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CRÓNICA DE LA REVOLUCIÓN OBRERA DEL 15 DE NOVIEMBRE DE 1922
MASACRE DE OBREROS
La masacre de obreros del 15 de noviembre de 1922 fue una matanza de trabajadores perpetrada por el Ejército del Ecuador en Guayaquil. Fue una respuesta a la Huelga general de noviembre de 1922, autorizada por el entonces presidente de la república, el liberal José Luis Tamayo.La masacre tuvo lugar luego de que los trabajadores iniciaran una marcha multitudinaria para exigir la liberación de compañeros detenidos. El evento ha cobrado gran importancia en la historia sindical de Ecuador y es recordado como el "bautismo de sangre de la clase obrera ecuatoriana".La fecha es rememorada todos los años por organizaciones de trabajadores, quienes colocan ofrendas florales y cruces en el Río Guayas en honor a los fallecidos. Los incidentes iniciaron en octubre de 1922, cuando los empleados ferroviarios de la estación de Durán iniciaron una huelga para exigir mejores condiciones laborales y mejores salarios. Los sectores sindicales de Guayaquil se unieron a la huelga en días posteriores. Los empleados de la empresa de luz eléctrica, transportistas y trabajadores del astillero se unieron el 7 de noviembre. Entre sus exigencias constaban, además de mejoras salariales, la aplicación de la ley que establecía una jornada laboral máxima de 8 horas, aprobada en 1916, y el anuncio de 30 días previos en caso de despido. Los empresarios no aceptaron las peticiones y, como contra-propuesta, barajaron la idea de aumentar el costo del pasaje de transporte público para poder subir los salarios. El 13 de noviembre la huelga se volvió general y la ciudad quedó paralizada, con cortes de electricidad, falta de transporte urbano y desabastecimiento de mercados. Un día después, el presidente José Luis Tamayo envió un telegrama al general Enrique Barriga Larrea, jefe de la zona militar de Guayaquil, que decía: "Espero que mañana a las seis de la tarde me informará que ha vuelto la tranquilidad a Guayaquil, cueste lo que cueste, para lo cual queda Ud. autorizado." Durante la mañana del 15 de noviembre, contingentes militares adicionales ingresaron a Guayaquil, mientras las calles comenzaron a llenarse de manifestantes. Producto de un altercado en una panadería que se había negado a plegarse al paro, varios huelguistas fueron detenidos y uno de ellos fue asesinado por la policía. El huelguista abatido, llamado Alfredo Baldeón, fue inmortalizado por Joaquín Gallegos Lara en la novela Las cruces sobre el agua. A las dos y media de la tarde, gran parte de los trabajadores iniciaron una marcha pacífica que desembocó en la Clínica Guayaquil con el objetivo de pedir, a través de mediadores, la liberación de los compañeros detenidos en la mañana. A lo largo del camino distintos grupos de personas se fueron sumando a los manifestantes y se produjeron focos de disturbios. La cifra total de participantes en la marcha se calcula entre 5.000 y 30.000 personas. El gobernador de la provincia aceptó la petición, por lo que los manifestantes se dirigieron al cuartel de policía, ubicado en las calles Cuenca y Chile, sitio en que se encontraban los detenidos. De acuerdo a los historiadores Óscar Efrén Reyes y Efrén Avilés Pino, a medida que avanzaba la marcha los ánimos de los manifestantes se caldearon por los discursos vehementes de los líderes sindicales, lo que empeoró cuando se propagó el anuncio de que las autoridades reprimirían la marcha a la fuerza. Según recuenta el sacerdote Carlos D. Cobo, en una carta fechada en abril de 1923, en medio del caos un grupo de manifestantes en la calle Olmedo desarmó a un policía y a 14 militares que se encontraban custodiando una mesa electoral de consejeros municipales, lo que de acuerdo a Miguel Ángel González Leal produjo los primeros disparos de la tarde. Según