Existen muchas historias de aquellos seres del cielo que supieron gobernarlo hasta nuestros d��as, historias de aquellos que aspiraron al sentimiento de libertad, los que lo vivieron y los que ya no están. Los que dejaron una huella formando un legado y que el destino los llevó a encontrar su camino… el camino que los llevó volar muy lejos, para aquellos seres que se apartaron de la humanidad y se aislaron de lo terrenal para tomar la comunión de lo infinito. From the sky, un legado de aquellos que nacieron para estar en las alturas pegados a la eternidad, ellos dejaron sus vidas pasadas para asumir otra, dejaron atrás lo mundano y terrenal, otros simplemente descubrieron este mundo siguiendo a otros. Historias de aquellos que descubrieron el motivo de su existencia en este mundo, de aquellos que encontraron en este lugar lo que no se encuentra en lo terrenal.
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Entre distancias remotas, yo dejé escapar a través del viento aquellas penas y los vestigios de viejos amores que en la oscuridad de la noche se han quedado. Entre bastidores, me debatí en duelo con mis propios fantasmas, yo perdí mi aliento en aquel campo de batalla.
Bajo estos cielos de nubarrones, lloré junto con el viento, yo lloré bajo la lluvia, en momentos de soledad, yo escuché al viento cantar, yo sentí la furia de la tormenta, la furia que me fue arrebatada y escuché el consuelo de los desamparados. El viento me abrazó entre sus brazos y me arrastró con el bajo horizontes grises.
Por estos senderos desolados, yo caminé descalzo hasta la cúspide del mundo, entre palabras resquebrajadas, al viento le recité una rapsodia. Entre crónicas de una vida pasada, yo dejé escapar un montón de poemas cuyas hojas, se volvieron aves donde emigraron a otros cielos.
Las miradas vacías y engañosas que alguna vez encantaron a mi corazón, se perdieron en el mar, naufragaron bajo las fraguas de la eternidad. Las tormentas y los huracanes, ya no eran temor para mí, al cielo yo le juré mi lealtad, el viento se volvió mi voz, se volvió una parte de mí.
Mi furia se volvió un mar de relámpagos resplandecientes, el llanto en lluvia y el cólera en granizo, entre figuras de barro, yo encontré el vendaval que me salvó de tales figuras, cuyas falsedades se disolvieron. Yo caminé sin rumbo en mitad de la noche, que por estos rumbos, dejé salir aquella nueva versión de mi ser que floreció con la primavera.
El mundo escuchó mi silencio, pero a través del Sotavento, escucharon mi verdadera voz, la voz que el viento me dió, escucharon a la distancia, aquel cielo de tormentas del que tanto temen. Yo soy el ser que el mundo trató de callar, pero que el viento dió su voz.
Yo dominé al viento, yo soy el que hizo de la intemperie su hogar, yo caminé sobre el lodo, sobre caminos de olvido. Yo heredé los ojos del cielo y su mirada fría, yo heredé el carácter de los nubarrones y la furia de los relámpagos.
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Con el mismo color del cielo, tus ojos pinté, yo fuí el cielo del que tu imaginación voló, entre distancias remotas; fuí la brújula que guió al Norte verdadero. Yo fuí el que le dió alas a tu corazón y fuí el viento que te llevó hasta el horizonte, hasta tierras lejanas.
Fuí la mano que te sujetó a través de la oscuridad, yo fuí el cielo estrellado, que en cada noche dibujó tú rostro en las constelaciones. En los rincones más remotos de tú corazón, yo dibujé esta inmensidad del espacio grabado como si de tú nombre se tratase en la corteza de un árbol.
Yo fuí el mar donde tus lágrimas dejaste caer, fuí el río donde tus penas haz enjuagado y el lago donde tu sed saciaste. Aquí entre nostalgias de ensueño, dibujé tu silueta en el arcoiris; tan grande hasta donde pude, hasta donde el cielo me lo permitiera.
Las palabras de amor que yo escribí en aquel trozo de papel, se convirtieron en aves que volaron lejos hasta tu cielo. Tú fuiste la playa y yo la gaviota que voló sobre ella, yo atravesé la ruidosa marejada y fuí el solitario albatros que se posó sobre las rocas observando el horizonte.
Tú fuiste la tierra, y yo la lluvia de sació tu sed, fui el bosque que en noches gélidas te acogió en sus profundidades. Que dejó a los pies de los cipreses, taludes de rosas, fui la luna que iluminó tu camino, el sendero que te llevó hasta la frontera; el sendero del que caminaste.
Las palabras que yo escribía para ti, se convirtieron en aves que se posaron en tú jardín; sus cantos llegaron hasta lo más profundo de ti. Tú y yo fuimos el viento y la lluvia; corrimos por este camino entrelazados hasta perdernos en medio del vendaval.
Yo fuí la gaviota que voló sobre tú playa, fuiste el sol que abrigó con su luz, aquella verde pradera, fuiste el campo de flores y yo la lluvia que tranquila caía. Yo fui aquella estrella fugaz que te concedió un deseo, fuí la mano que te sujetó a través de la oscuridad.
Fuí el pilar del que te sujetaste, fuí el agua que sació tu sed, fuí el viento que meció tu cabello; me llevé tu aroma a tierras lejanas. Yo dibujé tu sonrisa en la arena y tus ojos en las constelaciones, fuí la brisa que trajo consigo la primavera, quién dejó en tu ventana flores violetas.
Yo fui el latido que escuchaste, aquel mar de truenos y relámpagos resplandecientes, que sus destellos danzaban a lo lejos. Yo fuí el viento y la lluvia, quien dió forma a las montañas, sobre aquellas praderas, planté un tapete de flores bajo aquel sol de verano.
