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Kaeluc Dominio
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kaelucdominio · 1 year ago
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Descripciones de violencia gráfica - Diluc/Kaeya (Genshin impact) -Kaeya/Diluc (Genshin impact) -AU moderno con magia - semi A/B/O - dinámica alpha - Dead dove: Do Not Eat -Blood -hurt/confort - menciones suicidio/depresión -escenas eroticas y/o sexuales +18
CAPITULO 3 -PARTE 2
“Consentimiento”
El peliazul, que se habia presentado bajo el nombre de Kaeya estaba intentando escuchar detras de la puerta del despacho donde la mujer llamada “Rere” y Diluc se habian encerrado de golpe.
Kaeya podia sentirse molesto a la horade que esa desconocida estuviera junto a su pelirrojo y que ella estuviera discutiendo con él, pero ni un solo sonido salía de aquel despacho y sin embargo tampoco se olia las feromonas de ellos.
Asi que al final acabo lloriqueando, dando con su manita en la puerta para intentar saber que estaba pasando.
Despues de varias horas, ellos abrieron la puerta, encontrándose frente a frente a él.
—Eh… esto… -dijo Kaeya sintiendose avergonzado al ser pillado de esa manera
—No te disculpes, era de esperar que te estuvieras intentando saber que pasaba -dijo aquella mujer dando un suspiro pesado —Perdon por haber actuado de esa manera… no quiero que nadie le haga daño a Diluc
—¿Y cuando piensas en preocuparte de ti? -dijo Diluc molesto
La chica se encogió de hombros.
—Ya sabes que hace mucho que por mi no hace falta preocuparse…
—¿Acaso tu tienes un…? -pregunto Kaeya sacudiendo sus orejas
La chica se comenzo a reir.
—Que inocente… -dijo ella dandole unas palmaditas sobre su hombro —por esta vez te lo dejare pasar… pero como hagas algo sin consentimiento a Diluc… -dijo con tono amenazante
—Rere… -le pidió Diluc
—Bueno, yo me marcho -dijo ella con una sonrisa volviendo a darle una palmadita a un asustado Kaeya —A cualquier cosa me avisas
—Cuídate Rere
La chica se despidió, recogió su maza y se la llevo, marchandose del piso dejándoles a los dos solos.
Kaeya miro a Diluc despues de haberse sobrepuesto del miedo que le habia causa, miro a Diluc con la cabeza agachada junto a sus orejas.
—Diluc… yo…
El pelirrojo le agarro de la oreja haciéndole que chillada de dolor pero no dijo nada, porque sentia que se lo merecía. Cuando lo solto, se froto la oreja con lagrimas en los ojos.
—… perdon… yo…
—Te quedaste sin comer conmigo -dijo Diluc bastante molesto
—¡¡Nooooo!! - protesto con la cola entre las piernas lloriqueando
—Te lo mereces, eres un mal alfa
—¡Por favor, Diluc! ¡Se que he sido un mal alfa pero es que nunca me habia comportado asi!
Diluc alzo una ceja con los brazos cruzados sobre su pecho, dudando de su palabra.
—Te lo prometo, por favor Diluc… me daban drogas y demas para que mi alfa no diera la cara… nunca tuve celos y… no se como comportarme…
Kaeya rompió en lagrimas llorando.
—Por favor… Diluc… te lo prometo… me habia abandonado a un olor que encontré en tu piel… lo siento Diluc… te lo prometo…
Kaeya no dejaba de llorar, con sus orejas estaban aplastadas contra su cabeza, la cola estaba entre sus piernas; se le veía bastante destrozado, sus feromonas se olían rotas en su corazón.
—… esta bien… te creo -dijo Diluc soltando un suspiro profundo
Kaeya alzo las orejas, sin creerse sus palabras. Le temblaba el labio, apenas respiraba y las lagrimas volvían a salir de sus ojos mientras las piernas le fallaban, queriéndose poner de rodillas ante él.
—¡¿Eh?! ��Kaeya, ¿que haces?!
—… no merezco tu perdon… no me lo merezco… -lentamente se iba cada vez mas hacia abajo mientras se aferraba a las ropas de Diluc mientras lloraba
—¡Levántate! ¡No puedes ponerte de rodillas! ¡Kaeya, tus puntos!
Diluc intentaba sostenerlo como podia, notaba como estaba temblando entre sus brazos mientras se deshacían en lagrimas.
No le quedo otra.
Lo agarro del cuello del pijama con fuerza y le planto un brusco beso en los labios mientras liberaba sus feromonas. Kaeya se quedo sorprendido por ese gesto en un principio pero luego, poco a poco se iba calmando sintiendose como casa con sus labios y sus feromonas.
Una vez que se sintio que él se encontraba mejor, se separo, sonrojandose debido a que no se esperaba lo que habia hecho.
—Diluc… ¿acaso tu eres?…
Diluc le tapo la boca avergonzado, haciendo que Kaeya entendiera que, eso que iba a decir, era algo que mantenía en secreto.
¿Por que debía de esconder eso más allá de que él estuviera sin reclamar?
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kaelucdominio · 1 year ago
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CAPITULO 3 -PARTE 1
“Consentimiento”
Diluc se habia estado sintiendo tan cansado que se habia dormido horas en la cama.
Aquello que habia pasado lo habia causado en el una desconexión total de su fierro estado de vigilancia y trasiego que habia acabado rendido en el colchón sin pensar, que el peliazul, al cual habia rescatado, lo habia masturbado sin haber pedido su consentimiento, movidos por las feromonas y el momento.
Diluc estaba escuchando un timbre de puerta sonar de manera insistente.
“Ring, ring”
—Que pesadilla… -penso Diluc en sueño
“Ring, ring”
—Ese cartero se puede ir a la mierda… -penso Diluc aun durmiendo
“¡¡BAM BAM!!”
Aquellos golpes en la puerta hicieron que tanto él como el peliazul pegaran un brinco de la cama del sobresalto que habian tenido. Quien estaba aporreando la puerta parecia querer tirarla abajo.
—¡¡Diluc Ragvinir!! ¡¡Contesta, carajo!!
Aquella voz femenina que resonaba detras de la puerta hizo que Diluc palideciera, desconcertando al peliazul.
—¡¡Se que estas ahi!! ¡Sabes que no puedes esconderte de mi! ¡Puedo olerte a pesar de todo!
—¡Rere! -exclamo Diluc pero al segundo, el peliazul le tapo la boca
—¡Hombre, por fin contestas! ¡Menos mal! ¡Tienes a todos asustados, llevas dias sin aparecer!
Despues de esas palabras, la mujer se mantuvo en silencio por un rato largo. El peliazul gruño molesto mientras seguía tapándole la boca a Diluc para que no dijera nada mas.
—Diluc… ¿estas con un alfa?… -pregunto la mujer desde detras de la puerta
Diluc sintio que se le helaba la sangre, mirando al peliazul que le mantenía la boca tapada, dandose cuenta que se habia recuperado lo suficiente para volver a mostrar su genero secundario. El olor a alfa inundaba la habitación por completo y penso que habia pasado algo mas de que lo hubieran masturbado sin consentimiento.
El peliazul gruñia mas furioso; su cola estaba esponjada y su gesto era agresivo mientras le retenía tapandole la boca.
