helly-stoke

[helly-stoke]

percibe la tensión en la sonrisa ajena y se aparta de inmediato, sintiendo una punzada de vergüenza. "lo siento." repite apenada, sus labios curvándose en una sonrisa a medias. aparta unos mechones de su cabello en un gesto nervioso, aprovechando para acomodar el velo rojo de su disfraz. la sonrisa se ensancha un poco ante el cumplido. "gracias." responde con sinceridad, una suave risa escapando de sus labios. "pero me gusta más el tuyo—¿la medalla es de verdad?" no puede evitar curiosear.

tacto ajeno la toma demasiado de sorpresa como para reaccionar, solo se mantiene inmóvil a que contraria recupere estabilidad para luego dar paso atrás con una sonrisa que peca de tensa " paso, gracias " cordialidad no tan común en ella " me basta con el lo siento " mira rápidamente a su alrededor " bonito disfraz " añade después.

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sus ojos se abren con sorpresa al sentir una mano aferrarse a la suya, estabilizándola justo en el último momento. "gracias" ríe entre dientes, calor subiéndole por las mejillas. se aparta en cuanto recupera el equilibrio, buscando salvar los últimos vestigios de su dignidad. está a punto de disculparse nuevamente cuando palabras ajenas la toman por sorpresa. parpadea, incrédula—una sonrisa curvándose de a pocos en la comisura de sus labios. "¿bailarte? ¿solo porque tropecé contigo?" arquea una ceja y una leve risa vibra en su garganta, apenas contenida. ladea la cabeza. "no lo sé." chasquea la lengua con teatralidad. "no suelo bailarle a personas que no recuerdan mi nombre." aun así, toma su mano cuando él se la ofrece y comienza a moverse nuevamente, retomando el ritmo de la música con facilidad. "yo estoy de maravillas. estupenda—" miente con una sonrisa descarada. "pero seguramente mañana voy a amanecer con la peor jaqueca de mi vida—¿y tú, denji?"

Es raro, piensa, porque de repente está caminando sobre una nube, y al siguiente, hay un empujón y un peso que lo devuelve a la realidad. El instinto es primero, y a pesar de las sustancias que ha consumido, no le cuesta trabajo estabilizar a la contraria, con una mano sobre la ajena. Termina riéndose con lo que le dice. "En ese caso, ¿No deberías bailarme tú a mí? Yo solo estaba... de paso," contesta, la mirada de repente fija en las luces del techo. A pesar de todo, le tiende la mano a la muchacha para que comiencen a bailar juntos, si es lo que quiere. "¿La estás pasando bien?"

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le toma un par de segundos reconocer a ellen—pero en cuanto lo hace, la sonrisa en sus labios se ensancha y su expresión se suaviza de forma casi automática. le mira de arriba a abajo sin poder disimular su sorpresa. "fue idea de cox, ¿no?" no puede evitar preguntar, pues recordaba haber visto a brianne disfrazada de velma kelly. "te ves increíble." suelta el cumplido con facilidad, alcohol en su sistema facilitando soltura de lengua. "estás radiante. literalmente. tal vez el plateado sea tu color." una risita nerviosa escapa de sus labios, las mejillas encendidas ( por culpa del alcohol ). sacude apenas la cabeza, divertida, y con suavidad, toma las manos de ellen en las suyas. "no hay nada que enseñar." suelta otra risa, más ligera esta vez. "solo tienes que dejarte llevar por la música y no pensar demasiado." comienza a moverse al ritmo de la música, con un movimiento más pausado, casi marcando el compás para que ellen la siga.

realmente no está segura por qué está ahí, pero está divirtiéndose, reconoce. contacto en brazo le sorprende, le hace girar rostro con rapidez, mas se relaja en cuanto reconoce que es contraria. "nada que disculpar." asegura, sonrisa ligera en labios. invitación llega y no puede hacer otra cosa que parpadear, y quizá es actitud ajena la que permite atrevimiento. "pero tienes que enseñarme, lamentablemente no sé."

