detrasdelafachada
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@Cagatinta
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Dentro de la perspectiva de vivir en la oscuridad
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detrasdelafachada · 3 years ago
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No caigas en la oscuridad
Hay cosas por las cuales luchar en la vida, puede ser por tu madre, por tu padre, por tu familia, por tu pareja, por tus hijos, por amor... Es complicado cuando te pasan momentos tan frustrantes de humillación, gritos, discusión por algo o alguien que terminas por ignorar tu salud física y mental, donde ya busques algo que usar para querer calmar ese dolor y te permita borrar de tu mente ese pequeño instante donde sufriste inmensamente, que recordarlo solo te hace volver a gritar y llorar.
Muchas veces caía en esa oscuridad, la tentación de hacerme daño para sentir que a alguien le importaba cuando mi mente me decía que estaba solo y no había nadie para mí, era tentadora. Dar esa lastima solo para recibir algo de compañía o de atención, así fuera una miseria, me iba a calmar temporalmente ese malestar, pero luego despertaba de mi trance, miraba al cielo, daba un respiro y decía que soy mejor que eso, y no puedo dejarme llevar por la tristeza... pero luego volvía a caer en lo mismo.
Adicional a eso, no pensaba con claridad, imaginaba a todo el mundo en mi contra, me imaginaba como una basura de persona, me ahogaba en gritos frente a la almohada, luchando con mi mente cada maldito segundo por salir de esos pensamientos llenos de penuria, pero me costaba mucho, me sentía tan débil, como que perdía control de mi mismo.
Al tiempo empece a tomar más valor sobre mis emociones, más dominio de mi mismo y comprendí que mi vida es valiosa, porque existen personas así sea en la distancia que se preocupan por uno, que te quieren cerca y que pueden estar ahí cuando las necesites, debes apegarte a eso, de esas buenas personas, buenas energías.
Para quienes pueda mi mensaje llegarles a tocar un poco su corazón, si o si hay personas, así sea una que no quiere vernos así, que quieren estar ahí para ayudarlos, para expresarles que no hay porque tomar medidas equivocadas para calmar ese dolor, y que un abrazo puede ser mejor alivio que una bebida.
Esté mensaje es para ti, eres mejor que eso, el cuerpo siente y no es la forma de alimentarlo, por favor... no caigas en esa oscuridad.
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detrasdelafachada · 3 years ago
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Un río de emociones (II)
Llegamos a un espacio limítrofe con el río, debido a ser un área privada, tocaba caminar (y mucho), guardamos nuestros carros e hicimos una parada por provisiones; algo para reactivarnos del cansancio que se avecina, y algo para disfrutar cuando lleguemos.
Todos caminando siguiendo a la guía, veo una oportunidad en acercarme; tome valor y empece a sacarle conversación, sentía temor a que de repente no fuera amable conmigo, igual buscaba no abrumarla, y manteniendo mi espacio íbamos bajando un sendero, bastante empinado que nos llevo a una casa que detrás estaba el cruce del río.
Algo que llamo mi atención es la claridad del agua, era un esquina donde el agua estaba bastante profunda y fría. No dejaba de darle una mirada a la chica, cuando se desvistió quedando en traje de baño, teniendo una piel tan blanca que combinaba con un color azul de top que tenía puesto y su pelo rojizo suelto, radiante.
Entre al agua, empece a flotar sobre esa vacía esquina, pensando en ese momento, en los cambios que empezarían a llegar a mi vida, en mis amigos, en mi familia, en lo que quiero con mi vida, cuando de repente escucho un ruido, era ella entrando al agua, nadaba muy bien, tenia una soltura sutil, sabia desplazarse, con esa libertad que la caracterizaba, no dejaba de mirarla, y ella noto que lo hacía; le lanzaba una sonrisa y ella me la regresaba, sentía una sensación de ansiedad, quería seguir charlando con ella.
Nos montamos en una roca, todos en fila a hacer clavados, el espacio era el indicado, la roca como de 3 metros de altura desde la superficie, y el agua con una profundidad de unos 5 metros, podíamos saltar sin problemas. Unos clavados pésimos, otros regulares, pero ella, se hizo un clavado con clase, que le dije un comentario "el mejor clavado de todos", ella suelta una risa pero no fue por que fui gracioso, me sentí un estúpido, porque me di cuenta que era un comentario fuera de lugar pero quería hacerle saber que había tomado mi atención.