Yo fuí el silencio de aquel bosque, donde tu voz interior te habló en secreto; te has perdido en tus pensamientos. Fuiste la luna y yo el sol, fuiste las estrellas y yo el cielo, todo eso se quedó aquí adentro de mi mente, se quedó muy dentro de mi, tu silueta alejándose en el horizonte.
Fuí la sombra bajo la lluvia, quien a su paso se perdió entre el cielo y la tierra, se perdió en tus sueños mientras dormías lejos de todo. Fui la ventana del cielo donde el universo contemplaste; ahí encontraste tu verdadero hogar entre los gigantes.
Fui la otra cara de tu corazón; aquel rincón que ocultaste... yo fui el apretón de mano que te guío a través de la oscuridad. Fueron los latidos de mi corazón los que escuchaste a través de la distancia; se han mezclado con las tormentas del horizonte.
El último respiro, aquel susurro que escuchaste, se perdió trás aquel bosque que está dentro de ti, el último respiro que se fue con la lluvia. Yo fui muchas cosas... y entre tantas cosas que haz dejado atrás, el amor que te dí fue uno de ellos, fui aquel hombre sentado bajo la lluvia.
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Se pierden las mariposas bajo la oscuridad de la noche, entre aleteos, dejan su magia escapar bajo las estrellas y el invierno se los lleva al olvido. Yo solté aquel mar de palabras escritas con mi corazón, aquellas palabras se fueron revoloteando a lo lejos.
Yo recité un mar de poemas para aquellos que se han quedado atrás, detrás de mis sombras se han quedado en el olvido los que juraron falsos amores y hoy, se han vuelto prisioneros de sus mentiras. De todos los amores que me quedaban, sólo el propio quedaba a mi alcance, yo recogí los últimos pedazos de el y reconstruí lo que quedaba de mí.
Yo al cielo le juré mi lealtad, le entregué mi corazón al mundo del que pertenezco y juré cuidar de mí mismo, entre vendavales lloré mis penas y en cielos de estrellas yo le canté a la libertad. Yo escribí una rapsodia al viento y recité amores al lugar que llenó mi interior con un enorme cielo azul...
Yo solo pedí un poco de paz en medio de la tormenta, yo pedí un arcoiris en un mundo gris, yo lloré en la oscuridad, conocí el miedo y la incertidumbre. Entre tanto vagar, yo encontré el destino persiguiendo al viento, yo acepté el rechazo de la gente y entendí por la fuerza, el camino que debí seguir.
De tanto correr detrás del viento, olvidé una parte humana que se ha quedado en el olvido, olvidé amar a los demás, olvidé parte de mi humanidad. Enterré esos sentimientos al fondo del olvido, mis ojos se quedaron observando el cielo azul.
Ya no tengo amores para darte, no tengo tiempo para dedicarte... Esa parte tan humana se perdió hace mucho tiempo y hoy en su lugar quedó el amor que le tengo al cielo, el mundo al que amo, es el mundo al que pertenezco.
Yo no soy de aquí, yo soy de aquel lugar al que llamo hogar y que me acogió en el cénit de la tormenta y que con sus brazos me cubrió bajo las frías noches de invierno. Fueron aquellos brazos, los que me contuvieron en mis pesadillas y temores.
De aquel lugar remoto vinieron aquellas palabras de aliento que me sujetaron y me empujaron a seguir por este sendero. Nadie estuvo conmigo más que ellos: los hijos de Ícaro; la civilización perdida de los cielos eternos, yo abandoné el mundo al que no pertenezco.
Aquella parte humana que dejé atrás, dejó en mí la incapacidad de entender el amor y el afecto entre personas, simplemente son cosas que están fuera de mi alcance. No es algo que quiera tener, no es algo que quiera entender, no es algo que esté a mi alcance.
Los momentos mundanos se volvieron aves de papel y se perdieron entre las páginas de un libro como gaviotas que se alejan en el mar, el crepúsculo los consumió como una fogata a mitad de la noche. Haz llegado tarde a estas tierras y ya no hay nadie que espere tu llegada.
Solo te recibió la desolación del otoño y te haz perdido la primavera, el jardín de rosas que ahora es historia de otro mundo. La mariposa de alas azules se fue volando hace mucho tiempo, yo lloré su ausencia bajo la fría lluvia, cuyas gotas golpearon mi cabeza.
Golpearon mi mente mientras escuchaba grabado en mi mente, el aleteo constante... eso fue lo último que se perdió de mí, hoy solo veo los vestigios de mi vida pasada muy a lo lejos y a lo lejos mis ojos se pierden tras aquel crepúsculo. Te quedaste muy lejos de todo.
Hoy buscas en mí, lo que ya no tengo para darte, de mis ojos salen las indiferencias y en mi mente los pensamientos deambulantes. Me olvidé completamente de amar, es ahí cuando eres presa de la desesperación, eres víctima de la tristeza.
No puedo seguirte los pasos, no puedo ni quiero, retornar al mundo del que alguna vez estuve, yo soy de la inmensidad del espacio, soy de estos horizontes distantes, soy de la dimensión de las distancias. Yo soy del lugar que está más cerca del horizonte.
Tú eres del otro mundo, tan gris que se retuerce con el viento y los relámpagos, se hace girones como las hojas del otoño. Te has quedado muy atrás como para escucharte, el viento canta a mi alrededor enmudeciendo tus palabras, hoy suenan en mi mente, los sollozos violines del otoño.
El amor que te pude dar, se fue como las aves que alguna vez ví volar, se fueron como las hojas del otoño, que corriendo junto con el viento, desaparecieron frente a mis ojos. Las flores que te pude dar, las arrojé en la tumba del otro yo que se ha quedado en el pasado.