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"¿grisgby?" parpadea un par de veces, intentando enfocar la mirada, el alcohol entorpeciendo sus reflejos. ladea ligeramente la cabeza y entrecierra los ojos, visiblemente confundida. "pensé que eras el tipo vestido de jfk—con el disparo en la cabeza y todo." lleva un dedo hacia su propia sien para imitar el gesto de un disparo antes de soltar una risita. señala el rostro ajeno con un gesto vago. "pero te quedan bien los cortes en la cara—¿fight club?" pregunta, una sonrisa asomándose en la comisura de sus labios. resopla con gracia y sin pensarlo demasiado, le toma de la muñeca con suavidad. "ya todos están pasados de copas—" revolea los ojos ( menos ella, claro ). "a nadie le va a importar si bailas bien o no." le asegura con una sonrisa ladeada.

los cuerpos en movimiento frenético le van aturdiendo más de la cuenta, no le importa en lo absoluto el empujón certero que va llegando de múltiples direcciones y es por ello qué ríe entre dientes cuando se encuentra con falanges aferrándose a antebrazo, la mirada alzándose con evidente curiosidad antes de negar un par de veces con la cabeza y parpadear un par de veces antes de encoger los hombros. ' descuida, ¿va todo bien? ' no es precisamente que preocupación por ingesta de ambrosía ajena vaya a volverse algo central cuando sabe muy bien que él tampoco se encuentra cerca de sus cinco sentidos así que se ríe, despacito. ' solamente te advierto que soy pésimo bailando. ' y sin embargo deja que le guíe.

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i hate when people ask me to open up. like i met you 3 years ago give me time

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“¡hey!” exclama con indignación al sentir que alguien le tironea del brazo. está demasiado aturdida por el retumbar de la música en sus oídos y las sustancias nublando sus sentidos como para poder procesar la situación con rapidez. se gira, lista para encarar a quien sea—pero la expresión en su rostro se transfigura en cuestión de segundos, reemplazada por una sonrisa casi involuntaria cuando se encuentra cara a cara con demian—¿con orejas de rata? “¡demian!” jamás lo admitiría ( ni siquiera en su actual estado de intoxicación ), pero está feliz de verle. le mira de arriba a abajo, intentando descifrar su disfraz. “¿estás—disfrazado de stuart little?” frunce el ceño y sacude apenas la cabeza, entre divertida y perpleja. “¿dónde estabas?” sin darse cuenta, hace la pregunta en voz alta. siente que no lo ha visto en mucho tiempo—y lo extrañaba. palabras ajenas la descolocan, removiendo recuerdos que preferiría mantener enterrados en los recovecos de su mente: la casona, el bosque, la voz de amelia—da un paso atrás y sus manos caen a los costados de su cuerpo. “bueno—todavía no estoy escuchando voces. así que—¿estoy bien?” una risa breve y hueca escapa de entre sus labios. de repente, se siente más sobria que hace unos minutos. carraspea y se obliga a retomar el tono ligero de antes. “¿y tú? ¿ya robaste algo de los carraway?” arquea una ceja con gracia, recordando que robó una botella de los buchanan durante la última fiesta. revolea los ojos ante la imitación burlesca de demian y le da un leve empujón en el hombro—pero una pequeña sonrisa se curva de forma inevitable en las comisura de sus labios. “¿invitarte a bailar? ¿para qué me pises los pies? no, gracias.”

Presenció la escena frente suyo con gracia, dejando que la situación se desenvolviera un tanto más antes de decidir que debía interceder por el pobre cristiano siendo avasallado por Helly. "Ah, ah, ¿qué crees que haces, Nina Sayers de Temu?" tiró del brazo de su amiga, seguro de que le ahorraba la humillación frente al otro invitado. No era que la dignidad de la chica le preocupase en demasía, pero no quería que tentara al destino con un tipo que irradiaba malas pulgas — no se molestó en reconocer su presencia, no obstante. "Es muy temprano para otro de tus brotes psicóticos, Stoke" no se iba a olvidar nunca de su último numerito en una de esas fiestas ni permitiría que ella lo hiciera tampoco. Dio un trago de su propia copa e imitó con infantil burla el bailoteo de la morena. "¿A mí no me invitas a bailar? Me siento herido... O halagado, aun no lo decido"

