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La guerra de los tiempos- capitulo 2
Finalmente había conseguido llegar al lugar donde mi vida cambiaria completamente. Mi corazón latía violenta y estrepitosamente a tal velocidad que era posible sentir como la sangre recorría mis venas y llevaba los nutrientes necesarios a cada parte de mi agitado cuerpo, el cual respiraba forzadamente a las afueras de la mansión Ritz.
Mi cuerpo estaba agotado debido al gran esfuerzo que significo venir corriendo, sin embargo, mi mente no estaba preocupada de ese pequeño detalle, al contrario el tema principal de discusión al interior de mi cabeza era de mayor importancia, una lucha entre las emociones de pánico y alegría que me dominaban completamente, en términos simples yo estaba nervioso. Una parte de mi ser quería entrar inmediatamente a esa lujosa morada y cantar de alegría, mientras que la otra sentía vergüenza y se negaba a creer que todo lo que estaba sucediendo en ese momento era real.
¿Qué dirían los demás invitados si se enteran que el ex-genio del pueblo quería desposar a la hija del señor de la casa el mismo día de su cumpleaños?, quien por cierto ni siquiera había traído un regalo para celebrar la ocasión, ¿qué dirían Federico y teresa la feliz pareja del cuarteto, cuando se enteraran que ahora los otros dos miembros se habían comprometido?, no sería gracioso pensar la cara que pondría mi abuela al enterarse de esta gran noticia, eran las preguntas que en mi mente se formulaban y me impedían al mismo tiempo mover mi tembloroso cuerpo, es curioso que a veces el miedo que una persona puede llegar a sentir, sea capaz de limitarnos a conseguir lo que queremos, mi sangre ya no corría tan fuerte como antes, en su lugar un sudor frio recorría todo mi cuerpo y estaba nervioso. ¿acaso has venido a admirar la puerta?- dijo repentinamente una voz que me saco de mi letargo- porque de ser así yo te recomendaría ir a los castillos de Francia, en ese lugar tienen puertas hermosas- añadió riendo mientras tosía, se trataba del Señor Rolan el hermano menor del señor Ritz quien se encontraba en el patio de la mansión al lado de un telescopio -Profesor Rolan- dije asombrado al ver al hombre que despertó mi pasión por las estrellas, cuando apenas era un mocoso de 16 años -¡¡No me llames profesor…!!- dijo este molesto mientras acomodaba la mira de su artefacto- he dejado de serlo desde que me retire- añadió no diga eso profesor, usted es una mente brillante- respondí inmediatamente al escucharlo, ya que desde mi punto de vista aquel hombre era un verdadero genio ¡¡tonterías…!!- respondía este sin apartar la vista de su telescopio- ese es un título sin sentido dado por eso ignorantes de la Universidad, no quiero ser llamado así nunca más- añadía molesto pero profesor Rolan…- contestaba yo tratando de argumentar, pero lo conocía bastante bien como para saber que no cambiaría de parecer tan fácil -Apartar de este momento quiero que me llames solo Rolan- indico este al verme confundido- solamente Rolan -Entiendo Señor Rolan- respondía yo resignado, ante estas palabras -¿Has venido a ver a Alicia?-pregunto repentinamente, lo cual me desconcertó completamente dejándome sin palabras- ¿de qué te sorprendes tanto?- pregunto este riéndose- todos en el pueblo saben lo que sientes por ella, era lógico que en algún momento vinieras a pedir su mano- añadió -pero no he cumplido mi promesa de titularme…- respondía yo avergonzado pese a saber que a Alicia no le interesaban esas cosas -¿y qué? Acaso crees que un título hace al hombre- respondió este mirándome de reojo- te conozco desde hace años y te puedo decir inmediatamente que estas sumamente calificado para ser parte de nuestra familia, incluso más que cualquiera de esos idiotas de la cuidad con diplomas y doctorados- añadió -¿usted cree?- pregunte yo sonriendo bobamente desde luego, además mi hermano también está de acuerdo con su relación, porque no tienes nada que temer- respondió sin apartar los ojos del artefacto- siendo sincero tengo envidia de ustedes dos, cuando yo era joven tuve que luchar por la mano de la mujer que amaba pese a la oposición de mi familia, pero pese a mis esfuerzos no pude ganar su corazón y se terminó por casar con otro hombre - añadió -¿y que es de ella ahora?