Las palabras que solía expresar, esa calidez que alguna vez tuve, esa inocencia de un niño que alguna vez tuve, todo eso se marchitó y se quedó atrás, muy atrás... Hoy desearía hablarle a ese yo del pasado, de revelarle el verdadero mundo al que pertenece, su verdadero hogar.
Hoy estoy fuera del alcance de todos, estoy fuera de la vista de todos, desde mi mirada fría e inexpresiva, observo en silencio y hasta con cierta fascinación, el lugar donde estoy. La libertad de estas distancias: la inmensidad del espacio, mi verdadero hogar.
Han pasado años desde que llegué aquí, por mis alas han pasado muchos vientos y mis ojos han visto muchos cielos y mi piel las diferentes estaciones. Es por eso que las cosas humanas se tornan insignificantes, banales e irrelevantes, es por eso que ya no tengo sentimientos para los demás.
El destino me llevó hasta este gran lugar, hoy miro con anhelo, los cúmulos de la primavera y en mis venas, esa energía en cada pirueta, el aroma de la libertad, es un aire fresco con tinte azul. Esa fragancia, la llevo impregnada en mi piel, la llevo en el alma.
Es por eso, es por eso que no puedes seguirme el vuelo, no puedes alcanzarme. Tú no eres de aquí, no perteneces al cielo, no eres de la civilización de los cielos eternos, no eres de los hijos de Ícaro, nuestros mundos se observan entre si, pero las distancias abismales nos separan.
Por eso, ya no tengo más amor para darte...
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En un trozo de papel dibujé aquel paisaje, un paisaje azul, de luces y una rapsodia que se oye como el viento. Dibujé una esfera tan azul como el mismo cielo y entre líneas mis palabras volaron como aves que emigraron a lo desconocido.
Yo dibujé con mi mente infantil, aquel lugar remoto con el que alguna vez soñé con tocar, yo soñé con el viento y la tranquilidad, soñé con la lluvia y el sol, soñé con la luna y las estrellas. Entre sueños de cuna, yo encontré aquel mundo que yo llamo hogar...
Yo en sueños las alturas alcancé, dejé caer muchas penas y desilusiones como si fuera granizo, se perdieron de vista ante mis ojos para luego fragmentarse en el suelo. Se perdían en un mar de ruido y simplemente no pude describir el sonido de la soledad, se oía como una sonata de piano oculta en algún rincón de mi mente.
Aquel mundo me resultaba muy familiar, aquella esfera tan azul, estaba junto con las estrellas, brillando como un faro en medio de una tormenta. Y sin embargo lo veía en la oscuridad de mi habitación, podía verlo con los ojos cerrados.
El afecto que alguna vez sentí por los demás, se disolvió con las olas del mar, creyendo que podría reemplazarlo, en su lugar quedó este amor que siento por aquel mundo, que muy a pesar de ser en parte desconocido para mí, otra parte lo consideraba muy familiar.
Yo dibujé aquel planeta azul, que se extiende por los cielos, llega hasta las estrellas y aquellas constelaciones remotas de las que solía dibujar con mis manos. Me perdí a mitad de la noche persiguiendo estrellas fugaces, mi niñez se quedó trás aquellas noches de luciérnagas, mientras la brisa del verano deambulaba por las esquinas del lugar.
Corrí debajo de la lluvia, atrapado junto con el viento, corrí por estos senderos remotos, tratando de recordar el camino hacia aquel paraíso azul. Tras estas distancias, se quedaron bajo la lluvia, aquellos que me hicieron a un lado y yo simplemente atravesé el sendero apenas iluminado por la luna.
Aquel trozo de papel donde plasmé mi imaginación, se ha quedado en algún rincón de mi corazón, por éstos caminos, alcancé distancias gigantescas y volé como una estrella fugaz. Por éstos lados, yo me prometí cuidar de mi y al cielo yo juré, que terminaría de transitar este camino.
Mi fascinación por aquel lugar enigmático, tan desconocido, pero tan familiar, me separó de muchas personas que ahora se han convertido en un pasado olvidado. No conozco sentimiento más puro, que el de la libertad, la siento en mis manos y brazos, me elevó por los aires como aquellas hojas del otoño.
Simplemente el viento se levanta... el viento con sus hojas, se van dejando un profundo vacío y un silencio que se equipara al silencio que llevo dentro. Las aves alzan su vuelo al paso de la brisa y emigran a sitios inimaginables, a cielos tan azules... que sólo mi imaginación puede ver.
En horizontes lejanos, me enfrenté al crepúsculo del anochecer, me enfrenté a la muerte y en ocasiones perdí las esperanzas de escapar, las esperanzas de seguir, de buscar la felicidad. Las tormentas dieron vueltas sobre mi cabeza, azotaron vendavales interminables, nadie estuvo allí, salvo yo y mi espíritu de lucha.
Me aferré en aquella imagen, fue mi salvación y mi motivo de lucha, yo luché por mi, por aquel sueño de seguir adelante, de la misma manera que se levanta el viento. Los titanes están ahí, en algún rincón de la vida, esperando atacar en la primera oportunidad; olvidé el cariño de los demás, creyendo que quizás no valdría la pena.
Los laseré con mi silencio y mi fría mirada, simplemente ya era muy tarde para muchas cosas, hice mucho con tan poco... construí mis alas para viajar a través de aquel mundo. Sané muchas heridas del pasado, mas las cicatrices están ahí para recordar mi parte humana, aquel pesado lastre que me recuerda lo perfectamente imperfecto.
En medio de la calma, el viento se levantó, levantó aquel huracán que merodeaba por las esquinas de mi mente, se llevó de mi vida, los años y mis sentimientos. Se fueron volando en la distancia como aves de papel, se fueron como estrellas fugaces a mitad de la noche.