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“¡herae!” exclama, con una emoción que parece desproporcionada para alguien a quien vio hace apenas unos días. da un paso hacia delante, pero tambalea nuevamente y tiene que aferrarse a la blonda para no caer, envolviéndola en un abrazo torpe, descompasado, con más emoción que coordinación. una risita nerviosa brota de entre sus labios, teñida de vergüenza. “lo siento, lo siento.” siente el calor trepar por sus mejillas y se aparta de inmediato. “estoy bien—solo estoy 'un poco' borracha." alza una mano y junta el pulgar con el índice, dejando apenas un espacio entre ambos dedos para subrayar lo poco que ha tomado—según su versión de los hechos, al menos. le mira de arriba a abajo, las comisuras de sus labios curvándose en una sonrisa radiante al reconocer el disfraz. “¿carrie? me encanta. te ves preciosa—la sangre falsa te queda increíble.” su cumplido es sincero, aunque la ejecución deje algo que desear. deja escapar otra risita cuando escucha el desafío implícito en la pregunta de herae. “claro que sí—¿quieres ser mi reina del baile?” arquea una ceja, un brillo divertido y algo travieso encendiéndole la mirada.

reacciona en automático a dicho accionar, girándose rápidamente como quien se asegura de quién ha sido; porque de eso dependía mucho la reacción de rubia. expresión inicialmente es tensa, cargada de esa arrogancia que le acompaña todo el tiempo. esmeraldas son fulminantes, se suavizan a los segundos e incluso diestra va en dirección contraria con intención de sostener en caso de que se pueda tropezar. "¿estás bien, helly?" cuestiona, sin darle mucha importancia a disculpa. invitación le arrebata risita, se relaja rápidamente. "¿y crees que me puedas seguir el paso?" le molesta un poco, aceptando obviamente.

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frunce apenas el entrecejo, algo desorientada, todavía intentado recuperar el equilibrio. no entiende del todo que ocurrió hasta que sigue su mirada y repara en el líquido desparramado por el suelo. "oops—" tuerce los labios en una pequeña mueca. "bueno—parece que también te debo un trago." breve risa brota de entre sus labios, un tanto apenada. "no será el primer ni el último tropiezo de la noche." le resta importancia con un leve encogimiento de hombros. después de todo, ¿qué son las fiestas de fieras sin una pizca de caos? su sonrisa se ensancha cuando el contrario no rechaza su propuesta, y una risa ligera escapa de sus labios al verlo vaciar su copa de un solo trago. arquea una ceja. "¿acaso hay alguien que aguante estas fiestas sobrio?" jocosidad es evidente en su tono, y no tarda en dejarse arrastrar nuevamente por el ritmo de la música. eleva los hombros en un gesto ligero y esboza una sonrisa ladeada. "quizás solo me estoy dejando llevar por el espíritu de baco." ironiza.

más que preocuparse en estabilizar a presencia ajena, su atención se dirige al líquido que termina derramado en el suelo con cierta culpa. “ alguien se va a tropezar. ” opina, obviando sus disculpas porque no consideraba necesitarlas cuando el golpe no significó más que menor inconveniencia. alza ambas cejas al escuchar la invitación y se termina lo poco que queda de trago en su copa, alzándose de hombros para evidenciar una respuesta afirmativa. “ ¿de verdad tienes tanta energía o te tomaste algo? porque deberías compartir. ” bromea por sobre la música, siguiendo su ritmo de cualquier forma.

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"¿seguro? yo no querría ser la única persona sobria en este lugar durante la hora de las brujas." irrumpe en la conversación sin una pizca de vergüenza, jocosidad evidente en su tono. "podrías encontrarte cara a cara con un fantasma." añade en un murmullo, fingiendo seriedad por apenas un segundo antes de soltar una risita. "jules—" toma asiento a su lado con total naturalidad, una sonrisa amistosa curvándose en sus labios. "eres justo la persona que estaba buscando—¿cómo estás?" pregunta con calidez impostada, como si fueran viejos conocidos—y, como esperaba, eso basta para que tercero desista de la conversación y se retire en silencio. frunce apenas el ceño y deja escapar un suspiro. "¿sabes cómo está morgan?" pregunta al fin mientras sus dedos juguetean con el ramo artificial en su regazo, incapaz de seguir manteniendo el tono casual en su voz.

