Tumgik
diminutoblog · 1 year
Text
Tumblr media
En un pequeño callejón, de una pequeña ciudad, una historia se empieza a fraguar:
“Hoy toca piratas” - Dijo Dani, mientras sujetaba su espada de madera.
“Yo quiero jugar a caballeros” - Dijo marcos, refunfuñando.
“A caballeros jugamos ayer, juguemos a piratas, y mañana ya veremos” - Dijo Antoñito, que se dedicaba a mirar con pereza a los otros dos. Ya que todas las tardes empezaban igual.
Marcos lanzó una mirada asesina a Antoñito, sorprendido por la traición de este, puesto que días anteriores, él lo apoyo cuando Antoñito quería jugar a espías.
Lanzó un suspiro, y derrotado dijo - “Vale, pero mañana jugamos a caballeros, eh”.
Más arriba, en el callejón, Paco, el frutero, dejaba en la puerta cajas de cartón, para tirarlos más tarde.
Daniel y los chicos cogieron las cajas, las desplegaron, y fabricaron un barco improvisado, haciendo un pequeño perímetro, y amontonando dos cajas para improvisar un timón.
“Todo a babor, Timonel” - Dijo Daniel que, autoproclamándose capitán del barco, estaba señalando a estribor.
“Sí, mi capitán” - Dijo Antoñito, mientras giraba una rueda de bici, que hacía de timón mientras confirmaba la orden.
Aquellos tres chicos ya no se encontraban en aquel callejón, sino que se encontraban en un mar azul inmenso, cuyas aguas llegaban hasta el horizonte. El aire salino inundaban sus fosas nasales, y el agua se colaba en ocasiones en la cubierta del barco.
“¡Capitán, una ballena a estribor!” - dijo Marcos subido a una de las redes del barco. Los tres chicos miraron en la misma dirección y vieron a una ballena alzarse hasta los cielos para luego dejarse caer, generando así un gran estruendo, que sacudió el barco.
Antoñito hizo giros bruscos con el timón para mantener el barco a flote, y mientras Marcos, y Daniel, subían y bajaban las velas, al mismo tiempo que pretendían mantenerse estables. Por suerte el barco aguantó, y ya no hubo más percances hasta llegar la noche.
Más tarde, bajo cubierta, los tres piratas, contaban sus aventuras y desventuras pasadas. Daniel, el capitán repasaba el mapa.
“Si seguimos a este ritmo, llegaremos a la isla maldita en tres días” - Dijo Daniel.
“Allí nos espera el oro azteca” - Dijo Marcos
“¿Habéis pensado que hacer con la maldición que reposa sobre el tesoro?, yo no sé vosotros, pero yo no quiero convertirme en un pulpo”— preguntó Antoñito
“Ya lo pensaremos cuando lleguemos allí, seguro que hay pistas, de como romper la maldición” - respondió el capitán.
“Bueno, a dormir, que mañana será un largo y duro día”— sentenció Daniel.
Conforme los chicos se acercaban a su destino, la ruta se volvía cada vez más peligrosa. Tiburones que golpeaban el barco, otros piratas que perseguía el mismo objetivo, y finalmente el último día antes de llegar. Un pulpo gigante apareció y trató de hundir el barco con sus enormes tentáculos. Pero nuestros chicos, tras una fiera lucha, donde se puso en juego su valentía y fiereza, derrotaron al pulpo tras cortar cada uno de sus tentáculos.
Después de aquella lucha, el mar se encontraba en calma y los chicos tuvieron tiempo de reparar los daños que había recibido el barco, achicar el agua, y descansar un poco.
Todo estaba tranquilo, hasta que la voz de Marcos rompió el silencio al grito de:
“¡TIERRA A LA VISTA!”— gritó con todas sus fuerzas.
Los chicos se fueron hasta la proa, y allí estaba la isla maldita. Acercaron el barco lo suficiente, echaron el ancla, y bajaron una barca.
“Bien chicos, ahora comienza la verdadera aventura, para llegar al oro azteca tendremos que atravesar una jungla llena de bestias horribles, luego cruzar un río de pirañas y por último …” — dijo Dani, que antes de acabar fue interrumpido por una voz que no venía de ningún sitio.
“Dani, sube a cenar, que ya es demasiado tarde” - Dijo la voz.
La isla desapareció, y Antoñito, Marcos, y Dani se encontraban sentados sobres cajas.
“Chicos, tengo que irme ya, o mi madre me va a matar” - Dijo Daniel apresurado.
“Sí, yo también”— Dijo Antoñito.
Y los chicos cogieron las cajas, y las dejaron al lado del contenedor que hay al final del callejón. Y luego desaparecieron de aquel callejón. Dejando una aventura que continuarán mañana, o no, mañana toca caballeros.
0 notes
diminutoblog · 1 year
Text
El baile
Tumblr media
Aquella noche, como cualquier otra noche, Mark encendió el tocadiscos después de cenar, separó los dos sillones, y el sofá, creando un pequeño salón de baile que ocupaba lo mismo que ocupaba la alfombra del salón. La luz de la chimenea iluminaba el espacio improvisado, y por todo el habitáculo sonaba, la inconfundible voz ronca de Louis Armstrong.
Anna, sentada en la pequeña mesa comedor, miraba atenta como Mark preparaba la estancia, mientras tomaba una copa de vino, hasta que Mark estiró su brazo, e invitó a Anna a levantarse para bailar.
Mark rodeó con su brazo derecho la cintura de Anna, y entrelazó su mano izquierda con la mano de Anna. Mientras los dos empezaban a balancearse de izquierda a derecha lentamente, mientras sonaba la música.
Los dos se miraban a los ojos, mientras realizaban aquel baile que, aunque sencillo, era bello, elegante, y suave.
Aquellas noches, cuando Mark, encendía el tocadiscos, separaba los sillones y el sofá, y extendía la mano a Anna. Los minutos pasaban más lentos. En ocasiones, el tiempo se detenía.
0 notes
diminutoblog · 1 year
Text
De Twitter se sale.
Tumblr media
Desde hace unos meses, llevo sintiendo que hago menos cosas con el mismo tiempo disponible. Por este motivo empecé a analizar en que acciones invertía mas tiempo al día. Fruto de este momento de introspección, y de análisis personal, me tope con una realidad, consumía mucho tiempo en twitter.
http://midiminutoblog.com/2023/04/19/de-twitter-se-sale/
1 note · View note