El viento se levantó, llevándose mi corazón consigo... Yo dejé escapar aquellas sensaciones de este mundo, yo le juré al viento mi verdadero amor, mi verdadero hogar. Yo luché entre tormentas e intenté sobrevivir en cada gota de lluvia.
Yo luché contra las inclemencias de la vida, luché por sobrevivir, en varias ocasiones, yo vacilé y hasta me cuestioné mi propia existencia. He estado en lo más bajo que pude estar y sentí tanto temor como cualquier persona.
En el sotavento dejé escapar aquellas sensaciones que alguna vez me mantuvieron cautivo, me hice muchas promesas de vida y entre bastidores me aferré a lo que yo consideré mi destino, aquel lugar me esperaba entre las estrellas.
El planeta azul donde el viento me llevó tan lejos de todo, el mundo del que soñé e imaginé, fue por eso que me dejé llevar por el viento. Yo me dejé arrastrar en la inmensidad hasta tornarme en una estrella fugaz.
El viento se levanta y a su sotavento mis alas yo mostré, dejé caer el dolor y se llevó aquel tormento que nublaba mi mente. El viento se levanta y yo levanté la vista hacia el horizonte, el amanecer me espera.
El viento se levanta y la permanencia del camino; el rumbo que está adelante, ese lugar azul intenso tan lleno de misterio, la perseverancia ante los desafíos prevalece y los motivos de lucha son constantes.
El viento se levanta, nosotros debemos vivir...
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Hoy hace 6 años que llegué a Tumblr. 🥳
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Un suspiro a mitad de la noche, un susurro murmurante a través del espacio, una canción a través del viento, una rapsodia a través de las diferencias. Detrás de mí se quedaron las palabras donde en incontables ocasiones yo dediqué a aquellos que se han quedado en el pasado.
Hoy el olvido me alejó de tierras remotas, que en cielos de crepúsculos, yo huí de aquellos que me han dejado en su propio olvido, escribí infinidades de poemas, cuyas hojas se convirtieron en aves que han volado lejos de aquí. Volaron a través del paisaje y los perdí de vista a lo lejos, ahora ya no recuerdo cada palabra, ya no recuerdo su destino.
Yo sufrí el rechazo, yo pasé por el olvido, yo quedé en el pasado de muchos y muchos se han quedado en mi pasado, sus nombres se borraron en la arena de aquella playa. Aquí entre nos, limpiamos nuestras heridas bajo la lluvia y sepultamos nuestro dolor en una fosa sin marcar.
Ya no tengo más amor del que darte, ya no tengo palabras para dedicarte, yo ya no soy de aquí... Lo que alguna vez fuí, hoy se ha perdido en algún rincón del pasado, encontré mi destino por éstos cielos, encontré la paz que hace mucho buscaba, ahora soy una estrella más del cielo.
Yo volé a cielos remotos, yo alcancé un puñado de constelaciones inimaginables, dejé detrás de mí, lo mundano y hasta dejé caer, las lágrimas en la lluvia. Yo lloré junto con la lluvia, yo escuché cantar al viento, yo toqué el arcoiris con mis manos.
Yo atravesé el cielo como un relámpago y esparcí mi presencia en un estruendo ensordecedor, un simple susurro a mitad de la noche. Yo te pude dar un jardín lleno de rosas, mas su paradero ya desconozco, te podría recitar una rapsodia, pero no entenderías el sonido del viento, el sonido de la libertad.
No entenderías, lo que canta el viento, las penas que llora la lluvia, tú no entenderías, el sonido de furia de los relámpagos y la ira de las tormentas. Tú no eres de este lugar, no eres de este mundo, no eres de mí mundo, no perteneces al cielo, sólo pasan por las puertas de Tannhäuser, los que dejaron de pertenecer a la humanidad.
Los que cruzaron la inmensidad del espacio, lo atravesaron como cometas de fuego, que incandilaban con su luz, las nebulosas y se alejaron hasta las Pléyades, dejaron sus huellas, sobre Orión. Yo fuí detrás de ellos, fuí detrás de mis ideales, la civilización de los cielos eternos.
Yo dejé nubarrones y micro reventores sobre estos campos, dejé mi pasado envuelto en cúmulos que se alzan sobre el horizonte. Que en las noches de verano, se convierten en tormentas resplandecientes.
El anochecer siempre me atrapa en las mismas latitudes al igual que el amanecer y el frío me abriga en cúspide del universo, ya no temo de ser distinto, de ser diferente a lo que era antes, ya no temo ser diferente, a los que dejé atrás. Ya somos diferentes, en mundos diferentes...
