cormaccmclaggen

[cormaccmclaggen]

“Trust me, I’m as surprised by this as you are.”

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CHO CHANG x CORMAC MCLAGGEN - a fake dating contract, to all the boys i’ve loved before au

for @provocative-envy rarepair summer slam 2k19 - “cho x cormac is ELITE”

no kissing.

cormac has to attend cho’s soccer games every weekend and can’t complain about it.

cho has to teach cormac how to cook one (1) of her mom’s bomb ass dishes a week.

cho has to go with cormac and The Guys on their camping trips.

under NO CIRCUMSTANCES will cho or cormac tell the truth!

            x. signed by cho chang and cormac mclaggen

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I love how Cormac Mclagan shows that Gryffindor is just as much the house of “hold my butterbeer” as much as the house of noble hero

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Cormac McLaggen • 22 • Gryffindor Alum • Wand Unknown • Open

It didn’t make sense. To you, the world was always a welcoming place, and you were used to open doors and endless possibilities. Your family had made sure you had every opportunity handed to you, and so you didn’t understand why everyone was suddenly so… distant. The open doors turned into closed-off walls, with no way out, and suddenly your entire bright future seemed to fade to black and white. You’d prepared for most things, for grand balls and dinner parties, and the social niceties that the Ministry Elite required, but now, maybe that wasn’t enough anymore.

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he smiles again, and her heart does something completely, alarmingly inappropriate, something complicated and confusing that sets her pulse racing and her palms sweating, and—

God, it’s only the first day.

a cho chang x cormac mclaggen fic | story concept ; intro ; continuation ; graphics for @provocative-envy rarepair summer slam 2k19

a modern celebrity au about a bro and a babe falling for each other on and off screen.

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AN EXCLUSIVE BEHIND-THE-SCENES LOOK AT PHOTOS FROM THE SET OF SUMMER ROM-COM ‘SUNKISSED’, starring CORMAC McLAGGEN and CHO CHANG August 02, 2019 | 16:05

cormac cracks his knuckles, lips quirked. “yeah, they had you filming a ton of this today, didn’t they? b-roll shit? why are you doing more?”

“practice,” she lies, clearing her throat. “it’s not really about the yoga, you know, it’s—the aesthetic. i have to look like I know what I’m doing.”

“the aesthetic,” he repeats. “sure.”

a cho chang x cormac mclaggen fic | story concept ; intro ; continuation ; graphics for @provocative-envy rarepair summer slam 2k19

a modern celebrity au about a bro with a smile that can get past a babe’s fiercely guarded heart.

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Freddie Stroma Gif Hunt

Under the cut, you will find 108 gifs of Freddie Stroma from his role as H.G. Wells in season 1 of ABC’s Time After Time.

Sizes range from 400kb to 2.1mb

Like and/or reblog, if you would like

All the gifs in this hunt are made by me

Commissioned by: @thecxllective

Keep reading

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Cormac: how about a foot massage while we wait?

Hermione: oh great thank you

Cormac: oh…I meant for me

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You hipster you.

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“What is this I’m eating, by the way?” “Dragon balls.”

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Freddie Stroma for Courtney Beckett

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Harry Potter characters (59/∞) - Cormac McLaggen

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El final del último año en Hogwarts de Cormac había coincidido con la época en la que todo en el mundo mágico había comenzado a deteriorarse, ya que la vuelta de Voldemort y sus mortífagos era más que evidente. Después de terminar sus estudios, el joven había comenzado a prepararse y a entrenar quidditch intensamente todos los días, pasaron varios meses de prueba y logró integrarse a los Chudley Cannons, su equipo británico favorito desde que tenía conciencia. Sus días los pasaba con el equipo y el director de este, ya sea sobre la escoba o ejercitándose de otra manera. No le quedaba tiempo para hacer mucho más que descansar y ocuparse de sus asuntos personales durante su tiempo libre. Sus actividades le mantenían aislado de la situación del mundo real, al menos durante los primeros meses.

Conforme la tensión aumentaba y la situación se volvía más crítica, se fueron cancelando todas las ligas y campeonatos, prácticamente la mayoría de los partidos. Y cuando llegaba a haber algún enfrentamiento el público era escaso y su pasión nula. Para ese entonces la situación había sobrepasado a Cormac y había empezado a visitar a sus padres frecuentemente. Desde que había salido del colegio no había visto mucho a su familia pero estaba especialmente preocupado por su madre, el hecho de que fuera muggle había provocado que su padre ganara varios enemigos desde que contrajo matrimonio con ella. Muchos magos de los círculos que el señor McLaggen frecuentaba, aún tenían ideas retrógradas acerca de la pureza de la sangre y con los tiempos difíciles que corrían, ya no les daba miedo mostrarse como verdaderamente son. Por fortuna, el peligro había pasado ahora. La guerra había finalizado y se había comenzado a castigar a los culpables, mientras todos empezaban poco a poca a  hacer su vida normal. Ahora cualquier inocente mago o bruja podía volver a pasearse por las calles sin sentir que se estaba exponiendo a un gran peligro con simplemente mostrar la cara al aire libre. Las tiendas descuidadas en el callejón Diagon recobraron su color y muchas de las que habían cerrado sus puertas pudieron volver a abrirlas. Los cambios en el ministerio ocurrieron con prisa y se logró que la mayoría de los mortífagos se hicieran responsables por los crímenes que habían cometido. Aunque hubo varios que lograron esconderse y escapar de su merecido y fatal destino, el mundo mágico fue recuperando la paz poco a poco, después de estar seguros de que Voldemort había desaparecido para siempre.