- pregunte intrigado murió hace siete años debido a una enfermedad incurable - respondió El señor Rolan con un tono triste y melancólico- esa mujer era la madre de Teresa y Alicia- añadió -No puede ser…- dije yo asombrado al oírlo -así es, me enamore de la mujer de mi propio hermano- respondía este riendo tristemente- aunque no te hagas ideas equivocada, en aquel tiempo ellos todavía no se habían comprometido y tanto mi hermano como yo competíamos por su mano en igualdad de condiciones- indico inmediatamente antes de que se generara alguna clase de malentendido- sin embargo, me di cuenta de que había perdido la batalla cuando estaba delante del altar con un hermoso vestido de novias- añadió apartando por primera vez sus ojos del telescopio con un fuerte tono de voz ¿acaso odia a su hermano?- pregunte yo al verlo al principio lo odie y me fui de casa bajo el pretexto de estudiar en la capital, sin embargo con el tiempo aprendí que no se puede obligar a alguien a amarte y perdone a mi hermano, después de todo no es posible odiar a un familiar simplemente por haber perdido una batalla justa- respondió este mirando al cielo- cuando mi hermano perdió a su mujer se sumergió en una profunda depresión, lucho desesperadamente salvarla, trajo a los mejores médicos y compro medicamentos de gran valor, pero pese a sus esfuerzos no pudo lograrlo y ella falleció, su cara de angustia y desesperación de aquel momento no tenían competencia, era indudable que había perdido lo más valioso para él, fue en ese momento que comprendí porque Susana lo escogió, no fue por su dinero ni tampoco por su fortuna como muchos piensan, fue porque él era el que más la necesitaba- añadió No sabía lo que había sucedido- respondí yo lamentándome puesto que solo conocía una parte de la historia Es por eso que los considero afortunados a ustedes dos- continuo hablando Rolan- tanto tu como ella sienten lo mismo por el otro y a diferencia de mí no tendrán que competir con ningún rival, es por esto que te pido que no desperdicies tu valioso tiempo estando parado delante de esta entrada y vayas donde se encuentra tu amada- añadió este regresando a su telescopio -¡¡gracias…!!- grite yo agradeciendo aquellas palabras que me llenaron de un intenso valor no tienes que agradecerme, solo ve- respondió riendo sin apartar la mirada de su telescopio -¿Y usted no ira?- pregunte curioso al verlo afuera en el cumpleaños de su hermano -relacionarme con personas que no conozco solamente por una festividad no es mi estilo, sin mencionar que he vivido y celebrado suficientes cumpleaños de Ritz- respondió este- además tengo algo importante que investigar en este momento añadió -pensé que había dejado la ciencia- dije riendo al verlo no seas idiota- respondió este molesto- te dije claramente que había dejado el título de profesor, pero nunca que había dejado la ciencia, como ya te había dicho, no es el título lo que hace al hombre, sino el hombre el que lo crea, un científico no lo es por su título, sino que por el deseo de querer descubrir los misterios de la vida- añadió concentrándose en su trabajo -¿y qué clase de misterios está resolviendo en este momento?- pregunte intrigado pensé que de entre todos los habitantes de este pueblo, tu serias el único aparte de mí en darse cuenta- menciono este- ¿acaso no te percataste de nada extraño este última semana? -¿se refiere a la luna que apareció durante unos momentos?- pregunte intrigado al ver que el señor Rolan también lo había notado, lo cual significaba no esa solo paranoia mía -precisamente- respondió Rolan mirando al cielo- durante aproximadamente 4,25 segundos, fue posible ver una luna llena en un día donde según el calendario lunar no habría, eso significa que una fuente de luz lo suficientemente grande, se produjo durante ese periodo para eliminar la etapa de luna nueva- añadió ¿pero que puede ser lo suficientemente poderoso para iluminar nuestro satélite?- pregunte intrigado al escucharlo -no lo sé- respondió este inmediatamente- con los materiales que poseo a disposición es casi imposible para mi determinar lo que sucede en la luna- añadió -Ya veo…- dije desconcertado puesto que era la primera vez que el señor Rolan no podía responder una de mis preguntas -la capacidad de este telescopio es limitada- reconoció- es por eso que hace algunos día llame a un colega científico de la universidad, que trabaja en el observatorio principal- añadió -¿y qué fue lo que le dijo?