Mas tarde tomo valor y la llamo a hablar, nos fuimos a un espacio solos en el río, eso hablamos de muchas cosas, de música, de arte, de metas, sueños, familia, del futuro, de la vida, fue una conversación sumamente placentera y gratificante. No dejábamos de estar en los ojos de los demás, murmuraban, pero sin llegar a incomodarnos. Me voy a un espacio sobre una roca del otro lado a tomar un poco de espacio y empezar a mirar todo desde una perspectiva. Me tome el tiempo para orar, agradecer a Dios el espacio, el lugar, los amigos, la compañía, respirar aire puro, escuchar a los pájaros, la caída del agua, sentir el barro entre mis dedos, cuando voy a mirar al frente, veo que esta chica me miraba sentada en la orilla del otro lado, con una sonrisa, me encantaba, me hizo señas para que nos reuniéramos.
Mas adelante, nos tomamos un espacio lejos de todo para hablar, sentía una química entre nosotros, sentía que tenía su atención, sentía que le agradaba, sentía que podía perderme en su mirada, quería besarla, tenía miedo, tenía miedo de una mala jugada de mi parte que terminará perdiendo su confianza y el respeto que he estado mostrándole, pero, es solo un beso, pero me lo guarde en ese momento.
Durante una de las charlas, le pedí respetuosamente, en el regreso a la ciudad, si quería irse conmigo, estaba solo en ese carro, y quería tener una dulce compañía, que escogiera la música y cantar a todo pulmón las canciones que tuviéramos en común y seguir conociéndonos; donde a ella le agrado la idea, estaba emocionado, iba hablar con la persona con quien vino que era su sobrino, para avisar de la decisión; dejándole espacio, espere para que luego llegará a decirme que estaba lista para irse conmigo.
Estoy listo para irme, pero ella se encierra en el carro de su sobrino, quede confundido, sentí tristeza, sentí que fue una forma un poco tosca de rechazarme, hubiera preferido muy amablemente me hubiera dicho que no quería o no podía hacerlo, quede triste porque no me dijo nada cuando mi mente y mi corazón me decían que si hubo una chispa antes de este momento; ella me había dejado su teléfono, lo primero fue dejarle un mensaje con la incertidumbre si es que no la dejaron irse conmigo o sencillamente no le menciono nada, el mensaje nunca le llegó, más motivos para sentirme inseguro con todo. En ese regreso mi cabeza daba vueltas, buscando si tome alguna mala acción, ¿Yo la aleje sin darme cuenta? ¿Será que se arrepintió? ¿Será que no soy su tipo a la final? Sólo sé que me fui con cabeza llena de dudas y desánimos, ya me sentía mal por lo que paso.
En el restaurante me siento lejos de ella, trato de no hacer contacto, trato de no molestarla, no quería ser una molestia, pero para cuando nos despedimos, algo paso. Quise con ella fuera la última persona al cual quería despedirme, la mire, fui a darle un abrazo amistoso cuando siento una fuerza en sus brazos y con sus manos, me acaricia la espalda, pero no fue una caricia amistosa, fue como un "me gustas" y con una sonrisa divina, me lleve otra idea de ella y de la situación, dandole la espalda solté una sonrisa de felicidad. Le había dejado un mensaje antes recuerdan, simplemente me dije a mí mismo, esperemos a que ella me responda ese mensaje y que me dice sobre lo que paso, y ahí voy a comprender en que si existe una oportunidad para mí en su vida y su corazón.
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detrasdelafachada · 3 years ago
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Un rayito de sol (I)
En un paseo inesperado, totalmente corriente, nada especial, aparece esta chica, piel blanca, bajita, encantadora, con un look exótico, y con una cámara fotográfica, tomando fotos a su alrededor, a todos nosotros.
Nos sentamos en una mesa todo el grupo, ella queda en todo el frente de mí, lentes negros, relajada, escuchando las conversaciones de todos, no dejaba de mirar detrás de sus lentes oscuros, pero un reflejo de la luz del día me ayudo a identificar, que ella tenía puesto sus ojos en mi.
Siento su mirada, siento que me detalla, mira mi boca, mira mi sonrisa, escucha mi voz, mira mis brazos, mis tatuajes, atenta a mis movimientos, pero sin levantar ningún tipo de sospecha, en su estado de relajación total, indiferente para los demás.
No puedo evitar querer hablar con ella, saber su nombre, con quién vino al paseo, porque está aquí, ¿es pareja de alguien?, o ¿es amiga de un amigo en común?, me intrigaba porque la veía caminando sola, en su mundo, sin estar aferrada a la mano de nadie, era ver a una persona libre de preocupaciones, libre de cadenas.
El plan era ir a un río, nos vamos, yo me voy solo, en fila con los demás, estando en mi musica pensaba en esa chica, mi ojos quedaron encantados, quería seguir mirando, detallando, por ejemplo, un pequeño tatuaje cerca de su clavícula, sutil, que resaltaba con su tono de piel, paso por el frente al carro donde estaba ella, donde no podía ver nada por sus vidrios oscuros, pero con la esperanza de imaginar que me miro al pasar.