—Diluc… ¿el vino se avinagro? -pregunto la voz femenina detras de la puerta
Diluc se mantuvo callado pero el peliazul no lo advirtio, solo esperaba que se mantuviera callado esperando a que se fuera de alli.
Pronto, se escucharon pasos alejándose de la puerta en silencio.
El peliazul solto al pelirrojo, resoplando al ver que se habia marchado; pero Diluc dio el salto, saliendo de la cama y comenzando a vestirse con rapidez.
—Diluc… por favor, déjame explicarte… yo…
—¡No hay tiempo! ¡Como no la frene, va a derribar la puerta! -dijo poniendo su camisa dentro de los pantalones
El peliazul se volvio completamente palido.
La expectativa de que alguien completamente desconocido para él fuera a por algo para derribar la puerta del piso se le hacia algo irreal pero si el pelirrojo se asustaba, era algo importante.
Se escucho un boom fuerte que hizo que volvieran a saltar de nuevo y Diluc salio corriendo como loco hacia la puerta de entrada, abriéndola. El peliazul estuvo escuchando atentamente escuchando, extendiendo sus orejas lobunas.
—¡Rere!
Despues de las palabras de Diluc, hubo un gran silencio; el peliazul estuvo intentando olfatear el aroma de la desconocida pero era imposible.
—Rere…
—Ya hemos hablado de esto… sabes al peligro que te expones
—Lo sé pero es que…
—Espera… ¿de quien me suena ese olor?…
—¡No lo digas asi! ¡Parece otra cosa!
—Ya se que me esta escuchando… ya sabes que todos los alfas son los únicos en tener habilidades animales… mmmm… parece que estas bien…
—Si, si… asi que por favor… baja esa maza
Al escuchar que llevaba una maza en sus manos, el peliazul se levanto como pudo de la cama y fue medio saltando hacia la entrada del piso.
Diluc fue a por él antes de que se cayera al suelo y aquella desconocida levanto la maza para atacar al alfa en unos segundos pero reacciono dandose cuenta que el peliazul estaba aun recuperándose.
—Oh dios Diluc, con razon me pediste tantos medica…
Aquella mujer rechoncha de cabello corto castaño contuvo la respiración al ver el aspecto del alfa y despues miro a Diluc.
Diluc no se sentia capaz de explicar todo. Entendia la reaccion de ella al ver al peliazul pero necesitaba que le entendiera a él.
—Rere… entiéndeme, yo…
—Ho… hola… perdon si te hice preocuparte por Diluc, pero estábamos algo asustados -dijo el peliazul, intentando calmar el ambiente —Permíteme que me presente, mi nombre es Kaeya
Diluc y la mujer miraron al peliazul abriendo sus ojos de par en par ante las palabras de él.
La peor pesadilla del pelirrojo habia sucedido.
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kaelucdominio · 1 year ago
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CAPITULO 2- PARTE 4
“Confianza”
Diluc abrio sus ojos al ver como el peliazul se acabo inclinando sobre él y enterró su rostro en su cuello mientras su mano subio por su espalda hasta la altura de sus omoplatos arrugando su camisa.
El peliazul notaba en su pecho como el corazón del pelirrojo estaba bombeando con fuerza dentro de su pecho. Al principio era rapido y de manera alocada pero poco a poco fue tornando a unos suaves latidos lentos y calmados; que hicieron que el peliazul sonriera ronroneando, hundiendo su nariz en su cuello y tomando una gran respiración, llenando sus pulmones del olor de su piel.
Aquel olor, tan escaso y tan preciado, hacia que quisiera perderse en el intentando averiguar a que olia.
Diluc emitió un suspiro calido al sentir como aspiraba su aroma y él se enterró en su corto cabello mientras sus manos abrazaban su espalda soltando la toalla sobre la cama, pues necesitaba aferrarse al cuerpo del peliazul.
El joven desconocido agitaba la cola, tamborileando sobre el colchón, sintiendo una emoción creciendo en su vientre al ir captando apenas la nota de su aroma.
El pelirrojo se sentia derretir mientras el otro le olfateaba su piel, olvidándose de todo y dejándose llevar por un instinto olvidado hacia tiempo.
El peliazul agudizo sus orejas, tensándolas para captar los suaves suspiros de los labios del pelirrojo, que estaba alimentando el sentimiento que estaba creciendo en él; queriendo escucharlo mas aun.
Envalentonado, sus labios se rozaban con mas o menos profundidad sobre la piel de su cuello que habia descubierto al hundir su rostro dentro del cuello de su camisa; deleitándose por el sonido que emitía el pelirrojo mientras sentia cada suave vello y poro contraerse erizándose.
Diluc se tenso al sentir como se estaba erizando al sentir las cosquillas que sus labios estaban provocándole pero solo fue capaz de aguantar los sonidos que querían escapar de sus labios.
Hasta que al sentir la boca del peliazul abrirse y lanzarse contra su cuello, atrapándolo con sus labios provocando que se le escapara un gemido a viva voz.
El peliazul le agarro del brazo apartándose ante aquel sonido que habia escuchado de golpe sorprendiéndolo y Diluc estaba en shock mirando a los ojos bicolor del lobo cuya cola estaba erizada ante la sorpresa de lo ocurrido.
Pero antes de poder hablar, Diluc lanzo un gruñido al sentir su espalda ahora tocando el colchón de su cama de golpe.
—¡Oye, ¿que estas…?! ¡Arggg!
Diluc cerro sus ojos al volver a tener al peliazul sobre él besando su cuello mientras su mano estaba apoyada sobre su hombro, empujándolo contra el colchón para no dejar que se levantara.
—¡Ahhhh! ¡E…espera!… ¡los puntos!…
Pero el peliazul le ignoraba por completo, usando su cuerpo para bloquear que pudiera moverse mientras seguia besando su cuello de manera pasionada.
Diluc sentia que estaba perdiendo el control de si mismo, sintiendose cada vez mas excitado, en parte por el muslo del lobo entre sus piernas y lo bueno que era tocando los puntos que lo excitaban en su cuello con su lengua y sus dientes que rozaban su piel.
El calor iba invadiéndole mas y mas, haciéndole gemir y temblar. El agarre de sus manos aferradas a la parte superior del pijama que usaba el peliazul, que estaba aun desabrochada; fueron aflojando su tensión, dejándolas sobre su espalda.
El lobo libero el hombro del pelirrojo al notar que estaba cediendo a la sumisión y comenzo a soltar botón tras botón, dandole mas territorio libre al cual disfrutar con su boca, haciendo que estallara pequeñas notas del aroma de él que extasiaban su nariz.
Diluc habia perdido el control del que siempre habia hecho gala y ahora gemia descontrolado bajo él.
El peliazul mientras iba devorando su cuerpo, su mano alcanzo el bulto que se habia formado en los pantalones del pelirrojo, sacando de su garganta un gemido ahogado junto a un temblor completo de su cuerpo, que hizo que el lobo que habia en el interior del peliazul gruñera satisfecho.
Su mano se hundió dentro del pantalon, tomando aquel palido y rosado miembro duro rodeado de una suave capa de vello rojizo en la base, para sacarlo de su prisión y sin dudarlo, comenzo a masturbarlo con gran abandono a tener piedad o delicadeza; muerto de deseo de escuchar aquellos gemidos que salían de la garganta del pelirrojo.