“ Ni me lo recuerdes. ” Pide con angustia en el rostro. “ Recuerdo la mitad de las cosas que dije esa noche. El día después tuve una resaca que quería arrancarme la cabeza. Es por eso que hoy no voy a tomar. ” Hace de su boca una línea. La verdadera razón es que había decidido volver a tomar al menos los antidepresivos y quería hacerlo de manera consciente, aunque se sentía tan sobre la línea, que le tomaría que tan solo le rueguen un poco o que le presenten una bebida al frente para volver a caer en el vicio.

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la música retumba con fuerza en sus oídos, vibrando a través de su pecho y fundiéndose con el galope frenético de su corazón, que amenaza con escaparse por su garganta. se mueve con soltura, dejándose llevar por el frenesí de luces, cuerpos en movimiento y sustancias que recorren su torrente sanguíneo como fuego líquido. da un traspié y tiene que aferrarse al brazo más cercano para no caer. "lo siento." se apresura a decir entre risas entrecortadas. no reconoce a la persona delante de ella, pero en este momento eso no importa. todo es ritmo, impulso, mantenerse en movimiento sin pensar demasiado. "vamos—" sonríe, descarada. "te invito a bailar como disculpa"

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@pomonascraps › ᝰ ── HELENA STOKE asiste a la fiesta de las fieras en la mansión carraway como LYDIA DEETZ. 

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“mi madre solía decir que los objetos guardan un poco de la esencia de sus dueños. sueños, sentimientos, recuerdos—solo tienes que prestar atención y escuchar.” palabras se deslizan con suavidad, como si temiera perturbar la quietud del momento. sonríe. “nunca me di cuenta de lo raro que suena eso—me parecía reconfortante cuando era niña." una risa suave brota de sus labios, un tanto avergonzada. las motas de polvo flotan en la luz dorada que se cuela entre las cortinas, bañando las muñecas de porcelana y los relojes de péndulo en un cálido resplandor, como si el tiempo se hubiese detenido en ese lugar, suspendido en ámbar. por un momento, puede fingir que el resto del mundo no existe y son solo ellas dos. sostiene entre las manos un relicario en forma de corazón, acunándolo con una delicadeza casi reverente. el dorado está opaco, desgastado por los años, pero la diminuta fotografía en su interior permanece intacta, como si se resistiera a ser olvidada. alrededor de su cuello, cuelga uno similar ( y que le pesa como una piedra ). se gira de golpe, sobresaltada, cuando escucha un estruendo detrás de ella. "marie claire." su voz se tiñe de alarma, y enseguida acorta la distancia entre ellas hasta encontrarse a su lado. frunce el ceño, preocupación evidente en sus facciones. "puedo ver eso." bufa incrédula ante la respuesta de la otra—pero la expresión en su rostro se suaviza casi de inmediato y sus labios se curvan en una pequeña sonrisa, como si no pudiese evitarlo. sin pensarlo demasiado, acuna el rostro de marie claire entre sus manos con ternura, del mismo modo en que, momentos antes, había sostenido el relicario. "¿te duele cuando presiono aquí?" pregunta en voz baja, mientras traza pequeños círculos con la yema de los dedos sobre la zona afectada, procurando mantener su tacto suave. "tienes que tener más cuidado, clary. has estado con la cabeza en las nubes todo el día—¿pasa algo?"

