fedeyluna - Tumblr blog

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Besxs

Los besos son en parte metáforas; una gran espiral de colores, un rulito que se enreda en el dedo que piensa en lo ideal del encuentro de unos labios con otros, que crece como luciérnaga escondida entre ambas manos. El sabor, el perfume, el sonido de un beso….El símbolo de algo indescriptible y que muchos tratan de ilustrar.

Pueden ser dedos, ¡miles de ellos!, que se posan sobre otros besos para callarlos… Un beso puede ser una paquita ruborizada, un conejito que es una nube que es algodón de azucar que representa la excusa perfecta de encontrarnos, en la plaza por ejemplo, y besarnos.  

También existen los besos comprados, traficados, los besos que matan con toda impunidad; los primogénitos besos que abusan, como perros domésticos con rabia, como el plástico que se quema que se achicharra en la boca como bicho bolita. Hay un gran rey de peluca blanca que dice cuando, cómo, y con quién nos podemos besar. Hay una gran reina de peluca blanca que dice que la mano invisible, del mercado de besos, va a generar una lluvia de besos para todos; pero aquellos, los que el solcito besa muy poco, aun siguen esperando a que llueva.  Y los reyes, y las reinas, juegan a que tienen todos los besos del mundo. Y el mundo es un beso, un gran beso morado de una boca lastimada de tantos golpes.

El beso devenir, la corriente de peces que se besan, el beso vínculo, el fluir con “otro”, el beso genérico, el concreto beso que lucha contra la metáfora y la abstracción, el que sentís en tu cuerpo mientras oís sobre besos, la acción de besar con las manos, con los dedos, con el plexo y con el vientre, con los ojos y con la boca…El beso ahora, el beso ya.

Lo más importante, dice el juglar, que el beso no sabe bien, que lo es. El beso no es, hasta que besa.

Besar como acción poética, como gesto político, como actitud humana.

Besar en contra del no-beso, contra la negación de lo besado, besar mil veces con los dedos, con el vientre, y con los labios mil veces más; darle batalla a ese no-beso, a los que nos quieren amordazados, rebelar los labios, abrirse silbando la marcha de los que sí nos besamos!

¡Besar las manos de colores!,

Chiquitas, enormes, de dedos largos, de meñiques cortos…

Cerrar los puños,

y largar la molotov encendida de besos, que hace estallar toda esta grisácea y triste dictadura de los mata-besos, los roba-besos, ¡Puaj!, aquellos que cuando quieren besar, escupen…

esos que piensan que el beso se compra y se vende, ¡pero es ultrajado hasta la médula!,

y le duele en el pecho hasta al mismísimo planeta de los besos, que es el nuestro.

Besar gritando lo que no decimos,

Lo que no “nos dejan”,

Como besarte a vos, Juana, y a vos Ariel, y a vos Sol, y a vos Luna…Sin vergüenzas, demostrar que vivo y me desvivo en los besos que la vida me dá, -y no se cómo-, yo devuelvo en esta fotosíntesis diaria, como arcoiris.

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Soy

Es que me duelen algunas palabras acá en los labios… se me clavan como agujas en los dedos, -crucigramas de mi piel-, laberintos de lo que aun no soy.

Como un pequeño artista exhibo los conceptos pegados en mi cuerpo. Expongo sombras de cuadros, donde nunca nadie pintó nada…

Y yo, como un niño perdido en el bosque, sostengo este pincel como si fuese mi última oportunidad, de demostrar algo. ¿Quién soy? ¿Qué soy? Tengo sí, un lindo refugio,el cálido abrigo, la metáfora-escudo, el no-cuerpo y mi bostezo, el poema para Emma que no ama y nada hace, porque teme que me queme con la trama,y el desenlace.

Ojalá, me despierten a flechazos las palabras… Que uso y abuso para nombrarte lo que no importa si soy.

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Despenalización de la Imaginación

Un niño de cinco años, con un vestido rosado. Una nena con las rodillas raspadas, que no quiere bajar del árbol. -Un dibujo de Demian, o de su Madre, tan parecidxs- "Alguien me espía por el reflejo de la ventana del micro mientras me imagino que yo no soy yo".