Diluc temblaba de indefensión, porque por mas que queria pararlo, lo que habitaba en él lo ataba para que no pudiera intentar parar lo que le estaba haciendo peliazul; que movia su mano a lo largo de su longitud, que se habia mojado rapidamente con su propio liquido preseminal.
—Diluc… -gruño con oscura voz
—¡¡Ahhh!!… ¡Kaeya…! ¡¡Ahhh, Kaeya…! ¡Kaeya!
El peliazul al escuchar aquel nombre en los labios del pelirrojo, no pudo evitar gruñir molesto, masturbandolo de forma mas agresiva mientras sentia sus colmillos crecían babeando de las ganas que tenia de morderlo hasta que, a pesar de haberse corrido sobre su mano gimiendo aquel nombre, no dejo al pelirrojo tranquilo todavía.
—…¡ahh!… para… para por favor… ¡ahhh!… -le suplicaba mientras su cuerpo se sacudia
El peliazul gruño enojado, soltando su miembro muy en su contra. Diluc acabo dando un suspiro al sentir su estimulado miembro libre, soltando algunas gotas de su esperma sobre su pelvis mientras se hundía contra el colchón perdiendo el conocimiento.
Los ojos del peliazul brillaban en la habitación a pesar deque estaba iluminada, sintiendo una sensación de posesión en su pecho que lo estaba abrumando demasiado.
No sabia quien era ese “Kaeya” en la cual, el pelirrojo estaba pensando mientras lo masturbaba pero lo molestaba de una sobremanera brutal.
Miro su mano manchada de la corrida que habia tenido Diluc cuando lo masturbo y sacando su lengua, lamio todo hasta recoger cualquier resto que habia sobre su piel oscura, saboreando el sabor salado único del pelirrojo, memorizándolo y haciendolo suyo en cierta manera.
—… yo voy a ser ese Kaeya… -dijo en un murmullo oscuro mientras le observaba, decidido a no dejarlo escapar.
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kaelucdominio · 1 year ago
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CAPITULO 2 - PARTE 3
“Confianza”
El peliazul miraba a todos lados sin saber que hacer, queria pedirle ir hacia atras y no darle tanta confianza pero el sonido del grifo llenando el balde con agua llenaba sus oidos corroborando que acabaría labrado aunque no quisiera.
—Siento la tardanza -dijo Diluc volviendo un una toalla y el balde lleno de agua —queria asegurarme que la temperatura fuera la adecuada y encontrar una toalla suave…
—¡Ahh! Eh… si… esta bien…
—¿Mmm? ¿Hice algo mal? -pregunto Diluc al verlo nervioso
—Eh, no… no…
—Oye…
Diluc apoyo el balde en la mesita de noche, dejando la toalla dentro del balde para que comenzara a mojarse del preparado y se sentó al borde de la cama. Vio el rostro incomodo del peliazul, que no levantaba su vista de las sabanas y tenia sus manos apretando nervioso la ropa de cama.
—Se que debes estar pensando que quizás estas confiando en mi demasiado… pero si queremos que mejores, necesitas mantenerte aseado… -levanto su mano y acaricio su mejilla con cuidado, queriendo ser delicado con él —¿me lo permites, por favor?
El peliazul estaba indeciso, era demasiado para él y sabia que tenia razón; pero lo habian traicionado tantas veces que no se fiaba nada.
—… esta bien -musito casi que parecia que no podia escucharse
—Gracias
Diluc le ayudo a tumbarse suavemente sobre el colchón y despejo las sabanas con cuidado, el peliazul le miraba mientras tragaba saliva con bastantes nervios.
—Voy a ser bastante cuidadoso e ire despacio… no te preocupes si algo se moja, el colchón esta protegido para no mojarse
—¿Acaso mojas la cama? -le miro el peliazul preocupado
Diluc levanto la cabeza ante su pregunta.
No queria confesar la verdad de ello.
—¿Nunca has tenido un accidente desayunando en la cama?
—No… que yo recuerde… ni siquiera creo haber desayunado en la cama…
—Serás mentiroso…
—¡Oye! -el peliazul se enojo pero despues, aplasto las orejas al recordar que en estos dias, Diluc le había traído el desayuno a la cama —perdon… se me olvido
—Bueno… -dijo aclarando su voz —pues para evitar tener que blasfemar si se me derraba algo de café, eso ayuda a evitar que sea peor el accidente… es horrible sacar a la luz una mancha de esas de un colchón
—Entiendo
Diluc llevo sus manos a los botones de la parte de arriba del pijama que llevaba el peliazul y comenzo a desbotonarlos con cuidado, haciendo que el peliazul se sonrojara.
—¡No lo hagas asi! -exclamo nervioso
—…¿te hice daño o…? -pregunto Diluc confuso
—¡No es eso!… es que… parece… -comenzo a decir tartamudeando
—¿Parece? -seguia mas confuso
—Que estas intentando desnudar a una pareja… -dijo con voz baja avergonzado
—¡No pienses cosas raras! -dijo molesto empujando su frente mientras tenia las mejillas sonrojadas —¡solo quiero ser cuidadoso para no hacerte daño, recuerda que tienes un brazo en cabestrillo!
El peliazul protesto ante su empuje de su dedo indice en su frente, pero la verdad es que le ayudo a olvidarse de sus nervios por un momento; hasta que el sonido del enganche del cierre del cabestrillo hizo que los latidos de su corazón se pararan.
Diluc movio su brazo dañado a una postura cómoda sobre la cabeza del peliazul en movimientos lentos, haciéndole sentir desnudo al otro.
—Si que lo necesitabas… el sudor debajo del cabestrillo estaba siendo algo serio…
El pelirrojo tomo la toalla de dentro del balde y escurrió gran parte del agua con jabon para que quedara lo suficiente para poder limpiar su piel y se acerco con suavidad hasta apoyarlo sobre su piel.
El peliazul se estremeció ante el contacto pero la tibiez del liquido era agradable.
Diluc comenzo a mover la toalla húmeda con cuidado y delicadeza sobre su piel, dandose el tiempo para limpiar cada pequeño pliegue para despues enjuagar y volver a limpiar.
Mientras limpiaba suavemente su cuello, miraba el rostro desviado y sonrojado del peliazul y le parecia adorable verlo asi mientras él era cuidadoso de pasar por su nuca y sobre su garganta.
Luego sus ojos abandonaron su rostro mientras descendía lentamente por sus clavículas hasta el músculo de sus pectorales, teniendo muchisimo cuidado de procurar no incidir mucho sobre sus pezones, aunque no pudo evitar limpiarlos un poco. El peliazul se estremeció cuando la suave tela de toalla los rozo e intentaba concentrarse en no emitir ningún sonido.
Diluc fue descendiendo teniendo mucho cuidado en limpiar las heridas cosidas, manteniendo limpios pero secos los puntos que tenia; apuntando en su cabeza cuales estaban empezando a estar cerca de poder quitarlos.
Cuando el debil sonido de gimoteo llego a sus oidos haciendo que levantara la vista cuando su mano estaba al borde de la cinturilla del pantalon del pijama, cerca de la elevación de su pelvis.