una versión de los hechos, cuando la marcha llegó a las inmediaciones del cuartel los policías dispararon contra los huelguistas, entre los que había mujeres y niños, pensando que planeaban tomarse el cuartel. Más de 2.000 militares entonces se unieron a la policía y empezaron a disparar sin tregua contra los asistentes a la marcha. Los manifestantes escaparon hacia la Avenida Nueve de Octubre, algunos intentaban ayudar a los heridos, otros empezaron a asaltar locales comerciales en busca de armas y objetos para protegerse de las balas, lo que es corroborado por Cobo. En cambio, de acuerdo a Reyes - en su Historia de la República de 1931 - y a Avilés, los saqueos se produjeron antes de la intervención militar, ante la circulación de un rumor de que los militares iban a disolver las protestas por la fuerza algunos sindicalistas incitaron a la búsqueda de armas en almacenes, lo que pronto se deformó en actos de vandalismo y saqueos por parte de los manifestantes, aunque otros reportes señalan que estos actos fueron cometidos por delincuentes infiltrados. En esta cronología es luego de los asaltos que salen los batallones de militares a las calles. Muchos obreros fueron rodeados y asesinados en medio de plazas, almacenes y viviendas. Los enfrentamientos se extendieron hasta altas horas de la tarde y cubrieron todo el centro de la ciudad, llegando hasta la calle Luzárraga. Los intentos de los manifestantes por defenderse fueron inútiles, tomando en cuenta que el ejército no sufrió bajas. De acuerdo al poeta e historiador Alejo Capelo, líder sindical y testigo de los hechos, civiles, aparentemente de clase social alta, se unieron a los militares y dispararon contra los huelguistas desde sus casas. Luego de perpetrada la masacre, según relató Capelo, las mismas personas aplaudieron a los militares mientras recorrían las calles aún ensangrentadas. La cifra total de personas asesinadas varía de acuerdo a distintas fuentes, con las estimaciones más bajas poniendo la cifra alrededor de un centenar de muertos y las más altas llegando hasta 500 personas (como afirmó Cobo), aunque algunos historiadores y medios de prensa aseguran que la cifra real es cercana al millar de fallecidos. El régimen de Tamayo ubicó la cifra en 10 muertos, mientras líderes sindicales contaron. La dificultad para calcular el número exacto de víctimas radica en que muchas de ellas habrían sido enterradas en fosas comunes, bajo control militar. La mayoría de los muertos fueron llevados al Hospital General, la Clínica Guayaquil, la Clínica Parker y el Cementerio General de Guayaquil, donde fueron enterrados en una fosa común y donde se impidió la entrada a muchos familiares, que habían llegado a reconocer los cuerpos. Esto fue corroborado por el escritor guayaquileño Joaquín Gallegos Lara, quien contaba con años al momento de la masacre, y que en una carta a la política Nela Martínez afirmó también que varias de las personas arrojadas a la fosa común aún estaban con vida, pero que los militares impidieron ayudarlos y los enterraron junto a los demás. Otros cadáveres, levantados por los militares dentro de los almacenes Cassinelli y Cia del centro de la ciudad, fueron arrojados en camiones al Río Guayas, a la altura de la calle Mejía, como denunció diario El Universo en su edición del 18 de noviembre. Días después de la masacre, el gobierno inició un juicio penal contra los trabajadores sobrevivientes, acusándolos de ser los supuestos responsables de los disturbios suscitados. Sin embargo, el juicio sólo llegó a la etapa sumarial. Por su lado, el director del diario El Telégrafo, José Abel Castillo, fue desterrado y tuvo que exiliarse en Alemania por publicar un editorial en que condenaba la masacre. De acuerdo a José Guzmán, obrero y participante de la huelga, el general Barriga asumió toda la responsabilidad de los hechos.
