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Zonas o Sitios Arqueol贸gicos
El INAH emplea ambos t茅rminos como sin贸nimos, consider谩ndolos como una concentraci贸n de restos arqueol贸gicos, ya sean materiales, estructuras o restos medioambientales. En una zona o sitio arqueol贸gicos se puede encontrar una concentraci贸n de restos de actividad humana y se constituye por la presencia de artefactos, elementos estructurales, suelos de ocupaci贸n y otras anomal铆as.
Al consultar la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueol贸gicos, Art铆sticos e Hist贸ricos, se define un monumento arqueol贸gico como aquel bien mueble o inmueble, producido por culturas anteriores al establecimiento de la hisp谩nica en el territorio nacional, incluyendo los restos humanos, flora y fauna asociados a dichas culturas.
En esta misma ley se define una zona de monumentos arque贸logos como el 谩rea que comprende varios monumentos arque贸logos inmuebles, o donde se presuma su existencia. No se menciona, sin embargo, una definici贸n espec铆fica de sitio arqueol贸gico.
Fuente:
-INAH (2009) Conocimientos b谩sicos del INAH.
-Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueol贸gicos, Art铆sticos e Hist贸ricos. Publicada en el DOF 16-02-2018.
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脡xito de modelos de gesti贸n de patrimonio cultural
El patrimonio, como herencia para un pueblo, no deber铆a ser una carga, ya que una carga se desecha a la menor oportunidad. Podemos apreciar el valor hist贸rico, art铆stico y social en general de un sitio, pero mantenerlo implica recursos. Por ello, debe sobrevivir a un an谩lisis costo-beneficio y no siempre es posible escudarse con la idea de que nuestro pasado no tiene precio.
El pasado, pasado es. El tiempo no se detiene por nada ni por nadie. La sociedad cambia y a煤n si se le da mantenimiento a un sitio para que no muestre cambios, la percepci贸n que se tenga de 茅ste y su significado s铆 evolucionar谩n.
驴Qu茅 hacer entonces para preservar un elemento de nuestra historia en un mundo que no puede dejar de mirar hacia el presente?
Considero que si se busca un modelo exitoso a largo plazo, no se pueden ignorar los puntos anteriores. No es realista la expectativa de que las personas dejen de lado lo que consideran fuentes de ingresos, espacios para viviendas, o mejoras en la infraestructura s贸lo por respeto a la historia. El presente es lo que la gente valora m谩s y el pasado debe integrarse a 茅ste para subsistir. La historia adquiere valor en la medida en que responde a necesidades del presente.
Se ha buscado preservar sitios y tratar de educar a las personas en la importancia de 茅stos. Mientras que la historia y la tradici贸n son importantes para la consolidaci贸n de una identidad, para satisfacer las necesidades de arraigo y pertenencia, 茅stas deben ser lo bastante poderosas para que la gente decida anteponerlas a otras necesidades. Asimismo, cada generaci贸n puede tener una percepci贸n distinta del mismo evento y darle una connotaci贸n diferente, por lo que el enfoque que se haga en la difusi贸n y concientizaci贸n debe siempre incorporar dichos cambios.
Tambi茅n se ha intentado volver los sitios atractivos econ贸micamente apelando al turismo. Para ello s贸lo se debe contestar una simple pregunta 驴por qu茅 alguien querr铆a ir all铆? Si lo enlazamos con el apartado anterior, la promoci贸n es un aspecto a considerar, pero tambi茅n lo es la log铆stica del turismo. No hay mucha gente dispuesta a caminar horas en medio de la nada para tomarse una selfie con un mont贸n de piedras, no es redituable (a menos que el lugar en s铆 sea muy fotog茅nico y bien publicitado). Fomentamos el inter茅s haciendo el lugar accesible y c贸modo.
El uso actual es otro factor a considerar. Los siglos sepultan y despojan. Podemos incorporar el sitio a la din谩mica actual de una ciudad, respetando la nueva identidad del monumento o facilitando su transici贸n a otra etapa en su vida 煤til, generando alianzas con los due帽os de los emplazamientos. Esto 煤ltimo nos lleva a integrar a la poblaci贸n, no s贸lo en el mantenimiento de un patrimonio hist贸rico, sino de una parte de su presente, d谩ndoles la oportunidad de convivir con 茅l, tanto en su d铆a a d铆a, como en su trabajo, pudiendo beneficiarse de 茅l.
En s铆ntesis, el 茅xito del pasado est谩 ligado al presente. Si se logra que las personas vean un sitio como relevante para ellas, lo acoger谩n. El halo de misticismo s贸lo es 煤til como propaganda y debemos buscar tejer los significados originales con las perspectivas y necesidades contempor谩neas, ya que la sociedad crece y elimina lo que no es capaz de asimilar.
