latreguademibenedetti - Tumblr blog

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Una noche diferente

Lo que estoy a punto de narrar, es el reflejo de mis miedos, lo que me pasó la noche más terrorífica de mi vida

Estimado lector, lo que usted va a leer aquí no está intencionado para que me crea, sino que por un momento sienta el miedo que yo viví. Advierto usted que, si busca, ya no encontrará ya que mi ser no estará en su dimensión.

Era una noche tan normal como cualquier otra, mamá y mi hermana decidieron ir a comprar algunas cosas para el día siguiente. Yo me quedé en casa con mi hermano, acababa de llegar del trabajo y lo único que pensaba era en darme una ducha y cenar algo para después dormir.

No puedes ir, ¡Está prohibido para que vayas! Estás consciente que, si vas, ¿podrías quedar atrapado entre las dimensiones y perderte para siempre? –¡No importa! tiene que escucharme, es mi última oportunidad-

Subí al cuarto de baño, preparé mis cosas y sin saber lo que pasaría comencé a bañarme. Sentía una extrañeza, cómo si algo o alguien me estuviera acechando, pero no le di importancia. Tal vez era el estrés, pensé, había dormido a mi hermano y todo estaba en orden. Tengo una buena o mala costumbre (Ya juzgará usted, estimado lector) de no ponerle seguro a la llave de la puerta del cuarto de baño, finalmente estaba en casa donde creía yo que no corría peligro.

Terminé de bañarme y comenzaría el miedo: La perilla de la puerta comenzaba a moverse, pensé que mi hermano estaría del otro lado, grité su nombre y el terror me invadió cuando no recibí respuesta. Con extrañeza abrí la puerta y no había nadie…

Es que debes considerar que, si llegas a tocar algo, tu energía se fusionará te quedarás siendo parte del todo. -Lo sé, pero yo prometí que volvería y debo avisarle las cosas que vienen en su futuro.

Con angustia volví a cerrar la puerta, coloqué el seguro y continué vistiéndome. Vendría un segundo ataque a la perilla, pero esta vez fue más agresivo. Golpearon la puerta, pero ahora si podría ver una sombra de pie en la rendija de la puerta. Yo con un grito de terror, pregunté nuevamente ¿Quién es? Por un instante, todo quedó en silencio. El miedo se apoderaba de mí, alguien estaba en la casa y yo me encontraba en este pequeño baño aterrada. Escuché unos pasos y después un portazo, ¡Era la habitación de mi hermano! Sin pensarlo, salí corriendo del baño rumbo al pasillo, abrí la puerta, pero para fortuna mía mi hermano seguía ahí, dormido, nada de lo que había pasado perturbó su sueño.

Haber viajado por dimensiones me dejó mal herido, pero ya llegué. La casa se ve diferente, no es cómo yo la recordaba. Tal vez y la temporalidad hizo estragos en mi memoria. Tengo que encontrarla, tiene que saberlo.

No sabía que estaba pasando. Con toda la valentía que pude reunir, salí al pasillo, pero no había nadie. Fui al cuarto de baño, y tampoco. Tenía que protegerlo, tenía que estar bien y si alguien estaba en casa, daría mi vida porque él estuviera bien. Tomé un abrecartas y bajé a la sala, nada fuera de lo cotidiano. Todas las puertas y ventanas estaban cerradas, mi mamá no había vuelto. Subí a la habitación de mi hermano, pero al entrar escuché algo que hasta la fecha me sigue dando escalofrió al escucharlo: Escuché un alarido en la sala y un golpe posterior a ello, de las paredes brotaban oraciones confusas de alguien lamentándose, las luces parpadeaban y las ventanas comenzaron a vibrar.