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A través del sotavento yo dejé escapar las hojas del otoño, entre tormentas y el frío del invierno, yo escribí el canto del viento, yo escribí una rapsodia tan extensa como aquel horizonte al que voy. Entre desilusiones y nubarrones, mi destino sellé, escapé a través de la lejanía de este cielo de ruidos y juré entre torres de lluvia, buscar el lugar donde van las aves. Yo fuí dejado caer de muchas manos; mis ojos fueron testigos del repudio de la civilización que ahora se ha quedado atrás, yo vi muchos rostros pasar frente a mí. Más el rostro del viento se grabó como fuego sobre el metal, se talló como una escultura y se grabó en mi mente como las páginas de un libro. Aquí entre nos, sellamos lo que consideramos sería nuestra forma de vida, no todos nacieron para estar entre civilizaciones mundanas. Yo escapé a través de los rayos del sol, entre relámpagos resplandecientes yo me esparcí como el aire. Encontré el destino manifiesto escrito a puño y letra en una prosa que merodea en estos cielos, yo escuché al viento recitar las penas más profundas del corazón. Me prometí escribir en mi libro, una nueva historia, un nuevo comienzo, una nueva vida, yo me prometí, cuidar de mi integridad y dejar en mi jardín, las rosas que yo mismo pude plantar. Entre historias de desamores, descubrí el amor por la libertad, que aunque quizá no sea el más perfecto, puede que sea el que algunos quieran tener. Yo me prometí huir sin mirar atrás, sin siquiera vacilar en este mar de relámpagos. Yo encontré cielos de sol detrás de cada tormenta, encontré el calor del verano detrás de cada invierno, la tristeza del otoño y la alegría de la primera. Escuché el canto de la lluvia sobre mi cabeza, el viento correr sobre la pradera y el silencio de la noche. Todo lo que me haría feliz, lo descubrí a través de estos cielos remotos, de aquellos horizontes lejanos, entre océanos y cielos, yo encontré la felicidad. Bajo el estruendo de las tormentas y de crepúsculos, yo tomé el camino, el rumbo hacia mi verdadero hogar. Yo acepté mi destino y abracé con anelo, lo que consideraba digno de tener, yo acepté el rechazo de las civilizaciones mundanas como forma de no bienvenida. Yo acepté el verdadero lugar que me correspondía, acepté el simple hecho, de que pudiera ser distinto y único a los demás, yo aprendí a estar por encima de las diferencias humanas. La noche me enseñó a no temer de la oscuridad, el viento a ser más experimentado, las tormentas a ayanar el camino a la libertad. El invierno me enseñó la parte más fría de la vida, la primavera a valorar la felicidad, el verano a valorar el cálido abrazo fraterno y el otoño el final de las épocas. Es por eso, que deambulo por estos rumbos, yo transito por estos lugares remotos. Los amores y promesas de personas cuyos rostros ya no recuerdo, se han quedado muy atrás, que al final, solo fueron ilusiones y mentiras. Hoy, se han perdido en la oscuridad y en el olvido, han caído en una profunda fosa y cubiertos por sus falsas palabras... Entre bastidores, encontré a mis hermanos que volaban en la misma dirección, encontré la civilización de los cielos eternos, los renegados que han partido de lugares remotos y ahora sus almas dejaron aquí. Mi compleja mente y mi envejecida alma, llenaron los rincones de mi corazón, ahora formo los elementos que yo necesito. La vida y el tiempo fueron templando mi piel, ahora se siente el frío sobre la misma y el calor muy en el interior, los años han escrito en mí, aquellas hazañas de las que me enorgullece. Las canas de mi cabello brillan como aquel mar de constelaciones. Ahora que trascendí desde la profundidad de la noche, ahora encontré la cúpula estelar, encontré mí verdadero hogar, encontré a los ideales y por sobre todo, encontré el crepúsculo a un nuevo amanecer.
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«Tan sólo somos una pieza de la maquinaria» Ryoji Uehara
Sobre estos campos el cielo llora, llora sobre las montañas, en los caudalosos ríos que corren sobre suelos remotos. Llora por los que cuyas vidas se han perdido en mares de ruidos, de tormentas de fuego, hoy sus rostros existen en mi memoria, sus voces, se pierden en el viento y que, con la lluvia, se van a lugares lejanos.
A pesar de que hoy estoy aquí, abandonado al olvido, hoy bajo esta lluvia, observo las desoladas llanuras donde todos volamos hacia nuestro destino, o al menos a mi destino… No todo en la vida sale como uno esperaba; entre esta tormenta ruidosa y de fuego, la vida de aquellos se despedazaba como el cristal y otros tantos, simplemente se desintegraban al alcanzar su objetivo.
Ahora en mi mente reina el silencio, como si el viento se llevase mis palabras y mis pensamientos, hoy a muchos años de estar aquí, aquí sentado en el crepúsculo del tiempo, los observo a lo lejos, las figuras fantasmales en un gris oscuro. Otras veces, escucho en sueños, el ruido ensordecedor del antiaéreo, como si de un montón de relámpagos se tratase.
Las imágenes cruzan una y otra vez frente a mis ojos, muchos de ellos quedaron atrapados en fotografías desmerecidas, se han quedado en la memoria de todos, en la memoria de los que se despidieron por última vez hace ya muchos años. Los corredores de la vida han de quedarse vacíos… que por estos lugares ellos caminaron, que por estos campos han volado.
Sus rostros van y vienen a través de mis ojos, que aunque trate de cerrarlos, sus figuras siguen ahí… Ahora soy el último de ellos, soy solo un vestigio de un pasado que se ha quedado aquí, y solo sé que los años me han pasado muy por dentro y que mis fuerzas, se han reducido a escombros de una historia escrita con la memoria.
Todos se han ido, debajo de aquellos cerezos, que ahora dejan sus flores caer y que no volverán nunca más, los que se fueron ya hace mucho tiempo, sus figuras han de quedar en estos nichos del sol poniente. Ahora son simples piedras debajo de la lluvia, son simples testigos de las fugaces almas que dormitan bajo las estrellas.
Aquí en mi corazón, está escrito en sus paredes una vieja rapsodia, están escritas, los testimonios de los que alguna vez rindieron sus vidas por lo que más querían. Otros, se han quedado aquí, al borde del crepúsculo, a la espera de la noche, sé que estoy cerca, muy cerca, más mi juventud, se ha marchitado en el ocaso del otoño.
Hoy simplemente, me he convertido en un simple puente entre el pasado y el presente, ahora envejecí como la lluvia, mi tenue voz, se mezcla con el llanto del viento. Sé que muchos de ellos me esperan al final del crepúsculo, sé que están ahí y que en sueños, los puedo escuchar, entre el mar de ruido, entre el océano, allí me esperan.
Aquí dentro de mí, dejo escapar un puñado de grullas que han de volar a tierras lejanas, han de volar a cielos remotos, entre noches estrelladas y cielos de sol. Las luciérnagas de la noche, que cruzan los rumbos alejados de estos bastidores de aquellas habitaciones vacías, las historias de vida, han de quedarse allí.. plasmadas en esas paredes.