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CONTENIDO DE UN PROGRAMA DE MANEJO Y GESTI脫N PATRIMONIAL
PRESENTACI脫N
1. INTRODUCCI脫N
2. ANTECEDENTES
2.1. ORIGEN DEL PROYECTO DEL SITIO ARQUEOL脫GICO.
2.2. EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL.
2.3. EN EL CONTEXTO NACIONAL.
2.4. EN EL CONTEXTO ESTATAL.
3. OBJETIVOS Y METAS DEL SITIO ARQUEOL脫GICO.
3.1. OBJETIVO GENERAL.
3.2. OBJETIVOS ESPEC脥FICOS.
4. DESCRIPCI脫N DEL SITIO ARQUEOL脫GICO.
4.1. LOCALIZACI脫N Y L脥MITES.
4.2. CARACTER脥STICAS F脥SICO-GEOGR脕FICAS.
4.3. VALORACI脫N CULTURAL.
4.4. USO ACTUAL.
4.5. CONTEXTO ARQUEOL脫GICO, HIST脫RICO Y CULTURAL.
4.6. CONTEXTO DEMOGR脕FICO, ECON脫MICO Y SOCIAL.
4.7. CARACTER脥STICAS BIOL脫GICAS.
4.8. USO DEL SUELO Y AGUAS NACIONALES.
4.9. TENENCIA DE LA TIERRA.
4.10. NORMAS OFICIALES MEXICANAS.
5. DIAGN脫STICO Y PROBLEM脕TICA DE LA SITUACI脫N SOCIOCULTURAL
5.1. ECOSIST脡MICO.
5.2. DEMOGR脕FICO Y SOCIOECON脫MICO.
5.3. PRESENCIA Y COORDINACI脫N INSTITUCIONAL.
5.4. CONSIDERACIONES A GRUPOS VULNERABLES Y G脡NERO.
5.5. GESTI脫N Y CONSENSO DEL PROGRAMA.
6. SUBPROGRAMAS DE CONSERVACI脫N.
6.1. SUBPROGRAMA DE PROTECCI脫N.
6.1.1. Componente de inspecci贸n y vigilancia.
6.1.2. Componente de prevenci贸n, control y combate de incendios ycontingencias ambientales.
6.1.3 Componente de preservaci贸n e integridad de 谩reas n煤cleo,fr谩giles y sensibles.
6.1.4. Componente de protecci贸n contra especies invasoras y controlde especies nocivas.
6.1.5 Componente de mitigaci贸n y adaptaci贸n al deterioro ambiental.
6.2. SUBPROGRAMA DE MANEJO.
6.2.1. Componente de desarrollo y fortalecimiento comunitario.
6.2.2. Componente de actividades productivas alternativas ytradicionales.
6.2.3. Componente de patrimonio arqueol贸gico, hist贸rico y cultural.
6.2.4. Componente de manejo y uso sustentable de agroecosistemas yGanader铆a.
6.2.5. Componente de manejo y uso sustentable de ecosistemas.
6.2.6. Componente de mantenimiento de servicios ecosist茅micos.
6.2.7. Componente de uso p煤blico, turismo y recreaci贸n al aire libre.
6.3. SUBPROGRAMA DE RESTAURACI脫N
6.3.1. Componente de conectividad y ecolog铆a del paisaje
6.3.2. Componente de recuperaci贸n de elementos arquitect贸nicos amenazados.
6.3.3. Componente de conservaci贸n de elementos arquitect贸nicos y ceremoniales.
6.4. SUBPROGRAMA DE CONOCIMIENTO
6.4.1. Componente de fomento a la investigaci贸n y generaci贸n deconocimiento.
6.4.2. Componente de inventarios, l铆neas de base y monitoreo socioecon贸micoy ambiental.
6.4.3. Componente de Sistemas de informaci贸n.
6.4.4. Componente Rescate y sistematizaci贸n de informaci贸n yconocimientos.
6.5. SUBPROGRAMA DE CULTURA
6.5.1. Componente de participaci贸n.
6.5.2. Componente de educaci贸n para la conservaci贸n.
6.5.3. Componente de capacitaci贸n para el desarrollo sostenible.
6.5.4. Componente de comunicaci贸n, difusi贸n e interpretaci贸n cultural.
6.5.5. Componente de uso p煤blico y turismo.
6.6. SUBPROGRAMA DE GESTI脫N
6.6.1. Componente de administraci贸n y operaci贸n.
6.6.2. Componente de calidad y efectividad institucional.
6.6.3. Componente de transversalidad y concertaci贸n regional ysectorial.
6.6.4. Componente de coadministraci贸n, concurrencia y vinculaci贸n.
6.6.5. Componente de protecci贸n civil y mitigaci贸n de riesgos.
6.6.6. Componente de cooperaci贸n y designaciones internacionales.
6.6.7. Componente de fomento, promoci贸n, comercializaci贸n ymercados.
6.6.8. Componente de infraestructura, se帽alizaci贸n y obra p煤blica
6.6.9. Componente de mecanismos de participaci贸n y gobernanza.
6.6.10. Componente de planeaci贸n estrat茅gica y actualizaci贸n delprograma de manejo.
6.6.11. Componente de procuraci贸n de recursos e incentivos.
6.6.12. Componente de recursos humanos y profesionalizaci贸n.
6.6.13. Componente de regulaci贸n, permisos, concesiones yautorizaciones.
6.6.14. Componente de vivienda, construcci贸n y ambientaci贸n rural.
7. ZONIFICACI脫N Y SUBZONIFICACI脫N.
7.1. Criterios de zonificaci贸n y subzonificaci贸n.
7.2. Metodolog铆a.
7.3. Zonas, subzonas y pol铆ticas de manejo.
8. REGLAS ADMINISTRATIVAS
9. PROGRAMA OPERATIVO ANUAL
10. EVALUACI脫N DE EFECTIVIDAD
10.1 Proceso de la Evaluaci贸n
10.2 Directrices Generales
10.3 Indicadores
11. BIBLIOGRAF脥A
12. ANEXOS
12.1 LISTADO DE ELEMENTOS ARQUITECT脫NICOS Y CEREMONIALES.
12.2 ESTUDIOS E INVESTIGACIONES
12.3 MARCO JUR脥DICO
12.4 CARTOGRAF脥A
Fuentes:- Conanp. T茅rminos de referencia para la elaboraci贸n de programas de manejo de las 谩reas naturales protegidas competencia de la federaci贸n. Obtenido del sitio: https://www.conanp.gob.mx/que_hacemos/pdf/programas_manejo/TERMINOS%20DE%20REF-PAGINA.pdf-Cabezas Capetillo, C., Cort茅s Tapia, A., Angulo, Mansilla, F. (2018) Gu铆a metodol贸gica para la elaboraci贸n de modelos de gesti贸n del patrimonio cultural inmueble. Obtenido del sitio: https://www.subdere.gov.cl/sites/default/files/documentos/Guia%20Metodologica%20MDG-Versio%CC%81n%20digital%202018%20(1).pdf
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Cultura
Considero que la cultura es el conjunto de conocimientos, manifestaciones art铆sticas, ideas, tradiciones y estilos de vida que caracterizan a un grupo de personas en un periodo de tiempo.
Patrimonio
Entiendo por este concepto el conjunto de bienes, materiales o inmateriales, as铆 como derechos y obligaciones que posee una persona o un colectivo, pudiendo ser heredables.
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脕rea maya (geogr谩ficamente)
La cultura maya es una de las m谩s longevas de Mesoam茅rica, extendi茅ndose desde el precl谩sico hasta el poscl谩sico. Sin embargo, cabe mencionar que es tambi茅n una de las que ocup贸 mayor territorio, extendiendo as铆, ampliamente su influencia.
Los antepasados de los mayas actuales se dividieron en dos grupos principale. Uno de ellos se instal贸 en lo que hoy ocupan los estados mexicanos de Veracruz, Tamaulipas, Hidalgo y San Luis Potos铆.
Los rasgos culturales evolucionaron de forma distinta a los de sus primos del sur, pudi茅ndose identificar el parentesco s贸lo mediante ciertos elementos tales como las lenguas que hablan.