Que bella está, sus ojos, su sonrisa, su cabello, puedo decir que después de todo me sigue enamorando. Sin embargo, ¿Por qué viste así? ¿Dónde está el vestido que le regalé? ¿Y mí pequeña? Tengo que hablar con ella, no me queda mucho tiempo. Se metió a esa habitación, debe verme, debe escucharme. Entraré, pero sigilosamente para que pueda entender a qué vine. Giro la perilla y escucho su voz, ¿Quién es? ¿Eres tú, Miguel? -pregunta- Amor, ¡Si soy yo! Cumplí mi promesa y regresé, debo hablar contigo. Abrió un poco la puerta, y pude verla frente a frente. -Hola, te extrañé tanto- No hubo gesto alguno y para mi sorpresa, volvió a encerrarse. ¡Esto está mal! No me escuchó, no tengo ya energía para que ella escuche mi voz. Me tengo que concentrar, tengo que ocupar toda mi fuerza en mi voz, tengo que hacerlo: ¡Amor, soy yo! ¡Tu querido Miguel! Necesito hablar contigo. No hay respuesta, no me queda tiempo, me perderé en la eternidad por nada, que maldita rabia ¿Por qué no puede escucharme? ¡Abre la puerta, te lo imploro, ábrela!

Nunca había sentido tanto terror, todo me daba vueltas y se me nublaba la vista. Tenía que salir de ahí, así que tomé a mi hermano, y aun dormido lo bajé por las escaleras hasta llegar al jardín. En ese momento llegaba mamá. No sé cómo me habrá visto, que con miedo me preguntaba que me había pasado. Yo no quería entrar a la casa, mamá entró primero, se cercioró que no hubiera nada fuera de lo normal y sólo así yo accedí a entrar.

Entramos a la casa y mi mamá me preparó un té para calmar mis nervios. Le expliqué lo ocurrido, ella con asombro e incredulidad, me dijo: -Es muy raro, en todos los años que viví aquí con mis papás y tus tíos, nunca nos pasó nada. -

Recordé aquel estallido, busqué el origen y fue por la caída del marco con la fotografía de mis abuelos en su boda.

Al levantarlo, descubrimos un pedazo de hoja, con las orillas chamuscadas que decía:

Querida mía.

Cómo lo prometí, regresé de la muerte para decirte que, si hay un más allá, pero no es como lo creemos.

Pude ver tu futuro, serás feliz. Cuida de ella, no le causes dolor contándole de mí y del mal padre que fui. Ámala y has que crezca rodeada de mucho cariño.

TE AMO, TUYO POR SIEMPRE

Miguel.

Mamá lo levantó y con lágrimas en los ojos, dijo: siempre he pensado que eres la misma imagen de tu abuela.

Ya viene, siento cómo las vibraciones de este mundo comienzan a mermar mi estado. El colapso de mi ser, está próximo. Debo de buscar tinta y papel, tiene que saberlo. Creo que en esa habitación encontraré algo. Si, aquí hay, escribiré: Querida… Hay algo en esa cama ¿Y este niño? No, no es mi hijo ¿Quién es? ¿Qué está pasando aquí? Mis ojos, mis ojos están perdiendo el color, está sucediendo. Debo correr y hablar con ella. Tengo que salir de aquí, ahí hay unas escaleras.

Creo que llegué al recibidor, todo ha cambiado, nada es lo que parece, ¿Y esa foto? ¡Pero si es…, es ella! No, esto es una mala broma, no pudo, no se atrevió, ¿Cómo lo supo? Si era lo que yo venía a decirle. Espera, la fecha es… ¡La fecha es del 26 de julio del 2072! ¡Maldición! ¿Cómo pasaron 50 años en un instante? Si aún tengo en la ropa mi sangre húmeda del accidente. Está bajando las escaleras: Ya lo sabes ¿No? No sé cómo te enteraste, quería decírtelo. ¿Dónde vas? Quédate conmigo por última vez, te amo cariño mío. Ya viene, se acerca, si tan sólo pudiera escuchar nuevamente su voz, me duele, quema, mi voz se apaga, trato de gritar, desperdicié mi existencia…

-Te lo advertí. Has vuelto al universo, has vuelto al ser-

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Paloma Querida

La noche fue discreta, la madrugada había llegado, las nubes amenazaban con bañar las calles de la ciudad. Mi corazón latía en la oscuridad, sinceramente abrazarte se volvió en algo que me daba paz. Me acerqué y con gran sorpresa tus labios fueron los que ahora buscaron a los míos, y mi alma buscó a la tuya. Podría considerarlo mágico pero eso sería hacerlo irreal pero no, tus labios eran reales, tu calor inundó mi cuerpo, tus caricias me embelazaron y me volvieron a dejar desarmado. Si, sigo cambiando y estoy a nada de volverme loco. Quiero que me tomes y que no me sueltes. Yo no se lo que valga mi vida pero yo te la vengo a entregar...