-Abro el paracaídas, y me bajo de un saltito de conejo para ir a buscarte y abrazarte antes que sea tan tarde y ya no me dejen salir de mí-

Un gatito juega con un cascarudo, ya muerto. Un soldadito de juguete que cobra vida y en su cajita de plástico,  desea ser doctora. Un niño que al patear la pelota imagina,  que golpea con violencia a su mascota, que es la metáfora de su propia domesticación. Una niña que con su barbie de brazos amputados  quiere rescatar al rey león.

-Un grupo de niñxs que en asamblea, afirman que no son niñxs, sino animales-

Una niño que se delinea los ojos con el lapiz labial de su padre. Un nene que se mea encima en plena misa. Una niña profundamente enamorada de Ariel, la sirenita. Una sirenita que no quiere ser humana, sino caballito de mar.

Todxs lxs niñxs dibujando las paredes en la marcha  por la despenalización de la imaginación.

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a Federico García Lorca

Podría leer tu muerte si acercaras un poquito más tus manos serás fusilado a besos serán prohibidos tus lunares de tan cercanos a la tierra   serás mal visto en las oficinas administrativas por desordenado,   será tu lengua cortada por el vello púbico de la noche   por la arboleda y las criaturas que apenas pueden respirar

En los ojos que miran tus ojos puedo ver relámpago y niebla pestaña contra pestaña   esqueleto que esqueleta la palabra con la que amas.   Serás maldición gitana de la fiesta de las aves en la garganta,   del duende besándote toda la espalda, toda la espalda.  

Será un tiempo de quererte aquí porque es imposible,   como ese dibujo que hiciste con tu sangre sobre las grietas del sol.   Será un tiempo de quererte aquí con la brujería escandalosa de la utopía, con la luna en el bolsillo apretada como un puñado como el puñal de rebeldías.  

Serás atado con plumas de flamenco   Serás azotado con la saliva de tus amantes.   Será la mañana un abrigo rojo por tu herida en la cabeza por tu querida cabeza llena de bosque.  

Serás exhibido y más no podrán tocarte, ni desearte,   porque quien desee besarte los labios   porque quien desee besarte los labios   será fusilado

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Imaginar-nos. Una ronda de enmascaradxs aullando al porvenir -amanecer oliéndose cerca tan tan cerca- Crear juegos para jugar-nos la vida. Dar lugar a la propia lengua. Dibujarnos en la piel.

No existen más los papeles. Cada pedacito merece ser coloreado.

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interruqciones. ensayos de poética activista - Valeria Flores

"El  cuerpo  es  aquello  que  nos  sucede  cuando estamos escribiendo" "Para  much*s  (aquí  paso  a  confesarme),  escribir  es  orfebrería, una   forma  clínica  y  mor(b)osa  de  amor,  una  mezcla  difícil  de disciplina  y  artesanato,  vinculada  de  a  ratos  a  la  deriva  y   de ratos, al naufragio. Escribir puede significar exprimir/se el alma en  obsesivos  rituales  de  relojería,   extraviarse  en  el deslumbramiento  por  el  detalle  (experimentando   una  curiosa miopía  temporal  hacia  las  totalidades)  y  en  una   devoción coleccionista  por  las  respectivas  alquimias  e  ingenierías  del lenguaje  (enlaces,  giros,  remates,  etc.).  Para much*s,  escribir es planear  y  extender  tejidos  de  afecto,  decidiendo  y  modulando qué   grados  de  dureza  o  blandura  saldrán  al  encuentro  de interlocutor*s  que  aún  siquiera  imaginamos,  pensando  qué tramas de accesibilidad tendrá ese crispado cuerpo invertebrado en proceso." https://drive.google.com/file/d/0B6c50cj7OLy8eUhtSEgtaFg2RDA/view?pli=1

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Galeano

"Abuelito, si lo vieras...

parecía de esos peces que ¡Quién sabe cómo! aprendieron a volar y lloraba, sí que lloraba abuelito... una vez lo ví atrapado en una lágrima y de tan brujo conjuró un libro y un lápiz para escapar de esa soledad Allí lo encontré Allí me encontró.

y se sonreía abuelito se sonreía tan grande que los bichos aprovechaban para esconderse en sus arrugas y poblar nuevas comunas como aquella de los espiralados caracoles -utópicos constructores de mundos nuevos- deslizándose hacia el horizonte. O las rebeldes mariposas transplanetarias que combaten el silencio y la violencia, con el cuerpo abuelito, poniendole el cuerpo.

