dymesis

[dymesis]

El Ayer del Mañana

Silencio! Ha entrado en rigor la hora cero.

La tregua venció y escapa raudamente,

las promesas en hojas las lleva el viento

hacia donde tú estás. Al fin, ya no hay tregua.

Silencio! Que ahora reemplazo el contar de minutos

con el contar de tus pestañas,

como en aquel bar de madrugada,

como en los Domingos mágicos.

Hoy voy apartar un campito al lado de mi silla

para cenar contigo.

Voy a contarte lo mal que me ha ido sin tí,

pero que contigo, ahorita, se me resuelven

todos los problemas de mi materia.

[dymesis]

Untitle

He sobrevivido a tu playlist toda la madrugada.

Definitivamente, me parece que tu ausencia me ha dado la inmortalidad.

Mi querer ahora para tí, juega con los dados .

Supongo que a estas cosas le llaman desamor.

Jugar al Poker apostando los hoyuelos de tus mejillas.

[dymesis]

.

Ella se llevó, sin saberlo, la escena donde yo trataba de coser el tiempo con palabras deshilachadas, un equilibrista torpe sobre la cuerda floja del “todavía”. Yo, en cambio, me quedé atrapado en ese instante en que su mirada se volvió clima: una estación sin nombre, toda viento seco, toda clausura. No hubo portazo, ni drama. Sólo el silencio exacto con que desaparecen los trenes que no esperan.

[dymesis]

Dicen que no hay mayor dolor que recordar lo feliz que fuiste cuando ya no eres nada. Y lo entiendo, porque cada vez que cierro los ojos, vuelvo a ti. No por elección, si no porque tu ausencia ha quedado escrita en la arquitectura de mi mente.

Me hablabas de eternidades, pero te fuiste sin mirar atrás. Y yo, desde entonces, habito en un mundo donde el rastro de tu voz es más real que cualquier conversación.

Las cosas más pequeñas un café frío, una canción sin terminar, la hora en que solías escribirme son cuchillas dulces. Te traen de regreso, solo para herirme con tu fantasma.

¿Por qué lo que fue tan bello ahora duele tanto?

No hay castigo más cruel que mirar un recuerdo y sentir que ya no te pertenece.

He caminado por pasillos invisibles donde cada pared susurra tu nombre. He visto mi reflejo quebrarse al no encontrarte detrás de mis ojos. Y he aprendido que el verdadero infierno no tiene llamas, si no memorias intactas en un presente que ya no las contiene.

Amarte fue mi cima. Perderte, mi descenso. Y aún sigo cayendo, lentamente, como hoja que no entiende que el otoño ya pasó.

Ahora comprendo; recordar no es solo volver. Es revivir, es tocar lo que ya no existe y dejar que te atraviese.

Y si aún escribo, no es porque espere que vuelvas, si no porque al escribirte te entierro con más dignidad de la que tuvo tu partida.

Quizá no haya mayor dolor que ese; seguir amando en la miseria de ya no tenerte.

-chipnervous.

[dymesis]

Ahora es mañana

Aprendí a amar los defectos tuyos que incinerabas con artilugios.

Aprendí a deletrear tus emociones.

Aprendí a terminar cualquier frase tuya.

A cortejar tu boca sin oraciones.

Vuelvo a tus pasos en aquellas calles, recordándolos mientras bebo una copa.

Es inútil fruncir el ceño cuando una imagen tuya viene de prisa, golpeando mis mañanas felices.

Tengo tus verdades limitadas de cada domingo, de cada fin de semana.

Tengo prisa, hoy no has dejado huellas; me temo que esta vez no podré seguirte.

[dymesis]

Hay cuerpos que son refugio, pero el tuyo es incendio. Y yo, que nunca fui de quedarme quieto, aprendí a arder contigo sin miedo a las cenizas.

@poetaprohibido

[dymesis]

Atrás, en los estantes

Y pequeña hermosa, tu plan dejo de funcionar, o nunca funcionó del todo...

