freaksmagazine
freaksmagazine
F R E A K S Magazine
178 posts
« If you don't have what you need, just rock with what you've got! » -Patti Smith
Don't wanna be here? Send us removal request.
freaksmagazine · 24 days ago
Text
Tumblr media
Orra Hitchcock
1K notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Photo
Tumblr media
6K notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Text
Tumblr media
4 notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Photo
Tumblr media
Rupert Bunny - A summer morning /detail/
284 notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Text
Tumblr media
Nick Cave, London 1982
Photo by Bleddyn Butcher
1K notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Text
Tumblr media
Joy Division at Landcaster Gate tube station in London, 11 November 1979.
Photo by Anton Corbijn
124 notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Text
Tumblr media
476 notes · View notes
freaksmagazine · 1 month ago
Text
Tumblr media
Ellen von Unwerth
Björk (1993)
177 notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
La prima notte di quiete (1972)
200 notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media
Debbie Harry and Patti Smith at CBGB summer 1977
📷 Mariah Aguiar/Imago Images
294 notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Photo
Tumblr media
Sofia Coppola behind the scenes of The Virgin Suicides (1999)
10K notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Text
Tumblr media
PJ Harvey photographed by Steve Gullick, 1992
416 notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Photo
Tumblr media
51 notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Text
Tumblr media
HILMA AF KLINT | Karlberg Palace, Solna 1862 - Danderyd 1944 | TREE OF KNOWLEDGE No. 1 1913-15
2K notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Text
Tumblr media
5K notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Text
Tumblr media
Alejandra Pizarnik
fb: Lo que nunca te conté (blog personal)
186 notes · View notes
freaksmagazine · 2 months ago
Text
Carta abierta al gremio del periodismo y la fotografía musical
A quienes cubrimos la música desde la palabra, la imagen y el cuerpo presente:
Tumblr media
Hoy quiero hablarles desde el corazón. Con mucho respeto, sí, pero también con la urgencia que da la conciencia y la necesidad de decir las cosas como son: de frente, sin rodeos. Lo que estamos viviendo como gremio ya no tiene que seguir normalizandose.
Nos hemos vuelto parte de una dinámica que nos divide, nos desgasta y nos erosiona. Y sí: yo también he sido parte del problema.
He hablado mal de colegas. He sentido celos. He menospreciado sin querer. He juzgado con dureza a quienes apenas empezaban, olvidando lo difícil que fue para mí abrirme camino. No me enorgullece, pero al menos reconozco mis errores, porque estoy convencida de que el cambio comienza con una misma y cuando una decide dejar de callar.
También quiero compartir algo personal: en 2016 dejé de hacer fotografía en vivo porque me cansé de que mi trabajo no fuera reconocido ni económica ni humanamente. Y en 2019, dejé de escribir porque ya no quería seguir aceptando pagos disfrazados de boletos/acreditaciones. Tomé la decisión de no seguir romantizando la precariedad, aunque eso significara alejarme de lo que más me gustaba hacer.
Me alejé. Me aislé. Pero nunca me desconecté del todo. Me mantuve en un perfil bajo, observando, escuchando, atenta a lo que se hace y a lo que seguimos permitiendo. Y confirmé algo que me duele pero me impulsa a escribir esto: no soy la única que está hasta la madre.
Nos hacen falta redes reales, no solo generar “networking”. Nos hacen falta espacios seguros para aprender sin miedo al juicio. Nos hace falta una industria más humana. Y para eso, primero tenemos que empezar por nosotras y nosotros mismos.
Porque el ego, la competencia silenciosa, el chisme que difama, el juicio entre generaciones… todo eso también perjudica la dignidad. Nos debilita justo cuando más deberíamos estar juntas/os.
Otra de las cosas que también me generan un chingo de ruido y de alguna manera me tiene harta es en ver cómo ciertos periodistas siguen descalificando a las nuevas generaciones por “ser demasiado fans”, como si sentir emoción estuviera peleado con el profesionalismo. De fotógrafos/as que no respetan el espacio del otro, que solo construyen sociedades si hay beneficio propio, o que se cuelan diciendo que son “amigos/as” de las bandas y se creen intocables porque llevan un “all access”. Gente que solo aparece en festivales grandes, donde hay cámaras, backstage y reflectores, pero no son capaces de pisar un foro pequeño, una tocada de resistencia o un espacio incómodo. Porque su compromiso con la música tiene límites: empieza donde hay fama y termina donde hay lucha.