Después de terminar el entrenamiento, Cormac se dirigía todos los días directamente a su apartamento para tomar una ducha caliente. Después de hacerlo se secó y fue a ponerse el pijama para dirigirse a la cocina. Llamó su atención un sobre que se encontraba en una mesa frente a la ventana, por la cual se podía observar el principio del atardecer mientras se colaba un aire frío en la cocina. Sobre el papel sólo se leía su nombre y la palabra “Urgente”. No reconoció la caligrafía en la cual estaban escritas las pocas palabras que tuvo que leer varias veces para terminar de comprender lo que comunicaban. Habían atacado a su madre mientras estaba sola en casa y está se encontraba herida de gravedad en San Mungo. No daban muchos detalles además de eso y del piso en el que se encontraba internada. Cuando cayó en cuenta de la situación cogió su abrigo y se introdujo en la chimenea para aparecerse en el recibidor del hospital. Precipitado le preguntó a la recepcionista y está le indicó que aún estaban examinando a la señora y le aconsejó dirigirse hacia la sala de espera. Al llegar ahí vio a sus tíos quienes tratan de contenerle, pero el rubio no paraba de gritar desesperado por qué lo dejaran pasar. Unos minutos después, cuando el joven ya se encontraba más calmado, apareció su padre acompañado de sus abuelos. Cormac corrió hacia él, exigiendo saber todo lo que había pasado. El hombre, quien justo acababa de regresar de revisar su mansión y se veía exhausto, suspiró fuertemente y comenzó a hablar.

—Hijo… Tienes que calmarte. Tres hombres irrumpieron en la casa y atacaron a tu madre al menos dos veces. Por suerte tus abuelos llegaron y estos espantados decidieron marcharse… Pero ya habían hecho daño.— El hombre hablaba pausadamente, esforzándose para que su voz no se quebrara.  

—¡Quiero verla! O al menos hablar con alguien.— Exigió el joven levantando la voz a la vez que su abuela le abrazaba. —Por ahora sólo podemos esperar, cariño.— Comentó la señora sin soltarle. El chico negó con la cabeza y se apartó bruscamente. —¡Necesito saber que pasó! ¿Por qué están todos aquí? Tan serios... Si no fuera grave no estarían actuando así... —¡Cormac! —Gritó su padre—. Controlate, estás empeorando todo. —El hombre ayudó a su madre a sentarse y después se alejó. No quería hablar con nadie. Se puso a dar vueltas afuera de la habitación de su esposa mientras su hijo miraba la puerta desde lejos con los ojos llenos de rencor. Casi una hora después el medimago apareció y se dirigió al chico y a su padre, mientras el resto de la familia escuchaba desde lejos. Les dijo que aunque ya había disminuido el riesgo, porque sus signos vitales funcionaban perfectamente, aún había peligro y no estaban seguros de cuál había sido la combinación de maleficios que usaron contra ella. Les pidió que fueran pacientes y que esperarán a que los resultados de las pruebas que le habían realizado estuvieran listos. Después de eso harían todo lo que estuviera en sus manos para que despertara. Ya era de madrugada y como el peligro ya había pasado, la tía de Cormac se marchó junto con sus abuelos, mientras que el, su padre y su tío Tiberius permanecieron ahí. Tuvieron que esperar hasta el día siguiente para tener más noticias. Cormac se había negado a moverse de la sala de espera, aunque habían sido fácilmente las horas más largas de su vida. La siguiente vez que habló con el medimago este le comunicó que aún estaba inconsciente pero los especialistas habían comenzado a trabajar para que comenzara a recuperarse. Y así pasaron dos semanas, sin ninguna mejoría notable. La vida de Cormac se había transformado por completo en esos últimos días. Ya no había entrenamientos, ni chicas, ni fiestas. Pasaba la mayor parte del tiempo en el hospital. Cuando no estaba ahí se encontraba en la casa de sus padres durmiendo o bebiendo, ya que también había decidido abandonar su apartamento.

Durante los primeros días su entrenador y jefes se habían mostrado comprensivos a con la situación, pero pasadas las dos semanas comenzaron a buscarle para insistirle que se reintegre al equipo o que tendrían que buscar un sustituto. Eso a él le daba igual, lo que hace unos meses lo era todo, ahora le parecía insignificante. Y aunque sus abuelos habían estado muy al pendiente de él, ya que se le veía extremadamente desanimado, él ya no era el mismo y eso no le ayudaba en nada. Su madre era de las personas más cercanas para él, la única a la que le tenía absoluta confianza y quien le apoyaba en todo. Y ahora de la nada tenía que acostumbrarse a vivir sin eso por quién sabe cuánto tiempo.

Era lógico que ya nada le importase más que volver a tenerla a su lado.