' # 007 ; helena y marie claire están una tienda de antigüedades llena de reliquias.

la luz amberina se cuela entre las cortinas de la tienda brindándole un aspecto, igual que los objetos a la venta, atrapado en el tiempo, perteneciente a otra época distante, se pregunta si los propietarios lo han hecho como un acto consciente, una maniobra de convencimiento comercial, o si es una conspiración del universo, como lo encantadora que se ve helena stoke cuando el sol se derrama en su rostro, exhumando vida, y marie claire orbita a su alrededor como una abeja a la miel, los planetas al sol, el problema es que la ultima vez que se han visto ha soñado despierta con besarla, y ahora lo único que quiere hacer es besarla. perdida en cavilaciones, el maullido de la mascota de la tienda le provoca un sobresalto, termina estrellándose contra un armario de caoba y un par de tomos de medicina se desploman sobre su cabeza, entonces; ' auch ' y luego; ' estoy bien ' aunque no lo esta, yemas de los dedos que tratan de masajear el área afectada sin lograr demasiado.

[helly-stoke]

se quita el auricular derecho y gira el rostro para encararle. "¿el hotel salisbury?" frunce el ceño. "tienes que pasar el semáforo, seguir derecho una cuadra y encontraras el hotel a tu izquierda—" señala con el dedo hacia adelante. "yo también me dirigió para allá." esboza una pequeña sonrisa, imitando el gesto del contrario. parpadea, desconcertada ante sus siguientes palabras. "¿luke?" repite, arqueando una ceja. por un momento, se pregunta si está fingiendo no reconocerla. ladea ligeramente la cabeza y recorre sus facciones con la mirada antes de dejar escapar una risa suave, a medio camino entre la incredulidad y la diversión. le extiende la mano derecha en saludo. "un gusto." responde con un deje de ironía.

015. las calles vacías de la ciudad a las altas horas de la noche mientras encuentras tu camino de vuelta a casa. Con @helly-stoke @andrcav

“¡Espera!” exclama en voz baja (pues no era necesario gritar cuando no había nadie más alrededor). Apurando los pasos para igualar la distancia con la contraria, se apresura a añadir, “¿Sabes hacia dónde queda el Salisbury Hotel? Por razones desconocidas, no tengo mi teléfono conmigo,” explica, escapándosele una sonrisita. Lo había dejado en el hotel, de todos los lugares. “Me llamo Luke, ¿Y tú?”

[helly-stoke]

entrecierra los ojos, escudriñando los alrededores con atención, antes de bajar la mirada nuevamente hacia su móvil y verificar ( por enésima vez ) la ubicación en google maps. “estoy cien por ciento segura de que vamos en la dirección correcta.” declara con convicción. pausa, ladea la cabeza y deja escapar una risa suave, más parecida a un resoplido. “o bueno—noventa y ocho por ciento segura.” corrige. pero bueno, ¿cómo iba a saber que existen, al menos, seis calles circulares con el mismo nombre? deja que herae la tome de la muñeca y la guíe con suavidad lejos del bullicio antes de que pueda tropezar de nuevo con otro peatón. “podríamos haber tomado un uber, sí, pero—” gira el rostro para encararle con un destello divertido en la mirada. “entonces no podríamos apreciar todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer.” además, pasearse por las calles de edimburgo resultaba una distracción más que bienvenida de la maraña de pensamientos que le carcomen la mente. “no, no, mira,” le enseña la pantalla de su móvil a herae. “solo tenemos que doblar a la izquierda en rose street, meternos por ese callejón—y ahí debería estar el pub."

𓍢・─── 004. las ajetreadas calles de la avenida principal de edimburgo.  ( @helly-stoke )

blonda se adueña con suavidad de muñeca contraria, tirando de la misma con toda intención de apartarla del bullicio de personas que tenían al frente. "dios, te dije que podíamos pedir un uber." blonda prácticamente lloriquea, esmeraldas paseándose entre fémina y alrededores. "además, creo que nos volvimos a pasar."

