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Ayer conté...
Ayer conté...1...2...3...no había nadie para decirle que lloré.
Ayer conté...1...2...3...no había que cenar y así terminé.
Ayer conté...1...2..3..no había con quien seguir contando.
Ayer conté...1..2..3..no hubo regalos, sonrisas, abrazos ni aplausos
Ayer conté...1..2..3..no hubo mensaje, llamadas, un ¿cómo estás?, ni una mano amiga
Ayer conté..1..2..3...no había villancicos, pavo en la mesa, niños ilusionados esperando las 12, ni abuelas haciendo la mejor receta con su ingrediente secreto
Ayer conté...1...2...3...¿cuántas pastillas faltarán?
Ayer conté...1...2...¿cuántos me extrañarían si mañana no estoy?
Ayer conté...1...2...¿cuantos se darían cuenta el mismo día? O ¿si quiera se darían cuenta? O aun mejor ¿les importaría?
Ayer conté...1...2..¿para que cuento si no hay nada que contar? Aunque cuente, no sirve, aunque lo repase una y otra vez la suma es siempre igual y no cambia, puedo contar de atrás para delante, saltando números, incluso multiplicar y el resultado sigue dando igual.
Ayer conté...1...ya no quiero contar, estoy cansada de contar, no puedo contar más.
Ayer conté...no sé si mañana podré contar.
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EL REGALO
El mejor regalo que usted y yo podemos dar es la empatía con el otro, el decirle y hacerle sentir a ese espejo viviente: te veo, siento, comprendo, valido y aquí estoy.
En una epidemia de soledad, depresión y ansiedad altamente contagiosa, la única cura que queda es la compañía sincera y desinteresada.
De que sirve el regalo más caro si el alma no se llena con monedas y aunque tengamos rebosante nuestras cuentas bancarias no hay activo que nos permita comprar más tiempo, vida y amor.
Si no sabe que regalar, empiece con lo más valioso: tiempo y amor; todo lo demás sobra cuando la soledad aprieta el gatillo de la tristeza y te explota los sesos pensando en si será un día más o uno menos.
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Ayer, hoy, mañana
Desaparecer, irme, terminar, no sentir el sufrimiento arraigado a mis entrañas, sufrimiento que me dio vida, y acompaña desde mi vulnerable gestación, compañero de vida y muerte, que martilla cada paso que doy, cada historia narrada y todo recuerdo lo empaña con su presencia.
Lloro, sigo llorando, no termina, mis momentos felices son efímeros, no puedo recordarlos, y se escapan y desvanecen en cada llanto.
Pero los amargos; ¡ay de ellos! son profundos, severos, drenantes y sangrantes, me recorren entera, se abren paso como un río sin cauce, revolcándome en tristeza y enojo.
Cuento, sigo contando, ya no quiero contar, un error tras otro error, una mala decisión que acompaña a otra, un paso en falso y una caída estrepitosa, se hace lenta y agonizante, sigo cayendo, me aferro, a una mano, a otra y no me toman, impulsan la caída, con toda la alevosía de verme tumbada.
Finjo, una sonrisa, una risa que disimula esa lagrima que cae permanentemente en la mejilla cuando veo el atardecer y veo la innegable realidad de un día termina y otra vez no fui feliz.
Finjo mantener todo en orden, ser la invencible e inalterable, ecuánime, calculadora y reflexiva. Cuando dentro de mí el caos habita y transita, con total naturalidad siendo su aposento más cálido y cómodo
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LA PREGUNTA...
La pregunta estaba destinada a hacerse, posiblemente en sesiones anteriores me había analizado: mi forma de caminar, hablar, moverme, de explicarle cómo me sentía, mis tantos cuestionamientos sobre mí y la recurrente pregunta: ¿no me entiendo? o ¿por qué sigo el mismo patrón? Quiero entender de dónde viene esto.
Tal vez fue mi crisis laboral, la personal o mi súplica desesperada entre lágrimas de querer una respuesta a todo lo que estaba sintiendo en ese momento y meses atrás, o simplemente fue una luz divina que iluminó su mente para mirarme detenidamente y con la calma que la caracteriza y la sensatez con la que habla, se adentró hasta esa puerta que yo no quería abrir porque sabía que iba a doler tanto como cuando pasó.
Y fue ahí, en un segundo de silencio, donde en una pregunta confirmó con mi respuesta su hipótesis, para entender tanta culpa con la que cargaba, el dolor internalizado, la incapacidad de poner límites, la necesidad de ser salvada pero a la vez seguir perpetuando la agresión, violencia y abuso que se infringió a esa niña de 13 años, a la joven de 19 y finalmente a la adulta de 29. La primera solo fue el inicio de todo, la segunda una reafirmación del trauma recibido, y la última sirvió para afianzar cualquier secuela y dejar las heridas abiertas.
La mujer de 29 respondió como si fuera ajena al acontecimiento con un sí a secas como cuando se pregunta cualquier trivialidad, sin tener en cuenta que hace poco habia pasado por lo mismo pero lo naturalizo tanto que ni si quiera pudo identificarlo.
Primero vino la joven adulta desesperada de haber sido juzgada y culpabilizada por una ex pareja por la situación en cuestión que alguna vez se lo contó, sabiendo bien que ella dijo que no con las pocas fuerzas que tenía para que 5 animales se detuvieran de saciar su libido implacable.