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Todo hombre tenemos una musa que nos inspira, que nos eleva, que nos hace sentir en las nubes. Pero hay veces que lo que pudiera ser una historia hermosa y eterna se convierte en un tragedia con tintes cómicos y felices.

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Regreso

Después de meses, me decido a volver a escribir en este espacio tan especial para y quiero hacerlo con algo que mi mente quiere vomita a través de las palabras.

Ha pasado el tiempo y ahora me encuentro aquí, con más o menos que ayer. El recuerdo de los buenos momentos quedan en la memoria eterna y más de una persona ha dejado huella en mi camino. Desde aquella vez que fui a la luna, hasta cuando creí que la vida no valía nada.

Hoy estoy aquí, hecho con pedazos de todas esas grandes mujeres que se han cruzado en mi vida y con la ilusión de seguir buscando a la mujer. Tal vez ya llego y no lo he visto, y prefiero pensar eso a que talvez llegó y nunca la vi provocando que se fuera. Pero si es ella, la volveré a encontrar y si no ha llegado sé que algún me podré mirar en sus pupilas por siempre y podrá acompañarme hasta el último suspiro.

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Andén

Sé que yo fui quien dijo adiós, sé que yo fui quien decidió ya no más, no hay una excusa a ello pero cada día que pasa es más difícil que el anterior. No me dueles, me duele tu ausencia. Veo las fotos del último viaje, ese viaje donde profesamos nuestro amor que creíamos era infinito. Hoy en particular es un día triste, paso por ese rincón en donde tú y yo pasábamos horas y ¿sabes? Ahora hay otra pareja, otros novios, otras ilusiones. Sin saberlo, sepultaron nuestros recuerdos y ahora ese nido es suyo. Abordo el suburbano, me doy cuenta de la gran ironía de la vida, son las 2pm  el andén está repleto de cientos de personas y yo me siento más solo que la luna en una noche sin nubes. Espero paciente a que llegue el tren, del otro lado y sin pensarlo te encontré. Pude verte tan bella, tan radiante, tu cabello negro y tus ojos misteriosos que siempre hacían contraste con esa chamarra blanca que te encantaban. De repente, alguien te tomó de los brazos y como yo lo hacía te besó con ternura. En ese momento no supe que sentí ¿celos? ¿Ira? ¿Tristeza? No sé, sólo escuche un crujir a la altura de mi pecho y una sensación de opresión en mi cuello que eran unas pequeñas lágrimas las cuales salieron tímidamente de mis parpados. Llegó mi tren y te perdí de vista, como también perdí mi destino. Hoy estuve pensando y analizando lo que vi, es cierto fue mi culpa, es cierto yo pedí que te alejaras, es cierto este dolor es repercusión de mis actos. Pero hay algo que debes saber, también es cierto los te amo que te dije, también fue cierto que eres el amor de mi vida y que sigo pensándote aunque tus labios estampen otras bocas. Finalmente si eres el amor de mi vida y yo el tuyo  como alguna vez lo dijimos, sé que regresaremos y talvez pasen meses, años, décadas o vidas. Pero en algún punto, nos volveremos a encontrar. Tengo esperanza, una falsa esperanza que me da verdadera paz para vivir…

#CEEAL

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Café + Trufas + tu sonrisa= El paraíso