No obstante, el grupo m谩s conocido es el que se posicion贸 en el sur, en los estados mexicanos de Quintana Roo, Yucat谩n, Campeche, Tabasco y Chiapas, as铆 como en los pa铆ses de Guatemala, Belice y Honduras, en una superficie mayor a los 400,000km2.
Esta zona, que ahora denominamos 脕rea Maya, no es homog茅nea, por lo que podemos, a su vez, dividirla en tres regiones.
La regi贸n norte se caracteriza por una selva media y baja, un extenso litoral que result贸 bastante propicio para el comercio durante los ultimos a帽os de esta cultura, un sistema acu铆fero subterr谩neo que aflora en los cenotes, tan particulares de la zona.
Esta zona norte tambi茅n cuenta con manglares, sabana y una larga cadena de arrecife de coral, que sirve como protecci贸n para la fauna de la zona, propiciando as铆 la riqueza pesquera.
En la zona central es f茅rtil, con complejos sistemas hidrol贸gicos y una selva tropical llena de vida.
Por su parte, en el sur encontramos bosques de con铆feras, con un paisaje donde se alternan picos y valles, llegando a alturas de 4000m.
Esta variedad geogr谩fica contribuy贸 a las distintas caracter铆sticas que encontramos entre las ciudades mayas, contando cada una con recursos y dificultades propias.
Fuente:
-G贸mez Navarrete, J. A. (2005). M茅todo para el aprendizaje de la lengua maya. Primer curso. Chetumal, Quintana Roo. Universidad de Quintana Roo.
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Estilos Puuc y Chenes
Estos estilos arquitect贸nicos se desarrollaron en la regi贸n septentrional maya, que abarca los estados mexicanos de Yucat谩n, Campeche y Quintana Roo, as铆 como partes de Belice y del Pet茅n guatemalteco.
Si bien existen antecedentes desde el precl谩sico, el florecimiento de estos estilos se dio durante el Cl谩sico tard铆o.
Tanto el Puuc como el Chenes comparten ciertos elementos caracter铆sticos, junto con el estilo de la regi贸n del R铆o Bec, tales como edificios bajos y rectangulares. Los espacios suelen ser abiertos, en contraste con las distribuciones abigarradas de edificios en el 谩rea central.
Tambi茅n es com煤n el uso de formas serpentinas, gregas y volutas, junto con el empleo profuso de mascarones. Dichos mascarones usualmente representan a dioses narigones, a veces con ojos en espiral, volutas saliendo de las comisuras de la boca y adornos en la parte superior de la orejera.
Asimismo, es com煤n encontrar columnas simuladas o reales como elemento decorativo, escasas crester铆as y muros principalmente lisos.
Entre los rasgos distintivos del Chenes se encuentra la presencia de portadas zoomorfas, donde se colocaban ojos con pupila de viruta sobre el dintel, as铆 como los colmillos de un monstruo, con las secciones laterales simulando, de manera estilizada, los costados de las fauces.
Tambi茅n cabe destacar la presencia de torres rectangulares aisladas, denominadas "torres emblema". No se ha definido con certeza la funci贸n de dichas torres, que bien pudieron ser elementos de demarcaci贸n territorial.
Comparten, asimismo, con el estilo del R铆o Bec, las fachadas tripartitas.
Por otra parte, el Puuc se distingue por la presencia de edificios agrupados en formas cuadrangulares, alrededor de patios. Estos edificios generalmente est谩n compuestos por dos molduras, con una franja intermedia que se decoraba con tamborcillos.
De igual manera, los frisos sol铆an decorarse con junquillos o columnillas, siendo ocasionalmente resaltados con "ataduras".
Otro elemento de la arquitectura Puuc son los arcos monumentales aislados, usualmente como punto de partida para las calzadas estucadas denominadas "sac be".
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Comentario acerca de "La piedra ausente"
La pel铆cula trata sobre el traslado de un monolito teotihuacano, desde su emplazamiento en un pueblo a las afueras de la Ciudad de M茅xico hasta la entrada del Museo Nacional de Antropolog铆a e Historia.
El film, contiene elementos etnohist贸ricos, al rescatar la memoria de quienes vivieron el acontecimiento y lo que signific贸 para ellos.
Cabe resaltar el uso de la entrevista para recsbar la informaci贸n. Los datos que proveyeron las personas no pod铆an encontrarse en los anales del INAH, por lo que el uso de esta herramienta estaba justificado.
Asimismo, se empieza por las creencias de los entrevistados acerca no s贸lo del monolito, sino del pueblo de Coatlinch谩n. Se abordan sus actividades diarias y la relaci贸n que ten铆an con la escultura.
Posteriormente, se trabaja con las emociones, lo que experimentaban cuando estaban cerca de la piedra, c贸mo vivieron el hecho de que se trasladara a otro sitio y su sentir acerca de lo que el gobierno les ofreci贸 a cambio.
Sin embargo, y al ser un evento en el que se enfrentaron los intereses de dos grupos dentro del mismo territorio, se abord贸 tambi茅n la bienvenida que le dieron los capitalinos al monolito, as铆 como la opini贸n de quienes estuvieron involucrados en su traslado y lo que para ellos represent贸.
En la pel铆cula se puede apreciar el rol que juegan los elementos para la memoria de los grupos y c贸mo el emplazamiento influye en aspectos identitarios.
Los pobladores de Coatlinch谩n no eran de la cultura teotihuacana. No sab铆an a ciencia cierta qui茅n estaba representado en la escultura y comentan libremente c贸mo s贸lo recog铆an fragmentos de cer谩mica para ver en cu谩nto los vend铆an a quienen llamaban "idolistas".
Los bienes arqueol贸gicos ten铆an para ellos un significado muy distinto del que ten铆a para los pueblos originarios, en nada asociados a la religi贸n.
El film se帽ala que, aparentemente, lo que m谩s les afectaba era lo pecuniario, al ser un atractivo local. No obstante, se muestra que tambi茅n era parte de su entorno y como tal, un elemento importante en sus recuerdos e identidad local.
La raz贸n para mover la escultura, con todo el esfuerzo que conllev贸, era la de un discurso unificador del M茅xico antiguo con el moderno, que fomentara la idea de una identidad nacional. Un monumento para cimentar un lugar de memoria.
Tambi茅n se deja ver el tema de la originalidad y su relevancia para la identidad. A pesar de que la r茅plica que se envi贸 al pueblo era de escala 1:1, la relaci贸n de los habitantes de Coatlinch谩n con 茅sta no era la misma.