- pregunte intrigado ante estas palabras no me he podido contactar con él desde entonces- respondió inmediatamente- Lamentablemente la línea está cortada -¿cortada?- dije extrañado no es de sorprenderse- contesto el señor Rolan- los sistemas de comunicación de este poblado son de hace medio siglo es lógico que surjan problemas con el- añadió -entiendo…- respondí, dado que se me había olvidado lo atrasada que esta nuestra cultura en comparación con el exterior -bueno dejándonos de pláticas ¿no crees que ya va siendo hora de que entres a la mansión?- dijo Rolan riendo haciéndome darme cuenta de lo atrasado que estaba ¡¡es verdad…!!- conteste gritando mientras corría en dirección a la entrada principal- ¡Muchas gracias!- grite mientras me alejaba -buena suerte- respondía este sin quitar la vista de su trabajo.
Justo en frente de la entrada al gran salón estaba yo parado, el haber conversado con el Señor Rolan había despejado todas mis dudas y me lleno de valor necesario para actuar, sin dudarlo ni un solo momento abrí la puerta de par en par con una gran determinación, razón por la cual al momento de abrirla todo el bullicioso salón que se encontraba del otro lado se sumergió en un gran silencio, de un momento a otro me había convertido en el centro de atención de los lugareños allí presentes, quienes me miraban extrañados ante mi repentina intromisión, los niños con los que jugaba cuando era un infante estaban allí presentes, al igual que mi abuela, Federico y teresa quienes también me miraban, lentamente el valor que había ganado hace unos momentos comenzaba a decaer y el pánico de mi mente trataba de tomar nuevamente el control de mi cuerpo, mi mente estaba confundida, no sabía que decir, quería correr de ese lugar y regresar a mi casa, pero repentinamente la historia del señor Rolan atravesó mi mente y me hizo pensar en lo que perdería si en aquel instante me iba, no estaba dispuesto a aceptarlo, no estaba dispuesto a perder a la mujer que amo, solamente por este sentimiento llamado pánico. -hola…- dije al verlos a todos, llenándome de valor, a lo cual todos me miraron detenidamente por unos segundos -¡¡Felicidades!!- gritaron todos al unísono dejándome sorprendido y confundido, al ver como los habitantes del pueblo me felicitaban con tanto entusiasmo, como si de una celebridad me tratase -te estábamos esperando- dijo Federico acercándose repentinamente a mi -¿por qué te tardaste tanto?- añadió Teresa riendo pegada a su brazo ¿qué sucede aquí…?- dije yo extraño al ver este extraño recibimiento -no te hagas el tonto- respondió Federico sujetándome del cuello con su antebrazo- sabemos perfectamente porque has venido-añadió riendo pícaramente -felicidades cuñado- añadía teresa riendo mientras que a lo lejos se empezaba a escuchar el inconfundible sonido de una copa al chocar con una cuchara -Atención, mis queridos invitados- dijo repentinamente el Señor Ritz desde el segundo piso provocando este sonido- el invitado principal ha llegado- añadió -¿invitado….principal...?- tartamudeaba yo extrañado al no poder entender lo que sucedía mi padre ha cedido su fiesta de cumpleaños para ayudarlos a ustedes dos- respondió Teresa riendo- se agradecido- añadió -el día de hoy quiero hacer oficial una noticia- continuo hablando el señor Ritz ante la miradas de todos los allí presentes- hoy mi querida hija, se ha confesado a su gran amado- indico este tosiendo sutilmente- sé que muchos de ustedes lo conocen y han sido sus amigos durante muchos años, sé que también se fue del pueblo y fracaso en conseguir su objetivo-añadió mirándome de reojo- pero quiero que el hombre aquí presente sepa que a mí no me importa esas cosas- dijo mientras todos guardaban silencio mientras me miraban- es por eso que hoy me complace anunciarles la integración de Samuel Graham a mi familia- vociferado el Señor Ritz diciendo mi nombre mientras los allí presentes aplaudían- puedes venir aquí Samuel - termino diciendo el señor Ritz, pidiéndome que subiera al segundo piso a lo cual los allí presentes abrían inmediatamente un sendero hacia las escaleras.