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La Luna y el Hombrecillo

Y entonces la luna le dijo: si, puedes amarme pero lamentablemente hombrecillo, mi amor lo tiene el radiante sol que sale cuando yo me voy. Fui hecha para él, es mi todo. Discúlpame por lastimarte pero no quisiera ser una villana con tus sentimientos y prometerte que si te amaría cuando amo a alguien más. ¿Y no hay forma de cambiarlo? Dijo el hombrecillo. Por ahora no, contestó la luna, me pertenezco a él y a su incandescencia matutina que me da la despedida, y por la tardes yo le muestro mi cara radiante para que no me olvide. Podría quererte y mucho, pero amarte no lo sé, creo que no. El hombrecillo dijo que aceptaba que lo quisiera y le prometió un amor puro aunque ella sólo tuviera ojos para el sol. Los días transcurrieron, los meses, los años y después de mucho tiempo el hombrecillo seguía enamorado de la luna, todas las noches subía a su tejado a platicar con ella. Le contaba que todos sus hermanos ya habían fallecido, que sus sobrinos  ya tenían hijos y que se había convertido en el tío abuelo más joven del mundo. La luna había aprendido a quererlo, y aunque el sol era aún su vida, se dio cuenta que ella también anhelaba las historias del hombrecillo para no sentirse sola en las 16 horas que duraba la noche. Se emocionaba, se reía y lloraba  con todas las aventuras y preguntas que él le hacía. Ella le hubiera gustado que el sol fuera como el hombrecillo pero no, el sol sólo la volteaba a ver, la miraba y seguía con su camino. Sol no la quería porque no era como él, una estrella y aunque había intentado quererla, nunca pudo aceptar que sólo fuera –para él- un pedazo de roca orbitando alrededor de la tierra. Él no podía quedarse con alguien que sólo alumbraba un planeta, cuando tenía el encomiendo de alumbrar a los demás planetas del sistema solar. Luna lloraba amargamente y el hombrecillo cómo todas las noches, la escuchaba, la consolaba y le decía: yo a ti te amo, como eres con tu libertad, con tu ser, con tus cráteres, con tu mágica luz. Luna, gracias por estar aquí todas las noches. Eso siempre tenía afecto en luna y cortaba su llanto. Siguieron pasando los años y el hombrecillo siguió envejeciendo cada día más, pero su amor por luna parecía cada noche aún más intenso. Ya no podía subir al tejado y tuvo que caminar a los jardines para poder platicar con ella. Luna le platicaba de lo que pasaba en todo el mundo, de los amantes, de la vida nocturna, de la maldad del hombre, de la paz oscura. ¿Alguna vez podré viajar contigo? Preguntó el hombrecillo. Sólo que te convirtieras en una estrella y eso es imposible para un humano, contestó luna. Sabes lunita, esta noche es muy especial para mí porque hoy cumplo un año más, o no espera creo que es un año menos, si un año menos. Y nadie ha venido a felicitarme, parece que todos se han olvidado de mí, se han olvidado del viejo Soleil, dijo con tristeza. Todos menos la muerte que sé que aguarda impaciente a que el elixir de la vida se me termine. No digas eso hombrecillo, no te puedes ir eres mi única compañía contestó triste luna, nunca había conocido un hombre con tanto fervor a mí. Hubo muchos hombres que me describieron, que me utilizaron como medio para enamorar, otros hombres vinieron a invadir mi bella piel con sus aparatos fríos y arrancaron partes de mi según ellos “para estudiarla” otros hombres escribían sonetos sobre, música sobre mí. Sin embargo, cuando el romance caía, las investigaciones cesaban, las sinfonías los hacían famosos, las letras les elevaban el ego dejaron de verme y volví a mi soledad. Ser la luna no es nada fácil, soy sabia por los miles de años que he estado en el mismo lugar. Iluminar cada rincón de la tierra y escuchar por las noches ruidos extraños y lamentos de amantes fue mi suplicio por siglos. Se quedó en silencio y observo cómo el hombrecillo se recostaba en el pasto. Ella con un soplido levanto las hojas del otoño e hizo con ella una manta para cubrir al hombrecillo. Sabes, continuó, pensé que esto seguiría que la gente nunca voltearía a verme, que era más fácil ver fotografías a voltear al cielo donde estoy yo con todo mi resplandor. Nadie me recordaba hasta que llegaste tú hombrecillo, de la nada me dijiste hola, de la nada me preguntaste ¿cómo me sentía?, desde que tengo memoria nadie había hecho eso, ni los escritores, ni los músicos y mucho menos los científicos, pensé que serías uno más de ellos. Comenzaste a preguntar cosas tan simples del porque la existencia de las estrellas hasta la más difícil de las preguntas: ¿Qué es el amor? Recuerdo esa noche, me dijiste que me amabas y aunque sólo me vieras por unas horas, me jurarías amor eterno. Y lo hiciste, todas estas noches no faltaste, todas estas noches me alumbraste con tu alma pura, todas estas noches fui feliz, todas estas noches hacías que me eclipsara. Siempre me escuchaste, y ahora después de tanto tiempo yo sigo igual de joven y tú ahora estas más que viejo. El tiempo no pasa en mí pero en ti, sí. Mi hombrecillo viejo lindo, gracias por complementarme, por profesarme este amor eterno. Aprendí a quererte, a mi modo pero te quiero, te quiero viejo loco que no sabía ni tu nombre, te quiero por todas tus palabras, por todas tus sonrisas, por todos tus sueños, te quiero. Miró detenidamente al hombrecillo y lo halló dormido con una sonrisa en sus labios, había dormido para jamás despertar…