Por 煤ltimo, se recalca el rol del tiempo y las generaciones en la memoria y la relaci贸n con los lugares y objeto, lo que ya se ve铆a dese el inicio con la p茅rdida de identificaci贸n de la escultura, se repite con la comparaci贸n con Bob Esponja.
Lo que me deja en claro el documental es que la memoria se construye con base en la experiencia y que es algo individual, que con la interacci贸n teje una memoria colectiva, hija de su tiempo y de su lugar.
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Ejercicio de transcripci贸n
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Revoluci贸n agr铆cola y sus implicaciones en la interpretaci贸n del desarrollo cultural mesoamericano
La agricultura ha sido ampliamente estudiada por su impacto en el desarrollo de la civilizaci贸n, al grado de que autores como Gordon Childe la han calificado como una aut茅ntica revoluci贸n.
El desarrollo de la agricultura se puede identificar mediante diversos indicadores, ya sea directos o indirectos. Childe nos hablaba acerca del crecimiento demogr谩fico que supondr铆a el acceso a fuentes relativamente estables de alimento, por lo que un incremento en el n煤mero de restos humanos encontrados es de utilidad para localizar grupos humanos que comenzaron a domesticar plantas.
Otro indicio est谩 en las osamentas, ya que las primeras producciones agr铆colas no eran suficientes para cubrir los requerimientos alimentarios de una poblaci贸n creciente, mientras que el abandono del nomadismo se refleja en un cambio en el desgaste de las extremidades inferiores.
El empleo de tecnolog铆a agr铆cola es un indicador que nos permite rastrear el avance de esta revoluci贸n. Los implementos para la molienda del grano, as铆 como las herramientas para la siembra y cosecha resultan de inter茅s.
Cabe se帽alar que la transici贸n del nomadismo al sedentarismo no se di贸 de manera autom谩tica cuando se comenz贸 a desarrollar la agricultura, sino que hubo momentos en que la caza y la recolecci贸n coexist铆an con esta disciplina incipiente. Tambi茅n se presentaron formas alternativas como la agricultura de azada, donde el cuidado y abono de la tierra eran m铆nimos y compatibles con una vida n贸mada.
La domesticaci贸n misma de plantas es un proceso, que mediante la selecci贸n y cruza de las mejores variedades, el cuidado de los cultivos contra plagas y animales, as铆 como el abono e irrigaci贸n, permiti贸 que los espec铆menes se desarrollar谩n mucho mejor que en estado salvaje, resultando m谩s ben茅ficas para el consumo humano.
Debido a lo anterior, el estudio de los restos vegetales resulta de gran utilidad para elaborar un modelo del desarrollo de la agricultura. Se han identificado algunos ancestros de las especies vegetales m谩s comunes en nuestros platos, como el teosinte, antepasado del ma铆z que consumimos actualmente y cuya evoluci贸n se aceler贸 gracias a su domesticaci贸n.
Los estudios han permitido identificar los inicios de la agricultura en Mesoam茅rica aproximadamente a finales del Pleistoceno y principios del Holoceno, alrededor del 10000 a. C. , gracias al hallazgo de polen de chile, teosinte y cacao, as铆 como morteros. Esto sent贸 las bases para el comienzo del proceso de sedentarizaci贸n y creaci贸n de centros urbanos, que se concretar铆a hasta varios milenios despu茅s, cerca del 1500 a.C.
Sitios como la Cueva de Santa Marta, en Chiapas, M茅xico, resultan de inter茅s por ser los hallazgos m谩s antiguos de estos elementos. El lugar como tal no dar铆a lugar a una gran urbe, pero fue de importancia durante el per铆odo de transici贸n entre la vida n贸mada y la sedentaria.
Cabe resaltar que entre las primeras especies vegetales encontradas est谩n aquellas que poseen un efecto estimulante del sistema nervioso, tales como el chile, el cacao y la damiana. Esta 煤ltima es utilizada como afrodis铆aco en la medicina tradicional herbolaria. La presencia de plantas estimulantes es menor que en otras regiones, como Sudam茅rica.
El comercio es otro de los beneficiarios de la revoluci贸n agr铆cola. No s贸lo se exportaba el excedente de la producci贸n por una variedad de bienes, sino que, en tiempos de guerra, una manera de cerrar alianzas era mediante el intercambio, resultando en un mayor desarrollo econ贸mico y cultural para la regi贸n. Ello se puede identificar en restos de herramientas elaboradas con materiales que no son aut贸ctonos.
Mesoam茅rica consist铆a en un mosaico de culturas, con ciertos elementos comunes que las relacionaban. El estudio de la agricultura nos permite conocer las redes de intercambio e influencia que exist铆an mucho antes de las grandes ciudades del Cl谩sico. Es una muestra de que tanto la migraci贸n como el comercio han estado moldeando la cosmovisi贸n y la cosmogon铆a de los habitantes de la regi贸n desde hace milenios.
Fuentes:
-Acosta Ochoa, G. (2017) Early agricultural modes of production in Mesoamerica. En R. Rosenswig y J. Cunningham (Ed.) Modes of production in archaeology. University Press of Florida.
-Childe, G. (1936) Los or铆genes de la civilizaci贸n. Fondo de Cultura Econ贸mica.
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Fuente
-脕vila Aldapa, R. M. (2002) Los pueblos mesoamericanos. M茅xico, D. F., Instituto Polit茅cnico Nacional.
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Criterios de inclusi贸n para Mesoam茅rica
El estudio antropol贸gico de un 谩rea tan extensa como Las Am茅ricas ofrece varios retos que obligan a los especialistas a buscar un m茅todo para clasificar a los diferentes grupos humanos que ah铆 se encuentran. Hacerlo simplemente por criterios biogeogr谩ficos tan amplios como Norte y Sudam茅rica resulta muy vago y, por lo tanto, de poca utilidad, incluso si a帽adimos un punto medio como M茅xico y Centroam茅rica.
Otro criterio geogr谩fico divide a los pueblos de acuerdo al grado de avance tecnol贸gico, en cazadores/recolectores de Norte o Sudam茅rica, cultivadores inferiores de Norte o Sudam茅rica, y una quinta divisi贸n para los cultivadores superiores, o "altas culturas". Para profundizar el estudio, y bas谩ndose en un amplio acervo de investigaci贸n del Comit茅 Internacional para el estudio de distribuciones culturales en Am茅rica, Kirchhoff propone una super谩rea dentro de los cultivadores superiores a la que denominada Mesoam茅rica.