Renovadora
Después de la violenta tormenta
Sube la luna radiante
Haiku de Ōnishi para su amigo Rin Masutani.
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Somos seres tan distintos, tan unicos, de mundos diferentes, de mundos lejanos, somos dos almas perdidas a mitad de la noche, que por esta senda, ya encontré las estrellas. Yo ví al viento cantar, lo ví correr y escapar entre mis manos, pude ver cómo se llevaba los restos de mi vida.
Una parte de mí se quedó en el mundo del que vine, mas otra creció bajo cielos de lluvia y sol, creció bajo cielos de estrellas y alcanzó su primavera al alba, mis manos tocaron el cielo, tocaron las estrellas, los océanos y la lluvia. Me fuí a través de rayos de luz, la noche se quedaba una vez más atrás. Fuimos de mundos completamente distintos, de cielos remotos y de estaciones opuestas.
Yo encontré mi destino en mi niñez, nadie me llevó, sólo caminé rumbo al cielo, rumbo al hogar que estaba en algún lugar del universo, lo mundano y banal me han empujado por éstos rumbos. Hoy persigo a los astros entre bastidores.
No tengo amor para darte, no soy la solución para tú felicidad, yo solamente soy un sendero entre miles, una rama más entre las otras de un árbol, no tengo nada que ofrecerte, simplemente soy un viajero de paso. Algún día, me encontraré con mis ideales. Aquí en mi corazón, guardo un mapa del mundo al que voy, del que conozco a ciencia cierta y sé desde el fondo de mi alma, que ahí, es ahí donde está mi hogar.
Mi hogar es el cielo, no las personas, sé que puede sonar muy extraño todo esto, que hasta incluso está lejos de tú realidad, simplemente soy un ave más, una estrella de una constelación. Soy una gota más de lluvia y un rayo mas de sol, yo soy una nube mas en el cielo, yo soy, un alma libre, no tengo rumbo alguno, simplemente voy a dónde me llame el viento, a donde me llame mi corazón.
#from_the_sky☁☁☁✈
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No tengo dioses ni templos para idolatrar, allá a lo lejos están los que alguna vez nos reunimos para confiar en nosotros mismos, en creer en nuestras capacidades y escapar a otras dimensiones, entre tormentas y cielos de sol. Fuimos hace un tiempo atrás, los que perseguimos al amanecer, los que de alguna manera, corrimos como nobles corceles y que sobre éstos campos y valles, nuestras alas dejamos crecer.
Ya no hay cabida para los reproches, ya no hay cabida para cuestiones, el viento ha de soplar y simplemente todo aquello que sobre, a la milla remota va a parar, muchas veces soñé con las estrellas de mi cielo. Yo ví al universo sobre un cielo de nubes doradas, en un atardecer, yo ví a los titanes batallar en la cúspide.
Sobre este suelo, juré amores y promesas a seres que simplemente no tienen nada que ofrecer, mas la paz yo me la dediqué mientras mis ojos se pierden entre cielo y tierra. Yo me prometí darme, lo que hasta entonces le daba a los demás, el amor se volvió verdadero cuando me lo dediqué a mí. Pues así fué cómo este jardín que está ahí detras de las colinas ha crecido.
Entre murallas y bastiones, me desentendí de fanatismos de cualquier forma, solté cosas de las que jamás utilizaría, más tú no vuelas en estos cielos, tú corazón no pertenece aquí y tu comprensión jamás verá la luz de muchas verdades. Tú no eres de este lugar, tú no tienes nada que dar, nada, de lo que yo ya tengo, nada de lo que yo haya llegado..
#from_the_sky☁☁☁✈
#from_the_sky_legacy
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Hay ciertos lugares en el corazón que simplemente no se pueden llenar con personas, hay lugares remotos de los que conozco, lugares que simplemente están lejos de tu comprensión. Hay un gran cielo azul del otro lado del mundo, con un sol que brilla sobre el mar, sobre la tierra. Hay un cielo lleno de estrellas donde los titanes habitan.
El mundo del que vine, es radicalmente diferente al que pertenezco, las aves, nacen en tierra, pero su lugar de pertenencia es el cielo, no tener ataduras es el precio a pagar por querer ser libre. Hay quienes hacen de una roca un templo; los hijos de Ícaro hacen de ellos su propio templo.
Yo vi nuevos mundos formarse en el hombro de Orión y ví relámpagos resplandecientes cerca de las Pléyades, pude ver un mar de constelaciones y nebulosas brillar, que con su luz han alcanzado, los lugares más recónditos de mi alma. Yo he escuchado cantar al viento, lo escuché sobre las montañas y valles, lo escuché al rozarlo con mis alas de metal, lo escuché recitar una rapsodia bajo cielos de tormenta y de estrellas.
He escuchado mis pasos a través del corredor, he escuchado mis alas recorrer la noche, recorrer esta interminable distancia, escuché las voces de aquellos que ya se han quedado atrás, muy atrás, ahora son parte del pasado... yo ya conozco el frío del invierno, la brisa de la primavera y el calor del verano, los días de otoño y sus hojas que una vez más caen a la oscuridad.
Tu no juegas en mis ligas, tú no eres del mundo al que pertenezco, tú jamás entenderás desde tu mente, la complejidad de este mundo, mí mundo, nunca serás libre y nunca pagarás el precio por serlo. Por eso, tendrás que conformarte con caminar por el sendero del que ya venías, del que dejé hace muchos años. Del que a oscuras se ha perdido.
