Tumgik
lavozdenadie · 2 years
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090122
Dos años, tres casas, un gato... Una pandemia. Una muerte, un nacimiento, un embarazo...
Dos años, tres casas, un gato... Once plantas; cuatro, uno, dos pisos; un balcón... Dos playas.
Dos años, tres casas, un gato... Varios kilos de más. Muchos besos de menos. Amor... Amor por montones.
Dos años, tres casas, un gato... Dos aniversarios. Muchísimo amor.
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lavozdenadie · 3 years
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-Una chica invisible. 
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lavozdenadie · 3 years
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Cuando estoy mal.
A veces en el agite de los días no alcanzo a darme cuenta de que estoy mal.
Y es que los días cada vez se parecen más entre ellos, las mismas rutinas, las mismas actividades, los mismo sucesos... Nada cambia mucho por acá. Muchas tareas, mucho trabajo, muchas obligaciones... (Todas esas cosas que vienen con la adultez y de las que no te enteras) situaciones que hacen que una se pierda en el día a día y ni se detenga a preguntarse cómo está...
A veces, en el agite de los días no alcanzo a darme cuenta que estoy mal, pero desde que era pequeña mi cuerpo aprendió a comunicarme cómo me encuentro, (como en una suerte de señal de alerta para que haga algo al respecto). 
Entonces, cuando estoy mal, mi cuerpo empieza a despedazarse. Y no lo digo como algo metafórico (o bueno, quizás un poco). Cuando estoy mal, mi cuerpo se rasga y sangra. 
A veces, me sangran los dedos, de los mordiscos que les doy cuando no me entero... En ocasiones me sangra la nariz, en un fluido caliente que me despierta a mitad de la noche para caer por mi cara... Una vez, me sangró un oído (después de un dolor agudo que también me hizo llorar).
Cuando mi cuerpo sangra, entiendo que debo parar. Debo parar y llorar. Llorar por días, llorar en las noches, llorar cuando llueve o llorar mientras me baño... Lo importante es detenerme a llorar.
El agua que brota de mis ojos se manifiesta tan sabia y cristalina exclusivamente para limpiar. Limpia mi sangre, limpia mis tristezas, limpia mis dolores, limpia mis males.
Entonces cuando me detengo del agite de los días para darme cuenta que estoy mal, lloro.
Y lloro Y lloro más.
Lloro hasta que pare de sangrar.
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lavozdenadie · 3 years
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Ayer en un medio de una onda de pensamientos impulsivos, pasé por acá para describir cómo me sentía... Estaba por terminar el texto y consideraba que las palabras allí dispuestas coincidían perfectamente con el sentimiento que tenía en ese momento.
Leí varias veces lo que tenía escrito, para asegurarme que mi yo del futuro podría reconocerse en ese sentimiento, así como tantas veces lo hago en medio de los textos que leo de mi yo del pasado. 
Sin embargo, en una suerte de triste destino, pulsé un par de teclas que borró todo lo que tenía escrito.
Si, el triste destino evitando que la yo del futuro pueda reconocer lo triste que estaba en este presente tan confuso.
En fin...
Ayer trataba de escribir algo relacionado con lo apresurada que me sentía ante la vida, al ver que las personas de mi edad apenas estaban viviendo cosas que yo ya había vivido hace un década.
Hablaba de que me sentía como mi abuela y de que no sabía muy bien hacia donde iba mi vida.
Después de perder el texto que había escrito, me quedó sólo una idea en la cabeza: No tengo claro hacia donde voy, el presente no me inspira mucho y no me deja planear nada a futuro.
Creo que tiene que ver un poco con que la pandemia me quitó la esperanza en todo aquello que se planea a futuro. O quizás tiene que ver con que ya chuleé todas las casillas sobre lo que se debe hacer (estudiar un pre-grado, estudiar un posgrado, trabajar, salir del país, vivir sola, vivir acompañada, adoptar un compañero...)