Viejo mío, gracias por hacerme ver que siempre tuve el sol conmigo, tú eras el sol viejo hombrecillo, que yo también te amé. Hasta siempre hombrecillo. Hasta siempre Soleil.

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Llegando al cielo...

Ha pasado mucho tiempo desde el día en que la vi por última vez,  la lluvia que cae por las tardes y los libros se han convertido en mis cotidianos acompañantes. Desde que la vi por última vez he permanecido aquí, esperando su anhelado regreso. ¿No sientes arrepentimiento? Dijo él, sólo contesté es algo que puede entender, simplemente pasó. Al escuchar mi respuesta, se levantó y salió de la sala azotando la puerta.

Desde que la vi por última vez, he permanecido aquí. Esa vez, Adéline tenía puesto un vestido color azul, el cabello amarrado por una coleta caía hasta su cintura y como siempre, esos ojos aceitunados me miraban. Jean, gracias por venir aquí como lo has hecho cada día por estos tres años. ¿Te place si vamos al departamento? Parece que caerá una tormenta y no quiero mojarme. Caminamos hacia su departamento, en la ciudad las nubes negras amenazaban con arrojar su furia en cualquier momento, pasamos el parque de siempre pero esa vez era el de siempre. Los arboles intuían lo que pasaría y habían hecho un ambiente espeluznante que me erizó cada parte de la piel.

¡Despierte! Gritó él, llego la hora señor Jean Bostic. Tomé mi abrigo y salí con él hacia la sala donde el show daría inicio. Entramos, la gente ya esperaba que pisara el escenario e impacientes clamaban mi nombre, detrás de la puerta que daba al escenario el miedo me inundo y aunque me quería, yo sólo deseaba huir. El escenario estaba listo, todo lo que necesito para mi presentación estaba en su lugar, las luces, las cámaras y hasta la pequeña silla donde ocuparía lugar estaba lista.

Jean ¿Quieres una copa? Preguntó ella, conteste que si mientras veía por la ventana la furia de la naturaleza azotando las calles, el viento soplaba con tanta intensidad y la lluvia chocaba con las ventanas de una manera tal, que  parecía un ejército de las cruzadas tratando de entrar a  tierra santa. Comenzamos a platicar de su plan, un plan de vida que buscaba trascender, que buscaba ir más allá de lo que nadie ha visto. Por supuesto que al principio me negué rotundamente, pero era tanto el amor que le profesaba y acepté. Será el próximo viernes.