Tu plan de ser solo yo para conquistar el mundo.

El mundo me ha dado la espalda, juego con sus lunares que solo me quedan, vacío los estantes, hay agujeros en el suelo, trato de evadirlos ahora con cada salto.

Las estaciones del año me sabrán más a triunfos que a gozo, yo me encargo ahora de las dolencias.

Cada día, cada mañana o noche de cada día será una victoria, no una gloria.

Tu plan de ser solo yo para ganarme el mundo no ha funcionado. Te voy a contar que el mundo me ha dado la espalda, solo tengo sus lunares para tener un mejor sabor de boca.

Necesitaría contarte demás, incluso contadote aún tendría las espinas en mi lengua, cicatrices en las yemas de los dedos. Te has equivocado, no era ser solo yo, tampoco funcionó ser mejor. Simplemente las piedras pesaban más que mis versos. Ha sido una tarea imposible, como las promesas.

[dymesis]

Futuro Imperfecto

Mi pequeña y hermosa Lisbeth, quisiera contarte que tu plan, el más osado e increíble y a la vez simple; no ha funcionado.

Quizá le di más vueltas al reloj que de costumbre, quizá partí de la carrera antes de tiempo, quizá hice nada cuando debí intentarlo.

Déjame contarte, Lisbeth, que me hubieras dejado acompañarte unos años más de vida, que la vida se ha convertido en el verdugo de mi sonrisa y que no está tu sombra para cegar las penas del mañana.

Voy a seguir con tu plan, el más osado y simple. De funcionar, te contaré lo que he encontrado, si es que existe algo después de tí, te contaré las promesas más allá de tu presencia, que, todo cuánto es, no tiene por qué ser tan solo tú.

[dymesis]

Que me busque para darme todas las explicaciones que nunca me dió, y que sea justo en el tiempo en el que ya no me importen ni sus porqués, ni su presencia, ni el sonido de su voz.

Efimera Lunar Intemporal

[dymesis]

Gracias a @robenaraiza9 y a toda la gente que me ha ayudado a llegar a los 50 reblogueos.

Waaaa!!!

[dymesis]

Mediodía sin prisa

Hoy es un día como cualquier otro. La mañana se despliega ante mí con la misma rutina de siempre. El café está de nuevo en mi mesa, pero mi mente está en otro lugar. Me parece que las nubes en el cielo han intentado recrear tu imagen, pero es solo una ilusión. Sin embargo, no puedo evitar pensar en ti.

Me doy cuenta de que es imposible extrañar algo que nunca he tenido. No se puede amar algo que no se conoce. Pero, de alguna manera, siento que te conozco. La soledad tiene sus ventajas, pero cuando pienso en ti, esas ventajas se vuelven en contra mía.

Tengo una historia escrita en un blog que estoy constantemente actualizando. Cada día, agrego una línea más, aunque parezca inútil. Me gusta hacerlo porque me ayuda a ahuyentar mis demonios. Creo que esos demonios nacieron el día que te busqué entre la multitud, entre tanto ruido y distracciones.

Mañana será otro día sin ti. Seguiré extrañándote, aunque no debería. Te amaré en cada letra, en cada línea, en cada susurro que no se convierte en palabras. En cada palabra que no se convierte en poesía. Hay un sentido de exclusividad que siempre he tenido, pero que ha perdido valor desde que te conocí.

Sigo escribiendo en mi blog, creando una historia que quizás no sea nuestra historia. Pero cuando la termine, quizás sea mi cuento favorito. Y en algunos años, podré seguir leyéndolo. Y en algún momento, podré contárselo a alguien. Tú te has convertido en la protagonista de mis días, los felices, los grises, los lluviosos.

Recuerdo los momentos en que te sentía en cada paso que daba, en cada camino que recorría.

La ansiedad y la nostalgia me golpean el pecho cada vez que te recuerdo. He intentado darle nombres a estos sentimientos, pero no hay palabras que puedan describirlos. Tú eres la que tiene todas mis frases, toda mi poesía, todas mis pesadillas y toda mi alegría. No bastan palabras, no bastan acciones. Quizás solo bastaría con ir a buscarte.