Sinceramente estaba nervioso, mi mente no quería procesar todo lo que sucedía, afortunadamente mi cuerpo por inercia siguió las órdenes del señor Ritz y caminaba hacia el segundo piso, ante la mirada de todos los allí presentes, luego de unos breves segundos logre llegar ante el Señor Ritz quien me esperaba sonriente y me tendía la mano para saludarme -vamos Relájate- me susurro este al ver lo nervioso que estaba -hoy eres parte de mi familia- añadía conduciéndome hacia una cortina, desde donde salía lentamente Alicia, quien vestía un hermoso vestido rojo -Finalmente llegas- dijo ella al ver mientras sonreía gentilmente lo siento…- respondí yo suavemente, tratando de que mis palabras salieran -no te disculpes- respondió está abrazándome, sin importarle siquiera que los allí presentes nos vieran, para luego besar gentilmente mi frente, lo cual me puso extremadamente colorado, no sabía exactamente lo que estaba sucediendo, pero de una sola cosa estaba seguro, ese momento era el más feliz de mi vida.
Repentinamente la música que antes se había detenido comenzó a sonar nuevamente, la orquesta allí presente tocaba un suave Vals y los invitados allí presentes esperaban a que nosotros dos comenzáramos el baile, una escena de ensueño que hoy se volvía una realidad. Con gentileza Alicia tomo mis manos y dirigió una su cintura mientras extendía sutilmente la otra, para luego con un suave movimiento guiar a mi cuerpo el cual se movía por propia inercia, igual que los demás invitados quienes imitaron nuestro gesto. Cada uno con su pareja, Federico y Teresa bailaban a nuestro lado mientras que el señor Ritz y mi abuela se encontraban en una esquina del Salón conversando, todo en aquel momento era perfecto, mi corazón latía estrepitosamente, pero no era por cansancio estaba emocionado.
-será mejor que la cuides - insinuó Teresa al pasar a mi lado -¡¡Si!!- respondía yo bobamente al no poder soportar la felicidad, la cual se mostraba de extremo a extremo en mi cara tranquilo-decía Alicia al verme -lo siento- respondía yo deteniendo nuestro baile para abrazarla -¡¡Bésala!!- grito Federico con entusiasmo al vernos, provocando la risa de los allí presentes, lo cual era imposible hacer para mí en ese momento dado lo nervioso que estaba por lo visto siempre tendré que se yo la que actué- dijo Alicia acercando sus labios a los míos, todo estaba yendo perfecto -¡¡papa!!-grito repentinamente una voz en el gran salón abriendo estrepitosamente la entrada principal, antes de que pudiéramos juntar nuestros labios, sorprendiéndonos a todos. Se trataba de una niña, quien sin previo aviso entro gritando, una niña de unos 13 o 14 años vestida con harapos, la misma niña con la que antes me había topado, estaba agotada, su respiración estaba acelerada, como si hubiera venido corriendo desde donde nos encontramos antes- ¡¡papa!!- gritaba nuevamente, ingresando rápidamente al salón para luego caer después de dar unos cuantos pasos-¡¡papá por favor escúchame!!-gritaba nuevamente mientras sujetaba fuertemente su pecho, dejándonos a los allí presentes desconcertados ¿qué sucede?- pregunto Alicia, quien sin dudarlo ni un segundos se separó de mi lado y bajo rápidamente desde el segundo piso donde nos encontrábamos para socorrer a la niña que parecía estar sufriendo- ¿te encuentras bien?- preguntaba ayudándola a ponerse de pie -papá…- volvía a decir la niña mientras respiraba extrañamente -¿qué te sucede?- pregunto Teresa, acercándose a ella, misteriosamente al verla la niña comenzó a llorar -mamá… mamá…- comenzó a decir la niña llorando mientras trataba de tomar a Teresa con su mano -¿estás buscando a tu mama?- preguntaba teresa sujetándola -Mama por favor…- decía mientras tosía- dile a mi papa que me escuche antes de que sea tarde…- terminaba diciendo mientras se sujetaba el pecho como si sintiera un gran dolor -tranquila no te sobre esfuerces- decía Alicia tratando de calmarla- dinos quien es tu padre para llevarte con el- añadió ¡¡papá!!- decía la niña extendiendo su brazos como tratando de alcanzar a una persona- por favor escúchame…- dijo antes de finalmente desmayarse dejando a todos perplejos y confundidos, especialmente a mi quien era a quien apuntaba tan desesperadamente y llamaba papá.
