eduuar-demon - Tumblr blog

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Si yo no vuelvo, mamá por favor, no me busques. Si no te contesto el celular, si tardo más de lo que suelo tardar... Si pasan uno, dos, tres o cuatro días, ya esta má. Búscame en alguna estrella, no llores, no luches, no intenten hallarme, no quiero que me encuentren.

Ese no soy yo, yo no soy restos irreconocibles, no soy un cuerpo desfigurado o en descomposición, no soy todas esas cortadas en mí, déjame ir má y cuida de mi semillita que no es para nada lo que soy.

Déjame donde esté, donde me hallaron, no quiero que me escarben, que me toquen intentando identificarme. Mejor busquenme má, busquenme cuando el viento sople fuerte y sientan escalofríos por el cuerpo, busquenme en la noche cuando solo este escarchado el cielo obscuro sin presencia de la luna, busquenme en las peores lluvias porque así soy y así me fui. Siendo bueno para unos y malo para otros, encauzado como un loco que hace arte, pero que no lo será jamas.

Demon Espina (Introducción)

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Amarte no es escribirte mis poemas de amor; es ser amor cuando te escribo, y cuando no.

Amarte no es esperar algo de ti; es simplemente esperarte, en silencio, de noche y de día.

Amarte no es refugiarme en tu persona; es construir un refugio juntos, con nuestras propias manos, donde pueda caber el mundo entero.

Amarte no es exigirte, no es obligarte, no es presionarte, no es convencerte, no es derrotarte; es ayudarte a liberarte de ti, de mí, de todo, es prestarte mi aliento, seducirte sin deseos, ni objetivos, es disfrutar de ti.

Amarte no es quererte únicamente cuando me amas, cuando estás guapa, cuando te sonríes, cuando me besas, cuando me acaricias, cuando caminas con elegancia, cuando estás tranquila, cuando estás feliz; es aceptarte entera tal cual eres, siempre y en todo lugar, con sencillez, con alegría.

Amarte no es proyectar ideas sobre ti, no es idealizarte; es verte desde lejos, desde cerca, desde dentro (desde ti), desde fuera, verte desde más allá de mí.

Amarte no es rechazar tus defectos; es hacerme sensible a ellos y hacerte sensible a ellos, sin esperar jamás que los cambies.

Amarte no es desear ser el centro de tu vida; es conducirte, si tú me lo permites, si soy capaz de hacerlo, a la vida de tu centro, sin buscar recompensas.

Amarte no es estar siempre a tu lado, no es pensar siempre en ti, no es soñar siempre contigo; es estar disponible para ti, es ser tú, hacerme uno contigo, es ser consciente de tus sueños, y de los míos contigo, es permitir que me conozcas por entero hasta el mismo centro de mi dolor, y de mi amor.

Amarte no es halagarte, no es envanecerte, no es debilitarte, no es llamar tu atención, no es confundirte; es mostrarte la valía de tu sombra, la maravilla de tu propia luz, es ayudarte a vivir alerta, es querer que vueles mientras te miro, absorto, dichoso.

Amarte no es sólo mirarte, olerte, o probarte; es mirar contigo a la vez cualquier cosa, hacerme uno con tu olor, formar parte de ti.

Amarte no es mirarte desde arriba, o desde abajo, desde atrás, desde delante; es cultivar un equilibrio que una y otra vez sienta que pasa por nuestro centro común.

Amarte no es temerte, no es poseerte, no es custodiarte, no es vigilarte; es abrazarte cálidamente, es abrirte mi puerta, es observarte a plena luz, en total oscuridad, con los ojos del alma.

Amarte no es decirte que te amo, no es pensar que te amé, que te amaré; es preguntarme a mí mismo si te amo, es sentirlo, dejando que se desarrolle en mí, sin necesidad alguna de decírtelo.

Amarte no es renunciar a mis sueños por ti; es despertar de mis sueños, contigo, tomado de tu mano.

Amarte no es escribir que te amo; es compartir contigo lo mejor de mí (el amor), sin vuelta atrás, sin horizonte.