Al levantar su rostro, se encontro con el rostro del peliazul jadeando y sonrojado, pero su aura parecia la de un alfa empezando a excitarse por las feromonas de un omega sin marcar.
El corazón de Diluc se encogió al verlo y sintio que sus mejillas se sonrojaran reaccionando ante su aura apretando la toalla en su mano.
En lo que parecio una eternidad, el peliazul retiro su mirada y uso su otra mano para tapar su rostro soltando un gruñido de enojo.
—Perdon… no crei que fuera tan sensible…
Diluc trago saliva y su mente volvio a donde se encontraban ellos dos; por un momento, habia perdido el control de si mismo.
—No… no te preocupes, no podia hacerlo de otra manera dado que tienes muchos puntos…
—Lo sé…
—¿Podras… ejem… podrás lavarte tu, en tu…?
—¿Eh?… ¡oh, si si; si que puedo!…
El peliazul sabia que habia empezado a ponerse algo tonto debido a las caricias de la toalla tibia sobre su piel, asi que agradecia que el pelirrojo se lo ofreciera. Diluc habia preparado la toalla y se la entrego con cuidado.
—Gracias…
—De nada…
Diluc se giro para no mirar mientras el peliazul se bajaba el pantalon para lavarse más cómodamente, refunfuñando al ver que su miembro estaba intentando poner duro.
—Diluc… por favor, háblame lo que sea… -le pidió porque el silencio estaba siendo incomodo
—¡Ah! ¡Si!… esto… hay algo que siempre quise preguntarte… pero sentia que no tenia derecho…
—¿A que te refieres? -pregunto mientras iba limpiándose
—A tu nombre… me cuesta trabajo no referirme a ti con un nombre y entiendo que no quieras decírmelo para proteger tu identidad pero…
—No tengo alguno…
Diluc se puso tenso al saber la respuesta.
—¿No tienes ningún nombre?
—No, por lo menos que yo recuerde…
—Entiendo… -Diluc agacho su cabeza, en parte decepcionado y en parte aliviado
—¿Te gustaría ponerme un nombre?
—¿Eh? Pense que querrías ponerte tú tu propio nombre…
—Mmm… quizás sea mejor. Capaz eres de ponerme algún mote ridículo…
—¡No iba a ponerte ningún mote! -protesto molesto
—Oh… no eres de esos que ponen motes cariñosos… -dijo subiéndose el pantalon y le daba la toalla
—¡Pues no! ¡Me parece una tontería!
—Ahora entiendo por que estas solo…
Aquellas palabras se sintieron como una puñalada en el pecho de Diluc, haciendo que agachara la cabeza y comenzo a llorar; como si el peliazul hubiera dado en un punto muy doloroso de él.
—Diluc… -comenzo a sentirse angustiado —yo no queria…
—Tienes razón… es lo que merezco, estar solo… -dijo enjuagando la toalla
—Diluc, no era mi intención, en serio…
—Solo has dicho la verdad…
—¡Basta!
El peliazul lo agarro de la muñeca frenándolo mientras sentia su sangre hervir molesto al verlo actuar de esa manera, Diluc levanto su rostro mientras el balde de agua habia caido al suelo derramándose.
Sus ojos contactaron mientras el peliazul iba calmando su respiración sin soltar su muñeca.
No iba a dejar que el malentendido siguiera adelante.
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CAPITULO 2 -PARTE 2
“Confianza”
Diluc suspiro sin saber como decirselo para que él no se preocupara pero se acabo dando cuenta que su suspiro era toda la respuesta que él peliazul necesitaba para saber que no estaba equivocado.
—Entonces, ¿me dejaras lavarte si almuerzo contigo?
—¡Bueno, bueno!… depende de como vayas a lavarme…. -dijo mientras seguia mirandole con desconfianza tapandose con un brazo el pecho
—Ey… no creas que voy a agarrarte, quitarte la ropa, por muy mia que sea y meterte en la ducha… -dijo con algo gruñon
—¿Eh? -murmuro confuso el peliazul
—¿Acaso no te acuerdas que ibas por la calle desnudo solo con una manta sucia?
—¡¡¿QUE?!! ¡YO NO SOY TAN PERVERTIDO! -exclamo avergonzado
—¡¿PERO QUIEN ESTA DICIENDO ESO?! -exclamo Diluc enojado —…tu estabas huyendo de alguien, asi que huiste con lo que tenias a mano… -dijo resoplando
—Jo… que verguenza… -dijo con las orejas aplastando sus orejas sobre la cabeza
Diluc levanto su mano hasta alcanzando su cabeza y comenzo acariciar su cabello con suavidad, para sorpresa del peliazul al sentir la yema de sus dedos siendo cariñoso con él y Diluc, al ver los ojos de él abrirse, retiro su mano avergonzado por haberse dejado llevar por sus sentimientos.
—Perdon… yo…
Pero para sorpresa de Diluc, el peliazul agarro la mano de él con necesidad y la llevo hasta su mejilla, apoyándola contra las cálidas yemas de sus dedos. Diluc contuvo el aliento, sintiendo que los latidos de su corazón pararse por unos segundos.
No podía creérselo y estaba sintiendo en su pecho como se estaba emocionando mientras sentia el tacto de su mejilla contra sus dedos, eran tan suaves y se sentia tan tibia.
Su corazón se estaba acelerando en su caja torácica cada vez mas.
Como si algo que llevaba dormido en su interior comenzaba a despertar.
Pero al ver las lagrimas caer de los ojos del peliazul resbalando por su tez oscura, sus instintos se activaron asustándose.
—¡Ey, ey! ¡¿Que paso? ¿Te hice daño? ¿Me he pasado? Dímelo por favor, yo…
—… echaba de menos sentir ser acariciado por alguien… -dijo el peliazul entre lagrimas.
Aquello hizo que el corazón de Diluc se sintiera quebrado. No solo por sus lagrimas que le ahogaba el pecho, sino sus palabras hicieron que se angustiara por completo al saber que era cierto que no lo habian estado tratando bien, antes solo eran conjeturas.
—Oye… ¿me darias permiso… para poder abrazarte… por favor? -pregunto con cierto temor, pensando que recibiría una negativa
Pero para su sorpresa, la respuesta del peliazul fue directamente apoyarse contra Diluc, abrazándose con el único brazo que tenia bien a su cuerpo y su mano se aferro a las telas de las ropas del pelirrojo.
Al segundo de sentir su cuerpo temblando contra su pecho, Diluc no dudo en envolverlo con sus brazos pegándolo contra su cuerpo abrazandolo con fuerza.
El peliazul alzo sus orejas con sorpresa al sentir sus brazos apresarlo, haciendo que sus instintos se activaran en modo panico debido a los recuerdos de las torturas que habia recibido, pero al sentir los latidos de su corazón contra su pecho, sentia que habia algo que lo saco de su estado; relajándose entre sus brazos y metiendo su rostro contra su cuello.
Mientras Diluc se sentia dichoso al estar recibiendo un abrazo de su parte y pudiendo abrazarlo a gusto; Kaeya no pudo evitar oler su piel y frotarse delicadamente contra el sedoso y largo cabello rojo que Diluc tenia.
El desconocido sentia que su olor lo estaba adormeciendo, era algo extraño pues nunca lo habia sentido, o por lo menos no lo recordaba, pero se sentia como si fuera algo que pudiera definir como “familiar”.