El trayecto que faltaba era alrededor de 3 horas, 1 hora de un camino de tierra y piedras, fuimos tres vehículos en caravana, dos camionetas y un carro, me aventuro primero, ya nos habían alertado que la ruta es pesada, para poder ayudar al carro de cierta forma cuando tuviera dificultades. Llegamos a un puesto de control, debíamos mostrar nuestras reservas, donde me bajo y busco voltear a ver la camioneta donde estaba esta chica, pero volviendo a fallar porque no podía ver nada, pero pensando ¿Qué estará haciendo?, estaba ansioso por hablarle un poco más, detallarla un poco mejor, tener la oportunidad de presentarme a mi manera.
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detrasdelafachada · 3 years ago
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La caja de cartón
Me arme está imagen en mi cabeza, un espacio de aproximadamente 20 metros por 20 metros, vacío, semi oscuro, con el techo descubierto, pero paredes muy altas, sobre cómo me sentía en ese momento.
Buscaba como salir, no había nada a mi alrededor, nada dentro de la caja, ni una escalera, ni una herramienta o un arma que me ayudará en algo. Me empezaba a desesperar, a desanimarme, golpeando las paredes no hacia ningún efecto, sencillamente la pared absorbía mi golpe, se hundía mi puño.
Me siento en una esquina, y empieza a crecer una sombra y se empieza a generar una burbuja a mi alrededor, tornando a un color negro, y se crean espinas en todo el alrededor, intento extender mi mano para salir, pero sencillamente es imposible, me absorbió esa oscuridad.
Me traslado a otro espacio mentalmente, me ubico en mi habitación, con 8 años de edad, estaba mi cama, la de mi hermano mayor, un viejo TV, detalles que aún recuerdo. Salía de la habitación, no había nadie, ni un alma, estaba encerrado en esa casa.
Vuelvo al cuarto, y encuentro a mi hermano mayor, ese joven, inteligente de bachillerato, que admiro mucho, que ha estado siempre respaldándome, que siempre ha estado ahí para mí cuando puede, pero de 14 años de edad, sonriéndome, y me dice "tranquilo, no estas solo", me tiro a abrazarlo, me lleva a la cocina, veo a mi otro hermano sentado, muy pequeño, mis padres cocinando.
Nos sentamos todos en la mesa, damos la gracias, en ese momento, me siento triste, me sentía raro, lo que veía no era la verdad, y les reclamo todos esos momentos en que me he sentido abandonado, en que sentía que no tenían tiempo para mi, trabajo, trabajo, trabajo, siempre ocupados, siempre cansados, siempre ausentes.
Me desahogaba en lagrimas, criticando el hecho en que nos querían a nosotros, a los 3, a todos por igual, pero nunca lo he sentido así, siempre estaba bajo la sombra de mis hermanos.
Una vez termino de hablar, ellos hablan conmigo, me piden perdón y me abrazan, en que todo va a mejorar, mis hermanos llegan y me abrazan también, y se forma un aura azul a nuestro alrededor, un azul cielo muy radiante, que nace desde mi pecho y nos cubre a todos hasta que todo desaparece, despierto en la burbuja sin poder ver nada, y esa misma luz empieza a crecer alrededor de mi, empieza a desmoronar la burbuja de espinas, a secarla, a desintegrarla.
Me levanto y noto 2 manos que buscan acercarse a donde estoy desde un borde de arriba de la caja, detallo a mi padre, ya a sus 60 años esforzándose por acercarse a mi, y a mi hermano mayor, a sus 37 años, haciendo lo mismo, salto para cogerles la mano, y poder subir, con algo de esfuerzo salgo, estaba mi otro hermano y mi mamá esperándome en la cima, les sonrío a todos, me posan sus manos sobre mis hombros, y me volteo a mirar la caja, vacía, sombría, era algo escalofriante.
Mi hermano mayor encuentra gasolina, mi padre encuentra fuego, y empezamos a quemar la caja. Cada vez que se trituraba en el fuego, se escuchaban unos gritos feos de dolor, de sufrimiento, de un alma en pena que vivía en la amargura, en la depresión, en la soledad, en el sufrimiento, y cada vez que la caja más se quemaba y se volvía cenizas, esos gritos iban poco a poco desapareciendo. Recogí las cenizas, y deje que el viento se las llevará muy lejos de mí.
Busco amarme a mí mismo, perdonar el pasado, crear un mejor futuro, buscar felicidad sin depender de otros, ser mejor persona, disfrutar mi única vida, ayudar a los demás, a seguir evolucionando... para en un futuro, no volver a caer en esa maldita caja de cartón.
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detrasdelafachada · 3 years ago
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¿Ibá a sentar cabeza?
Ya estaba aburrido, pensaba en que seguir en esos “ratos casuales” no me llenaban lo suficiente, sentía necesidad de un cambio de aire, de dejar las bobadas, pensar en planes, pensar en... que quiero para mí.