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La Guerra de los tiempos- Capitulo 1
"No se por donde debería empezar, tal ves por el principio del final" fueron las palabras que me dijo cuando lo conocí, su nombre era 3173 o como yo llegué a llamarlo Elie y aunque no lo creas venía del futuro. Al principio pensaba que estaba loco o que simplemente se trataba de una broma, pero poco a poco lo que me iba contando tenía sentido y demostraba el horrible futuro que le esperaba a nuestros hijos y nietos y de cómo ellos se revelarían para salvar su existencia.
Todo comenzó el 23 de enero del 2020, yo estaba deprimido después de haber reprobado mi examen para la universidad y a mis 22 años ya no tenía esperanza en mi vida, decidí ir a vivir con mi abuela, en un pequeño pueblo llamado Lotz, de gente sencilla a la que no le gustaba resaltar demasiado, vivían en el campo y eran en su mayoría granjeros que rechazaban la era tecnológica en la que la tierra se había sumergido. El jefe del lugar era un anciano de apellido Ritz que tenía como política personal el cuidado de la tierra, un gran amigo de mi abuela y querido líder de la población, tenía dos hijas de mi misma edad con las que me había criado , llamadas Alicia y Teresa, las dos mujeres más populares del modesto pueblo que me trataban como si fuera su propio hermano y a las que yo consideraba de la misma manera, mi mejor amigo era el hijo del pastor de la iglesia llamado Federico, un divertido mocoso de 21 años que buscaba seguir los pasos de su padre y heredar su lugar en la capilla, como jefe de la iglesia, había estudiado desde niño la Biblia y la conocía de memoria, sin lugar a dudas era un excelente candidato para el puesto y era muy querido en el pueblo, era el mejor estudiante del lugar después de mi, el aclamado erudito del lugar, quien desde niño era considerado un genio a nivel nacional, también llamado "el orgullo del pueblo" y que algún día se esperaba fuera un gran científico, lamentablemente solamente fue un sueño inalcanzable, después de que deje el lugar y me fui a vivir a la ciudad, la vida fue bastante complicada, busque un trabajo de medio tiempo para poder sustentar mi existencia mientras esperaba que la Universidad de luke me diera su respuesta acerca de mi solicitud de ingresar a su facultad, luego de haber rendido su prueba de admisión y estar seguro de que me aceptarían, anuncie a los cuatro vientos que sería universitario y realice una gran fiesta en el departamento en el que me hospedaba invite a todas las personas que conocía en la ciudad, incluso a una chica que me gustaba y a la cual conocí el día de la prueba , desafortunadamente, no todo es como uno piensa y el día en el que me dieron los resultados, yo estaba devastado, había respondido mal casi toda la evaluación y lógicamente la Universidad no me aceptó y todos aquellos a los que considere mis amigos me abandonaron. Cuando me quedé sin dinero después de un tiempo, decidí volver al pueblo donde aún la gente me consideraba alguien listo y no era juzgado como ocurría en la ciudad.