[helly-stoke]

eleva ambas cejas y deja escapar una risa baja ante sus palabras. alza ambas manos en señal de rendición, esbozando una sonrisa ladeada. "como quieras." con teatralidad, simula cerrar una cremallera invisible sobre sus labios y procede a recostarse contra el barandal con aire despreocupado, deslindándose del asunto. al menos, por un instante. "no creo que debas sentarte en el piso." advierte al observarla resbalar, incapaz de mantener la boca cerrada por mucho tiempo. "sentir de cerca el vaivén del bote—" hace una breve pausa, arruga la nariz y sacude la cabeza con suavidad. "no creo que ayude con tu vértigo—y no me gustaría que manches mis zapatos." acompaña sus palabras con un leve encogimiento de hombros, como diciendo: "pero tú sabrás que hacer". se gira entonces hacia el horizonte, con intenciones de seguir sacando fotografías—sin embargo, murmullo apagado logra captar su atención. arquea una ceja, entre divertida y escéptica, antes de girar el rostro para encararla nuevamente. "¿disculpa? ¿me estás pidiendo ayuda?" pregunta con exagerada incredulidad, aunque la escucho perfectamente la primera vez. aun así, antes de que la otra tenga tiempo de replicar o retractarse, ya está sacando la botella de agua de su bolso.

Una vez Helena se quita del camino se recarga contra el barandal, dirige su vista al horizonte y nope, mala idea, el capturar visualmente como todo se mueve hace que su mareo se vuelva peor. "Quiero que te calles" su voz no sale con veneno suficiente, está demasiado ocupada intentando mantener su almuerzo en su estómago. Se voltea y resbala hasta sentarse en el suelo del bote, no puede mantenerse más en pie, el vértigo la está matando. "... agua no estaría mal" su voz suena patética incluso para ella, y tener que pedir ayuda a Helena Stoke, de todas las personas posibles, es más humillante todavía.

[helly-stoke]

cierra los ojos por un instante y se despereza con languidez felina, estirando los brazos por encima de la cabeza antes de dejarse contra el respaldo del asiento con un resoplido. "carpe noctem, ¿no?" murmura con una sonrisa ladeada, girando el rostro apenas. "últimamente todos estamos viviendo al borde del abismo. hay que disfrutar las pequeñas distracciones." exhala una risita nasal. el alcohol aún recorre torrente sanguíneo, otorgándole una soltura despreocupada. "bueno, la vida nocturna en dover es casi inexistente—así que nuestros estándares probablemente están por los suelos ahora." chasquea la lengua y deja escapar otra risa suave mientras rebusca en el bolsillo de su chaqueta hasta encontrar una cajetilla de cigarrillos arrugada. "¿me prestas tu encendedor?"

◟ ⋆ @helly-stoke envió 001 ; una estación de trenes casi vacía a las altas horas de la mañana. 

" ��también saliste toda la noche? " busca hacer una conversación casual cuando va encendiendo el cigarrillo y por mera inercia la ofrece con una sonrisa brevísima. " no le tenía demasiada fe a la vida nocturna de aquí, pero me sorprendieron. "

[helly-stoke]

el eco de sus pasos resuena en las paredes de piedra, y no puede evitar sentirse como una intrusa, quebrando la quietud del sagrario. no termina de comprender del todo el impulso que la llevó hasta ese lugar, sus pies la guiaron antes de que su mente pudiese racionalizar su accionar. no esperaba encontrarse con nadie—y por eso se paraliza, como un ciervo ante los faros, al distinguir la silueta femenina. una figura pálida y solitaria, recortada contra la luz tenue que se filtra por los vitrales. le toma un instante reconocerla. se acerca a magdalena con cautela, pero se detiene a una distancia prudente, sin intención de invadir su espacio. no dice nada. se limita a hacerle compañía en silencio. y solo cuando el silencio se asienta nuevamente en el interior de la capilla, se atreve a hablar. "voy a encender una vela—" sílabas escapan de sus labios con una suavidad que no esta acostumbrada a emplear. "¿quieres acompañarme?" 

₊˚ 🧷 .⋆˚☆   ──────  ⁰⁰⁵ para @helly-stoke el silencioso interior de una iglesia antigua donde cada murmullo forma un eco. 

alza la mirada en la inmediatez de pesadez de pasos captados por silencio rotundo, ecos causando un estrago brevísimo de manera pausada, podría, inclusive jurar que hay un movimiento acompasado en todo aquello. ' la capilla de magdalena. ' acota, la sonrisa es tímida, irónica inclusive. ' es una de las pocas iglesias construidas antes de la reformación... ' ríe bajito.