tú quién putas eres? H.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
ELEMENTAL
Mirar hacia arriba y soñar en el aire, Mirar hacia abajo y sentir que soy tierra, Mirar hacia el ocaso para verme como agua infinita, Mirar las cordilleras para verme nacer en fuego, Dormir para que desde adentro no importe el sentido. Qué más da si llueve en dirección al sol si mis lagrimas se queman en arreboles si al temblar la tierra, truena la rabia si al volar en el agua los pingüinos Llegan primero a la luna Si mi serenidad se ahoga y la sapiencia me inunda, tomo un vaso con agua Y suspiro. Tranquilo sigo y respiro. Vuelo antes de aprender a caminar, el suelo es una ilusión del cielo y las nubes sopesan mi libertad. El conticinio acompaña mi soledad. He caído y la tierra se fisura cada vez que me acerco al amar. Ya no nacen cactus en la erosión. Los volcanes hacen erupción Observo directo al sol No existe el miedo cuando no hay más que perder. H.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 8 years ago
Text
Una noche en detalle.
 ¿Qué tenemos? dos guitarras, un caballo pesado, una dama enlazada, un amigo emocionado, un vaso vacío. ¿Qué más ahí? un corazón desolado acompañado de una sirena que le canta, y le encanta, más él sabe que no es su amor, aún así canta; pa sentir que es quien le falta al ladito de su deseo... Por ultimo ¿Qué se me escapa? Mis patas en función de la gravedad, mis letras jugando a dibujar una realidad, los locos buscando su azar bajo la torre de babel... F E L I C I D A D. H. 
Illustration by Ludmilla Luttich, also known as Mila 'von' Luttich.
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 11 years ago
Text
Mujer Fatal.
Son las ocho de la noche, mis viejos amigos de la universidad deben ya de estar esperándome, el tráfico no ayuda en esta noche y la impuntualidad no es lo que más me gusta reflejar de mí, sobre todo con amigos como Manuel, quien empieza a botar indirectas por no llegar a tiempo, la lluvia se deja caer en la vía, los semáforos se reflejan en el suelo, al igual que las luces y la luna, todo una paleta de colores que se entremezclan en el asfalto.
Mientras estoy esperando que cambie de color el semáforo, una hermosa mujer pasa sola, con vestido rojo, tacones y paraguas, me trajo algunos recuerdos la silueta de la dama; ya son las ocho con veinte minutos, llegando al bar donde es la reunión, dejo las llaves al valet parking e ingreso con ligereza al sitio, y allí estaban ellos tres, felices sonriendo y esperándome.
Éramos seis, los compañeros que solíamos reunirnos, pero con el tiempo, la profesionalización y demás cosas  personales, fuimos quedando tres, quienes tratamos de reunirnos por el logro de alguno, o el cumpleaños también, en esta ocasión la razón fue el cumpleaños de Andrés, quien antes de yo llegar le envié un mensaje de texto avisándole de mi demora, obvio que a él no le preocupo. Con todo y esto en mi cabeza me acerque a saludarlos.
-¡Qué más! ¿Cómo me les ha ido muchachos?- les digo mientras cojo asiento.
- Pero hombre, no me diga que lo agarro el tráfico- Dice Manuel con una sonrisa displicente.
-Dejadlo que si fue así Manuel.- Responde el anfitrión Andrés.
-Gracias hermano.-Pensé, este Manuel nunca cambiara.
-Pero es que con estas lluvias los trancones son recurrentes por las llantas deslizantes y los accidentes al volante.
- Debió ser Oscar, pero el camino estuvo entretenido a pesar del tedio de la espera, me entretuve viendo los colores de la noche en una mujer que me recordó a Alejandra.
- ¡Uy! No la nombre, mire como se pone Manuel.- Menciona Andrés.
- ¡No! Es muy improbable que sea ella, no haga sentir mal al muchacho- dice entre sonrisas Oscar.
-Esa Vieja se fue del país, dejen la bobada ustedes, que sentirse mal ni que carajos.- Responde airado Manuel.
-Sí, ella hasta donde sé, abandono el país hace más de un año, le salió trabajo al otro lado del chaco.- Les dije con mesura.
-¡Jah! Ya va a ser trabajo, ella debe seguir con las suyas, metiéndose con otros débiles, así como casi cae Manuel, y como cayeron Jaime y Enrique.- Dice Andrés con rencor.
-Ya, por favor ya, no hablen más de ella.- Menciona con melancolía Manuel.
-Tranquilo viejo, la nena no se acostó con usted porque lo quiso, recuerde lo que le paso a Enrique- Le mencione yo.