Conozco a esta chica por medio de una amistad, pelirroja, pecas, profesional, independiente. Nunca se me olvida su foto de perfil, una cara amplia, limpia, llena de pecas, piel blanca, ojos claros... de un color café. Hablarle... fue difícil, me sentía pequeño. Primero, ella es una persona mayor que yo, y no sabía cómo comenzar esta conversación con ella, quería mostrarle lo interesante que puedo ser, lo inteligente, centrado, en que puedo ser una persona muy graciosa, divertida, apasionada, pervertida. Segundo, estamos en ciudades diferentes, ¿Cómo lograr seriedad cuando hay más de 400 KM de distancia al respecto? ¿Valdrá la pena ese esfuerzo? ¿Ella me tomará seriedad? ¿Es capaz de venir a verme? ¿Soy capaz de ir a verla? No lo sé, me hacía esas preguntas en mi cabeza.
Me comentaron, palabras textuales, “ella es una niña seria”. Yo sin mente alguna, quería empezar a escribirle, “Hola, soy el amigo de..., me ha hablado mucho de ti, y gustaría conocerte”. Fui con ese primer mensaje, algo básico, tonto, lo sé, me falto creatividad, pero no la he visto por lo menos lo suficiente en fotos, como para haberlo hecho de otra forma, desconocía algún interés o gusto que tuviera, entonces, tenía que irme con lo básico.
Mi mensaje así de pobre, no la termino aburriendo desde el inicio, empezamos a conversar de todo, si empezó a nacer un interés mutuo, gustos, emociones, planes, el futuro, tocamos de todo un poco.
Coordinamos una primera visita, ella tomo la iniciativa de venir a mi ciudad, esa ansiedad estaba a desbordarse, no sabía que esperar al verla, ¿Me gustará fisicamente? Pienso que de igual forma, no tiene que ser perfecta, pero que me guste mucho, que sea de mis gustos físicos. ¿Qué tan alta será? ¿Delgada, gorda? Las fotos dejaban en duda muchas cosas, no confiaba en eso, necesitaba sí o sí conocerla en persona.
Llega el día, me voy al aeropuerto temprano para no hacerla esperar, y coordinamos y ella sale, cuando la veo, era más pequeña de lo que me imaginaba, me gustaba su cabello, y su voz era algo gruesa, no era femenina del todo, llegó en jean, y botas para el campo, de cuero, chaqueta y blusa. Nos abrazamos, recuerdo fue un momento especial, la ayudo con la maleta, y nos fuimos a un hotel, quería quedarme con ella, en ese momento no tenía privacidad en ningún otro lado.
Llegamos al hotel, entramos al cuarto, y lo primero que ella hace es lanzarme a la pared a besarme, a tocarme, estaba muy excitada y ansiosa, empieza a tocarme la entrepierna, yo me decía, “que mujer más agresiva, pero me gusta” en mi mente; me baja los pantalones, y empiezo a sentir esas ganas que me tenia desde hace tiempo, muy placentero, muy adictivo. Ella fue a la primera mujer en la cual no use protección... pues, de todo y a cómo estaban desarrollándose las cosas, ella me pidió no usarlo, sentí miedo, pero estaba tan excitado que no pensé en nada más, y ella me aseguraba que no había nada porque preocuparse.
Pasado un tiempo, me aventuro a viajar a donde estaba ella, me busca en su carro y me entrega las llaves, me deja manejar y esa noche mientras íbamos al hotel, la vía, los alrededores, lo que se alcanzaba a ver, era muy bonito, muy tranquilo. Llegando al hotel, nos entregarnos uno al otro, mañana sería otro día.
Voy a su casa, me presenta a sus padres, me tomo una siesta en su cama, empiezo a sentir, que vamos bastante serios, ese fin de semana, salimos a ciertos lugares a pasear, a comer, de todo. Antes de mi vuelo de regreso, ella no quería que me fuera sin tener un momento a solas con ella, así que di lo mejor de mí para que me recordará en mi ausencia.
Esta historía pinta bien, pero no, no tiene un final feliz. Pasado un tiempo, se desaparece del mapa, me genero un poco de ansiedad porque fue un momento repentino, le escribía y no me respondía, luego más tarde lo intentaba y nada, no supe de ella en todo el día, extrañaba las buenas noches, ninguna señal de vida de ella, paso una semana, yo ya me había dado una idea de lo que pasaba, y me decía que sencillamente ella conoció a otra persona.