La gente se puso de pie cuando entré al escenario, las cámaras se encendían y todos los reflectores apuntaban hacia a mí. Era el centro de todo el universo, supongo que todos los canales de televisión estaban transmitiendo lo que sería el mejor show que nadie había visto. El momento de la fama había llegado y yo no podía corresponder de otra manera que dándole al público lo que quería. Me senté en la pequeña silla que estaba en medio del escenario y esperé. Él, se acercó al estrado y de una manera elegante, dio reseña de mi vida: donde nací, lo que estudié, las hazañas que realicé. En fin, su elegante lengua hizo que me sintiera como un héroe llegado de la guerra, como si fuera superman acabando de salvar un camión con 30 niños en él.

Llegué a su departamento, ella estaba lista para el plan. Me pasó a su recamara, y frente a la cama me preguntó ¿Estás listo?, respondí moviendo la cabeza afirmativamente. Sentí sus labios en los míos, me comenzó a besar de una manera que mi sexo comenzó a responder a sus estímulos, nos tumbamos en la cama y los besos tiernos se comenzaban a convertir en caricias eróticas, su lengua rozaba mis labios mientras que dejaba una estela cálida en ellos. Metí mi mano bajo su blusa y comencé a rasguñar su espalda, conocía tanto su cuerpo que sabía la manera en que le excitaba eso. Comenzaron los gemidos, gemidos del alma. Nuestras bocas se entrelazaron en una lucha para demostrar quien amaba mas, mientras que su mano ávida acariciaba mi sexo y mi mano introducía de manera perversa dos dedos en ella, y con un movimiento circular adentro, hacia que su espalda se arqueara. Comenzamos a desnudarnos en un profundo silencio, en un calor sin igual, en una sensación de que querer llegar al cielo. En un  asalto a su vientre húmedo, me hundí en ella y con un vaivén me apoderé de su cuerpo. Ella, comenzaba a sentir que tocaba el cielo, sus manos apretaron mis manos, su rostro se puso tenso, sus piernas se doblegaron y sus ojos se cerraron, de sus labios temblorosos escuche: Jean, ahora hazlo...

Terminado su discurso, me cedieron la palabra acercándome el micrófono: “Muy buenos días a todos y todas, les agradezco que hoy estén aquí. Prometo que no se irán de aquí sin una gran experiencia.” Fue todo lo que pude decir, la gente se volvió a volcar entré si y yo me preparaba para el acto. Aún recuerdo la última vez que la vi, me dijo que volveríamos a vernos que ella regresaría por mí desde el cielo y que seríamos felices en la eternidad. Aún la espero, aunque presiento que esa espera está por terminar. Comienza el show, me atan de manos y pies, la veo, está ahí en primera fila leo sus labios, me dice: Te Amo, esto ya acaba.

Una radio suena: ...gracias por continuar con nosotros en esta transmisión especial sobre la ejecución de Jean Bostic, el hombre que violó y mató a su novia para después de una manera espeluznante y aterradora beber su sangre,  descuartizar y posteriormente llamar a la policía declarándose culpable de todos los hechos. Hoy es un día nublado, pero la familia de Celestine puede estar en paz porque se hizo justicia con la silla eléctrica. Descanse en Paz Adéline Celestine.