Concluimos esa charla recordando como ella asesino a Enrique, y el suicidio de Jaime. La noche pasó del vino introductorio, del brindis y feliz cumpleaños a Andrés, y dio paso al Whisky, los recuerdos de la universidad, los logros de cada uno de nosotros hasta ese día, las aventuras amorosas de ellos, mis desventuras amorosas, en fin, todo transcurría normalmente hasta que me dio por miccionar.
Me levante del asiento, ya me tambaleaba un poco, el mareo fue recurrente, decidí por no beber más, entre en el baño, el olor era entre orina y loción, una combinación extraña para el lugar de tan alto estatus en el cual estábamos. Hay un borracho que se queda dormido mientras orina, me paro frente al orinal, pongo la mano en la pared para sostenerme, escucho afuera una discusión, quiero saber que sucede, me lavo las manos, me mojo la cara, salgo pronto y veo dos hombres levantando a otro con la cara reventada, el otro hombre estaba siendo sostenido por los guardas, a quien luego sacan del lugar. Tras el montón estaba la mujer de vestido rojo, casi que sollozando tras el acto, la miro de soslayo mientras me dirijo a la mesa con los muchachos.
Me siento en la mesa, no puedo dejar de mirarla, las lágrimas le cortan el maquillaje, revelan su extrema belleza, hay un hombre tratando de consolarla, pero ella lo aleja con su brazo, agarra su bolso y se dirige al baño, mientras eso, los muchachos están discutiendo sobre lo que vieron, y sacan al otro hombre en camilla y lo suben en un taxi, les pregunto por lo ocurrido, pues fue cuestión de celos, y al parecer ella vino sola, la muy coqueta beso a uno y ya estaba abrazando a otro, por ende la escaramuza.
Ya eran las veintitrés  horas, Oscar estaba exaltado y tenía ya muchas ganas de irse, se despidió, agarro un taxi y nos dejó; en cuanto a Manuel, ya estaba hablando muy enredado y estaba alterándose mucho, por lo cual le llamamos su carro, su chofer y para su casa. Quedo solo con Andrés y el nuevo día apunta en el reloj, en esa hora transcurrida vi como la muchacha se sentó de nuevo en la barra y otros hombres quisieron invitarle un trago, con el rechazo reiterativo a cada pretendiente.
La dama se levanta de su silla harta por la insistencia de los hombres del lugar, paga su cuenta, se pone su hermoso gabán y sale del establecimiento, yo en cambio no sabía qué hacer con Andrés que me estaba hablando futilidades que ni yo le prestaba atención, le pedí excusas e hice que iba a contestar una llamada.
Salí a la calle, estaba la muchacha sola, parada al lado de un poste, fumando un cigarrillo, yo me pare cinco metros al lado izquierdo a ella, con el celular en el oído, pero sin decir una sola palabra, su presencia hizo una bocanada, el silencio fue reinante, debí parecer idiota en ese momento, mientras la admiraba, el labial rojo, pintado en el filtro del cigarro, lo acabo, lo tiro, se aplicó de nuevo el labial, me miro de reojo y se fue caminando, lentamente.
Mis impulsos fueron inminentes, entre corriendo por mis cosas y a pagar la cuenta, le dije a Andrés que debía irme, que por eso fue la llamada, él se preocupó, igualmente le dije que no era nada grave, que luego le adelantaba el suceso, le pague un taxi hasta su casa, yo quería ir por mi vehículo, obviamente el valet parking no me lo entrego por mi estado, estuve desesperado, le mande entonces a pedir un taxi.
Una vez me subo al taxi, le pido que se vaya por la avenida, que fue por donde vi que la mujer se fue caminando, le pedí al taxista que se fuera lento, por la acera de la derecha, me pregunto que si buscaba algo, le respondí, solo hágalo.
Llegando al segundo semáforo veo una silueta a distancia, se me acelera el corazón y pido que acelere el motor, que se acerque a ella, el taxi iba a su lado, la mujer solo caminaba, como si no se diera cuenta del taxi al lado suyo, la mire tras el empañado vidrio, que limpiaba con la manga de mi smoking, puse mis manos alrededor de mi cara, la observe, sus cabellos tapando su perfil, sus pasos largos dando música a la calle desolada, sus labios rojos contrastando con el semáforo.
Le pague al taxista y me bajo del vehículo unos diez metros delante de ella, la mujer me observa al bajar del taxi, avanza hasta la próxima cuadra y antes de girar me mira a los ojos, voy tras ella, pensé mil cosas, me sentí un sucio acosador, pero luego pensé que por fin tendría una aventura, pensé en todo, aun así mis instintos eran los que caminaban por mí.