—Ey… ¿te estas durmiendo?… -pregunto Diluc al sentir como estaba acurrucándose contra su pecho
—¿Mmmm?… -el peliazul aflojo su agarre y se separo de él, ambos se sintieron algo mal al no estar el otro junto al otro —perdon…
—No, no te preocupes; es que pense que si necesitabas descansar, pense que estarías mas comodo en la cama…
—No, simplemente… es que… me estaba sintiendo bien -dijo rascandose las orejas algo avergonzado
—Eso son buenas noticias -dijo Diluc sonriendo
El peliazul se sonrojo al ver la sonrisa de Diluc, en su mente lo primero que penso era lo hermosa que parecia, sonrojandose al darse cuenta que habia pensado eso.
—Ire a preparar un balde con agua tibia para asearte
Diluc se levanto y el desconocido lo seguia con la mirada como se marchaba, para despues, horrorizado dandose cuenta que habia caido por completo en el encanto de aquel hombre, dandose una reprimenda por haber cedido tan pronto en confiar a en él.
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CAPITULO 2 -PARTE 1
“Confianza”
Pasaron algunos dias desde que el joven desconocido habia conseguido abrir sus ojos y estar despierto unas horas en que la rutina fue la misma una y otra vez sin cambios en la relación entre ellos.
Él despertaba, Diluc le llevaba al baño y esperaba afuera, despues le daba de comer con toda la paciencia y el cuidado del mundo, le daba sus medicinas mostrándoselas para que no viera que lo engañaba y volvia a dormirse.
Diluc se habia negado en atosigarlo a preguntas, ni siquiera le pregunto su nombre; se veía incapaz de ello.
Como si saber su nombre, pudiera despertar verdaderamente al fantasma de su pasado.
Por suerte, no habia vuelto a llorar desde aquel dia en que se derrumbo por completo en la cocina.
Por su parte, el joven aunque no confiaba en él, se sentia mas comodo ante su presencia y la situación en la que se encontraba.
Estaba viendo que el pelirrojo estaba siendo sincero en sus actos y palabras con él, dandole todo el espacio posible y nunca dejandolo encerrado. Habia visto que era cierto que no podia caminar por si mismo, pues cuando estuvo curando sus pies para mantener las gasas limpias sobre las heridas, se dio cuenta que si estaba bastantes destrozadas.
Eso habia hecho que se ganara algo de su confianza.
Aunque tenia que reconocer que, cuando lo llevaba en brazos al baño, le daba algo de verguenza porque siempre lo cargaba en modo princesa, pero Diluc ya le habia dicho que pesaba como un pequeño pajarito.
La primera vez que lo llevo, tardo media hora en poder hacer algo de pipi, por la verguenza de que estuviera alli afuera de la puerta del baño, pero cuando llamo, se dio cuenta que tardo porque estaba adelantando en la cocina la comida. Asi que despues de esa vez, cada vez que lo llevaba al baño, no tardaba apenas.
Por primera vez en dias, Diluc decidió abrir un poco la cortina del dormitorio y abrir la puerta del balcón del dormitorio un poco, pues sentia que el aire ya se estaba empezando a viciar y la recuperación de un herido necesitaba el aire limpio.
El peliazul al sentir el aire fresco rozar su piel mientras entraba dentro del dormitorio cambiando la temperatura de la habitación, respiro profundamente disfrutando de la sensación, abriendo sus ojos.
—¿Te he despertado? -pregunto Diluc mirandole al saber que estaba abriendo sus ojos —perdon… se que te ha extrañado que tuviera tan tapadas las ventanas pero, no estaba seguro que nos hubieran seguido hasta aqui y queria asegurarme de pasar desapercibidos…
—¿Has sido perseguido antes?
Diluc levanto su cabeza ante la pregunta que le habia planteado el joven desconocido al que estaba cuidando, se planteo mentirle primeramente, pero no queria empezar con las mentiras.
Eso quiso dejarlo en el pasado.
—Por desgracia… -dijo con un suspiro
El peliazul abrio sus ojos, sorprendido de la franqueza de las palabras de él, pues no esperaba que fuera tan directo.
—Desde niño recuerdo estar siempre huyendo… digamos que por asuntos de familia, habia personas interesadas que querían darnos alcance… asi que aprendí algunas cosas por el camino -dijo para suavizar su franqueza
—¿Aun… te siguen persiguiendo? -pregunto dejándose recostar en el colchón, ahora mas calmado
—No… quizás he conseguido que me olviden o… quizás solo están haciéndome creer que lo hice bien y estan esperando… pero sea como sea, no voy a seguir huyendo mas
Diluc se acerco a él con una suave sonrisa y con el paso calmado.
—¿Como te encuentras hoy?
—Estoy harto de estar encamado… -dijo protestando, inflando sus mejillas como un niño pequeño y adelantando sus orejas
—Eso es buena señal -dijo Diluc satisfecho —pronto dejaremos de poner tantas dosis de antiinflamatorios y los iremos espaciando mas, hay que cuidar tu hígado…
—¿Como es que tienes tantos medicamentos en casa?
—¿Uh?… en verdad no tenia tantos, pero tengo mis contactos para ello; he tenido que tirar de ello
—¿Como? ¿Acaso te dedicas a la droga? -aplasto sus orejas asustado
—¿Eso crees? -dijo Diluc mientras reia —tengo un bar, asi que si te refieres al alcohol… si, me dedico a la droga
—Oye, no seas malo conmigo… -dijo el peliazul fingiendo molestia
—En verdad tengo una amiga que, es de esas personas, que si necesitas algo, se desvive por ayudar a los demas, mas que de ella misma. Le comente que tenia un hueso roto y ella sola me trajo todos los antiinflamatorios que pudo adquirir de libre uso sin levantar sospechas
—Pero… no tienes un hueso roto… -dijo ladeando su cabeza
—Por supuesto que en mi cuerpo no, pero aqui si que lo tengo
—Ahhhh… espera ¿no se sentirá molesta por ese engaño? -pregunto echando sus orejas hacia atras
—Puede que en un primer momento, pero despues entenderá sin problemas; ademas le pagare bien lo que ha hecho por mi
—Ah… si… el dinero lo arregla todo… -dijo apartando su rostro de él
—Bueno, no voy a dejarla sin dinero para comer, porque te aseguro que esa cabezota habra gastado todo el dinero que fuera necesario para comprarlos… aunque se de buena tinta que tendré varios dolores de cabeza para convencerla para que lo acepte de vuelta -dijo dando un largo suspiro
Eso le saco una risa al peliazul.
—Parece toda una personaje
—No lo sabes tu bien… quizás cuando la cosa mas tranquila, podría presentártela
Diluc sintio la necesidad de acariciar su cabeza pero retiro su mano, volviendo a guardarla mientras tenia sus brazos cruzados.
—Esto… mmmm…
—¿Que sucede? - pregunto el peliazul ladeando su cabeza
—Creo que va siendo momento de bueno… asear tu cuerpo…
El peliazul horrorizado, se tapo con su mano su pecho y echando sus orejas hacia atras por instinto.
—¡No me mires asi! ¡Ya te he visto desnudo! -protesto Diluc
—¡Pervertido!