Se que es infantil quejarse de tu propia ineficiencia, pero aún así tengo que reconocer que de no haberme confiado tanto, tal ves hubiera aprobado la prueba. Han pasado dos meses desde que rendí el examen en los cuales no he dejado mi antigua habitación, mi abuela no me ha dicho nada, ya que ella entiende lo difícil que fue para mí fallar, las dos hijas del jefe Alicia y Teresa me visitan todos los días e intentan alegrarme contándome sus gratas historia de lo que hicieron cuando yo no estaba mientras que Federico por su parte me invita cada semana a ver su misa, ofreciéndome incluso un puesto en la iglesia como sacerdote, el cual no me es posible aceptar debido a mi ignorancia de las sagradas escrituras, pero que aún así es un buen detalle de su parte el ofrecerme el cargo.
Aquel día yo estaba acostado como de costumbre, esperando que el sol se ocultara en las montañas y dejara salir a la luna, como ya era mi rutina, últimamente me había fijado en lo rara que estaba la antorcha nocturna que frotaba en el cielo, era más grande y brillante que antes, desde mi punto de vista no era normal que la luna llena apareciera dos veces en una semana, aunque solamente fue durante unos segundos y nadie más en el pueblo la vio, yo estoy seguro que la luna fue visible por segunda vez el día de ayer, no estoy seguro del por qué, pero algo sucedió aquel día en el cielo y a diferencia de ayer, hoy tengo la intención de demostrarlo. He estado durante todo el día observando el cielo con mi cámara de vídeo especial, con la intención de grabar algún fenómeno fuera de lugar.
Teresa vino a invitarme a la fiesta de cumpleaños de su padre, junto con Federico, quien estaba acompañado a la dama como su novio y futuro esposo, lamentablemente no podía ir o mejor dicho no quería asistir a la fiesta, donde sabía que estarían todas las personas del pueblo, no les podía mostrar mi cara de vergüenza, a las personas que tenían tanta fe puesta en mi, decidí quedarme en casa observando las estrellas con la esperanza de poder encontrar algo que demostrará lo que valía , tal ves aquel fenómeno me ayudaría a entrar a la universidad, si tan solo encontrará alguna cosa podría demostrar mi orgullo ante todos.
Estuve durante cuatro horas viendo el cielo, tomando de vez en cuando un breve descanso para ir al baño o comer algo, siempre grabando ante cualquier sorpresa. Al igual que casi todas las personas en el pueblo mi abuela fue a la fiesta del señor Ritz, dejándome en la solitaria y oscura vivienda, que a decir verdad de noche me aterraba, el viento soplaba fuerte y hacia crujir el techo, el cielo estaba despejado y no se veía ninguna nube, tal y como se cuenta en las novelas de terror que mi madre leía, no la recuerdo mucho en realidad, pero tenía la mala costumbre de contarme historias de fantasma y criaturas aterradoras para que me durmiera, una manera extraña de hacer dormir a un niño de cinco años, lamentablemente murió cuando yo tenía seis, no conocí nunca a mi padre, pero según tengo entendido era alguien importante que murió antes de que yo naciera, es por esa razón que me crio mi abuela. Lo que intento decir es que debido a las historias que me leía mi mamá yo le tengo miedo a la oscuridad, un miedo absurdo tomando en cuenta mi edad.
Pero teniendo mi habitación llena de luz, no había nada que temer o al menos eso pensaba, ya que más o menos cerca de los 11pm ocurrió un apagón en el pueblo, que nos dejó a oscuras, tenía miedo, como todas las casas del pueblo, la vivienda de mi abuela era bastante grande y de noche era aterradora, me las había ingeniado para tener a mi alcance un buen grupo de velas que iluminarán durante el breve periodo sin luz, pero no era suficiente para alumbrar toda la oscuridad, es como cuando un grupo de estrellas intenta alumbrar el cielo nocturno, nunca es suficiente. Para no entrar en pánico permanecí observando el cielo, en sacando con mi telescopio cualquier cosa que me distraer, seguía buscando la anormalidad de la luna que vi recientemente, teniendo a mi lado un libro de astronomía que me ayudara a explicar dicho fenómeno, es curioso como uno cuando está en la ciudad nunca ve el cielo y sólo se limita a ver la tierra, si alguna vez has visto las estrellas como se debería, sin tanta contaminación lumínica que te impide ver la vía Láctea , entenderás lo que trato de decir, cuando te aseguro que es un espectáculo hermoso, fácilmente las constelaciones desviaban mi mirada de la luna, las doce constelaciones del Zodiaco, no parecían nada, pero aún así era divertido ver lo que los antiguos consideraban sagrado, mi signo es piscis y aunque tiene fama de ser un signo destructivo tengo que reconocer que yo en lo personal soy bastante tranquilo.