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CRÓNICA DE UN CAMPEÓN
Un sueño que comenzó en Carchi y terminó en Roma
Richard Carapaz, nació el 29 de mayo de 1993 en la comunidad La Playa Alta, parroquia El Carmelo, cantón Tulcán (conocida como la capital del ciclismo ecuatoriano). Desde muy pequeño aprendió las labores del campo y así mismo aprendió dos pilares fundamentales, ser disciplinado y fuerte en su vida, el primero porque en el campo no hay lujos y hay que trabajar para obtenerlo y segundo porque hay que ser fuerte para superar cualquier adversidad, porque la vida así se lo enseñó y tuvo desde pequeño que aprender a superar adversidades que con ganas y carácter supo salir hacia adelante. De niño tenía una bicicleta que lamentablemente le robaron y ni siquiera pudo usarla, ni aprender a manejar algo que no fue impedimento para él. Como su padre comerciaba con chatarra para vender en la zona, le consiguió una bicicleta para su hijo, es así como llegó a sus manos una bicicleta vieja, oxidada y destartalada sin neumáticos, la cual fue su tesoro a los 10 años de edad. Con esa bicicleta iba al colegio y salía a realizar las diligencias de su hogar e iba a pasear. Siempre en las heladas y altas montañas del norte ecuatorial y declaró que algún día ganaría el gran anhelado giro de Italia. Inconscientemente con su rutina en esos empinados trayectos, fue forjando su habilidad para escalar. El frio y la lluvia que son propias de la región emulaban las duras condicionas que más tarde afrontaría en cumbres italianas. Junto al exciclista ecuatoriano Juan Carlos Rosero aprendió los secretos de este deporte y emprendió su triunfal carrera, a la edad de 15 años se unió a un equipo aficionado Panavial Coraje Carchense. Consiguió perfilarse como uno de los mejores ciclistas y en el 2013 ganó el Campeonato Panamericano en Ruta en la categoría sub-23 y la vuelta a Guatemala, el triunfó de Richard auguraba éxito para el ciclista y un año más tarde sus ilusiones se fueron al suelo debido a un trágico accidente, fue atropellado y estuvo alejado de las calles por 6 meses. En medio de pronósticos que mencionaban que quedaría invalido. Esa disciplina y fuerza que forjó desde niño le ayudó a recuperarse.
En 2015 emigró a Colombia, para correr con el equipo local Strongman-Campagnolo. Allí se convirtió en el primer extranjero en ganar en ese país. además de ganar una etapa en el tradicional Clásico RCN. Su progresión y manera de cómo manejaba la bicicleta, llamaron la atención de los ojeadores europeos quienes le ofrecieron ir a Europa.
En 2016 una de las ofertas fue ir a prueba tres meses al equipo español Lizarte, con el cual conseguiría en 2016 su primera victoria en tierras europeas al adjudicarse la Vuelta a Navarra, siendo también la primera victoria de un ciclista ecuatoriano en Europa y el primero que gana una etapa en una carrera europea, al haber ganado también una etapa en esta misma Vuelta a Navarra.
En 2017 llamó la atención del manager del equipo Movistar Team, quien le propuso un contrato para correr como profesional, donde alcanzó el segundo lugar en la tradicional Route du Sud, también tuvo la oportunidad de ser el primer ecuatoriano en competir en una de las tres Grandes Vueltas, participando en la edición 2017 de la Vuelta a España, donde fue protagonista de un intento de fuga en una etapa de montaña.
Más adelante en ese mismo año fue expulsado de la selección ecuatoriana, junto a dos ciclistas más, durante los Juegos Bolivarianos de 2017 por presuntamente haberse embriagado el día de la inauguración del torneo, además de cometer varias faltas disciplinarias relacionadas con el alcohol. Después del suceso los tres ciclistas implicados se disculparon públicamente e indicaron que, al no ser recibidos por los dirigentes deportivos a su arribo a Santa Marta, fueron a un restaurante y acompañaron la comida con una cerveza.