#from_the_sky☁☁☁✈
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Cuenta la leyenda, que en el cielo, siempre hay un lugar para los audaces, un lugar para los que buscan y crean una forma de vida completamente distinto a lo que jamás se ha visto. De los pocos que quedan, tan solo un puñado de estrellas en la cima del mundo, en la cima de todo lo conocido. De niño imaginaba, el mundo que estaba allá arriba, entre las nubes y estrellas, dejaba volar mi imaginación, dejaba volar, aquel inmenso paraíso del que llegué a ilustrar en ocasiones. Me dejé devorar por el azul del cielo y me colgué entre las estrellas que pude encontrar... A tan sólo 31 años de existencia, por vez primera en tanto camino recorrido, puedo decir sin dudarlo, que a pesar de caer en el vacío, de escuchar y sentir el viento rozar mi rostro, de escuchar el graznido de las aves en el amanecer. Las tormentas precipitarse en el horizonte, de la lluvia escabullirse entre ríos caudaloso. Todo esto ví y sentí, entre heridas y dolores, entre llantos y alegrías... entre todo este vendaval, yo aprendí a ser más feliz. A saciar mi sed en la lluvia, a buscar el calor bajo el sol, a buscar mi refugio aquí adentro, en mi corazón. Las alas que llevo encima, no me las dio más que yo mismo, aprendiendo y atreviendo a desafiar los miedos más pesados de los que dejé caer en aquel precipicio. A orillas de la cúspide de la montaña de la sabiduría, aprendí a atreverme, a saltar al vacío, a no temer de mi destino, a aferrarme a la confianza, la confianza que me impulsó a ir más lejos. A perseguir, los hábitos de las aves, el hábito de volar, la costumbre que llevo aquí en la sangre, entre estrellas y nubes me escapé, como un alma veloz, dibujé una estela a mi paso, un relámpago resplandeciente que encandiló a los más incautos. Por fin aprendí a encontrar el amanecer, lo encontré de camino hacia el mar, de camino al destino. Entonces el mundo se quedó atrás, muy atrás... y sólo escucharon un estruendo, un chasquido en el vacío, mis orígenes no definen a dónde voy ni en el destino que tanto fascinó mi imaginación. #from_the_sky☁☁☁✈ #from_the_sky_legacy https://www.instagram.com/p/Cp6lWuqMGjz/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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(Pt3)...En estos vientos dejé escapar de mi corazón las palabras de las que tanto te dediqué, hoy cruzas el cielo dejando tras de sí una estela azul a mitad de la noche, cruzas el firmamento entre estas estrellas. Te escabulles entre tantos cometas, hoy te busco a través de mis sueños, pero siempre estoy en medio de este jardín, del que ahora estoy reconstruyendo. Sé que de algún lugar vendrás, vendrás a través del aire con tus alas de cristal, reboloteas en mi corazón dibujando rumbos sin destino. Fuiste la llave de este lugar, el lugar que pensé que te quedarías para siempre, más mi inocente ingenuidad me traicionó y las torres negras se sentaron en el horizonte, las mismas torres que cruzaron aquí en un mar violento de ruido. Lloré debajo de la lluvia por mucho, mucho tiempo, no tenía un ángel que me abrazara como lo hacías tú, sobreviví en medio de esta tormenta que corre entre estas esquinas frías y oscuras de las que tú solías iluminar. Entre charcos de agua caminé mientras la soledad me arrastraba tan lejos. Me costó creer que ya no estabas aquí y ahora solo te reproduzco en sueños, las páginas de mi diario se llenan de tus alas, las que trato de dibujar una y otra vez, pero que no se igualan al azul cielo de que solías llevar. Ahora estoy tan preso de esta locura sin sentido y que en noches mi mente se desvela constantemente, ya no recuerdo las veces que estuve despierto o las que estuve dormido... En el tronco de un árbol quedó tu flecha clavada, la que hace tanto tiempo aún está, bajo los nubarrones de mis lágrimas la veo borrosa, ahora es solo un reloj que se apaga durante la noche y se pierde en la oscuridad. Tú que te fuiste muy lejos, ya no sé en qué cielos vuelas, más dejo escapar plegarias al viento para que lleguen hasta donde estás tú. Le pido al viento encontrarte por estos cielos de soledad, que están desolados como ahora lo estoy, aquí adentro, las paredes se manchan convirtiéndolo todo en un lugar tan tétrico. Tan lejos de todo estoy y que ahora soy un planeta girando en solitario, hubo alguna vez que fuiste mi luna y ahora te esfumaste a otro rincón. Hoy deseo más que nunca, volverte a tener entre mis manos, volverte a mirar a los ojos. https://www.instagram.com/p/Cp4DiyzMm5Q/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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(Pt2)...Te amé tanto en sueños, que hoy pareciera que las lluvias han de querer borrar tú recuerdo en mi mente... Mariposa de alas color cielo, te haz quedado detenida en el tiempo y ahora me parece mentira que sólo eres una ilusión que está aquí adentro. Ahora eres una estrella fugaz deambulando en el cielo, una partitura de la que no puedo borrar, a puño y letra te dediqué tantas cartas de amor de las que sólo tú recuerdas cada palabra que escuchaste. Te las llevas al igual que mis ilusiones así como también mi mirada a través del cielo. Tantos sueños tuve, en cada instante, en cada partícula de luz te veo revolotear... Mi pequeña mariposa que ante mis ojos resultaste ser una tentación de mi atención. Ahora te escucho como una vieja sonata de piano a través del valle, sabes que aún te sigo amando, más el tiempo nos separó hace mucho, ahora espero sollozo tú retorno desde la inmensidad. Sabes desde lo más profundo de mi jardín, las ansias de saber de ti, las ansias de volver a tocarte, de tenerte en mi corazón, ahora deambulas lejos, en otras épocas que sólo me restan guardar. Te llevaste mi sonrisa dibujada en tus alas a través del brillo