¿Alguien aquí sabe cómo recuperar los ánimos para planear futuros?
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lavozdenadie · 3 years
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Esta mañana me despertó mi abuelo...
Esta mañana me despertó mi abuelo, a través de un sueño.
En el sueño, yo le preguntaba de manera inquieta sobre algunas cosas. Hablábamos de la vacuna que él se iba a poner y de las opciones disponibles.
Me decía que se pondría la vacuna en el brazo derecho, porque a pesar de que era su brazo dominante, ya no lo usaba para nada, entonces qué más da... Me decía que se iba a poner la fiser, porque la seneca esa daba muchos síntomas...  - La Pfizer abuelo, se dice Faizer. - Le repetía yo, sabiendo cómo le gustaba a él decir mal las cosas, por el mero placer de escucharnos corregirlo una y otra vez sobre lo mismo... Luego vi cómo en el sueño él se dejó abrazar por Whitman (la planta grandota que tenemos en el patio) hasta que desapareció...
. . .
Segunda escena, (como en el teatro): él estaba sentado en el comedor apuntando cosas. - ¿Está haciendo cuentas de sus deudas o qué? - Le preguntaba yo, fastidiándolo como siempre, esperando la sonrisa maliciosa con la que me respondía cada que me veía muy inquieta molestándolo por algo. - Nah, yo ya no me preocupo por eso... Estoy es buscando en qué gastarme el tiempo... . . .
Desperté.
Desperté para darme cuenta que realmente no estaba ahí. Pero que su presencia fue tan real, como todas las mañanas en las que tuvimos conversaciones similares. Mañanas en las que yo amanecía con ganas de jugar y él respondía con carcajadas fingidas, sólo para responder a mis juegos.
Desperté con el mal sabor de no poder darle un abrazo más.
Una hora más tarde, me dí cuenta que hoy se cumplen 10 meses desde que murió.  . . .
Esta mañana me despertó mi abuelo...
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lavozdenadie · 3 years
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Ausencias
El 2020 fue un año de ausencias... La ausencia de mi abuelo. Mi ausencia para con mis amigos. La ausencia de contacto físico. Ausencia en lugares, espacios y cosas. Ausencia de ánimos para hacer, para decidir, para continuar.
Las ausencias marcaron mi 2020... sin embargo, ¡como importan las presencias!
A aquellos que estuvieron presentes incluso en mi ausencia, gracias. A aquellos que a la fuerza me recordaron que no estoy sola, gracias. A aquellos que intensamente me preguntaron, gracias.
Su presencia es mil veces más importante que mis ausencias.
Gracias.
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lavozdenadie · 4 years
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Hoy desperté inquieta...
Hace días no me sentía de esta manera y cada vez siento que es más difícil entender este sentimiento.
Este año empecé un ciclo nuevo, en el que no he sentido vacíos, tristezas o preocupaciones... Es decir, siguen pasando cosas horribles: la muerte aun respira cerca, tratando de buscar el integrante más débil de mi familia, para llevarlo en su compañía... Pero de alguna manera, la burbuja de mi cambio me ha hecho sentir segura y feliz.
Pero hoy desperté inquieta...
Como con esa sensación incómoda que me priva de la felicidad completa. Esa idea que no consigue dejarme en paz cuando me ve feliz en temporadas extensas.
Tengo un par de historias que quiero escribir sobre los cambios y las casualidades... Pero como siempre, las malas sensaciones son las que me traen a escribir, a quejarme en mi lugar seguro.
Hoy desperté inquieta, por lo que vine a dejar toda esa in-quie-tud aquí.
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lavozdenadie · 5 years
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Mis tres amores.
Hace un tiempo leí un artículo que hablaba del amor, (un tema frecuente en mis conversaciones, decisiones y actos).
En el artículo (del cual no tengo datos como nombre o autor) mencionaban que las personas pasábamos por tres grandes amores en la vida, de esos que de verdad dejaban huella y son difíciles de olvidar.
