heidellberg - Tumblr blog

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Uno de los maravillosos músicos que me dejó la lectura musical de David Toop, En el Maelström. Música, improvisación y el sueño de libertad antes de 1970, editado por Caja Negra a finales de 2018.

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Abejas

No hay parte del cuerpito de las Apis que no me resulte fantástica. ¿Los pares de alas? Que se encastran como piezas maestras para afinar el vuelo y escribir bailando el mundo abstracto frente a sus compañeras, si son sociales. ¿La canasta de polen o el buche melario? Donde guardan, intocado, el alimento recogido para llevarlo a la colmena. ¿Las antenas? Olfato, tacto y tantas cosas más que aún no saben los investigadores, porque ¿qué sentidos poseen que nunca experimentamos los humanos? ¿Los ojos, los ocelos? Infatigable vista y colorida percepción del entorno circundante. ¿El aparato vulnerador? Defensa y muerte pronta. ¿Las glándulas hipofaríngeas? Que secretan la jalea real y las convierten a las obreras en nodrizas nutricias. Y cambia su cuerpo según las castas, su morfología se desarrolla según sus funciones, así como su fisiología: por ejemplo, la royalicina, que es la proteína más abundante en la jalea real, induce a las larvas a diferenciarse definitivamente como abejas reinas. Maravillosas. Envenenadas. En peligro.

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qué video más lindo qué lindo tenerlos en nuestra generación

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Siempre bullendo, fluyendo siempre: el agua en primavera.

Natsume Sōseki

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Hermoso video de “Singularity”.

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Esta noche el tema de la clase es puntuación (o puntuaciones). Qué mejor que empezar con unos versos de mi admirado y querido Damián Ríos en El verde recostado*:

A tus pies rendida la elisión de un verbo, simplificada en una coma.

* Córdoba, Caballo Negro, 2013

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David Toop

Trabajo nuevamente y con fortuna con David Toop y los sonidos. Esta vez, sobre la improvisación musical, que toma cuerpos, voces, máquinas, instrumentos, coyunturas, azares, desviaciones, para construir una pregunta acerca de, más que, por ahora, una respuesta sónica. Se pregunta también si en las otras partes del mundo construirán catálogos de los improvisadores e improvisados de todas las músicas y sonoridades locales. Pensé en Jorge Bonino y las expansiones de la voz que se ha de sonar. Primero pensé en Héctor Libertella y acto seguido en Bonino, o al revés. Bonino sería un buen caso para Toop.

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la cata de miel apoemada

estaba haciendo tiempo (amasándolo como hacen las abejas con sus glándulas hipofaríngeas para fabricar jalea real) antes de ir a mi primera clase de boxeo (no es que me quiera pelear con otros cuerpos, solo darle al mío aún elástico una convicción más terrena) se me ocurrió, entonces, tirar unas líneas sobre la cata de miel y su colorida rueda de aromas y sabores, y pensé que de ámbar claro, cristales finos, dulce, láctea, floral, muy suave es la miel de la pradera la miel de citrus es más bien un frutal recuerdo de las flores de azahar, amarillenta animal, dulzona y ligeramente ácida la mielada de Eucalyptus, cuyo olor no es muy fino: de perro mojado ámbar oscuro, pero dicen los entrerrianos que de todas, la mejor del piquillín y el coronillo las abejas hacen su magia y hasta los zorritos buscan sus enrojecidas drupas, líquida y densa es la miel de olor fuerte, como de agua estancada, humo amargo, más amargura hay sin embargo en el monte que las corporaciones están desmontando tintes rojizos chispean en los gruesos cristales de miel de la zanahoria, floral intensa y muy volátil: menta, anís, sándalo medicinal que limpia, sana endulza y alimenta a las melíferas y meliponas tan flasheras que de todas yo quiero ser amiga, aunque tengamos una vida cortita

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El que tiene un terreno para hacer un jardín no hace un jardín: hace un garage.

El viejo profeor Juan José Valla en su conferencia “¿A dónde vamos?”.

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More than Honey, un documental que necesitamos ver.