La composici贸n 茅tnica de los grupos mesoamericanos al momento de la conquista se puede dividir en: 1) Tribus con idiomas no clasificados, 2) Grupo zoque-maya o macromayense, 3) Grupo macro-otomangue, 4) Tribus de la familia nahua y 5) Grupo hokano. Un an谩lisis ling眉铆stico nos da pistas sobre la antig眉edad de un grupo en la regi贸n, as铆 como sobre el grado de influencia que ejerci贸 sobre la conformaci贸n de Mesoam茅rica.
Debido a que las fronteras culturales no eran est谩ticas, es necesario definir una serie de elementos para la inclusi贸n de un pueblo como parte de la super谩rea mesoamericana, por lo que se identificaron a) Elementos exclusiva o t铆picamente mesoamericanos, b) Elementos comunes a Mesoam茅rica y otras super谩reas culturales de Am茅rica y c) Elementos significativos por su ausencia en Mesoam茅rica.
Entre los primeros, podemos mencionar los siguientes:
-Pir谩mides escalonadas, pisos de estuco y patios con anillas para el juego de pelota. Es importante recalcar que aunque estos elementos puedan estar presentes fuera de Mesoam茅rica, son caracter铆sticos de la zona. El juego de pelota, por ejemplo, se ha encontrado entre los pueblos en la frontera noroccidental, remanente de la 茅poca en que pertenec铆an a la super谩rea. Los patios con anillas, sin embargo, rara vez se los encuentra m谩s all谩 de las fronteras. Las pir谩mides escalonadas no aparecen en todos los pueblos, o al menos no de la misma manera (basta se帽alar los huachimontones y las y谩catas de la regi贸n pur茅pecha).
-Turbantes, sandalias con talones y vestidos completos de una pieza para guerreros. El m谩xtlatl o tlalpilli, es una lienzo que utilizaban los hombres y ni帽os para cubrir sus genitales, pas谩ndolo entre las piernas y at谩ndolo a la cintura, mientras que los turbantes eran utilizados m谩s con fines rituales o por la clase alta.
-Escritura jerogl铆fica, signos para n煤meros y valor relativo de 茅stos seg煤n la posici贸n, libros plegados estilo biombo, anales hist贸ricos y mapas. Si bien podemos encontrar pueblos mayormente 谩grafos, con tradici贸n principalmente oral, dentro de los confines de Mesoam茅rica, uno de los rasgos distintivos es la creaci贸n de c贸dices, que narran eventos de gran importancia para las culturas que los escribieron, as铆 como sus creencias religiosas y operaciones comerciales. Asimismo, el invento del cero por parte de los mayas, signific贸 un salto en el c谩lculo matem谩tico que los distingui贸 de otras culturas.
En conclusi贸n, definir rasgos compartidos por diferentes culturas ayuda a establecer zonas de influencia e intercambio cultural. De igual forma, establecer distinciones resulta tambi茅n necesario, ya que para quien es ajeno a dichas culturas, pudieran resultar f谩cil confundirlas o incluso tomarlas por una sola cultura. Es as铆 que, para comprender mejor los pueblos existentes en la regi贸n, debemos analizar los criterios propuestos.
Fuente:
-Kirchhoff, P. (1975) Mesoam茅rica. Enciclopedia de M茅xico, tomo VIII.
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Di谩logo sobre el olvido de la historiograf铆a ind铆gena americana
Estamos en una 茅poca en que el discurso general es de pluralidad, inclusi贸n, globalidad. Cansados de siglos de oligarqu铆a, se busca darle voz a esos sectores de nuestra poblaci贸n que hasta ahora han sido marginados o menospreciados, y el autor busca darle ese lugar a los resgistros hist贸ricos de los pueblos originarios de las Am茅ricas.
La historiograf铆a se entiende en el texto como el registro los eventos para que no sean olvidados. En este sentido, Grecia no ser铆a la primera civilizaci贸n en dejar constancia de su pasado. Muchos pueblos, entre ellos los ind铆genas americanos, se preocuparon por trasmitir aquellos sucesos que consideraron relevantes, consiguiendo, con mayor o menor 茅xito, que a煤n sean recordados hasta nuestros d铆as.
Si bien, gran parte de la historia de los pueblos ind铆genas se transmit铆a de forma oral, levantando cejas entre los puristas, Abarz煤a nos recuerda que ya se ha puesto en tela de juicio la hegemon铆a de la escritura. Como una de esas personas que se emocionan con el simple aroma a libro nuevo, me duele reconocer que muchas de las lecciones que m谩s recuerdo de la escuela han sido en voz de mis profesores y compa帽eros, parafraseando a autores reconocidos a quienes parec铆a que les pagaban por palabra y que estaban m谩s preocupados por vaciar el tesauro sobre las p谩ginas que en hacer un escrito accesible.
Sin embargo, como estudiante de historia, interesado en la veracidad de los hechos, creo necesario se帽alar que el objetivo no es hacer apolog铆a de las tradiciones ind铆genas. Su riqueza es algo que debemos cuidar, por supuesto, y a trav茅s de sus registros, ya sea de memoria oral o codificados, podemos conocer mucho de su cosmovisi贸n, de gran inter茅s antropol贸gico, pero un verdadero campo minado para los historiadores, dado que se van a caballo entre el mito y la realidad.
Hace ya tiempo que se analiza la voz de quien cuenta la historia, los motivos que lo llevan a registrar unos sucesos y no otros (llegando al punto de alterar o inventar hechos), la forma en que plasman su discurso, o en qu茅 medida su propia ideolog铆a est谩 mezclada en la narrativa, mermando con ello la objetividad del documento. Estas mismas interrogantes se deben plantear tambi茅n a los historiadores del pasado y si la respuesta es que su intenci贸n era distinta de la del profesional de la actualidad, cabe preguntarse en qu茅 medida se les puede considerar hom贸logos.
Al revisar el texto, me vinieron a la mente los tatuajes. Existen desde hace siglos, pero el quehacer de un antiguo tatuador maor铆 guarda poca relaci贸n con el de uno de la actualidad y no s贸lo en t茅rminos de tecnolog铆a. Tampoco podemos evaluar la calidad de un antiguo tatuaje tribal en los mismos t茅rminos de uno de hoy en d铆a, porque aunque ambos son marcas que se realizan en la piel mediante inyecci贸n de tintas, su prop贸sito es distinto. Por supuesto, los trabajos de los maor铆es han servido de inspiraci贸n para los tatuadores actuales, de forma similar a c贸mo los c贸dices y tradici贸n oral de los ind铆genas americanos son 煤tiles para los historiadores, sin ser necesariamente lo mismo.