Mencionaban que el primer amor que cada persona vivía, estaba lleno de ilusiones que habían sido alimentadas por historias de película. Este amor traía la tarea más difícil de todas: enseñar que el amor se vive de manera intensa y dolorosa. Este es ese amor que se presenta en la adolescencia, en donde uno cree que todo es perfecto y eterno, pero en donde la eternidad llega a durar un par de años (como mucho).
En mi caso, esa enseñanza la aprendí al lado de O, quien rompió mi corazón por primera vez y me enseñó lo cruel que puede llegar a ser un sentimiento...
El segundo amor que presentaban, contaba con una de las descripciones más aterradoras de todas: era el "mal llamado" amor de la vida... ¿pueden creerlo? ¡¿cuánto tiempo puede pasarse uno alimentando la historia del "amor de la vida", para darse cuenta de que no es esa persona con la que se va a pasar el resto de la vida?!. Frustrante. En todo caso, esa publicación mencionaba que ese amor permitía volver a creer en el concepto de amor (después de tantos corazones rotos) y que por lo general, esa era la relación más larga de todas las que se presentaban en el texto.
Hablaban de que ese amor de la vida tenía la misión de prepararnos en muchos campos para recibir a quien será realmente el encargado de vivir a nuestro lado el amor real y profundo. Contaban que era muy confuso ya que parece perfecto: se adapta muy bien, es duradero, es divertido, acompaña los sueños del otro en una etapa más madura, (donde la realización de estos no luce tan lejana), haciendo que se configuren muchos sueños en compañía, convirtiendo a este amor en el más importante de todos...
En mi vida quien cumplió ese papel (sin lugar a dudas) fue CD... una persona que se alejaba tanto de mis ideales, que finalmente lograba imantarme con su apatía. Fuimos como agua y aceite, y eso siempre lo supimos. Sin embargo, como buenos polos opuestos, nuestra atracción iba más allá de lo racional, llevándonos a una relación que nos enseñó tanto de todo, como para decirnos adiós con la satisfacción del deber cumplido.
Toda la situación anterior (entre muchas otras historias de amor fallido por las que pasé en lo que llevo de vida), me llevan directamente al tercer y último amor que presentaban en el artículo... El amor verdadero.
En este momento no puedo asegurar que este amor que estoy viviendo sea mi amor verdadero... Pero puedo dar fe de que ha sido el amor más real de todos. Sin lugar a dudas, ha sido mi amor más libre, más tranquilo, más sensato, más intenso, más maduro, más fresco, más mimoso, más honesto. Y eso lo hace verdadero, porque ¿qué es lo verdadero si no una suma de varias realidades sin fachada?
Este amor se lo debo a CQ, quien más allá de mi amor, se ha ganado mi total respeto y admiración. Con él he conseguido ser más yo que nunca y eso no tiene punto de comparación. La ilusión aterrizada de todo lo que puede llegar a ser esta relación, me mantiene en un hilo de fascinación irrompible. Es pronto para hablar de amor verdadero, pero las decisiones que hemos tomado juntos, me permiten entender todas las variables que pueden existir detrás de una verdad y es algo que agradezco profundamente.
Hace un par de meses le pregunté a CQ si quería que metiéramos nuestro amor en el mismo espacio, bajo el mismo techo, sobre la misma cama, con ventanas llenas de luz, plantas de hojas grandes, un gato y un tapete... (En este momento pienso que no sé de dónde saqué la valentía para hacer esa pregunta, considerando que le tengo pavor al rechazo, sobretodo si hablamos de amor). En su momento, me respondió que no sabía... Que debía pensar algunas cosa antes de responderme... Con lo que quedé entre muchas cosas, quedé tranquila.
Hace unos cuantos días CQ me dijo que si...
SI.
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lavozdenadie · 5 years
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El día que descubrí los unicornios.
Nunca he sido una chica que crea en unicornios.