Una vez llego a la cuadra, se ven sus caderas yendo de un lado a otro, haciendo ritmo con sus tacones, observo el lugar, tan solo, tan oscuro, tan estrecho, mis miedos se querían apoderar de mí, pero yo iba como un perro infeliz, tras sus pasos.
Giro de nuevo y otra vez miro a mis ojos, como si hubiera planeado todo, tuve el corazón en la garganta, aún más, cuando lo que había al voltear era un gran parque, una cancha de microfútbol con rejas por un lado y gradas al otro, faroles dañados, luz de luna, parque de niños más al fondo, un par de perros comiendo en bolsas de basura, y ella encendiendo otro cigarrillo.
Ella pasó por el lado de las gradas, yo iba unos cinco metros detrás de ella, a pesar del lugar y los charcos tras la lluvia, el cielo ya estaba despejado, aprecie la luna, le pedí por mí, la mujer se acercó a los columpios, se sentó en uno, me miro y luego miro el otro columpio, recibí la señal y me temblaron los pies, me acerque con la cabeza gacha, siempre mirando el suelo, me senté, agarre las cadenas del columpio que estaban heladas, luego pensé en ella.
La aprecie, comencé el recorrido de abajo a arriba, comenzando por sus tacones, sus largas piernas, su vestido rojo, mis ojos subieron por su vientre, sus senos, su boca carmesí que expiraba humo, hasta quemarme en sus fuegos, por el infinito de ojos color sol. Sentí en ese momento de todo, excitación, miedo, quise rasgarle el vestido, quise besarle toda, quise sentir su fuego, pero también tuve miedo de quemarme, de congelarme, de perderme, de morir… tuve ganas de huir.  CD-Romero
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 11 years ago
Text
Día y Noche
Siéntate cerca de la sal
Del mar, mientras te canta
Los secretos del sol
Siéntate cerca al dulce
De la laguna
Mientras te revela
Los secretos de la luna
 -
Regálame miedo
Frio y llanto
Regálame color
Alegría y canto
Acércame y aléjame
De la vida, la muerte
Su sofocante espanto
 -
Colorea amarillo y azul
Morado y dorado
Una sonrisa fatal
Un recuerdo enmarcado
Una maldita señal
Para matar el rosado
 -
Bruma y niebla
Primavera y ocaso
Un atardecer que tiembla
De no estar en día
De no estar en noche
Un atardecer que tiembla
Por abrazar el riesgo
Que llora
Por olvidar el cielo.
CD-Romero 
Tumblr media
0 notes
cd-romero · 11 years ago
Text
Luciernagas
E iba yo caminando, en medio de las hojarascas, esperando el completo amanecer y el sol de las nueve, para poder seguir el camino a la casa del viejo, llevo tres días tratando de encontrar esta ruta del sol, por la de los rayos que se filtran entre los arboles tupidos y dibujan el camino hacia su hogar, fue todo lo que me dijo para poder encontrarlo, en el sueño me dijo que allí me esperaría.
La oscuridad comienza a desaparecer, veo una liebre, intento sacar energías de donde no tengo para capturarla y comer algo, cojo una rama gruesa, me tiro al suelo echando de lado las hojas para no hacer ningún ruido, pronto observo sus movimientos, dejo que este a una distancia prudente para poder hacerla mía, ven cerca, cerquita, no te pasará nada muchachita… ¡Zaz! Pego un salto y la veía tan cerca, no atine más que a tirarle el bastón, que le paso por encima he hizo un ruido que levanto a todas las aves del lugar, obviamente la liebre corrió despavorida y le perdí el rastro, me limpie la túnica con mis dos manos, agarro el bastón y continuo caminando.
Luego me cercioro del momentáneo silencio, luego del anterior incidente, me sentía acechado y no cantaban las aves, sin embargo el sol ya se empezaba a inclinar, de a poco se dibujaban las tan esperadas huellas de sol, que tanto he venido siguiendo, pero sin embargo siento mucho silencio; me paro en medio del bosque, no hago más ruido, cierro los ojos, intento ser uno con la naturaleza, escucharla, que me quiere decir… corre, corre, Corre ¡CORRE! Me dice, sigo la ruta de la luz, comienzo a acelerar, miro hacia atrás, gran error, el felino me sigue.
Creo que ya no está, me desvié del camino, me lance tras un arbusto, no lo vi más y me quede acá unas horas, espere a que desapareciera, comí las bayas que me regalo la tierra, agrias, pero al menos me quitaron la sed, el sol esta en otra dirección y el camino de la luz ahora es otro, ya no puedo hacer nada más en este día, nada más que buscar comida.
