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lunarvioleta · 8 years
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Love at first sight 2/2
Carlos y yo en un sofá, con mis tragos encima, hablamos mucho lo recuerdo de que eso no, pero en un momento nuestras caras estaban tan cerca que sentí que el brillo de sus ojos me cegarían, nuestra respiración era lenta y nuestro corazones latían de una manera loca, no se si el tomo mi rosto o yo tome el de el solo se que nos besamos, no nos dijimos nada solo no perdimos en nuestros labios, en nuestras bocas. El me supo a cielo. Después de un millón de besos, yo estaba agotada y le dije que tenia muncho sueño, nos dirigimos a mi cuarto y al abrir la puerta parecía que el cuarto estaba mas caliente que nosotros dos juntos jaja, la calefacción estaba en su máximo punto y se me olvidaba que yo tenia habitación compartida, eran las cinco de la mañana y el me dijo que fuéramos a su cuarto, solamente lo seguí. Abrió la puerta y ahí estaban sus primos en una cama matrimonial y el tenia un sofá cama para el solo me acosté tal cual estaba vestida, el igual. Me abrazo y caí en un sueño profundo. Esa fue mi primera noche en Roma.
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lunarvioleta · 8 years
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Roma, 23 de Diciembre.
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lunarvioleta · 8 years
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Love at first sight 1/2
Jamás de los jamases pensé que una fuera capaz de producir el efecto que él causo en mi, fuimos como él mismo lo dijo “dos bobos enamorados”. En tan solo una semana nos entregamos en cuerpo y alma, nos deseamos desde la primera vista y nos enloquecimos al primer contacto. Nos encontramos casualmente y al parecer el destino tenia planeado ese encuentro, ya que nadie suele conocerse en tales circunstancias. Fue la noche del 23 de Diciembre en Roma, acababa de llegar de un día agotador, había sido mi primer día en la ciudad y creo que no pude haberlo aprovechado de una mejor manera. Camine toda la tarde entre callejones encontrándome con las maravillas que Roma me ofrecía como la hermosa Fontana di Trevi y el inmenso Colosseo romano. Yo era una turista solitaria que solo iba acompañada de un mapa ,una cámara fotográfica y unos pocos euros. Jamás había viajado sola y puedo decir que en la soledad encontré la libertad. No tuve pánico en ningún momento, solo tenia unas ganas increíbles de devorarme el mundo. Ya era de noche, estaba exhausta y hambrienta , decidí ir de regreso al hotel por lo que me dirigí a la estación mas cercana, Spagna, compre el tiquete de regreso y fue un trayecto de cuarenta y cinco minutos aproximadamente, al llegar a la estación mas cercana a mi hotel, baje del metro anhelando una cama, no importaba si era un cartón en el piso o una cama doble con almohada de plumas, fuera donde fuera sabia que iba a dormir apenas cerrara los ojos, y un plato de comida de mi mamá. Lastimosamente tuve que conformarme con dos hamburguesas de queso de McDonald’s. Camine seis cuadras desde la estación hasta el hotel, las cuadras mas solitarias que había caminado en mi vida , hasta que llegarón las de Londres, al entrar vi a un grupo de personas en el lobby, pero continué con mi camino y oprimí dos veces el botón del elevador, la espera en este se me hacia eterna y para colmo al llegar a mi piso olvide el numero de mi habitación, después de como tres vueltas por fin la encontré, pero para mi suerte la puerta no abría porque seguramente alguien estaba adentro. Yo había adquirido una habitación compartida sin ningún problema, ya que no era incomodo para mi compartirla, pero en ese momento desee una para mi solita. Frustrada baje a la recepción donde llamarón a la habitación e informarón que yo había llegado, me dirigí nuevamente al ascensor mas lento del mundo y subí, en vez de abrir toque, no quería interrumpir y además moría de curiosidad por saber quien iba