No quiero volver a conocer a alguien. Estoy cansada de contar mi historia de nuevo, de acostumbrarme a la rutina con alguien en mi vida solo para que se vaya y me haga sentir todos los días que falta algo.
Es complicado tratar de encajar cuando siempre fuiste alguien solitario, cuando despertabas en las mañanas sin esperar nada y la noche te alcanzaba sólo para esperar otro amanecer. Sin tener sueños, anhelos o esperanza como sí de un cascarón vacío se tratase.
La píldora más difícil que tragué este año fue aprender que no importa lo bueno que puedas ser para alguien, no importa cuánto lo ames, ellos pueden y te darán la espalda y no hay absolutamente nada que puedas hacer más que aguantarte y seguir avanzando...