Ese día fue como una tarde de otoño, donde las hojas caen lentamente de los árboles, cada una representando un sueño, un lazo, un momento que ya no está. El cielo gris reflejaba el peso en su pecho, y el viento frío traía consigo la sensación de soledad. Caminando por ese paisaje, se dio cuenta de que las personas que más ama, como los árboles viejos a su alrededor, también se marchitaban lentamente. Es un ciclo inevitable, como si la vida se desvaneciera frente a sus ojos, llevándose consigo los momentos que no regresan. Ese día, se sintió como ese árbol que ha perdido sus hojas; desnuda, sin la protección y calidez de quien pensaba estaría siempre a su lado. Aunque por fuera todo parece en orden, dentro lleva un invierno que no sabe cómo deshacerse. Pero sonríe, como si nada, porque ha aprendido que el dolor es una sombra que nadie más ve. Y aunque sabe que la primavera llegará, en ese instante solo quedó la melancolía de lo que ha perdido, de lo que se va, y de lo que tal vez nunca será…. Un recordatorio de que la vida sigue🤍
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Cuando siento que los sentimientos me colapsan, regreso aquí.
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Para mí: Es mi deber alejarme de todas las situaciones en las que no me sienta amada, apoyada, apreciada o respetada.
- Keren 🦋
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