“Hola, ¿Cómo estas?” fue su primer mensaje luego de desaparecer, sin ninguna explicación, ni disculpa, nada, como si nada, “Hola, ¿Cómo estas?”. Ummmm. Yo si no aguante en reclamarle, pero mi respuesta a su mensaje fue, “Imagino desapareciste porque hay otro, ¿verdad?”, me responde, “¿Cómo lo supiste?”, en ese momento baje la mirada, me sentí decepcionado, humillado, impotente, molesto. Pensaba en ese esfuerzo por construir algo, como personas maduras, en los planes, hasta en un momento dado estaba considerando mudarme más cerca de ella para mostrar mi nivel de compromiso, menos mal no paso. Le digo “es que es evidente tu cambio de comportamiento, sencillamente me lo hubieras dicho, así no me harías más perder mi tiempo ni tampoco estar preocupado por ti”, en eso me llama al celular, me explica como lo conoció, como se dieron las cosas y que no sabe porque lo hizo. Pfffff por favor. 
Le digo que ya se acaba todo, pero ella llora, intenta llegar a un acuerdo conmigo, me busca hacer sentir que se equivoco, que como yo no hay otro hombre en el mundo, que quiere todo de mí, que soy perfecto... pero sencillamente ya no quiero más. 
Nunca entenderé las razones que me dio, pensando que estábamos bien, que la complacía, la buscaba, le daba mucho placer; si yo fui la persona que obro mal conscientemente, lo entiendo, pero di lo mejor de mi, con lo mucho o poco que tenia, imaginando estar haciendo lo correcto, con respeto, que desilusión. Donde quiera que este, solo espero no vuelva a repetir lo que me hizo, y que encuentre su felicidad, para ese tiempo me dije a mí mismo, ella no es ESA PERSONA.
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detrasdelafachada · 12 years ago
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La flamante mujer
Hace muchos años, yacía en una época de descabellada inocencia, donde los intereses más comunes eran aprender y jugar como todos los demás. Donde el más pendejo se quedaba atrás, en la escoria de la sociedad. Una flamante mujer, de mucha más edad, despertó sobre mí, intereses inoportunos, por la necesidad de descubrir detrás de una cara llena de ingenuidad, si el amor existía o simplemente estaba dormido. Recuerdo, era una mujer que jamás había visto, y era bella, adulta, tenía mucho por lo “que” enseñarme. Era una oportunidad esplendida, un nuevo sentimiento nunca jamás desenterrado aparecía, llevándome a un éxtasis de locura. Nunca imagine que algo tan maravilloso y nuevo para mí, iba a ser tan trágico más adelante. Un tiempo después, la flamante mujer buscaba siempre arroparse en mí, sus besos y caricias, siempre encendiéndose de cierto “no sé qué”, algún secreto me ocultaba, pero no me importada. Esa primera sensación de cariño, algo que jamás había percibido, era una adición enorme, como cuando disfrutaba mis vasos de whisky, algo que ya he olvidado. Sus caricias eran majestuosas, desempolvando de mi rostro, una sensación de soledad que atacaba mis días de vacío. El tiempo pasaba lento, todos los días era un capricho poder verla, y sentir sus besos hacía que quisiera más de ella. Mis pensamientos se rebozaban en unos sueños imposibles, pero siempre con la ilusión de que algún día podría volverse realidad. A pesar de la edad de por medio, era muy feliz, y no podía creer lo que me estaba ocurriendo. El día menos esperado, se acercaba, los días sin verla, afectaban mi rutina diaria. Contando las horas para verla, ocurrió algo que me dejaría en asombro. Algo que como mal recuerdo fue superado, pero como experiencia aún está latente. Su mejor amiga, apareció de la nada, esa mañana. Era un día caluroso, por no decir lluvioso, simbolizando a la tristeza. Ella me dio una carta, en nombre de ella. Día en la cual, ella no apareció. Las peores ideas, se paseaban por mi mente, recuerden que esto me sucedió hace mucho tiempo, y nunca tuve un teléfono por el cual escribirle. Siempre deseaba que fuera lunes, era una de las pocas razones por las que no odiaba ese comienzo de semana. La tristeza invadió mi mente ¿Por qué? Ustedes dirán. Pues, al momento de darme esa carta, su cara me dio mucho más que razones, para sospechar que era una mala noticia. Sentía temor de leerla sin antes, poder verla. No darme la cara fue lo peor que pudo hacerme, y ni imaginar, que todo lo que compartí con ella, fue una simple mentira. Un simple juego. Pase la mañana buscándola, jamás estuvo. Jamás llego. Al salir, caminaba hacia mi casa, con la cabeza llena de agonía. Mis pasos eran lentos, porque era mucho por lo que se nublaba mi cabeza, pensando que lo peor está a punto de suceder. Antes de dar detalles textualmente de lo que ha sido, una dura experiencia en mi vida. Recuerdo que un tiempo después, me la encontré, tope de frente con ella. Sola. Y con una sorpresa en su vientre. Ella me miró, recuerdo esa mirada. Una mirada de tristeza, de vergüenza. Una mirada que quizás, parecía de arrepentimiento. Quizás, una simple demostración de decirme “lamento haberte lastimado”. Jamás llegue a saberlo. Al llegar a mi casa. Sentía la necesidad de leer la carta antes de cruzar por la puerta. No debía permitir que algo como “esa carta” siga llenándome de incertidumbre. Abrí el sobre, con una tristeza formándose en mi cara. Empecé a leerla, y las lágrimas eran de esperarse. No podía creer que esto me está sucediendo. Al terminar empuñe mi mano, y de la rabia, golpeé la pared 3 veces. Dejando una herida en mis nudillos, mirando al cielo y diciendo “Dios mío, ¿Por qué?”