Cuando era niña, reconocía su “existencia” desde las caricaturas o desde las historias que me contaban, sin embargo nunca llamaron mi atención, ya que siempre preferí concentrarme en hadas o duendes... Aunque, hace poco descubrí un unicornio.
No se imaginan mi sorpresa cuando me enfrenté a él. No supe cómo actuar. Se me encogió en estómago, me tembló la quijada, me sudaron las manos y me dieron ganas de llorar, aunque lo único que pude hacer en ese momento, fue mirarlo firmemente durante un instante que juré infinito...
Nos miramos y posó ante mí, como si estuviera confirmando su presencia, como asegurándose de que yo entendiera que estaba allí, frente a mí.
Lo que entendí en ese momento, era que los unicornios se cultivaban y que yo llevaba poco más de un año cuidando de ese cultivo de unicornio, el cual me mostraría cómo se puede disfrutar de su presencia desde lo simple.
El unicornio apareció para desestabilizar muchas de las cosas en las que yo creía... Apareció en ese momento de infinidad fugaz que dejó vacío poco tiempo después. Apareció para demostrarme que existe aunque no pueda tenerlo conmigo siempre. 
Apareció para fortalecer lo que yo estaba construyendo, a partir de una luz de esperanza sobre imposibles.
Apareció para recordarme que las cosas están bien. Que yo estoy bien.
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lavozdenadie · 5 years
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Lo que C. me ayudó a entender.
Este ha sido un año de pensar... pensarme... pensarlo... pensar tanto que todo da vueltas hasta perder el sentido.
En ese ir y venir de pensamientos que me mantiene en un mareo constante, pasé por una pequeña ruptura amorosa; un golpe de realidad que aterrizó muchos de los pensamientos que giraban por mi vida. Una sacudida que me recordó lo inestable que es todo y lo fácil que es poner triste a un grupo de personas.
Hace algún tiempo y gracias a mi trabajo actual, tengo un grupo de amigos que poco a poco se han convertido en familia. No somos un grupo de contacto frecuente, ni de llamar o escribir todos los días, pero procuramos estar ahí en momentos importantes y en otros no tan importantes, pero muy divertidos.
Nos hemos visto cambiar y crecer de maneras diferentes, situaciones que celebramos entre cenas y vinos. Entre música y chismes. Entre carcajadas y lágrimas. Pero sobretodo, entre mucho amor...
Hace algunos días, una integrante de este pequeño y selecto grupo nos contó que sus planes cambiaron. Que saldría del país a buscar un mejor futuro para ella y su familia. Que quizás no estaríamos mucho más tiempo juntos y que a lo mejor, no podríamos ver crecer a la chiquita que empezaba a ser parte del equipo. 
Esta noticia me sacudió desde adentro. 
No esperaba algo como eso, ya que siempre la he visto como una persona estable que además vive muy bien adaptada a este entorno que compartimos. Pero ya ven como nos engaña lo desconocido y lo fácil que es suponer sobre la vida de otros.
Al final de la tarde y después de la noticia que nos rompió un poco el corazón, ella se fue con sus dos chiquitas, dejando al resto del grupo con un sinsabor que era imposible manejar.
Fue entonces cuando me di cuenta de lo diferente que es mi vida ahora y de cómo cambian las prioridades a medida que van sumando los años.
Verla a ella alejarse con sus dos pequeñas me hizo entender lo mucho que las quería, y lo diferente que era todo ahora, lo distinta que se hace la vida cuando un viernes en la tarde prefieres compartir un pan hecho en casa con amigos y sus hijos, en lugar de buscar dónde embriagarte un poco.
Me hizo entender lo frágil e inestable que es todo, y lo mucho que quiero vivir cada uno de esos momentos con la total intensidad que merecen. Y sobre todo, me hizo entender lo lindo que es ver crecer a los amigos, aunque esto me rompa un poco el corazón.
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lavozdenadie · 5 years
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Tan cómoda que me incomoda.
Hace días tengo una idea girando en mi cabeza:
Ya no quiero seguir en el momento de la vida en el que estoy...