No tendré el mejor telescopio del mundo, pero gracias al instrumento que me regaló Federico para mi cumpleaños 16, he podido ver las estrellas y los planetas. La primera vez que vi un cometa recuerdo que fue hace dos años, cuando visite la casa del señor Ritz y me tope con su hermano el señor Rolan, un respetado astrónomo que luego de jubilarse, vino a vivir bajo el cuidado de su hermano. Alicia me había invitado a mi y a mi abuela, a observar un nuevo tipo de extraño evento sucedido en el espacio descubierto por su tío, llamadas las capas de realidad, un fenómeno espacio temporal en la que según él, una dimensión paralela se internaba a la nuestra de alguna manera y era destruida al dejar su origen, provocando los llamados agujeros negros, lamentablemente el mundo científico no tomo en cuenta sus estudios y debido a la humillación que sufrió, se retiró.
No tengo la intención de aburrirte contándote historias de mi niñez, pero consideró que es importante que sepas en qué se basaba su teoría, ya que dentro de muy poco tomará mucha importancia. Regresando a mi historia principal, tenía miedo, mi fobia me hacía imaginar cosas que no existían, llegue a pensar que en el primer piso de mi hogar, había seres de otro mundo, similares a demonios, que si se daban cuenta de que estaba solo, vendrían a atacarme.
Repentinamente alguien comenzó a golpear fuertemente la puerta de mi casa, asustado por el miedo comencé a gritar preguntando quién era, sin recibir respuesta alguna,
-¿eres tu abuela? – Grite desde la segunda planta – ¿se te olvidaron las llaves- añadí, mientras que sin razón alguna la bulla cada vez aumentaba- deme un momento- dije al ver lo persistente que era la persona- eres una molestia - susurre bajando las escaleras, tragándome mi miedo, cuando puede llegar a la entrada, repentinamente dejaron de golpearla, como si supiera que yo estaba allí - ¿Quién es?- pregunte nuevamente, sin abrir la puerta- ¡¡¡ si no me contesta no abriré!!!- grite otra vez. Repentinamente un sonido ensordecedor vino de la parte trasera de la casa, algo o alguien había roto un plato de la cocina, Por un momento mi corazón estaba acelerado, ya que casi todos mis vecinos estaban en la fiesta estaban en la gran fiesta, por lo que existía la posibilidad que fuera algún ladrón o algo por el estilo- ¿¡¡eres tu abuela!!?- volví a grita tomando con mi diestra un paraguas que estaba en la entrada, posiblemente la peor arma que una persona podría tomar en esas circunstancias- ¿quién está allí?- dije al no obtener respuesta alguna, mientras silenciosamente me acercaba a la cocina, sosteniendo mi fiel arma como si fuera una espada, con la esperanza de que milagrosamente aprendiera esgrima de la nada- tengo un arma indique adentrándome en la cocina, buscando con la mirada en la oscuridad
- sigues siendo muy valiente- dijo repentinamente una voz detrás de mí, que me dio un susto de mil muertos
- ¿Quién es?- grite, echándome hacia adelante, con la esperanza de escapar de aquella persona, tropezando estrepitosamente, golpeándome la cola contra el suelo
- no me recuerdas- dijo riendo y que aunque no podía ver absolutamente nada, se podía distinguir que se trataba de la inconfundible voz de una persona
- ¿eres tu Alicia?- dije al escucharla, quejándome por el intenso dolor
- veo que aun puedes recordar la voz de tu querida amiga - indico ella dejándose ver
- ¿Qué quieres?- pregunte
-¿cómo que... ¿Qué quiero?? – Pregunto – acaso no puedo venir a ver a mi amigo – indico
- ¿quién es tu amigo?- pregunte, poniéndome de pie, mientras me sacudía la ropa
- nosotros- dijo ella con una sonrisa – somos amigos desde niños – respondió
- no lo recuerdo- respondí tomando un vaso que estaba cerca para tomar un poco de agua
- qué mala memoria- respondió ella sacando una linterna, para alumbrarme la cara- ¿acaso no recuerdas las cartas?