. En eso arrugue la carta y la tiré lo más lejos que pude. Al otro día, ella me evitaba. Nunca fue tan valiente de decirme las cosas de frente, y terminó a parte de lastimar un corazón, ganarse una decepción a gran escala. Como participé, les recomiendo, que la sinceridad por muy dura que sea, es la mejor herramienta, para jamás, quedar como la basura humana que todos terminan siendo. Citando textualmente la carta, empezaba así… “Hola Querido. Sé que no es la mejor manera de decirte las cosas, pero no podía callar esto que está sucediendo. En ningún momento, era mi intención lastimarte, tú eres un chico muy lindo, inocente, de gran corazón, y no quiero que suene a que me aproveche de ti, pero no puedo dejar de pensar, de que esto no tiene ningún futuro. La razón de todo esto, porque la vergüenza de decirlo en persona es muy grande, es que yo he sido una mujer comprometida. Siempre lo estuve. Y te mentí todo este tiempo, motivo por el cual me lleva a decirte que este debe terminarse. Mi novio me propuso matrimonio, una noticia que me llena de alegría, pero por un lado, tenerte a un lado, sin que sospeches de nada, es una maldad de mi parte que quiero terminar. Espero algún día puedas perdonarme, y entender que yo te quiero, a pesar de la edad, eres un chico maravilloso. Y disfrute cada momento contigo, pero no ha sido de la mejor manera. Lamento que las cosas hayan acabado de esta manera.  ATTE: La flamante mujer. “
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detrasdelafachada · 12 years ago
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Un pasado oscuro: Asumiendo las consecuencias (II)
Sucedió algo que mi mente desconocía, Ella tenía serios problemas personales, muy serios, y había algo me hacía en querer ayudarla, estar con Ella. Una relación pasada,no la dejaba libre, una persona con resentimientos latía en nuestros alrededores, llenándose de ideas, de que yo le quite a su princesa. Yo desconocía aun lo que pasaba, hasta enterarme de que la historia que se avecinaba, iba también a involucrarme, a ser víctima.
Se trataba de un ex amor, una persona que se llenó de una obsesión abusiva, por la chica que solo quería un nuevo comienzo, obtener nuevas emociones conmigo. Noches de insomnio invadían su hogar, en la espera de que lo peor pudiera pasar, ¿Por qué tanto drama? Resulta ser, que una noche lluviosa, esa persona, hurgo en su casa, buscándola, al ver que no estaba, la esperaba en su cuarto a oscuras, con un cuchillo en la mano amenazante, con una palabras que iban a ser pronunciadas “Si no eres mía, no serás de nadie”. En esa sorpresa terrorífica, no sucedió nada, gracias a dios, llamaron a la policía, esa persona pagó un tiempo en la cárcel, y una denuncia de estar alejado de Ella, algo que igual, resultaba inútil.
Para mi sorpresa de todo esto, Ella me señalo a esa persona, fue en una reunión en la comunidad con todos los habitantes, y cuando observo “disimuladamente” esa persona tenía sus ojos encima de mí. Recuerdo que mi hermano, estaba presente, también desconocía esta historia. El muy cerca de esa persona, escucho murmurar, sus intenciones de hacerme daño en ese momento, cegado por el alcohol, era propenso a hacerlo, y yo con la espalda descubierta.
Mi hermano me contó después, y me dijo que no le quitaba los ojos encima, actuaba como mi ángel de la guarda, esperando cualquier acción de violencia hacia mí. Por fortuna, los vecinos, al notar lo pesado que ya estaba, grosero y algo violento, se lo llevaron del lugar, ya no tenía nada que hacer ahí. Mi mamá se enteró, me formo un escándalo en casa, me decía que me alejara de Ella, que no le daba buena pinta, algo a que iba a hacer caso omiso.
Siguió pasando el tiempo, ya era una costumbre hablarle y verla, se acercaba la oportunidad de robarle un beso, lo necesitaba, necesitaba sentirlo de Ella, sin imaginarme, del pasado oscuro que escondía detrás de una personalidad que cada día me enamoraba y de la locura que invadía en aquella persona que acechaba a nuestras espaldas. Lo digo porque tuve encuentros a solas con El por la calle, pero nada por el cual preocuparse. Un riesgo que tomé de igual forma.