—¡¿Pero como quieres que te cosiera las heridas si no estabas desnudo?!
El peliazul se quedo sin argumentos en ese instante y gruño molesto porque no podia defenderse.
—Pero verme una segunda vez, eso ya es vicio…
—¡Pero bueno! ¡Que esa no es mi intención! ¡Necesitas asearte para mantener tus heridas libres de bacterias que pueden infectarlas!
—Mmmm… esta bien… pero quiero a cambio algo por desnudarme ante ti, pervertido… -dijo con algo de drama burlón
—Arg… ¿que quieres a cambio? -protesto Diluc, molesto por su actitud
—Que comamos juntos
Diluc abrio sus ojos sorprendido por la petición del joven desconocido, pues no se esperaba que pidiera precisamente aquello.
—Me has dado de comer y me has dejado dormir en tu cama pero… ¿acaso tu estás alimentándote adecuadamente tambien?
Ciertamente, no lo habia estado haciendo
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kaelucdominio · 1 year ago
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CAPITULO 1 -PARTE 3
“Fantasmas del pasado”
El desconocido sentia que no tenia fuerzas para nada, su cuerpo estaba agotado y no tenia fuerzas para mantener ni siquiera sus párpados abiertos. El brazo roto estaba muy bien inmovilizado, asi que sabia que no podia luchar para soltarlo y sentia zonas muy tirantes a lo largo de su piel, asi que sabia que si se movia, acabaría desgarrándose las costuras.
No confiaba en la persona que le estaba atendiendo pero, habia algo en él, que hacia que su instinto de huida se mantuviera tranquilo, asi que decidió darle un voto de confianza mientras tomaba fuerzas.
En aquella habitación podia ver algo mejor con la falta de luz, pues sus ojos eran mas aptos para poder ver en esa oscuridad, asi que se entretuvo observando todo lo que habia en aquel lugar.
Podia oler el aroma de él por toda la habitación, asi que eso le informo que era su dormitorio personal. Tambien aquello le dijo que en el lugar donde estaban no habia mas dormitorios, ya que, no seria lógico que alguien dejara que un extraño estuviera dentro del santa santorum personal de cada persona si lo hubiera.
Las sabanas eran suaves y apenas usadas, asi que penso que debía de ser o que hacia poco que estaba usando ese juego de cama o… que apenas dormia en esa cama.
Pero seria muy extraño, ya que su olor persistía fuerte por el dormitorio. Incluso el sillon olia mas a él que la cama.
Aquello hizo que su corazón se sintiera algo angustiado, agachando las orejas al pensar que debía de pasar algo para que él no fuera capaz de dormir en la cama.
Aunque, al segundo, su nariz capto el olor de la comida recién hecha venir a través de la puerta abierta del dormitorio; haciendo que levantara la cabeza olfateando y alzando las orejas, sintiendo la reaccion en su boca de empezar a salivar.
Fue cuando se percato que la puerta del dormitorio estaba abierta.
Sabia que si alguien no queria que escapara, habría mantenido la puerta cerrada pero al estar abierta sintio que debía de ser ciertas sus palabras pero, decidió mantener la duda con él, pues, podia ser una trampa para que él confiara.
Unos momentos mas tarde, aquel pelirrojo entro en el dormitorio con una bandeja, cuyo olor, hizo que el peli azul levantara algo mas su cabeza entusiasmado por el olor.
—Esa es una buena reacción -dijo Diluc con una sonrisa al verle olfatear el aire —parece que lo que he preparado te ha abierto el apetito…
Suavemente, se acerco hasta la cama, arrimando una silla para poder darle de comer tranquilamente, sentandose cerca.
—Espero que te guste la sopa de arroz… se que, estarías mas comodo comiendo por ti mismo, pero solo puedes usar un brazo; asi que permíteme por favor que pueda alimentarte
Diluc se quedo mirandole tranquilamente, esperando a que él le diera permiso; no queria forzarlo, porque solo queria su comodidad, dado que deberia de tener mucho miedo por todo y desconfianza.
El peliazul pensaba la manera de poder comer sin que él se lo diera y al ver que no era posible, se sintio frustrado por dentro y penso en quedarse sin comer, pero lentamente, sus instintos caninos que le hacían salivar por el olor no pudo evitar ceder, emitiendo su permiso un poco en contra de sus deseos.
—Gracias…
Diluc tomaba pequeñas porciones de la sopa, lo soplaba con calma y paciencia para enfriarlo lo suficiente para despues, acercándoselo con calma hacia él. El desconocido agradeció que le diera espacio para no forzar que tomara la cuchara pero no estaba demasiado lejos de sus labios para no hacer mucho esfuerzo.
Una vez veía que tomaba las pequeñas cucharadas, dejaba que comiera con calma y le limpiaba los restos con la cuchara.
—Esta muy rico…
El desconocido se giro a mirarle y se sorprendió al verle que aunque estaba intentando aparentar calma, por el rostro de Diluc, las lagrimas recorrían sus mejillas, debido al nudo que apretaba su garganta; desconcertando al peliazul.
—Come tranquilo… si tengo que volverlo a calentar, lo hare todas las veces que haga falta… como si no quieres comer mas… -dijo Diluc intentando que no se le notara en la voz
— …esta bien
En el corazón del peliazul, se estaba sintiendo preocupado, pero no por miedo; si no por empatía al ver a ese hombre de largo cabello rojo llorar mientras le daba de comer.
No lograba entenderlo, era completamente imposible de encontrar la lógica de que él llorara en ese momento.
¿Que era lo que estaba hiriéndole?
¿Acaso tenia pena por que habia hecho algo malo?
¿Seria que le había traído recuerdos tristes?
En ese momento no se imaginaba la verdad que habia detras de sus lagrimas.
—Gracias…
Dijo agachando las orejas y volteándose levemente para mostrarle que ya no queria comer mas.
—De acuerdo
Diluc aparto la bandeja levantandose del asiento depositándola sobre la mesita de noche. Él le ayudo a tumbarse en una posición cómoda en la cama y lo arropo con cuidado para asegurarse que estuviera bien cubierto.
—Descansa, si necesitas algo solo llámame, ¿si?
No espero una respuesta de su parte. Simplemente se aparto dejando la silla en su lugar y se llevo la bandeja de alli, saliendo del dormitorio dejando la puerta abierta por completo.
El peliazul se sentia algo culpable de tratarlo de esa manera, pues sentia que se estaba equivocando con él en el fondo de su pecho, pero su mente le gritaba que se mantuviera en alerta, pues lo habian engañado tantas veces que sentia que no podia confiar en nadie de momento.
Diluc dejo la bandeja en la encimera y al segundo, se derrumbo contra la pared de la cocina, dejando que su espalda resbalara por la losa de la pared hasta llegar al suelo y hacerse un ovillo mientras se rompía en llanto silencioso.
Aquellos recuerdos que tenia en su mente lo estaban atormentando y penso que era su castigo por lo que habia sucedido hacia cinco años atras.
Esta vez, haría todo lo posible para que ese desconocido pudiera mantenerse a salvo de aquellos que le estaban persiguiendo.