Me gusta mi trabajo, mi gusta mi círculo social, me gustan mis amigos, me gusta mi pareja... Me gusta lo que tengo, pero en definitiva siento que es momento de moverse.
Vengo sintiéndome tan cómoda, que ya me incomoda.
Quiero que algunas cosas cambien: Quiero moverme del lugar en el que vivo, ponerme una deuda de un vehículo, formar un hogar con la familia que elijo, adoptar un gato y comprar un sofá-cama con un tapete. Quiero tener una cocina más grande donde pueda experimentar con recetas que quizás sólo prepararé una vez en la vida. Quiero llenar la sala de plantas y que ellas puedan recibir la luz adecuada para que crezcan grandes y fuertes. Quiero que mi gato tenga nombre de comida y que mis amigos puedan llegar a mi casa y se sientan tan cómodos como para quitarse los zapatos.
Por eso hoy dejo esto por escrito: 
Ya no quiero seguir en el momento de la vida en el que estoy...
Tengo la esperanza de leerme en un año y tachar aquellas cosas que ya cambiaron y se cumplieron. Hasta entonces, seguiré incomodándome un poco más.
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lavozdenadie · 5 years
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El momento adecuado
En mi antigua relación, justifiqué las rupturas que tuvimos bajo la premisa de que “ese no era nuestro momento”. Siempre miraba nuestro pasado y pensaba:
Claro que nos amamos y estamos hechos el uno para el otro... Simplemente este no es nuestro momento.
Cada mala decisión que llevaba a que interrumpiéramos nuestra relación, la justificaba pensando en que el tiempo no era el correcto, en que aun habían muchas otras cosas que resolver, en que debíamos ser diferentes y para eso debíamos vivir otras cosas...
Buscando mil excusas para justificar lo injustificable...
En este momento, mi situación es otra: Estoy viviendo un amor tan bello, que me parece tonto pensar que pudiese ocurrirme eso después de tanto tiempo. Y gracias a ello miro hacia atrás y pienso que a esto se refieren con no ser el momento adecuado y con que a veces el amor se encuentra en otros momentos de la vida así sea con personas conocidas.
Hace casi diez años que conozco a mi pareja actual. Fuimos amigos cercanos, luego amigos lejanos; salimos de fiesta muchas veces, nos embriagamos unas cuantas; visité su casa, visitamos el río, me presentó algunas de sus novias, le presenté algunos de mis novios, me presentó a su mamá en tres ocasiones distintas, le presenté a mi padre en una ocasión especial...
Hemos sido cercanos y lejanos. Hemos estado presentes y ausentes. Hemos reído y hemos llorado. Hemos estado allí para el otro durante casi una década y nunca se nos hubiera ocurrido que después de tanto, podríamos llegar a ser una pareja, pero qué les digo, a veces no es el momento adecuado para enamorarse. A veces es importante crecer y aprender de otras maneras antes de encontrarse. A veces se requieren diez años de compartir, antes de decidirse ante el amor.
A veces simplemente, llega el momento adecuado.
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lavozdenadie · 5 years
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Carta a mi padre
Padre...
Creo que en lo que llevo de vida, nadie me ha roto el corazón tantas veces como tu. Puedo decir que eres el amor por el que más veces he llorado y el que más profundamente me ha herido.
Te amo. Te amo tanto que me duele.  Te amo tan profundamente que no puedo soportarlo. Y siempre ha sido igual.
Tu amor me enfermó:
Hizo que se despertaran en mí esos sangrados nasales que llegan siempre después de una tristeza profunda.
Puedo entender que tengas preferencias que se alejen de mi.  Puedo entender que tengas más empatía con mi hermana que conmigo. (A veces pienso que incluso yo tengo más empatía con mi hermana que conmigo). Puedo entender que quieras salir de fiesta, que tengas varias mujeres, o que tengas momentos en los que no quieras hacer nada más que estar tirado en cama viendo películas.