En la temporada 2018 comenzó adjudicándose la Vuelta a Asturias, para luego convertirse en el primer ecuatoriano en ganar una etapa en una Gran Vuelta y en vestir la camiseta blanca de mejor joven en el Giro de Italia, mérito mantenido durante 8 etapas; y en la clasificación general se ubicó en la cuarta posición, a 47 segundos del podio. También registró su segunda participación en la Vuelta a España edición 2018 y su primera participación en el Mundial de Ciclismo en Ruta de ese año.
En el 2019 le esperaba lo mejor de su carrera, volviendo a participar en el giro de Italia, siendo esta la 102 edición del Giro de Italia, el cual se celebró entre el 11 de mayo y el 2 de junio de 2019 e inició con una contrarreloj individual en la ciudad de Bolonia y finalizó con otra contrarreloj individual en la ciudad de Verona en Italia. El recorrido constó de un total de 21 etapas sobre una distancia total de 3486,5 km.
Tomaron la partida un total de 22 equipos de los cuales asistieron por derecho propio los 18 equipos UCI WorldTeam y por invitación directa de los organizadores de la prueba (RCS Sport) 4 equipos de categoría Profesional Continental quienes conformaron un pelotón de 176 ciclistas. Los equipos participantes fueron:
WorldTeams
· AG2R La Mondiale
· Astana Pro Team
· Bahrain-Merida
· Bora-hansgrohe
· CCC
· Dimension Data
· EF Education First
· Groupama-FDJ
· Jumbo-Visma
· Lotto Soudal
· Mitchelton-Scott
· Movistar Team
· Deceuninck-Quick Step
· Katusha-Alpecin
· Team Ineos
· Team Sunweb
· Trek-Segafredo
· UAE Team Emirates
Equipos continentales profesionales
· Androni Giocattoli-Sidermec
· Bardiani CSF
· Israel Cycling Academy
· Nippo Vini Fantini Faizanè
En esta Carrera del Giro de Italia, Richard participó como el segundo hombre de la formación del Movistar Team acompañando a Mike Landa, las cosas no arrancaron bien para Landa cediendo más de un minuto en la primera etapa, Richard se ponía delante de su compañero en la general y en la cuarta jornada, le aguo la fiesta a los embaladores escapándose dos metros antes de que ellos realizaran el sprint, ganando su primera etapa en la edición y su segunda acumulado como profesional. A medida que continuaba el giro, las posiciones se iban alternando entre Landa y Carapaz, un día era bueno para Mike y otro para Richard. Por un momento parecía que se les iba el giro al Movistar Team, pero lo mejor vino después, Richard se llenó de confianza y apelo nuevamente con la fuerza y disciplina que forjo desde su niñez, salió en la etapa 14 con toda su determinación, como si fuera el último día de su vida, pedaleó con más ganas que nunca y empezó a descontar rivales, en su mente la intención de seguir al frente y nunca mirar atrás. Ninguno de sus contendientes fue capaz de seguirle, Richard arrasó con lo que había y se llevó una nueva etapa. La diferencia fue tan amplia que le permitió vestirse con la maglia rosa, la cual llevaría consigo hasta la última etapa en Verona, una contrareloj indivual que ganó el americano Chad Haga, en la que Richard también levantó los brazos para cumplir el sueño del niño que montaba en la bicicleta azul, coronándose así el ciclista ecuatoriano Richard Carapaz, quien rompió la historia al consagrandose campeón del giro del de Italia, siendo una de las tres competencias más grandes del circuito mundial junto al Tour de Francia y Vuelta a España y con este triunfo se convirtió en el primer ciclista de su país en ganar un Giro de Italia y el segundo ciclista latinoamericano en conseguirlo luego del triunfo obtenido por el ciclista colombiano Nairo Quintana en el Giro 2014.
Bibliografías:
· https://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Carapaz
· https://www.youtube.com/watch?v=g8fie_b098k
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