(Ousía Poética) & kumsall-things (Turquía)

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Mi pensamiento en las noches largas no es más que un recuerdo de algo que aún no logro descifrar. Y es que todos hemos vivido con eso que nos llena de felicidad o nos inunda de melancolía: con aquello que es compañía y a la vez soledad.

Gracias a ello sentimos alegría o tristeza, pensamos que aquello nos complementa, que nos llena de vitalidad; recordamos los dulces y amargos momentos que vivimos junto a eso que juramos creer que iba a ser nuestro para siempre.

En nuestra memoria vive latente eso que fue, que pudo ser o que quizás sea; porque no hace falta que yo le ponga un nombre propio, debido a que, en este punto ya imaginaste a esa persona a la que quisiste, quieres o algún día querrás.

-Eduu

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Hay días de mierda, momentos en los que quisieras no salir del edredón, esconderte del mundo y fingir demencia o por qué no, fingir cordura.

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Cada noche el diablo

se sienta a la orilla de mi cama,

enciende un cigarro,

se voltea para echarme el humo en el rostro.

-¿Ya lo pensaste?

Siempre me pregunta.

"Charles Bukowsky"

"Aun no, aún no lo decido... no sé la respuesta"

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Y si el universo no conspira a mi favor, entonces yo conspiraré en su contra.

Que se joda el puto mundo!!

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No importa lo mierda que estes hoy, mañana puedes estarlo aun más, y si...

... ah nadie le va a importar.

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El amor dura lo que tiene que durar, me da lo mismo. Pero si quieres que dure, creo que es necesario aprender a aburrirse. Hay que encontrar a la persona con la que tengas ganas de aburrirte. Ya que la pasión eterna no existe, busquemos por lo menos un tedio agradable.

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Y dicen qué se estaba desquiciando, poco a poco, lentamente, cada día, perdía un poco de vida, de alma, de cordura, perdía las ganas de existir.

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Necesito llorar esta noche, esconderme bajo las cobijas como solía hacerlo, estrujar mi almohada y hacerme trizas, hay una fachada que mantener.

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Anónimo.

Dorian A.

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Me enamoré de alguien que hizo hasta lo imposible por quitarme el frío para luego sólo herirme y largarse.

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Solo quiero estar echado en mi cama o en la tuya contigo, mirándonos frente a frente. Tú sonriendo libremente y yo sonriendo tapándome la cara porque así somos, diferentes hasta para sonreír. Tocándonos, explorando nuestra piel como si no la conociéramos, como si no fuera la milésima vez que lo hacemos. Quiero que eso se repita siempre, porque no importa cuántas veces te he visto sonreír, no importa cuántas veces te he tocado, no importa cuántas veces te he visto llegar al auge del placer, yo siempre quiero verte más y más como por ejemplo por todas nuestras vidas.

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Eres esa canción que me quebranta y me daña, pero me inspira y me vuelve poesía

Amourat

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Por si un día lees esto...

Aún no encuentro las palabras exactas para postrarme frente a ti y decirte cada cosa que siento, que pienso. De todos modos perdería mi tiempo, estarías muriéndote del aburrimiento y ya no me sentirías de la misma forma como lo hacías antes. Tarde mucho en abrir los ojos ante esta situación, no podía entender por qué seguía actuando de la misma manera una y otra vez, como aquel círculo vicioso que no te deja en paz. Pero al final del día ya no me queda más nada que perder, cuando leas esto seguramente voy a estar muy lejos, donde no te imaginas que puedo llegar, podrá sonarte descortés y egoísta porque ni siquiera me molesté en despedirme de ti. Queda aquí plasmado todo lo que siempre sentí y lo que nunca entendiste (o entendiste y escogiste seguir otro camino); jamas había amado de esta manera, constante, cálido, persistente, sin miedos, sin ataduras. 

