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Poems & Words

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El cielo de alguien más...

Ay, mi niño del alma, latido de mi corazón... que doloroso va a ser de una vez ya decirte adiós. Yo quería, quería con toda mi fuerza... pero no corresponde. Y duele mucho tener que aceptarlo, pero es lo que toca hacerse. Y tengo que despedirme, porque estoy ocupando el lugar de alguien más... y puede que se retrase si sigo aquí sentada, puede que siga de largo y no tome su lugar. Lo siento tanto por haberme tardado en ir, es que tropezar con tus ojitos es algo que distrae. Verás, tienes los ojitos más hermosos que he podido mirar, pero estoy muy consciente de que no es por mi que están destinados a brillar. Aun así, lo quise intentar... y puedo jurar que lo intentaría en mil vidas más. Es que te juro que guardas toda la magia del universo en ellos, que escondes cada estrella en tu piel, en forma de pequitas que marcan un camino abstracto hacia lo infinito. Perdóname por haber demorado, es que pude jurar que tus brazos eran mi hogar... pero entiendo que fueron hechos para abrazar a alguien más. Fue imposible no confundir mi destino contigo... tienes todos los colores del cielo y quién no se enamora del cielo... tienes labios que transportan al paraíso y quién no quisiera visitarlo... tienes pecho de hogar, tienes aire de mar... y claro, lo eres. Si eres el cielo, si eres el paraíso... si eres hogar... pero no mío. O tal vez si, pero tal vez no sea yo a quien tú quieras albergar. Y está bien, no hay nada mal. ¿Quién soy yo para adueñarme del cielo? ¿Quién soy yo para creer que tengo derecho a controlar el aire o atrapar las olas del mar? Que ingenua yo, que ilusa al pensar que solo yo iba a poder ver tus colores, al pensar que nunca habría un ave más hermosa en tu cielo. Espero que a quien albergues nunca haga que dejes de brillar, que siempre, siempre cuide su hogar... que tus pequitas sigan escondiendo estrellas, que tus ojitos sigan siendo magia, que tus latidos sigan transmitiendo paz... ay, mi niño del alma, amor precioso de todas mis vidas... tú, tan libre... tan cielo, tan aire, tan mar... tan infinito, tan hogar... tan de alguien más...

- Como el mar y la sal.

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Saturno

Aquí estamos... mirándonos, pero sin mirar. Frente a frente, pero tan distantes. Huyéndole a los sentimientos por no saber cómo enfrentarlos, gritando al vacío, queriendo ser escuchados, pero sin saber escuchar. Hay tanto que decir... queda tanto por lo que luchar... y duele saber que no servirá de nada. Duele saber que todo quedará inconcluso, que todo se fundirá en un enorme vacío. Tal vez siempre lo supe. Tal vez, muy dentro de mi, siempre supe que nuestro amor estaba a demasiados años luz, que nunca habría forma de que nuestros hijos salieran de Saturno y estuviesen aquí, con nosotros. Tal vez siempre supe que mis lágrimas se convertirían en estrellas... estrellas que todo el mundo admira y que a todo el mundo causan nostalgia, pero ante las cuales nadie puede hacer nada. Quizás una parte de mi siempre lo supo, pero ¿quién puede contra el único sentimiento humano que nunca se pierde? ¿Quién puede hacer algo en contra de la esperanza? Y por albergar tanta esperanza es que ahora estoy tan cansada. Por querer agarrarte con todas mis fuerzas es que ya no me queda ni siquiera valor. He gritado tanto, que todas las constelaciones me tienen lástima. He sufrido tanto que podría jurar que en ocasiones, mi dolor ha detenido la vía láctea. He pedido el mismo deseo a cada estrella fugaz que he visto, sin pensar en que tal vez, lo fugaz eras tú. Y duele, aquí dentro donde todo se siente, duele aceptar que no se dará, porque nuestro amor es igual al que la luna siente por la Tierra y por más que nos acerquemos, nunca podremos tocarnos, nunca podremos ser uno mismo...

Pero aquí va de nuevo la esperanza, sacando fuerzas de no se dónde, tratando de consolarme al susurrarme que me calme, que tal vez en otro planeta, a muchos años luz, se pueda dar nuestra historia. Tal vez en otra vida, tal vez frente a otras lunas. Tal vez un día despertemos en Saturno, viviendo el amor por el que tanto hemos llorado aquí. Tal vez allí, podremos ser felíz...

- Como el mar y la sal.

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Michael Thomas Ford, Suicide Notes

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“Sometimes the person who you’d take a bullet for is holding the gun.”

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2/25/2019 (59 + 60/?)

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“I don’t think people understand how stressful it is to explain what’s going on in your head when you don’t even understand it yourself.”

— Sara Quin

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Excerpt from the poem “The price of love” by @beewritespoetry_

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“There are times when I am convinced I am unfit for any human relationship.” -

Franz Kafka, Letters To Felice

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Fernando Pessoa, The Book of Disquiet