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Amancebados

Una niebla ligera había acompañó a la mañana ese día, tenía un desayuno a las 10:30am sin embargo el frío y la nubosidad habían causado que la pereza se apoderara de mi cuerpo y llegué penosamente, 20 minutos después de a la cita. Por alguna extraña razón, me sentía como si fuera a un recuentro de años con ella. Toqué la puerta y como antes, sus ojos se reflejaron en los míos dándome la bienvenida a su morada, en el pequeño comedor se encontraban ya desayunando su mamá y su abuelo. Al igual que ella, su familia me dio muy amablemente la bienvenida y con gusto tomé asiento en una de las sillas que rodeaban el comedor. Extrañaba el olor de su casa, la extrañaba a ella. Me ofreció café y un poco de pan tradicional del estado Morelos al que lleva un nombre algo peculiar: “Mamón” es un panqué seco que tiene un sabor almidonado y dulce. Para comerlo, me recomendaron sumergirlo en un poco de café para después disfrutarlo. El desayuno transcurrió y mientras se hablaban temas familiares pero mi cabeza estallaba de felicidad, como un sueño estaba a mi lado. Ella, me comentó que estaba muy preocupada porque en unas horas tenía un examen de morfología, un algo que qué se yo te ayuda a escribir. Eso quiere decir, que sirve para no hacer pedazos un relato, evitar lo que hago cada vez que escribo. Comenzó a hablar de términos  como gramemas, fonemas, verbos con sustantivo, etc.  Sin embargo su voz me sedujo como el café que acababa de tomar, su aroma, su tono de voz hizo que perdiera secuencia de lo que decía y me fundiera en un éxtasis entre sus ojos y su voz. Sin embargo, salí de mi breve placebo y terminar de vaciar la taza con café. ¿Falta de aprensión? Para nada, sólo estoy enamorado de ella. Sin embargo, tengo la habilidad de construir conceptos fácilmente y recuperar lo escuchado porque eso sí, siempre le puse atención. Su abuelito comentaba de una situación familiar, la cual casi no recuerdo sin embargo recuerdo una frase que mencionó: “...porque el muchacho ya está amancebado...” ¿Amancebado? Una palabra que consideré cotidiana pero que sinceramente no sabía el significado. Sólo se me vino a la cabeza la idea de que se trataba de algo domesticado o algo así, como un puerco, dijo ella. Me imagine a un porcino en un chiquero y a ella con un overol y un sombrero de paja dándole tortilla mojada, algo irreal pero a la vez divertido. El desayuno terminó, y tuve que retirarme porque ella tenía varias actividades domesticas que realizar y yo necesitaba dirigirme al centro de la ciudad en busca de un curioso artículo. Sin embargo, ella tenía inquietud de mis sentimientos, sentimientos que otra noche le había declarado y que volví a reafirmar frente a ella. Me esbozó una sonrisa de despedida mientras tomaba mi camino hacia el centro. En el camino, seguía rondándome la duda de mancebo ¿Qué significa en realidad? Se me vinieron absurdas ideas que podría combinar con el amancebado: “Me da dos kilos de bisteces amancebados por favor”, “lo encontraron muerto en la cajuela era un amancebado”, “el peso está amancebado dice el secretario de economía”, “Sadness presenta Amancebado por ti, si nueva producción” Busque la definición en el teléfono y me lleve la gran sorpresa de que significa entre otras cosas: esclavo, mozo, empleado pero todas las definiciones me llevaron a concubinato. No estar casados pero tener una relación más allá que de amigos, vivir juntos, construirse hombro con hombro sin algún tipo de contrato legal o religioso.  La Real Lengua Española dice: “Trato sexual habitual entre hombre y mujer no casados entre sí’ ¿Ósea el muchacho tenia sexo con ella? ¿Ella tenía sexo con él sin estar casados? Eché a reír con esta última definición opuesta con el domesticado propuesto. Me imaginé proponiéndole a ella: ¿Qué, nos amancebamos? ¿O prefieres casarte? Sé que primero echaría a reír y después a correr con el matrimonio propuesto. Por eso me gusta y por eso la amo, porque puede hacer de una simple invitación a desayunar, algo nuevo e inquietante. Mientras haya vida, tal vez y algún día nos amancebemos, nos casemos o hasta tal vez hagamos una nueva definición del futuro, juntos.  Una mañana rara, un desayuno “mamon”, un reencuentro maravilloso y nueva palabra agregada en el vocabulario...

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Por favor :/

Volvamos por un momento a aquel pasado

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Ella se había ido

Él miró por la ventana tratando de buscar alguna solución en el firmamento estrellado pero era tarde, Sofía se había ido. Había tomado sus sueños, sus anhelos, sus ilusiones y se dejó escapar. El cuarto es muy frio, él se dio cuenta de su ausencia, desde su llegada había notado un silencio gigante en el departamento. Abrió la habitación y se llenó de desesperación al ver una carta en la cama, la leyó. Era la letra se Sofía: me voy no puedo más, tú me amas tanto pero yo no puedo amarte de esa manera, me retiro y lo siento mucho. Mi cariño es sincero pero no puedo competir con la enorme nobleza y pureza de tu amor, me lo llevo y deseo que seas muy feliz, Hasta siempre. Él, con lágrimas en los ojos estrujó la carta y se la llevó al pecho, ella ya no estaba. Acercó una silla, se paró en ella y con toda la tristeza del mundo, descolgó el cuerpo de Sofía que pendía de una soga...