END CAPITULO
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kaelucdominio · 1 year ago
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CAPITULO 1- PARTE 2
“Fantasmas del pasado”
No sabia cuantas horas habian pasado ni que horas eran exactamente debido a que la luz del exterior no estaba entrando dentro del piso en el que se encontraba, pero sabia que las leves quejas que comenzaron a salir de los labios del joven determinaban que los antiinflamatorios estaban ya dejando de hacer efecto.
Pesadamente se levanto del asiento y se acerco a la cama, sentandose en el borde de la misma, intentando evitar que la cama se hundiera con su peso, dejando que su espalda fuera lo que estuviera cerca de él antes que su rostro, para parecer menos agresivo, pues debía estar asustado; con timidez, levanto su mano derecha, despejando suavemente el cabello azul que tenia sobre el rostro de él con la maxima delicadeza que podria dar su agotado pulso.
Aquel joven comenzo abrir sus ojos lentamente de forma pesada al notar el toque de él sobre su piel, revelando que tenia un ojo azul y otro dorado, haciendo que Diluc contuviera el aliento al verlos, sintiendo un escalofrio recorrer su espalda, atormentándose por el recuerdo.
Trago saliva con dificultad, sintiendo sus labios secos y su garganta tambien, mientras su mente se movia a alta velocidad pensando que palabras pronunciar; mientras el desconocido intentaba enfocar donde se encontraba. Sabia que tenia que empezar a decir algo ya, pues tenia que mantenerle tranquilo.
—Ey… hola… -comenzo hablar con voz suavemente, intentando ser dulce en su habla —se que debes estar dolorido y asustado… pero estas a salvo… mi nombre es Diluc Ragvindr ¿como te encuentras? -siguio acariciando su cabello en suaves y lentos toques para mantenerlo tranquilo
— …duele…
—Debe de estar pasándote el efecto de los antiinflamatorios… por desgracia no tengo suficientemente fuerte para poder tenerte sin dolor… -le tomo la mano libre para intentar darle confianza —debo inyectarte para no hacerte daño en el estomago ¿me lo permitirías?…
Pregunto para intentar tener su permiso para ello. No sabia que traumas tenia él y prefería no hacerle sufrir si le hacían sufrir con inyecciones.
Por suerte, él asintio levemente.
Diluc suspiro aliviado al tener su conocimiento, aun asi; procuro ser completamente transparente para él, mostrándole los medicamentos y explicando todas las posibles dudas que pudiera tener; no queria que pensara que le estaba poniendo algo que no debía. Luego tomo toda la paciencia del mundo para encontrar su vena y ponerle la medicación lentamente y con cuidado para no hacerle mas daño del que debía.
El no se retiro de su lado ni un solo momento comprobando su respiración y sus pulsaciones mientras esperaba que le hiciera efecto.
—¿Como te sientes? -pregunto con suavidad
—Mejor… ya no duele…
Diluc suspiro aliviado, tan aliviado se sentia que se le dibujo hasta en el rostro.
—Eso son buenas noticias… estabas tan herido que tuve que coser muchas partes de tu piel, asi que es normal de que te sientes dolorido… sobretodo el brazo, te lo han roto de una manera horrible y lo he solucionado lo mejor posible, por eso puedes sentirte un poco molesto al no poder moverte bien, pero necesitas mantenerlo firmemente sujeto para evitar que se vuelva peor…
—…sed…
—¡Si, si; cierto!
Diluc se levanto apurado, por que ciertamente debía de sentirse sediento y hambriento, asi que rapidamente preparo un vaso con agua y una pajita para que fuera mas comodo poder tomarlo. Pronto, volvio junto a él sentandose en el mismo lugar con el agua; le ayudo a incorporándole con muchisimo cuidado, poniendole varios cojines detras de su espalda para que estuviera comodo.
—Ya estamos… ten… bebe lentamente; no te preocupes, iremos hidratándote a lo largo suavemente -dijo acercándole el vaso con la pajita
Él desconocido tomo la pajita entre sus labios resecos y comenzo a beber sorbito a sorbito suavemente.
—Eso es… tranquilo, tranquilo…
—… gracias… -dijo el desconocido dejando la pajita despues de beber todo el agua del vaso
—De nada -dije sonriendo mientras dejaba el vaso sobre la mesita de noche —ire a prepararte algo de comer para ir recuperándote poco a poco…
Iba a levantarse pero sintio como la temblorosa mano del desconocido, tomando la suya frenándole, haciendo que le mirara.
—…tus heridas…
El corazón de Diluc se enterneció al ver que él se habia preocupado de las heridas de las cuales, él se habia olvidado por cuidar del joven.
—No te preocupes… solo son raspones de haber caido al suelo, estoy bien ¿vale? No tardare mucho. Si necesitas algo, no dudes en llamarme; incluso si necesitas ir al baño, tienes los pies bastante heridos, asi que yo te llevare a donde necesites…
El desconocido solto su mano dejándola caer sobre la cama, recostándose sobre el colchón, permitiendo que Diluc pudiera ir a la cocina a preparar algo de comer.
Tenia que reconocer que comenzaba a sentir que su apetito le pedia comer algo.
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kaelucdominio · 1 year ago
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CAPITULO 1 -PARTE 1
“Un fantasma del pasado”
Diluc no habia pegado ojo en toda la noche.
Sus manos temblaban con las manchas secas de sangre sobre la piel de sus dedos ásperos y cuarteados mientras estaba sentado en el filo del sillón que tenia en su cuarto; como si tuviera miedo en quedarse dormido si apoyaba su espalda sobre la suave tela con la que estaba cubierto.
Ni siquiera habia atendido sus propias heridas.
En aquel momento no importaban.
Cuando llego a casa con aquella persona entre sus brazos, su corazón estaba desbocado dentro de su pecho. El instinto de protección dominaba su mente anulando el resto de sus sentidos, simplemente centrado en proteger a la criatura que tenia sangrando entre sus brazos.
Una vez asegurada la puerta y las ventanas, corriendo las cortinas y las persianas para que nadie viera lo que sucedía en el interior; fue con él hasta la mesa del comedor, tirando todo lo que se encontraba encima al suelo sin ningún miramiento, sin preocuparse que se rompieran las cosas al estamparse contra la losa del piso.
No encendió ninguna luz, más allá de un foco que tenia para poder leer allí cómodamente; el cual desenchufo de donde estaba y lo puso cerca de la mesa donde yacía aquel joven, apuntando la luz sobre su maltrecho cuerpo.
Tomo su maletín, que tenia escondido en su dormitorio debajo de la cama y sacudió la fina capa de polvo que cubría su superficie; llevándolo hasta el comedor donde estaba el joven, para abrirlo y revisar que el material medico que se encontraba dentro de el, no estuviera caducado.
En ese momento, el sonido de los pequeños quejidos que hacia el joven, hizo que levantara la vista para lo siguiente, levantar su cuerpo. Al tocarlo, noto que su temperatura estaba descendiendo, asi que pronto, tomo el halogeno que tenia en el cuarto de baño para mantenerlo caliente en invierno y lo llevo a la sala, enchufándolo cerca y dirigiendo el calor cerca de donde se encontraba.
El joven empezo a dejar de temblar y él se sintio mas tranquilo.
Momentos despues, fue al baño a desinfectar sus brazos por completo despues de arremangarse, frotando la piel hasta los codos con jabon yodado con furia, acordándose de frotar todos los rincones con esmero. Una vez realizado la intervención, volvio junto al joven, para empezar a intervenir sus heridas.