a ser mi acompañante en tan inmensa habitación. “¡Hola! Soy Lucilha”, esas fuerón las primeras palabras de la que seria mi compañera de cuarto en Roma, aunque las dijo en portugués pude entenderla perfectamente. Era brasilera y sonriente, hablamos por casi veinte minutos presentándonos y conociéndonos un poco, tenia alrededor de 30 años y se estaba alistando , yo no estaba segura para que se arreglaba, si para una fiesta o para una simple reunión, en ese momento solo intentaba mantener mis ojos abiertos mientras conversábamos, ella finalmente saco de la maleta un paquete bastante atractivo, eran tres botellas de vino y unos Pringles “Por las noches nos reunimos con los del tour en el lobby, ¿Quieres bajar?” me dijo ella con un tono de voz entusiasta. Aunque no lo crean ha sido de las decisiones mas difíciles de mi vida jaja, estaba realmente cansada y en ese momento esa cama parecía ser la cama mas cómoda del mundo, lo pensé por mucho un minuto cuando ya me estaba colocando mis converse blancos, decidí bajar porque vi la invitación como la mejor manera para integrarme, conocer a los demás y no lo voy a negar pasar un buen rato. Llegamos al lobby, solo se escuchaban risas y risas, Lucilha fue rumbo a la mesa donde los saludo a todos y luego me presento. Yo era la bebé del grupo, ya que prácticamente la media eran cincuenta años y pues yo acababa de cumplir 17 en Octubre. Había cerveza, vino, carnes frías y un montón de Pringles, al principio me sentí extraña al estar con personas mayores, media hora después confieso que son de las personas mas chistosas que he conocido en mi vida. Habían cuatro pareja de casados; Rafa y Mila de Costa Rica; Gerson y Nyara de Brasil; Carlos y Ana de Brasil y Patty y Fer de México, todos ellos hubieran podido ser mis papas y así lo sentí porque me acogieron como su hija, excepto porque me dejarón tomarme mis tragos. Pero ellos no eran los únicos estaban luego con los que mejor me desenvolví, el grupo de los que viajaban solos; Perla de México; Arnaldo de Perú y Lucilha mi compañera de cuarto de Brasil, eran los mas cercanos a mi edad, los tres merodeaban los treinta años pero vuelvo y repito esa noche fue increíble porque conocí personas maravillosas. Reímos, tomamos y comimos. Sonara demasiado ficticio ,pero así fue, aparecieron tres muchachos de la nada que obviamente llamarón mi atención, le pregunte a Perla que estaba al lado mío “¿Ellos vienen con ustedes?” ella afirmo, mientras Patty ya los estaba invitando a tomar asiento, al notar mi interés por ellos jaja, pro no eran ellos si no el. Patty hizo que colocaran un sofá para que se sentaran entre Perla y yo. No habían pasado cinco minutos y Patty ya estaba intentándome emparejar con alguno, cosa que inevitablemente me sonrojo y me produjo reír a carcajadas. Eran tres muchachos, Carlos, Jonat y Christian todos primos y venían de Republica Dominicana, lo tengo que confesar el acento me gustaba, me hacia reír demasiado. Christian fue el primero en hablarme con las típicas preguntas, ¿Cómo te llamas?, ¿De donde eres? Y ¿Cuántos años tienes?, respondí a todas y no hacia falta que yo preguntara ya que antes de el hablarme, el grupo ya había aclarado suficiente jaja. Christian no me intereso para nada pero sumo puntos al ser el primero en hablar, conversamos muy poco cuando decidió subir de nuevo a la habitación, Jonat y Carlos se quedarón. La cerveza ya se había acabado y quedaban dos botellas de vino, todos estábamos conversando en un buen ambiente la verdad, Jonat se levanto y no se de donde sacaría una botella de whiskey y  la puso en la mesa, luego se fue con una mujer que al parecer estaba en un grupo diferente, todos al ver la botella tenían los ojos brillantes y la sonrisa de oreja a oreja, no miento también había sido una sorpresa para mi, sin embargo no fui la primera en servir, me levante y fui directo al baño en mi mente fuerón solamente diez minutos, pero al volver parecía que hubiera tardado una eternidad, ya que el whiskey se