Ese beso llegó, no de la forma que esperaba, se lo robe, fue de sorpresa, al principio fue grandioso, pero Ella me alejó, haciendo ver que no era correcto, pero se reía, le hice caso, mantuve distancia, pero yo no dejaba de sonreír, sabía que lo había disfrutado tanto como yo. Ella lo esperaba.
Nos hicimos novios, me sentía muy feliz, quería que el mundo lo supiera, agradecía a dios por las cosas, a pesar de las advertencias que mi mamá me decía para alejarme de Ella, las ignoraba. Quería estar con Ella. (Momentos en los que no me importaba nada, solo estar con Ella, abrazarla, besarla, hablar, la simple compañía llenaba mucho mi corazón e iba a por más, no separarme nunca, una fuerte adicción se estaba originando…).
Pasaron semanas, siempre salía tarde de su casa. Cerca, viven sus abuelos, y un tío con ellos. Entenderán luego porque los menciono. Compartí mucho con su mamá, con sus amigos, sus abuelos, y una gran amistad con su tío, de verdad son grandes personas, (excepto los amigos). Paso un tiempo, y los problemas empezaron a llegar, no, nada que ver con nosotros, eran problemas externos, que tampoco tenían que ver con esa persona, el abandonó nuestros alrededores tiempo atrás, entonces ¿Cómo así?
Bueno, un día, recuerdo salí con Ella a comer helado, fuimos a un centro comercial, todo excelente. Siempre estaba muy pendiente de mí, de mi vestimenta, de todo. Muy atenta. Y sus caricias, drenaban esas ganas de no separarme de Ella. Al regresar, caminando tomados de la mano, notó que muchos vecinos, me miraban mal, era muy evidente, me extrañaba porque a la mayoría ni los conocía, pensaba que estaban locos, la miraba a Ella como señal de una respuesta, y solo se reía, pues, hacía que me riera también.
A los días, un vecino que conozco me llama, y me le acercó y le digo “dígame”, me responde “eres novio de esa chama con quien te vi la otra vez”, yo “si, ya tenemos un tiempo, ¿Por qué?”, me dice “Ella es una persona dañada, ten mucho cuidado”, y en mi sorpresa “¿Dañada cómo?”, me dijo “Dile que te cuenta la verdad” y se fue.
Esa frase “Dile que te cuente la verdad” invadió mi mente mucho tiempo, me preguntaba “¿A qué verdad estará hablando?”. Ella me dijo en una oportunidad que me cuidara, que la gente hablaría muchas tonterías, y con esto, supuse, que sí, quizás había personas que nos querían ver separados. Así que, me olvide de ese comentario.
Ella fue a imprimir una foto de nosotros juntos, de la vez del centro comercial, tiempo después, y para su sorpresa, aparece una mujer, y ve la foto, me cuenta que intercambiaron palabras en sarcasmo, ambas se odian, entre las cosas que se mencionaron, una fue “ya le lavaras el cerebro al pobre muchacho”. Esa mujer, fue a buscarme, me decía que debía enterarme de algo muy malo sobre Ella, algo que la marco muy mal, un fuerte pasado que ni me imaginaba, y que todo el mundo sabe. Por lo visto, el único idiota que no lo sabía todo, era yo. Y me pidió mi número telefónico, que por mensajes me contaría, ya que habían muchos ojos pendientes en las calles.
El mensaje no se hizo esperar, empezó con una introducción amistosa, pero no estaba para eso, le pedí que fuera franca conmigo, se limitara a lo que debía decirme, no darle más vueltas al asunto, que era eso tan delicado que pasaba. Ella recibió ese llamado de atención y sin más espera, me comento acerca de la foto, acompañándolo con “no es muy bueno que estés con Ella”, y a continuación la noticia que me dejo en shock esa noche, sin mediar palabras “Ella había estado embarazada y abortó”.
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detrasdelafachada · 12 years ago
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Un pasado oscuro: La gran oportunidad (I)
Pasaban semanas, hasta meses, y muy rara vez te tropezabas en mi camino. Una de esas chicas que tú piensas, valen la pena. ¿Por qué? Bueno, callada y tranquila como ninguna, imaginando que es una chica de casa, era hermosa y radiante, de verdad un tesoro que no sabía si tiene dueño o no.
