Text
Sobre mí.
Me llamo Michelle y voy a cumplir veintiún años en ocho días. Nací y crecí en un pueblo de Buenos Aires. No tengo nada que valga la pena destacar, solo tengo mucho que expresar.
Cuando tenía diez años sufrí abuso sexual por parte del marido de mí mamá, un hombre que me crió desde que nací y al cual yo le decía papá. Desde entonces mí vida solo fue peor. Mamá cedió la custodia de mis dos hermanos menores a Marcelo, mí abusador, ya que ella no tenía ni un trabajo ni un hogar donde criarlos. Pero se quedó conmigo, no sé muy bien porqué. Para cuando cumplí trece años ella trabajaba como mucama de una familia de plata y me visitaba los fines de semana en casa de mí abuela materna. Yo estaba sola. No tenía amigos ni familiares cercanos, solo tenía a mamá y la veía unos pocos días de la semana.
Con mamá vivimos en muchas casas diferentes. Alquilando, en casas de amigos, en casa de mí abuela... Ninguno era mejor que el anterior y en todos sentía la negligencia de ella. Con la traición de quién era su marido, se refugió en un mundo de vicios e indiferencia con amigos que hacía en recitales clandestinos. Me dejaba sola en casa de desconocidos para irse hasta la madrugada. Y vendió la casa en la que crecí; la casa que mí abuela paterna había comprado para mí.
Para cuando cumplí quince, ya se había calmado. Encontró un buen hombre y, con total impunidad, tuvo una hija más. Vivimos con su pareja mientras estuvo embarazada y nos mudamos a casa de mí abuela cuando nació la bebé. Recuperó la custodia de mis hermanos y creo que todo fue mejor a partir de ahí. No teníamos mucha plata, pero éramos felices.
Cumplí dieciocho y un doce de diciembre a las nueve de la noche me avisaron por llamada que papá había muerto. Manejaba borracho. Lloré mucho y odié hacerlo, pero lo extrañé. Todavía lo extraño. Papá no era muy presente pero no era malo. Estaba solo.
Cumplí diecinueve y conocí a un chico que me trató como nunca pensé que alguien iba a tratarme. Su nombre era Alexander y estaba muy enamorado de mí, entonces le di una oportunidad. Tras un año de relación y con mucho amor, nos mudamos juntos. Cumplí veinte y descubrí que me fue infiel. Me miró a los ojos y me dijo que ya no me amaba más. Íbamos a casarnos.
Ahora voy a cumplir veintiuno y estoy sola. Extraño a papá, extraño a Alexander. Y extraño mi vida antes de comenzar a sufrir. No me conozco y no sé cómo ayudarme. Creo que merezco amor. En serio lo creo.
1 note
·
View note