Lo anterior no es, en modo alguno, un intento de demeritar las tradiciones orales u otras formas de memoria colectiva, pero no considero que sean an谩logas a la historiograf铆a contempor谩nea. Y est谩 bien. No tenemos que compartir las mismas necesidades y motivaciones para considerarlos culturas leg铆timas. No son primitivas por no ver el mundo de la misma manera que nosotros.
Tenemos varias disciplinas que se alimentan m谩s de nuestra curiosidad que de una funci贸n pr谩ctica y, aunque tratemos de consolidar esta rama del saber lig谩ndolo con la conciencia hist贸rica y la identidad, la historiograf铆a actual lleva a cabo esa funci贸n de manera m谩s bien secundaria. Gran parte de la poblaci贸n no aprobar铆a un examen de historia. Muchos de los estudiosos se enfocan en culturas ajenas al lugar donde nacieron (a menos que generalicemos y digamos que nacimos en el planeta Tierra).
Fuente:
-Abarz煤a Victoriano, F. (2016). El olvido de la historiograf铆a ind铆gena americana. Theuth, Revista de humanidades, Num. 2, segundo semestre 2016, p谩gs. 29-44.
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Principales fases de la investigaci贸n arqueol贸gica
El arque贸logo, adem谩s de hacer investigaci贸n, tambi茅n se dedica a la conservaci贸n de los bienes que se han rescatado y estudiado, ya sea porque pueden ser de nuevo analizados en un futuro y se requiere mantener su integridad, o para ser expuestos y contribuir as铆 a la divulgaci贸n, que dicho sea de paso, es otra de las tareas del arque贸logo, junto con la docencia.
Sin embargo, me centrar茅 ahora en el trabajo de investigaci贸n. Este lo podemos catalogar en: trabajos de salvamento, que es cuando el desarrollo actual amenaza con destruir los vestigios del pasado y se requiere un estudio del 谩rea afectada antes de que se convierta en centro comercial; de rescate, que es cuando se reporta que en plena obra hay un yacimiento de inter茅s y detienen moment谩neamente los trabajos para que se recupere lo posible, trabajando a todo gas; y proyecto arqueol贸gico.
Este 煤ltimo tipo es en el que solemos pensar cuando se trata de investigaci贸n, ya que puede desplegar el arsenal de herramientas disponibles, se cuenta con mayor tiempo y se lleva a cabo por inter茅s de un organismo o investigador, m谩s que por la presi贸n del avance de una civilizaci贸n sobre otra.
En un primer momento, se debe realizar una labor de investigaci贸n documental. A lo largo de los siglos, han quedado huellas de actividad humana en muchos sitios, pero ser铆a un desperdicio de recursos iniciar una excavaci贸n donde apunte la pala. Es necesario informarse sobre lo que ya se sabe acerca de la zona. Esto tambi茅n le brinda viabilidad a la propuesta de trabajo que se plantear谩 a los patrocinadores del proyecto.
Una vez que tenemos una idea de lo que podemos encontrar y contamos con una hip贸tesis de trabajo, pasamos al trabajo de campo. Esta es la parte m谩s emocionante para muchos, ya que las posibilidades que ofrece mantienen al investigador a la expectativa, con un dejo de aventura, aunque con un arduo trabajo f铆sico y quiz谩s poca comodidad disponible.
Una recolecci贸n de material en la superficie ser铆a un primer paso en esta etapa. Ello nos brinda informaci贸n sobre lo m谩s reciente, as铆 como sobre las caracter铆sticas del terreno. Asimismo, debemos prospectar el 谩rea, para as铆 saber si existen m谩s aspectos arqueol贸gicos a considerar cuando llevemos a cabo el estudio. Vamos, que en mi casa pudieron haber vivido quince familias antes que yo.
La parte m谩s fascinante del trabajo de campo es la excavaci贸n. No obstante, debemos recordar siempre que esta en s铆 es una actividad destructiva, por lo que debemos realizarla con el mayor cuidado, registrando cada etapa de la misma. Esto porque no son solamente los objetivos los que nos aportan informaci贸n, es tambi茅n su colocaci贸n. En muchas ocasiones, el contexto es lo que nos resulta m谩s interesante.
Una vez que se haya recuperado el material en el campo, se procede al trabajo de laboratorio. Puede resultar cansino para muchos, pero es la parte que arroja la mayor informaci贸n. Es tambi茅n aqu铆 donde hay m谩s probabilidades de colaborar con expertos en otras disciplinas, cada uno aportando su conocimiento y perspectiva. Mientras m谩s rica haya sido la excavaci贸n, mayor ser谩 el tiempo que hay que dedicarle en el laboratorio.
Todo este trabajo se ver铆a empobrecido si no llev谩semos un registro puntual, paso a paso. Las memorias del proyecto van guiando al lector por el mismo camino que nosotros seguimos, proporcionando as铆 nuestro punto de vista para una mayor comprensi贸n de los resultados.
De igual forma, debemos enlazar los hallazgos con otra informaci贸n pertinente. El trabajo interpretativo es lo que enriquece la labor del arque贸logo, permiti茅ndole visualizar la verdadera profundidad de lo que ha encontrado. Es, a fin de cuentas, lo que da frutos en la investigaci贸n, al brindar por fin el conocimiento sobre la cultura cuyos restos se han estudiado.
Finalmente, se procede con la divulgaci贸n. Esta etapa es la que avala el trabajo realizado, permitiendo que el p煤blico aprenda con nuestro trabajo. Ser铆a est茅ril dejar toda esa informaci贸n pudrirse en una carpeta. Mientras lleguemos a m谩s personas, m谩s habremos enriquecido el corpus general de conocimiento. Recordemos que la ciencia la hacemos entre todos y cada grano de arena importa.
El trabajo del arque贸logo es bastante m谩s complejo de lo que parece desde fuera. No es saltar a una zanja a sacar figurillas de barro, requiere de una metodolog铆a que permita no s贸lo comprender lo que se est谩 haciendo en todo momento, sino recuperar la mayor cantidad posible de informaci贸n en un proceso que no se puede repetir.
Asimismo, este trabajo complejo da cabida a la participaci贸n de profesionales de m煤ltiples 谩reas. No todos podremos estar all铆 durante la excavaci贸n, dado que, al igual que una escena del crimen, se debe tener sumo cuidado, pero s铆 podemos colaborar en las dem谩s etapas del proyecto.