Una domingo, recuerdo perfectamente, era tarde, y nos antojamos (mi familia y yo) de comer chatarra, específicamente perros calientes. Me toco salir, contando con que mi amigo de la comida rápida, tuviera su negocito abierto esa noche. Entretenido viendo el TV, a la espera de recibir la comida para irme. Me provoco mirar atrás, como una sensación de que algo pasaría. Cuando mis ojos detallan, observo a la misma chica, cruzando la calle, regresando de no sé dónde, tomando camino a casa, fue una sorpresa para mí, y justamente me entregaban la cena embolsada. Y decidí no perder mi tiempo, y caminar cerca de ella. No sabía qué hacer, pensaba que acercarme pudiera provocar una mala impresión y asustarla, pero temía dejar pasar esta oportunidad. Viviendo tan cerca, y no poder conocerla me molestaba.
Siguiendo su pista, la observo más adelante. Existían 3 calles de por medio, que me daban alguna idea de donde era su casa. Desconocía completamente su existencia, era un ángel para mí, aparecía por ratos, y luego, en un abrir y cerrar de ojos, no estaba. Estaba decidido a intentar lo imposible.
Íbamos caminando, se acercaba la primera calle, y decidí bajo un toque de suerte, buscar la mejor manera de interactuar con Ella. Si Ella, cruzaba en esa calle, bueno, me daba la idea de que vive por ahí, y sería ya un descubrimiento importante, para luego buscar con más pistas, pero, si seguía de largo, tenía que buscar la forma de hacer un contacto.
Siguió de largo, un momento de sorpresa, empezaba a ponerme nervioso, porque sentía que aumentaban las posibilidades de poder hablarle. Tenía que agarrar coraje, y romper esa timidez que me dominaba, poder tan siquiera, saber su nombre al menos. En esa pensadera esporádica, regreso a tomar conciencia, cuando se aproximaba la segunda calle. Otro intervalo de incertidumbre, decidí seguir con el mismo plan, esperar lo mejor. ¿Y qué creen? Siguió de largo.
Me dije: “No, no puede ser que este aún más cerca de mí, y jamás lo haya notado, jamás me haya fijado, imposible”. Yo no detenía mis pasos, Ella ni notaba que la seguía, yo iba en discreción, deseando que algo bueno pasará en los próximos segundos.
Se acercaba la última calle, el famoso TODO o NADA invadían mis pensamientos, dejar pasar la última oportunidad, o simplemente resignarme a no actuar. Pero en el fondo, la segunda opción era estúpida, de cobardes, yo me caracterizo por tomar riesgos. Seguí con el mismo plan, mientras me inflaba de valentía, de coraje, sudando de los nervios, confiado en que esta vez, también seguiría de largo, pero no fue así, esta vez cruzó.
Al ver que desaparecía de mi visión, sentí mucha tristeza, y me sentí un tonto, debí tomar acción desde la calle anterior, me decía: “Pero, ¿por qué no hice nada?”. Me sentí mal. Yo seguí de largo y voltee mi mirada hacia Ella, caminaba muy tranquila.
De repente, al verla, seguí caminando unos pasos, y me detuve, nervioso, sudando, pero me puse a pensar que era ahora o nunca, no debía irme de esa manera, no lo quería. Di media vuelta, y cruce en esa calle tras Ella. Como no sabía su nombre, decidí llamar su atención, como se debe ser, como un caballero, nada de malas palabras para llamar la atención, ni de silbidos inoportunos, nada de eso, un simple “Disculpe, señorita”. Y Ella se detuvo, dio media vuelta. Yo guarde la distancia, le dije “sé que es muy tarde y muy mal momento, no quiero asustarla, pero he querido desde hace tiempo, conocerla, saber su nombre”. Ella me responde: “Yo sé quién eres, yo conozco a tu papá, y por ser su hijo, puedo sentir que eres una buena persona, por eso me detuve, ya sabía que venias siguiéndome”. Esas palabras me dejaron boca abierta, y una sonrisa junto con una pequeña carcajada, dibujaron mi rostro, con una respuesta suave: “¿En serio? Eso es muy bonito de tu parte, pero créeme que esto, ha sido todo un reto para mí, soy tímido”, nunca dejando de sonreír, mi felicidad era inmensa.
Hablamos en ese momento, no había noción del tiempo, ni me percataba que cargaba la cena de esa noche, hablamos y hablamos, hasta que se hicieron las 11 de la noche. Del susto, pensé fue en que mi papá me iba a matar. Intercambiamos unas últimas palabras con nuestros números de teléfono en ello (si, ya contaba con un teléfono) y nos despedimos, con la grandísima intención de seguirnos conociendo.
Llegué a la casa, mi papá molesto, gritándome por olvidar que llevaba la cena conmigo, que terminó siendo una comida fría, pero aún así, soportando los gritos, en lo único que pensaba era en que lo hice, hice lo imposible, y me sentía orgulloso, feliz, por conocerla, feliz por… bueno, fue una gran noche.
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detrasdelafachada · 12 years ago
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Welcome to myself
Hi people. I hope that you can like my publications. I see you.
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