Cada día a la hora del sueño nos hacía soñar; ¡y sabía abrazar, abuelito! sí que sabía encontrarnos juntos frente al fuego escuchándolo contar escuchándolo cantar -y le cuento un secreto, abuelito, una vez cantó tan fuerte que se me encendieron que se nos encendieron las pestañas y esa noche fue un hermoso baile de luciernagas enredándose en la oscuridad- Muchas veces lo quisieron matar a la mañana apenas preparaba el desayuno, o al mediodía cuando salía a caminar por ahí, -para perderme nomás- decía O una tarde que se dobló el tobillo y las hormigas lo trajeron acá al jardín de casa y nos asustó escondido entre las cosas olvidadas de allá atrás.

A la noche quisieron arrebatarle la fiesta y el sueño, pero eramos tantxs festejando abuelito, que de asesinarlo habrían de enfrentarse a toda una inmensidad ardiente desobediente, encantadora, de soñadoras y soñadores. Pero no abuelito, si lo vieras, trepándo por el aire sólo con sus dedos y branquias, recitándo algo sobre el tiempo murmurando algo sobre resistir dejandose envolver por las copas de los árboles que brindan en silencio por su memoria.

Lo vamos a extrañar, abuelito. Que la vida dura un día, y por ese único día por ese único y espiralado día luchamos."

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INSTRUCCIONES PARA EL FESTÍN - Effy Mía

Yo sí quiero ser digerida, masticada, tragada, deglutida y vomitada. Y verme, reconocerme en ese charco, en esa violencia, en eso que nos devuelven los otros cuando nos comen, con sus ojos y sus dientes, y sus prejuicios llenos de gula. Y decir, tal vez, yo no soy esa.

Quiero ser digerida, y provocar una indigestión. Y doler, quedar como una huella firme marcada a fuego suave. Y no tener que disculparme por ser de naturaleza dañina, no tener que disculparme, incluso que se me deje ser saludable. Y hacer bien, o mal, pero jamás no hacer nada.

Quiero ser digerida, y que nadie me guarde. Que nadie se quede con algo completo, porque no estoy completa, porque necesito que me desarmen. Que nadie me quite la libertad, que nadie me aprisione para sí y me cague.

Yo sí quiero ser digerida, masticada, tragada, deglutida y vomitada. Y quien pueda apreciarme en ese mar de mezclas, apreciarme aún fuera de uno, espero que sea capaz de entender que cuando yo diga, tal vez, yo no soy esa… me crea.

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dar un paso para atrás y caer en círculos en dibujos de aire sobre miles de ojos abiertos blancos esponjosos los miles de ojos abiertos sin pestañas sin pestañas mirándome caer

dar un paso para atrás y dormirme a oscuras en el cuerpo de la araña sentir la sed profunda sentir la última sed aquí en mi garganta de sangre y pluma de rota cordillera

dar un paso para atrás tropezar con los lagartos caer sobre el espejo romper el espejo atravesar el espejo sentir el futuro como una soga quemando el cuello besando el cuello ahorcándome.

dar un paso para atrás y mirar los cuerpos tensándose a punto siempre a punto de romperse los cuerpos rotos y desnudos vistiéndose desvistiéndose vistiéndose desvistiéndose.

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Si fuera una frazada sería de dos plazas

Si fuera una plaza sería los juegos

Si fuera los juegos sería la escondida.

Si fuera un escondite sería la mentira.

Si fuera una mentira sería el amor

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Niño-Niña

Había una vez un niño perdido en el bosque que no sabía ni aullar ni maullar ni decir “hola”... y las flores se reían los bichos se reían de su silencio 

-hasta se dice que una vez un día una tarde un jardinero cara de malo casi lo llena de veneno por no oir por no oir su voz-.

El bosque era como un gran sombrero verde, oscuro, de ruidos de ramas y perlas de lluvia y rayos puntiagudos de luz.

“Estoy perdido…” pensaba el niño. “¡Qué suerte tienes…!” respondía el Sol.