había acabado. Carlos se rio ante mi expresión frustrada y me ofreció el vaso que el tenia, sonriendo acepte y empezamos a conversar de lo gracioso que nos parecía que la mitad del grupo hablaba español y la otra mitad hablaba portugués, sin embargo parecían entenderse perfectamente. Sus ojos fue en lo primero en que me fije, en medio de mis tragos no podía evitar dejar de mirarlos, podía decir que aunque eran cafés parecían brillar demasiado, sentía que si no hubiera luz esos ojos serian los únicos que podría ver. ¿De que hablamos? De muchas cosas la verdad, se me hacen difícil de recordar y no porque estuviera tomada sino porque yo solo podía estar concentrada en sus ojos, en su boca, en como me miraba y en como no dejaba de sonreír. Ya iban a ser las dos de la mañana y para nuestra suerte debíamos estar listos a las siete de la mañana para ir al vaticano , por lo que la mayoría del grupo decidió irse a dormir. Quedamos Perla, Arnaldo, Carlos y yo, cuando llego otra muchacha de otro grupo Elvira, panameña, se nos unió y propuso que bailáramos. Ella dijo que quería aprender a bailar y en ese mismo instante todos me voltearón a mirar, me quedo bastante claro que baile era sinónimo de Colombia, no podía darme el lujo de decir que no se me daba muy bien lo del baile, no podía dejar a mi país por el piso, así que accedí y me puse de pie. Querían aprender a bailar vallenato, así que que mejor vallenato que el de Diomedes Díaz, ella dijo que necesitaba verme con una pareja y tomo a Carlos de la muñeca y me lo puso enfrente, se imaginaran mi cara roja como un tomate. Mi estado no era el mejor jajaja estaba un poquito mas descoordinada de lo normal, me tembló el cuerpo apenas puso su mano sobre mi cintura, un escalofrió que me recorrió toda la espalda, se acerco mas a mi y cuando por fin nos tomamos de la mano lo único que quería era que ese instante fuera eterno. Bailamos entre risas, chocando nuestros cuerpos, sonriéndonos el uno al otro, sintiendo que habíamos nacido para bailar toda la vida, un coqueteo tierno y dulce invadía el momento, nuestros ojos brillaban tanto que parecían estrellas, sentí algo que es imposible de describir, pero fue algo así como felicidad. Por otro lado, Elvira, Arnaldo y Perla seguían ahí mirándonos caer en la trampa del amor, baile cualquier cosa menos vallenato eso lo puedo asegurar, el seguía mis pasos pero  yo sentía que el me estaba guiando a mi, Elvira y Arnaldo empezaron a bailar al lado nuestro, imitando nuestros pasos que se suponían eran vallenato, pero no sabían que tan solo seguían a dos jóvenes que estaban descifrándose el uno al otro. Nos detuvimos y ha sido el mejor baile de toda mi vida, Elvira dijo que bailáramos bachata, y en ese momento dije que en la bachata no me iba para nada bien, Carlos sin dejarme alejar de sus brazos dijo que el sabia, me explico lentamente susurrándome al oído como moverme, se rio al verme fallar en cada uno de los intentos, yo no podía de la vergüenza pero el en ningún momento me dejo ir, lo pise y muchas veces jaja pero el solo seguía intentando, yo lo hacia sabiendo que no podía porque el lugar mas cómodo en el que he estado ha sido entre sus brazos, no quería que me soltara, no quería que se alejara, no quería dejar de sentir su cuerpo con el mío. Tras un largo baile Arnaldo, Perla y Elvira decidieron irse a dormir dejándonos solo a el y a mi en el lobby, estábamos sentados en un sofá cuando llego Jonat y su amiga a sentarse con nosotros hable bastante con ella, me dio consejos de vida al verme tan joven, me hizo reír y casi me hace llorar, me hizo prometer que aprovecharía cada momento de mi vida y que disfrutaría los malos y los buenos momentos. Mientras hablábamos, yo estaba recostada sobre Carlos, mi cabeza en su hombro y su brazo alrededor de mi cintura, no se como llegamos a tal posición pero estaba cómoda y de hecho bastante. Ya eran las cuatro de la mañana y Jonat y Zuheidi se despidieron.
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