Pero no puedo entender por qué aun me dueles tanto.  No entiendo por que sigo esperando lo que espero de ti.
No entiendo por qué sigo creyendo que algún día del padre pasarás sobrio. O que en alguno de mis cumpleaños, estarás atento a lo que sucede sin una gota de licor encima.
No entiendo por qué sigo esperando a que sanes... Como si eso fuese a borrar todas las veces que con el corazón en la mano, llamé a cuanto bar conocía para buscarte. O como si eso fuese a borrar todas las veces que tuve que acoger a mi hermana para que no supiera cómo estabas o qué pasaba contigo.
Como si eso fuera a borrar aquella vez que mi hermana, tan frágil y quebrada, me llamó al otro lado del mundo, a pedir ayuda porque tu no estabas en cabales, porque ella se sentía irrespetada, porque tus actos la estaban afectando. Como si todo esto fuera a servir para algo.
Como si escribir esta carta que nunca leerás, fuese a servir para algo.
Como si enumerar todas las cosas que me han roto el corazón, fuese a servir para algo...
Como si recordar una y otra vez todo esto, hiciera que mi amor por ti fuera menos fuerte.
No te imaginas cuánto te amo padre. En serio, te amo.
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lavozdenadie · 5 years
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Revelación
Hoy tuve una revelación...
De esas que mueve cosas en el estómago, que se acompaña de miles de recuerdos y que además replantea un montón de pensamientos:
Siempre me he proyectado como una mujer inteligente... 
De esas de las que la gente espera un montón de cosas. De esas que seguro ha leído a esos autores de los que los intelectuales hablan.  De esas que se han visto esas películas de culto que ellos mencionan. De esas que saben de política, arte, cine, música, libros y teatro... Si, de esas.
Sin embargo, esa es sólo una proyección.
Me temo que no he leído esos autores, no he visto esas películas y poco sé de política, arte, cine, música, libros y teatro.
Y por más que en ocasiones he enfrentado la realidad confesando que esa imagen no corresponde a lo que soy, la gente sigue pensando que entro en ese estereotipo.
Eso me llevó a querer llenar ese estereotipo, viviendo tras la imagen de la proyección que mis allegados creían que era. Tratando de leer esos libros, ver esas películas, entender aspectos políticos, artísticos, cinematográficos, musicales, literarios o teatrales. Tratando de no incumplir con eso que ellos creían que era.
¿Pero saben qué?
Yo no soy esa persona.
De hecho, me gustan las banalidades: Me gusta ver series en las noches y mientras cocino. Disfruto de libros que hablan sobre mujeres con el corazón roto y sobre gatos guerreros. Entiendo poco o nada sobre la situación política de mi país y mucho menos sobre la que acoge el mundo. No entiendo el arte y constantemente debo preguntarle a mi hermana menor sobre los aspectos que lo componen. Me gusta la música que me hace bailar, el teatro que me hace llorar y las películas que salen en las carteleras más comerciales.
Y creo que eso está bien.
Es más, creo que eso está muy bien.
¿Por qué debería satisfacer yo las expectativas que ellos solos decidieron poner sobre mi? ¿Por qué la responsabilidad de cumplir con ese imaginario debería ser mío si he buscado la manera de contarles lo equivocados que están?
Hoy decido hacer las paces con mis banalidades y asumo lo que soy, con series, cocina, música para bailar, películas comerciales y este blog, (que es la muestra más significativa y sincera de lo que soy).
Soy joven, millennial, ridícula, dramática, absurda y banal.
¡ Y QUÉ !
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lavozdenadie · 5 years
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Tengo algo por decirte.
Cuando tengo algo por decirte, me duele el estómago. Y el dolor crece dependiendo de la seriedad con la que se tome el asunto.
Cuando tengo algo por decirte, lloro. Las lágrimas salen de mis ojos así no sienta dolor, lo hacen por el simple hecho de poner algunos aspectos en discusión.