De la mano con lo anterior, tambi茅n se debe desmitificar la figura del arque贸logo. S铆, una buena condici贸n f铆sica ayuda bastante, as铆 como una buena capacidad de adaptaci贸n, pero no son condiciones que impidan la participaci贸n de personas con otros perfiles. Se puede trabajar en otro de los diversos momentos del proyecto, con base en las propias fortalezas y talentos.
Fuentes:
-Vega Centeno, R. y Lafosse, S. (2016) Gu铆a de investigaci贸n en letras y ciencias humanas, Arqueolog铆a. Pontificia Universidad Cat贸lica de Per煤.
-Criado Boado, F. 驴Qu茅 es un arque贸logo? 驴Qu茅 es la arqueolog铆a? Revista de arqueolog铆a.
-Carl铆n Vargas, L. H. (2019) Cap铆tulo 5. Los pasos de la investigaci贸n arqueol贸gica. Recuperado de https://zonafranca.mx/opinion/hablemos-de-arqueologia/los-pasos-en-la-investigacion-arqueologica/
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historestudiante 2 years
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Comentarios acerca de la conferencia "Marx y la historia"
La lectura consiste en una conferencia dictada por Eric Hobsbawm en el marco del Centenario de Marx. En 茅sta, se hace un sumario de las principales aportaciones del autor a la Historia como disciplina.
Como parte del curso de Historiograf铆a contempor谩nea, es importante conocer a una de las figuras que m谩s influencia han tenido sobre la manera en que percibe y, por lo tanto, se registra la historia.
Si bien el trabajo de Marx en pocas ocasiones puede considerarse como propio de un historiador, siendo Engels quien incursion贸 m谩s en esa faceta, ciertamente ha dejado huella en la manera como se analizan los hechos que aborda esta disciplina.
La historia no es solamente una relaci贸n de los acontecimientos suscitados en el seno de una cultura. Es la memoria que tenemos de ellos. De este modo, a煤n cuando el evento que se estudia haya concluido, seguiremos revisando los registros para comprenderlos y relacionarlos con nuestro presente, cambiando as铆 la interpretaci贸n que se hace del mismo. Es por ello que Marx resulta tan relevante para esta rama del saber.
Entre sus principales aportaciones se encuentra el concepto de proceso de producci贸n, que podemos entender como el complejo de relaciones interdependientes entre naturaleza, trabajo, labor y organizaci贸n social. Esto es relevante para entender su visi贸n materialista de la historia, donde es la vida y sus condiciones materiales lo que determina la estructura social y su ideolog铆a.
De la mano con lo anterior, vienen los modos de producci贸n, que configuran la estructura econ贸mica de una sociedad y constituyen la forma de generar los medios materiales necesarios para la subsistencia. Dado que 茅stas van evolucionando, en gran medida por los avances de la tecnolog铆a, se pueden emplear como categor铆as para estudiar el nivel de evoluci贸n de una cultura.
En estos modos de producci贸n, existe una clase productora, que genera m谩s de lo que consume, y otra que gestiona estos productos mediante la dominaci贸n social, que se legitima culturalmente. Este mecanismo da lugar a una constante lucha de clases, un importante motor de la historia.
Si bien la idea del materialismo hist贸rico se antoja determinista, con muchos huecos por llenar y por ello, f谩cil blanco de cr铆ticas, debemos tener en cuenta que Marx y sus adeptos no pretenden ignorar la enorme complejidad de factores que influyen en la vida humana. No es lo mismo una cultura que exista en relativo aislamiento a otra que interact煤a con sus vecinos y se enriquece tecnol贸gica e ideol贸gicamente de ellos.
Estos conceptos han contribuido a dar una lectura a los hechos hist贸ricos. Recordemos que esta disciplina emplea en gran medida la narrativa para dar sentido a los diversos acontecimientos, que de otra manera ser铆a solamente una l铆nea de tiempo. Gracias a la influencia de Marx, tenemos un marco que funge como punto de partida para una mayor comprensi贸n de nuestro pasado.
Fuentes:
Hobsbawm, E. (1983) Marx y la historia. Cuadernos pol铆ticos, n煤m. 48. Ed. Era, M茅xico D.F., 1986.
Bajoit, G. (2014) Relaciones de clases y modos de producci贸n: Teor铆a y an谩lisis.
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historestudiante 2 years
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Las cuevas de Cantabria
Saludos.
En esta ocasi贸n ha tocado realizar una visita virtual a las cuevas de Cantabria, con el prop贸sito de explorar sus muestras de arte rupestre. Si consideramos a la historia como un registro de la memoria humana, es necesario comenzar por las huellas m谩s antiguas que hemos dejado de manera deliberada.
El arte parietal nos s贸lo constituye una forma de expresi贸n, quiz谩 con alg煤n fin est茅tico, dejado por nuestros antepasados; es tambi茅n un testimonio de su estilo de vida, del mundo que habitaban y de lo que consideraban valioso.
En la cueva del Chufin encontramos algunas de las muestras m谩s recientes de arte rupestre en la regi贸n, datadas en un per铆odo de alrededor del 18 mil a. C. Se compone de elementos simb贸licos como las nubes de puntos y representaciones zoo y antropom贸rficas.
No hay un per铆odo espec铆fico para la realizaci贸n de las pinturas, abarcando, probablemente, varios miles de a帽os, plasmando as铆 las aportaciones conjuntas de varios per铆odos de ocupaci贸n humana.
La cueva de Las Monedas, por otro lado, contiene trabajos realizados en un per铆odo m谩s espec铆fico y reducido, mostrando bastante consistencia en la calidad de las representaciones, as铆 como en las t茅cnicas empleadas.
Dicha cueva, cabe mencionar, recibe este nombre a ra铆z de unas monedas del siglo XVI que se hallaron dentro, ya olvidadas o dejadas ah铆 a prop贸sito.
Lo que podemos admirar en la cueva del Pendo es principalmente un mural que resulta bastante ilustrativo de la fauna de un peri贸do m谩s bien fr铆o en la regi贸n.
Se caracteriza por cierta homogeneidad en cuanto a tem谩tica se refiere, con figuras de animales de vientre abultado y rellenas con color ocre.
La cueva del Castillo es quiz谩 la m谩s conocida y la que goza de mayor relevancia cient铆fica, ya que en su interior encontramos las muestras m谩s antiguas de arte rupestre de las que se tiene registro.