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Tuve la suerte de trabajar en este ensayo de Helen Hester, a la vez que investigaba y me introducía cada vez más en las implicaciones del ecofeminismo y en el alcance del hacktivismo feminista. Un librazo más que recomendado también para quienes están pensando las tecnologías lingüísticas desde ángulos demasiado “naturalizados”.

http://www.cajanegraeditora.com.ar/libros/xenofeminismo

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Abejas silvestres

Con frecuencia en verano, sobre un alquitranado puente de tablones

o aguas abajo entre los sauces, una prudente Ofelia flotando a la deriva

en un bote alquilado ‒las he visto ir y venir,

a esas abejas silvestres, ágiles como tigres, sus alas de gasa un destello

en impasible labor, una bola negra en la grieta

de un Cordyline australis podrido, donde estaba oculto en lo bajo su panal.

 Pero nunca paseando demasiado cerca. Hasta que una tarde medio nublada

de un enero maduro, mis amigos y yo

vinimos, enguantados y enmascarados los ojos como un pillaje de forajidos,

con humo a sacarlas. Silenciosos junto al río estancado

aplastando la hierba húmeda, oyendo el canto de los grillos

y esperando que las luces drenaran del cielo herido.

 Antes de que alcanzáramos la colmena sus guardianas nos vieron

y se lanzaron invisibles a través del aire ennegrecido,

aguijonearon, y murieron en picadura.  La colmena despertó. Venenoso humo

de azufre llenó el hueco del tronco, y deslizándose

chisporroteó una llama azul ‒aun así sus suicidas

atacantes vivas se arrojaron y enredaron entre nuestras manos y cabellos.

¡Oh, era Cartago bajo las antorchas romanas,

o las estridentes llamas y zozobrantes maderos, Troya!

Un trabajo bien estropeado. Mitad de la miel derretida

y mitad los restos de las jóvenes larvas. De entre las cenizas humeantes negras como la tierra

y el gemido de las abejas mutiladas, sacamos  nuestro botín.

Poco era su oro, y escasa nuestra alegría.

 Caída entonces la ciudad de la sabiduría instintiva.

La tragedia se escribe distinta y pequeña:

un panal prendido fuego una noche fresca de verano.

Pero la pérdida para mí es una piedra preciosa, néctar

destilado en el tiempo, predicando la verdad del invierno

al corazón caído que no cesa de caer.

Wild Bees, James K. Baxter (Dunadin, 1926–Whanganui River, 1972)

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Libros en los que trabajé. #proofreading

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Si quieres ser feliz una hora, bebe un vaso de vino; si quieres ser feliz un día, cásate; si quieres ser feliz toda tu vida, hazte jardinero. Jardinosofía. Una historia filosófica de los jardines. Editorial Turner, colección Noema.

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A book can just be a description of a stick being snapped in half. If the reader is brought to feel the plight of the stick, well, you can imagine what that would be like.

Jesse Ball

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Neil Gaiman, “Esto es todo lo que sé sobre el amor”

Esto es todo lo que tengo para decirles sobre del amor: nada. Esto es todo lo que aprendí acerca del matrimonio: nada.

Solamente que el mundo allá afuera es complicado, y que hay bestias en la noche, y placer y dolor, y lo único que lo hace zafable, algunas veces, es tender la mano en las tinieblas y encontrar otra y aferrarla con fuerza, y no estar solos.

No son los besos, o no solamente son los besos: sino lo que ellos significan. Alguien te respalda. Alguien conoce lo peor de vos y, sin embargo, no quiere rescatarte ni convocar ningún ejército que los rescate.

No se trata de dos mitades que se convierten en una. Es la luz que desde un faro lejano los guía salvos a casa, porque casa es dondequiera que ustedes estén juntos.

Así que esto es lo único que tengo para contarles acerca del amor y el matrimonio: nada, como un libro sin páginas o un bosque sin árboles.

Porque hay cosas que no conocerán hasta que las experimenten. Porque ningún estudio puede prepararlos para las alegrías y las pruebas. Porque ningún otro amor, ni el matrimonio de nadie más, es como el de ustedes, y ese es un camino que solo se aprende caminando, es un baile que no se puede enseñar, una canción que no existía antes de que ustedes empezaran, juntos, a cantarla.

Y porque en las tinieblas tenderán una mano, sin saber con certeza si ahí hay alguien más. Y sus manos se encontrarán, y entonces ninguno de los dos necesitará estar solo otra vez.

Y eso es todo lo que sé sobre el amor.

[Neil Gaiman, “Pensamientos de bodas: esto es todo lo que sé sobre el amor”, texto dedicado al casamiento de sus amigos, que Neil escribió esa mañana]