Luego vino la niña de 13, esa que habló cuando sucedió y su mamá le dijo que seguro fue una confusión del momento y enterrópara siempre la situació. La misma niña que años después se sinceró con su ex pareja, que la juzgó antes, y solo lo minimizó diciendo: <<ya está grande, ya no le puede hacer lo mismo y usted se puede defender>>, sin saber que hoy en día ambas mujeres siguen llorando en mi interior, siguen reclamando justicia, se siguen sintiendo vulnerables, rotas y vacías.
Y ahí en medio de las lágrimas y el miedo de abrir esa cajita que cerré por tanto tiempo, me explicó con elocuencia y compasión: mi incapacidad de poner límites, la recurrencia de dejar entrar personas a mi vida que siempre se aprovechaban, eran abusivas, violentas o rebasaban mis límites, mi falta de autocuidado, la dificultad para ver patrones o de crear filtros para aquellos que me quieren hacer daño, de no saber irme de los lugares o personas que no me hacen bien y de la culpa irracional que sentía cada vez que fallaba o le fallaba a alguien.
Me dijo: <<sos una sobreviviente>> y es cierto porque sigo viva, lo que no sabe es que hace mucho tiempo no se como seguir viviendo.
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Si pudieras verlo desde mi punto de vista entenderías por qué duele tanto...
- Oríah.
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No me gusta cumplir años
No me gusta cumplir años, siempre es un golpe de realidad, de darse cuenta que tan sola puedo estar y la poca gente que realmente mi existencia le importa
No me gusta cumplir años, porque es un recuerdo doloroso de la premisa de mi existencia y la dualidad que acompaña mis días: una alegría para mi papá y una tragedia para mi mamá
No me gusta recordar la gran responsabilidad de unir a la familia, intentar desesperadamente con mi primer aliento de vida que fuéramos hogar y hoy 28 años después seguir sin cumplir la misión
No me gusta cumplir años, porque siempre esta precedido de eventos dolorosos que debo callarlos, mientras que por un acto de inercia colectiva cantan cumple años como si nada pasara y luego pedir un deseo, a una candela que no significa nada ni va a cumplir lo pedido
No me gusta cumplir años porque deja en evidencia lo poco que me conocen y lo mucho que asumen de mi, de lo que creo, pienso y siento, terminándome de convencer que nadie sabe de mi y que hasta yo me desconozco
No me gusta cumplir años porque en el fondo de mi dualidad, si me gusta que me compren flores, regalen chocolates, me digan te amo y celebren que me tienen en sus vidas
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Ayer me reí, pero no era una risa de alegría, sino de amargura, como cuando te lavas una herida y aunque es doloroso sabes que es lo correcto, como cuando se purgan las penas con un trago
Fue la risa más amarga que enterró lo último que quedaba de esperanza, que de alguna forma me hizo saber que ya todo terminó, y ya no hay forma de que regrese
Esa risa que se cuela como un impulso nervioso de sentirlo todo y al mismo tiempo nada, que ni siquiera se explica como llego todo a tener ese punto final que muchas veces era inimaginable que sucediera en mis pesadillas más tormentosas
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Fuimos letras que pasaron a ser caricias, y caricias que terminaron siendo solo letras.
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Hoy te solté, del todo, sin decirte nada, porque las palabras ahora sobran, pero no como al principio que eran innecesarias porque era demasiado amor para encerrarlo en letras
Sino porque ahora la distancia es demasiado grande para resumirla en cualquier frase
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El único amor que quiero es el mío. (Fin del comunicado)
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La vida es un constante equilibrio entre decepciones y desilusiones... pero al menos tenemos memes para distraernos
Lumiusier
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Descíframe
Léeme los suspiros que se escapan entre nuestros labios, las miradas que revelan más que las palabras, y los silencios que construyen puentes invisibles entre nosotros.
Léeme cuando, sin buscarlo, mis ojos encuentran los tuyos y una sonrisa sincera ilumina nuestro encuentro.
Léeme el alma, sumérgete en las páginas de mi ser y descubre cada capítulo escrito con tinta de amor.
Créeme cuando te digo que lo que siento por ti trasciende el azar, pues nuestras vidas se entrelazaron con hilos de destino tejidos con maestría.
Dariann.
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Quiero irme, quiero alejarme de todo y todos
No quiero más presiones,
mas expectativas que cumplir
No quiero amar a nadie,
ni que nadie me ame,
No tengo el alma dispuesta,
ni el cuerpo en este planeta
No quiero saber que desean algo que no soy
Y convertirme en quien nunca seré
Solo quiero que todo mundo se calle,
que me dejen estar y ser, sola, conmigo
No quiero una exigencia más,
mi corazón no la aguanta y mi alma tampoco
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Quisiera que los meses y los años ya hayan pasado para saber que ya te he superado..
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Nos perdono, incluso si creíste que no hacía falta, que no era necesario, que no había nada que perdonar, nos perdono, y nos suelto, nos libero de seguir haciendo de lo poco que nos une, un tormento.
Erchomai
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Quiero encontrar a alguien que me haga sentir tan vivo que la muerte se arrepienta de venir por mí.
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