Confieso que nunca antes tuve la certeza de sentirme completa con una persona, pero asimismo como sentí todo lo bueno de este mundo, pude llegar a sentir todo el dolor desgarrador que un alma tiene para soportar. Cuando caía en picadas porque el corazón (casi literal) se me rompía en dos, en tres y en cuatro partes, volvía a armarlo para conseguir nuevas formas de amarte, pero en realidad solo estaba tratando de darme amor a mi misma, ese amor que yo esperaba de ti. Hoy en día veo que invertí mal los factores, que debí amarme primero yo para luego compartir y desbordarte de un amor sano. Miles de veces traté de hacerme la ciega, la que no se veía afectada ante ninguna situación, traté de no parecer loca, pero todos los hechos ocurrían enfrente de mis narices, los mismos hechos que yo no podía controlar. ¿acaso es culpa del destino? Me parece que no, que el destino sólo se la jugó para enseñarme lo que necesitaba. Si, jugó, en pasado. He aprendido tanto de la soledad, es buena, te enseña que no necesitas de nada ni de nadie para ser feliz. Te enseña a observarte, a observar tu alrededor, te enseña que lo que habitualmente rechazas de los demás, es lo que internamente estás rechazando de ti. Jamás tuve la oportunidad de unirme a alguien como lo hice contigo, con todas las de la ley, en todos los sentidos, pero fue tanta mi unión hacia ti, fue tanto lo que hice por ti (sin sacarlo en cara) que lo que realmente me dolió fue haber perdido todo lo que construí. 

El dolor está, pasan y pasarán los años y el dolor seguirá intacto, al igual que mis sentimientos hacia ti. Pero el sufrimiento es opcional, ya fui lo suficientemente masoquista como para permitirme a mi misma vivir en sufrimiento. Nunca quise perderte del todo, quizás en parte no tuve otra opción. Me mezclaste con todo el mundo y con todas las situaciones y te olvidaste por completo de quién soy realmente. ¿No lo valió? , ¿no lo valí?. No necesito esas respuestas para vivir, a veces las acciones dejan marcas en el alma mucho más profundas que palabras como estás. Mis acciones llegaron a su tope, no sabía ya que hacer para volver a ti, y aunque tú ya no querías volver en ningún sentido, mi corazón seguía anhelando regresar. En ocasiones viajaba en el tiempo y me perdía en mis pensamientos, olvidaba que estaba haciendo en el día, por más ocupada que estuviese. Pero así fueron pasando los días y ya hacía rato que había dejado de existir en tu mundo. Tu mundo era uno solo, aquel que tú decidiste llenar por completo, dejándome afuera de cualquier posibilidad de cercanía. Los textos me ayudaron, me entendieron, me enseñaron que debía respirar hondo cada vez que pensara en ti, que inhalaba felicidad y exhalaba tristeza, así hasta que conseguí el equilibrio. Mis pensamientos iban y venían, se me ocurrió que cada vez que llegaras a mi mente, me pondría a observar mi alrededor, analizando cada cosa de mi presente para entender por qué mi pasado ya no se encontraba en vigencia. Fui egoísta porque te quería para mi, porque mis reclamos no tenían fundamento pero mis sentimientos gritaban, pedían auxilio cada vez que los lastimabas, entonces no me quedaba de otra que decirte lo que me incomodaba. 

Te fuiste, pero quería que supieras que así como yo, tú también tuviste muchos defectos, tú también fallaste. Turista, turista emocional. No sabías lo que querías, no sabías si un día sentías algo por mi y al otro ya no. Entiendo todas las maneras que tuviste de sentirte (a su perfección) pero realmente era necesario que tomaras esa decisión. Hoy en día me doy cuenta de que esa decisión debía tomarla yo, pero no me apresuro, estoy segura de que pasaran por mi lado muchos amores como el tuyo, la diferencia es que ya no seré una niña, que ya habré aprendido la lección y que no me temblara el pulso para decidir por mí misma. Ya no siento cosas malas, ya no me preocupo pensando en que estarás pensando tú, en si vas a escribir o no, en si vas a leer o no. No me preocupa ni como actúes ni cuando lo hagas, mi estado de ánimo ya no depende de ti. Simplemente quise expresar lo mucho que calle durante todo ese tiempo, que sumado a lo que duro la relación, fue persiguiéndome a escondidas de todos, valió la pena. Hoy soy más fuerte, hoy soy otra, una nueva persona. 

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La odié, hasta el punto en que el último color del arcoíris  me recordaba a ella:  por radiante y brillante.

Desde ahí amé  lo negro y lo gris porque eran lo contrario a ella y eran lo más parecido a mí: por apagados y tristes.

— Manuel Ignacio.