Entre los trabajos que se han encontrado podemos apreciar tanto mano de obra Neanderthal como Sapiens, lo que se帽ala diversos momentos de ocupaci贸n en la cueva. Ah铆 se han hallado tanto herramientas como representaciones art铆sticas, tales como figurillas de piedra, hueso y asta, o murales con toda la variedad conocida de t茅cnicas pict贸ricas.
La variedad de temas y de elementos representados, as铆 como la calidad de las labores, resultan bastante interesantes para comprender a los grupos humanos que hicieron de este lugar su refugio. Admirar estos trabajos nos invita a imaginar a quienes los llevaron a cabo.
Dado que no hay otro registro de ellos m谩s que sus pinturas o herramientas, debemos reconstruir su mundo auxiliados de la fantas铆a y la empat铆a. 驴Tendr铆an estas personas una intenci贸n ceremonial, dotando a los murales y al lugar en s铆 de un significado m铆stico-religioso? 驴O quiz谩s se trataba de naturalistas en ciernes, que gustaban de estudiar su entorno y dejar un testimonio de lo que iban encontrando en su paso por la zona? Incluso podr铆amos pensar en algo m谩s profano y comparar sus motivaciones con las de los modernos grafiteros.
Hallar tantas preguntas como respuestas posibles es una de las partes m谩s fascinantes de la investigaci贸n cient铆fica. Es imposible saber ahora si alg煤n d铆a tendremos respuestas veraces a estas interrogantes, pero ciertamente no quedar谩 por falta de intentos.
En conclusi贸n, puedo decir que visitar estos lugares me transporta a una 茅poca antes de la historia, donde las huellas son contadas y que dejan una huella m谩s bien cr铆ptica. Las herramientas con que contamos para descifrar estos misterios son m谩s limitadas y ponen de manifesto la dificultad de la labor que realizan los historiadores para armar las piezas de este rompecabezas.
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historestudiante 2 years
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Visita virtual a la Antigua Grecia
Saludos.
Como estudiante de la Especialidad en historia y arqueolog铆a maya, tengo varios deberes que realizar como parte de mis asignaturas. En esta ocasi贸n, he visitado, de manera virtual, dos sitios arqueol贸gicos: una vista a茅rea de Atenas y las ruinas de Knosos. El objetivo no se limita a conocer diversos sitios, aunque ya sabemos que viajar ilustra, sino que tambi茅n debemos profundizar en c贸mo estas visitas impactar谩n en nuestra formaci贸n.
Comenzar茅 diciendo que es la primera vez que recurro a esta tecnolog铆a para visitar otros lugares, ya que fuera de haber abierto Google street view por curiosidad, nunca hab铆a tenido inter茅s en ver sitios virtualmente. Siempre he pensado que un lugar se conoce con los cinco sentidos y m谩s, por lo que, si bien mi repertorio de sitios visitados es muy limitado, me siento satisfecho con cada uno de ellos.
Por otra parte, si algo nos ha dejado la pandemia, es la necesidad de explorar otras formas de relacionarnos, no s贸lo entre nosotros, sino con nuestro trabajo y nuestro entorno en general, aprovechando todos los medios y herramientas disponibles.
驴Qu茅 he podido conocer mediante estas visitas? Empecemos por Atenas. La opci贸n que eleg铆 ofrece una vista panor谩mica a 360 grados de la ciudad, desde la mism铆sima Acr贸polis. Para ello, nos ubicamos a vista de p谩jaro, montados en un helic贸ptero que sobrevuela el sitio a diez metros de altura.
Resulta sencillo imaginar por qu茅 los antiguos griegos escogieron este sitio para erigir templos dedicados a sus principales deidades. La panor谩mica resulta espectacular. Nos s贸lo es posible admirar cada rinc贸n del 谩rea circundante, sino que podemos ver incluso el mar. Claro, antes no contaban con helic贸pteros, pero supongo que el puerto a煤n resultar铆a visible.
El complejo de edificaciones que integran la Acr贸polis, contemplado desde arriba, ofrece una idea del orden que buscaban dar los griegos a su mundo. El pasar de miles de a帽os, y los estragos causados por guerras y desastres naturales, no han mermado su encanto.
Personalmente, me causa m谩s impacto admirar lo que ha sobrevivido que lo que simplemente se ha hecho. Es decir, que si bien me habr铆a encantado ver los edificios nuevos, llenos de vida, en pleno funcionamiento, me fulmina la idea de todo lo que ha ocurrido en estos sitios y que se mantengan en pie, al menos en parte. Son un testimonio de lo que valoramos o que hemos revalorizado.
Knosos, a su vez, la he conocido a trav茅s de un cat谩logo de fotos en 360 grados, s贸lo que tomadas a ras de suelo. En 茅stas se puede admirar el palacio y sus alrededores. Me sorprende la similitud entre el estilo arquitect贸nico mic茅nico y el actual. En muchos casos, si no supiera que estaba contemplado las ruinas de una antigua ciudad cretense, creer铆a que esta viendo un complejo habitacional actual en proceso de construcci贸n.
Las labores de conservaci贸n y reconstrucci贸n nos permiten admirar los frescos a todo color, lo mismo que la fachada de una cara del palacio, facilitando que imaginemos c贸mo era este lugar en su apogeo. Asimismo, la conservaci贸n de objetos tan mundanos como las 谩nforas, le da un toque m谩s vivo a las ruinas de una civilizaci贸n que contribuy贸, sin saberlo, a configurar el mundo en que ahora nos desarrollamos.
Pero fuera de ayudarme a conocer lugares que tal vez nunca visite en persona, 驴c贸mo me ayuda 茅sto en mi formaci贸n? Pues bien, por una parte, los medios virtuales son una herramienta que me brinda mayor libertad de acci贸n que s贸lo ver fotos o documentales. Aqu铆 yo decido c贸mo me muevo y a qu茅 le dedico m谩s tiempo, sin problemas de horarios o hacinamiento de turistas.
Tambi茅n es importante resaltar que al ver las ruinas de 茅stas civilizaciones, es posible establecer paralelismos con las que exist铆an del otro lado del charco. El lugar privilegiado de la clase gobernante, la mezcla entre religi贸n y pol铆tica, y una arquitectura que nos habla de su visi贸n del mundo, buscando replicarla en nuestra realidad m谩s terrenal.
En conclusi贸n, la existencia de los sitios arqueol贸gicos permiten al visitante conectarse m谩s ampliamente con el pasado, a煤n si la visita es virtual, comprendiendo mejor c贸mo era la vida en 茅stos lugares y momentos de la historia humana. Sin importar el a帽o o latitud, todos somos personas.
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