La operación era más difícil debido a que no tenia apoyo de nadie para poder curarlo pero la dedicación que le puso era increible.
Una vez despojado de aquella capa que la tiro al suelo intentando no tocarla con sus manos estériles, comenzo a limpiar el cuerpo de aquel joven de tez oscura para saber donde era sangre seca y donde estaban las heridas que debía atender.
Se horrorizo al ver lo desnutrido y maltratado que se encontraba.
Las costillas se le marcaban tan profundo que parecia solo ser piel encima del hueso, la cadera se le metía dentro revelando la forma de su cadera y se le veía mas largo debido a lo flaco de sus miembros.
Estaba tan demacrado que apenas habia vello corporal y tenia calvas en su cabello, aparte de estar apagado y quebradizo como sus uñas.
Tenia que tener muchisimo cuidado en coser las heridas, debido a que no podia tirar apenas de la piel para unir las piezas, y habia partes en las que faltaban algun trozo. Cuando reviso la planta de los pies, tuvo que vendarlas y dejar que cicatrizaran por si mismas, porque no iba a poder coser esa piel debido a que las heridas eran como una quemadura de primer grado debido del roce del asfalto por ella de forma continua.
No podria andar en semanas hasta que sanaran por completo, pero por suerte, no tenia ninguna rotura importante a simple vista.
El brazo derecho era peor.
Este estaba roto por dos sitios, pero no parecia un golpe contra algo.
Se lo habian roto retorciéndoselo con mucha fuerza.
Calmo la ira de su pecho como pudo y lo intervino como pudo, pues no tenia los medios para poder intervenirlo en profundidad. Aquello, aunque estaba astillado pero los trozos estaban cerca uno de los otros bastante; asi que decidió realizar un buen vendaje que lo inmovilizara perfectamente y rezar que pudiera sanar sin problemas; pues no estaban en condiciones de ir a un hospital.
El resto eran heridas fáciles de tratar, su cola y orejas no estaban rotas, y en poco consiguió lograr estabilizarlo dentro de su gravedad.
Ahora solo quedaría otro tipo de secuelas.
Con sumo cuidado, le puso ropa suya que habia encontrado que seria cómoda para él y lo vistió como si fuera una muñequita de cristal fragil, pues no queria que se le saltara ningún punto. Por suerte las inyecciones que le habia puesto de antibióticos, antiinflamatorios y demas lo mantenían tranquilo y sin dolor que podria pasar con tanto movimiento.
Despues lo llevo a su cama y desde entonces, no se movio de aquel lugar, con su mente perdida en recordar todo lo que habia sucedido desde que habia salido del bar, pero con los instintos pendientes a cualquier sonido que hiciera el joven.
Lo peor, era que se sentia que estaba delante de un fantasma de su pasado, que parecia que le venia a torturar por las cosas que habia hecho hace cinco años atras.
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kaelucdominio · 1 year ago
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“DIME QUE ERES TU” by remushawke
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(Etiquetas que irán modificándose según evolucione)
PRÓLOGO
Diluc sentia que no remontaba desde hace cinco años.
Su vida se había convertido en una asquerosa rutina agobiante de despertar antes que el sol saliera por el horizonte, beber un insulso café, atravesar la ciudad por completo casi, estar encerrado bajo la luz artificial casi doce horas o mas y volver a casa a dejarse caer sobre su cama King size que se sentia completamente vacía.
Desde aquel trágico momento, se encontraba viviendo en modo automático como método para sobrevivir a una depresión que iba postergando dia tras dia y sus manos rodeaban su cuello apretándolo lentamente.
Ni siquiera sabia como no habia acabado acabando con su propia vida.
Quizas, se debía a que el mismo modo automático lo estaba manteniendo vivo.
Hoy seguia siendo un dia como otro cualquiera, ni siquiera albergaba esperanza en su pecho de que algo cambiara en aquellas horas mientras terminaba de servir las ultimas copas en el silencio del bar del que era propietario; perdiendo la mirada en la superficie del alcohol que se encontraba contenido en los recipientes; sintiendo el nudo de querer empezar a ahogarse en aquel liquido infernal hasta no poder respirar a la mañana siguiente.
Consiguió retener ese pensamiento intrusivo lo suficiente hasta el momento en que echo la llave para cerrar el local despues de haber limpiado y haber revisado las cuentas.
Por suerte, en casa no tenia alcohol ni siquiera para las heridas.
Ya era muy tarde cuando volvia, tan tarde que incluso no habia nadie por las calles y sus pasos resonando por el suelo de cemento de la ciudad apenas iluminada con las farolas.
Estaba caminando de manera tan automática por el recorrido que hacia siempre, que ni se habia parado en analizar por donde iba ya; cuando unos pasos acelerados pisando charcos que aun estaba sobre el asfalto hizo que se girara sorprendido.
Pero antes de poder reaccionar, algo de color azul choco rudamente contra él tirándolo al suelo con tanta fuerza, que rodó por la acera varios metros.
Se incorporo sobresaltado, dolorido por aquel choque; pero en vez de comparecerse de su dolor, quiso mirar que era lo que habia chocado con él derribándolo.
Un par de metros alejado de él, habia lo que parecia una figura humana envuelta lo que parecia en un trapo gris, sucio y raído que temblaba contra el asfalto.
Preocupado por el estado de esa persona, se levanto lo mas rapido que pudo, olvidándose de los agujeros que habia en su ropa y los raspones que habia sufrido por el choque y se acerco mas tirando por la preocupación que la cautela.
Lo que vio, un escalofrío recorrió su espalda.
Era un joven de una edad parecida a la suya, lleno de costras secas y heridas frescas sobre su cuerpo desnudo, en el cual solo estaba cubierto con esa manta que en un primer momento le parecio una capa; la planta de sus pies estaban cubiertas de sangre de haber corrido descalzo por el duro asfalto y aunque no se habia dado cuenta de la cola que escondía entre sus flacas piernas, sus orejas puntiagudas sobre su cabello azul hizo que el corazón le diera un vuelco de panico y tristeza al mismo tiempo, pues lo habia confundido con alguien que esperaba ver.
Un ruido venir desde el lado que habia venido, hizo que su instinto lo tomara entre sus brazos rapidamente sin esperar permisos o hablarle para tranquilizarlo.
Su instinto le decia que tenían que alejarse en ese momento y desaparecer sin dejar rastro.
Una vez lo cargo entre sus brazos, se sorprendió al notar que era mas ligero de lo que pensaba que pesaría; pero esa sorpresa solo duro un segundo mientras lo apretaba contra su pecho para asegurarse de que no se moviera. Por un segundo, temió que esa criatura que estaba entre sus brazos hubiera entrado en shock, pero al sentir un latido de su corazón contra su pecho, le hizo entender que estaba rendido a lo que él deseara.
Sus pies se movieron rápidos y salio huyendo de aquel lugar desapareciendo engullido en las sombras de los callejones de la ciudad, a los que estaba recurriendo su mente para hacer que su rastro desapareciera en ese instante, esquivando aquello que perseguía a la criatura que estaba entre sus brazos.
En su corazón albergaba una pequeña esperanza que hacia años que sentia que estaba muerta.
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