Cuando tengo algo por decirte, me enojo. Me enojo cuando no entiendes lo que quiero decir o cuando intentas tergiversar lo que digo para que parezca que ambos estamos en las mismas condiciones dentro de la discusión.
Cuando tengo algo por decirte, me frustro. Me frustro cuando después de tanto discutir, no se resuelven mis dudas, cuando me haces sentir que la discusión no tiene más sentido y que es necesario detenerla, pero aun no encuentro las respuestas que estaba buscando.
Cuando tengo algo por decirte, te quiero. ¡Y me enoja! Me enoja quererte en esos momentos. No quiero sentir la necesidad de que me abraces, de que seques mis lágrimas o de que me recuerdes que me quieres. Quiero sacar mi enojo de manera natural, sin afectos, ¡con enojo!
Cuando tengo algo por decirte, te culpo. Te culpo porque es más fácil decir lo que siento si creo que eres culpable. Y no quiero que me regreses la culpa. Sólo quiero que la asumas, la defiendas y la corrijas. 
Déjame tener razón de vez en cuando.
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lavozdenadie · 5 years
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Si le hubiese dicho que sí.
Hay temporadas en las que me detengo a pensar más de lo que debería...
Pienso en el pasado, en el futuro, en quienes han pasado y en quienes continúan aquí...
Pienso en el amor y en mis amores. En las veces que he amado. En lo que he sentido y he planeado. En todos esos momentos que pensé infinitos.
Es inevitable no pensar en él.
No es que lo extrañe, ni mucho menos... Supongo que es la manera de cerrar el ciclo... Es que nueve años de sentirse amando, no se cierran con unos cuantos meses.
Pienso en aquellas veces en las que planeábamos estar juntos por el resto de nuestras vidas. Tanta ilusión, tanta fantasía, tanto irrealismo mágico.
Luego me detengo a pensar: ¿qué habría pasado si le hubiese dicho que sí?
De seguro, en este momento tampoco estaríamos juntos. Seguramente nuestras diferencias habrían sido más notorias y significativas desde antes, poniéndole un fin temprano a todo.
Seguramente no me habría permitido un amor más, porque los compromisos y responsabilidades suelen ser más fuertes que los permisos y las libertades.
Si le hubiese dicho que sí, no me habría encontrado de nuevo en el amor, ese que tanto me llena y me calma. Ese que me encuentra y me sana.
Espero decir sí el día en que me sienta más libre, para congelar la libertad en un espacio perpetuo y duradero.
Una libertad de decir sí, sin perdernos... sin perderme.
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lavozdenadie · 5 years
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Nostalgia
Hoy me abrazó una ola de nostalgia.
Extrañé a mi yo del pasado y pensé en qué cosas han ocurrido desde esa versión hasta la que se encuentra saludándome estos días desde el espejo.
Para mi infortunio me encontré con una verdad fea y dolorosa: La versión actual no me identifica tan bien como las anteriores.
Y yo sólo puedo pensar: ¿en qué momento me permití esto?
A esto debo tanto sinsabor. A esto debo tanto desinterés. A esto debo tanto malestar. Por esto no me acomodo en ningún lugar.
El problema no es ese, el problema es no saber cómo regresar. O por lo menos, cómo volver a conectar con esa versión tan real, tan vívida, tan auténtica y significativa...
¿En qué momento me permití esta adultez tan abrumadora y tediosa? ¿En qué momento dejé de soñar sobre fantasías realistas? ¿Desde cuándo me empezó a importar más lo de afuera que lo de adentro?
De momento dejo por sentado que no me identifico con mi versión actual. Que considero que no se conecta con lo que veía en mí en el pasado y que quizás en este momento ando persiguiendo sueños ajenos...
Pero así mismo, dejo en este manifiesto el desconsuelo de no saber cómo resolver esta situación y que a la mínima señal de conexión, regresaré para escribirlo, buscando así mayor claridad en mis ideas.
De momento, si alguien sabe cómo regresar a aquello que tanto anhela, quedo atenta.
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