Y qué decir de los medios que siguen ignorando el origen de todo esto: que estamos en una estructura donde quien se organiza, incomoda… y tiempo después es excluido/a por no coincidir.
No olvidemos también a quienes comenzaron desde abajo y, apenas obtienen un poco de poder prestado, se comportan como si fueran indispensables. Se olvidan de dónde vienen y se convierten en piezas reemplazables de un engranaje controlado por quienes mueven el dinero, las narrativas y los accesos. Se vuelven vocero/as del poder sin cuestionarlo. Gatos del sistema disfrazados de aliados donde quieren quedar bien con Dios y con el Diablo siendo unos verdaderos hijos de puta con quienes no lo merecen y solo buscan constantemente ser “aprobados” para tener un acceso.. 
Por eso ya no quiero seguir callando y tolerar esa hipocresía. Y es por esa razón por la cual comparto estas palabras. 
Sé que todo lo expresado suena dramático, pero piénsenlo: ¿quién cuenta lo que realmente pasa en la música? No son los influencers. No son los comunicados amigables y queda-bien. SOMOS NOSOTROS/AS. Los/as que llegamos antes de que empiece todo, los/as que nos quedamos hasta que apagan las luces. Los/as que a veces arriesgamos el cuerpo (literal) para que las historias no se borren.
Y aquí está el problema: nos han hecho creer que “estar aquí es un privilegio”, como si con eso bastara para pagar la renta o comprar una despensa. Que si te quejas, eres señalado/a como un amargado/a que necesita irse a terapia. Que si exiges un contrato, “no entiendes cómo funciona esto”. ¡Qué poca madre!
Entiendan que lo ocurrido en el Festival Ceremonia 2025 no fue un accidente. Fue un golpe que nos despertó. Porque no es normal que te digan “corre, que no hay protocolo” a que te paguen con boletos o likes y ni que te expongan sin seguro médico. Y lo peor: muchos medios miraron hacia otro lado y se desentendieron. Porque en esta industria, la acreditación/boletaje vale más que la verdad.
¿Qué queremos? (Sin rodeos) — Que nos traten como profesionales, no como ‘periodifans’ con credencial. — Dinero real por trabajo real. — Espacios seguros donde  te dejen hacer tu chamba y no nos apachurren en el pit. — Responsabilidad si algo sale mal. — Y, sobre todo, DEJAR DE ROMANTIZAR LA PRECARIEDAD.
Entiéndanlo: NO es “cool” vivir de puro amor al arte.
¿Y ahora qué hacemos? Juntarnos. Porque solos nos aplastan. Imagina una red donde: — Si te corren sin pagarte, alguien pueda apoyarte. — Si te ofrecen “exposición”, puedas recomendar a alguien que sí paga. — Si ves una injusticia en un festival o algo que sabes que está mal, no tengas miedo de denunciar.
Lo importante es tener iniciativa ya sea con un grupo de WhatsApp, un Discord, una reunión. Lo que sea. Porque si no lo hacemos nosotros/as, ¿quién?
Y si ya llegaste hasta aquí y pensaste “hasta que alguien por fin lo dice”, entonces grítalo tú también. Compártelo. Cuéntalo en tus redes. Comentalo  con tus cuates que invitas a estar en el backstage. La música no es solo glamour, rock and roll y luces. La música es gente. Y nuestras voces cuentan.
Quiero ser clara en algo: Esta propuesta no busca apropiarse de ideas ajenas. No hay intereses personales, ni ego. Lo que comparto es una invitación abierta, sin condiciones ni trucos. Lo que surja de aquí no será propiedad de una sola persona ni de un grupo selecto. La base debe ser el respeto y el trabajo colectivo. No estamos aquí para ganar favores ni aplaudirnos entre nosotros/as. Estamos aquí para transformar.
Sé que no tengo todas las respuestas. Pero sí muchas ganas de hacer algo distinto.
No para imponer soluciones. Sino para empezar a construirlas. No para señalar. Sino para mirarnos con más verdad. No para repetir discursos que no se llegan a nada. Sino para transformar realidades.
Porque lo que hagamos hoy, también es parte del legado. Y este legado merece más humanidad.
Con honestidad, con esperanza y con ganas reales de cambio...
Mariel Argüello
0 notes