Agarro unas hojas de palma y las entrelazo, las cuelgo en medio de dos árboles, me gasto unas tres horas en esto y el sol se comienza a despedir, dejo algunas de mis pertenencias sobre la hamaca, cojo mi nuevo bastón y voy en busca de comida, amarro un cabo muy largo en el árbol, lo extiendo con mis pasos para no perderme en el regreso de la noche, tuve miedo mientras camine a esas horas, por lo pasado anteriormente, sin embargo me llene de valentía y me dispuse a bajar, puse hojarasca en mi bastón para la hora del crepúsculo, miraba lado a lado, bajaba matorrales, saltaba piedras, atravesaba arbustos que rasgaban mi traje y mi piel, seguí bajando y escuche el sonido de un arroyo.
Entre piedras corría el agua, tome un poco de ella, la seguí, se me acababa la cuerda, la deje amarrada en una roca cerca al arroyo, seguí su camino, unos cinco minutos más hacia abajo y se acabaron los árboles, no había más que un gran lago, hermoso lago donde la luna nacía, gigante y hermosa, amarilla y desnuda, me desnude con ella y me filtre en sus aguas, dance con ella, al son de los grillos, me sumergí en ella, fuimos uno, flote sobre su regazo, quise escucharla, entrando en trance, viéndola arriba y abajo, no había ruido, o no escuche nada, éramos agua,  frio, se elevaron mis vellos húmedos, apuntando hacia donde ella, deje mi cuerpo sobre su cuerpo y me alcé hacia su luz.
Pude ver mi cuerpo en su regazo, me eleve, vi todo el bosque, un árbol tupido y gigante en medio de este, seguí surgiendo, entonces vi toda la tierra y de repente estaba sobre la luna, ahora era ese basto azul quien me enamoraba, una vez la luna sintió que mis latidos apuntaban abajo, una vez sintió que la pensé engañar, sollozo y me lanzo de nuevo, al denso azul trágico, no sabía que me gustaba su amarillo mágico, que ame estar en su vientre, que estaba admirando el lugar desde donde todos los días la admiro a ella, o quizá si lo comprendió.
Volví, la luna me sonrió, cuando me hundía me sonreía, cuando mis manos y piernas se despedían de ella me sonreía, cuando intente resurgir, se despidió, nade a la orilla y me senté a verla mientras quería rodearme, me quede dormido en este azul.
Me levantó el frio de la madrugada, no había luz aún, vi un pez moverse cerca de la orilla, cogí mi bastón y  me lance al agua, el pez quiso huir, pero la parte inferior del bastón sirvió de lanza y lo atravesó, el agua era helada, salí, me puse la túnica, la hojarasca se mojó, no me iba a dar luz mi precioso báculo, hice fuego en la orilla, destripe el pez, lo cocine y lo comí mientras el sol volvía para indicarme la ruta de vuelta.
Ya con nuevas energías, subo la loma, me gasto el doble y llego a mi hamaca casi a las diez, intente seguir las huellas de la pantera del día anterior para ubicarme de nuevo con el camino, también recordé anoche el árbol gigante en medio del bosque, la luna me dijo  su secreto. Me senté a descansar un poco, saque un frasco de pócima donde guarde un poco de agua del arroyo, la tome, cuando me seque los labios escuchaba el cantar de las aves, supe que mi camino pronto acabaría.
Ya estaba harto de tanto camino, supe que había dado una vuelta porque reconocí ciertos patrones de días anteriores, el camino del sol me estaba llevando en círculo y me saco de quicio, además mis sueños ya no me decían nada, era el medio día, ya no creía en la ruta de la luz, no quería creer en nada, ya no sabía ni como devolverme, solo quería creer en la muerte.
Como no quería perder más energías caminando, estuve toda la tarde sentado en una roca, mirando como las huellas de luz se desplazaban y cambiaban de lugar a medida que paso el tiempo, empezó a hacer frio y nada mejor para quitarlo que moverse, agarre mi bastón, de nuevo lo llene de hojarasca y lo encendí, una vez prendido se prendió también un vástago sobre mí, las esquejas ardieron y yo me asuste, lance el bastón al suelo y comencé a arrojarle tierra al árbol antes que encendiera los que estaban a su alrededor, acabe la poca agua que tenía y termine con mi frente sudada, con mucho calor.
De inmediato el calor se apagó y la noche reino, cogí de nuevo el bastón y lo encendí precavidamente, la luna comenzó su espectáculo y me dio el impulso de caminar de noche, de ir sin ruta alguna, veía a mis lados todo gris, preferí apagar el fuego y disfrutar la penumbra.