- ¿todavía las guardas?- dije mientras bebía
- como las podría tirar- contesto ella sacando algo de su bolsillo- siempre llevo una conmigo- añadió, mostrándome un papel escrito por su servidor
- bótalas- conteste, dejando el vaso en el lavadero – eso es cosa del pasado
- pero tienen tus sentimientos- respondió ella leyéndola
"mi querida Alicia, no imaginas lo aburrida que es la cuidad, espero con ansias el día que pueda obtener mi título en la universidad y te lo pueda mostrar con una gran sonrisa, últimamente la distancia hizo que me diera cuenta lo mucho que los extrañaba, a ti y a los demás. Me gustaría que supieras lo mucho que he pensado en ti, sé que es irónico que esto te lo diga tú amigo, aquel a quien tu consideras como un hermano, pero creo que he empezado a tener sentimientos muchos más profundo que un simple amigo, lo siento, sé que no es el método adecuado de pedírtelo, pero si obtengo un título quiero.... Que te cases conmigo"
Concluyo, haciendo que me sonroja de una manera nunca antes vista- esta fue la decimotercera carta que enviabas cada semana-dijo doblándola con mucha delicadez- y todavía tengo un baúl lleno de ellas- añadió guardándola nuevamente en su bolsillo
- Viniste a rechazarme – conteste tapándome la cara mientras intentaba de alguna manera escapar de aquel lugar, antes de escuchar su respuesta
- No es lo que piensas- contesto ella quitando suavemente mis manos para ver mis ojos
- ¿Quieres reírte?- conteste tratando de apartarla con mis manos debido a lo cerca que estaba, lo que no me fue posible ya que ella con mucha agilidad atravesó mi defensa y en un momento cauteloso beso mis labios, dejándome completamente confundido - ¿ qué significa esto...- dije anonadado
- Acepto – respondió ella riendo, al ver mi cara
- Pero...soy un fracasado- conteste llorando- ni siquiera tengo un titulo
- Nunca me importo – respondió ella - mientras seas tú no me importa eso- añadió dejándome sentado en una silla cercana mientras se acercaba a la puerta de la cocina – te esperare en la fiesta de mi papa junto a los demás, cuando llegues haremos oficial la boda
No sé qué fue lo que acababa de pasar, quizás fue solo una fantasía o algo irreal, pero no me importaba mucho en realidad, tenía que apresurarme para poder asistir a la gran fiesta, tome la ropa que había comprado para ser el más popular de la universidad, si hubiera tenido la oportunidad de estudiar en una, me puse una camisa y todo tipo de cosas que encontré en mi guardarropa y antes de media hora yo ya corría en dirección a la casa donde se realizaba la festividad
- Es una broma – gritaba mientras corría de alegría, olvidándome completamente de la fatiga que generaba, mi inesperada actividad física – pero tal vez lo sea- me decía cada vez que me detenía para pensar y analizar, pero en realidad eso no me importaba o no era de gran relevancia, ya que de alguna manera ella acepto ser mi esposa
- Señor ...- dijo repentinamente una voz mientras corría
- ¿Quién es?- preguntaba mientras me detenía, a la persona dueña de esa voz
- Solamente soy yo- dijo ella acercando por mi derecha, se trataba de una niña, quizás de 15 o 16 años – 3173- respondió ella
- ¿Qué quieres?- dije yo extrañado- ¿acaso quieres dinero? – conteste mirando mi reloj- lo siento pero en este momento no puedo – añadí retomando mi carrera- prometo ayudarte la próxima vez
- Espera - gritaba ella al ver mi prisa, pero no me podía detener a escucharla, el tiempo se me acababa, que sucedería si Alicia se arrepentía debido a mi demora, quizás pensaría que lo de pedirle ser mi esposa era broma, es por eso que no importaba lo que sucediera, tenía que llegar a como dé lugar lo más pronto posible a la mansión del señor Ritz.
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