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Relato a una voz

Usted no comprende lo que le digo, ¿Qué si es el amor de mi vida? ¡Por supuesto que lo es!, por favor no se vaya, permítame decirle porqué. Porque usted ha construido sobre ruinas un nuevo ser, porque usted me lleva a otro nivel emocional hace que vibre cada nervio de mi cuerpo cada vez que habla. ¿Qué estoy loco? Tal vez, lo acepto pero esta locura me hace el hombre más cuerdo. ¿Qué acaso no se ha dado cuenta? Cada vez que usted posa su mirada en mi rostro, siento como si una luz celestial me bañara, llenándome de alegría. Por favor, no se vaya deje que termine. Es el amor de mi vida porque con una palabra puede elevarme al sinfín de la felicidad y con otra mandarme al sótano lúgubre de la tristeza. Porque ha convertido mis planes en suyos, porque en una forma no solo poética, dejo de vivir si usted se va. Es cierto, no tiene una responsabilidad y tiene todo el derecho de decir no a este amor que yo le ofrezco, pero déjeme demostrarle lo que el amor puede hacer, déjeme que sienta la pureza de mi ser y que entre los dos construyamos un sentimiento lleno de libertad, sin ataduras. Usted se ha convertido en ese ser especial que deja de ser parte del “alguien más”, usted es esa persona. La persona a quien debo todas mis risas, todos mis sueños, todos mis anhelos. ¿Qué si tengo algo más que decir? No, creo que no ya se me han terminado los argumentos, solo le pido que se quede hasta que haya dado mi ultimo aliento...

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El hombrecillo y Luna

¿Por qué es tan difícil el amor? Pregunto el hombrecillo a Luna. Ella se quedó reflexionando por un buen rato, desarrollando la incógnita que él le había puesto. Una pregunta que nunca se había hecho. El amor –contesto ella- no es difícil ni fácil, pero esto no quiere decir que no tenga un fin o un principio, más bien el amor es eso “amor”. Un sentimiento que combina muchos sentimientos, como una caja de pandora: tiene dolor, pasión, celos, enojo, confusión, alegría, tristeza y en casos hasta la muerte define el amor. No es algo tangible pero tampoco es una teoría escrita en un libro cerrado. Es algo que se siente, algo que te hace vivir  o morir. ¿Y porque tenemos miedo al amor? –Volvió a cuestionar el hombrecillo- Luna volvió a meditar su respuesta y dijo: El hombre le tiene miedo al amor por eso mismo, porque es un sentimiento tan grande y puro que no puede controlar y en veces, tratándolo de salvar solo se arruina. Por ejemplo aquel amante que ama tanto que decide irse para no hacer daño a la otra persona, sin embargo a los diez segundos de su partida, regresa con tanto anhelo como el que tenía antes de irse. Los hombres tienen miedo al sufrimiento, pero el amor no se sufre si no hay nada que te ate. Sin embargo, hay ocasiones que el amor llega a ser tan grande que termina separando a los amantes. Si alguien te ama hombrecillo, no rechaces su amor por el miedo a que te lastimen. El amor es puro, arriésgate, siente, ¡vívelo! El verdadero amor llega sin pedir nada a cambio, el verdadero amor no exige, el verdadero amor hará lo que sea para verte sonreír, para verte feliz. El hombrecillo se reflejó en los ojos gris de luna por unos minutos, la admiraba y sin pensarlo dijo: Luna, ¿Me dejas amarte?

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notes incipiunt somnum sempiternum . mortem , spero te

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La tristeza inunda mi alma...

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Hace 30 años también falleció en el #sismo Rockdrigo... No me lleves al metro balderas.