Mire hacia mi derecha y había lucecitas, que prendían y apagaban, corrí a donde ellas, hermoso campo de luciérnagas, que iluminaban esta parte del bosque que no reconocía, pequeñas y sutiles que hacen luz en medio de la oscuridad, donde juntas son el sol, ¡el sol! Las luciérnagas son el camino de la luz, camine entre ellas, hasta donde se acabaran, estaban bajo mis rodillas, las veneraba, me guían hacia donde sea, luz o sombra, muerte o lo que sea.
Me senté en medio de ellas, en medio de los árboles y la luna, en medio de ese momento, cerré los ojos y quise escuchar a la tierra, volví a ser uno con ella y con todas sus luciérnagas, en estado hipnagógico, sentí cosquilleo por mi cuerpo, un camino que se dibujó, abrí los ojos, las luciérnagas se iban, me levante y seguí la luz de las pocas que quedaban.
Se iban los arboles también, seguía pocas luces, llegue a un valle y al frente un gran árbol añejo y amorfo, iluminado por la luna, me acerque lentamente, tuve miedo, cada paso era un paso a la taquicardia,  era tupido, muchas hojas pegadas con telarañas, no veía su tronco, me agache mire hacia arriba y habían muchas arañas negras con un color naranja en su lomo, trate de no moverme mucho para que no cayeran sobre mí, me arrastre por entre las hojas podridas y húmedas, quitándome las telarañas del rostro hasta por fin ver el magno tronco.
Me levante rápido por la emoción, no me fije en nada de lo que había tras de mí, todo lo que buscaba por fin lo encontré, rodee el árbol, lo sentí, lo toque, lo escuche y me hablo, me dijo que fuera uno con él, que entrara en él.
Anonadado, seguí mis impulsos, puse mi mano izquierda en mi pecho y la derecha en el tronco, no sentía nada, mi cuerpo era de madera, no sentí nada, no pude abrir mis ojos, tuve miedo, abrí los ojos y estaba en otro lugar.
Calma, me dijo un viejo harapiento, -quítate esas arañas-, mire mi torso y tenía dos arañas una sobre mi cabeza y una última en mi mano derecha, cuando la fui a quitar, clavo sus colmillos, me asuste y sacudí la mano, me dolió horriblemente, el viejo cogió mi mano y con la suya empujaba hacia arriba, salía sangre, morada, luego salió una roca violeta y brillante, -te ha dado la bienvenida- me dijo, la mano me seguía doliendo, los dedos empezaron a ponerse negros, le dije- Me duele, mira me duele-.- no pasará nada grave, se  volteo y me di cuenta que no tenía su pie izquierdo.
Mi mano ya era negra y en el lugar de la picadura estaba morado, me dolía mucho ese lugar, el viejo estaba preparando unas matas con la piedra violeta, me dijo que sería un ritual, me senté, luego de su orden, se sentó en frente mío, cerro sus ojos, cerré los míos, dijo, cuando acabe el mantra, bebé del brebaje.
Empezó el ritual, comenzó su mantra, yo sentía el veneno correr por mis venas, ardía, pero luego de un rato entre el mantra del viejo el dolor me envolvía, sentía todo mi cuerpo, de manera diferente, sentí cada célula, cada átomo, la voz del viejo se iba apagando, mi cuerpo se sentía distinto, no pude abrir mis ojos y el viejo ya no cantaba, mi brazo derecho no lo sentía, entonces con mi brazo izquierdo y ojos cerrados trague el brebaje, es difícil describir esa sensación, me desconecte del sol, de la luna y las luciérnagas, de la pantera y el árbol, del viejo y las llamas, del lago y el frio. Luego fui yo, trascendí, me sentí árbol y hojarasca, me sentí araña y miedo, me sentí muerte.
Abrí los ojos, me sentí vida y todo era blanco, no sé si estaba muerto, pero todo era blanco, todo hasta que comencé a caminar en ese blanco y vi una araña, pequeña  y negra, la araña me trepo, no pude atraparle y de nuevo pico mi brazo, esta vez todo el blanco se entró en esa picadura, se filtró, se perdió.
Vi la realidad, mi brazo lo perdí, ya  estaba inerte, fue lo primero que vi, luego al frente estaba el viejo, sentado, con su pie sobre su otro no pie, estático, lo toque y estaba frio, me levante, no estaba asustado por lo que le paso a él, de hecho no sentía preocupación alguna, solo me senté en su silla y lo vi desvanecerse frente a mí, hecho polvo, hecho tierra, hecho yo.
CD-Romero
Tumblr media
3 notes · View notes