[dymesis]

¡25 publicaciones!

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Mañanas de Insomnio

Era ella quien asimilaba mis torpezas, mi pésima ortografía. Era ella quien burlaba al tiempo y la distancia. Era ella quien conjugaba todos mis verbos en presente estando tan lejos. Era quien entendía sin palabras, quien tentaba mis miedos, quien socorría a mis temores. Era ella para un día lluvioso, un día gris, uno de intenso sol, era ella quien acomodaba mis deseos bajo cualquier estación. Y al decir verdad, ella hacia de la calma ,una tormenta y viceversa.

[dymesis]

Hoy, después de Ayer.

Y yo me servía

de ese sonido maldito

de vaso rebalsando.

En cada goteo, creo

escucharte. Tú, en silencio.

Mis palabras, mis letras,

tambalean muertas, casi muertas.

Por qué no llegan a tu boca...

Tu apatía se alimentó del invierno..

Mis letras, mis letras

no pasan los espejos.

El espejo dice siempre

que eres la más hermosa.

Como en el cuento,

aquel cuento de antes...

Tienes las astillas de mis manos

cuando trabajo, las dolencias

de mis amaneceres.

Pero tu sonrisa no colabora

con mi sed.

Eres como hablarle a la piedra,

al menos, ella en algún momento

sé que me responderá.

Pero tú... siempre tan tú.

Nunca tú.

[dymesis]

En el fondo sabía que me iba a estrellar, pero tampoco quería frenar.

[dymesis]

Los Lunes que me debo

"Tengo los placeres de la vida a los pies de mi cama

y aunque tenga el color de tu vestido,

en esencia, no lleva tu perfume.

Mi mano sugiere que es tu cintura

y mi boca me dice que tiene tus labios,

pero es mentira, no eres tú.

Obligo a que se vista nuevamente,

pero al rompecabezas, al que le falta una pieza,

y ya no podemos conseguirla;

tendríamos que inventar una nueva,

aunque originalmente no es la misma,

pero que bien que calza.

Tengo dos horas de recreación

para todos los ángulos de su cuerpo,

como estar en un parque de diversiónes,

donde tengo todos los juegos a disposición

mía.

Y aunque para estos menesteres

solo se necesitan de dos,

creo que en algún momento

tu imagen llega como una flecha

a cruzar por mi cabeza.

Pero yo me conformaré con lo que tengo,

sin anhelar lo que no está."

[dymesis]

Este es el mar, este es el horizonte; llega desde el poniente hasta aquí, la esencia que emana de todos los poros de tu piel que me envuelve.

Me siento aquí, frente al mar, y escribo en la arena tu nombre. "Tu nombre", que la resaca del mar intenta borrar, tal vez lo logre, pero mis dedos siempre volverán a escribirte.

¿Por qué es así? Porque es contigo, porque es a ti a quien llevo a todas partes y en todas partes, siempre estás tú. He olvidado con la nostalgia hasta cómo yo me llamo, pero no importa! Tu ausencia me bautiza cada mañana y me vuelve a recordar cual es mi nombre y cuánto te amo.

(El amor es un peligro constante que me acorrala, me acarrea, me hunde, y me lleva nuevamente a tus pies). Deja que mi pañuelo blanco sea el reposo de tus zapatos, que tu cariño ausente camine sobre los espacios que han quedado vacíos desde hace mucho tiempo.

"Ven conmigo", te invito a pasar estas tardes frente a la playa, donde yo te recuerdo, en la playa donde yo te espero. ¿Qué puedo hacer para que estés aquí conmigo? Ni la tarde, ni la noche, ni el sol, ni la luna podrían reemplazar tu presencia. Eres aquello que yo añoro en mis días más tristes, en mis mañanas más grises. Ellos siempre te reclaman, pero tú, como siempre, ausente...