Todos los días el niño lloraba y recibía la misma respuesta como un eco aburrido del cielo “¡qué suerte tienes…!” y el niño se hundía en su cuerpecito todo “inpresentable” ya que nunca había podido “presentarse” como tal; y sólo bastaría un mínimo alarido una queja o un gemido de placer… pero nada.

Algunxs animalitxs lo describían como el silencioso el misterioso o simplemente como el “niño nada”.

“¿Qué es eso?” preguntaban lxs conejos abriendo los ojos abriendo tanto los ojos estirando las orejas alto bien alto hasta la rama la morada rama del buho de la noche que roncaba y hablaba mediodormido mediodespierto y era considerado el oráculo sabio oráculo de todo lo que era o podía ser.

“eso…ZzZZzz…es…ZZzzzZZ…mmmmm…ZzZzzZz…MmmMMm… no… no…lo…ZzZzZ… sé…”

Lxs conejos se alejaron arrastrando sus orejas sus largas y deprimidas orejotas como largas escobas que barrían piedritas como pateando piedritas como quejas de incomprensión como pequeñas piedritas o bichos bolitas que se protegían de tan extraña situación.

Si bien el niño no hablaba y era intimidado por tanta presencia del bosque y sus “tan bien de-no-mi-na-dos habitantes”; el niño soñaba.

Soñaba dormido soñaba despierto soñaba que se encontraba y además de soñar... también se despertaba se despertaba perdido o que se perdía y se volvía a extraviar y despertaba sólo y a veces acompañado de pequeñas nadas del bosque que son como tiritas de silencio que flotan entre la luz y la sombra del sol.

Un día-noche el niño se soñó niña.

Y se soñó absolutamente encantadoramente perdida y se extravió en las profundidades del sueño y su piel se fundió con la del fondo y el trasfondo del sueño como una acuarela bajo el agua como una espiral de flores mezcladas masticadas y tembló de miedo y vergüenza y las hormigas tomaron sus orejas y la arrastraron por un río amarillo y denso como si fuera un verdadero brazo del sol pero era tarde de noche y todo se volvía claroscuro y era como si estuviera dentro flotando en una lágrima de luna de luna perdida como la niña y temblaba en pequeñas y muy lentas cosquillas y miró las tiritas de nadas y estas vibraban de color de colores arcoiris y se abrió un árbol como una puerta y corrieron cosas oscuras sin formas o deformes hacia adentro como refugiándose de la nada que crecía y vibraba en colores que lo perdían todo y todo se perdía en los colores que vibraban más fuerte y la niña perdida gritó tan fuerte que se fundió en el grito en la vibración de los colores y por un momento la niña dejó de ser niña y fue colores que perdidos se apoyaban sutilmente en todo lo que en el sueño era como un manto envolviendo lo imposible y la niña fue por un momento imposible en el sueño se hundió en el sueño fue sueño por un segundo sueño dentro del sueño y despertó;

y despertó niña… y refregando sus ojitos se despertó encontrada se despertó maravillosamente encontrada y silbó y maulló y ladró y aulló y se trepó al árbol para abrazar al viejo buho se trepó agitando los brazos las alas las aletas subió con dientes y patadas para abrazar al viejo buho que roncaba bonito y se soñaba justo en ese momento se soñaba -el buho perdido en sueños- se soñaba perdido una pequeña una pequeña flor.

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“Me fascina lo que estoy mirando. Es lo que busco en lo visual, una simple manera de hacer bello lo que a tanto público aterroriza. Porque se escapa de lo considerado estéticamente convencional, puramente banal. Algo que no me llega, no me excita de la misma forma porque no creo ni en la pureza ni en la frescura, ni en lo dorado ni en lo celestial. Sí creo en aquello que refleja mi alma, aquello que muchas veces trato de refrenar. Mi obscuridad que me encanta, que no me deja de sorprender, que no me asusta, porque es cuando más me encuentro, y entonces pienso… ¿Qué sería capaz de generar? ¿Con qué monstruo me encontraría? Entonces mi verdadera verdad no está tan mal sino lo bello que no me aflora, que no me gusta, en lo que intento encontrar algo diabólico para encontrar algo más que una simple figura.”