del sol y hoy predomina un baldío enegresido y perdido en la lluvia. Mi pequeña mariposa que ahora eres imagen del pasado, llevo sobre mi piel, las heridas de miles de batallas interminables, hoy estoy aquí en el suelo, estoy abandonado a mí suerte de la que ya nada queda. Hoy quizás me observes a lo lejos, a través de las nubes, mis ojos se ponen al poniente sol del atardecer observando que la oscuridad invade poco a poco los rincones del cielo. Mariposa de alas azules, que aleteas a través de las distancias, que cruzas este páramo hasta aquel jardín, si sabes a ciencia cierta que las lluvias predominan en mi corazón, que con tus alas de cristal aprendiste a descomponer la luz en un bello arcoiris del que solías dejar posado sobre las nubes. Deja entre mis manos, aquel brillo del que solías dejar, aquel aire de las verdes colinas de las que tanto soñé y que ahora las veo muy lejos de mí, aquel amor que dibujaste en tú vuelo, entre piruetas y girones. #from_the_sky_legacy #from_the_sky☁☁☁✈ https://www.instagram.com/p/Cp1GF2ZMFES/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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Pequeña mariposa de alas azules, de color cielo y volar agraciado, que vienes de aquella pradera, que te posas sobre estas flores, mi pequeña mariposa que hasta en sueños te recuerdo, que entre mis manos te supe tener que en los jardines de mi corazón te escabulliste como lo hace la brisa. Si en cada primavera te recuerdo, en cada calida y pequeña brisa yo te esperé, en cada noche que tus alas han recorrido los rosedales de mi corazón. Mi pequeña mariposa de alas azules, que me recuerdas los cielos que tanto volé, en tu despreocupado vuelo me dibujas una sonrisa como así piruetas en el aire, dejas escapar de ti, aquel brillo airoso que ilumina mis ojos. Hoy aquellas flores que te supe regalar se las llevó el viento... te prometí en cada primavera aquel mar de colores como las estrellas de mi cielo, aquel abismo de colores que resultaba una tentación a tus ojos. Mi pequeña mariposa de cristal, a través de tus alas mis ojos ven la primavera que viene de la lejanía muy remota, hoy más que nunca, extraño tenerte sobre mis manos como lo hacías hace un tiempo atrás. Las tempestades de la vida me acorralaron entre bastidores, hoy que todo ha transcurrido, hoy te extraño como aquel sol de primavera y sé que el jardín sin ti sería solo un baldío tan vacío como lo está mi corazón. Más en tus ojos pude ver la pureza de tu alma, la inocencia de un niño manifestarse a través de aquel jardín, hoy sé que te amé tanto como amaste aquellas rosas de carmesí, te juré tantos amores en mis sueños y hoy, estoy aquí bajo esta primavera escribiendo una rapsodia a través del viento. Mariposa de alas azules, que aleteas en la brisa, te guardé entre el millar de flores, la mas hermosa, la que pude conservar entre la tormenta... Más mi inocencia tan ingenua que aún conservo guardada te espera a mitad de la noche. Qué hermoso fue tenerte en mis manos, que dejas dibujado en mis ojos el mundo que tanto amo, el cielo del que vengo, tan distinto al tuyo... Hace un tiempo atrás me prometí llenar los espacios vacíos de mi corazón con flores, me prometí cuidarme y construir aquel sendero que cruza la colina. #from_the_sky☁☁☁✈ #from_the_sky_legacy https://www.instagram.com/p/Cpx70HuuQYp/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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El mundo que se pierde trás de mí, se mimetiza con las sombras azules de la luna. Se degrada de a poco en un coliseo, testigo de muchas batallas que libré, hoy dejo caer mi espada, el frío metal que en su caida se estremece a través de los rincones de mi mente. Se que detrás de aquel horizonte está el amanecer, está la libertad, el viento que llama mi nombre... a su encuentro salgo y sé, que el frío que me rodea, pronto se irá junto con los desengaños. Ahora que estoy aquí, ahora que el final se acerca, que el principio de una nueva éra se vislumbra ante mis ojos, y sé que los rayos del sol me atraparan entre tanta oscuridad y el viento me arrastrará a mundos lejanos. Ahora que mi mente lo piensa, el destino me a traído a tientas hasta aquí, más mi misión yo he cumplido, quizás no tanto como me hubiera gustado... Por este sendero cruzaron los rostros de aquellos que se han quedado ahí detrás. Sumergidos en la oscuridad, sus siluetas fantasmales se disuelven entre corredores, sus voces se pierden entre el graznido de miles aves, que merodean entre las alturas. En la oscuridad de mis penas yo camino suavemente, porque sé que estoy cada vez más cerca, estoy por encontrar el portal que me llevará hasta mi hogar, el mundo que dibujé en mi mente... Casi puedo tocar el firmamento, que puedo ver el universo a través de las puertas de Tannhäuser, ahora que tengo alas para volar, sé con total seguridad, que podré llegar muy lejos, quizá las estrellas me encuentre, y en una de ellas me convierta, quizá sea solamente una brillante estrella fugaz. El astro rey que se spoya en el horizonte... que poco a poco se aferra a las alturas, que alcanzan con su luz, los rincones más inimaginables de mi corazón; sin siquiera mirar atrás, de aquel lugar donde hace muchos años atrás fué mi comienzo, ahora será mi lugar de partida. El sol que va saliendo frente a mi sendero, me atrapa con su luz, que entre todo este brillo; en mis manos yo formé un universo tan estrellado que ahora dejo manifestar. Que entre toda esta luz, mi silueta se mimetizó; el amanecer me tiene entre sus garras y el viento me llevará lejos... Ahora soy un ser libre... #from_the_sky☁☁☁✈ #from_the_sky_legacy https://www.instagram.com/p/Cpu_kSPsbQ0/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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